República de Colombia Página 1 de 23 Tutela No.65.050 LUIS ROBERTO QUENGUAN CHALACA Corte Suprema de Justicia CORTE SUPREMA DE JUSTICIA SALA DE CASACIÓN PENAL Magistrado Ponente: GUSTAVO ENRIQUE MALO FERNÁNDEZ Aprobado Acta No. 54. Bogotá, D.C., veintiuno de febrero de dos mil trece. ASUNTO Decide la Sala la impugnación interpuesta por el accionado EJÉRCITO NACIONAL – TERCERA ZONA DE RECLUTAMIENTO – DISTRITO MILITAR No. 21 de Ipiales, contra el fallo proferido el 13 de diciembre de 2012 por la SALA PENAL DEL TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE PASTO, mediante el cual concedió el amparo de los derechos fundamentales a la autonomía y libertad de las comunidades indígenas, debido proceso y defensa de su consanguíneo a ÉDISON DÉIBER QUENGUAN BENÍTEZ, quien actuó a través de agente oficioso, actuación a la que se vinculó al MINISTERIO DE DEFENSA NACIONAL, para integrar el contradictorio. República de Colombia Página 2 de 23 Tutela No.65.050 LUIS ROBERTO QUENGUAN CHALACA Corte Suprema de Justicia LOS ANTECEDENTES Y LA ACCIÓN Los hechos que motivaron la solicitud de amparo constitucional y lo pretendido por el accionante fueron reseñados por el a quo de la forma como sigue: “El agente oficioso refirió que su hijo EDISON DEIBER QUENGUÁN (sic) BENÍTEZ, fue reclutado como soldado regular el día 1 de noviembre de 2012, por el Ejército Nacional, al Batallón Grupo Mecanizado No. 3 Cabal de Ipiales. Aseveró que al momento del enfilamiento los militare fueron enterados de que pertenecía a una comunidad indígena, a pesar de ello fue reclutado, motivo por el cual solicitó al Gobernador Indígena del Cabildo de Ipiales JAIRO RAMIRO TULCÁN TAQUEZ, una certificación donde conste que su hijo y su familia se encuentran registrados como integrantes del Resguardo Indígena de Ipiales parcialidad Quistal de la Vereda las Animas. (sic) Informó que el día 2 de noviembre del presente año, se presentó al Distrito Militar No. 21 de Ipiales, en compañía de una de las autoridades del cabildo, con el fin de dialogar con el comandante de ese grupo, indicándole los documentos que acreditaban la condición de indígena de su hijo, al igual de los que demostraban que él se encontraba en turno para un trasplante de médula para salvar la vida de su hermana, la menor YULI ALEXANDRA QUENGUÁN (sic) BENÍTEZ, no obstante éste les manifestó que su hijo estaba como remiso y que así tuviera la condición de indígena no lo iba a retirar de las filas del Ejército. Señalado que su hijo a la fecha de la interposición de la tutela llevaba 14 días de acuartelamiento, encontrándose desesperado, angustiado, con la República de Colombia Página 3 de 23 Tutela No.65.050 LUIS ROBERTO QUENGUAN CHALACA Corte Suprema de Justicia incertidumbre de ser transportado a otro batallón que lo privaría de las visitas y apoyo de su familia, razón por la cual buscó el amparo de sus derechos fundamentales, con el fin de obtener orden al Ejército Nacional Tercera Zona de Reclutamiento Distrito Militar No. 21 de Ipiales, para el “descuartelamiento” del soldado EDISON DEIBER QUENGUÁN (sic) BENÍTEZ; asimismo, de manera subsidiaria deprecó que de no ser de recibo la anterior petición se autorice a su descendiente acudir en la fecha y tiempo que corresponda a la operación de trasplante de médula que su hija YULI QUENGUÁN (sic) necesita.” RESPUESTA DE LOS ACCIONADOS El Comandante del Grupo de Caballería Mecanizado No. 3 “CABAL” indicó que el reclutamiento de jóvenes para la prestación del servicio militar se hace conforme al precepto constitucional, y para la formulación de exenciones o aplazamiento de dicha obligación, es necesario dar cumplimiento a la reglamentación de la Ley 48 de 1993, artículo 43, en el que se estableció la inscripción de la persona antes de cumplir su mayoría de edad, razón por la que no es suficiente la presentación de la certificación o del censo para acreditar la condición de indígena, circunstancia que no se cumplió respecto del accionante, lo que dio lugar a su reclutamiento, aunado a que no se encuentra registrado en los censos de los resguardos indígenas suscritos por los gobernadores. República de Colombia Página 4 de 23 Tutela No.65.050 LUIS ROBERTO QUENGUAN CHALACA Corte Suprema de Justicia Añadió que para las fechas en que se dispuso el registro en el Ejército Nacional de las personas que se encontraban incluidas en el censo de los resguardos, no hizo presencia, sin que al respecto suministrara explicación. Por su parte, la Jefe del Grupo de tutelas e incidentes de desacato JEJUR, refirió que dio traslado de la demanda de tutela a la Jefatura de Reclutamiento, Dirección de Personal y al Grupo Mecanizado No. 03 del Ejército por ser de su competencia. Finalmente, el Director de Reclutamiento y Control de Reservas del Ejército expuso que esa oficina imparte órdenes en las distintas zonas y distritos militares para que realicen el proceso de inscripción y selección de personas para la prestación del servicio militar. EL FALLO IMPUGNADO La Sala Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Pasto, luego jurisprudencial, de concedió hacer una el amparo extensa de los referencia derechos fundamentales invocados por el agenciado ÉDISON DÉIBER QUENGUÁN BENÍTEZ en contra del Ejército Nacional – República de Colombia Página 5 de 23 Tutela No.65.050 LUIS ROBERTO QUENGUAN CHALACA Corte Suprema de Justicia Distrito Militar No. 21 Grupo de Caballería Mecanizado No. 3 “JOSÉ MARÍA CABAL” de Ipiales, al considerar que: (i) El Ejército Nacional obligó al señor ÉDISON DÉIBER QUENGUAN BENÍTEZ a prestar el servicio militar, pues en contra de su voluntad fue acuartelado e incorporado a las filas del ente marcial, soslayando su condición de indígena, la que se encuentra sumariamente acreditada, máxime que su padre se dirigió al Batallón Mecanizado No. 03 “José María Cabal”, en compañía de una de las autoridades del cabildo, a informar la condición de de su hijo, sin que fuera atendida su petición favorablemente, ni ante la inminencia de su presencia fuera de las filas del Ejército, en razón de la práctica de una cirugía en la que el actor figuraba como donante de médula ósea de su hermana. (ii) No es excusable que el reclutamiento del señor QUENGUAN BENÍTEZ haya sido conforme al trámite de conscritos que resultan aptos para la prestacion del servicio militar, ya que ninguna de esas condiciones son las discutidas como excepción para el cumplimiento de dicha obligación, sino aquella atinente a pertenecer a un cabildo indígena, como se encuentra acreditado con la certificación expedida por el Gobernador del Resguardo de Ipiales, aspecto que se compagina con la reglamentación al respecto, razón de más República de Colombia Página 6 de 23 Tutela No.65.050 LUIS ROBERTO QUENGUAN CHALACA Corte Suprema de Justicia para advertir que la entidad accionada actuó de manera arbitraria abusando de la autoridad que representa, pese al requerimiento verbal en el cual se allegaba el documento aludido. (iii) Igualmente, en torno al trámite concerniente a la acreditación de la condición de indígena en el término previsto en la Ley 48 de 1993, el contenido de tales reglamentaciones no pueden ser impositivas o de obligatorio conocimiento a quien se encuentra cobijado por una excepción de orden no solo legal sino constitucional, toda vez que, quien se encuentra circunscrito al cumplimiento de las normas es al Distrito Militar que hizo la incorporación, más cuando el padre del reclutado, aunque no en forma escrita sino verbal, solicitó su desacuartelamiento aportando el documento idóneo que demostraba la condición de indígena. Con base en lo anterior, la célula judicial impartió la siguiente orden: “Segundo. ORDENAR al DISTRITO MILITAR No. 21 GRUPO DE CABALLERÍA MECANIZADO no. 3 “JOSÉ MARÍA CABAL” DE IPIALES – EJÉRCITO NACIONAL que en el término de dos (2) días contados a partir de la notificación de esta providencia, defina la situación militar del señor EDISON DEIBER QUENGUAN (sic) BENÍTEZ, procediendo a su desincorporación de las República de Colombia Página 7 de 23 Tutela No.65.050 LUIS ROBERTO QUENGUAN CHALACA Corte Suprema de Justicia filas militares, de tal manera que para todos los efectos a éste no se lo debió reclutar, toda vez que por su condición de indígena se encuentra excluido de prestar servicio militar obligatorio, en los términos expuestos en este fallo.” LA IMPUGNACIÓN El Comandante del Distrito Militar No. 21 –Tercera Zona de Reclutamiento- Ejército Nacional impugnó lo decidido por el Tribunal, con similares argumentos a los esbozados en su escrito de contestación, pero insiste en que el joven ÉDISON QUENGUAN BENÍTEZ no cumplió con el requisito de inscripción para poder definir su situación militar, pues en las fechas señaladas para el efecto no se presentó. Solicita se realice un estudio socioeconómico del accionante, tendiente a determinar si se encuentra entre la población más pobre y vulnerable en el territorio nacional. CONSIDERACIONES De conformidad con lo establecido por los artículos 32 del Decreto 2591 de 1991 y 1º del Decreto 1382 de 2000, es competente esta Sala para pronunciarse sobre la impugnación presentada contra el fallo proferido por la Sala República de Colombia Página 8 de 23 Tutela No.65.050 LUIS ROBERTO QUENGUAN CHALACA Corte Suprema de Justicia Penal del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Pasto, en razón a que ostenta la condición de superior funcional. El artículo 86 de la Constitución Política establece que toda persona tiene derecho a promover acción de tutela ante los jueces, con miras a obtener la protección inmediata de sus derechos constitucionales fundamentales, cuando por acción u omisión le sean vulnerados o amenazados por cualquier autoridad pública o por particulares, en los casos previstos de forma expresa en la ley, siempre que no exista otro medio de defensa judicial o, existiendo, cuando la tutela se utilice como mecanismo transitorio para evitar la materialización de un perjuicio de carácter irremediable. Del contenido material de la demanda de tutela surge claro que la solicitud de amparo promovida por el señor LUIS ROBERTO QUEGUAN CHALACA, en calidad de agente oficioso de su hijo, pretende que por vía de este excepcional mecanismo de protección se ordene al Ejército Nacional que proceda a desacuartelar de sus filas a ÉDISON DÉIBER QUENGUAN BENÍTEZ con ocasión del servicio militar obligatorio que está prestando, argumentando para ello, pertenecer a una comunidad indígena y, conforme a lo reglado en la Ley 48 de 1993, está exento de cumplir tal obligación. República de Colombia Página 9 de 23 Tutela No.65.050 LUIS ROBERTO QUENGUAN CHALACA Corte Suprema de Justicia La Sala comparte las consideraciones consignadas en el fallo de primera instancia que concedió el amparo de las garantías fundamentales reclamadas por el actor, ya que se encuentran demostrados los argumentos esbozados en el libelo de la demanda y que llevan a establecer que QUENGUAN BENÍTEZ debe ser exonerado de prestar el servicio militar. En orden a resolver la pretensión de amparo, la Sala ha de indicar que el servicio militar es una obligación de naturaleza constitucional, conforme se deriva del análisis sistemático de los artículos 2°, 95 y 216 de la Carta Política, tal como lo señaló la Corte Constitucional: “3. La obligación de prestar el servicio militar. En reiterada jurisprudencia la Corte Constitucional 1 ha manifestado que la Constitución política de Colombia, al tiempo que reconoce a la persona y al ciudadano una serie de derechos y libertades, en virtud del artículo 95 que consagra el principio de reciprocidad, le impone obligaciones y responsabilidades, las cuales, por su misma naturaleza, condicionan y justifican la consecución de los altos fines del Estado. Dentro de este catálogo de deberes se encuentra el de “Respetar y apoyar a las autoridades democráticas legítimamente constituidas para mantener la independencia e integridad nacionales”, 1 Ver entre otras: Corte Constitucional, Sentencia T-532 de 1992. República de Colombia Página 10 de 23 Tutela No.65.050 LUIS ROBERTO QUENGUAN CHALACA Corte Suprema de Justicia que según el artículo 2° de la Constitución Política se han instituido “…para proteger a todas las personas residentes en Colombia en su vida, honra, bienes y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los particulares”, y que al ser analizado sistemáticamente con el artículo 216 de la Carta, que establece el imperativo de tomar las armas cuando las necesidades públicas lo exijan, permite concluir que la obligación de prestar colaborar con las fuerzas armadas, o prestar el servicio militar, se encuentra vinculada a la necesidad de que las personas cuyos derechos y libertades se hallan garantizados por el ordenamiento constitucional colombiano, participen en la defensa de la soberanía, en el mantenimiento de la integridad del territorio, la salvaguarda de la paz, y la vigencia de las instituciones. En la Sentencia SU-277 de 1993, esta Corporación estableció: “Sería ingenuo admitir, que el Estado puede responder por su obligación de "…defender la independencia nacional, mantener la integridad territorial y asegurar la convivencia pacífica " (C.P., art. 2°.), si no dispone de los medios coercitivos, que dentro de "la vigencia de un orden justo", requiere para asegurar esos fines. Por eso la misma Carta apela, entre otros mecanismos, al expediente de autorizar la conformación de un ejército dentro de la organización de su fuerza pública, que se encargue de "...la defensa de la soberanía, la independencia, la integridad del territorio nacional y del orden constitucional" (art. 217 C.P.). Ciertamente, es a partir de la admisión de estos dos supuestos, esto es, del deber y del medio para lograrlo, como se justifica la obligación de "todos los colombianos" de prestar el servicio militar, salvo las excepciones legales. Esta es, como resulta fácil deducirlo, una obligación correlativa que surge precisamente del derecho de los colombianos, a que el Estado asuma, como uno de los cometidos esenciales que le encomienda la Carta, la obligación de "...defender la independencia nacional, mantener la República de Colombia Página 11 de 23 Tutela No.65.050 LUIS ROBERTO QUENGUAN CHALACA Corte Suprema de Justicia integridad territorial y asegurar pacífica..." (art. 2°. C.P.)”.2 la convivencia Entonces, si bien los derechos fundamentales no pueden ser desconocidos bajo ninguna situación, no se vulneran al ser regulados para su adecuado ejercicio, ni tampoco al ser limitados para viabilizar el cumplimiento de las obligaciones y responsabilidades que el constituyente impuso a las personas en beneficio de la colectividad o al servicio del Estado, principalmente cuando lo que se busca es la defensa de la soberanía y la salvaguarda de la paz.” Es así que la obligación de prestar el servicio militar no obedece a una imposición caprichosa, sino que es el producto del cumplimiento de un deber que no es potestativo, ya que aunque los derechos de los ciudadanos no deben ser desconocidos por las autoridades estatales, lo cierto es que los mismos deben ceder frente al interés común,. No obstante, el legislador en la Ley 48 de 1993, que regula todo lo relacionado con el servicio militar obligatorio, fijó exenciones para el cumplimiento de ese deber, normatividad que frente a lo que aquí es materia de discusión, establece: “Artículo 27.- Exenciones en todo tiempo. Están exentos de prestar el servicio militar en todo tiempo y no pagan cuota de compensación militar: 2 Corte Constitucional. Sentencia SU-277 de 1993 República de Colombia Página 12 de 23 Tutela No.65.050 LUIS ROBERTO QUENGUAN CHALACA Corte Suprema de Justicia a) Los limitados físicos y sensoriales permanentes. b) Los indígenas que residan en su territorio y conserven su integridad cultural, social y económica. Artículo 28. Exención en tiempo de paz. Están exentos del servicio militar en tiempo de paz, con la obligación de inscribirse y pagar cuota de compensación militar: a) Los clérigos y religiosos de acuerdo a los convenios concordatarios vigentes. Así mismo los similares jerárquicos de otras religiones o iglesias, dedicados permanentemente a su culto; b) Los que hubieren sido condenados a penas que tengan como accesorias la pérdida de los derechos políticos mientras no obtengan su rehabilitación c) El hijo único hombre o mujer, d) El huérfano de padre o madre que atienda con su trabajo a la subsistencia de sus hermanos incapaces de ganarse el sustento; e) El hijo de padres incapacitados para trabajar o mayores de 60 años, cuando éstos carezcan de renta, pensión o medios de subsistencia siempre que dicho hijo vele por ellos; f) El hermano o hijo de quien haya muerto o adquirido una inhabilidad absoluta y permanente en combate, en actos del servicio o como consecuencia del mismo, durante la prestación del servicio militar obligatorio, a menos, que siendo apto, voluntariamente quiera prestarlo; g) Los casados que hagan vida conyugal; [en el entendido de que la exención allí establecida se extiende a quienes convivan en unión permanente, de acuerdo con la ley] h) Los inhábiles relativos y permanentes; República de Colombia Página 13 de 23 Tutela No.65.050 LUIS ROBERTO QUENGUAN CHALACA Corte Suprema de Justicia i) Los hijos de oficiales, suboficiales, agentes y civiles de la Fuerza Pública que hayan fallecido o adquirido una inhabilidad absoluta y permanente en combate o en actos del servicio y por causas inherentes al mismo, a menos que siendo aptos, voluntariamente quieran prestarlo.” La Corte Constitucional ha reconocido que la identidad cultural indígena es una garantía de la comunidad y de cada uno de sus miembros para poder actuar según su cosmovisión, dentro y fuera del territorio tradicional, y en sentencia T-113 de 2009 así lo explicó: “4.1. La Corte Constitucional ha reconocido a las comunidades indígenas los derechos fundamentales de los cuales ellas son titulares a partir del orden constitucional vigente. En el año 2005, con ocasión de la protección del derecho de representación política de indígena en un cargo de elección popular, la Corte Constitucional reseñó buena parte de la jurisprudencia constitucional al respecto, en los siguientes términos, “El desarrollo jurisprudencial de la Corte Constitucional, (…) ha atribuido a las comunidades indígenas, en tanto sujetos colectivos de derechos, ciertos derechos fundamentales de los que son titulares los individuos. De acuerdo al desarrollo jurisprudencial se tiene que son derechos fundamentales de los pueblos indígenas, entre otros, el derecho a la integridad étnica y cultural3 que comprende el derecho a la supervivencia cultural, el derecho a la preservación de su hábitat natural4, el derecho a la 3 Ver entre otras sentencias T-428 de 1992 MP Ciro Angarita Barón; T-528 de 1992 MP Fabio Morón Díaz; C-169 de 2001 MP: Carlos Gaviria Díaz; C-620 de 2003 MP: Marco Gerardo Monroy Cabra; SU-383 de 2003 MP: Álvaro Tafur Galvis; C-401 de 2005 MP: Manuel José Cepeda Espinosa. 4 Ver entre otras sentencias T-405 de 1993 MP: Hernando Herrera Vergara; SU-039 de 1997 MP: Antonio Barrera Carbonell; C-169 de 2001 MP: Carlos Gaviria Díaz; T-1117 de 2002 MP: Manuel José Cepeda Espinosa; C-620 de 2003 MP: Marco Gerardo Monroy Cabra; SU-383 de 2003 MP: Álvaro Tafur Galvis; C-401 de 2005 MP: Manuel José Cepeda Espinosa. República de Colombia Página 14 de 23 Tutela No.65.050 LUIS ROBERTO QUENGUAN CHALACA Corte Suprema de Justicia propiedad colectiva sobre la tierra habitada por la comunidad5, el derecho a determinar sus propias instituciones jurídicas6, el derecho a administrar justicia en su territorio y a regirse por sus propias normas y procedimientos7, el derecho de la comunidad a determinarse por su cosmovisión religiosa y a hacerla valer ante terceros 8, el derecho a participar en la toma de decisiones que puedan afectarlos9 y el derecho a acudir a la justicia como comunidad10. Los mencionados derechos han sido calificados como derechos de naturaleza colectiva que buscan proteger la identidad cultural de las comunidades indígenas configurándolas como sujetos de derechos fundamentales.”11 4.2. El derecho a la identidad cultural, en tanto derecho fundamental,12 está ligado a una ‘cosmovisión cultural’ antes que a un territorio específico. La Constitución Política garantiza a los miembros de las comunidades indígenas la posibilidad de actuar de acuerdo a su cosmovisión cultural, ‘dentro y fuera de sus territorios’. Dijo al respecto la Corte, “El derecho a la identidad cultural, como un derecho que se deriva del principio a la diversidad étnica y cultural 5 Sobre el derecho a la propiedad colectiva de las comunidades indígenas se puede consultar entre otras las sentencias T-188 de 1993 MP: Eduardo Cifuentes Muñoz; T-652 de 1998 MP: Carlos Gaviria Díaz; Sentencia C-180 de 2005 MP: Humberto Sierra Porto. 6 Ver por ejemplo la sentencia T-1127 de 2001 MP: Jaime Araujo Rentería. AC: Manuel José Cepeda Espinosa. 7 Ver entre otras sentencias T-254 de 1994 MP: Eduardo Cifuentes Muñoz; T-349 de 1996 MP: Carlos Gaviria Díaz; T-523 de 1997 MP: Carlos Gaviria Díaz; T-1121 de 2001 MP: Jaime Araujo Rentería; T-782 de 2002 MP: Jaime Córdoba Triviño. T-811 de 2004 MP: Jaime Córdoba Triviño; T-1238 MP: Rodrigo Escobar Gil. 8 Se pueden consultar entre otras las sentencias T-257 de 1993 MP: Alejandro Martínez Caballero; T324 de 1994 MP: Eduardo Cifuentes Muñoz; SU-510 de 1998 MP: Eduardo Cifuentes Muñoz. 9 Ver entre otras sentencias SU-039 de 1997 MP: Antonio Barrera Carbonell; C-418 de 2001 MP: Álvaro Tafur Galvis, C-891 de 2002 MP: Jaime Araujo Rentería, C-620 de 2003 MP: Marco Gerardo Monroy Cabra y SU-383 de 2003 MP: Álvaro Tafur Galvis. 10 Sentencias T-380 de 1993 MP: Eduardo Cifuentes Muñoz; C-058 de 1994 MP: Alejandro Martínez Caballero; T-349 de 1996 MP: Carlos Gaviria Díaz; T-496 de 1996 MP: Carlos Gaviria Díaz; SU-039 de 1997 MP: Antonio Barrera Carbonell; SU-510 de 1998 MP: Eduardo Cifuentes Muñoz; T-652 de 1998 MP: Carlos Gaviria Díaz. 11 Corte Constitucional, sentencia T-778 de 2005 MP Manuel José Cepeda Espinosa. 12 El carácter de derecho fundamental que se le ha reconocido a la identidad cultural de las comunidades indígenas, está explicado entre otras, en las sentencias T-380 de 1993 (MP Eduardo Cifuentes Muñoz), SU-039 de 1997 (MP Antonio Barrera Carbonell) y SU-510 de 1998 (MP Eduardo Cifuentes Muñoz). República de Colombia Página 15 de 23 Tutela No.65.050 LUIS ROBERTO QUENGUAN CHALACA Corte Suprema de Justicia establecido en el artículo 7 de la Constitución, ha sido concebido como un derecho fundamental de las comunidades indígenas y por lo tanto un derecho de naturaleza colectiva. El mencionado derecho se materializa, entre otras manifestaciones, en la medida en que las comunidades que no ostentan los valores culturales y sociales de la sociedad mayoritaria puedan ejercer sus derechos fundamentales de acuerdo con su propia manera de ver el mundo. Ello implica que también los individuos que pertenecen a una comunidad indígena puedan expresarse y autodeterminarse de acuerdo con su cosmovisión cultural dentro y fuera de sus territorios. El derecho a la identidad cultural de los pueblos indígenas es un derecho que se proyecta más allá del lugar donde está ubicada la respectiva comunidad. Esto obedece a que el principio de diversidad étnica y cultural es fundamento de la convivencia pacífica y armónica dentro del respeto al pluralismo en cualquier lugar del territorio nacional, ya que es un principio definitorio del estado social y democrático de derecho. Es este un principio orientado a la inclusión dentro del reconocimiento de la diferencia, no a la exclusión so pretexto de respetar las diferencias. Concluir que la identidad cultural solo se puede expresar en un determinado y único lugar del territorio equivaldría a establecer políticas de segregación y de separación. Las diversas identidades culturales pueden proyectarse en cualquier lugar del territorio nacional, puesto que todas son igualmente dignas y fundamento de la nacionalidad (artículos 7 y 70 C.P.). La opción de decidir si es conveniente o no dicha proyección y sobre el momento, la forma y los alcances es de cada pueblo indígena en virtud del principio de autodeterminación.” (acento fuera del texto original).13 Al respecto añade la sentencia: “(…) Un ejemplo de esta proyección es la sentencia C-350 de 1994. Si bien la sentencia no hace referencia a las comunidades indígenas directamente si comprende la aplicación del principio de diversidad étnica y cultural por fuera del ámbito de los territorios indígenas, limitando las decisiones del Congreso de la República en todo el territorio nacional. En la sentencia se consideró que la participación del Presidente de la República en la consagración oficial del país al sagrado corazón quebrantaba el principio de diversidad étnica y cultural de la nación, por ser el Jefe de Estado símbolo de la unidad nacional. Detrás de la anterior decisión subyace el principio de multiculturalismo de la nación cuya aplicación rebasa el ámbito de los territorios indígenas y del cual se derivan prohibiciones para las diversas autoridades nacionales. || Existen otros derechos de las comunidades indígenas que sí se encuentran circunscritos al territorio. Por ejemplo, el derecho de las comunidades indígenas a ser consultadas previamente respecto de las decisiones relativas a la 13 República de Colombia Página 16 de 23 Tutela No.65.050 LUIS ROBERTO QUENGUAN CHALACA Corte Suprema de Justicia Precisamente, en relación con esa identidad cultural que caracteriza a la población indígena, el orden constitucional vigente estableció varias exenciones sobre dicha condición, una de ellas la constituye la prestación del servicio militar obligatorio, siempre que implique no sólo el “ser” sino “vivir con” y “como” indígenas, es decir, hacer parte de la comunidad y preservarla. Al respecto, en la misma sentencia referenciada la Corte Constitucional expuso: “5.2.1. Por medio de la Ley 48 de 1993, el Congreso de la República de Colombia reglamentó el servicio de ‘reclutamiento y movilización’ de personas por parte de la Fuerza Pública.14 En esta Ley definió y precisó la obligación de todo colombiano de ‘definir su situación militar’,15 lo cual puede conllevar, bien la prestación del exploración y explotación de los recursos naturales en sus territorios. (…)” Corte Constitucional, sentencia T-778 de 2005 (MP Manuel José Cepeda Espinosa). 14 Ley 48 de 1993, ‘artículo 4° Finalidad. Corresponde al Servicio de Reclutamiento y Movilización planear, organizar, dirigir y controlar la definición de la situación militar de los colombianos e integrar a la sociedad en su conjunto en la defensa de la soberanía nacional, y así como ejecutar los planes de movilización del potencial humano, que emita el Gobierno Nacional.’ La constitucionalidad del aparte resaltado de la norma fue declarado por la Corte en la sentencia C-511 de 1994 (MP Fabio Morón Díaz; SV Carlos Gaviria Díaz, Eduardo Cifuentes Muñoz y Alejandro Martínez Caballero); en este caso se estudiaron varias disposiciones de la misma Ley. 15 Ley 48 de 1993, ‘artículo 10. Obligación de definir la situación militar. Todo varón colombiano está obligado a definir su situación militar a partir de la fecha en que cumpla su mayoría de edad, a excepción de los estudiantes de bachillerato, quienes definirán cuando obtengan su título de bachiller. La obligación militar de los colombianos termina el día en que cumplan los cincuenta (50) años de edad. || Parágrafo. La mujer colombiana prestará el servicio militar voluntario, y será obligatorio cuando las circunstancias del país lo exijan y el Gobierno Nacional lo determine, en tareas de apoyo logístico, administrativo, social, cultural o de defensa de la ecología y el medio ambiente, y en general, de las actividades que contribuyan a la modernización y al desarrollo del país y tendrán derecho a los estímulos y prerrogativas que establece esta Ley no importando la modalidad en que se preste el servicio. || […] Artículo 14. Inscripción. Todo varón colombiano tiene la obligación de inscribirse para definir su situación militar dentro del lapso del año anterior en que cumpla la mayoría de edad, requisito sin el cual no podrá formular solicitudes de exención o aplazamiento. Cuando se llegue a la mayoría de edad sin haberse dado cumplimiento a esta obligación, la autoridad podrá compelerlo sin perjuicio de la aplicación de las sanciones que se establecen en la presente Ley. […]’ La constitucionalidad de estas norma fue declarada en la sentencia C-511 de 1994 (MP Fabio Morón República de Colombia Página 17 de 23 Tutela No.65.050 LUIS ROBERTO QUENGUAN CHALACA Corte Suprema de Justicia servicio militar obligatorio,16 o bien, el pago de la cuota de compensación militar.17 No obstante, el Congreso también creo (sic) una exención ‘en todo tiempo’, tanto (i) para prestar el servicio militar, como (ii) para tener que pagar la cuota de compensación, a ‘los indígenas que residan en su territorio y conserven su integridad, cultural, social y económica’ (Ley 48 de 1993, art. 27, lit. b).18 5.2.2. La Corte Constitucional consideró que era razonable constitucionalmente eximir a los miembros de las comunidades indígenas de la prestación del servicio militar obligatorio, por el impacto que el año de separación causaría en ellos. “Ahora bien, el servicio militar obligatorio, al sustraer durante un año a un indígena de su comunidad para que cumpla con sus deberes militares, puede constituir una amenaza a la preservación de la existencia y la identidad de estos grupos humanos que la Constitución ordena proteger de manera privilegiada, por cuanto la ausencia física de quien presta el servicio puede desestabilizar la vida comunitaria. Era entonces razonable que el legislador eximiera a los indígenas de cumplir con el deber constitucional de prestar el servicio militar”.19 (…) Díaz; SV Carlos Gaviria Díaz, Eduardo Cifuentes Muñoz y Alejandro Martínez Caballero); en este caso se estudiaron varias disposiciones de la misma Ley. 16 Ley 48 de 1993, artículo 3° Servicio militar obligatorio. Todos los colombianos están obligados a tomar las armas cuando las necesidades públicas lo exijan para defender la independencia nacional y las instituciones públicas con las prerrogativas y las exenciones que establece la presente Ley. || […] Artículo ARTICULO 13. Modalidades prestación servicio militar obligatorio. El Gobierno podrá establecer diferentes modalidades para atender la obligación de la prestación del servicio militar obligatorio. Continuarán rigiendo las modalidades actuales sobre la prestación de] servicio militar: (a) Como soldado regular, de 18 a 24 meses; (b) Como soldado bachiller durante 12 meses; (c) Como auxiliar de policía bachiller, durante 12 meses; (d) Como soldado campesino, de 12 hasta 18 meses. 17 Ley 48 de 1993, artículo 22. Cuota de compensación militar. El inscrito que no ingrese a filas y sea clasificado debe pagar una contribución pecuniaria al Tesoro Nacional, denominada ‘cuota de compensación militar’. 18 La norma, en su literal a, contempla la misma exención para ‘los limitados físicos y sensoriales permanentes’ (Ley 48 de 1993, art. 27). 19 Corte Constitucional, sentencia C-058 de 1994 (MP Alejandro Martínez Caballero, SV Eduardo Cifuentes Muñoz). La sentencia sólo estudia la constitucionalidad de la segunda de las exenciones –la de los indígenas–, no de la primera –la de los limitados físicos y sensoriales–. República de Colombia Página 18 de 23 Tutela No.65.050 LUIS ROBERTO QUENGUAN CHALACA Corte Suprema de Justicia “(…) para estos solos efectos del servicio militar se protege no al indígena individualmente considerado sino al indígena en un contexto territorial y de identidad determinado. Por esa vía se concluye que la protección introducida por la Ley se dirige a la comunidad étnica. El mensaje final de la norma es un estímulo para que el indígena continúe perpetuando su especie y su cultura. Esto explica la doble exigencia establecida por la ley para eximir del servicio militar puesto que la finalidad de la misma es la de proteger al grupo indígena como tal, y por ende proteger a los indígenas que vivan con los indígenas y como los indígenas”.20” Es así como la jurisprudencia constitucional, ha aclarado que si bien los indígenas se encuentran exentos de la prestación del servicio militar, ello no obsta para que pueda ser prestado si voluntariamente así lo manifiesta y lo desea, pero si luego de reclutado decide su desacuartelamiento, así mismo deberá ser respetada su decisión, dado que no es una obligación, pues por el hecho de ser la identidad cultural del indígena un derecho de índole colectivo, la protección no va dirigida al individuo como tal, sino a la comunidad Puntualizado como se encuentra la exención de la obligación de incorporación a las filas del Ejército para los indígenas, es necesario entrar a determinar si en el presente asunto la accionada vulneró los derechos fundamentales del Adicionalmente, la sentencia C-058 de 1994 dijo: “En otras palabras, los indígenas que vivan con el resto de la población colombiana o con los mismos hábitos que ésta, no están exentos del servicio. Ellos están sometidos al régimen general de la Constitución y la ley, que propugna la dignidad del hombre con unos derechos y deberes que cumplir.” Corte Constitucional, sentencia C-058 de 1994 (MP Alejandro Martínez Caballero, SV Eduardo Cifuentes Muñoz). 20 República de Colombia Página 19 de 23 Tutela No.65.050 LUIS ROBERTO QUENGUAN CHALACA Corte Suprema de Justicia actor, al reclutarlo y luego de conocer su condición, no disponer su desincorporación. Pues bien, el accionado ha apoyado su impugnación en dos puntos que es pertinente estudiar: (i) que el señor ÉDISON DÉIBER QUENGUAN BENÍTEZ no figura en el censo que en su momento el Gobernador del Cabildo exhibió y, (ii) no se presentó en las fechas establecidas por esa entidad para hacer la inscripción en el registro correspondiente, para definir su situación militar. En relación con el primer punto, en la precitada Sentencia T-113 de 2009, se señalaron parámetros respecto al servicio militar de los indígenas en correspondencia con la exención consagrada en el artículo 27 de la Ley 48 de 1993, y se indicó que dicha condición puede ser demostrada por diversos mecanismos, uno de ellos a través de la certificación de la máxima autoridad de cada comunidad o resguardo; el segundo, con las certificaciones del censo interno de acuerdo con la Ley 89 de 1890 y el artículo 5 de la Ley 691 de 2001, que debe llevar cada comunidad; y, finalmente con los estudios sociológicos atinentes a la identidad cultural de la comunidad; pues bien, se tiene probado con la documentación allegada al paginario que el Gobernador del Resguardo Indígena de Ipiales (Fol. 6) certificó la condición República de Colombia Página 20 de 23 Tutela No.65.050 LUIS ROBERTO QUENGUAN CHALACA Corte Suprema de Justicia de perteneciente a dicha comunidad del joven ÉDISON DÉIBER QUENGUAN BENÍTEZ, medio con el cual se determina la veracidad de la afirmación elevada por éste, máxime que la misma fue puesta en conocimiento del Comandante del Distrito Militar en el cual se encuentra reclutado, prueba de ello lo constituyen las declaraciones rendidas dentro del presente trámite, de su padre y del Alcalde Suplente del Cabildo Indígena quienes aseveraron que en forma verbal expusieron a la entidad reclutadora la exención atinente a QUENGUAN BENÍTEZ, presentando para el efecto, la certificación aludida, sin que atendiera las razones para el desacuartelamiento del joven. Lo anterior evidencia que, contrario a lo advertido por la accionada, el que ÉDISON DÉIBER QUENGUAN BENÍTEZ no figurara en el censo de población indígena aportado por el Gobernador del Cabildo, no quiere decir que no perteneciera a dicha comunidad, ya que tal condición la comprobó a través de la certificación expedida por la autoridad respectiva, la cual comporta medio de prueba idóneo para determinar la pertenencia al resguardo, razón por la cual si lo que el demandado pretendía era desvirtuar que el accionante pertenecía al resguardo indígena, así debió demostrarlo, pero no lo hizo, ya que se limitó a referir una serie de requisitos a los que el demandante no había dado cumplimiento, y, por República de Colombia Página 21 de 23 Tutela No.65.050 LUIS ROBERTO QUENGUAN CHALACA Corte Suprema de Justicia ende, justificar su proceder arbitrario, al no atender la petición, olvidando, que la Corte Constitucional, en Sentencia T-703 de 2008, de donde se desprende que debe primar la realidad sobre las formalidades, que la inscripción en un determinado censo no constituye prueba suficiente, toda vez que puede estar desactualizado o contener errores. En segundo lugar, si bien el Distrito Militar No. 21, accionado, fijó unas fechas para la inscripción de los indígenas que figuraran en el censo aportado por la autoridad del resguardo competente con el fin de realizar el registro para definir su situación militar, en las cuales el accionante no concurrió, ello no imposibilitaba que con posterioridad e incluso al momento de su reclutamiento diera a conocer su condición y, consecuente, ser beneficiado con la exención de la prestación del servicio militar, permitiendo el suministro de las explicaciones pertinentes para la no atención a dicho llamado, para el caso, lo constituía el encontrarse en la ciudad de Pasto en la práctica de unos exámenes con el objeto de realizarse un trasplante de médula ósea en favor de su consanguínea, quien padece leucemia. Finalmente, si el demandado consideraba estar actuando por desconocimiento de la condición especial del reclutado, lo cierto es que, una vez enterado de esa situación, República de Colombia Página 22 de 23 Tutela No.65.050 LUIS ROBERTO QUENGUAN CHALACA Corte Suprema de Justicia debió adoptar las medidas pertinentes con el fin de establecer si el dicho del accionante era cierto; sin embargo omitió su obligación, así como tampoco lo hizo al serle puesto de presente el documento que así lo acreditaba, motivos por lo que no puede excusarse en la inexistencia de petición presentada ante ese Comando. Según lo expuesto, y como acertadamente lo dispuso el a-quo, la entidad accionada vulneró los derechos fundamentales reclamados por el señor LUIS ROBERTO QUENGUÁN CHALACA en calidad de agente oficioso de su hijo ÉDISON DÉIBER QUENGUAN BENÍTEZ. Corolario de lo expuesto, la Sala confirmará el fallo emitido por el tribunal de primera instancia. Por lo expuesto, la SALA DE CASACIÓN PENAL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley, RESUELVE PRIMERO: CONFIRMAR el fallo recurrido. República de Colombia Página 23 de 23 Tutela No.65.050 LUIS ROBERTO QUENGUAN CHALACA Corte Suprema de Justicia SEGUNDO: Ejecutoriada esta decisión, remítase el expediente a la Corte Constitucional para su eventual revisión. TERCERO: Notifíquese de acuerdo con lo previsto en el artículo 30 del decreto 2591 de 1991. Cópiese, notifíquese y cúmplase. GUSTAVO ENRIQUE MALO FERNÁNDEZ LUIS GUILLERMO SALAZAR OTERO Nubia Yolanda Nova García Secretaria