Esfera+Terrenal+y+Celestial

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Conflicto entre Esferas Temporal y Espiritual
Papa Gregorio VII
Gregorio VII a Enrique IV (Febrero 14-22 de 1076)
Por lo cual, gracias a tu favor Dios, no a mis trabajos, creo que es y
ha sido tu voluntad que el pueblo cristiano, encomendado a ti de
una manera particular, debe obedecerme a mí, tu representante,
especialmente constituido. Se me ha dado, por tu gracia, el poder
de atar y desatar en los cielos y en la tierra. Por lo cual, fundado en
esta comisión, y por el honor y defensa de tu Iglesia, en el nombre
de Dios Omnipotente, Padre, Hijo y Espíritu Santo, por tu poder y
autoridad, privo al rey Enrique, hijo del emperador Enrique, que se
ha revelado contra tu Iglesia con audacia nunca oída, del gobierno
de todo el reino de Alemania y de Italia, y líbero a todos los
cristianos del juramento de fidelidad que le han dado o pueden
darle, y prohíbo a todos que le sirvan como rey. Pues es propio que
el que trata de disminuir la gloria de tu Iglesia, pierda él mismo la
gloria que parece tener.
Enrique IV A Gregorio VII. (23 de Marzo de 1076)
Así, pues, te has dirigido en contra del poder real, que Dios nos ha
concedido. Has osado amenazar con despojarnos, como si hubiésemos
recibido el reino de tus manos, como si en tu mano y no en la mano de
Dios estuviese el reino y el Imperio.
Es Nuestro Señor Jesucristo el que nos ha llamado al reino. El no te ha
llamado al sacerdocio. Tú has escalado los grados con astucia, medio
tan opuesto a la profesión monástica, tú has tenido el dinero; por el
dinero, el favor; por el favor, las armas; por las armas… Tú, pues, que
has sido golpeado por el anatema y condenado por el juicio de todos
nuestros obispos y por el nuestro, desciende, abandona la Sede
Apostólica que has usurpado.
El mismo San Pedro, verdadero Papa, proclama: "Temed a Dios,
honrad al rey". Tú, que no temes a Dios, desprecias en mi persona su
precepto. A mí mismo que, aunque indigno, que he sido consagrado
entre los cristianos para reinar, me has golpeado, a mí que, en virtud
de la tradición de los Santos Padres, no puedo ser juzgado sino sólo
por Dios, y que sólo por crimen de fe, Dios no lo quiera, podría ser
Rey Enrique IV
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