Florentino Ulibarri Bilbao 19 y 20 de septiembre de 2011 HILOS PARA TEJER UNA CATEQUESIS INFANTIL 1. Importancia de la participación, de sentirse protagonistas. 2. La fuerza de los slogans, de las frases resumen claras, cortas, llamativas, repetidas... 3. El uso y combinación de varios lenguajes: gestual, verbal, escrito, simbólico, dibujo, visual – auditivo, oracional... 4. La necesidad y el valor del aprendizaje, de la memorización. 5. El valor de la narración y de los cuentos. 6. La necesidad de proponer y hacer alguna actividad o hecho de compromiso: algo sencillo pero que conlleve esfuerzo relacionado con el tema. 7. Dar lugar a la interiorización, a la oración. 8. El trabajo en equipo: entre catequistas, entre niños... 9. La cooperación catequistas – padres. 10. La referencia bíblica: Jesús, hechos, palabras... CAMINOS DE FELICIDAD * Objetivo: Hacer un mural con dibujos sobre las bienaventuranzas; y de paso, recordarlas,, aprenderlas... 1. Como motivación, se explica y comenta un poco las bienaventuranzas. Nos puede ayudar a ello el ver y comentar las escenas de las páginas 74-74 y 78-79 del libro. 2. A cada niño o niña se le asigna, o elige, una bienaventuranza, para que haga un dibujo sobre ella en Din A-4, con “bocadillo” en el que aparezca la frase o bienaventuranza de Jesús que ha elegido o le ha tocado. Si hay más niños que bienaventuranzas, se repiten algunas; si hay menos niños, a algunos se le puede dar dos bienaventuranzas. 2. Hacen el dibujo, tal como se imaginan la escena; lo pueden hacer en casa, como tarea semanal, o en la catequesis, dependiendo del tiempo disponible. 3. Hechos los dibujos, construimos un mural con todos ellos, con todas las bienaventuranzas,. Al colocar sus dibujos cada uno explica el suyo. 4. Podemos terminar la sesión planteando la siguiente pregunta: Si Jesús apareciera un día en nuestra reunión, ¿me diría a mí que soy feliz? ¿Por qué? ¿Qué me sugeriría para ser feliz? Se les invita a responder, pero no se fuerza la participación. 5. Si hay varios grupos de catequesis del mismo nivel se puede hacer una exposición con los murales o llevarlos a la eucaristía familiar de la semana. Las bienaventuranzas (Mt 5, 1-12) * Para este encuentro de catequesis necesitamos unos recortes de revistas en los que se puedan ver diferentes modos de ser feliz (gente que se abraza, que comparte cosas, que viaja, que tiene casas de lujo; niños jugando, ayudándose; personas de vacaciones, etc.). Este material lo lleva la catequista o pide a los niños la semana anterior que lo traigan *Una tira de papel con la frase: “Jesús quiere que seamos felices”. La tira podría tener forma de flecha que indica un camino. 1.- Comenzamos preguntando directamente a cada niño y niña, llamándole por su nombre: N. ¿eres feliz? ¿Qué es lo que te hace ser feliz? Los niños también hacen esta pregunta al catequista. Se va anotando en la pizarra las cosas que nos hacen felices. 2.- Se ponen en el centro todas las fotos y recortes que hemos traído y que expresan diversas formas de ser felices. Cada niño y niña elige una y explica en qué consiste la felicidad que la foto refleja 3.- También se puede contar el relato de “El rico pobre”, que está en el CD, y dialogar y profundizar sobre lo que la historia habla, a través de las preguntas que la acompañan. ¡Así es la felicidad que nos propone Jesús, es la felicidad que nace del fondo de nuestro corazón! 4.- A continuación la catequista lee el texto de las bienaventuranzas, Mateo 5, 1-12 (está también en la página 72 del libro de catequesis). Para leer el texto, la catequista se sienta en un lugar destacado; los niños y niñas le rodean, sentados en un plano algo inferior. La catequista lee el texto con fuerza expresiva, dejando un breve espacio de silencio entre cada bienaventuranza. Después de la lectura, tras unos segundos de silencio, conviene que la catequista explique y aclare algunas palabras o expresiones que salen en el texto o las cosas que digan los niños y niñas que no han entendido: pobres de espíritu, misericordiosos, limpios de corazón, hijos de Dios, reino de los cielos, verán a Dios, hambre y sed de justicia... 5.- Diálogo y profundización - ¿Qué relación hay entre las fotos que hemos elegido y el relato que hemos escuchado con la felicidad que Jesús nos propone? - Podemos elegir una de las fotos que refleje la felicidad que Jesús nos propone y que nosotros queremos, o dibujar una situación que refleje la felicidad que Jesús nos propone y que a nosotros nos gusta, y la colocamos en el mural junto al sloganque preside el encuentro. 6.- Oración: - Nos colocamos de pie, cogidos de la mano frente al mural, formando una semicircunferencia. - La catequista lee la frase slogan de la tira y los niños la repiten. - Después proclaman las bienaventuranzas que vienen en el libro. Cada niño lee una; si hay más niños, una vez leídas todas, se repiten - Cada niño y niña piensa un momento, una situación, un hecho en el que quiere que Jesús le ayude a ser feliz. Lo expresa en voz alta; si alguno no quiere, no se le fuerza. - Se termina cantando una canción ad hoc. Antes de concluir la sesión la catequista les invita, a que dialoguen en casa sobre lo que han hecho en la catequesis y a que, durante la semana, recuerden a aquellos que les faltan cosas, completen el cuaderno o hagan otras actividades que les propongan sus padres. CADA OVEJA CON SU PAREJA *OBJETIVO: Aprender o grabar las bienaventuranzas y profundizar un poco en ellas. 1. Aquí están las bienaventuranzas de Jesús y otras que a veces se oyen. Además, todas están divididas en dos partes: en la primera se dice quiénes son dichosos; en la segunda se dice por qué. 2. Se trata, en primer lugar, de unir cada oveja con su pareja; o sea una frase de la columna de la izquierda con otra de la derecha. Y se trata de hacerlo bien, de acertar el mayor número posible. 3. Una vez hecho eso, hay que descubrir o acertar qué bienaventuranzas dijo Jesús y cuáles no. 4. Vemos o descubrimos en qué se diferencian las de Jesús de las otras. Dialogamos sobre ello. La dinámica se puede hacer individualmente, cada uno hace su trabajo, o en grupo o en grupitos tres o cuatro niños. Puede hacerse en la reunión o mandarla como trabajo semanal a casa. Dichosos los buenos... Dichosos los pobres... Dichosos los que están tristes y lloran... Dichosos los ricos... Porque heredarán la tierra. Dichosos los piadosos... Porque Dios esta con ellos y les da suerte. Dichosos los humildes... Porque no necesitan que nadie les enseñe. Dichosos los que triunfan... Porque Dios los consolará Dichosos los que tienen hambre y sed... Porque de ellos es el reino de los cielos Dichosos los que tienen un corazón limpio... Porque pueden comprar todo lo que necesitan. Dichosos los sabios... Porque Dios los saciará. Dichosos los misericordiosos... Porque están siempre rezando Dichosos los que pueden tener vacaciones... Porque alcanzarán misericordia. Dichosos los que construyen la paz... Porque de ellos es el reino de los cielos. Dichoso los perseguidos... Porque verán a Dios. Porque no cometen pecados. Porque serán llamados hijos de Dios. Porque saben descansar y ponerse guapos. EN BUSCA DE LA FELICIDAD * Objetivo: Descubrir qué personas son felices y porqué y ver si yo soy feliz. 1. Jesús nos invita a hacer un viaje, el viaje de la vida para ser felices. Pero para que este viaja nos salga lo mejor posible y disfrutemos mucho en él, nos invita a elegir compañeros para la travesía, compañeros que sean alegres y felices y que sepan transmitir su alegría y felicidad. 2. Antes de iniciar el viaje hemos de elegir o desechar a una serie de personas como compañeros de viaje según veamos si son felices o no. El trabajo lo puede hacer uno solo o en grupo (con una, dos o tres personas como máximo) dependiendo de los niños y niñas que forman el grupo de catequesis. 3. El catequista tiene preparado en un cestillo veinte o treinta grupos de personas diversas (ricos, pobres, inteligentes, caminantes, sencillos, solidarios, egoístas, de la misma edad, investigadores, humildes, emigrantes, extranjeros, trabajadores de la paz...) escritas en papelitos doblados. Invita a cada niño o grupo a sacar tres. Si esos tres no le gustan o no le parecen compañeros alegres y felices debe decir porqué, y si le gustan también debe decir porqué. Si unos le gustan y otros no, debe pensar a qué grupos diferentes de los que le han tocado escogería para hacer el viaje de la vida, y porqué. Se trata de que cada persona o grupito de niños elija a cuatro “personas genéricas” diferentes y felices para hacer el viaje, y que digan por qué las han elegido. 4. Puesta en común y ver qué grupos de personas hemos elegido entre todos. 5. Lectura le las bienaventuranzas para ver qué grupos de personas nos dice Jesús que son felices y que merece la pena ser compañeros de ellas. NO CAMBIES Yo era un niño angustiado, deprimido y egoísta; me gustaba molestar y fastidiar a los demás. Todo el mundo (mis aitas, mis profes, mis amigos...) insistían en decirme que cambiara. Y no dejaban de recordarme lo egoísta que era. Yo me defendía, aunque estaba de acuerdo con ellos, y deseaba cambiar, pero no lo conseguía por mucho que lo intentaba. Lo peor era que mi mejor amigo tampoco dejaba de recordarme los defectos que tenía y lo mal que yo estaba. Y también insistía en la necesidad de que cambiara. Y también con él estaba de acuerdo, y no podía sentirme ofendido con él. De manera que me sentía impotente y como atrapado. Pero un día me dijo: “No cambies. Sigue siendo tal como eres. En realidad no importa que cambies o dejes de cambiar. Yo te quiero tal y como eres y no puedo dejar de quererte.” Aquellas palabras sonaron en mis oídos como música. “No cambies. No cambies. No cambies... Te quiero...” Entonces me tranquilicé. Y me sentí vivo, ilusionado y con fuerzas. Y, ¡oh maravilla!, cambié.