La torpeza motora en niños con discapacidad mental

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La torpeza motora en niños con discapacidad mental.
Un enfoque desde la educación física escolar
En las escuelas especiales durante una clase de Educación Física, o en una jornada
recreativa, o simplemente en el recreo observamos a niños y adolescentes con evidentes
trastornos en el equilibrio y la coordinación. Estos trastornos traen aparejado una
marcha y un trote defectuoso, sin elasticidad, con las piernas separadas en exceso y con
arrastre de los pies, o una exagerada flexión de las rodillas. Sus brazos se observaran
demasiado abierto, sin flexión de codos y cuando se desplaza, sus movimientos son “en
bloque”.
Juegos como saltar a la soga o una simple “mancha” nos permiten observar en los
alumnos diferentes grados de torpeza motora.
La división de alumnos con necesidades educativas especiales en las Escuelas se
realiza según el nivel de la lecto-escritura y del cálculo. Es por eso que a nuestra clase
de Educación Física llegan alumnos de un mismo grupo pedagógico pero con diferente
nivel de desarrollo motor.
Este ensayo tiene como fin entender los diferentes grados de Torpeza Motora en los
alumnos con disminución mental (D.M.); de esta manera poder trabajar con grupos
homogéneos y, ante la diversidad, adaptar los elementos del proceso de enseñanzaaprendizaje.
Todos los individuos transitan por la misma sucesión de adquisiciones de
movimientos y habilidades motoras en vías de desarrollo. Nosotros tomamos el Modelo:
“Developmental Model” que la Michigan State University maneja como base de sus
estudios sobre Actividad Física Adaptada (1999).
I.
II.
III.
IV.
Reflejos y reacciones
Conductas perceptivo-motoras
Habilidades motoras básicas
Deportes y juegos
Este modelo indica que los reflejos primitivos y reacciones posturales son las formas
más tempranas de movimiento humano, seguido por las habilidades sensorio-motrices y
los movimientos voluntarios tempranos. Luego se presentan las habilidades motoras
básicas siempre en interacción activa y constante con las habilidades perceptivomotoras, hasta que a través de las habilidades motoras combinadas, complejas y
específicas llegaremos al Deporte propiamente dicho.
Es un modelo basado en la transición de una etapa a otra por las cuales el individuo
transitará con relación a su crecimiento y maduración, lo que potencialmente le
permitirá haber completado el proceso en un momento de su vida.
A partir de acá se puede empezar a discutir las variadas adaptaciones que se
necesitarían para que las personas con alguna discapacidad lleguen también a
desenvolverse satisfactoriamente en este modelo.
Las personas con una disminución intelectual también acceden a estas adquisiciones
pero de una manera más lenta y sin llegar a consolidar totalmente cada etapa.
Es en este punto donde nos vemos obligados a formularnos dos preguntas: ¿Por que
los alumnos con disminución intelectual tiene un aprendizaje motor mas lento?, y
¿cómo se articula la torpeza motora y el aprendizaje motor con el área de Educación
Física?
El aprendizaje y la torpeza motora
Los Doctores E. Guilmain y G. Guilmain (1981) nos dicen que “La Torpeza motora
es lo contrario a la habilidad” y por consecuencia va al correcto ajuste motor.
Diferentes son las causas de esta falta de ajuste motor, y diferentes son los grados
que la misma alcanza. Las causas pueden ser orgánicas, de adecuación social y aquellas
en que se evidencia cuando intervienen acciones cognitivo-motoras.
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Causas orgánicas: deterioro neurológico, discapacidad motoras
asociadas, etc.
Adecuación social: falta de autocontrol, agresión establecida por el
entorno, problemas en las relaciones interpersonales, inseguridad
afectiva, etc.
Acciones cognitivo-motoras: Dificultad en la resolución de problemas,
en las acciones de transferencias, en los encadenamientos de las praxis,
en el inicio técnico-táctico del deporte.
Las causas orgánicas en la D.M. se relacionan con la variedad de tipo clínica o
patológica. En esta categoría se observa un exceso de Coeficientes Intelectuales bajos,
inferiores a 50. Los alumnos que se encuentren dentro de la variedad tipo Clínica,
evidencian su Torpeza Motora no solo en la clase de Educación Física sino también en
el recreo o en las actividades de la vida diaria (situaciones libres). Esto nos da la pauta
que su Torpeza Motora es de tal magnitud que no hace falta que el estudiante realice
una acción de acuerdo a una propuesta con contenido cognitivo para observarla.
Por otro lado observamos en el medio educativo a aquellos alumnos que evidencian
una dificultad motora solo cuando deben responder a elementos y/o consignas
cognitivas, o necesitan elaborar respuestas grupales y/o regladas (oposición y
cooperación). Este tipo de Torpeza no se evidencia en situaciones libres, y para
diferenciarla de la anterior (solo con propósitos explicativos) la llamamos: Torpeza
cognitivo-motora. La población que posee este tipo de dificultad es la denominada de
“Variedad tipo Aclínica”, en su mayoría integrada por niños y adolescentes con D.M.
de grado leve.
Para que el proceso de enseñanza-aprendizaje en nuestra área y dentro del ámbito de
las Escuela Especiales sea satisfactorio deberemos dividir en dos grandes grupos a toda
la población escolar. Dejaremos de lado para analizarlo en otro ensayo a aquellos
alumnos con deficiencia mental severa.
Grupo A. Aquellos con Torpeza Motora clínica, orgánica, con deterioro neurológico
y/o discapacidad físicas agregadas. Generalmente con D.M. Moderada. Nuestro trabajo
de E.F. deberá dirigirse a completar las etapas sensorio motriz, preconceptual e
intuitiva. Para eso utilizaremos el currículo de Inicial y parte del 1º Ciclo de la
Educación General Básica (E.G.B.), priorizando alcanzar las expectativas de logro de
carácter psicomotriz para reeducar y estimular las etapas de desarrollo no alcanzadas en
relación con la tabla normal de crecimiento.
Algunos alumnos pertenecientes a este grupo logran, merced a su crecimiento
cronológico y a un buen trabajo sobre los contenidos del currículo alcanzar a etapa de
operaciones concretas; Esta etapa es fundamental en el segundo grupo.
Tanto como apreciamos la importancia del Trabajo Psicomotriz en la educación de
los niños con D.M., debemos también acotar que no se puede esperar que la
psicomotricidad logre desaparecer las deficiencias y alteraciones que ellos tienen.
Grupo B. En el segundo grupo se encuentran generalmente aquellos alumnos con
una Torpeza Motora Aclínica, evidenciándose en la relación a su adecuación social
(incluye el área afectiva) y/o a su dificultad sobre acciones cognitivo-motoras o
grupales. La Mayoría de los estudiantes poseen una D.M. de grado leve. La actividad
deberá dirigirse a completar la etapa de operaciones concretas (previa adquisición de las
etapas anteriores).
Utilizaremos el 1° y 2° Ciclo de la Curricula de la Educación General Básica
(E.G.B.), pero de una manera abierta a la diversidad del aprendizaje de nuestros
alumnos; No debemos olvidar que cada estudiante tiene su tiempo de aprendizaje.
Estos dos grupos deberán ser sub-divididos según la edad cronológica, y siempre
teniendo en cuenta que el máximo de alumnos a trabajar es de 8 para el grupo A y 15
para el Grupo B.
Creemos necesario que los alumnos del Grupo “A” deberían alcanzar el estadio
Intuitivo de Piaget que S. Subirón y C. Martín (1985) citan en su libro “Programación
de la psicomotricidad en la Educación Especial”. Pero la diversidad de alumnos que
forman parte de este gran grupo nos lleva a la conclusión que no todos llegan a este
estadio, y menos aún a alcanzar las expectativas de logro mínimas para permanecer en
él.
Para poder ser más prácticos en nuestro trabajo deberemos subdividir a este gran
grupo en dos pequeños grupos:
A1: Alumnos que no acceden a la lecto-escritura o acceden sobre mínimos
contenidos. Tienen un lenguaje muy limitado. Buena percepción corporal. Incompleto
conocimiento de su cuerpo, sólo de grandes segmentos corporales (cabeza, tronco,
brazos y piernas). Gran prevalecía perceptiva sobre la representativa en su aprendizaje.
Imposibilidad de descubrir situaciones nuevas a partir de la aprendida. Torpeza motora
moderada.
A2: Alumnos que se inician en la lecto-escritura. Manifiestan un dominio completo
de su esquema corporal y de la motricidad gruesa, aunque con impulsividad, falta de
ritmo y elasticidad. Su equilibrio, coordinación dinámica general y manipulativa son
buenas, a pesar de esto todavía no ha logrado una homeostasis tal que permita una
armonía psicomotora: unión equilibrada entre la psiquis / el cuerpo; espacio / tiempo;
los objetos / los otros. Mayor verbalización. Torpeza motora moderada a leve.
Realizar, a través de la evaluación diagnóstica, grupos homogéneos de trabajo a
partir del grado de torpeza motora, de la edad cronológica y del sexo de los alumnos
debería ser el punto inicial en el área de Educación Física de la Escuela Especial si
queremos obtener resultados satisfactorios.
1. Torpeza motora moderada (A1) -- 6 a 8 / 9 a 11 / 12 a 14 años (mixto)
15 años ó más (M y F).
2. Torpeza motora moderada a leve (A2) - 9 a 11 años (mixto) / 12 a 14
(mixto) / 15 años o más (M y F).
3. Torpeza Motora leve (B) -- 9 a 11 años (mixto) / 12 a 14 / 15 años ó
más (M y F).
El cuadro anterior está hecho sólo para guiar al docente. Algunas salvedades de este
cuadro son:
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No se realiza un grupo A2 con alumnos de 6 a 8 años porque ellos
trabajarán en el A1.
Se podrán unir los niños de 9 a 11 años del grupo A2 y B, esto dependerá
de las características de los alumnos y las particularidades de cada
escuela.
Cuando decimos (M y F) queremos decir dividir el grupo por sexo.
La Edad cronológica es importante ya que de acuerdo al desarrollo anátomofuncional dosificaremos las cargas cuando trabajemos sobre las capacidades
condicionales. Las diferencias físicas también tienen implicancias directas sobre el
riesgo corporal en el transcurso de un juego, un pre-deportivo o deporte de oposición.
Alumnos con torpeza motora moderada a leve
Los alumnos con torpeza motora de moderada a leve (Grupo A2) deberían tener su
propio grupo, ya que los mismos deberán transitar por las etapas intuitivas y de
transición entre los dos grandes períodos: Preoperatorio y operatorio, durante los cuales
acontecen cambios importantes dentro de las estructuras cognitivas.
A partir de la identificación de los grandes segmentos corporales, el alumno que se
encuentra en este grupo deberá tener como expectativa de logro el conocimiento
completo del propio cuerpo y de las posibilidades de acción motriz que el mismo puede
tener.
Además estos niños o adolescentes multiplicarán el conocimiento de las habilidades
motoras básicas y darán paso a las cadenas motoras simples, compuestas y hasta con
oposición simple. Con estos alumnos se deberá trabajar sobre la riqueza de los
movimientos básicos (coordinación dinámica general y manipulativa) y la combinación
entre ellos. Las conductas perceptivo-motoras están perfeccionadas a punto tal que
puede alcanzar muy buenos niveles de organización de su espacio, las nociones
espaciales de los otros y los objetos. Con referencia al tiempo, tiene capacidad para
poder adquirir su propio ritmo.
El inicio al juego reglado y pre-deportivo es muy importante en estor estudiantes ya
que el aspecto social a tomar importancia y el sentido de cooperación y oposición lo
hará sentir útil. El aprendizaje de las habilidades motoras lo llevará sumado a sus
capacidades condicionales a la búsqueda de aplicación de las mismas en variadas
situaciones de juego; esto les dará a los alumnos la posibilidad de desarrollar los
recursos tácticos que le permita su nivel cognitivo.
Algunas adaptaciones pedagógicas
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Mayor tiempo para la adquisición de los contenidos.
Cantidad y variabilidad de los estímulos para batallar contra los grandes
problemas de atención y memoria propios de esta población.
Trabajar sobre las conductas sociales de los deportes grupales.
Priorizar las actividades psicomotrices; especialmente las que se refieren
al esquema corporal, conductas perceptivo-motoras y coordinación
dinámica general. Este punto lo tendremos muy en cuenta en el trabajo
con el Grupo A y aquellos que se encuentran en el Grupo B pero con
edad cronológica de 1° Ciclo de la Educación General Básica (E.G.B.)
Implementar Talleres de Psicomotricidad para Alumnos del Grupo A1
que se hallan detenido en su aprendizaje.
Implementar Talleres de Deportes Grupales en especial para niños y
adolescentes a partir de los 13 años para poder a partir de la adquisición
de hábitos motores llegar a incorporar técnicas de deportes. También
estos talleres nos sirven para poder mejorar la conducta de relación con
sus compañeros y adversarios, y saber ocupar los roles de cada integrante
dentro del juego deportivo y el manejo de las situaciones.
De acuerdo a nuestra experiencia puedo decir que el Básquetbol es un deporte para
tener muy en cuenta al momento de implementar estos talleres. Esta disciplina deportiva
nos ayudará a afianzar la coordinación dinámica general y los hábitos motores ya que
tiene muchas acciones cognitivo-motoras y una gran cantidad de encadenamiento de
praxis. Los fundamentos técnicos como la caída en un tiempo, la bandeja, el rebote
(salto / tiempo), el pase y la recepción con emisor y receptor en movimiento, y el
“jump-shot” hablan por sí solos.
Dentro del trabajo del Educador Físico se encuentra el desarrollo de los contenidos
propios de las condiciones físicas. Si bien no existen investigaciones al respecto
podemos decir que en el Grupo B se debe trabajar de igual manera que en escuelas
convencionales. Mas aun si tenemos en cuenta que dentro de la población de una
escuela especial se encuentran adolescentes de hasta 17 años. En estos adolescentes su
desarrollo corporal y funcional (salvo excepciones) es de similares características al
normal. La diferencia radica en la actitud negativa o de desgano frente al trabajo de la
fuerza y la resistencia que estos alumnos suelen tener.
Cuando al finalizar una clase de Educación Física le pedimos a los alumnos que nos
comenten “algo” sobre su participación en el último juego que hicimos; algunos nos
cuentan sobre sus movimientos y los de sus compañeros; otros nos tratan de explicar
con un lenguaje muy precario lo fuerte que lanzó el balón o la rápida carrera que hizo
cuando lo “pasó” a su compañero; y por último vamos a escuchar a aquellos que detrás
de un balbuceo nos dicen: “...¡Fue lindo, Profe!”...
Conclusiones
A. Los alumnos con D.M. al igual que la totalidad de las personas transitan
por la misma sucesión de adquisición de movimientos y habilidades en
vías de desarrollo.
B. La diferencia radica en la lentitud del aprendizaje y la falta de
consolidación total de cada etapa.
C. La observación de los alumnos con D.M. en diversas situaciones de
movimiento nos ayudara a identificar el grado de Torpeza Motora de los
mismos.
D. Podemos dividir en dos grandes grupos a los Alumnos de las Escuelas
Especiales con respecto a su Torpeza Motora. (Dejando de lado un tercer
grupo que incluiría mayoritariamente a D.M. Severos). Grupo A y Grupo
B. A su vez el Grupo A se dividirá en A1 y A2. Con respecto al sexo En
los grupos A1 y A2 podremos trabajar en forma mixta hasta
aproximadamente los 14 años ya que el ritmo y el desarrollo de las
capacidades físicas en las actividades serán de una aplicación moderada.
No así en los alumnos del Grupo B que ya a los 12 años se deberían
dividir por sexo; En estos casos el ritmo y la intensidad aplicada en las
actividades serán similares a la de los alumnos convencionales, o sea que
la fuerza, la velocidad y la resistencia variarán según el sexo a partir de
la edad que establecimos.
E. De esta manera: A1- Torpeza motora moderada / A2 - Torpeza motora
moderada a leve / B - Torpeza motora leve.
F. Para trabajar en la clase de Educación Física se deberá subdividir cada
uno de estos dos grandes grupos anteriores por edad cronológica.
G. Cada subgrupo deberá estar abierto a la diversidad, ya que cualquier
alumno en cualquier momento del año podrá ser promovido a un grupo
superior o inferior.
H. Son fundamentales los Talleres de Apoyo Psicomotriz para niños que se
hayan detenido en su desarrollo y aprendizaje motor, y necesiten un
estimulo extra para trabajar sobre contenidos no alcanzados.
I. Son importantes también los Talleres Deportivos, por lo que suponen
dentro del alcance cognitivo-motor y social.
J. La importancia de la evaluación inicial tiene que ver con el diagnóstico
para la planificación inmediatamente posterior. Esta evaluación inicial
podrá constar de Tests psicomotrices, Tests de aptitud física y otros
métodos objetivos existentes. Pero además deberán realizarse, como
venimos diciendo, observaciones directas de la motilidad en diversas
situaciones y en relación con sus compañeros. De gran importancia
también es poner atención a la verbalización de los actos motores.
Bibliografía
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