( MATERIAL PARA LEER EN MISA ) Día sin Alcohol El día 15 de Noviembre se celebra el DIA SIN ALCOHOL instaurado por la Organización Mundial de la Salud. Este día representa un estímulo más para reflexionar, desde todas las instancias, sobre el alcohol, sus graves y a veces irreparables consecuencias. La infinita devastación que el alcohol causa en muchos aspectos de nuestra existencia diaria, desde los accidentes de tránsito hasta suicidios, vandalismo, violencia, peleas, crisis familiares, incidencia negativa en la educación de los hijos y su rendimiento escolar, entre otros afectan a una gran cantidad de personas en nuestra sociedad, de uno y otro sexo, de cualquier condición social o cultural, por lo que no podemos recluirnos en la idea “que a mi o a mis hijos esto no nos va a ocurrir”. Como ciudadanos con derechos y obligaciones, todos ostentamos una responsabilidad indelegable: la de velar por la salud, el bienestar y la seguridad de nuestros prójimos y debemos ejercerla sin desmayo, desde nuestro rol social de Padres, Educadores, Vecinos, Funcionarios, en definitiva TODOS. Es necesario fomentar una mayor concientización de esta problemática, no referida a una sola fecha, sino día a día, todos los días del año y en todos los sectores sociales. Se diga lo que se diga el Alcohol es una droga y como tal produce modificaciones en el sistema nervioso central y crea adicción. Es hora que informemos correctamente sobre sus efectos en el corto, mediano y largo plazo, más allá de todas las campañas publicitarias que por meros fines comerciales favorecen el consumo. Debemos involucrarnos y apoyar sin condicionamientos a las personas que están inmersas en su problemática y desean rehabilitarse. No podemos, ni debemos naturalizar las transgresiones de las más elementales normas de convivencia que suscita el consumo de alcohol, por que de ese modo estaríamos legitimando no sólo al consumo sino a este como forma de transgresión social. En este marco la Pastoral de Adicciones de la Arquidiócesis de Córdoba quiere sumarse con un aporte concreto a esta lucha y para ello: Invitamos a reflexionar sobre la importancia de generar una concientización de los padres y un diálogo con los hijos respecto de la vida sana, los proyectos de vida y cómo esos proyectos pueden verse afectados por las consecuencias de consumir. Proponemos a los jóvenes de cada comunidad a realizar una actividad en torno a esta fecha que les permita reflexionar sobre esta problemática y sugerir desde su perspectiva acciones concretas que nos ayuden a trabajar durante el próximo año a favor de otros modos o estilos de vida alejados del consumo de alcohol. Sugerimos extender esta misma propuesta a directivos y docentes de escuelas y otras organizaciones sociales. Todos podemos ayudar con este granito de arena a instalar esta temática en la Familia y en la Juventud. Av. Velez Sarfield 929 - Tel: 0351-4290530 - CP 5000 - Córdoba e-mail: [email protected] ( MATERIAL PARA LOS ADULTOS ) PADRES QUE PREVIENEN EL CONSUMO DE ALCOHOL Esta semana del 15 de noviembre es una buena oportunidad para hablar en familia sobre los efectos nocivos del consumo de Alcohol a todas las edades, porque los padres o adultos significativos son los primeros agentes de prevención. Los adultos deben ser un modelo de salud para los jóvenes, deben promocionar entre estos comportamientos sanos, como el cuidado de la alimentación y el deporte, y deben recriminar actitudes como el consumo de alcohol. Preocuparse de los hijos es la forma más efectiva de mantenerlos fuera de las drogas y es quizás una de las acciones más importantes que pueden y deben tomar como padres. La prevención es un proceso educativo que debe empezar en el mismo hogar, ya que los padres son las primeras personas de referencia en el entorno de los niños y adolescentes y por tanto, ejercen gran influencia sobre los hábitos de los hijos. La educación más importante es la que trasmitimos a través del ejemplo. Recordemos siempre que nuestros hijos quizás “algunas veces no nos escuchan pero siempre nos miran”. La familia es pilar fundamental en la transmisión de valores como la libertad, el respeto, la solidaridad, la superación personal, que además de contribuir al crecimiento de los hijos, ayuda a prevenir el consumo de drogas. Los jóvenes están inmersos en una sociedad que fomenta los contravalores como la hipercompetitividad, el individualismo, el hedonismo o el consumismo, que actúan de modo facilitador para el inicio al consumo de drogas como el alcohol. En el problema del alcohol no podemos condenar a los jóvenes como únicos responsables, sino que todos somos responsables en la educación y la prevención. Quien crea que con un “sermón” de un sábado por la noche podrá modificar una conducta hacia el consumo de alcohol u otras drogas, esta subestimando en primer lugar a su hijo y en segundo lugar al propio desafío que tenemos de ser padres. La comunicación y el diálogo familiar, estimular la autoestima, como así también la puesta de límites, son acciones fundamentales en la formación de la personalidad de nuestros hijos y cimientos sólidos en la tarea de prevención de las adicciones. Por eso le sugerimos: Converse diariamente con cada uno de sus hijos Cuando deba criticarlo, sea claro en lo que dice y como lo dice Procure criticar la conducta no a los hijos. Nunca compare. No olvide de valorar las conductas positivas, haciéndolos sentir importantes. Estimule y reconozca sus logros. Sea consistente con las normas y límites que ustedes mismos establecieron. Av. Velez Sarfield 929 - Tel: 0351-4290530 - CP 5000 - Córdoba e-mail: [email protected] ( MATERIAL PARA LOS JÓVENES ) Queridos Chicas y chicos. Hola, somos un equipo que nos convocamos para formar la Pastoral de Adicciones y así poder trabajar juntos a otros equipos en prevención de las adicciones y tratando de aportar nuestro granito de arena para hacer que esta problemática no siga afectando a los jóvenes. El día 15 de noviembre es el día mundial sin alcohol y nosotros aprovechamos este día para comenzar una campaña de concientización y prevención del consumo de alcohol en los jóvenes, del daño que este realiza y para tratar de evitar que se sigan sumando muertes. A continuación te adjuntamos un relato de lo que suponemos es una noche de “fiesta” pero con un final decidido por el descontrol… PROPUESTA Leer el relato con el grupo teniendo presente que esta historia es real. Y que fue escrita por alguien que lamentablemente perdió un amigo por culpa del irresponsable de alcohol. Juntos nos preguntamos ¿Se sienten identificados con la forma de divertirse de los chicos? ¿Creen que es algo común este tipo de situaciones? ¿Piensan que podemos cambiar el final de la historia?¿Cómo? Les proponemos que entre todos armen afiches sobre prevención del consumo de alcohol, siendo lo más creativos posible, para dejar un mensaje que ayude a modificar este modo de festejar. También le proponemos, lo envíen en formato digital (.jpg) a nuestro e-mail: [email protected]. Los trabajos enviados serán colgados en nuestra web: www.pastoraldeadiccion.org.ar o al facebook que pronto abriremos con el material enviado. Pueden ver modelos en www.pastoraldeadiccion.org.ar/principal.php en la sección “Material”. Finalmente, les preguntamos ¿Se animan a proponer acciones concretas y posibles para realizar en su comunidad el próximo año a favor de una forma diferente de diversión sin alcohol? Bueno, finalmente esperamos una respuesta confiando en que el Espíritu soplará en muchos corazones. Con cariño. Pastoral de Adicciones. Av. Velez Sarfield 929 - Tel: 0351-4290530 - CP 5000 - Córdoba e-mail: [email protected] ( MATERIAL PARA LOS JÓVENES ) Relato de un sábado a la noche Sábado a la noche. Juancho ya había quedado con Cristian para que todos los pibes se juntaran en su casa. En lo de Cristian estaba re piola juntarse. Juancho sabia que ahí se podía hacer tranqui la previa, por que la vieja de Cris no jodía, se iba a su pieza, cerraba la puerta, ponía la tele alta y no importaba que el quincho estallara con los gritos de la enfiestada juventud. Juancho salió del baño y se puso el calzoncillo de la suerte, pues se anticipaba a pensar que iba a ser una “buena noche”, por que ella también salía. Se perfumo. Se probó un par de remeras. Se peino una y otra vez. Espero ansioso que Milton lo pase a buscar para ir a lo de Cris. Llego Milton, subió al auto y se hicieron un par de paradas estratégicas. La primera, en la YPF de la esquina, ahí se compraba los puchos y el infaltable hielo. La segunda, en un kiosquito donde el vino y el fernet eran un poquito más caros que en los demás lugares, pero a esa hora, el precio no importaba, lo importante era conseguirlos. Llegaron con la música a full en el auto de Milton, fumando un par de cigarros, avisando su arribo a lo de Cris. En un toque se acerco la muchachada y les ayudaron con el hielo y las botellas, que aunque no eran muchas se cuidaban como si fuesen porcelana china. Y empezó la previa. Como en todo grupo, estaban los que tomaban tranqui, por gusto, como decían ellos y estaban también los desaforados, que en diez minutos estaban chupados, rompiendo algún vaso, bailando desinhibidos como locos, tarareando cualquier canción, riendo de todo. Los jodones. Los que le ponen ánimo a la fiesta. Uno a uno fueron cayendo los cadáveres y en una hora y media de previa ya no importaba si al fernet le ponían ¾ de coca, ½ de coca o ya ni siquiera importaba ponerle coca. Lo importante era que no quedara nada. La frase, la misma de siempre: “Hasta que no tomemos todo no nos vamos”. Algunos con excusas poco creíbles, como algún hermano por buscar, o el trabajo temprano por la mañana, empezaron a ausentarse. Quedaron los de siempre, o casi siempre. Juancho, Milton, Cristian y Martín. Limpiaron un poco, no mucho, por que aunque las intenciones eran buenas, siempre terminaban ensuciando aun más. ¿Limpiar en ese estado? No. “En este estado hay que buscar mujeres” dijo Cris. Los cuatro, borrachos, saltaban en círculos, abrazados gritando “Molino!, Molino!”. Y hacia allá fueron. La ida al boliche siempre consistía en una seguidilla de infracciones de transito. No existían los colores del semáforo, mejor dicho, no existían los semáforos. La velocidad nunca era tan alta, pero nunca era tan baja. Frenaban donde querían, ya sea para piropear alguna mina, mear un árbol o tirar botellas vacías; por que la mama de Cris no decía nada de las jodas en el quincho, pero a las botellas había que llevárselas. Llegaron al boliche, estacionaron el auto ahí donde a veces zafaban de pagarle al del estacionamiento y corrieron a la puerta, saludando a conocidos, deteniéndose de forma brusca ante el paso de alguna mujer despampanante (aunque en ese estado, casi toda mujer era despampanante). Pagaron como de costumbre, menos Martín que conocía al de la puerta y paso gratis. Av. Velez Sarfield 929 - Tel: 0351-4290530 - CP 5000 - Córdoba e-mail: [email protected] Una vez adentro, Milton se instalo en la barra con un grupo de amigos del cole, Martín hacia sociales con todos y Juancho y Cris fueron a la Azul. Esa noche se dieron el gusto y se tomaron un New Age con Speed. No importaba la plata mientras haya en la billetera. Total hoy no había gasto en taxi, por que Milton los tiraba hasta sus casas de onda. Pasaron las horas, los temas, los vasos, las mujeres, los amigos, los enemigos. Tipo seis y media Milton empezó a reclutar a sus amigos. Ya no le daba más el bocho y no veía la hora de estar con la cabeza en la almohada. Lo encontró primero a Cris, como siempre, estaba tirado solo en un reservado. Después se les unió Martín que estaba saltando, como poseído, en el medio de la Roja. Finalmente encontraron a Juancho, que como él lo había presentido, estaba hecho un nudo con ella. Los muchachos entre cargadas y risas lograron despegarlo de la bella dama sonrojada. Una vez afuera las anécdotas de la noche no se hicieron esperar, y la caída de Cris tampoco. Piso el cordón con un pie y el otro se trabo al intentar seguirlo. Y como buen chupado, se pego un buen palo. Todos rieron. Él se enojo por que sus amigos se reían, pero como siempre terminaron los cuatro abrazados como múltiples siameses. Llegaron al auto y medio dormida se escucho la voz de Cristian decir: “Anda tranqui chabón que el sábado pasado casi nos la damos contra el 47 del negro”. “Callate chupado, todo bien, si tenés algún drama maneja vos!!” contesto de mal humor Milton. Juancho controlo a la multitud y el auto arranco. Dejaron a Martín literalmente en la puerta de su casa, gracias a Milton que acostumbraba subir medio auto a la vereda, y salieron para lo de Cris. En el auto iban, Milton al volante, Juancho de copiloto y Cris durmiendo atrás. Milton se quejo de Cris, que siempre bardeaba como manejaba y al muy desagradecido siempre lo llevaba. Juancho, un poquito mas cuerdo, rió y dijo que eran cosas de chupados, que estaba todo bien. Pero Milton seguía enojado y dirigiéndose a Juancho dijo: “Mira amigo, ¿ves? Al auto lo piso a fondo, pero manejo bien, mira... mira...” El auto iba muy rápido y cada esquina era un nuevo desafío. Pronto, la cara de Juancho cambio la sonrisa por el semblante serio y el vértigo pasó a tornarse miedo. Faltaban cinco cuadras para lo de Cris, Juancho nervioso insistía en que Milton se tranquilizase un poco. Milton eufórico repetía y afirmaba que no iba a pasar nada, a él le daban el auto desde los quince. Y el destino eligió. Eligió enseñar con actos. Y en la esquina siguiente, al doblar abierto, el auto se estrello de frente con un container. Milton aun no sabe por que traía el cinturón puesto, simplemente se golpeo la cabeza, el brazo derecho y ambas piernas. Cristian se quebró la muñeca con el impacto. Y Juancho? Juancho quedo tirado inmediatamente después del container. Con la cabeza cubierta de sangre. Con la cara raspada. Con alcohol en la sangre. Sin otra lesión. Sin cinturón. Sin vida. Av. Velez Sarfield 929 - Tel: 0351-4290530 - CP 5000 - Córdoba e-mail: [email protected]