La Rehabilitación Cardiaca - Sociedad Peruana de Cardiología

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La Rehabilitación Cardiaca y La Insuficiencia Cardiaca Congestiva
Dr. Raúl Ames Enríquez
Sociedad Peruana de Cardiología
En la década de los 70 se consolida en EE.UU., la idea de que el ejercicio es útil no solo
para la población sana, sino que, también es beneficiosa para la recuperación de la salud.
Esta herramienta tan utilizada en la Traumatología y Ortopedia, también es de mucho
beneficio en la convalecencia de intervenciones quirúrgicas, denominada
entonces,´deambulacion precoz y posteriormente en varias enfermedades crónicas como la
artritis, diabetes, hipertensión y obesidad.
La OMS sentó las bases de lo que debe ser la Rehabilitación Cardiaca, sin embargo no en
todos los estados de EE.UU. se practica esta disciplina novedosa y por cierto beneficiosa en
la recuperación y también prevención de las enfermedades cardiovasculares.
En el Perú por los años 85, algunos cardiólogos sienten la necesidad de conocer mas en
profundidad los alcances de la Rehabilitación Cardiaca, por lo que emigran a México,
Brasil, Argentina o EE.UU. para integrarse en esta especialidad.
Desde febrero de 1994, en el Hospital Almenara, el recién creado Instituto Nacional del
Corazón, decide apostar por la implementación de un Programa de Rehabilitación Cardiaca,
que desde su inicio, despertó muchas dudas, suspicacias y, porque no decirlo, recelo,
.porque la nueva modalidad incluía el ejercicio, como parte del tratamiento de Infarto
Agudo de miocardio y/o la cirugía de By Pass, por cuanto, la mayoría de cardiólogos
sostenía que el ejercicio, de por si, al incrementar la demanda del oxigeno ya era un posible
desencadenante de una crisis cardiaca o cerebral y por lo tanto, recomendaban a sus
pacientes no sumarse a este programa.
La Rehabilitación Cardiaca se sostiene sobre tres pilares fundamentales; el control de los
factores de riesgo, una dieta saludable y la practica de ejercicios de entrenamiento, muy
diferente a la practica esporádica y circunstancial de un deporte, a veces intenso, de fin de
semana.
El control de los factores de riesgo, es permanente y continuo a lo largo de la rehabilitación
con el paciente, de esa manera, cada uno sabe que meta alcanzar, con respecto al tabaco, el
sobrepeso, la hipertensión, el colesterol, etc
.
La dieta saludable se recomienda cada uno de los días que el paciente acude a su practica,
haciéndole ver y comprobar como se puede cambiar en los hábitos alimenticios y de esa
manera contribuir a luchar contra el sobrepeso, la obesidad, la diabetes y la artrosis.
Finalmente, los ejercicios de entrenamiento se implementan de acuerdo, a la capacidad
funcional del paciente, guiándonos por la Prueba del Esfuerzo basal, con la que inicia su
tratamiento de Rehabilitación Cardiaca. Con ella sabemos no solo su capacidad funcional,
sino también, las respuestas que cada uno tiene con respecto a la variaciones de la Presión
Arterial, umbral de Angina o presencia de Isquemia o Arritmias, durante el transcurso de la
prueba.
Con todo ello, se confecciona un programa de ejercicio personalizado, el cual empieza con
el 50% de su capacidad funcional, tratando de llegar hasta el 75% de la misma. Todo este
proceso es supervisado por un equipo multidisciplinario formado por el medico cardiólogo,
la enfermera especialista en cardiología, el sicólogo, la nutricionista y la trabajadora social;
quienes, paso a paso y día a día, van estructurando un cambio integral en el estilo de vida
de cada paciente.
El cambio en el estilo de vida, no es solo una serie de recomendaciones que todo cardiólogo
hace en su consultorio, sino cada una de las conductas que tiene el paciente en su casa, en
su trabajo o en su centro de labores y en su medio social; sobre todo, es monitorizar el
cambio en cada uno de estos aspectos de comportamiento, que van a incidir en la
prevención de un ataque cardiaco o de un derrame cerebral;
El Programa de Rehabilitación Cardiaca del INCOR, desde 1994, inicio sus actividades con
un grupo de pacientes de Alto Riesgo, es decir pacientes con un handicap alto a sufrir una
crisis cardiaca en cualquier momento, de acuerdo a los parámetros de la Estratificación de
Riesgo, usados en todos los centros de cardiología del mundo.
En vista de los resultados obtenidos en los dos primeros años, los cuales fueron muy
satisfactorios; en cuanto a la disminución o desaparición de crisis anginosas o disnea;
realización de tareas habituales; la disminución de nuevos ingresos al hospital y lo mas
reconfortante, la menor incidencia de nuevos infartos, (fatal o no fatal); la necesidad de
cirugía de revascularizacion y la menor mortalidad total o mortalidad de causa cardiaca,
nos entusiasmaron para incrementar y ampliar el criterio de admisión al programa.
De esta manera, incluiríamos a pacientes de mediano riesgo; los sometidos a Angioplastia
con balon y/o con Stent; pacientes en espera de cirugía de By Pass; pacientes valvulares; y
algunos operados de Cardiopatia Congenita en el adulto y operados de válvula, con prótesis
o por valvuloplastia.
La Rehabilitación Cardiaca en la Insuficiencia Cardiaca Congestiva (ICC)
Sabemos que la Insuficiencia Cardiaca, es cada vez mayor en numero de pacientes y en
número de ingresos o Altas Hospitalarias; Desde los años 80, debido al éxito en el
tratamiento de las enfermedades coronaria y la HTA; tanto por el adelanto en el uso de
fármacos mas recientes o técnicas de revascularizacion percutanea o quirúrgica, nuestra
población se ha beneficiado de sus resultados. Pero la Insuficiencia Cardiaca es el lógico
corolario de la enfermedad aterosclerotica y/o valvular; y también, aunque en menos grado,
congénita y por lo tanto, en nuestra casuística de población que uso el Programa de
Rehabilitación Cardiaca del INCOR, en un número de 1420, (desde Febrero 94 hasta
Diciembre 2002), el porcentaje de pacientes con ICC ha sido26.5% en grados III y 35.1%
en II; según la escala de la NYHA.
De este casi 62%, los más beneficiados fueron los pacientes más comprometidos, es decir
el grado III; sobre todo en el punto final de nuevo infarto, fatal o no fatal; necesidad de
cirugía y muerte total; y mejor aún, muerte de causa cardiaca; puesto que la desaparición
de los síntomas y la mejor habilidad y capacidad de hacer más y mejores tareas habituales,
se hizo evidente, por parte de cada paciente, desde las primeras cuatro semanas.
Así, entre la variedad de pacientes que recibieron Rehabilitación Cardiaca, figuran
mayores de 60 años (30%); puentes múltiples; complicaciones intra o post-operatorias; en
espera de cirugía; con diabetes ;con revascularización incompleta y también pacientes con
cardiomiopatía dilatada; los que a todas luces son de alto riesgo y que requieren de un
manejo cuidadoso, bajo una supervisión estricta y monitorización adecuada; no sólo en su
aspecto fisiológico sino también en lo sicológico y anímico.
A pesar de la reticencia, el recelo y, aún, el descreimiento de los cardiólogos por la
Rehabilitación Cardiaca, ésta se ha consolidado en todo el mundo; y la publicación de los
resultados beneficiosos se dan a conocer en diversos y variados ensayos, en relación con el
funcionamiento hemodinámico cardiovascular de los pacientes, en la reducción de los
factores de riesgo y el control de las patologías asociadas, como la diabetes, la obesidad, la
Hipertensión Arterial, la artrosis, la gota,etc..
En nuestro país, sin embargo, los centros donde se hace Rehabilitación Cardiaca, sigue
siendo el INCOR, el Hospital Militar y unas dos o tres Clínicas privadas; y a pesar de los
inobjetables resultados, no cuenta con el apoyo institucional respectivo y las políticas de
salud no se dirigen a su desarrollo y crecimiento en otros hospitales de EsSalud, MINSA o
Clínicas privadas; a pesar de que la Rehabilitación Cardiaca, no sólo es parte o alternativa
de tratamiento de la Enfermedad Cardiovascular, sino que, es la herramienta más eficaz e
integral, por ser multidisciplinaria y multifactorial, en la Prevención Secundaria de las
enfermedades cardiovasculares; y sería una herramienta, también eficaz, en la Prevención
Primaria del Infarto de Miocardio y el derrame cerebral.
La Rehabilitación Cardiaca no sólo ha demostrado beneficio en la recuperación del paciente
a su medio familiar, social y laboral; sino que, ha demostrado el beneficio económico, en
el sentido de disminución de costos; por atención asistencial, intra o extrahospitalaria; y
también en el ahorro por perdidas sociolaborales de cada trabajador, al evitar nuevos
ingresos al hospital, pérdida de horas laborales o pago de beneficios sociales, por
enfermedad, retiro por incapacidad o fallecimiento.
Continuaremos trabajando con un amplio espectro de pacientes, a pesar de las limitaciones
de locales o implementación de servicios, para la difusión de esta disciplina y de esta
manera, mejorar los índices de salud. “Hay, hermanos, muchísimo que hacer”.
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