UNA CIVILIZACIÓN ANTIGUA: EGIPTO IES SEGUNDO DE CHOMÓN LAURA SANZ MARTÍNEZ CIENCIAS SOCIALES S1B INDICE HISTORIA DE EGIPTO Eje cronológico Introducción Periodo Antiguo Imperio Medio Imperio Nuevo 2 2 2 3 4 5 EL FARAÓN Introducción Símbolos de poder Entorno familiar Grandes faraones 6 6 7 8 8 LA RELIGIÓN Dioses Templos 10 11 12 ARTE Arquitectura Pintura Escultura 14 14 16 16 BIBLIOGRAFÍA 18 Pág. 1 HISTORIA DE EGIPTO EJE CRONOLÓGICO: INTRODUCCIÓN: La cronología de la Historia del Antiguo Egipto, la división de los Reyes egipcios en Dinastías y sus años de reinado están sufriendo profundas modificaciones y variaciones en los últimos años, consecuencia de los descubrimientos que están teniendo lugar en las excavaciones llevadas a cabo en numerosos lugares arqueológicos de Egipto. Esta transformación afecta fundamentalmente a los períodos más tempranos de la Historia de Egipto, a las fases anteriores a su Historia, Imperio Antiguo y Períodos Intermedios. En el Período Romano están comprendidos los gobernantes hasta el comienzo del Imperio Bizantino, momento en que el Imperio Romano queda dividido en dos. Período Dinastías Años comprendidos I Dinastía - II (III) Dinastía 3.000 a.C. - 2.686 a.C. (III) IV Dinastía - VIII Dinastía 2.686 a.C. - 2.160 a.C. IX Dinastía - XI Dinastía 2.160 a.C. - 2.055 a.C. XI Dinastía - XIV Dinastía 2.055a.C. - 1-650 a.C. Segundo Período Intermedio XV Dinastía - XVII Dinastía 1.650 a.C. - 1.550 a.C. Imperio Nuevo XVIII Dinastía - XX Dinastía 1.550 a.C. - 1.069 a.C. Tercer Período Intermedio XXI Dinastía - XXV Dinastía 1.069 a.C. - 664 a.C. Período Tardío XXVI Dinastía - 2º Per. Persa 664 a.C. - 332 a.C. Período Ptolemaico Macedonia - Ptolemaica Din. 332 a.C. - 30 a.C. Agusto - Valentiniano (et alter) 30 a.C. - 395 d.C. Dinástico Temprano Imperio Antiguo Primer Período Intermedio Imperio Medio Período Romano Pág. 2 PERIODOS DE LA HISTORIA DEL ANTIGUO EGIPTO: En el Egipto Arcaico, ocurre la unificación en los clanes llamados Nomos, que formaron los primeros dos reinos ( Bajo Egipto y Alto Egipto) En la época Tinita, anterior al Imperio Antiguo, se presenta la realeza ya organizada. El rey es Horus, el halcón, con carácter de divinidad. Todo le pertenece y gira en torno a él. Posee el poder espiritual y el poder temporal. Junto al rey aparecen numerosos funcionarios, que le rodean como servidores personales, le siguen aún después de muertos y se les sepulta en dependencias de la tumba Real. IMPERIO ANTIGUO El Imperio Antiguo abarcó case 1.000 años. En ese período se establecieron las bases del estado y de la sociedad de Egipto. El faraón era considerado un dios y tenía en sus manos el poder político y religioso en todo el país. La capital era Menfis y los faraones más destacados fueron Keops, Kefrén y Micerinos, que edificaron las grandes pirámides de Gizeh. Sobre el año 2.200 a.C. comenzó una época de inestabilidad que provocó el derrumbe del Imperio Antiguo. La familia es monógama, sólo el rey posee varias esposas, los hombres y las mujeres pueden recibir herencia. La centralización del poder condujo a la monarquía hacia el absolutismo, identificado con el Dios Rá, el Faraón organizo su propio culto, el cual llego a ser el culto oficial del estado, se organizo un clero real destinado al culto del Rey-Dios. El sacerdocio es remunerado con rentas, y se hace hereditario, el Palacio Real se convierte en un santuario. La clase campesina era la base social y económica, aunque es la nobleza quien tiene el 70% de la tierra, que nominalmente es de propiedad del Faraón. Durante este periodo la construcción de la mayoría de monumentos fúnebres estuvo a cargo de esclavos. El cargo de gobernador de ciertas provincias del alto Egipto se entregaba a ciertos sacerdotes, y a una nobleza cada vez más cargada de beneficios, que se convierte en una clase de grandes terratenientes, eximidos de impuestos. En adelante la población se compondrá de nobles privilegiados y de vasallos que dependen de un señor a título perpetuo, que serán los siervos. Había hombres libres que, fuera de los dominios señoriales conservaban su independencia. La inmunidad fiscal de la que gozaban los nobles hizo recaer todo el peso fiscal sobre los pequeños poseedores de tierras, los cuales se ven en la necesidad de vender sus tierras a los grandes terratenientes, sí no son despojados de ellas. El ejercito mismo se feudaliza, cada príncipe o templo privilegiado hace el reclutamiento por sus propios medios, y el rey, para reunir el ejercito, tiene que convocar a los príncipes y a los grandes sacerdotes. Sin embargo el monarca conserva una autoridad más directa en el Bajo Egipto, donde la existencia de ciudades impide la feudalización del territorio. Desde ese momento el rey pierde todo el poder en el alto Egipto. Se forja un clima de inseguridad, las guerras feudales, ponen a los príncipes a luchar entre si; el alto Egipto señorial se separa completamente del norte, para quedar en una situación de aislamiento. Las ciudades van a orientarse hacia el mar y vivir su vida propia de ciudades independientes. Pág. 3 LA TRANSICIÓN Entre el Imperio Antiguo y el Imperio Medio, hay una época de transición que corresponde a las dinastías IX y X. Al parecer un monarca del Egipto Medio usurpará el poder. La capital del país en ese momento es Herakleópolis. Esta época se caracteriza por la carencia de documentos históricos (monumentos, palacios, escritos oficiales), reemplazada por los textos populares, que nos cuentan la existencia de una profunda crisis. IMPERIO MEDIO El Imperio Medio, cuya capital era Tebas, duró casi 300 años. En este periodo aumentó el poder del faraón, se crearon nuevas ciudades, se construyeron obras públicas y se ampliaron las tierras cultivables. Además, se produjo una gran expansión exterior. Se conquistó Nubia, al Sur, y se realizaron campañas exitosas en Libia y Siria. A partir del año 1.800 a.C. pueblos extranjeros invadieron el país. Desde el Imperio Medio queda planteada la cuestión social, y la sociedad egipcia se orienta en nuevas direcciones. El rey no es el único que conforma el estado, sino la población entera. Nobles, sacerdotes, comerciantes, artesanos y labradores son llamados a participar, no sólo de las cargas, sino también de los beneficios que produce la explotación del suelo. De este modo después de cinco siglos de feudalismo, Egipto entra en un periodo de reforma monárquica. En el alto Egipto, en el estado de Tebas, los príncipes formaron una verdadera potencia militar, que emprendió la conquista del país. Cerca del 2160 a.c. consiguieron imponerse a todos los príncipes del bajo Egipto. Un siglo después eran dueños de todo el territorio. Las ciudades del Bajo Egipto obligadas a aceptar su autoridad, les aportaron, gracias a sus recursos financieros, un notable incremento de su fuerza, mientras que la seguridad, devuelta al país por la unidad monárquica, dio al comercio un desarrollo que, quebrando la economía cerrada del sistema señorial, preparó la caída de este y la renovación de la monarquía. La renovación del comercio, la formación de una clase de funcionarios y el contacto con las poblaciones urbanas y agrícolas hacen pasar sobre todo el país un gran crecimiento, que se traduce al principio en el culto a Osiris. La igualdad de los hombres ante el dios de la vida ultra terrena lleva a las clases sociales hacia una piedad y lealtad, asociando la monarquía al culto a Osiris. La nobleza administrativa, en el seno de la cual los reyes reclutan a los visires, cuyo cargo han vuelto a crear, se hace tan poderosa, que cuando hacia el año 2000 la XI dinastía se extingue, será el descendiente de un visir y no un príncipe territorial quien fundará la XII dinastía. El poder adquirido por la monarquía mediante los recursos que obtiene de su comercio de Estado y de la explotación de su gran dominio, como asimismo el apoyo que encuentra en las ciudades, no permiten a la feudalidad seguir oponiendo resistencia, y el faraón afirmando su soberanía, impone su autoridad a sus vasallos, dispone de sus feudos, los somete a su jurisdicción, les impone el pago del impuesto real, y recluta tropas en los principados ante los soberanos. El arte, fecundado por el reciente individualismo, alcanza una gran renovación inspirado por la antigüedad clásica del antiguo imperio. Pág. 4 Lo reyes de la XII dinastía aún no son conquistadores, pero se ven forzados a una constante actividad militar para mantener el orden interno y tener a raya a los pueblos vecinos, nómadas, semisalvajes y belicosos, pero Egipto no pudo resistir la invasión de los Hicsos, jefes de bandas o de tribus semitas, originarias de Palestina o de Siria, que penetraron en el valle del Nilo, por la parte norte, se establecieron y fortificaron en el delta, irradiaron su influencia a todo el país, establecieron una autoridad duradera y tuvieron el título oficial de reyes de Egipto (dinastías XV y XVI). Los hicsos fueron absorbidos por las costumbres del país, que ellos respetaron. Los príncipes de Tebas los expulsaron y conformaron la dinastía XVII. IMPERIO NUEVO Hacia el año 1.600 a.C. comenzó el Imperio Nuevo, que duró unos 500 años. Fue una época de esplendor, en la que destacaron los faraones Tutmosis I, Amenofis III, Akenatón y Ramsés II. Egipto conquistó Libia y Siria y reforzó el poder del faraón. A partir del año 1.100 a.C., numerosos pueblos extranjeros, los asirios, los persas y los griegos, conquistaron Egipto hasta su definitiva toma por los romanos el año 31 a.C. En este periodo los faraones cuidan de conservar para la realeza su origen divino, que hace incontestable la autoridad y que reposa sobre la pureza de la sangre. Algunos contrajeron matrimonio con su media hermana, nacida de madre más noble, para mejorar su sangre. En el comienzo de este periodo la administración fue centralizada en manos de un gran visir y un numeroso aparato de funcionarios. Las provincias asiáticas son gobernadas por nativos, bajo la vigilancia de funcionarios egipcios. La Nubia es administrada por un virrey, nombrado por el faraón y que suele ser uno de sus hijos. Amenofis IV que adoptó el nombre de Agnatón o Akenaton o Ikumatón (gloria del disco solar), hizo de Atón un dios universal, cuya protección alcanzaba a todos, sin distinción de razas o de lenguas. En esa forma se realizaba para el Egipto, revolucionariamente, el primer intento de monoteísmo que registra la historia, al mismo tiempo que se intentaba crear una religión universal, por encima de las fronteras nacionales y de los cultos locales. La clase sacerdotal de todo Egipto, especialmente el sacerdocio de Amón-Ra, con asiento en la ciudad de Tebas, resistió esta innovación y luego se reveló contra ella con todo el enorme poder de que disponía y de la colaboración de Tutankamón, yerno del rey, con siguiendo derrotar a Akenaton y anular definitivamente su obra. (Tumba de Nefertari, esposa de Ramsés II) A partir de la dinastía XX se produce un relajamiento de la unidad egipcia y, especialmente en el delta, durante la dinastía XXII tiene efecto la invasión y dominación de Egipto por los Etíopes, cuyos reyes se mantienen en el país hasta el año 662. Mas tarde, se sucedieron sucesivas invasiones. Pág. 5 EL FARAÓN INTRODUCCIÓN: Faraón se denominaba a la máxima autoridad política del Antiguo Egipto. El primero fue Narmer, quien gobernó hacia el año 3100 a.C., y la última fue Cleopatra VII, de ascendencia helénica, reinando entre los años 51 y 30 a.C. El nombre "faraón" deriva de la palabra egipcia: "Per-Aa", que significa "casa grande". Así, pues, faraón era inicialmente la residencia que ocupaba el rey, pasando después a designar a la autoridad misma. Fue un término utilizado por el pueblo, nunca por los propios faraones, y sólo comenzaría a usarse a partir del reinado de Amenhotep III, en la primera mitad del siglo XIV a.C. Por tanto, podría decirse que la palabra "faraón" es relativamente moderna, y que sólo abarcaría a la mitad de los monarcas que habitaron en el Valle del Nilo. Los faraones eran considerados seres divinos durante las primeras dinastías, identificados con el dios Horus, y a partir de la dinastía V considerados solo hijos del dios Ra. Posteriormente, era a su muerte, cuando el difunto pasaba a fusionarse con la deidad Osiris y adquirir una personalidad totalmente inmortal y divina Faraón Menkaura. Museo de El Cairo El sacerdote egipcio Manetón, recibió la orden real de redactar una historia de Egipto y los agrupó en Casas reales o dinastías. La obra de Manetón se perdió, pero quedan algunos fragmentos comentados por autores posteriores a él, que nos han permitido delimitar las treinta dinastías en las que Manetón dividió la historia de su longevo país. Los artistas lo representan con atributos divinos: el halcón y el disco solar encerrado entre dos cuernos. Su autoridad se ejerce por intermedio de los funcionarios, estrictamente jerarquizados, y reclutados entre los escribas o egipcios instruidos, y el ejército, mitad nacional y mitad mercenario. El rey había de interceder ante los dioses en favor del pueblo, cumpliendo los ritos apropiados y haciendo a las ofrendas requeridas, con el objeto de que los dioses consideraran benévolamente a Egipto. En teoría el rey era, por tanto, el sumo sacerdote de cualquier templo del territorio, y era él quien designaba a otros sacerdotes para tan alto menester y quien dotaba a los templos de tierras y rentas. Pág. 6 SÍMBOLOS DE PODER Sin duda, el elemento del vestuario mejor conocido de los faraones egipcios eran sus propias coronas, de las que existían numerosos ejemplos. Y, aunque no sea propiamente una corona, no podemos olvidarnos del tocado Nemes, el famoso cubrepeluca y quizás el tocado más universal de los faraones gracias a la tumba de Tutankamón. Su comodidad y ligereza lo harían quizás la prenda favorita de los monarcas en momentos en que no fuera necesaria la presencia de las coronas, algunas de ellas realmente pesadas. Máscara del faraón Tutankamón, en la que el rey-niño aparece tocado con el Nemes No sólo por su corona era reconocido el faraón. La larga historia y la compleja organización religiosa y ritual del Antiguo Egipto permitieron desarrollar decenas de vestimentas, ornamentos y tocados reales, cada uno con una función específica. La barba postiza, usada por los faraones en grandes ocasiones por su identificación con Osiris, considerado el primer monarca egipcio, representado con una gran barba. El Ureo, la Cobra del Sol. Se relacionaba con la diosa Uadyet, patrona del Bajo Egipto. Simbolizaba el poder abrasador que empleaba Ra con todos sus enemigos. Cola de toro o de león, que remarcaba la potencia creadora del monarca. Así como infinidad de tipos de collares, pendientes, cinturones, sandalias y joyas que buscaban un golpe de efecto para los modestos habitantes del Valle del Nilo. El faraón podía dedicarse a la caza en los desiertos de Egipto, podían cazar toros salvajes, gacelas, antílopes y leones. El faraón Amenhotep III se ufanaba de haber matado más de 100 fieros leones en 10 años; también mató 90 toros salvajes en una cacería. Por lo general, el faraón no corría peligro en sus partidas de caza: le acorralaban los toros en un cercado y allí les azuzaban las piezas. Luego, también utilizaron carros. Pág. 7 ENTORNO FAMILIAR Al lado del faraón, debía convivir su Gran Esposa Real. Ésta era asociada con las diosas Isis y Hathor al mismo tiempo que marido lo era con Osiris y Horus, y su papel era muy importante en determinados rituales. También hubo grandes reinas, algunas de las cuales llegarían a asumir el poder absoluto a la muerte de sus maridos. Por debajo de las Grandes Esposas Reales, el faraón podía tomar tantas mujeres como quisiera, e incluso ascenderlas si así lo quería al rango de Gran Esposa Real (aunque esto sería muy infrecuente). Escultura de la reina Hatshepsut, una de las pocas mujeres que acabarían gobernando como faraón en solitario En cuanto a los descendientes reales, los únicos que tenían alguna posibilidad de herederar el trono eran los nacidos del faraón y de una de sus Grandes Esposas Reales. Si no había nacido ningún varón de esta unión, entonces podría subir algún familiar lejano o incluso un hijo de una esposa secundaria, pero siempre se debería cumplir el requisito de casarse con la viuda o, más frecuentemente, con la hija del difunto rey. El futuro de las niñas dependería del origen de su madre: si eran hija de una reina, podría heredar o su cargo o vivir en eterna soltería; y si eran hijas de una esposa secundaria o de una concubina, pasarían a ingresar el harén o podrían casarse con algún noble. GRANDES FARAONES A lo largo de tres mil años de civilización no es extraño encontrar todo tipo de reyes en el trono, para todos los gustos: grandes conquistadores, vagos e incapaces, megalómanos y egoístas, déspotas y tiranos, bondadosos y honestos, pacíficos y permisivos, niños y ancianos, avariciosos y mujeriegos... Incluso llegaron a existir algunas reinas-faraones. Algunos de los reyes más famosos son: Menes, Dyeser, Keops, Kefrén, Micerino, Pepy II, Amenemhat I, Ahmose, Thutmose III, Hatshepsut, Amenhotep III, Amenhotep IV, Ajenatón, Tutankamón, Sethy I, Ramsés II, Ramsés III, Psamético I, Alejandro Magno, Ptolomeo I Sóter, Cleopatra VII. Akenatón: En el reinado de Akenatón, fueron abolidos los dioses tradicionales egipcios; solo se siguió venerando al dios-sol. Para romper los lazos con los demás dioses, Akenatón fundó una nueva capital y cerró todos los templos menos los del dios-sol. La reina Nefertiti ayudó a su esposo a establecer el culto al dios-sol Atón, y probablemente reinó conjuntamente con Akenatón. Pág. 8 Ramsés II: Reino en Egipto durante 67 años. Construyó muchos más monumentos y levantó más estatuas que ningún otro faraón. Entre sus edificaciones destaca el complejo funerario de la orilla occidental, en Tebas, hoy denominado Ramesseum. Tutmosis IV: Fue famoso porque mandó a liberar a la gran esfinge de Gizeh de la arena del desierto que se había acumulado sobre ella. Tutankhamón: El rey Tutankhamón subió al trono con 9 años de edad solamente. Es evidente que le aconsejaron sus altos dignatarios, pero al parecer decidió restablecer los dioses antiguos abolidos por Akenatón. Hatshepsut: Una reina que fue rey Durante el Nuevo Reino, la gran expansión del imperio egipcio fue llevada a cabo por una única dinastía de faraones que gobernó aproximadamente 250 años. Solamente en dos ocasiones, se produjeron tensiones y crisis. La primera fue producto de la ambición de una terrible mujer, la reina viuda Hatshepsut. Después de la muerte de su esposo en 1504 a. C., se convirtió en regente de su joven hijastro y sobrino, Tutmosis III. Hatshepsut asumió las funciones, los distintivos e incluso las vestiduras de un faraón, y gobernó durante casi veinte años. Uno de los más notables acontecimientos del pacífico reinado de Hatshepsut fue una expedición naval a tierras somalíes de la que volvieron con mirra e incienso y también con marfil, ébano, pieles de pantera y oro, la exótica mercancía del interior de África. La expedición se conmemoró con relieves en el templo funerario de Hatshepsut en Tebas. Pág. 9 LA RELIGIÓN La historia de Egipto es politeísta. El egipcio divinizó las fuerzas de la naturaleza, por esta razón todos sus dioses reunían características humanas y animales. En Egipto, la religión se divide claramente en la oficial del estado, y las practicas cotidianas, de la mayoría de la población que se alejaban notablemente del culto oficial. Para satisfacer sus necesidades religiosas acudían a otros sitios como los templos principales y muchos santuarios locales en honor de las divinidades menores. El pueblo acudía a esos santuarios, y en ellos oraban, presentaban sus ofrendas o depositaban sus consultas oraculares. Existían también centros de peregrinación, como abydos, y saqqara, la gente visitaba los santuarios cada día, o posiblemente rezaba en su casa. La religión oficial tenía como figura central al Sol o astro rey, denominado Ra, Horus o Amón. El faraón (en teoría) se preocupaba de los dioses y cuidaba sus imágenes culticas; porque los que realmente se preocupaban de ellos eran los sacerdotes. Entre los diversos tipos de objetos religiosos cabe citar, casi al azar, los amuletos con decretos divinos, bustos de los antepasados que se colocaban en las casas, y muchos otros objetos y formas de indumentarias que acompañaban el alumbramiento. Hubo una tendencia constante a que el hijo siguiera a su padre en el oficio sacerdotal, pero esto se vio frenado porque el faraón podía elegir al mejor para cada cargo y la sociedad egipcia fue evolucionando hacia una situación rígida. Llego a crear una especie de castas, llevaban una dieta especial, tenían su manera de vestir y de llevar la barba y la continencia sexual cuando se hallaban de servicio, aunque tal vez no en otras circunstancias. Recibían sus ingresos de los templos, de las ofrendas que eran depositadas ante el dios Pág. 10 DIOSES: El mito de Osiris relata que Osiris, el dios de la fertilidad y de los muertos, símbolo del sol y del Nilo, fue despedazado por el dios Seth (símbolo del desierto) y nuevamente reconstruido por Isis (su esposa, diosa lunar y protectora de los niños) devolviéndolo a la vida con la misión de juzgar a los muertos. Horus (Ra o Amón), el dios sol nace cada mañana, cruza el cielo en la barca solar, envejece, pero no muere y viaja a través del mundo subterráneo durante la noche en un ciclo de regeneración. El mito de la creación la diosa del cielo, Nut es nieta del dios del sol, de cara a los objetivos que el ciclo persigue es mas bien su madre en cuya boca entra por la noche y de la que nace por la mañana. En la vida religiosa también hubo animales a los que consideraban consagrados a dioses particulares, o que posiblemente eran adorados por si mismos como dioses, siendo enterrados con un ceremonial preciso. Los elegantes gatos que habitaron en Egipto eran muy parecidos a los de hoy (ya eran domésticos) el gato era un animal sagrado cualquiera que matase a un gato podía ser condenado a muerte. El más famoso de los animales era el toro Apis, consagrado a Ptah. Cuando una persona moría, el difunto podía continuar existiendo en la tumba y sus alrededores o podía viajar a través del mas allá. Su objetivo era identificarse con los dioses, y en particular con Osiris o incorporarse con algún espíritu transfigurado en el ciclo solar como un miembro más de la "barca de millones" la barca nunca se mostraba en toda su integridad. Entre la muerte y la incorporación al mundo divino se celebraba un juicio (tema este menos importante para los faraones que para el resto de la humanidad), se representa muy a menudo, en las tumbas, en los papiros, ataúdes y mortajas. Las escenas de juicio muestran a un monstruo femenino, llamado "devorador" o "devorador de los muertos", su función era engullir a quienes fracasaban en la prueba. Pág. 11 LOS TEMPLOS: El templo egipcio representaba la casa del dios, debía ser indestructible ya que era la residencia de los inmortales. El templo se construía para albergar la imagen del dios y como lugar en el que los sacerdotes oficiaban sus ritos. A diferencia de las religiones posteriores no era en absoluto un lugar de culto sino una zona para albergar al dios y de hecho el pueblo no podía acceder más que a ciertas dependencias exteriores. Era el único edificio construido en piedra, pues si el dios era eterno también debía serlo su casa. El modelo básico estaba constituido por 3 zonas claramente diferenciadas; el patio, la sala hipóstila y las dependencias del dios, además de la entrada, el pilono. El pilono: Representaba la entrada al templo y era una pared monumental formada por un alto y ancho muro. Cada una de las dos torres que formaban el pilono representaba los acantilados de cada lado del valle del Nilo, pero también eran, a la vez, las dos montañas que flanquean el disco solar. Normalmente estaban decorados con escenas en relieve de temas históricos o religiosos o sacrificio de prisioneros por parte del faraón en presencia del dios al que estaba dedicado el templo. El patio: Era la zona pública. A ella podía acceder cualquier persona del pueblo para depositar ofrendas. Se construía a cielo abierto y se decoraba con relieves que hacían referencia a las hazañas del rey o imágenes de adoración. El patio se rodeaba de columnas, normalmente en tres de sus lados (sala hípetra) y solía contener colosos. La sala hipóstila: La función de la sala era la de salón de recepción del dios. Los relieves con los que se decoraba representaban escenas de las ceremonias religiosas que se practicaban en el templo. El acceso a la sala hipóstila estaba restringido a los altos funcionarios, escribas y gente noble. Cuando el templo tenía más de una sala hipóstila el acceso a cada una de ellas era cada vez más restringido. Pág. 12 La iluminación de los templos se basaba en la disminución de luz según se iba accediendo al santuario, que era la zona más oscura. Los patios, abiertos, representaban la parte más iluminada, el contacto con el pueblo. Los templos más importantes incluían otra serie de elementos exteriores, como tribunas, mamisi, pertenecientes a la era ptolemaica, y el lago sagrado. La tribuna se encontraba delante de los pilares y unida a ellos por una avenida enlosada bordeada de esfinges: el dromos. Se empleaba como lugar en el que el faraón supervisaba las ceremonias religiosas que se celebraban en el patio. Los mamisi eran pequeños edificios, delante de los pilonos, decorados con colores alegres y escenas de diosas tocando instrumentos y danzas burlescas; era el lugar escogido por la diosa para esperar el nacimiento de su hijo. El lago era un gran estanque, profundo para aprovechar las aguas del Nilo en épocas de sequía, con escaleras descendentes. Los lagos cuadrados, con paredes ligeramente curvadas eran la representación de las aguas primigenias de las que había surgido el Mundo. Era el lugar en el que se efectuaban los rituales ligados a la resurrección de Osiris. Todo el recinto del templo estaba rodeado por un muro. Además existían templos que tenían consagrados animales sagrados, en cuyo caso incluían dependencias específicas destinadas al animal. El acceso al templo estaba totalmente vedado al pueblo, que sólo podía acceder al primer patio. A partir del Reino Nuevo se autorizó poder colocar estatuas en los exteriores del templo, si bien sólo algunos nobles o privilegiados podían hacerlo. Al santuario estaba vetado el acceso a todo el mundo salvo al faraón y al sacerdote delegado por este para llevar a cabo los rituales. El ritual diario El ritual diario que los sacerdotes llevaban a cabo incluía, básicamente, 3 grupos de actos diferentes: Las ceremonias preliminares, el despertar y atavío del dios, y la comida. El faraón, o, en la mayoría de los casos, el sacerdote encargado por él, se purificaba y ahuyentaba las malas influencias con fuego e incienso, en las dependencias destinadas a tal efecto, para posteriormente acceder a la capilla en la que se encontraba el dios rompiendo el sello de la puerta. Una vez dentro se postraba ante la imagen divina entonando alabanzas o himnos específicos. Tras esto se limpiaba la estatua con ungüentos y productos preparados en una de las salas, se le vestía y adornaba con los objetos reales y divinos, se le aplicaban los cosméticos oportunos al rostro y por último se le servía la comida, con gran cantidad de alimentos. La comida podía llevarse a cabo hasta 4 veces, según los 4 puntos cardinales, para que el dios pudiese alimentarse en cualquier punto del Universo. Tras retirar las ofrendas se volvía a sellar la puerta hasta el nuevo ritual. Estos se celebraban 3 veces al día, si bien el primero, el del amanecer era el más importante. Pág. 13 ARTE EGIPCIO: Aunque el concepto de Arte es moderno, es perfectamente utilizable en la arquitectura, escultura, pintura y joyería egipcias, siendo muchas de sus realizaciones auténticas obras de arte y no simples trabajos de artesanía. El arte egipcio esta definido por los deseos de los faraones de construir obras eternas y pasar a la posteridad. Esta es la razón por la que utilizarán piedra para levantar los edificios más significativos: los templos, donde se honra a los dioses, y las tumbas, donde se perpetúa la memoria de los difuntos. Gracias al seco clima de Egipto y a ser enterradas por la arena del desierto (o por sus propietarios, para gozar de ellas en la "otra vida") nos han llegado en aceptable estado de conservación multitud de auténticas obras de arte, a pesar de la utilización de los monumentos como canteras, las guerras o los innumerables saqueos de tumbas y templos. LA ARQUITECTURA: Los arquitectos egipcios no utilizan la bóveda. Estos edificios están profusamente decorados bien con elementos vegetales, animales, jeroglíficos, escenas históricas, etc. La mayoría de estas decoraciones se realizan en relieve, siendo una de las principales fuentes para el conocimiento de la historia de Egipto. Antes de acceder al templo propiamente dicho nos encontramos con una larga avenida flanqueada por estatuas de animales divinos, habitualmente esfinges. La avenida finaliza ante la fachada del templo llamada pilono; tiene forma de trapecio y está construida en talud, abriéndose en el centro una puerta de acceso. Dos obeliscos situados delante decoran la fachada. El pilono nos permite la entrada a un patio rodeado de columnas por los lados, quedando la zona central a cielo abierto. Su nombre es la sala hipetra. Después se accede a una nueva dependencia con columnas, ahora totalmente cubierta. Por regla general, tiene la nave principal más alta, permitiéndose así el paso de la luz por los lucernarios. Esta sala de columnas se denomina sala hipóstila. Desde este lugar se pasa al sanctasanctórum, un espacio rectangular rodeado de corredores donde se encuentra la estatua del dios. Las diferentes salas del templo van disminuyendo en altura y en iluminación, manifestándose también una diferenciación social en cada una de ellas. El pueblo sólo puede acceder hasta los pilonos mientras que las clases superiores como funcionarios y militares pueden pasar a la sala hipetra. La familia real tiene acceso a la sala hipóstila y los sacerdotes y el faraón al santuario. Además de los templos construidos se realizaron algunos excavados en la roca. Reciben el nombre griego de speos que quiere decir cueva y se encuentran en Ipsambul, en Nubia. En la fachada de estos speos se han labrado colosales estatuas que representan en el menor a Ramsés II y su esposa. Pág. 14 En las tumbas se aprecia una evolución a lo largo de los diferentes periodos. El enterramiento se realiza en un pozo que tras el sepelio se cierra con tierra. A nivel de suelo nos encontramos la capilla donde se depositan los alimentos, decorada con escenas en relieve o pintura de temática funeraria. Posteriormente se evoluciona hacia a la pirámide escalonada. El siguiente paso lo encontramos en la IV Dinastía con las pirámides de Kheops, Khefren y Micerino, de perfecta estructura y con la cámara funeraria absolutamente disimulada, lo que no sirvió para evitar saqueos en épocas posteriores. Durante el periodo ptolemaico se produjo un gran desarrollo del arte, se construyeron nuevos templos, el Museo y la Biblioteca de Alejandría, y el Faro de Alejandría. Se helenizan las formas en la escultura. Pág. 15 LA PINTURA: La pintura está muy relacionada con el relieve ya que mantiene la ausencia de perspectiva, la representación de la figura y la ubicación de los escenarios. Utilizan colores planos y tienen carácter decorativo, narrando asuntos más mundanos que el relieve como fiestas, cacerías o actuaciones musicales, complementando a la gran estatuaria para conformar un aspecto global de la vida egipcia. Predominaba el "canon de perfil" que consiste en representar la cabeza y las extremidades de perfil pero los hombros y los ojos de frente. Las pinturas se encuentran en papiros y paredes de tumbas, los bajorrelieves principalmente en los muros de los templos. Las escenas más típicas eran las de la vida cotidiana o las del "Más Allá". LA ESCULTURA: Respecto a la escultura egipcia, nos encontramos con una dualidad muy significativa: las estatuas que representan a los dioses y los faraones son tremendamente estáticas, mostrando una absoluta rigidez, lo que se ha venido llamando la ley de la frontalidad. Los brazos se pegan al cuerpo y una de las piernas avanza sin abandonar la rigidez habitual, eliminando toda referencia a la realidad. Sin embargo las estatuas de personajes secundarios como los escribas, los funcionarios o los animales están realizados con un naturalismo digno de destacar. Estas estatuas se mueven, participando de viveza e incluso espontaneidad, creando un estilo característico del que son buenos ejemplos el Alcalde o los Escribas. Escriba. Louvre Amenemhat III Una de las preferencias del escultor es el relieve, utilizando el bajorrelieve e incluso el hueco relieve. Eluden la perspectiva y representan a la figura de perfil. Las piernas se nos muestran de perfil mientras que el torso aparece de frente y el rostro de perfil aunque el ojo se ve de frente. Las escenas se suelen desarrollar en filas paralelas aunque a veces se muestran diversos escenarios de manera simultánea. Los faraones y los dioses son mayores que las demás personas, mostrando una ley de la jerarquía. La temática de estos relieves está normalmente relacionada con la vida de ultratumba o con imágenes relacionadas con el difunto, por lo que gracias a estas escenas se puede conocer con mayor facilidad el Egipto antiguo. Pág. 16 BIBLIOGRAFÍA: Enciclopedia del estudiante. Ed. El País Santillana 2005. www.wikipedia.org www.artehistoria.com www.geocities.com www.egiptología.org www.egiptomanía.com www.antropos.galeon.com Pág. 17