fonologización, desfonologización, transfonologización

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Elena Rivas
1. Cambios en el interior del sistema
1. FONOLOGIZACIÓN, DESFONOLOGIZACIÓN, TRANSFONOLOGIZACIÓN1
1.0. Las mutaciones fonológicas se producen cuando los cambios fonéticos tienen
repercusión en el sistema, cambiando las relaciones y los valores de sus unidades. La
fórmula general que Alarcos presenta para una mutación fonológica es la siguiente:
A:B  A’:B’
Como puede verse, la fórmula es sencilla. En ella A, B y A’, B’ representan dos
términos entre los cuales se presenta una determinada relación (la que sea). Dentro de
esta fórmula general se distinguen tres categorías que se identifican con los tres
conceptos acuñados por Jakobson para las mutaciones fonológicas: fonologización,
desfonologización, transfonologización.
1.1. FONOLOGIZACIÓN
Este fenómeno tiene lugar cuando la relación A:B no tiene pertinencia fonológica,
porque se trata de meras variantes fónicas; no remite a ninguna oposición. En ese caso,
la mutación A:B  A’:B’ conduce a la creación de una nueva diferencia fonológica y
estamos ante el proceso de fonologización.
Por ejemplo, el fonema latino /k/ presentó en latín vulgar una variante de
carácter palatal [k’] cuando iba seguida de vocal palatal o de semiconsonante palatal
(CERA > k’era, ERICEU > erik’eu), mientras que ante vocal no palatal se realizaba
como oclusiva velar sin palatalización alguna (CARA). En esta etapa estamos, pues,
ante un único fonema /k/ con dos realizaciones posibles dependiendo del contexto [k’] y
[k], de manera que, ante palatal, la realización era siempre palatal mientras que, ante
velar, la realización era siempre velar.
Pero llega un momento en que los grupos latinos QUI, QUE pierden el elemento
velar y pasan a realizarse como velares: QUINGENTOS > [kingentos], QUEM > [kem].
A partir de ese momento la situación ha cambiado, porque ahora ante vocal palatal ya
no se presenta sólo la variante palatal, como antes, sino que son posibles las dos
realizaciones: la palatal de [k’era] y la velar de [kinjentos], [kjen]. Como consecuencia
de este proceso, lo que antes era una variante palatal del fonema /k/ se fonematizó, pasó
a convertirse en fonema, y aplicando la fórmula hasta ahora abstracta tenemos:
A = [k], B = [k’]  A’ = /k/, B’ = /k’/
/k/ QUIETU > quedo ([kédo]): CEDO > cedo ([k’edo])
La fonologización, por tanto, es la creación de una distinción fonológica
previamente inexistente en el sistema. Otros ejemplos de fonologización están en el
surgimiento de las unidades palatales lateral y nasal:
ARANEA > araña
FILIU > fillo
1
Desarrollo (y aclaro) la teoría de Alarcos (Fonología Española, 129-135)
Elena Rivas
(más tarde enriquecida con la evolución de las geminadas- NN- y –LL-: CABALLU >
caballo, ANNU > año).
1.2. DESFONOLOGIZACIÓN
Recuérdese la fórmula inicial propuesta por Alarcos A:B  A’:B’)
La desfonologización es el fenómeno inverso a la fonologización. La
desfonologización, pues, tiene lugar la relación A:B es fonológica, mientras que el
resultado A’:B’ carece de pertinencia en el sistema. En este caso, la mutación A:B 
A’:B’ conduce a la pérdida o desaparición de una distinción fonológica. Un ejemplo
claro de desfonologización es el de la pérdida de la distinción sorda / sonora en las
sibilantes, o de la distinción oclusiva / fricativa en las labiales:
uevos (<OVOS >
/uevos/):
uebos (<OPUS)> /uebos/
cavo (<CAPUT) > /kavo/) :
cabo (<CAVO) > /cabo/
Otro ejemplo de desfonologización es el llamado yeísmo, o pérdida de la oposición
entre la palatal lateral y la palatal central:
PULLU > pollo /poo/:
PODIU > poyo > /poyo/
La fórmula, por tanto, queda así:
A = /uevos/, /cavo/, /poo/ : B = /uebos/, /cabo/, /poyo/ 
A’ = B’ /uebos/, /cabo/, /poyo/
1.3. TRANSFONOLOGIZACIÓN
(recordar la fórmula: A:B  A’:B’)
La tercera categoría de mutación fonológica tiene lugar cuando las relaciones
A:B y A’:B’ son, las dos, fonológicas. En este caso estamos ante una
transfonologización, es decir, ante una mutación donde, sin perderse ni ganarse
unidades, tiene lugar una reorganización de las relaciones en el interior del sistema. Por
ejemplo, cuando tuvo lugar el paso de la unidad fricativa palatal sorda /s/ a la
fricativa velar /x/ tuvo lugar un cambio de relación, porque /s/ era el correlato
fonológico de /c/, mientras que ahora /x/ pasa a ser el correlato de /k/
2. Cambios fonéticos
2.0. Cambios fonéticos con repercusión en el sistema
2.1. ESCISIÓN
Es la segmentación de un sonido en dos articulaciones sucesivas. Por ejemplo, a decir
de algunos autores, el latín clásico poseía dos fonemas de realización labiovelar /kw/,
/gw/, representados gráficamente como QU, GU. Según la posición y el contexto, las
realizaciones de estos fonemas evolucionaron de maneras diferentes pero, atendiendo a
la modalidad que nos interesa, esa realización se desdobló en dos unidades:
[kw] > [kw] LINGUA > lengua
[gw] > [gw] QUALE > cual
Trasladado este hecho al plano fonológico, tenemos que una primitiva oposición
entre las labiovelares /kw/, /gw/ y las correspondientes velares /k/, /g/ ha desaparecido:
ha tenido lugar, mediante la escisión, un proceso de desfonologización.
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Otro ejemplo de escisión, esta vez en el vocalismo, es la diptongación de las vocales
medias abiertas del latín vulgar, procedentes de Ŏ, Ě (o, ę> we, je). En este caso, la
escisión provoca una desfonologización al desaparecer la oposición antes existente entre
vocales abiertas y cerradas en la zona media.
2.2. COALESCENCIA
Es el fenómeno opuesto a la escisión. La coalescencia se produce cuando dos sonidos se
funden en uno solo, como sucede con los grupos Lj, Nj, Gj, etc. En ellos, la yod
contagia su palatalidad a la consonante con la que contacta y se funde con ella,
resultando una serie de consonantes inexistentes en latín clásico, lengua que desconocía
el orden palatal:
FILIU > fillo
(fonologización de la lateral palatal //)
CUNEA > cuña
(
“
nasal palatal //)
ARRUGIU > arroyo (
“
palatal central /y/)
3. En relación con todo lo anterior, son necesarias algunas puntualizaciones finales
El hecho de que exista una estrecha relación entre los hechos de escisión y las
desfonologizaciones, y también entre los fenómenos de coalescencia y las
fonologizaciones, no significa que toda evolución fonética tenga repercusiones
fonológicas ni tampoco significa siquiera que la mencionadas relaciones escisióndesfonologización y coalescencia-fonologización sean biunívocas. Veamos algunos
ejemplos al respecto.
(i)
(ii)
En el vocalismo la apócope de la -e (MALE> mal, AMARE > amar, etc.) no
motiva la disminución del número de vocales átonas y ni siquiera supone
una distribución defectiva para la vocal media palatal, que continúa
apareciendo en posición final absoluta (ej. roble, luce, etc.);
Existe una serie de grupos consonánticos latinos que experimentan una
asimilación y una posterior simplificación que muy bien puede ser
considerada como coalescencia; sin embargo, esa evolución no motiva la
aparición de nuevos fonemas. Así sucede con PT, PS, RS (ej. SEPTE > sette
> siete, IPSE > esse > ese, URSU > osso > oso), cuyos resultados se
identifican con los fonemas /t/ y /s/, que ya existían en latín clásico,
continuaron en latín vulgar y permanecieron en romance.
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