Historia del edificio - Colegio Cooperativa San Saturio

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Historia del edificio
Su origen se remonta al siglo IX en el que el emir cordobés Muhammad I construyó una
edificación defensiva. Tras su conquista por Alfonso VI dos siglos después, el primitivo
castillo musulmán se transforma en un alcázar que es ampliado sucesivamente a lo largo
de los siglos por la corona hasta convertirse en sede de la corte con Felipe II de España.
El Antiguo Alcázar sucumbió a un incendio en la Nochebuena de 1734 que duró 3 días
(comenzó el dia 24 hasta el 27). Felipe V quién deseó que se construyese en este mismo
lugar el palacio, simbolizando la continuidad de la Monarquía Española con la Casa de
Borbón. Para sustituir el incendiado Alcázar se pensó en el arquitecto italiano Filippo
Juvara, pero el fallecimiento de éste en 1736 determinó que el proyecto fuera
adjudicado a Juan Bautista Sachetti, discípulo del anterior. Habiéndose obligado a
modificar los planos del maestro que lo había proyectado en sentido horizontal (y en
otro lugar: los Altos de Leganitos), para poder adaptarse al menor espacio disponible;
así hubo de ampliar a seis los tres pisos planeados por Juvara, recurriendo a los
entrepisos, frecuentes en la arquitectura italiana.
Las obras comenzaron el 6 de abril de 1738 al colocarse la primera piedra, situada en el
eje central de la puerte principal de Palacio a unos once metros de profundidad, formada
por un gran sillar de granito ahuecado donde se coloco una caja de plomo en la que se
colocaron dos muestras de cada una de las monedas en circulación legal en aquel
momento, en las paredes exteriores del sillar se coloco la siguiente inscripción:
"Aedes Maurorum / Quas Henricus III Composuit /Carolus V amplificavit / et /
Philipus III ornavit / Ignis Consumpsit Octavo Kal. Janvari /MDCCXXXIII /
Tándem / Phipipus V Spectandas restitutit / Aeternitati / Anno MDCCXXXVIII
"
La planta desarrollada por Sachetti conserva la forma tradicional española de patio
central rectangular, casi cuadrado con fuertes salientes en los angulos que recuerdan a
las torres del antiguo Alcázar, las fachadas están inspiradas en las que realizó Bernini
para el Museo del Louvre en 1665. El alzado de las fachadas consta de dos cuerpos: un
zócalo almohadillado y un cuerpo superior de orden jónico con gigantescas pilastras,
rematados por cornisa y balaustrada, ante la fachada principal una esplanada conforma
la plaza de armas similar al incendiado Alcázar.
Situado sobre un terreno con pronunciadas pendientes sobre el río Manzanares, fue
necesario crear un gran sistema de contrarestros por dos de las fachadas, por ello existen
una serie de plataformas escalonadas, que tuvieron que ser construidas por el lado de
poniente con un sistema interior de abovedamientos que prácticamente llega hasta el río.
Para su construcción se utilizo ladrillos, piedra berroqueña de Guadarrama, y caliza de
Colmenar, en su estructura no se utilizo madera por miedo a un nuevo incendio. En el
reinado de Fernando VI de España la construcción recibió su mayor impulso,
finalizándose la obra externa. La terminación de las obras interiores llevaron bastantes
más años, no pudiendo ser habitado el palacio por Carlos III de España hasta el año
1764, aunque todavía faltaba la decoración de algunos salones. La construcción duró
por lo tanto veintiséis años, pero continuaron las obras complementarias en los reinados
sucesivos y hasta la regencia de Doña María Cristina de Habsburgo-Lorena, no se pudo
dar por finalizado.
Vista de la esquina noreste del palacio.
Si bien el arquitecto principal del palacio fue Sachetti, a sus órdenes trabajaron otros
arquitectos, destacando entre ellos Ventura Rodríguez y Francesco Sabatini que ante la
falta de espacio para las secretarias de Estado, archivos y dependencias varias recibió el
encargo de la ampliación del palacio. La idea original era encuadrar la plaza de armas
con una serie de construcciones donde alojar las diferentes dependencias y ampliar por
el norte siguiendo la misma estructura del edificio, con una gran edificación las obras
comenzaron rápidamente pero pronto fueron interrumpidas, sus cimientos quedaron
enterrados en la explanada que se formó después y donde posteriormente se
construyeron las caballerizas ; otro de los arquitectos fue Fray Martín Sarmiento que
ideo los motivos ornamentales del exterior del edificio, aunque su proyecto se quedó
muy reducido en su expresión final. El marqués de Balbueno fue el administrador de los
fondos destinados a la construcción del nuevo palacio.
Interior
El interior del edificio destaca por su riqueza tanto por el uso de todo tipo materiales
nobles como por estar ricamente decorado por artistas como Goya, Velázquez, El
Greco, Rubens, Tiepolo, Mengs y Caravaggio. Diversas colecciones reales de gran
importancia histórica se mantienen también en el palacio, incluyendo la Armería Real
con armas y armaduras que datan del siglo XIII en adelante, así como la mayor
colección mundial de Stradivarius, las colecciones de tapices, porcelana, mobiliario, y
otros obras de arte de gran importancia histórica.
Los elementos más significativos del interior
Escalera Principal
Es el resultado de una modificación de Sabatini sobre el proyecto original de Sachetti
que la había diseñado con otro tramo idéntico. La reforma se realizó por deseo de Carlos
III de España ya que le parecia inadecuado el ingreso a las habitaciones reales porque
con la escalera de doble ramal no había mas que un oscuro pasillo que desde la escalera
daba paso a los salones oficiales. Además, con está modificación, se podía usar el
espacio del ramal cerrado para construir un gran salón de baile hoy conocido como
Salón de Columnas. Los escalones de la escalera, fabricados en mármol de San Pablo
(Toledo), están labrados cada uno en una sola pieza de cinco metros de longitud y
escasa altura teniendo, por tanto, un ascenso poco pronunciado. La escalera tiene un
solo brazo desde su arranque hasta el primer rellano donde se divide en dos paralelos
con balaustrada, que está adornada con sendos leones de mármol obra de Felipe de
Castro y Roberto Michel. La bóveda está decorada con estucos blancos y dorados y
pinturas de Corrado Giaquinto llamado por Fernando VI para la composición pictórica
que representa "Triunfo de la Religión y de la Iglesia"
Salón de Columnas
La arquitectura de esta sala es exacta a la de la Escalera Principal, ya que fue la caja de
la doble escalera proyectada por Sachetti. Se utilizó para la celebración de bailes y
banquetes hasta el año 1879, en el que con el fallecimiento de la Reina María de las
Mercedes, esposa de Alfonso XII, se situó en dicho salón su velatorio y se decidió
construir un nuevo salon de baile, que es actualmente el Comedor de Gala. También se
celebraba en este salón el cermonial del "Lavatorio y Comida de Pobres", el día de
Jueves Santo, día en el que el Rey y la Reina ante Grandes de España, Ministros, cuerpo
diplomático y jerarquía eclesiástica, daban de comer y lavaban los pies a veinticinco
pobres.
Salón de Gasparini
Es uno de los más hermosos salones del palacio realizado durante el reinado de Carlos
III de España y ha llegado hasta nuestros días prácticamente sin ningún retoque. Era el
lugar donde el Rey se vestía en presencia de la corte según la costumbre de la época. Su
decoración presenta grandes originalidades del tipo "chinoiserie" en estilo Rococó y fue
realizada por Matías Gasparini. Con sus ciento cincuenta metros cuadrados es uno de
los mayores salones del palacio. En su decoración cabe destacar el reloj situado sobre la
chinenea, obra de Pierre Jacquet Droz, con autómatas vestidos a la moda del siglo XVIII
que bailan cuando, al dar las horas, un pastor sentado toca la flauta.
En las cenas de gala que ofrecen los Reyes se toman en este salón el café y los licores.
Saleta de Porcelana
Sala de Porcelana.
La Saleta de Porcelana tiene paredes y techo completamente recubiertos de placas de
porcelana sujetas a un armazón interior de madera, ensambladas de tal forma que sus
uniones quedan disimuladas entre adornos de telas y tallos imitados en porcelana. Es
obra de la primera etapa de la Fábrica del Buen Retiro, la de su mayor esplendor. Se
realizó entre 1765 y 1770 atribuyéndose a José Gricci, Genaro Boltri y Juan Bautista de
la Torre, los mismos que realizaron el Salón de Porcelana del Palacio de Aranjuez. La
Saleta de Porcelana fue realizada en un estilo rococó más próximo al neoclasicismo, con
el uso de unos colores más sobrios. El suelo está realizado sobre un diseño de Gasparini.
Comedor de gala
Con una superficie de cuatrocientos metros cuadrados, está formado por tres
habitaciones que constituían el "Cuarto de la Reina" María Amalia de Sajonia, esposa
de Carlos III de España, la cual nunca los llegó a utilizar por fallecer antes de su
finalización. Su construcción fue ordenada por el rey Alfonso XII de España para usarla
como salón de baile y nuevo comedor, utilizándose por primera vez con motivo de su
segundo matrimonio con María Cristina de Habsburgo-Lorena en el año 1879. Está
decorado con tapices de Bruselas del siglo XVI, tibores de porcelana china del siglo
XVIII, y piezas de la villa francesa de Sèvres.
Salón de Espejos
Utilizado como tocador de la reina María Luisa de Parma, esposa de Carlos IV de
España, es de estilo neoclásico siendo uno de los salones más bellos del palacio a lo que
contribuyen los zócalos de mármol rosado y los paramentos de las paredes cubiertos de
una fina ornamentación en estuco en la que predomina el blanco y el azul. Los grandes
espejos que dan el nombre al salón están guarnecidos en oro y azul rodeados de estucos
en colores sobre fondo blanco con motivos vegetales. En esta sala cabe destacar el
velador central, de caoba y bronce dorado realizado por Thomiere en 1788. La familia
real lo utilizó en tiempos de Alfonso XIII de España como salón de música.
Salón del Trono
Salón del Trono
Conocido en el siglo XVIII como "Salón de Embajadores " o "Salón de Reinos"
conserva el aspecto de la época de su decoración durante el reinado de Carlos III de
España. El salón está presidido por dos tronos con las efigies de los actuales reyes de
España y son copia exacta del trono de la época de Carlos III. Todo el salón está
tapizado en terciopelo de color rojo con orlas de estilo rococó de plata dorada traídas
desde Nápoles. A ambos lados del trono se sitúan cuatro leones de bronce dorado
realizados para Felipe IV de España y que, junto a otros ocho que se conservan en el
Museo del Prado, fueron usados en la decoración del Salón de Reinos del anterior
Alcázar.
Decoran el salón doce consolas doradas de estilo rococó acompañadas, cada de ellas,
con sus correspondientes espejos realizados en la Real Fábrica de Cristales de La
Granja. Tanto los espejos como las consolas presentan diferente diseño dentro de una
unidad de trazado. Fueron diseñadas por Ventura Rodríguez para ocupar el mismo lugar
donde hoy en día siguen colocadas. Representan, junto a los espejos, las cuatro
estaciones del año, los cuatro elementos y los cuatro continentes conocidos en aquel
momento. Piezas importantes son las estatuas, algunas de ellas realizadas en Roma por
discípulos de Bernini y traídas por Velázquez por encargo de Felipe IV de España. Las
arañas que iluminan este salón datan de la época de Carlos III y están realizadas en plata
y compuestas por cuentas de cristal de roca tallado engarzadas con hilo de plata. En la
bóveda destaca la alegoría pintada por Tiépolo en 1764 y que representa "La Grandeza
de la Monarquía Española".
Real Capilla
Situada en el centro del lado norte de la planta principal del palacio tiene su acceso
desde la galería que rodea el patio central siendo uno de los puntos más interesantes
desde el punto arquitectónicos del palacio.
Sachetti realizo el primer proyecto pero Fernando VI de España se decantó por el
proyecto realizado en 1749 por Ventura Rodríguez, que era ayudante de Sachetti, fue
realizada entre 1750 y 1759, la planta es de tipo central o elíptica estando coronada por
una cúpula de media naranja. Por último, 16 columnas de mármol negro de una sola
pieza, coronadas con capiteles en estuco dorado, están adosadas a cada uno de los
ángulos que describen la planta, salvo el atrio que presenta pilastras negras que imitan el
mármol. La distribución de la capilla es clasica en cuanto al este se sitúa el altar mayor
de mármol, al norte, el altar del evangelio, al oeste el órgano, y el atrio es el vestíbulo.
Los asientos reales están al lado norte, próximo al altar mayor a su derecha. Al pintor
Giaquinto se le encomendó diseñar y dirigir los trabajos de la decoración de la Real
Capilla, el propio Giaquinto pintó los frescos de la capilla y del atrio. Los ángeles del
tambor fueron realizados por Felipe de Castro. Sobre el altar mayor hay un cuadro de El
arcángel San Miguel Bayeu, bajo el altar del evangelio se encuentran las reliquias de
San Felix, y encima el cuadro de la Anunciación de Mengs. El dosel y los sillones de los
soberanos son de la época del Rey Fernando VI de España y fueron realizados en raso
blanco con bordaduras de plata y sedas de colores. El órgano está considerado como una
auténtica obra maestra y fue construido en 1778.
Real Biblioteca
Ocupa el ángulo noroeste del palacio y consta de dos plantas amuebladas con librerías
de caoba. Sus colecciones constan de libros, medallas y monedas en número de 300.000
obras impresas, 4.000 manuscritos, 3.000 obras musicales, 3.500 mapas, 200 grabados y
dibujos y alrededor de 2.000 monedas y medallas.
Historia de la Real Biblioteca
La Real Biblioteca es la que, con los nombres de Real Particular o de Cámara, sirvió
como biblioteca privada a los reyes de la Casa de Borbón desde la llegada de Felipe V.
A esta institución debe oponerse el término de Real Pública con que se distinguió de la
Privada la que hoy es Biblioteca Nacional. Ambas instituciones tuvieron un origen
común. Su separación definitiva se produjo en 1836, año en el que la Real Pública pasó
a manos del Estado y a ser gestionada por el Ministerio de la Gobernación de España.
En la constitución del fondo original de la Real Biblioteca es perceptible el afán por
reproducir un Gabinete de Bellas Artes en el que diferentes colecciones, no solo
bibliográficas, compartiesen el mismo espacio. Así, instrumentos musicales, medallas y
monedas, utensilios de dibujo y aparatos empleados para la investigación científica y
matemática, convivieron con manuscritos, impresos, mapas y partituras musicales.
La Biblioteca Particular de los reyes siguió creciendo y desplazándose con sus
propietarios durante los años que duró la construcción del nuevo palacio tras el incendio
del Alcázar de los Austrias en 1734. Los inventarios conservados de época de Carlos III
revelan el predominio del libro impreso en la biblioteca si bien se debe a la iniciativa de
este monarca la incorporación a la Real Biblioteca de la colección de manuscritos de
lenguas de América reunidos por Celestino Mutis en 1787.
Las adquisiciones de libros más notables corresponden al reinado de Carlos IV. Entre
las colecciones que ingresaron entonces cabe destacar las bibliotecas particulares de
ilustrados como Mayans y Siscar y Francisco de Bruna, Oidor de la Audiencia de
Sevilla y amigo personal de Gaspar Melchor de Jovellanos. A estos fondos se añaden
los muy numerosos libros procedentes de las bibliotecas particulares del conde de
Mansilla y del conde de Gondomar. De este último conserva la Real Biblioteca no solo
su magnífica colección de libros impresos y manuscritos sino una copiosa
correspondencia que asciende a más de 20.000 cartas. Por su especial condición de
Librería de la Corona, ingresaron también en la Real fondos de carácter archivístico
procedentes del Archivo General de Simancas y de la Secretaría de Gracia y Justicia. De
tal ministerio se trajeron, en virtud de Real Orden de 1807, los manuscritos de Francisco
de Zamora, Manuel José de Ayala, Areche y la colección Muñoz.
El incremento de libros en la colección real fue constante desde el nacimiento de la
Biblioteca. Herencia de su fundador, Felipe V, fue también el propósito renovado por
sus sucesores de enriquecer la librería con cosas «singulares, raras y extraordinarias».
Consecuencia de esa secular tradición que tiende a reunir la biblioteca y el museo es el
ingreso en la Real de los magníficos álbumes de Historia Natural y de Antropología de
Vilella en época de Carlos IV; o el aumento, secundado por todos los monarcas, de la
colección de partituras musicales manuscritas e impresas, tan vinculada a la reina
Bárbara de Braganza, o la incorporación del Monetario de Baldiri en tiempo de
Fernando VII. A la muerte de este rey la biblioteca se había enriquecido con una
exquisita serie de encuadernaciones y los libros, cada vez más numerosos, se trasladaron
al lugar que actualmente ocupa la Real Biblioteca.
Los vaivenes políticos del siglo XIX produjo un abandono de los proyectos culturales
de ámbito nacional promovidos por la corona, y no pocas veces planificados por los
bibliotecarios más sobresalientes, derivó en el favor particular de escritores, artistas y
editores que correspondieron a la protección real con el envío de sus libros.
El arreglo material de la Biblioteca y la catalogación científica de sus fondos se inicia
con el reinado de Alfonso XII. Desde entonces, la principal preocupación de la Real
Biblioteca ha sido conservar adecuadamente su patrimonio, aumentarlo selectivamente
y difundirlo mediante catálogos generales y específicos, algunos, como el de Crónicas
generales de España o el de Manuscritos de América, de obligada referencia entre los
especialistas. La automatización del fondo bibliográfico y la edición de un nuevo
catálogo general de manuscritos e impresos es el último gran empeño emprendido por la
Real Biblioteca en 1992.
Encuadernaciones históricas de la Real Biblioteca
La Real Biblioteca alberga una de las mejores muestras de encuadernación histórica que
pueden verse hoy día en Europa. Desde el clasicismo dieciochesco hasta las propuestas
del art decó, las representaciones son numerosas y eminentes.
En cuanto a la selección, el punto de partida ha sido el listado de las encuadernaciones
con autoría registrada en el campo correspondiente de la Base de Datos del Patrimonio
Bibliográfica de Patrimonio Nacional (IBIS). Por cuestiones prácticas y de coherencia
de la colección se restringió la selección a los volúmenes localizados en la Real
Biblioteca. El acceso a los volúmes seleccionados para ser conducidos a la estación de
trabajo del fotógrafo nos permitió una rigurosa inspección ocular de las salas y
depósitos de la biblioteca, que nos aconsejó incluir azarosamente, siguiendo criterios
artísticos, históricos o de representatividad de la colección, otras encuadernaciones
ajenas al listado inicial. Muchas de las encuadernaciones seleccionadas estaban
descritas en Encuadernaciones de M. López Serrano, otras en Encuadernación e
Identificación, por lo que, finalmente, hemos decido vaciar ambos catálogos.
Predomina la encuadernación de los siglos XVIII y XIX, aunque hay también están
representadas las centurias anteriores desde el siglo XVI.
A partir de 1993 se reanudó una práctica ligatoria muy característica del fondo de la
Real Biblioteca : las encuadernaciones de arte con la cifra real. Los libros elegidos para
vestirse con estas galas son los procedentes del fallo anual del premio «Reina Sofía de
Poesía Iberoamericana». Los encuadernadores son artistas cuyo nombre ya es parte de
la historia de la encuadernación contemporánea: los hermanos Galván, Manuel Bueno,
José Luis García, Ramón Gómez Herrera, Antolín Palomino, Andrés Pérez Sierra o Ana
Ruiz Larrea. Este hábito, además de dar continuidad a la tradición de encuadernaciones
valiosas conservadas en la Biblioteca, recupera el sentido de copia de presentación que
tradicionalmente se ha dado en las bibliotecas reales a los libros realizados bajo el
patrocinio intelectual o económico de la corona.
Habitaciones privadas
Son las que utilizaron como residencia propiamente dicha los soberanos Isabel II,
Alfonso XII y Alfonso XIII, ocupan la prolongación (ala de San Gil) hecha por
Sabatini, hacia la Plaza de la Armería y la calle de Bailén son de un tamaño menor que
el resto de habitaciones del palacio y poseen una decoración más "burguesa".
Colecciones
El Palacio Real de Madrid tiene una gran y variada cantidad de colecciones artísticas de
la mas diversa índole que va desde la pintura hasta la real farmacia con sus tarros:
Las colecciones más significativas son las siguientes:
Pintura
Lo que conserva el palacio son los restos de la gran colección real puesto que la mayor
parte pasó a formar parte del Museo del Prado en el siglo XIX. Se cuenta que Fernando
VII decretó la fundación del Prado para deshacerse de tantos cuadros, pues prefería
decorar el palacio con papeles pintados y candeleros, a la moda francesa.
Aparte de los valiosos frescos de Tiepolo y otros, destacan en el palacio varios cuadros
de Francisco de Goya, como dos parejas de retratos, con diferentes atuendos, de Carlos
IV y su esposa María Luisa de Parma. El Prado posee ejemplares de dos de ellos, pero
son copias pintadas por Agustín Esteve y los del palacio son los auténticos. De Diego
Rodríguez de Silva y Velázquez hay algún ejemplo de menor interés. Otros autores
mencionados en los inventarios son Pedro Pablo Rubens, Giovanni Battista Tiepolo,
Anton Raphael Mengs, Caravaggio, con un famoso cuadro de Salomé, así como Luca
Giordano, pintor napolitano que trabajó al servicio de Carlos II. Retratistas de la corte
borbónica, como Louis-Michel van Loo, Winterhalter y Laszlo, cuentan también con
una lógica presencia. Watteau, figura clave del Rococó francés, cuenta con dos pinturas,
de las pocas suyas existentes en España. Las obras están distribuidas por los salones y
por una zona habilitada como museo de pintura, aunque es previsible que al menos en
parte sean llevadas al futuro Museo de Colecciones Reales.
Escultura
En el Palacio Real las series de escultura son de importancia menor a la colección de
pintura, pero la serie del siglo XVII procedente del anterior Alcazar es de un carácter
excepcional. Los principales escultores representandos son Mariano Benlliure, Gian
Lorenzo Bernini, Antoine Coysevox y Agustín Querol. Sobresale la serie de "Los
Planetas" del Salón del Trono.
Mobiliario
Decorado en estilo imperio.
El gran valor del mobiliario del palacio reside en su autenticidad pues son muy escasos
los muebles modernos de estilo en sus salones (situados principalmente en las
habitaciones privadas) por lo que corresponden a la época de construcción del palacio y
reinados sucesivosque se muestran en una serie ininterrumpida de estilos rococo,
neoclásico, imperio e isabelino. Algunas de las séries más importantes de muebles se
encuentran en los salones de Gasparini, Trono y espejos. Cabe de destacar "La Mesa de
las Esfinges" de estilo imperio y situada en el Salon de Columnas que fue sobre la que
se firmó el ingreso de España en la Unión Europea.
Relojes
Considerada la mayor y mejor colección de relojes de España también es una de las
principales del mundo, el reloj denominado "El Calvario" del siglo XVII y construido
en Nuremberg es el más antiguo, mientras que la existencia de un gran número de
relojes de época imperio se debe a la afición por los relojes del rey Carlos IV. Ha
destacar un reloj regalo del presidente de peru al rey Alfonso XIII en 1906 y construido
en 1878 por la riqueza de materiales usados para su elaboración como el oro, plata
marfíl, etc. La importancia de la colección de relojes radica sobre todo en los relojes de
época rococo construidos para el rey Fernando VI de España por el relojero suizo
Jacquet Droz.
Porcelanas
Las hay de todas épocas, estilos y procedencias siendo las más valiosas los restos de la
vajilla de bodas de los reyes Carlos III de España y María Amalia de Sajonia.
Tapices
Considerada la principal colección del mundo la colección de tapices se compone
fundamentalmete de tapices fabricados en Bruselas y en los realizados por la Real
Fábrica de Santa Barbara sobre cartones de Francisco de Goya, ha destacar los tapices
que se encuentran cubriendo las paredes del comedor de gala.
Real Farmacia
Durante el reinado de Felipe II cuando la Real Farmacia se convirtió en un apéndice de
la Casa Real con la orden de abastecerla de medicamentos función con la que continua.
La Real Farmacia que existe en la actualidad fue fundada como Museo de Farmacia en
1964. Las salas de destilaciones y las dos salas adyacentes a la farmacia fueron
reconstruidas tal y como eran durante los reinados de Alfonso XII y Alfonso XIII. Los
frascos son anteriores y están formados por frescos realizados en las fábricas de la
Granja de San Ildefonso y de Porcelana del Buen Retiro, pero también existen enseres
fabricados en siglos anteriores.
Real Armería
La Real Armería.
Considerada junto a la imperial de Viena como una de las dos mejores del mundo está
formada por piezas que van desde el siglo XV en adelante, son de destacar las piezas de
torneo realizadas para Carlos V de España y Felipe II de España por los principales
maestros armeros de Milán y Augsburgo. Entre las piezas más llamativas sobresale la
armadura y aperos completos que el emperador Carlos V de España empleó en la
Batalla de Mühlberg, y con los cuales fue retratado por Tiziano en el famoso retrato
ecuestre del Museo del Prado. Desgraciadamente una parte de la armería se perdió
durante la Guerra de la Independencia y durante la Guerra Civil Española.
Jardines
Jardines del Campo del Moro.
Fuente de las Conchas en los Jardines del Campo del Moro.
Jardines del Campo del Moro
Estos Jardines deben su nombre a que este lugar era usado por los musulmanes para
acampar las tropas que sitiaban la ciudad en la edad media. Las primeras obras para
acondicionarlos se deben a Felipe IV de España quien transformó el lugar construyendo
fuentes y plantando diferente tipo de vegetación pero aún así estaba bastante
descuidado. Durante la reconstrucción del palacio real en el siglo XVIII se realizaron
diversos proyectos de ajardinamiento basados en los jardines del Palacio de la Granja
pero no se llegó a realizar nada por la falta de fondos. No fue hasta el reinado de Isabel
II de España en la que se comienza en serio en el ajardinamiento del Campo del Moro.
En esta época se diseña un gran parque y se instalan fuentes traídas desde el palacio de
Aranjuez, desgraciadamente con la caída de Isabel II hubo un periodo de abandono y
descuido en el que se perdió una parte del diseño del jardín que era de tipo romántico.
No fue hasta la Regencia de María Cristina cuando se inician una serie de obras de
recuperación, otorgándole el diseño actual siguiendo el trazado de los parques ingleses
del siglo XIX.
Jardines de Sabatini
Situados en la parte norte, entre el Palacio Real, la calle de Bailén y la cuesta de San
Vicente. De diseño francés, son unos jardines de carácter monumental, creados en los
años 1930. Y se llaman de Sabatini porque están en el lugar destinado en su momento a
las caballerizas construidas por Sabatini para el Palacio Real. Estos jardines están
adornados con un estanque y a su alrededor algunas de las estatuas de los reyes
españoles que en un principio estaban destinadas a coronar el Palacio Real, pero que no
se ubicaron en su emplazamiento original porque el peso resultaba excesivo para la
estructura del Palacio. En su interior, combinando con los jardines también hay fuentes,
situadas geometricamente, entre sus paseos.
Los jardines están rodeados por una verja. Que abre sus puertas a las nueve de la
mañana y las cierra a ocho de la tarde o a las nueve según sea horario de invierno o
verano respectivamente.
Curiosidades [
Un violín Stradivarius de la colección del Palacio
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El palacio es el mayor de toda Europa Occidental, ocupando una extensión de
135.000 m².
Tiene tres plantas y cuatro entreplantas, debajo y encima de cada una de las
principales. Las fachadas del palacio miden 130 metros de lado por 33 de alto.
Tiene 870 ventanas y 240 balcones que se abren a fachadas y patio. En total el
palacio posee unas 2800 habitaciones. En algunas de estas habitaciones no se
entra desde hace años.
La mesa del comedor de gala tiene capacidad para 145 comensales.
Las estatuas de reyes que ornamentan la Plaza de Oriente estaban pensadas para
decorar la cornisa superior del palacio, pero se revelaron demasiado pesadas
para ello por lo que amenazando su caída, se bajaron a la plaza colocadas en los
pedestales que hoy ocupan.
El palacio alberga la colección más importante del mundo de instrumentos
Stradivarius con el quinteto de los Stradivarius Palatinos. lle del Loira, etc.
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