"2009-Año de Homenaje a Raúl SCALABRINI ORTIZ" Ministerio de Educación Material de profundización teórica Está conformado por una serie de conferencias y pequeños documentos de trabajo cuyo propósito es ofrecer algunas herramientas conceptuales que permitan enriquecer los análisis de los problemas y las respuestas que las escuelas ensayan en lo cotidiano. Se trata de aportes que intentan ampliar la mirada sobre aquello sobre lo que se reflexiona colectivamente en el marco de las jornadas y que incluyen posicionamientos fértiles para pensar el proyecto colectivo de cada escuela. Sabemos que la realidad escolar se ha modificado profundamente. Nuestras formas de hacer y de mirar la escuela muchas veces no son suficientes para comprender los problemas a los que nos enfrentamos y resulta entonces que nos sentimos con pocas posibilidades para intervenir. Como dijimos en la introducción, es posible que el saber actual no dé respuestas acabadas a los problemas culturales, pedagógicos y didácticos que enfrentamos. Sin embargo, más que una declaración de imposibilidad, se trata de una afirmación que da cuenta de un reposicionamiento necesario sobre el lugar del saber escrito en relación con la práctica cotidiana y las reflexiones que maestros y profesores pueden encarar colectivamente. Es frecuente que la lectura de material “teórico” sea poco valorado en los intercambios que habitualmente se realizan en las escuelas. Quizás esta actitud pueda deberse a ciertas modalidades de utilización de bibliografía, que con frecuencia privilegiaron la incorporación de categorías teóricas aisladas de los problemas o temas sobre las cuales podían mostrar su potencial. Por ello sugerimos que la lectura de estos textos se centre en los aportes que puedan tener para el trabajo cotidiano, para la planificación institucional, para la enseñanza. En otras palabras, creemos que serán relevantes en la medida en que permitan que cada grupo de docentes pueda pensar su propia realidad desde diferentes ópticas, con otras herramientas de pensamiento. El trabajo con los textos no implica por lo tanto ni una aceptación incondicional de lo que está escrito, ni un rechazo a priori de la perspectiva que plantea. La lectura de estos y otros textos que seguramente los propios colegas aportarán, son una oportunidad para profundizar temas y problemas que es prioritario volver a pensar Los textos escritos que se ponen a disposición de las escuelas abordan algunas de las principales cuestiones relacionadas con la enseñanza y la inclusión. En algunos casos se trata de conferencias, en otros, de pequeños documentos elaborados por un conjunto de colegas del departamento de capacitación de la DNGE El documento de trabajo: Recuperar los proyectos. contiene algunas reflexiones y sugerencias que invitan a pensar el proyecto de cada escuela y nuestro trabajo en el mismo. El documento de trabajo: Trayectorias escolares: debates y perspectivas. incorpora una serie de ideas que contribuyen a mirar diversas facetas del cuidado de las trayectorias escolares de los alumnos. Dpto. de Capacitación. Dirección Nacional de Gestión de la Educación. Ministerio de Educación de la Nación. 1 "2009-Año de Homenaje a Raúl SCALABRINI ORTIZ" Ministerio de Educación El documento de trabajo: Del alumno ideal al alumno real: lo que puede la escuela hoy abre perspectivas de análisis sobre las condiciones que enmarcan los procesos de enseñanza y de aprendizaje que tienen lugar en las escuelas. Les hacemos llegar algunas sugerencias, fruto de la experiencia de los propios docentes en la organización de jornadas de trabajo. Cada escuela tiene la oportunidad de seleccionar, según sus prioridades y necesidades, los materiales que le parezca más pertinentes para trabajar en las jornadas teniendo en cuenta el tiempo concreto de trabajo con el que se cuenta. El material que se ofrece puede ser utilizado en diversos momentos del año, acorde a los tiempos propios de cada institución. Parece aconsejable trabajar en profundidad más que en extensión. En este sentido es prioritario que el equipo organizador entregue el material de lectura unos días antes de la jornada, de manera de evitar que la primera lectura del material se realice “in situ”. De esta forma, los procesos de análisis y discusión pueden tener más desarrollo en los tiempos que sabemos, son siempre acotados. Así mismo puede optarse por incluir un material de lectura general y otro asignado por pequeños grupos, o bien un material de lectura obligatoria y otros optativos. En cualquier caso subrayamos que estos son algunos materiales, no los únicos ni los obligatorios. Interesa una lectura que pueda encontrar en los textos “pistas”,”claves”, formas de leer lo que pasa en la escuela cotidianamente. Volvemos a resaltar que no se espera una aceptación incondicional, ni un rechazo a priori de la lectura. No sólo se trata de estar o no de acuerdo con lo escrito sino de utilizar aquellas categorías o argumentaciones de los textos para analizar la propia realidad escolar y en todo caso, entonces evaluar su pertinencia. Escenas Entre los recursos que incluye el material figura un conjunto de pequeños textos que narran situaciones o escenas de la vida escolar. Los mismos han sido escritos a partir de relatos que los docentes llevaron a espacios de capacitación de diversos lugares del país. En este sentido, todos ellos parten de una situación real que ha sido ficcionalizada para habilitar su uso en diferentes ámbitos de intercambio y discusión. Habitualmente sucede que en la cotidianeidad de la escuela tendemos a pensar que lo que allí pasa es necesariamente lo único que puede pasar (aunque no estemos de acuerdo con ello). La vida escolar pareciera tener un curso en el cual pocas veces tenemos la posibilidad de hacer algo distinto de lo que en verdad hacemos, y no necesariamente porque creamos que es lo más conveniente, sino quizás porque quedamos presos de la urgencia, la costumbre, lo que entendemos que no se puede o que no tenemos el poder de alterar. Sin embargo, las escenas nos ayudan a comprender que cada uno de nosotros tiene la posibilidad de elegir hacer lo que creemos válido, aún cuando no podamos elegir las situaciones en las que nos toca actuar. También nos permiten comprender que no todas las decisiones son válidas. A la hora de decidir, los criterios éticos, políticos y pedagógicos tienen un peso decisivo y constituyen criterios de acción, aún cuando esas decisiones sean las más complejas de llevar adelante. Los relatos que aquí se presentan muestran una pluralidad de voces y decisiones que ayudan a repensar las propias voces y decisiones institucionales, entendiendo que no hay acciones Dpto. de Capacitación. Dirección Nacional de Gestión de la Educación. Ministerio de Educación de la Nación. 2 "2009-Año de Homenaje a Raúl SCALABRINI ORTIZ" Ministerio de Educación neutras, o de pretendida inocencia, sino que cada una de ellas porta distintos sentidos y posicionamientos políticos, pedagógicos y didácticos, que conforman, a su paso, realidades escolares distintas. ¿Cómo podemos trabajar con estas escenas en una jornada de reflexión colectiva? Como lo venimos planteando, las escenas permiten analizar situaciones en las que, en general, los protagonistas presentan diversos posicionamientos o se enfrentan a variados problemas. Por ello, son especialmente valiosos para centrar el trabajo en el análisis de las intervenciones realizadas. En esta perspectiva, podría resultar interesante plantear algunas de las consignas que siguen: Explicar desde qué marco de pensamiento cada uno de los protagonistas hace lo que hace o dice lo que dice para construir los sentidos de lo que allí se manifiesta. Identificar las condiciones institucionales, materiales, vinculares, que ayudan a comprender por qué se intervino en esa situación, de esa manera. Interrumpir el final de los relatos para pensar qué sucedió allí, por qué sucedió de ese modo, qué posicionamiento parece tener cada protagonista ante lo sucedido. Pensar aquellas situaciones vividas en la propia escuela que remitan a sucesos similares a los relatados. Relatar otras escenas propias. Construir otras alternativas de intervención que signifiquen un avance hacia una mejor educación y una mejor escuela para todos atendiendo a la singularidad de cada ámbito escolar. Nos parece relevante que la reflexión sobre las escenas sea enriquecida con los materiales de profundización teórica ofrecidos en esta oportunidad u otros que puedan incluirse. Esto permitirá que los análisis recuperen los aportes de las lecturas realizadas que, como ya dijimos, intentan enriquecer nuestra manera de pensar las cosas. Así, la inclusión del material de referencia permite también fortalecer una dinámica argumentativa en las reuniones. Pensar estas escenas con nuevas herramientas es una manera de abrir el abanico de miradas posibles sobre situaciones vividas en cada escuela que, posiblemente, tengan mucho en común con las que aquí se plantean. De allí la gran oportunidad y la responsabilidad de construirlas colectivamente, discutiendo profundamente las implicancias de cada alternativa, revisando las maneras de hacer con las que contamos, desafiando nuestras propias frases del tipo “acá lo hacemos así”. En suma, lo que se propone es la oportunidad de ensayar, sobre los relatos, una modalidad de análisis colectivo que permita generar alternativas de acción consensuadas que resulten valiosas para cada escuela. Testimonios y experiencias Se ha incluido en esta selección de recursos un conjunto de testimonios -algunos en formato audiovisual y otros escritos- que nos acercan a vivencias, deseos, opiniones de diversos actores que hacen diariamente la escuela. ¿Por qué apelar al uso de testimonios para abrir el debate sobre diversos aspectos del trabajo escolar? En principio, porque contar con testimonios abre la posibilidad de encontrarnos cara a cara con lo que otros piensan sobre la realidad educativa. Un pensar que está profundamente atravesado por deseos, necesidades y emociones que están ahí para ser escuchados, interpretados. Dpto. de Capacitación. Dirección Nacional de Gestión de la Educación. Ministerio de Educación de la Nación. 3 "2009-Año de Homenaje a Raúl SCALABRINI ORTIZ" Ministerio de Educación El testimonio desafía, a veces incomoda, en otros casos enamora, casi siempre afecta, conmueve porque no da lugar a mirar para otro lado. Los testimonios están allí como la voz de alguien que habla sin concesiones, a corazón abierto, para dejar lo suyo dicho. Pero también, porque aún cuando emerja como producción de un sujeto individual, el testimonio siempre se construye sobre un trasfondo de realidad común que a todos convoca. De ahí que su potencial de provocación no reside tanto en lo que “dicen” o “dejan de decir” individualmente, sino en lo que dan a pensar en un acto de genuina donación de sentidos. El valor de los mismos no está por ende en el hecho de ser representativos de todas las voces posibles, todos los sujetos, todas las regiones. Son relevantes por aquello que portan, por lo que nos dejan pensando sobre la realidad educativa que hemos construido y la que queda aún por construir. Más allá del nivel y/o modalidad a que refieran, todos ellos hablan sobre el sentido de educar y de educarse, de los mundos que la escuela puede ayudar a conocer. De una u otra forma, hablan de los muros que pueden caer gracias a la tarea de maestros y profesores -los de la incomprensión, los del lenguaje que nos aísla, los del desconocimiento, los de la falta de reconocimiento de las posibilidades del otro, los de la injusticia- También hablan del trabajo de enseñar, de sus problemas, de sus potencialidades y sus límites; de sus desventuras y placeres. Por esta razón, el material que en esta oportunidad se ofrece a las escuelas no se presenta según niveles o modalidades porque lo que allí se dice reclama ser escuchado, aún cuando quien testimonia no transite las aulas de las escuelas en las que cada uno trabaja. Trabajarlos de este modo, posiblemente ayude a romper ciertas barreras que hemos construido al entender que ciertas cuestiones sólo atañen a un nivel y no a otro. Como por ejemplo, que los adultos son problema de esa modalidad exclusivamente, sin que advirtamos que muchos de ellos fueron estudiantes en nuestra escuelas secundarias y también padres de los alumnos que hoy llegan a inicial o primaria; o que los adolescentes cuyas voces se hacen presentes no sólo son alumnos de escuelas secundarias sino que también hermanos que cuidan a los pequeños, o que ese director puede ser el de la escuela de mi hijo, que ese maestro que habla puedo ser yo… en fin… El trabajo sobre testimonios representa una invitación a recuperar el debate pedagógico en las escuelas, dado que luego de escucharlos seguramente se abrirán intercambios y discusiones que tratarán de explicar, justificar, tomar posición, criticar lo que allí aparezca. Y posiblemente entonces, las propias voces entren en escena en un diálogo abierto con las voces escuchadas, en un juego de palabras que portan imágenes y construyen sentido. El trabajo con testimonios nos pone quizás frente al desafío de ejercitar una escucha arriesgada que suspenda, al menos por un tiempo, nuestras certezas. Esa tarea no es sencilla, al escuchar los testimonios quizás nos enfrentemos a lo que muchas veces damos por supuesto: lo que los padres piensan, lo que los jóvenes esperan de la escuela, lo que un alumno que “fracasó” recuerda; inclusive nos atrevemos a suponer lo que un colega callado imagina o piensa. Posiblemente se trate de supuestos que se apoyan en lo que en cada escuela se da por establecido y que se refuerzan cada vez que los otros no tienen posibilidad de hablar por sí mismos. Cuando esto sucede la posibilidad de que la escuela se construya como espacio público queda seriamente amenazada. Recuperar la escuela pública significa también construir proyectos en los que las necesidades, opiniones y deseos de todos puedan ser tramitados, amalgamados a partir de la discusión y el intercambio. Desde este punto de vista, el trabajo con testimonios así como con el resto de los recursos que en esta ocasión se pone a disposición de las escuelas representan una buena oportunidad para pensar el proyecto y la tarea colectiva del año, porque cada material invita a poner sobre la mesa las imágenes construidas que tenemos de nuestros alumnos, de sus padres, de lo que es Dpto. de Capacitación. Dirección Nacional de Gestión de la Educación. Ministerio de Educación de la Nación. 4 "2009-Año de Homenaje a Raúl SCALABRINI ORTIZ" Ministerio de Educación la escuela y de lo que podría llegar a ser, de nuestras responsabilidades y del sentido de nuestra tarea. Ante los testimonios podemos plantearnos: ¿Qué temas o problemas nos proponen abordar? ¿Cuáles son los sentidos que los protagonistas están dando a los temas que tratan? ¿Que nos dicen sobre ellos? ¿Qué nos aportan? ¿Qué nos cabe como escuela y como docentes hacer ante estos testimonios? Discutir las posibilidades de acción que cada personaje pone en juego y pensar que acciones colectivas, desde la escuela pueden encararse. Escribir textos que retomen los temas y las cuestiones traídas por los relatos. Hacerlos circular para la discusión. Para la organización de las jornadas es posible llevar adelante dinámicas diversas, cada una de las cuales responde a distintos objetivos y necesidades institucionales. Señalamos algunas cuestiones que nos parecen de interés para que el trabajo colectivo sea potente. Sugerimos: - - - Estructurar fuertemente la tarea de las jornadas con una secuencia pautada de antemano, consignas claras, tiempos definidos y producciones esperadas. Dar precisión y rigurosidad a la dinámica es la mejor manera de permitir un debate amplio y libre para cada participante. Si las jornadas quedan abiertas sin pautas claras, el tiempo transcurrirá y puede suceder que los debates se vuelvan estériles. La sensación que nos quedan de esas jornadas es que las palabras van y vienen pero no producen efecto en nuestro trabajo. Señalar los momentos en que las dificultades se planteen en términos dilemáticos. Son dilemas formas de reflexión como la siguiente: “los chicos no afianzan los temas porque no hacen la tarea y no la hacen porque no hay quien los ayude”. Los dilemas no admiten ningún tipo de intervención y nos ubican en el terreno de la imposibilidad. La dificultad necesita plantearse como interrogante para facilitar la intervención: ¿qué estrategias concretas podemos llevar adelante para que los chicos puedan realizar sus tareas extraescolares? (bajo este cambio de consiga, algunas escuelas han decidido, por ejemplo dar toda la tarea con frecuencia semanal, permitiendo que tanto los chicos como los adultos organicen su tiempo de acuerdo con los ritmos familiares de trabajo y logrando que todos puedan cumplirla, por ejemplo.) Dejar para otros momentos la escritura de conclusiones más precisas, documentos de trabajo, redacciones a entregar. Utilizar las jornadas para dar forma a los acuerdos, sentidos y acciones de carácter general. La escritura requiere de otros tiempos y espacios que pueden acordarse en la misma jornada. Del mismo modo se puede distribuir esta responsabilidad entre el equipo de trabajo. Dpto. de Capacitación. Dirección Nacional de Gestión de la Educación. Ministerio de Educación de la Nación. 5