Mezclar cuentos: El aspirante debe resolver con donaire una prueba consistente en diseccionar dos cuentos y reconstruir uno nuevo que participe de la naturaleza íntima de ambos. José Orellana nos presenta mezclados el cuento “Las habichuelas mágicas” con el “ El Rey Midas” en su trabajo titulado “Un lugar fantástico”. UN LUGAR FANTÁSTICO Erase una vez un niño llamado Periquín, que provenía de una familia muy pobre y humilde, ya que su padre era un simple agricultor y su madre se ganaba la vida como costurera. Un día como otro cualquiera, Periquín se encontró unas cuantas habichuelas en la calle, y muy emocionado se dirigió a su casa a plantarlas para así proporcionar comida a su familia. Cuando se levantó al día siguiente, se llevó una gran sorpresa al observar las inmensas habichuelas que habían crecido en el jardín de su casa. Eran tan inmensas que ni siquiera la altura de las nubes podía superarlas. Como cualquier otro niño, Periquín sentía mucha curiosidad por descubrir que tenían de especial aquellas habichuelas para que en tan poco tiempo hubiesen podido crecer tanto; así que un buen día decidió trepar hasta la cima(si es que la había)para ver que se escondía allí arriba. Tardó alrededor de dos días para poder subir hasta la cima, y con gran asombró pudo observar el maravilloso mundo que se escondía tras la cima de aquella habichuela; era estupendo, el suelo sobre el que pisaba eran las nubes ordinarias que cada día podría contemplar al alzar la mirada, y los vehículos para poder desplazarse eran los animales que nosotros tenemos como mascotas, excluyendo claramente animales como ratones o insectos diminutos. Pero sin duda, lo que más le llamó la atención fue el inmenso palacio que se podía observar desde cualquier punto de ese lugar; el palacio estaba rodeado de guardaespaldas que vigilaban todas las puertas. Cuando se acercó allí intentó pasar, pero los guardaespaldas le prohibían constantemente la entrada al palacio. Él les dijo que sólo lo quería ver, pero ellos no atendieron a explicaciones y le tiraron de allí agresivamente. Él, muy enfadado, intentó la entrada de nuevo distrayendo a los guardaespaldas; les intentó hacer creer que había un intruso en la otra puerta, y que los guardaespaldas de allí la habían dejado desatendida. Ellos, muy rápidamente, se dirigieron donde Periquín les había indicado, y velozmente éste aprovechó para colarse ya que sabía que los guardaespaldas no tardarían mucho en darse cuenta de que aquello era mentira. Se dirigió a una puerta muy grande decorada con dos gárgolas a cada lado, una vez dentro, encontró una televisión muy grande en el centro, una silla majestuosa y una escalera de caracol que subía a una de las torres de palacio. Una vez arriba, se asomó para ver el paisaje; era todo muy bonito y espectacular, pero los guardaespaldas le vieron. Muy rápido saltó al tejado para huir de ellos, pero no paraban de perseguirle, era como si no se cansaran. Corriendo un bueno rato, vio una ventana abierta y se metió en ella; esa sala era espectacular, pero no tenia tiempo de observarla, así que corriendo abrió otra de las muchas puertas que habían y salió a un pasillo muy largo y ancho. Alucinando pensó que aquel podría ser el sitio en el que pudiera despistar a los guardaespaldas, así que se le ocurrió esconderse en la esquina de la primera puerta que viera, ya que les llevaba un poco de ventaja; pero poco antes de llegar se encontró a un señor. Su primera impresión fue que era el dueño del palacio, ya que llevaba una corona, un bastón, una capa roja...aquel hombre se presentó, le dijo que el era el rey Midas y era el dueño de ese excepcionable lugar. Periquín también se presentó. El rey Midas lo llevo con él a la sala principal a hablar, allí se conocieron muy bien. Después de esa charla el rey Midas, después de saber la historia de Periquín, le dijo que si el subía cada día a jugar con Midas,(ya que no tenia muchos amigos), a el nunca le faltaría dinero y saldrían de la pobreza, estuvieron a punto de estrechar las manos cuando el rey Midas, gritando dijo: no me toques!!!, Periquín pidió explicaciones de por que no le podía estrechar la mano para hacer aquel fabuloso trato, el rey Midas, le explico todo lo que sucedió tiempo atrás, Periquín quedo muy alucinado con los poderes de Midas, pero acepto encantado ese trato que el rey Midas propuso, así que cada día Periquín subía a jugar con el rey Midas, y además Periquín se hizo el chico mas feliz de su pequeño pueblo y a su familia nunca le falto nada de dinero. José Orellana.