Serie de lecciones Daniel 3 IMPORTANTE: Estas lecciones incluyen cinco archivos por separado denominado Líneas del Tiempo que ayudan a ubicar cronológicamente al maestro y al alumno. Se envian por separado. El horno de fuego Pasaje bíblico: Daniel 3. Enseñanzas de esta lección: Muchas veces, nos vemos presionados a hacer cosas que sabemos que a Dios no le agradan. En este capítulo de Daniel aprendemos sobre la madurez espiritual y la fe de tres jóvenes que, enfrentando una sentencia de muerte, deciden permanecer fieles a Dios . Poco duró en Nabucodonosor el asombro ante la soberanía y grandeza de Dios que admitió en el capítulo pasado. Tal vez inspirado por el sueño que Daniel le interpretara, decide construir una gran estatua para que todos en el enorme imperio adoren y reconozcan así su grandeza. La altura de la estatua sería aproximadamente la de un edificio de ocho pisos (27,5 metros). Ananías, Misael y Azarías, quienes eran ahora gobernantes de provincias en el imperio, deben asistir por orden del rey junto con todos los demás oficiales del imperio a la ceremonia de dedicación de la estatua (por algún motivo, Daniel no está presente). En el capítulo uno, ya los jóvenes debieron enfrentarse a una situación en la que se les pedía que hicieran algo que entraba en conflicto con los mandatos de Dios (comer comida que el Señor había prohibido). En esta ocasión, de nuevo se les solicita que hagan algo contrario a los mandamientos de Dios: deben adorar una estatua, un ídolo (recordemos los primeros dos mandamientos en Éxodo 20:3-5: No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás). La diferencia es que esta vez el negarse a cumplir con la orden del rey implica ser condenado a morir quemado en un horno. Pese a las consecuencias, los tres jóvenes, que creen y adoran solamente a Dios, se rehúsan a adorar la estatua. Consejeros del rey le hacen saber que estos tres gobernadores no quieren cumplir con su orden. Nabucodonosor les manda que obedezcan, porque ¿qué dios podría librarles de una muerte segura? El rey está desafiando la creencia en Dios de estos tres hombres. Ellos, firmes en su fe, responden al rey que Dios sería capaz de librarlos del horno de fuego. Pero, agregan, aun si no quisiera hacerlo, ellos seguirían adorando únicamente al Señor. Con esta respuesta, Ananías, Misael y Azarías muestran que su fe en Dios no depende de que el Señor responda como un hombre espera y cree más conveniente (‘¡más le vale a Dios que me salve porque me estoy jugando la vida por El!’), sino que reconocen Su soberanía para actuar conforme a Sus propósitos y divina sabiduría. Como creyentes, a veces resulta difícil confiar en que Dios busca lo que es mejor para sus hijos, pero así es (Romanos 8:28). Con el tiempo tal vez podamos dar sentido a cosas que hoy nos parecen absurdas o inmerecidas. Dios salva a los tres hombres de morir en el horno de fuego. La cuarta persona que los acompaña y protege pudo haber sido un ángel o el mismo Señor Jesús. Nabucodonosor otra vez se muestra sorprendido y admirado: “Bendito sea el Dios de ellos, de Sadrac, Mesac y Abed-nego, que envió su ángel y libró a sus siervos que confiaron en él, y que no cumplieron el edicto del rey, y entregaron sus cuerpos antes que servir y adorar a otro dios que su Dios”. No sólo en palabras declara la grandeza de Dios como único Dios verdadero, sino que decreta la pena de muerte para cualquier persona que hable en contra del Dios vivo y verdadero. Pero como la semilla del sembrador que cae en piedra, pronto Nabucodonosor olvidará su reconocimiento de la grandeza de Dios. Hay personas que, no importa cuántos milagros presencien, endurecen su corazón hacia Dios (¡cuántos tuvieron el privilegio de tener al propio Señor Jesús obrando milagros y enseñando, y aun así hicieron oídos sordos!). Es el Espíritu Santo quien debe obrar en nosotros para hacernos sensibles a la Palabra de Dios y fortalecer la fe de aquellos que han entregado sus corazones al Señor. Versículos sugeridos para memorizar: Salmo 46:1 “Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.” Salmo 118:6 “Jehová está conmigo; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.” Contexto: son salmos de David en los cuales asegura su confianza total en Dios. Aplicación: como los jóvenes de la historia confiaron en el Señor, aún a costa de perder sus vidas, así nosotros debemos poner nuestra confianza en Dios en momentos tan difíciles como esos. Respuestas a los ejercicios: b; c; Porque sólo adoraban a Dios; b; b; Salvador; madurez espiritual Diccionario: Madurez espiritual: cuando uno acepta al Señor, en ese momento “nace de nuevo” y es como un bebé en lo que conoce sobre Dios y su plan para la vida. Es por ello que debemos aprender cada día más acerca de los temas de la Biblia, relacionarnos con Dios con más confianza y vivir como a Él le agrada. Para ello tenemos la ayuda personal del Espíritu Santo, cuando eso sucede llegamos a ser “maduros”. Adorar: estimar, honrar. Se adora a Dios cuando se posee al Espíritu Santo (Juan 4:23). Alabar: elogiar, celebrar, ensalzar. Se puede alabar a Dios mediante salmos, canciones y oraciones. Soberanía: es un particularidad del carácter de Dios. Significa que Él decide hacer siempre su voluntad ya que es el Creador de todo y de todos. Espíritu Santo: es una de las tres personas de Dios. Su tarea en este momento consiste en convencer a las personas de aceptar a Jesús como salvador y ayudarles en el desarrollo de su vida cristiana. El horno de fuego Daniel 3 Estar firme en Dios, a pesar de todo ¿Qué mandó construir el rey Nabucodonosor? a) Una estatua de oro, para adornar la plaza central b) Una estatua de oro, para que la gente la adorara c) Un palacio de oro, en donde lo pudieran adorar a él ¿Qué le sucedería a quien no se postrara y adorara la estatua? a) Sería expulsado de la ciudad b) Sería echado a un horno de fuego ardiendo ¿Por qué Sadrac, Mesac y Abed-negó no adoraron la estatua? ___________________________________________________________________________________________________ ¿Qué dijeron los jóvenes al rey? a) Que Dios podía librarlos del horno y, si no lo hacía, ellos iban dejar de creer en Dios b) Que Dios podía librarlos del horno pero, aun si no lo hacía, ellos no adorarían la estatua c) Que adorarían la estatua pues no querían morir ¿Qué sucedió con los tres jóvenes? a) Murieron quemados b) El fuego no quemó ni uno solo de sus cabellos c) Tuvieron quemaduras pero nada muy serio ¿Qué dijo el rey? Lee Daniel 3:28 Si tú eres un hijo de Dios, ¿en qué promesa puedes confiar? ¡Lo dice nuestro versículo para memorizar! ¿Lo completamos? ________ es nuestro amparo y __________, nuestro pronto ____________ en las tribulaciones. Salmo 46:1 Si tú has confiado en Jesús como tu S___________________, eres un hijo de Dios y dice la Biblia que “a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien” (Romanos 8:28). Habrá veces en que no puedas comprender por qué Dios permite que te ocurran ciertas situaciones tristes, aún así la Biblia te invita a confiar en tu Padre Celestial. En dichas ocasiones, tu debes orar, confiar y mantenerte fiel. Estar sereno en momentos de prueba es señal de m________________ e____________________. Recomendaciones para el uso del material Dado el tipo de ejercicios, se recomienda este material para edades entre 9 y 12 años. Pero queda a criterio del maestro adaptarlo a las características y necesidades de su grupo. Se recomienda que el maestro lea el capítulo de Daniel correspondiente y narre la historia en clase, haciendo énfasis en las ideas que se presentan en ‘Enseñanzas de esta lección’. El uso de imágenes siempre resulta un buen complemento para captar la atención de los alumnos. Ubicar históricamente los eventos que se narran (usando, por ejemplo, las líneas del tiempo), ayuda a que los alumnos puedan ir ubicando a los personajes e historias de la Biblia cronológicamente y sepan que sucedieron realmente. Uso de las líneas del tiempo: se puede pegar cada una de las tres hojas de la ‘Línea del tiempo general’ en cartones separados y unirlos con dos hilos o cintas (uno en cada extremo), obteniendo así un tríptico. Puede realizar un corte en la parte inferior (como indica la tijera) y con ayuda de un gancho mariposa colocar una flecha que se pueda ir desplazando para indicar en qué momento de la historia se ubica la lección. Es bueno que en cada clase se memorice un versículo que enfatice la enseñanza. Puede usar alguno de los que se sugieren, explicando su contexto y aplicación. En cada lección se remarcan un conjunto de palabras y se da su definición. Es bueno que el maestro las explique y, si lo desea, puede armar un mural en donde se vayan escribiendo (si la definición resulta muy larga, resúmala). Hemos usado la versión Reina Valera 1960 para las citas bíblicas y Lenguaje Actual para algunos versículos para memorizar.