c-Alcohol-Menores

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Proyecto de Ley
El Senado y Cámara de Diputados,...
Artículo 1° - Incorpóranse los artículos 10 bis, ter y quater a la ley 24.788 los que
quedarán redactados de la siguiente forma:
"Art. 10 bis.- Cuando una persona menor de edad ingrese a un establecimiento
médico-asistencial público, del sistema de seguridad social y privado, bajo los
efectos del consumo abusivo de alcohol, asociado o no a otros trastornos, será
asistido en todo lo pertinente a la atención integral de su salud y se dará aviso, a
través del servicio social, a sus padres, tutores o representantes para que
concurran a tomar conocimiento de la situación que padece y se les proponga una
intervención de orientación respecto del problema diagnosticado.
Art. 10 ter.- En el caso del artículo 10 bis, los organismos del Estado Nacional y de
las respectivas jurisdicciones provinciales deben asegurar la asistencia apropiada
para que la familia de la persona menor de edad pueda asumir adecuadamente su
responsabilidad y acompañar el tratamiento aconsejado para proteger la salud del
menor.
Art. 10 quater.- Cuando los padres o tutores de las personas menores de edad no
concurran en los términos del artículo 10 bis a tomar conocimiento de la situación
que padece, o la persona menor de edad no pueda brindar la información
necesaria para ubicarlos, se dará aviso a los organismos competentes de
protección de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes quienes actuando en
colaboración con el Ministerio Público y áreas pertinentes coordinará las acciones
necesarias para la atención del la persona menor de edad y su inserción en un
programa que garantice la protección integral de su salud, además de arbitrar
todas las medidas necesarias para la ubicación de los parientes con deber de
alimentación según lo establecido en el capítulo IV, título VI del Código Civil.
Art. 2°.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Este proyecto modifica la ley nacional Lucha Contra el Alcoholismo nº 24788
inspirándose en disposiciones hoy vigentes en la ley 1723 de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires, promulgada el 3 de agosto de 2005.
En los fundamentos del proyecto que dio lugar a la sanción de la ley 1723 se
expresaba que "nuestra sociedad muestra hoy patrones de comportamiento
adictivo o al menos de abuso en el consumo de alcohol por parte de las personas
menores de edad, y para poder combatirlos, se requiere que, además de la
limitación a la disponibilidad y a la venta, se implementen múltiples medidas
educativas y se proporcionen recursos para realizar la detección precoz del
problema y la atención oportuna y rápida de los jóvenes en cuestión".
Se recogían entonces las preocupaciones del Comité de los Derechos del Niño
acerca de "la influencia ejercida en los comportamientos de salud de los
adolescentes por la comercialización de productos y estilos de vida malsanos. [...]"
Este documento producido en el año 2003 instaba a los Estados Partes a
reglamentar o prohibir la información y la comercialización relativa a sustancias
como el alcohol y el tabaco, especialmente cuando están dirigidas a niños y
adolescentes [...]" (1)
Ambas consideraciones se mantienen vigentes hoy en día.
Las cifras del alcoholismo continúan siendo alarmantes:
 Unos 320 000 jóvenes de entre 15 y 29 años de edad mueren por causas
relacionadas con el consumo de alcohol, lo que representa un 9% de las
defunciones en ese grupo etario.
 El consumo de alcohol ocupa el tercer lugar entre los factores de riesgo de
la carga mundial de morbilidad; es el primer factor de riesgo en el Pacífico
Occidental y las Américas, y el segundo en Europa.
 El consumo de alcohol está relacionado con muchos problemas graves de
índole social y del desarrollo, en particular la violencia, el descuido y
maltrato de menores y el absentismo laboral.
Organización Mundial de la Salud.
La ley 1723 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires garantiza la prevención y
protección de la salud de los menores de 18 años que padezcan las
consecuencias del abuso del consumo de alcohol a través de su inserción en
programas comunitarios que garanticen el disfrute del nivel más alto de salud, en
virtud de lo establecido en el artículo 23 de la Ley Nº 114 de Protección Integral de
los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires y la Ley Nacional 24788 de Lucha Contra el Alcoholismo
Su normativa, absolutamente compatible con la legislación nacional avanza sobre
un aspecto específico: educar a los jóvenes y a sus padres sobre los problemas
que acarrea la cultura del consumo de alcohol en exceso, para que sean ellos
quienes asuman la responsabilidad en forma compartida de desarrollar hábitos
saludables de vida.
Se focaliza además en las consecuencias que genera a nivel comunitario "la
tolerancia" de conductas autodestructivas; toda vez que al decir de los
especialistas el alcoholismo puede ser la puerta de entrada al consumo de otras
drogas.
Convencidos del valor de la norma local y de los innegables beneficios que
implicaría su aplicación uniforme en todo el país, reproducimos con modificaciones
nuestro
proyecto
4267-D-2009
publicado en el Trámite Parlamentario nº 109 con fecha 04/09/2009.
Se trata pues de integrar la ley 24788 con normas que promueven acciones de
tipo preventivo que involucran al menor, su familia y el Estado y que, en tanto
persiguen la protección de la salud de personas menores de edad, se convierten
en obligatorias para todo el país, conforme se deriva de las normas
constitucionales, tratados internacionales y jurisprudencia nacional que a
continuación se analizan.
I - Normas constitucionales y tratados internacionales.
El derecho a la vida es el primer derecho de la persona humana que resulta
reconocido y garantizado por la Constitución Nacional (Saguir y Dib", Fallos
302:1284). Se encuentra contemplado entre los derechos no enumerados a los
que hace mención el artículo 33 de la Constitución Nacional.
El derecho a la salud deriva del derecho a la vida y si bien no estaba
expresamente reconocido en la Constitución Nacional hasta la reforma de 1994,
integraba el grupo de derechos no enumerados del art. 33 CN antes mencionado.
La Corte Suprema también ubicaba la protección a la salud en el artículo 19 de la
CN en "Ponzetti de Balbin" (Fallos: 310:112).
La reforma constitucional de 1994 incorporó al texto constitucional el derecho a la
salud en:
1. el nuevo art. 42 que dispone la protección de la salud estableciendo que: "Los
consumidores y usuarios de bienes y servicios tienen derecho, en la relación de su
consumo, a la protección de su salud..."; y principalmente
2. a través de la incorporación al orden jurídico interno de los tratados
internacionales con jerarquía constitucional. (art. 75 inc. 22 CN).
Además, por la vía de los tratados internacionales incorporados ingresa a nuestro
ordenamiento jurídico nacional en forma expresa, el derecho a la vida, el derecho
a la salud y el derecho al desarrollo humano.
Estos tratados contienen cláusulas específicas que protegen la vida y la salud:
- Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, artículos 10
inc. 3 y 12.
- Convención Americana sobre Derechos Humanos arts. 4 incs. 1 y 19
- Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en
materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, artículo 10.
- Convención sobre los Derechos del Niño, artículos 3 y 24.
- Declaración Universal de Derechos Humanos, artículo 25.
II - Distribución de competencias entre Nación y Provincias. Reglamentación del
ejercicio del derecho a la salud
En el orden interno, la reglamentación del ejercicio del derecho a la salud
corresponde a Nación y Provincias, tratándose de una materia concurrente.
¿Qué ocurre entonces cuando en ambas jurisdicciones se legisla sobre el mismo
tema? ¿Qué legislación prevalece?
Tradicionalmente se decide a favor de la preeminencia de la legislación nacional
aplicándose la disposición del artículo 31 de la Constitución Nacional.
Sin embargo, Néstor Sagües nos dice que esta regla es aplicable siempre que se
den los siguientes recaudos: a) una contradicción efectiva e insoluble entre el
ejercicio de la autoridad nacional y la local, a los fines queridos por la Constitución
(CSJN "Leiva" Fallos 315:1013) y b) la presencia de una real finalidad de bienestar
general en el desempeño de la autoridad nacional ("Griet" Fallos 137:212;
"Bredeston" Fallos 302:231).
Según el autor citado "el interés general en juego" no lleva necesariamente a tener
siempre por suprema a la legislación nacional; bien puede ocurrir que dicho interés
general aconseje priorizar en ciertos casos la gestión provincial" (2) .
III. El Estado Nacional es garante del cumplimiento de los tratados internacionales
A través del art. 75, inciso 23 CN, el Estado Nacional asume el carácter de
"garante" de los derechos reconocidos en los tratados internacionales y así lo
expresa:
"Corresponde al Congreso: inc. 23. Legislar y promover medidas de acción
positiva que garanticen la igualdad real de oportunidades y de trato, y el pleno
goce y ejercicio de los derechos reconocidos por esta Constitución y por los
tratados internacionales vigentes sobre derechos humanos, en particular respecto
de los niños, las mujeres los ancianos y las personas con discapacidad".
La Corte Suprema de Justicia de la Nación, en el considerando 21º del Fallo
Beviacqua (3) ha expresado:
"21) Que el Estado Nacional ha asumido, pues, compromisos internacionales
explícitos encaminados a promover y facilitar las prestaciones de salud que
requiera la minoridad y no puede desligarse válidamente de esos deberes so
pretexto de la inactividad de otras entidades públicas o privadas, máxime cuando
ellas participan de un mismo sistema sanitario y lo que se halla en juego es el
interés superior del niño, que debe ser tutelado por sobre otras consideraciones
por todos los departamentos gubernamentales (art. 3°, Convención sobre los
Derechos del Niño
La exigibilidad de la protección de los niños demanda un tratamiento prioritario
ante el cual no resultan oponibles razones de restricción presupuestaria o de
incompetencia, dado que el Estado federal es siempre responsable porque está
obligado tanto en el plano nacional como internacional. (Convención sobre los
Derechos del Niño y Ley 26061 sobre Protección Integral de los Derechos de las
Niñas, Niños y Adolescentes.
IV - Interés superior de las personas menores de edad
La ley nacional 26061 de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños
y Adolescentes, publicada el 26/10/2005, en su artículo 14 establece:
Art. 1° - Objeto. Esta ley tiene por objeto la protección integral de los derechos de
las niñas, niños y adolescentes que se encuentren en el territorio de la República
Argentina, para garantizar el ejercicio y disfrute pleno, efectivo y permanente de
aquellos reconocidos en el ordenamiento jurídico nacional y en los tratados
internacionales en los que la Nación sea parte.
Los derechos aquí reconocidos están asegurados por su máxima exigibilidad y
sustentados en el principio del interés superior del niño.
La omisión en la observancia de los deberes que por la presente corresponden a
los órganos gubernamentales del Estado habilita a todo ciudadano a interponer las
acciones administrativas y judiciales a fin de restaurar el ejercicio y goce de tales
derechos, a través de medidas expeditas y eficaces.
Art. 14. - Derecho a la salud. Los organismos del Estado deben garantizar:
a) El acceso a servicios de salud, respetando las pautas familiares y culturales
reconocidas por la familia y la comunidad a la que pertenecen siempre que no
constituyan peligro para su vida e integridad;
b) Programas de asistencia integral, rehabilitación e integración;
c) Programas de atención, orientación y asistencia dirigidos a su familia;
d) Campañas permanentes de difusión y promoción de sus derechos dirigidas a la
comunidad a través de los medios de comunicación social.
e) Toda institución de salud deberá atender prioritariamente a las niñas, niños y
adolescentes y mujeres embarazadas.
f) Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a la atención integral de su
salud, a recibir la asistencia médica necesaria y a acceder en igualdad de
oportunidades a los servicios y acciones de prevención, promoción, información,
Además agrega en su Art. 7:
"Art. 7- Responsabilidad familiar. La familia es responsable en forma prioritaria de
asegurar a las niñas, niños y adolescentes el disfrute pleno y el efectivo ejercicio
de sus derechos y garantías.
El padre y la madre tienen responsabilidades y obligaciones comunes e iguales en
lo que respecta al cuidado, desarrollo y educación integral de sus hijos.
Los organismos del Estado deben asegurar políticas, programas y asistencia
apropiados para que la familia pueda asumir adecuadamente esta
responsabilidad, y para que los padres asuman, en igualdad de condiciones, sus
responsabilidades y obligaciones."
Asimismo, la propia ley 26061 autoriza medidas de protección integral de los
derechos de las niñas, niños y adolescentes con el objeto de preservar sus
derechos, restituirlos o reparar sus consecuencias.
El artículo 33 en su segundo párrafo indica que la amenaza o violación de los
derechos puede provenir tanto de la acción u omisión del Estado, la Sociedad, los
particulares, los padres, la familia, representantes legales, o responsables, o de la
propia conducta de la niña, niño o adolescente.
En el artículo 34 se establece que "Las medidas de protección de derechos tienen
como finalidad la preservación o restitución a las niñas, niños o adolescentes, del
disfrute, goce y ejercicio de sus derechos vulnerados y la reparación de sus
consecuencias."
En el artícul35 se determina que se aplicarán prioritariamente aquellas medidas de
protección de derechos que tengan por finalidad la preservación y el
fortalecimiento de los vínculos familiares con relación a las niñas, niños y
adolescentes.
En el artículo 36 se prohíbe que las medidas de protección puedan consistir en
privación de la libertad.
Por último el artículo 37 ordena que comprobada la amenaza o violación de
derechos, deben adoptarse, entre otras, las siguientes medidas: ... f) Tratamiento
médico, psicológico o psiquiátrico de la niña, niño o adolescente o de alguno de
sus padres, responsables legales o representantes; ...
V - Conclusión
A través de la ley 24.788 que declara de interés nacional la lucha contra el
consumo excesivo de alcohol, el Estado asume la obligación positiva frente a toda
la sociedad y ante la comunidad internacional de prestar especial protección a la
salud de los menores de dieciocho años que incurren en un consumo excesivo de
alcohol.
En su artículo 10 determina que los establecimientos médico-asistenciales
públicos, del sistema de seguridad social y privado, debe encarar acciones de
prevención primaria de acuerdo a su nivel de complejidad: y de detección precoz
de la patología vinculada con el consumo excesivo de alcohol.
En su artículo 12 ordena a las obras sociales y asociaciones de obras sociales,
incluidas en la ley 23660, recipiendarias del Fondo de Redistribución de la ley
23661 y a las entidades de medicina prepaga a reconocer en la cobertura de los
tratamientos médicos, farmacológicos y psicológicos la patología del consumo de
alcohol, determinada en la Clasificación Internacional de Enfermedades
declaradas por el Comité de Expertos de la Organización Mundial de la Salud.
Asimismo, en el decreto 149/2009 por el que se reglamenta la ley, el Estado
dispone que el PROGRAMA NACIONAL DE PREVENCION Y LUCHA CONTRA
EL CONSUMO EXCESIVO DE ALCOHOL propondrá a la autoridad sanitaria
nacional las normas técnicas a dictar orientadas a las acciones de prevención
primaria y detección precoz de patologías vinculadas con el consumo excesivo de
alcohol, promoviendo la formación de profesionales de atención primaria de la
salud en la identificación de bebedores de riesgo. Dicha normativa tendrá carácter
obligatorio para todos los establecimientos médico-asistenciales públicos y
privados y/o del sistema de seguridad social.
En los considerandos del Decreto 149/2009 se expresa: "Que, asimismo las
Provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires deberán disponer todas
aquellas medidas u acciones que se estimen necesarias para dar cumplimiento al
modelo de políticas públicas en la materia.
En este contexto normativo y a partir de las razones invocadas en los puntos I a IV
de estos fundamentos, proponemos la incorporación de los artículos 10 bis, ter y
quater a la ley nacional 24788, como medidas de protección integral (especial) de
los derechos de los menores de edad.
La reforma propuesta será de aplicación obligatoria en todo el país y en cada
jurisdicción que carezca de reglamentación sobre la materia.
En las jurisdicciones en las que la materia haya sido legislada, prevalecerá la
norma nacional en tanto la local sea incompatible con ella.
Cada jurisdicción decidirá la forma en que dará aviso a los familiares o
representantes del menor para que concurran a tomar conocimiento de la
situación que éste padece y reciban una orientación respecto del problema
diagnosticado. También regulará el alcance y características del tratamiento
médico.
Sin más y por la envergadura del tema, solicitamos a nuestros pares acompañen
esta iniciativa, instando a su pronto tratamiento,
(1) Comité de los Derechos del Niño, Observación General No. 4, "La salud y el
desarrollo de los adolescentes en el contexto de la Convención sobre los
Derechos del Niño", 33º periodo de sesiones, 16 de mayo a 3 de junio de 2003,
párrafos 25 y 26.
(2) Sagües, Néstor Pedro, Elementos de Derecho Constitucional T 2, 3ra edición,
Astrea, Buenos Aires, 1999, pg. 39.
(3) Fallo: Campodónico de Beviacqua, Ana Carina c/Ministerio de Salud y Acción
Social -Secretaría de Programas de Salud y Banco de Drogas Neoplásicas."
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