Las claves del éxito: experiencias de Alfredo Etchegaray.

El Placer de una Buena Fiesta
Las claves del éxito: experiencias de Alfredo Etchegaray.
Creador de las más célebres fiestas y lanzamientos de productos en las áreas de organización,
diseño, relaciones públicas, difusión y ambientación, Alfredo Etchegaray nos cuenta algunos
de los detalles que aseguran el éxito de un acontecimiento social o empresarial.
En todos los rubros y a lo largo de la historia, garantizar la satisfacción de los invitados y los
clientes, ha sido la meta de los anfitriones y de los empresarios. De acuerdo al estilo sugerido
por Alfredo, la estética, los detalles, la creatividad y los ritmos, son elementos fundamentales
para lograr el “placer” de la gente, pero siempre considerando costos bajos y con recursos
simples. La base de toda organización es el trabajo de un buen equipo, bien coordinado. Si
eligiéramos una sola palabra para definir el éxito en este rubro, sin duda surge placer. Para
agradar
a un invitado
o a un cliente, hay que ocuparse de él, y en especial de su estado de ánimo, desde el primer
momento, a buen ritmo y a bajo costo. Imaginemos una fiesta como un partido de fútbol, en la
que los elementos como la orquesta y actores, la bebida, los fuegos artificiales y la comida son
los goles. Si hacemos los goles al empezar el partido jugaremos tranquilos y la hinchada, que
serían los invitados, estarán doblemente satisfechos. Además los jugadores que serían los
servicios y los diferentes profesionales, deben saber pasarse la pelota y trabajar
coordinadamente en equipo para lograr mejores resultados y ganar el partido.
El placer de un invitado se logra con detalles como una buena tarjeta, la debida anticipación, la
llamada personalizada. Un lugar con buena presencia de naturaleza, que siempre será la gran
maestra inspiradora, buenos estacionamientos o servicios de valet parking, que puede incluir
hasta carritos de golf para evitar las caminatas a las señoras de tacos, una estudiada
iluminación de los bosques y jardines y todos los elementos que puedan sorprender a la
llegada de la gente. Antorchas, fogones, actores, autos clásicos, músicos, orquestas, rayos al
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cielo, fuegos artificiales, bebidas en su temperatura ideal y exquisita gastronomía, pueden ser
una buena forma de empezar una fiesta divertida. La buena música, variada, con grandes
éxitos de todos los tiempos y adecuada al gusto de los agasajados, es la base del
entretenimiento, siempre considerando la calidad del sonido y los necesarios “microclimas” en
cuanto al volúmen del sonido, la ambientación y calidez lumínica.
Como cimiento de esta estructura, un buen cóctel de invitados, de acuerdo a los objetivos
buscados; amigos, compromisos y clientes, prensa, personalidades, autoridades y una dosis de
gente interesante, linda y divertida, tanto por su energía como por su cultura.
Espacios amplios e integrados, buena acústica, grupos electrógenos, cordialidad y buen
entrenamiento del personal de los servicios y una ambientación casi mágica recurriendo a
telas, varejones, mimbres, fardos, frutas, palmeras, helechos, cañas, calas, velones,
candelabros, todo complementado con luces indirectas y contraluces, son también eslabones
importantes en la gran cadena de detalles a tener en cuenta.
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Luego de las más variadas experiencias en la presentación de prestigiosos productos, fiestas
privadas e inauguraciones, con gran desarrollo de creatividad y convocatoria, incluyendo
personajes como el príncipe Alberto de Mónaco, Sting, Pelé, Antonio Banderas, y Melanie
Grifith, Alfredo inicia actividades internacionales organizando acciones de prensa, relaciones
públicas y fiestas alrededor del mundo.
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