Las representaciones sociales de las estudiantes de

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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ARAGÓN
INVESTIGACIÓN EN ESTUDIOS DE GÉNERO
PROYECTO DE INVESTIGACIÓN
Habitus-Artefactus.
Las herramientas e utensilios de limpieza como constructores simbólicos de
género.
Mtra. En D. I. Alma Martínez Cruz
RESUMEN
La investigación propone analizar a partir de las construcciones simbólicas de género,
de cómo los objetos de la vida cotidiana, principalmente en el ámbito doméstico y que
por su apariencia, función o destreza para usarlos, se han establecidos culturalmente
como lo “propios” de las mujeres (femenino) y de los hombres (masculino).
Particularmente hablaré sobre los casos de las herramientas y los utensilios de
limpieza, siendo estos objetos (diseños) dentro del imaginario colectivo, artefactos que
nos remiten a ciertas características formales y que en las carreas de diseño industrial,
en específico de la Facultad de Estudios Superiores de la UNAM, son en donde se
configuran estos objetos de la vida cotidiana.
ABSTRACT
The research aims to analyze from the symbolic constructions of gender, of how the
objects of everyday life, especially in the domestic and in appearance, function or skill to
use them, have established culturally as "own" the women (women) and men (male).
Particularly talk about cases of tools and cleaning supplies, and these objects (designs)
in the collective imagination artifacts that refer to certain formal characteristics and
Carreras in industrial design, in particular the School of Higher Studies UNAM, is where
you configure these objects of everyday life.
KEY WORDS
Symbolic constructions of gender, culture, design.
1
ÍNDICE
1.- Conceptualización de construcción social de género, cultura, diseño, herramientas y
utensilios de limpieza.
2.- Construcción simbólica de las herramientas y los utensilios de limpieza.
3.- La casa como agente socializador donde se crea y se recrean los estereotipos de
género.
4.- La configuración de los diseños dentro de la academia en el área de Diseño.
INTRODUCCIÓN.
La propuesta se centra bajo la idea de que el género como categoría de análisis, ofrece
una propuesta teórica enriquecedora a los estudios del diseño, el género como
organizador significativo en las sociedades humanas y el diseño como conjunto de
signos, sus componentes como forma, líneas, colores, texturas, volúmenes, etcétera, se
consideran como elementos significantes, es decir, como susceptibles de ser
portadores de sentido.1
La investigación se centra bajo la premisa de que el diseño, forma parte de del sistema
cultural. El diseño industrial, como una actividad proyectual concreta, se le reconoce
principalmente como productora de objetos. “El objeto, de cualquier modo, entrañable o
ajeno, adoptado o impuesto, siempre es singularizado: en su manipulación y
1
Ver, GONZÁLEZ, César, El significado del diseño y la construcción del entorno, Capítulo 3. La semiótica narrativa.
Un enfoque sobre la significación en Diseño. Designio, México, 2007.
2
significados se ejercen de un modo personal, una experiencia, una historia particular de
vida; en él (cada uno de los objetos) nuestra percepción reconoce el reflejo de las
creencias compartidas dentro de alguna de las comunidades a las que pertenecemos, y
también de nuestra biografía.”2
“El objeto no solo es materia tangible o una forma más de manifestación física de la
cultura; el diseño es también una creencia: un modo de vinculación intangible entre los
miembros de una comunidad, entre sus deseos, su pasado y sus proyectos comunes.
El objeto es imprescindible para construir la cultura.”3
Por ello, se establece la importancia de analizar al diseño (objeto) como constructor
simbólico de género.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA.
Dentro de los estudios de diseño, proponer la perspectiva de género, es fundamental
para formar una nueva manera de reflexionar los objetos que se configuran desde la
academia, en el caso particular de la licenciatura en Diseño Industrial de la Fes-Aragón
de la UNAM, y así poder ayudar a resolver los problemas de inequidad, desigualdad,
exclusión y discriminación que existe en nuestra sociedad, reconociendo la diversidad y
las diferencias, ya que los objetos de la vida cotidiana (diseños), son productos
culturales, que asignan atributos a las mujeres y a los hombres según sus “diferencias
sexuales. Tejer, cocinar, curar, sembrar la tierra, entre otros, son asignados para unos u
otras según sea la función social o de la actividad y el valor en términos de poder.”4
2
3
MARTÍN, Fernando, Contribuciones para una antropología del diseño, Gedisa, Madrid, 2002, pág. 14.
Ibíd., p. 15.
4
Ver, AGUILAR, Beatriz, La perspectiva de género y la formación de identidades simbólicas de mujeres y
hombre. Una postura intersubjetiva de interpretación.
http://www.uaemex.mx/faapauaem/docs/edesp/caminos%20hacia%20la%20equidad%202007/perspect
iva.html
3
JUSTIFICACIÓN.
Se busca analizar, reflexionar y argumentar teóricamente las construcciones simbólicas
de género que pueden llegar a tener ciertos objetos de la vida cotidiana y mostrar al
área del Diseño Industrial, lo importante que es establecer nuevas relaciones entre los
objetos y los usuarios, así como deconstruir el orden simbólico de los objetos que nos
rodean y que ha impactado severamente nuestras relaciones sociales.
OBJETIVO.
Analizar cómo se construyen simbólicamente el género a través de objetos (diseños) de
la vida cotidiana, en este caso, las herramientas y los utensilios de limpieza.
HIPÓTESIS
Si objetos de la vida cotidiana están diseñados para ser usados por hombres o por
mujeres según su apariencia, tareas o funciones, entonces, la mayoría de los diseños
refuerzas la construcción simbólica de género.
MARCO TEÓRICO.
El concepto de género, desde diversas teóricas feministas, nos explica Lamas, se
determina como un conjunto de ideas, representaciones, prácticas y prescripciones
4
sociales que una cultura desarrolla desde la diferencia anatómica entre sexos, para
simbolizar y construir socialmente lo que es “propio” de los hombres (lo masculino) y lo
que es “propio” de las mujeres (lo femenino).5
La construcción simbólica de género, es decir, el conjunto de características y atributos
que una determinada cultura asigna como masculino o femenino, expresada a través de
significados y significantes, busca fundamentalmente distinguir los niveles de
intervención de la diferencia entre géneros, de modo que pueda discernirse en la
categoría de lo simbólico.
Lamas refiere la necesidad de adentrarnos al pensamiento sobre el hábitus a partir de
Mauss y de Bourdieu, el primero, utiliza éste término como sinónimo de “costumbre” o
“exis”, lo adquirido. El segundo, lo refiere a la realidad social, a la simbolización a través
de articulaciones metafóricas e institucionales.6
En cuestión de género, Maus muestra las diferencias entre los sexos que se encuentran
inmersas en el conjunto de oposiciones que organizan la división de tareas y
actividades, y los papeles sociales. En tanto Bourdieu reconstruye la composición
hombre/mujer, mostrando cómo operan sus distinciones.
El concepto de cultura, en tanto orden específicamente humano, funciona como un
sistema simbólico. Para Freud, por ejemplo, las primeras hazañas culturales fueron el
“uso de instrumentos” (objetos), ya que estos, son los que retienen nuestras
impresiones tanto visuales como auditivas; ambas son materializaciones de la facultad
de recordar, de nuestra memoria.
Cliffort Geertz7 habla de la cultura como una concepción simbólica, precisándola en
pautas de significación las cuales deben ser reguladas, concesionadas con cierta
coherencia para que sean significativas para los actores sociales y sean legitimadas,
5
Ver, Lamas, Marta, Género: La construcción cultural de diferencias de sexual, pág. 84.
Ibid.
7
Véase, GEERTZ, Cliffort, La interpretación de las culturas.
6
5
que lo simbólico, es del mundo de las representaciones sociales materializadas en
formas sensibles y, que en consecuencia lo simbólico recubre el vasto conjunto de los
procesos sociales de significación y comunicación.
John Thompson8 sin embargo, plantea que Geertz, no presta demasiada atención a las
relaciones sociales estructuradas, donde se insertan los símbolos y las acciones
simbólicas y, es entonces que plantea la concepción estructural, donde los fenómenos
culturales pueden entenderse como formas simbólicas en contextos estructurados.
La concepción estructural de la cultura, ubicada dentro de un contexto público, se
puede dar a través de los medios de comunicación (siendo que el diseño también es
uno de ellos), sus estructuras no están en una superficie plana sin conflictos; no todo es
interpretación, hay diferencias de géneros, de status, etcétera. Existe una estructura
social, una realidad social, las pautas no se van a dar al azar, son homogéneas. Hay
pluralidad de pautas de significaciones dominantes y subalternas.
Si nos acercamos al funcionamiento de la cultura en sociedades tradicionales, así como
a la construcción de los ordenes referenciales que integran y dan sentido a todo lo que
existe y funciona dentro de ellas, nos dice Serret, veremos que hay elementos
referenciales que no funcionan en tanto símbolos pues no tienen sentido por sí mismos,
por lo tanto, la unidad mínima del orden simbólico, sino una pareja de símbolos, una
pareja simbólica.” 9 Los elementos que conforman la pareja simbólica del género son:
masculino, como categoría central, y femenino como categoría límite.
Serret propone, al establecer la pareja simbólica como unidad mínima, el concepto
libido del psicoanálisis freudiano, basado en la metáfora del deseo. “Todo aquello que
genera el ser humano obedece a impulsos que se explican por una carencia imaginaria
inicial que nos lleva a pensar en el deseo como motor de la cultura.”10
8
Véase, THOMPSON, John, Ideología y cultura moderna.
SERRET, Hacia una redefinición de las identidades de género, Géneros, PUEG-UNAM, México, pág. 75.
10
SERRET, Hacia una redefinición de las identidades de género, Géneros, PUEG-UNAM, México, pág. 80.
9
6
“Existen dos marcas de género que son clave en la institución de la cultura; se trata de
dos formas en que se actúa la diferenciación de género simbólico, la ritualización de la
dinámica libidinal en las prácticas comunitarias sociales: la primera es la división sexual
del trabajo, es decir, la prohibición de que las mujeres realicen trabajos categorizados
como naturalmente de hombres y viceversa; la segunda es el tabú del incesto…” 11
En cuanto a la división del trabajo, Lagarde pregunta si éste es natural o histórico,
estableciendo que las formas históricas de la masculinidad y la feminidad se construyen
en torno al trabajo.
“El hecho de que hombres y mujeres en las más diversas sociedades se dediquen a
diferentes actividades y realicen trabajos excluyentes ha sido conceptualizado -a
excepción del feminismo-, como inherente a la diferencia sexual. Se le ha relacionado
con la posesión y con la carencia de cualidades físicas, intelectuales, emocionales, y
con destrezas específicas para cada sexo. La relación entre sexo y trabajo es
considerado en las ideologías sexistas.”12
En el orden simbólico, nos dice Serret, podemos encontrar el origen de las dinámicas,
transhistóricas de interacción entre los seres humanos a partir de lo que se imaginariza
como sus géneros, sus pertenencias a una cierta naturaleza; de masculinidad o
feminidad, Estos significa que la verdad del género no surge en el imaginario, no nace
de los cuerpos, por el contrario: la construcción del cuerpo y la sexualidad es un
resultado del género simbólico.
“En 1937, Murdock hizo una comparación de la división sexual del trabajo en varias
sociedades, concluyendo que no todas las especializaciones por sexo pueden ser
explicadas por las diferencias físicas entre los sexos; eso es especialmente evidente en
lo que se refiere a la manufactura de objetos, para la que no es la fuerza la que
11
12
SERRET, Hacia una redefinición de las identidades de género, Géneros, PUEG-UNAM, México, pág. 82.
LAGARDE, Marcela, Los cautiverios de las mujeres, pág. 113.
7
determina, por ejemplo, si un varón o una mujer elabora una canasta, sino el hecho de
que si esa canasta va a ser utilizada en tareas consideradas femeninas o masculinas”13
Al hablar del objeto como espacio acotado, según nos dice Maffesoli ante su reflexión
sobre la “sociedad de los objetos”, se encuentra dentro de habitus cotidiano, por ello
nos muestra dos ejemplos, uno de Simmel y otro de Bloch, de cómo ellos analizaron, el
“asa” del florero y el caso de la “jarra” como amplitud de las relaciones simbólicas.14
“Para la antropología, el trabajo ha sido nodal en la interpretación de la evolución
histórica. A la pregunta acerca de ¿qué grupos de homínidos pueden ser considerados
humanos?, se ha respondido que son aquellos asociados a herramientas, es decir
seres que trabajaron, como homo faber o el homo habilis.”15
Las herramientas, se refiere a los útiles específicos con los que se realiza una tarea y
que son de uso común en la fabricación o el campo.
16
Mientras los utensilios de
limpieza, son herramientas y dispositivos que permiten limpiar una superficie (escoba,
cepillo, esponja, plumero, etc.).17
Las herramientas son artefactos, que a lo lago de la historia han sido asignados para el
género masculino, objetos hechos por hombres para hombres, mostrando en su
estética, características “propias de varones”. En una investigación anterior: Las
representaciones sociales de las estudiantes de diseño industrial, respecto a su relación
con las herramientas, por ser el diseño industria, una disciplina en la cual involucran
asignaturas que implican el uso y manejo de herramientas manuales, actividad
vinculada a las destrezas masculinas, y que en pocas ocasiones se relaciona con
conductas femeninas y, cuando se les llega a vincular, en publicidad por ejemplo, se
muestra una mujer como objeto sexual acompañando a estas herramientas, o también
como una mujer empoderada de estos artefactos con una imagen masculinizada, pero
13
LAMAS, Marta, La antropología feminista y la categoría “género”. Pág. 176.
Ver, Maffesoli, Michel, En el crisol de las apariencias, Capítulo 6.
15
LAGARDE, Marcela, Los cautiverios de la mujer, pág. 112.
16
MARTÍN, Fernando, Contribuciones para una antropología del diseño, Gedisa, Madrid, 2002, pág. 33.
17
http://definicion.de/limpieza/
14
8
generalmente no se le relaciona con herramientas, e incluso se da por hecho que hacer
uso de ellas, es una habilidad desconocida para las mujeres.
Las herramientas, que las podemos dividir en manuales, mecánicas y eléctricas, las
reconocemos en los martillos, taladros, etcétera. Algunas definiciones nos dicen que
son objetos hechos con el fin de realizar una tarea de manera más fácil y que requiere
de una “aplicación correcta de energía”, ya que son utensilios resistentes porque son
principalmente fabricados con materiales como el hierro, que de hecho, de ahí viene su
etimología, del latín ferramentum (instrumento de hierro).
En tanto, que los utensilios de limpieza, que por una parte, son objetos que
simbólicamente tienen que ver con lo doméstico, y por el otro, con el concepto de
limpieza, remiten inmediatamente a lo femenino.
Encontramos estas imagágenes desde la mitología romana, encarnada en la diosa
Vesta, la del “hogar”, correspondiente también con la diosa Hestia de la mitología griega
que entre otros significados, está el de la fidelidad. Como un personaje doméstico, su
imagen la vemos expresada en una mujer que tiene la obligación de mantener
encendido el fuego del hogar, así como acompañada de algún utensilio de cocina o de
limpieza.
En cuanto al término limpieza o limpio, encontramos que etimológicamente viene del
griego lympha y del latín límpidus de la divinidad acuática, de agua, que a su vez deriva
de “mujer joven” y “novia recién casada”, y que dio lugar a ninfa, agua “clara y
cristalina”.
Con esto, establecemos que desde épocas antiguas, y que en su paso de generaciones
tras generaciones, estos artefactos han sido asignados culturalmente para quienes,
desde su condición sexual, han sido condicionados para su uso, manejo y apariencia.
9
METODOLOGÍA.
Tipo de investigación aplicada: enfoque cualitativo.
DISEÑO DE INVESTIGACIÓN.
En esta investigación, se generó un cuestionario a estudiantes y egresados de la
carrera de Diseño Industrial, en total 28, 14 mujeres y 14 hombres, el cual está dividido
en dos secciones; la primera, se pedía su sentir ante aspectos de los objetos de la vida
cotidiana en cuanto a asignación de roles de género. La segunda parte estuvo dirigida
hacia su trabajo de en los talleres de diseño industrial, asignatura ubicada en la
formación profesional que va del 3er al 8vo semestre, considerada como la columna
vertebral de la donde configuran sus diseños.
Como resultado se observó que la mayoría de alumnos, sí observan asignaciones por
género de la mayoría de objetos que los rodean, y por la otra parte, en su experiencia
10
personal al ser ellos quienes desarrollan estos objetos (diseños), hay opiniones
encontradas, ya que mientras unos aceptan que establecen estereotipos que van desde
el uso de colores, formas, materiales y habilidades para su uso, otros manifiestan que lo
que hacen es pensado para ambos sexos.
En una tercera sección del cuestionario, fue opcional, donde se les pedía poner un
comentario o experiencia acerca de lo tratado, la cual, comparto unas ideas.
“Realmente se está alejado de una visión general de género, siempre se ha inculcado
roles sociales de “hombre” y “mujer” y nunca un punto en donde converjan ambos. “
HOMBRE
“Donde existe más dificultad es en la utilización de herramientas que no son adecuadas
para mujeres, y el laboratorio donde no se toma en cuenta.”
HOMBRE
“La mayoría de los objetos en el mercado tienen la tendencia a usar el sexo como
partida para su función, diseño, venta, publicidad etc….”
MUJER
“Cuando entre a la carrera de diseño industrial note que gran parte de las herramientas
y equipo era usado de forma incomoda por nuestras compañeras en los laboratorios,
ahí es claro el paradigma que el trabajo manual es para hombres.”
HOMBRE
“Además es curioso ver que el regalar un objeto a un hombre se puede pensar como
más difícil, por nuestros juicios sobre el gusto masculino, este es un factor a investigar
ya que de esto derivan las tendencias, los colores y las formas a usar en los futuros
productos a diseñar.”
HOMBRE
11
“Viendo este cuestionario me doy cuenta que los profesores al momento de pedir la
justificación de tu diseño, te piden que pongan “rasgos o características” de porqué ese
diseño es para ese género… o peor aún si le poner, por ejemplo algo de hombre a uno
de mujer, te dicen que está mal porque no son sus características.
MUJER
La mayoría de herramientas y máquinas se diseñaron para hombres sobre todo para
poder ajustarlas o usarlas muchas veces se requiere de fuerza y tenemos que recurrir a
la ayuda de un hombre. Deberían poderse regular a diferentes alturas, poder funcionar
con menor esfuerzo, considerar su peso, ya que también hay hombres que no cubren
con el perfil de “fortachón”
MUJER
Creo que todavía falta romper con ciertos estereotipos sobre los géneros, pero me
parece que cada día hay una mayor igualdad entre el sexo masculino y femenino,
MUJER
Viendo este cuestionario me doy cuenta que los profesores al momento de pedir la
justificación de tu diseño te piden que pongas “rasgos, características” de por qué ese
diseño es para ese género en lugar de tratar guiarnos para hacer un diseño unisex o
peor aun si le pones algo por ejemplo de hombre a un diseño para mujer te dicen que
está mal porque esas no son “características” de ese sexo, pienso que deberíamos de
dejar de educarnos de esto es para hombre y esto para mujer, y tratar de unificarlo.
MUJER
Se considera seguir con cuestionarios y entrevistas, así como un pequeño trabajo
etnográfico y, posibilitar que a partir de ese análisis teórico, se pueda generar con la
12
comunidad de la carrera de Diseño industrial, objetos que rompan con los estereotipos
de género.
REFERENCIAS
13
AGUILAR, Beatriz, La perspectiva de género y la formación de identidades simbólicas
de mujeres y hombre. Una postura intersubjetiva de interpretación. UAEM. México,
BUTLER, Judith, Deshacer el género, Paidós, Barcelona, 2006.
BUTLER, Judith, El género en disputa, Paidós, Barcelona, 2007.
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humanas, Siglo XXI, México, 2010.
GEERTZ, Clifford, La interpretación de las culturas, Gedisa, Barcelona, 1989.
GONZALÉZ, Cesar, El significado del diseño y la construcción del entorno, Designio,
México, 2007.
LAMAS, Marta, La antropología feminista y la categoría “género”. Revista Nueva
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LAMAS, Marta, Género: La construcción cultural de diferencias de sexual. PUEGUNAM, México, 1996.
LAMAS, Martha, Feminismo. Transmisiones y retransmisiones, Taurus, México, 2006.
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LAGARDE, Marcela, Identidad Femenina, Comunicación, Intercambio y Desarrollo
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MAFFESOLI, Michel, En el crisol de las apariencias, Siglo XXI, México, 2007.
MARTÍN, Fernando, Contribuciones para una antropología del diseño, Gedisa, Madrid,
2002.
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SERRET, Estela, Hacia una redefinición de las identidades de género, Seminario
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14
THOMPSON, John, Ideología y cultura moderna. UAM, México, 2002.
SERRET, Bravo, Estela, Qué es y para qué es la perspectiva de género, Instituto de la
Mujer Oaxaqueña. México, 2008.
15
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