DIVISIONES DE LA PSICOLOGÍA PRINCIPALES ÁREAS DE INVESTIGACIÓN Las principales áreas de investigación de la psicología moderna forman parte también de las ciencias sociales y biológicas. PSICOLOGÍA FISIOLÓGICA El estudio de las bases fisiológicas subyacentes a las funciones psicológicas se llama psicología fisiológica. Los dos mayores sistemas de comunicación del organismo humano, el nervioso y el circulatorio, son los focos de la mayoría de las investigaciones en este campo. El sistema nervioso comprende el sistema nervioso central, con el cerebro, la médula espinal y sus correspondientes redes neuronales; y el sistema nervioso periférico, que se comunica con las glándulas y los músculos, e incluye los receptores sensoriales para ver, oír, oler, gustar, tocar, sentir dolor y otros estímulos corporales. El sistema circulatorio, además de transportar la sangre, distribuye unos importantes agentes químicos llamados hormonas desde las glándulas al resto del cuerpo. Estos dos sistemas de comunicación son esenciales en el comportamiento humano. La unidad mínima del sistema nervioso es la célula nerviosa elemental o neurona. Cuando una neurona es estimulada adecuadamente, transmite señales electroquímicas de un lugar del sistema a otro. El sistema nervioso tiene 12.500 millones de neuronas, de los que unos 10.000 millones están en el propio cerebro. Una de las partes del sistema nervioso periférico, el sistema somático, transmite sensaciones al sistema nervioso central y lleva órdenes desde éste a los músculos involucrados en el movimiento ordenado. Otra parte del sistema nervioso periférico, el sistema autónomo o neurovegetativo, incluye dos subsistemas de acciones antagónicas sobre la activación general y de diversos órganos: el sistema simpático, que activa el organismo aumentando la velocidad del latido cardiaco, dilatando las pupilas, aumentando el ritmo respiratorio y liberando adrenalina en la sangre, y el parasimpático, dominante en el reposo, que opera a la inversa. Un ejemplo sencillo de comunicación dentro del sistema nervioso es el arco espinal, responsable por ejemplo del reflejo patelar: un golpecito en el tendón de la rótula, justo debajo de ésta, envía una señal a través de las neuronas sensoriales a la médula espinal, señal que activa las neuronas motoras que disparan una contracción del músculo unido al tendón, haciendo que la pierna se estire. Esto muestra cómo un estímulo puede provocar una respuesta sin intervención del cerebro, mediante una conexión a través de la médula espinal. La comunicación circulatoria normalmente es más lenta que la nerviosa. Las hormonas secretadas por las diferentes glándulas que forman el sistema endocrino circulan a través del cuerpo, condicionando tanto cambios estructurales como de comportamiento. Las hormonas sexuales liberadas en la pubertad causarán diversos cambios en el crecimiento del cuerpo y en el desarrollo, pero también en el comportamiento, como la 1 aparición de la actividad sexual. Otras hormonas pueden tener efectos más directos y a corto plazo, por ejemplo, la adrenalina, secretada cuando una persona encara una emergencia, que prepara el cuerpo para una respuesta rápida, ya sea de lucha o de huida. PSICOLOGÍA SOCIAL Varias teorías en psicología social pueden ser clasificadas como teorías del equilibrio. Son las que se ocupan tanto teórica como prácticamente, de cómo y por qué cambia la gente sus actitudes. Si, por ejemplo, una audiencia escucha un discurso de una persona considerada respetable, normalmente esperan ideas con las que estén de acuerdo. Si este no es el caso, la audiencia, pasará a apreciar menos al orador, o cambiará de actitud y se hará más partidaria de las ideas expresadas. En suma, los oyentes modificarán sus actitudes hacia el orador, o hacia las ideas, buscando el equilibrio. Del mismo modo, las personas tienden a equilibrar o reconciliar sus propias ideas con sus acciones. Aparte de este tipo de cuestiones, la psicología social también ha tratado, entre otros temas, del comportamiento de las masas o de los fenómenos grupales. PSICOPATOLOGÍA La psicopatología, también conocida como psicología de los procesos anormales, o de las conductas desviadas, es quizá la especialidad psicológica más conocida, y es la que el público en general asocia cuando escucha la palabra psicología, dado que los casos, historias y síntomas de pacientes que muestran comportamientos inadaptados tocan la fibra sensible del público y motivan la curiosidad de muchos, que se ven próximos a ellos. Por ejemplo, sentir algún miedo es normal, pero estar todo el tiempo atemorizado sin que exista una causa real no lo es, aunque las barreras entre ambos estados, difíciles de delimitar incluso para los especialistas del tema, causen un alto grado de indeterminación. Por lo general, debido a la fuerte orientación clínica de este enfoque, se hace más hincapié en la dinámica, causas y resultados de la enfermedad, pero los aspectos cognitivos de la misma pueden ser también estudiados. Los sistemas de clasificación del comportamiento anormal han cambiado con el aumento del conocimiento y el cambio en los hábitos sociales. La clasificación que a continuación esbozamos deriva de los términos aceptados tradicionalmente, pero agrupa los trastornos mentales en términos de la práctica actual. Los tres grandes grupos de desórdenes son las psicosis, trastornos estructurales que implican una pérdida de contacto con la realidad (esquizofrenia, psicosis maníaco depresiva, paranoia, y psicosis orgánicas); las neurosis, trastornos no psicóticos, funcionales, que normalmente no suponen una pérdida de contacto con la realidad, aunque hacen la existencia del paciente infeliz o dolorosa, incapacitándole para ciertas tareas. Entre las patologías y cuadros sistemáticos de las neurosis se encuentran: la ansiedad aguda, las fobias, las neurosis obsesivo−compulsivas y las histerias, así como los desórdenes de la personalidad o psicopatías, que incluyen las personalidades asociales −psicópatas o sociópatas−, entre otros comportamientos desviados. (Estas clasificaciones se exponen con mayor extensión en Trastornos mentales y bajo sus encabezamientos respectivos en esta enciclopedia). APLICACIONES DE LA PSICOLOGÍA 2 La psicología tiene aplicación en problemas que surgen prácticamente en todas las áreas de la vida social. Por ejemplo, los psicólogos asesoran a organizaciones tan distintas como los tribunales y las grandes compañías comerciales. Las siguientes son las tres áreas principales de la psicología aplicada: psicología industrial, psicología educativa, y psicología clínica. PSICOLOGÍA INDUSTRIAL Los psicólogos desempeñan diversas tareas en las organizaciones empresariales y lugares de trabajo: en el departamento de personal, o de recursos humanos, asesoran en los procesos de contratación y selección de personal, entrevistando y pasando diversas pruebas (tests) a los candidatos, en la elaboración de cursos de formación y en el mantenimiento de un clima laboral adecuado; otros investigan para los departamentos de marketing y publicidad de las empresas, o directamente para las agencias de publicidad; y otros se dedican al diseño de máquinas y lugares de trabajo para adaptarlos mejor a las necesidades y potencialidades de los usuarios (ergonomía). PSICOLOGÍA EDUCATIVA Los psicólogos educativos trabajan en los problemas derivados del aprendizaje y la enseñanza; por ejemplo, investigan nuevos métodos para enseñar a los niños a leer o a resolver cálculos matemáticos, con el fin de hacer el aprendizaje escolar más efectivo. PSICOLOGÍA CLÍNICA Muchos psicólogos en ejercicio trabajan en hospitales, clínicas y consultas privadas, suministrando diferentes tipos de psicoterapia a las personas que necesitan ayuda psicológica. Entrevistan y estudian a los pacientes, los clasifican y les ofrecen terapias que no son ni médicas (con fármacos) ni quirúrgicas (mediante operaciones). Una contribución especial de la psicología clínica es la terapia de conducta, basada en los principios del aprendizaje y el condicionamiento, con la que los terapeutas intentan cambiar la conducta del paciente, eliminando los síntomas indeseables mediante su descondicionamiento sistemático o el refuerzo gradual de un comportamiento deseable alternativo. Un paciente con fobia a los perros, por ejemplo, puede ser desensibilizado si progresivamente se va recompensando (reforzando) una conducta de aproximación gradual a distintos perros en situaciones no amenazantes para el sujeto. En otras formas de terapia, el psicólogo puede intentar ayudar a los pacientes a comprender (y en un momento dado a afrontar) mejor sus problemas, hallando nuevos modos de manejarlos. PSICOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN, Aplicación del método científico al estudio del comportamiento de los individuos y grupos sociales en los ambientes educativos. Aunque el comportamiento de profesores y estudiantes es del mayor interés, los psicólogos de la educación también se ocupan del comportamiento de otros grupos, como los ayudantes de los profesores, bebés, los inmigrantes y los hombres y mujeres de la tercera edad. Las áreas de las que se ocupan se superponen inevitablemente con otras áreas de la psicología, incluyendo la psicología evolutiva (del niño y del adolescente), la psicología social (grupos e instituciones, socialización, etc.), la evaluación psicológica y la orientación vocacional. Desarrollo del área 3 El método filosófico, más que el científico, fue el principal medio de estudiar el aprendizaje, hasta que en 1879, el fisiólogo alemán Wilhelm Wundt sentó las bases de la psicología científica estableciendo un laboratorio en Leipzig dedicado al estudio experimental de esta disciplina. Mientras, otro pionero alemán, Hermann Ebbinghaus, desarrollaba técnicas para el estudio experimental de la memoria y el olvido, estudiando por primera vez de forma científica estos procesos mentales superiores. La importancia de este enfoque para la práctica cotidiana en las escuelas sería reconocida de inmediato. Al mismo tiempo, el filósofo y psicólogo estadounidense William James fundó un laboratorio en la Universidad de Harvard para hacer psicología experimental, bajo la influencia de las teorías del naturalista británico Charles Darwin, que le inspiraron el interés por conocer cómo se adapta el comportamiento individual a los diferentes medios. Este enfoque funcionalista aplicado a la investigación del comportamiento llevaría a James a estudiar áreas donde el esfuerzo humano tuviera una aplicación práctica, como la educación. En 1899 publicó Charlas a los profesores, donde analizaba la relación entre la psicología y la enseñanza. Uno de sus alumnos, Edward Lee Thorndike, es considerado el primer psicólogo de la educación. En su libro Psicología educativa (1903), hacía un llamamiento a la divulgación únicamente de investigaciones científicas y cuantificables. En 1913−1914 publicó tres volúmenes donde estaban prácticamente todas las investigaciones científicas en psicología relevantes para la educación. Thorndike hizo importantes contribuciones al estudio de la inteligencia y de la medida de las capacidades, a la enseñanza de las matemáticas y de la lectura y escritura, y a cómo lo aprendido se transfiere de una situación a otra. Además, desarrolló una importante teoría del aprendizaje que describe cómo los estímulos y las respuestas se conectan entre sí. Pero la psicología educativa floreció en el seno del movimiento de la educación progresista que comenzó a principios del siglo XX. La Gran Depresión de finales de los 20 y comienzos de los 30 hizo que los psicólogos adoptaran una posición más conformista acerca del potencial para la mejora educativa. Desde comienzos de los 30 hasta mediados de los 40, pocos investigadores se dedicaron a los estudios empíricos en psicología educativa. Pero cuatro circunstancias modificaron esta situación: la II Guerra Mundial, el fuerte aumento de la natalidad tras la guerra (baby boom), el movimiento de reforma de los planes educativos, y el crecimiento de la preocupación por los niños discapacitados. Durante la II Guerra Mundial, los psicólogos de las fuerzas armadas debieron solucionar problemas educativos prácticos, aprendiendo a predecir, por ejemplo, quién podría ser mejor piloto o técnico de radio, y a enseñar habilidades complejas en poco tiempo, como pilotar un avión o cocinar rápidamente para grupos numerosos. Cuando la guerra terminó, muchos de estos psicólogos dirigieron su atención a la evaluación y la enseñanza educativas. Al mismo tiempo, las escuelas se llenaron por el baby boom de la posguerra, y se pedía a los psicólogos educativos que confeccionaran y evaluaran material de enseñanza, programas de formación, y tests de evaluación. A finales de los 50, cuando los Estados Unidos entraron en plena competencia tecnológica con la Unión 4 Soviética, los esfuerzos para poner al día los programas educativos de la enseñanza estadounidense se incrementaron. Los psicólogos trabajaban junto con los matemáticos y científicos más destacados para adaptar y crear nuevas asignaturas y nuevos programas de educación. Además, se destinaron millones de dólares de las reservas federales para mejorar los resultados académicos de los alumnos discapacitados. Los psicólogos de la educación se comprometieron profundamente con el diseño y evaluación de programas dirigidos a este objetivo. Estas fuerzas sociales condujeron a un rápido crecimiento de este campo de la psicología tras 1960. Actualmente, más de 3.000 psicólogos educativos pertenecen a la American Psychological Association, y casi 5.500 miembros de la Asociación Estadounidense para la Educación están implicados en las investigaciones en este campo. La expansión de la educación formal al conjunto de las poblaciones, y a clases sociales y segmentos de edad tradicionalmente ignorados por los sistemas educativos, produjo efectos similares sobre el desarrollo y la profesionalización de la psicología educativa en la mayoría de los países industriales avanzados. La mayoría de las universidades y de los centros de enseñanza media del mundo exigen cursos de un año al menos a sus profesores antes de dar clases. Los proyectos de investigación en las universidades no cesan, y sus resultados se recogen en docenas de publicaciones periódicas. Teorías de la psicología de la educación Debido a la gran diversidad existente entre los seres humanos, medios educativos, y terrenos de estudio, no se ha formulado aún ninguna teoría global aplicable al conjunto de la psicología educativa. Por el contrario, los psicólogos trabajan en teorías sobre fenómenos concretos del aprendizaje, la motivación, el desarrollo, y la enseñanza. Teorías del aprendizaje Diversas teorías del aprendizaje ayudan a los psicólogos de la educación a comprender, predecir, y controlar el comportamiento humano. Por ejemplo, han desarrollado modelos matemáticos de aprendizaje capaces de predecir la probabilidad de que una persona dé una respuesta correcta, teorías matemáticas empleadas para diseñar sistemas de aprendizaje programado por ordenador de las matemáticas, la lectoescritura, y el aprendizaje de idiomas. Para comprender la aversión emocional de un niño a la escuela, a veces se utiliza la teoría del condicionamiento clásico elaborada por el fisiólogo ruso Iván Pávlov: según este modelo, los estímulos simultáneos llegan a evocar respuestas semejantes, aunque tal respuesta fuera evocada en principio sólo por uno de ellos. Para explicar el porqué de un comportamiento molesto de un escolar en el aula, se puede apelar a la teoría del condicionamiento instrumental u operante de B. F. Skinner que describe cómo los refuerzos forman y mantienen un comportamiento determinado. La violencia en la escuela y el vandalismo pueden explicarse en parte a través del modelo del psicólogo canadiense Albert Bandura, que describe las condiciones en que se aprende a imitar modelos. La teoría del procesamiento de la información se emplea a su vez para comprender cómo se resuelven problemas utilizando analogías y metáforas. Motivación La teoría de la atribución describe el papel de la motivación en el éxito o el fracaso escolares. El éxito en un examen, por ejemplo, podría 5 ser atribuido a la buena suerte o al esfuerzo; la teoría predice el comportamiento de los alumnos en función de sus respuestas. Desarrollo La teoría del psicólogo suizo Jean Piaget, que señala distintas etapas del desarrollo intelectual, postula que la capacidad intelectual es cualitativamente distinta a diferentes edades, y que el niño necesita interacción con el medio para adquirir competencia intelectual. Esta teoría ha tenido una influencia esencial en la psicología de la educación y en la pedagogía. La nueva concepción de la inteligencia que desarrolla, ha afectado al diseño de los ambientes y los planes educativos, y al desarrollo de programas adecuados para la enseñanza de las matemáticas y de las ciencias. Teorías de la enseñanza El estudio científico de la enseñanza es relativamente reciente; hasta los años 50, apenas hubo observación sistemática o experimentación en este terreno, pero la investigación posterior ha sido consistente en sus implicaciones para el logro del éxito académico, aislando las siguientes variables relevantes: el tiempo que los profesores dedican a la enseñanza, la cantidad de contenidos que cubren, el porcentaje de tiempo que los alumnos dedican a aprender, la congruencia entre lo que se enseña y de lo que se examina, y la capacidad del profesor para ofrecer directrices (reglas claras), suministrar información a sus alumnos sobre su progreso académico, hacerlos responsables de sus comportamiento, y crear una atmósfera cálida y democrática para el aprendizaje. Teoría de la instrucción El educador estadounidense Robert Gagné desarrolló una teoría jerarquizada que postula cómo algunos tipos de aprendizaje son prerrequisitos de otros tipos más complejos, y sus investigaciones han sido aplicadas fructíferamente para determinar estas secuencias de instrucción. Aplicaciones En las escuelas, la psicología educativa se ha aplicado para crear un sistema de instrucción conocido como aprendizaje controlado, que se basa en la creencia de que la mayoría de los alumnos pueden alcanzar notable éxito si se siguen ciertos procedimientos, entre ellos: (1) El programa se divide en unidades secuenciadas lógicamente, cada una de dos semanas de duración; (2) los alumnos pasan un examen al final de cada unidad antes de pasar a la siguiente; (3) hay disponibles alternativas de enseñanza y de examen para que los alumnos puedan hacer un trabajo de recuperación si fracasan la primera vez; y (4) los alumnos determinan el tiempo que precisan para completar una unidad. Esta forma de instrucción tiene éxito normalmente en cursos que hacen hincapié en la adquisición de conocimientos. Con frecuencia, en la investigación y el desarrollo de un programa educativo hay involucrados psicólogos educativos que intentan que los planes y las preguntas de los exámenes se adecúen a los objetivos pedagógicos específicos. Los planes así elaborados se evalúan, y si es necesario, se reelaboran sobre la base de los hallazgos empíricos, método también empleado para crear programas educativos televisivos y de material pedagógico auxiliar. Las técnicas de psicología educativa se emplean en los programas de formación de maestros. Principios de la modificación de conducta se 6 aplican a un amplia serie de problemas de la enseñanza como la reducción del nivel de ruido en las clases o a incrementar el tiempo de estudio de los alumnos que dormitan durante las clases. Los psicólogos de la educación han creado programas de formación permanente del profesorado para mejorar el aprendizaje de la lectura y de las matemáticas según los hallazgos empíricos recientes. Estos estudios demuestran que la investigación sobre la enseñanza puede usarse para formar a los profesores de manera que logren mejores resultados para sus alumnos, incluso en clases de nivel bajo. Véase Formación del profesorado. Tendencias actuales Los psicólogos educativos se interesan cada vez más en cómo la gente recibe, interpreta, codifica, almacena y recupera la información aprendida. Los intentos de comprender los procesos cognitivos han arrojado algo de luz sobre la resolución de problemas, la memoria, y la creatividad. Debido a la aparición de muchas nuevas teorías sobre los mejores modos de ayudar a acrecentar la capacidad y las aptitudes de un individuo, los psicólogos educativos también trabajan en la actualidad en el área del desarrollo de los tests psicológicos. El impacto en la pedagogía de los últimos avances tecnológicos, como los microordenadores, será relevante durante las próximas décadas. Las recientes leyes que exigen la integración de los niños minusválidos, con problemas emocionales e incluso con problemas de aprendizaje dentro de las escuelas normales, ha extendido el campo de la investigación empírica, ya que las nuevas situaciones originadas por estos cambios requerirán nuevas soluciones de los psicólogos de la educación. PSICOLOGÍA DE LAS RELACIONES INTERGRUPALES Area de la psicología que se ocupa del modo en que los individuos se relacionan unos con otros como miembros de diferentes grupos sociales más que como individuos. Los investigadores en este campo buscan explicar los conflictos entre grupos y los fenómenos asociados como los prejuicios y la violencia. Se han estudiado varios tipos de conflictos intergrupales, como los prejuicios raciales, sexistas, o las relaciones laborales. Ha habido diferentes acercamientos a la psicología de las relaciones intergrupales. Uno, que se remonta a los orígenes de la psicología social, sugiere que el conflicto intergrupal es el resultado de la pérdida de la identidad individual absorbida por la atmósfera contagiosa de la muchedumbre. Allí, la pérdida del control personal conduce a la agresión y la violencia. Theodore Adorno y sus colaboradores estudiaron las influencias sociales y culturales en la predisposición a los prejuicios, o en la personalidad autoritaria. Ésta supone sumisión ante la autoridad, conformidad con las reglas y convenciones sociales, creencias dominadas por la superstición y los estereotipos, y agresividad hacia los individuos que se perciben como débiles. Sherif Mustafer, por su parte, desarrolló una teoría que explicaba el conflicto intergrupal en términos de conflictos de intereses reales o imaginarios entre grupos y no en función del comportamiento individual. Examinó el conflicto intergrupal usando una serie de estudios de juegos de rol muy imaginativos, en un campamento de verano para jóvenes, en el que se les estimulaba a los adolescentes a desarrollar una identidad grupal y se hacían juegos competitivos entre grupos. En ese momento, 7 debido a la competencia, los grupos antes cooperativos se volvían agresivos entre sí. Los investigadores utilizaron entonces varios métodos para intentar reducir el conflicto entre los grupos, como introducir un tercer grupo que hacía las veces de enemigo común, darles conferencias, o preparar tareas que exigieran la cooperación mutua. Ninguno de estos métodos tuvo un efecto drástico sobre el conflicto, pero la introducción de metas compartidas logró reducir el conflicto hasta cierto punto. A partir de la teoría realista del conflicto de Sherif, Henri Tajfel desarrolló la teoría de la identidad social. Su mayor innovación metodológica fue el desarrollo de un método experimental para examinar sistemáticamente las condiciones que llevaban al conflicto intergrupal. El método es el paradigma del grupo mínimo, en el que la gente es asignada a uno de los dos grupos, aparentemente sobre la base de una preferencia, pero en realidad por azar. Entonces, se les pide que asignen recursos a miembros tanto de su grupo como del otro. Los resultados mostraron un favoritismo grupal claro, incluso cuando lo único que sabían era que la gente a la que se le asignaban los recursos pertenecía a grupos diferentes. Parece ser que los sujetos de estos experimentos asumen una identidad grupal aún cuando los grupos sean totalmente arbitrarios y la pertenencia a ellos carezca en absoluto de significado, comportándose de forma competitiva con respecto a otra gente simplemente porque pertenecen a otro grupo. PSICOLOGÍA DEL DESARROLLO Estudio de los cambios y la continuidad del comportamiento desde la infancia a la edad adulta. En este campo de la psicología se ha hecho un especial énfasis en la infancia, con la psicología infantil, así como en la personalidad desviada, su formación y sus variaciones. La psicología evolutiva resulta especialmente significativa al suponer un estudio sistemático de los niños y de los adultos en cada etapa de su desarrollo a través del ciclo vital. La psicología evolutiva parte de la consideración de que el desarrollo humano y el comportamiento a lo largo de todo el ciclo vital es función de la interacción entre factores biológicamente determinados, como la estatura o el temperamento, y de influencias ambientales, como la familia, la escuela, la religión o la cultura. Los estudios sobre esas interacciones se centran en sus consecuencias para la gente a lo largo de su vida. Por ejemplo, los psicólogos evolutivos están interesados en saber cómo se comportarán los niños que son maltratados por sus padres cuando lleguen ellos también a ser padres. Los estudios realizados parecen indicar que los hijos que han sufrido malos tratos serán también padres que den malos tratos a sus hijos. Otros estudios recientes se han centrado en la relación entre el envejecimiento y la competencia intelectual: contrariamente a la idea de que las habilidades intelectuales de una persona declinan con rapidez tras los 55 años, la investigación indica que el declive es gradual. Los estudios estadounidenses de la edad adulta, basados en los trabajos de Erik Erikson, señalan periodos estables con una duración de 5 a 7 años, durante los que la energía se consume en la profesión, en la familia y en las relaciones sociales, enmarcados por periodos de transición, de 3 a 5 años, durante los cuales se valoran las principales áreas vitales. Estos periodos pueden ser tranquilos o turbulentos; un ejemplo de los 8 cuales es la llamada "crisis de la mediana edad". Hoy se estudia si estas transiciones son las mismas para los hombres y para las mujeres, y si son universales. PSICOLOGÍA EXPERIMENTAL Aplicación de técnicas de laboratorio, semejantes a las de las ciencias naturales, para el estudio del comportamiento y los fenómenos psíquicos, entre los que se incluyen objetos de estudio tradicionales de la psicología, como la percepción, la memoria, el pensamiento, el aprendizaje y la resolución de problemas. La psicología experimental como disciplina científica comenzó con la obra del fisiólogo alemán Gustav Theodor Fechner, cuya obra Elementos de psicofísica (1860) utilizaba la evidencia experimental para probar e inducir la relación entre magnitudes físicas y sensoriales, relación que tenía una formulación matemática logarítmica, conocida como Ley de Fechner, y aún considerada una de las leyes básicas de la percepción. Después, en 1879, Wilhelm Wundt, fisiólogo alemán, fundó el primer laboratorio psicológico. Wundt enseñaba a los sujetos a describir detalladamente las sensaciones −introspectivamente experimentadas−, que provocaban en ellos una serie de estímulos sistemáticamente controlados. El psicólogo también medía los tiempos de reacción en tests de complejidad variable, intentando identificar los componentes psíquicos internos y descubrir las leyes que regían sus combinaciones. Wundt y su concepción de la psicología dominaron este campo, al menos en el ámbito académico, hasta los inicios del siglo XX, en que los métodos introspectivos, o el hecho mismo de la consideración de los fenómenos psíquicos internos como objeto del estudio científico, fueron desestimados, incapaces de aclarar fenómenos como el del pensamiento sin imágenes. Sus rivales se rebelaron contra las reglas de Wundt; por ejemplo su compatriota Hermann Ebbinghaus que dirigió una monumental investigación sobre la memoria que implicaba el aprendizaje de largas series de sílabas sin sentido, sentando un precedente para las generaciones futuras de psicólogos estudiosos del aprendizaje. Parecidos objetivos −dotar del rigor científico un campo de estudio como el de la psicología, tradicionalmente objeto de las especulaciones filosóficas− perseguían los científicos que comenzaron a hacer experimentos de laboratorio con animales, tendencia que orientó metodológica y conceptualmente el estadounidense Edward Lee Thorndike. Más tarde, en el primer conductismo, tal como lo promulgó el también estadounidense J. B. Watson, la psicología se definía como ciencia del comportamiento −externo, observable−, y no de la mente, consideración que excluía a los fenómenos psíquicos internos como objeto de estudio y a los métodos introspectivos como técnica para estudiarlos. Sin embargo, la introspección continuó estudiándose desde otros enfoques, como el de la Gestalt, que comenzó en Alemania como estudio de la percepción, para luego extenderse a otros campos, como la resolución de problemas, el aprendizaje, la creatividad, e incluso las dinámicas sociales (en especial la microsociología de grupos pequeños, con aplicaciones industriales y terapéuticas). Frente al asociacionismo inherente al enfoque de Wundt o de los conductistas, la psicología de la Gestalt recalcaba la importancia de las configuraciones globales de estímulos, las relaciones de estos entre ellos y con el contexto 9 (relaciones figura−fondo), así como su organización activa. En consecuencia, la psicología experimental englobaba ya desde sus inicios una considerable diversidad de métodos, intereses, y puntos de vista, que le han permitido encontrar multitud de aplicaciones prácticas en la industria, la educación y la terapia, entre otras áreas. Las preocupaciones tradicionales hacia la psicofísica, la percepción, la memoria y el aprendizaje, persisten, pero se complementan con enfoques fisiológicos y el uso de procedimientos estadísticos para diseñar experimentos y analizar datos; la tecnología de las computadoras también ha influido en los métodos y teorías de la psicología experimental, en la que más recientemente, la influencia dominante del paradigma conductista ha sido mitigada por el resurgir del estudio de los fenómenos psíquicos internos con el domino del paradigma cognitivo, y la creciente alianza de esta tendencia de la psicología con la biología. Sin embargo, hasta ahora, ninguna teoría ha unificado la psicología experimental, que en la práctica es una amalgama de las diferentes corrientes de la psicología con sus respectivas áreas de interés. PSICOLOGÍA INDUSTRIAL Aplicación de diversas técnicas psicológicas a la selección y adiestramiento de los trabajadores de una organización empresarial y a la promoción de condiciones y técnicas de trabajo eficientes, así como a la satisfacción laboral de los propios trabajadores. Este campo de la psicología aplicada cobró importancia en Estados Unidos durante la II Guerra Mundial, cuando se hizo necesario reclutar y formar a los muchos trabajadores que necesitaba la expansión industrial de la época. La selección de trabajadores para una tarea concreta consiste esencialmente en detectar las aptitudes y rasgos de personalidad más idóneos para el puesto y a partir de ahí (análisis de tarea) seleccionar las pruebas necesarias para determinar qué candidatos se ajustan mejor a ese perfil idóneo. El desarrollo de pruebas de esta clase ha sido, durante bastante tiempo, un campo básico de la investigación psicológica. Cuando el trabajador está en su puesto y ha sido formado, el principal objetivo del psicólogo industrial es encontrar el modo en que la tarea concreta sea acometida con un mínimo de esfuerzo y un máximo de satisfacción individual. La función del psicólogo, en consecuencia, difiere de la del experto en eficiencia, que da prioridad al incremento de la productividad. Las técnicas psicológicas empleadas para aminorar el esfuerzo necesario para realizar un trabajo determinado incluyen un detallado estudio de los movimientos requeridos para el trabajo, el equipamiento usado, y las condiciones en que se realiza. Estas condiciones incluyen la ventilación, la climatización, la iluminación, la ausencia de ruidos, y cualquier otra circunstancia que afecte al confort o al ánimo del trabajador. Tras hacer tal estudio, el psicólogo industrial a menudo determina que el trabajo en cuestión puede realizarse con menor esfuerzo si se modifican las rutinas utilizadas en la tarea, se cambia la posición de las herramientas, o se mejoran las condiciones ambientales. Los psicólogos industriales han estudiado también los efectos de la fatiga sobre los trabajadores para determinar la modalidad de la jornada laboral que genera una mayor productividad. En algunos casos, tales estudios han demostrado que la producción total de una tarea puede 10 mejorarse reduciendo el número de horas de trabajo o incrementando el número de periodos de descanso durante la jornada. Los psicólogos industriales pueden también sugerir que haya exigencias menos directas para la mejora general de los resultados del trabajo, como mejorar los canales de comunicación entre la dirección y los empleados. PSICOLOGÍA INFANTIL Estudio del comportamiento de los niños que incluye sus características físicas, cognitivas, motoras, lingüísticas, perceptivas, sociales y emocionales, desde el nacimiento a la adolescencia. Los psicólogos infantiles intentan explicar las semejanzas y las diferencias entre los niños, así como su comportamiento y desarrollo, tanto normales como anormales. También desarrollan métodos de tratar problemas sociales, emocionales y de aprendizaje, suministrando terapia en consultas privadas y en escuelas, hospitales y otras instituciones. Las dos cuestiones críticas para los psicólogos infantiles son: primero, determinar cómo las variables ambientales (el comportamiento de los padres, por ejemplo), y las características biológicas (como las predisposiciones genéticas), interactúan e influyen en el comportamiento; y segundo, entender cómo los distintos cambios en el comportamiento se relacionan y se influyen mutuamente. Historia Tanto Platón como Aristóteles escribieron sobre la infancia. El primero creía que los niños nacen ya dotados de habilidades específicas que su educación puede y debe potenciar. Sus puntos de vista tienen hoy continuación en la idea de las diferencias individuales ante una misma educación. Aristóteles, por su parte, propuso métodos de observación del comportamiento infantil, que fueron precursores de los empleados en la actualidad por los investigadores. Durante varios siglos después, apenas hubo interés por el estudio del niño, al que se veía como un adulto en miniatura, hasta que en el siglo XVIII el filósofo francés Jean−Jacques Rousseau se hizo eco de las opiniones de Platón, postulando que los niños deberían ser libres de expresar sus energías para desarrollar sus talentos especiales. Esta perspectiva sugiere que el desarrollo normal tiene lugar mejor en un ambiente no restrictivo, simplemente de apoyo, idea que hoy nos resulta muy familiar. El estudio científico En el siglo XIX, la teoría de la evolución de Darwin dio un fuerte impulso al examen científico del desarrollo infantil. Su hincapié en el instinto de supervivencia de las distintas especies estimuló el interés por la observación de los niños, como medio de identificar los distintos modos en los que se adaptan al entorno, y como forma también de aprender sobre el peso de la herencia en el comportamiento humano. Estos estudios tuvieron un valor científico limitado, por su falta de objetividad y por su incapacidad para describir adecuadamente los comportamientos observados, haciendo imposible su validación. La investigación científica sobre el desarrollo infantil floreció a comienzos del siglo XX. Uno de los mayores estímulos sería la introducción, en 1916, por parte del psicólogo estadounidense Lewis Terman, del test de inteligencia conocido hoy como Test de Stanford−Binet, que condujo a una serie de estudios sobre el desarrollo intelectual del niño. En la década de 1920, científicos de más de una docena de las mejores universidades estadounidenses comenzaron a 11 realizar observaciones de carácter longitudinal a gran escala de los niños y sus familias: el mismo niño era seguido, observado y examinado durante un cierto periodo de su desarrollo. El psicólogo estadounidense Arnold Gesell creó un instituto de investigación en la Universidad de Yale durante la década de 1920 con el único objetivo de estudiar a los niños, analizando su comportamiento a través de filmaciones, fotograma a fotograma. Además de introducir esta técnica, Gesell aplicó el método cruzado por secciones, en el que distintos niños son observados a varias edades diferentes, planteando por vez primera un desarrollo intelectual por etapas, semejantes a las del desarrollo físico infantil. Los resultados reunidos durante un periodo de veinte años, de la mayoría de los principales estudios, suministraron información abundante sobre los esquemas y las cifras claves en el desarrollo evolutivo, del que también se señalaron pautas, según la edad, para una amplia variedad de comportamientos. Estas normas serían empleadas tanto por los profesionales de la educación como por los padres para valorar su desarrollo. El problema de estos estudios observacionales fue que al tomar como punto de partida la evolución y la genética, dieron poca importancia a las variables ambientales, que fueron prácticamente excluidas de los trabajos sobre la inteligencia. Estudios ambientales Al tiempo que la observación científica conocía sus mejores momentos, otros investigadores escribían sobre la función del ambiente en el desarrollo y comportamiento infantiles. Sigmund Freud hizo hincapié en el efecto de las variables ambientales en el desarrollo, e insistió especialmente en la importancia del comportamiento de los padres durante la infancia, fundando toda una corriente, y estableciendo una serie de teorías básicas sobre el desarrollo de la personalidad que aún hoy influyen en los psicólogos infantiles. Por otra parte, el psicólogo estadounidense John B. Watson, uno de los fundadores y el principal representante del conductismo, insistió también en la importancia de las variables ambientales, en este caso analizadas como estímulos progresivamente asociados, por condicionamiento a diferentes respuestas, que se iban aprendiendo y modelando al recibir refuerzos positivos (recompensas) o negativos (castigos), o simplemente extinguiendo por la ausencia de refuerzo tras su ejecución. Esta perspectiva, que tuvo en la década de 1950 un gran impacto en las investigaciones sobre los niños, negaba casi totalmente la influencia de variables biológicas o predisposiciones innatas. De esta forma la mente del recién nacido era una especie de hoja en blanco sobre la que los diferentes comportamientos vendrían determinados por las circunstancias ambientales de la experiencia, por lo que las diferencias entre los distintos individuos serían fruto únicamente de esas distintas experiencias. La escuela conductista reforzó los estudios experimentales, e incorporó la psicología infantil a la corriente fundamental de la psicología. No obstante, aunque sus contribuciones al estudio del desarrollo fueron importantes, hoy su perspectiva se considera excesivamente reduccionista. Más tarde, a comienzos ya de la década de 1970, la atención se volvió al trabajo del psicólogo suizo Jean Piaget que desde los años veinte había 12 escrito sobre el desarrollo cognitivo del niño. Piaget consideraba sus estudios como epistemología genética (estudio del origen del conocimiento humano) y sus teorías dieron lugar a trabajos más avanzados, más profundos, con más entidad teórica en psicología infantil. Estos trabajos utilizan tanto métodos de observación cuanto experimentales y, teniendo en cuenta el comportamiento, integran variables biológicas y ambientales. Podemos afirmar pues que la actual psicología evolutiva tiene sus orígenes en la teoría de la evolución darwiniana, pero también incorpora las preocupaciones de Watson y los conductistas por la influencia de las circunstancias ambientales. Teorías evolutivas o del desarrollo Una teoría del desarrollo debe reflejar el intento de relacionar los cambios en el comportamiento con la edad cronológica del sujeto; dicho de otro modo, las distintas características conductuales deben relacionarse con etapas específicas del crecimiento.Las leyes que regulan las transiciones entre estas diferentes etapas del desarrollo también deben identificarse. Las teorías evolutivas principales son la teoría freudiana de la personalidad y la de la percepción y cognición de Piaget. Ambas explican el desarrollo humano en términos interactivos de determinantes biológicos y circunstancias ambientales. La teoría de Freud se basa en el concepto de que una personalidad sana requiere satisfacer sus necesidades instintivas, a lo que se oponen el principio de realidad y la conciencia moral, representados, desde una perspectiva estructural, por las tres instancias de la personalidad: el ello (fuente de los impulsos instintivos), el yo (instancia intermedia, que trata de controlar las demandas del ello y las del superyó, adaptándolas a la realidad) y el superyó (representación de las reglas sociales incorporadas por el sujeto, especie de conciencia moral). El centro fisiológico de los impulsos instintivos cambia con la edad, y los periodos de los diferentes centros se denominan etapas. El ello de los recién nacidos, por ejemplo, alcanza la máxima satisfacción al mamar, actitud que define la etapa oral, primera etapa de las cuatro que permiten llegar a la sexualidad adulta. Freud integró así en su teoría las variables biológicas y las ambientales. Por su parte, Piaget construye sus teorías sobre el supuesto de que desde el nacimiento los seres humanos aprenden activamente, aún sin incentivos exteriores. Su desarrollo cognitivo, durante todo ese aprendizaje, pasa por cuatro etapas bien diferenciadas en función del tipo de operaciones lógicas que se pueden o no realizar: En la primera etapa, la de la inteligencia sensoriomotora (del nacimiento a los 2 años aproximadamente), el niño pasa de realizar movimientos reflejos inconexos al comportamiento coordinado, pero aún carece de la formación de ideas o de la capacidad para operar con símbolos. En la segunda, etapa del pensamiento preoperacional (de los 2 a los 7 años aproximadamente), el niño es capaz ya de formar y manejar símbolos, pero aún fracasa en el intento de operar lógicamente con ellos, como probó Piaget mediante una serie de experimentos. En la tercera etapa, la de las operaciones concretas (de los 7 a los 11 años aproximadamente), el sujeto comienza a ser capaz de manejar las operaciones lógicas esenciales, pero siempre que los elementos con los que se realizan sean referentes concretos (no símbolos de segundo orden, 13 entidades abstractas como las algebraicas, carentes de un correlato directo con el objeto). Por último, en la etapa de las operaciones formales o abstractas (desde los 12 años en adelante, aunque, como Piaget determinó, la escolarización puede adelantar este momento hasta los 10 años incluso), el sujeto se caracteriza por la capacidad de desarrollar hipótesis y deducir nuevos conceptos, manejando representaciones simbólicas abstractas, sin referente real directo, con las que realiza operaciones lógicas correctamente. Desarrollo infantil Los diversos aspectos del desarrollo del niño abarcan el crecimiento físico, los cambios psicológicos y emocionales, y la adaptación social. Muchos determinantes condicionan las pautas de desarrollo y sus diferentes ritmos de implantación. ¿Herencia o ambiente? Hay acuerdo general en que las pautas del desarrollo del niño están determinadas conjuntamente por condiciones genéticas y circunstancias ambientales, aunque subsisten vehementes discrepancias sobre la importancia relativa de las predisposiciones genéticas de un individuo. La investigación de este problema ha sido abordada varias veces a través del estudio comparativo de las semejanzas y diferencias entre gemelos monozigóticos (univitelinos) que crecen en ambientes distintos, frente a las de otros gemelos semejantes que han crecido juntos. La hipótesis subyacente a estos estudios es que si la carga genética es determinante, los gemelos que han sido separados serán tan similares en la mayoría de los aspectos medidos como los que han estado juntos. Esta hipótesis asume la existencia de una neta diferencia entre los ambientes de los gemelos separados, cosa que parece bastante cuestionable. Excepto en algún caso en el que el entorno sea especialmente hostil, las pautas y las medidas del desarrollo físico y motor parecen estar genéticamente controladas, pero las investigaciones también indican que ambas variables, genéticas y ambientales, contribuyen al comportamiento intelectual. También existe un componente genético en las características de personalidad como la introversión/extroversión, nivel de actividad o predisposición a las psicosis. Con relación a este último aspecto, hay que señalar que, aunque se ha avanzado bastante en la identificación de las causas genéticas de los trastornos mentales, aún es necesaria más investigación para comprender mejor cómo actúan los condicionantes genéticos en los niños normales. Crecimiento físico Como media, un recién nacido pesa 3,4 kilos y mide 53 centímetros, con la cabeza desproporcionadamente mayor que el resto del cuerpo. En los tres primeros años el aumento de peso es muy rápido, después se mantiene relativamente constante hasta la adolescencia, momento en el que se da el "estirón", menor, no obstante, que el del primer crecimiento infantil. Los estudios realizados muestran que las cifras de crecimiento dependen de la salud del niño, disminuyendo la progresión durante las enfermedades para acelerarse de nuevo en las convalecencias, hasta alcanzar la altura y el peso apropiados. Actividad motora Entre el nacimiento y los 2 años tienen lugar los cambios más drásticos 14 en este terreno. El niño pasa de los movimientos descoordinados del recién nacido, en el que predomina la actividad refleja, que desaparece parcialmente después (por ejemplo, el reflejo de prensión, que si se roza provoca el cierre involuntario de los dedos formando un puño), a la coordinación motora del adulto a través de una serie de pautas de desarrollo complejas. Por ejemplo, el caminar, que suele dominarse entre los 13 y los 15 primeros meses, surge de una secuencia de catorce etapas previas. La investigación muestra que la velocidad de adquisición de las capacidades motoras es determinada de forma congénita, y que en su aprendizaje no influye la práctica. No obstante, si el sujeto es sometido a restricciones motoras severas, se alterarán tanto la secuencia como la velocidad de este desarrollo. Después de adquirir las capacidades motoras básicas, el niño aprende a integrar sus movimientos con otras capacidades perceptivas, especialmente la espacial. Ello es crucial para lograr la coordinación ojo/mano, así como para lograr el alto nivel de destreza que muchas actividades deportivas requieren. Lenguaje La capacidad para comprender y utilizar el lenguaje es uno de los principales logros de la especie humana. Una característica asombrosa del desarrollo del lenguaje es su velocidad de adquisición: la primera palabra se aprende hacia los 12 meses, y a los 2 años de edad la mayoría de los niños tienen ya un vocabulario de unas 270 palabras, que llegan a las 2.600 a la edad de 6 años. Es casi imposible determinar el número de construcciones posibles dentro del lenguaje individual. No obstante, los niños construyen frases sintácticamente correctas a los 3 años y construcciones verbales muy complejas a los 5 años. Este extraordinario fenómeno no puede explicarse simplemente desde la teoría del aprendizaje, lo que ha llevado a establecer otras hipótesis. La más destacada es, posiblemente, la del lingüista estadounidense Noam Chomsky, quien planteó que el cerebro humano está especialmente estructurado para comprender y reproducir el lenguaje, por lo que esta capacidad no requiere aprendizaje formal, y se va desarrollando hasta funcionar perfectamente al entrar el niño en contacto con el lenguaje. Aunque los psicolingüistas del desarrollo no están de acuerdo con todos los conceptos de Chomsky, sí aceptan los sistemas lingüísticos mentales especiales. Aún hoy, los teóricos del lenguaje especulan con la relación entre el desarrollo cognitivo y el lenguaje, asumiendo que el lenguaje refleja los conceptos del niño y se desarrolla al mismo tiempo que crecen sus conceptos. Formación de la personalidad Las teorías de la personalidad son intentos de describir cómo se comporta la gente para satisfacer sus necesidades físicas y fisiológicas. La incapacidad para satisfacer tales necesidades crea conflictos personales. La formación de la personalidad es contemplada como el proceso por el que los niños aprenden a evitar estos conflictos cuando es posible, y a manejarlos cuando inevitablemente ocurren. Los padres excesivamente extrictos o demasiado permisivos limitan las posibilidades de los niños en lo que respecta a evitar y controlar los conflictos. 15 Una respuesta normal para las situaciones conflictivas es recurrir a los mecanismos de defensa, como la racionalización o la negación (por ejemplo, rechazando haber tenido alguna vez una meta u objetivo específico, aunque sea obvio que se tuvo). Aunque todos empleamos mecanismos de defensa alguna vez, debe evitarse convertirlos en el único medio de enfrentarnos a los conflictos. Un niño con una personalidad equilibrada, integrada, se siente aceptado y querido, lo que le permite aprender una serie de mecanismos apropiados para manejarse en situaciones conflictivas. Inteligencia y aprendizaje La inteligencia podría definirse como la capacidad para operar eficazmente con conceptos verbales abstractos. Esta definición se refleja en las preguntas de los tests de inteligencia infantiles. Dos de los más conocidos, el de Stanford−Binet y el Weschler Intelligence Scale for Children (más conocido por WISC, versión infantil de la WAIS −Weschler Adult Intelligence Scale−, la prueba individual de inteligencia más famosa), se usan tanto para medir el desarrollo intelectual del niño como para predecir sus resultados académicos. Debido a la relación entre el éxito escolar de un niño y su capacidad de razonamiento verbal, el contenido de estos tests parece apropiado, como demuestra la relación que hay entre los resultados en los tests de inteligencia y el éxito escolar. Sin embargo, las predicciones basadas exclusivamente en los tests de este tipo resultan imperfectas, porque no se mide la motivación, y porque el conocimiento sobre las capacidades necesarias para el éxito escolar es incompleto. También se ha cuestionado que los tests de inteligencia sean apropiados para niños de minorías étnicas, que pueden no responder adecuadamente a ciertos ítems debido a diferencias culturales o a falta de comprensión del lenguaje empleado, más que por carencia intelectual. Por ello, los tests de inteligencia deben interpretarse con cuidado, dentro de un proceso de evaluación psicológica completo y profesional, y no como un índice aislado con capacidad explicativa y/o productiva absoluta. Relaciones familiares Las actitudes y valores de los padres y su comportamiento con sus hijos influyen sin duda en su desarrollo, al igual que las características específicas de los niños también influyen en el comportamiento y actitud de los padres. Los niños minusválidos, por ejemplo, requieren más atención y suelen causar más ansiedad a los padres que los niños sin minusvalías. Una serie amplia de investigaciones ha podido concluir que el comportamiento de los padres hacia los hijos es muy variado, yendo desde la educación más estricta hasta la superpermisividad, de la calidez a la hostilidad, o de la implicación ansiosa a la más serena despreocupación. Estas variaciones en las actitudes originan muy distintos tipos de relaciones familiares. La hostilidad paterna o la total permisividad, por ejemplo, suelen relacionarse con niños muy agresivos e indóciles, mientras que una actitud cálida y restrictiva por parte de los padres suele motivar en los hijos un comportamiento educado y obediente. Los sistemas de castigo también influyen en el comportamiento. Por ejemplo, los padres que abusan del castigo físico tienden a generar hijos que se exceden en el uso de la agresión física, ya que precisamente uno de los modos más frecuentes de adquisición de pautas de comportamiento es por 16 imitación de las paternas (aprendizaje por modelado). Relaciones sociales Las relaciones sociales infantiles suponen interacción y coordinación de los intereses mutuos, en las que el niño adquiere pautas de comportamiento social a través de los juegos sociales, especialmente dentro de lo que se conoce como su grupo de pares (niños de la misma edad y aproximadamente el mismo status social, con los que comparte tiempo, espacio físico y actividades comunes). De esta manera pasan desde los años previos a su escolarización hasta su adolescencia por sistemas sociales progresivamente más sofisticados que influirán en sus valores y en su comportamiento futuro. La transición hacia el mundo social adulto es apoyada por los fenómenos de liderazgo dentro del grupo de iguales, donde se atribuye a los diferentes miembros papeles distintos en función de su fortaleza. Además, el niño aprende la necesidad de un comportamiento cooperativo y de una organización para la consecución de los objetivos del grupo, y los modos de resolver conflictos entre individuos. La conformidad (acatamiento de las normas del grupo social) con este grupo de pares alcanzará su cota máxima cuando el niño llegue a la pubertad, a los 12 años aproximadamente y, nunca desaparecerá del comportamiento social del individuo, aunque sus manifestaciones entre los adultos sean menos obvias. Los miembros de los grupos de pares cambian con la edad, tendiendo a ser homogéneos (del mismo sexo, de la misma zona) antes de la adolescencia. Después pasan a depender más de las relaciones de intereses y valores compartidos, formándose grupos más heterogéneos. Socialización El proceso mediante el cual los niños aprenden qué es lo aceptable y lo inaceptable en su comportamiento se llama socialización. Se espera que los niños aprendan, por ejemplo, que las agresiones físicas, el robo y el engaño son inaceptables, y que la cooperación, la honestidad y el compartir son valiosos. Algunas teorías sugieren que la socialización sólo se alcanza a través de la imitación o a través de un proceso de premios y castigos. Sin embargo, las teorías más recientes destacan el papel de las variables cognitivas y perceptivas, del pensamiento y el conocimiento, sosteniendo que la maduración social exigiría la comprensión explícita o implícita de las reglas del comportamiento social aplicables en las diferentes situaciones tipo. La socialización también incluye la comprensión del concepto de moralidad. El psicólogo estadounidense Lawrence Kohlberghas demostró que el pensamiento moral tiene tres niveles, incluyendo uno inferior, donde la regla se cumple sólo para evitar el castigo (nivel característico de los niños muy pequeños) y uno superior, en el que la persona comprende racionalmente los principios morales universales necesarios para la supervivencia social. Por supuesto, la comprensión de estos conceptos morales a menudo es incoherente con el comportamiento real, por lo que, como han mostrado algunas investigaciones empíricas, el comportamiento moral varía en cada situación y es impredecible. Tendencias actuales Los psicólogos infantiles continúan interesados en la interacción de los condicionantes biológicos y las circunstancias ambientales que influyen en el comportamiento y su desarrollo, en el papel de las variables cognitivas en la socialización, especialmente en la adopción del rol 17 sexual correspondiente, y en la comprensión misma de los procesos cognitivos, su adquisición y evolución. Actualmente, los psicólogos están de acuerdo en que determinados factores de riesgo biológicos, como el peso escaso en el momento del nacimiento, la falta de oxígeno antes o durante el mismo, y otros handicaps físicos o fisiológicos son importantes en el desarrollo y en el comportamiento posterior del individuo. Diversos estudios longitudinales tratan de determinar cómo los factores de riesgo afectan a las experiencias infantiles, y cómo las diferencias en estas experiencias afectan a su comportamiento. Estas investigaciones aportarán métodos de ayuda a los niños con factores de riesgo para un mejor desarrollo. El papel de las variables cognitivas en el aprendizaje de los roles sexuales en los niños y los estereotipos sobre las diferencias sexuales también se están investigando, aunque sólo se han localizado pequeñas diferencias entre ambos sexos: por ejemplo, las niñas suelen ser mejores en las tareas que requieren capacidades verbales, y los niños en las que dependen de capacidades matemáticas; tampoco está claro cómo interactúan las condiciones innatas con las circunstancias ambientales para producir tales diferencias. Los roles sexuales se han definido nítidamente en nuestra cultura, pero la presión favorable para el cambio de estas pautas está rompiendo poco a poco estos estereotipos, permitiendo que un individuo, con independencia del sexo al que pertenezca, cambie o adapte su comportamiento a las exigencias de las situaciones específicas con las que se enfrenta. Otra buena parte de las investigaciones actuales en psicología evolutiva tratan de identificar los componentes cognitivos (tales como la memoria o la capacidad de atención) empleados en la resolución de problemas. Los investigadores en psicología evolutiva (o psicología del desarrollo) trabajan también en la identificación de los procesos que ocurren en la transición de un nivel de pensamiento al siguiente durante el desarrollo del individuo. Otro área de investigación son los componentes cognitivos de la lectura y el cálculo. Se espera que estas investigaciones conduzcan a la mejora de los métodos de enseñanza académica y de educación especial. PSICOLOGÍA SOCIAL APLICADA Los principios desarrollados en el laboratorio y en la investigación de campo en psicología social han sido aplicados a la resolución de varios problemas en situaciones sociales reales. Los asesores y los investigadores de la psicología social han trabajado para aminorar los problemas hallados en las relaciones étnicas, internacionales, laborales e industriales, en el comportamiento económico y político, en la educación, la publicidad y la salud mental comunitaria. Las industrias, las organizaciones, las escuelas y los grupos de trabajo de diversa índole recurren regularmente a los servicios de los psicólogos sociales para mejorar las relaciones interpersonales, incrementar la comprensión de las relaciones entre los miembros de los grupos en conflicto y diagnosticar y ayudar a corregir los problemas en la productividad del grupo y la organización. Relaciones sociales También se han interesado los especialistas de este área por las relaciones de amistad o amor, mostrando, por ejemplo, que las relaciones duraderas responden a pautas típicas de reglas y comportamientos que 18 cambian según progresa la relación. Distintas teorías han tratado de explicar el balance de costes−beneficios que sostienen estas relaciones. El éxito de las relaciones personales está además, ligado a la salud física y mental. Comunicación interpersonal Los psicólogos sociales consideran el lenguaje y la comunicación como algo central en la organización de la vida social. Hay una larga tradición de investigaciones sobre comunicación no verbal que muestran cómo una compleja comunicación inconsciente que utiliza el lenguaje del cuerpo es básica para el funcionamiento armónico de la interacción social (la simpatía y el afecto se expresan en general de este modo). Recientemente, se ha dado en la psicología social un interés creciente por el discurso. El papel del lenguaje en la construcción del mundo social es examinado utilizando métodos provenientes de la crítica literaria y la lingüística. Cognición social La cognición social ha sido el enfoque dominante en la psicología social desde la década de los 70: se ocupa de las percepciones y creencias de la gente sobre el mundo social. Las principales áreas abarcan el estudio de cómo las personas se explican su propio comportamiento y el de los demás; los estereotipos que las personas tienen formados sobre los sucesos sociales; la concepción de ellas mismas y su papel en el mundo social al que pertenecen; y en qué se ocupan en las diferentes situaciones sociales, así como el efecto de todo ello en el pensamiento y la motivación. 19