“Una mirada ética en torno a la problemática de la didáctica y desarrollo humano” Autora: Prof. Rosita Postiglione. Presidenta AELAC Capítulo Argentina. Profesora de la Facultad de Humanidades y Artes, y de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario, Argentina Los Nadies “Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte, pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en la lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando la escoba. Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada. Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos. Que no son, aunque sean. Que no hablan idiomas, sino dialectos. Que no profesan religiones, sino supersticiones. Que no practican cultura, sino folklore. Que no son seres humanos, sino recursos humanos. Que no tienen cara, sino brazos. Que no tienen nombre, sino número. Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local. Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.” Eduardo Galeano “Libro de los abrazos” 1. ¿Qué pienso yo, sobre los hombres y las mujeres? ¿Qué valor tienen para mí, docente- los alumnos? Me propongo en esta conferencia, que los profesores tomen conciencia de su propia formación, reflexionen sobre su propia práctica, analicen críticamente los modelos instituidos, y construyan categorías de análisis que le permitan, desde una postura crítico-transformadora, interpretar la realidad educativa y social en que están insertos. De allí, que me pareció importante reflexionar sobre el texto de Galeano, y preguntarnos si nuestros alumnos son solamente recursos humanos, brazos, número... Incluso si para el sistema globalizador en que vivimos, los profesores no lo somos para nuestros gobernantes. 1 ¿Serán nuestros alumnos seres humanos, que sienten, piensan, quieren un mundo más justo, profesores que les ayuden no solamente a repetir acríticamente los libros de textos, sino por el contrario, construir conocimientos, aprovechar el tiempo libre, amar y saber de arte, música, danza, ecología, en fin, que les ayude a su formación humana como sujetos creadores, autónomos, amantes de la libertad para sí y para la humanidad, distracción y cultura como componentes de una vida digna? Paulo Freire, afirmó : “Que no hay posibilidad de ejercitar la tarea docente sin plantearnos a nosotros mismos esta pregunta: ¿Cuál es mi comprensión del hombre y de la mujer? ¿Que pienso yo sobre los hombres y las mujeres? Sostiene que los hombres y las mujeres somos, en cuanto seres históricos, que se hacen y se rehacen en la historia socialmente; en experiencia social, en cuanto seres históricos, seres interminados, incompletos, inacabados, o inconclusos: Es una experiencia vital, el mundo de la vida es interminado, es un mundo de movimiento. A través de diferentes experiencias, consiguieron hacer algo más que la vida misma, inventaron ‘la existencia humana’ que es algo más que vivir: Inventaron el lenguaje, se pusieron de pie, liberaron las manos y la usaron para otras cosas, y alcanzaron en cierto momento de la experiencia saber que son interminados, y en esta radicalidad de la experiencia humana radica la educabilidad del ser, y así la educación se hace una especificidad del ser.” Jean Paul Sartre escribe: “El grupo es movimiento, lucha contra lo inerte, totalización siempre en curso, nunca acabado. El grupo humano, en este sentido ‘no es’. No es estructura terminada, cosificada, es siempre ‘acto’, es devenir. “ Octavio Paz, plantea: “Para que puedas ser he de ser otro, salir de mí, buscarme entre otros los otros que no son si yo no existo, los otros que me dan plena existencia.“ Marx explica la génesis histórica del hombre/mujer, y en la actualidad recreado, a partir de las condiciones materiales dentro de las cuales se desarrollan; plantea, por lo tanto, el concepto de hombre/mujer como individuo social históricamente determinado. En definitiva, en este devenir, en esta necesidad de una formación constante, docentes y alumnos se complementan permanentemente. 2. Acto pedagógico como objeto de estudio de la didáctica Marta Souto en su libro “Hacia una didáctica de lo grupal”, centra como objeto de estudio de la didáctica al Acto Pedagógico como objeto teórico, y a la situación de la enseñanza-aprendizaje, como objeto concreto. El acto pedagógico: Surge en un contexto socio-cultural En un tiempo histórico-social Desde tiempos históricos personales Como realidad concreta En torno a la función de saber Es escenario imaginario De acción entre el que aprende y el que enseña. Es intercambio para la apropiación de un contenido cultural por parte de un sujeto (alumno) mediatizado por otro (maestro). La relación que se establece es a la vez, afectiva, cognitiva y social. 2 Este nuevo componente(contenido) lo define y lo diferencia de otros actos, que le dan especificidad como acto pedagógico. Creo, entonces, importante para nuestro tema, centrarnos en algunos puntos ya señalados; el aula como lugar donde se desarrolla el acto pedagógico. Es este grupo con dinámica propia, donde los tiempos históricos personales y el contexto sociocultural, - que en gran medida determina a la institución educativa-, constituyen la realidad concreta que el docente debe tener presente. El rol que juegue será importante para la calidad de la enseñanza, y para el desarrollo humano integral de cada uno de sus alumnos. Aquí radica un accionar que debe ser un compromiso cognitivo, social y afectivo desde una ética profesional; la reflexión es esencial en la educación, tanto por parte del profesor como del alumno para fomentar los derechos humanos, la no discriminación, la solidaridad, el respeto a la diferencia. Quizás Erick Fromm (Ética y psicoanálisis) nos ayude : “ La vida del hombre no puede ‘ser vivida’ repitiendo los patrones de su especie; es el mismo - cada uno quien debe vivir “. O, quizás Octavio Paz (La otra voz) “La libertad no es una filosofía, ni siquiera es una idea: es un movimiento de la conciencia que nos lleva, en ciertos momentos a pronunciar dos monosílabos: Sí o no.” Teniendo en cuenta algunos de los supuestos explicitados sobre la tarea en la escuela, no podemos olvidar los factores de poder de la sociedad, los grupos dominantes no permitirán una escuela liberadora, comprometida con los intereses del pueblo. La educación no es neutra, y desde que el profesor entra al curso, ya pone en juego su marco teórico - epistemológico desde el cual va a enseñar los contenidos curriculares significativos al grupo; de este modo el accionar docente es reflejo de la teoría que la sustenta. El crecimiento de cada uno de nosotros depende del proceso mediante el cual, hacemos nuestro los saberes y modos culturales del grupo social al que pertenecemos. Por supuesto que esta transposición didáctica del saber, no es pasiva, sino una reconstrucción y reelaboración del mismo, de allí que sus miembros acaban construyendo su personalidad, como única e irrepetible. No siempre el funcionamiento de la institución es democrática, suele llegar a se alienante para los actores sociales. La burocratización es una de las formas más frecuentes de la alienación. Surge de esto, por consiguiente, que si la enajenación destruye la humanidad del hombre, lo que para unas clases es destrucción verdadera, para otras, en cambio, representa su realización. Esto lo vivimos diariamente en nuestros países, ya que si el hombre y la mujer se han ido conformando a través del trabajo social concreto, si ese trabajo constituye -según Marx- su esencia, y si a través de ese trabajo, se encamina hacia su libertad, hacia su formación como hombre total; podríamos preguntarnos: Nuestros comportamientos docentes ¿Son a veces repetitivos? Quién toma las decisiones y soluciones de los conflictos en el aula, ¿ y por qué? ¿Siempre habla el docente y el alumno escucha? ¿Se promueve debate y ambos hablan y ambos escuchan? Indudablemente, no podemos pensar en una educación bancaria, donde el alumno sea un receptáculo que reciba recetas ya elaboradas. Por el contrario, sostenemos siguiendo a Giroux que los profesores como intelectuales “ no están sólo interesados en la concreción de logros individuales, o en el progreso de sus estudiantes en sus carreras respectivas, sino que ponen todo su empeño en potenciar a los alumnos, de forma que estos puedan interpretar críticamente el mundo y, si fuera necesario, cambiarlo”.- 3 Rosita Postiglione Rosario, mayo de 2002.- 4