SCHILLER - filobobos

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Pregunta 1
IMÁGENES Y SENSACIONES
Nerea Blanco Marañón
A continuación presento tres imágenes tomadas por mí, para ilustrar los conceptos de
belleza, sublime dinámico y sublime matemático. He decidido que sean mías, porque
el juicio estético se realiza de manera subjetiva y lo bello que quiero mostrar aquí, no
es la fotografía sino iel objeto.
BELLEZA
Para Kant, objeto bello es aquel que obligaii a reflexionar (contemplar) el libre juego de
las facultades porque no hay nada que conocer en el objeto.
El objeto no me
transmite información alguna, soy yo el que sufre cambios al observar el objeto.
Lo bello tiene que producir cierta satisfacción, pero sin interés (diferencia lo bello de lo
agradable, poniendo como elemento clave el interés. Si es un placer interesado, es
algo agradable, mientras que será bello si es desinteresado)iii. Tiene que gustar de
manera universal, pero sin conceptos. Tiene que ser forma de una finalidad y debe
A diferencia de lo sublime, todo objeto bello debe ser finito y cualitativo.
Presento un objeto finito y único de la naturaleza. Muestro por lo tanto lo que él llamó
belleza libre, pues la belleza que tiene que ver con el hombre, él la llama belleza
adherida.
Las obras de arte llevan consigo una intencionalidad del autor, lo que hace que no
debieran considerarse bellas, pero Kant admite que si lo son, en la medida en que
acepta la existencia de belleza adherida.iv
SUBLIME
La magnitud de tales objetos supera nuestra capacidad intuitiva, lo que produce en
nosotros un cierto terror. Nuestro terror pide ayuda a la razón, que nos proporciona la
idea de sublime con la que podemos, de algún modo, vencer al objeto que nos hace
presos de esa angustia. Al ser una idea de la razón, ya no es una categoría estética
con la que hacer juicios de gusto, como la bellezav. De la misma manera que aquello
que nos agrada porque tenemos un interés o apetito no lo podemos juzgar sobre lo
bello, el individuo dominado por el temor no puede juzgar sobre lo sublime.
Al captar lo sublime, el hombre alcanza los límites extremos de su capacidad de gozo.
Mientras que la belleza es la representación de la libertad, lo sublime es su contrario
en este aspecto. Ya no tengovi libertad en el momento en que el objeto ejerce un
dominio sobre mí.
Kant distingue entre: sublime matemático (dimensiones extremas) y lo sublime
dinámico (fuerzas abrumadoras). No tienen por qué ir por separado, sino que
normalmente ambos van juntos, sobretodo en el último caso.
SUBLIME MATEMÁTICO
Tiene que ver con la capacidad de conocer. Aquello que supera esta capacidad hace
parecer todo muy pequeño. Las medidas y cantidad del objeto son importantes para
que el objeto se pueda caracterizar con tal idea. Se resiste a la comprensión.
Esta
imagen
muestra
los
Acantilados de Moher, de Irlanda.
La inmensidad de su altura y el
sonido del mar bajo tus pies, te
paralizan y te produce la sensación
de miedo y placer. Te sientes parte
de la naturaleza y a la vez
pequeño por tan gran obra de la
naturaleza. Son sus dimensiones
las que te producen el terror.
SUBLIME DINÁMICO
La sensación que nos produce, además de la incomprensión, es el deseo. Las fuerzas
que te rodean te producen el dolor de la insatisfacción.
Hanoi Rocks.
Mientras que en la belleza quise mantener la idea propia de Kant y mostrar la belleza
libre y natural, como él preferiría, aquí decido tomarme mi momento de libertad, y
mostrar una imagen que no tiene que ver con las fuerzas de la naturaleza. (La imagen
más ilustrativa sobre lo que Kant entiende por Sublime dinámico sería el rugido de la
tormenta, o la explosión de un gran volcán). Yo muestro mi momento sublime. Aquel
que desearía que nunca hubiera acabado.vii
La fuerza de dos grandes músicos sobre un escenario. Su movimiento, su presencia,
la potencia de la música, me hizo sentir un deseo irrefrenable por lo que ante mis ojos
tenía. Y sabía que sería la única que vez que podría ver tal espectáculo. No podría
repetir tal experiencia y deseaba que no acabara nunca. Ese dolor unido al placer de
tan gran espectáculo, me hizo sentir mis límites, me llevó fuera de mí.
La verdadera sublimidad no debe buscarse sino en el alma de aquel que juzga, y no
en el objeto natural que da lugar a ese estado. viii
Pregunta 2
Con el texto como pretexto
El hombre, según Kant tiene tres facultades: de conocimiento, de placer/displacer y
apetitiva. Entiende que hay en aquella tres facultades que permiten que se dé
conocimiento. Estas son: la facultad del entendimiento, la de la imaginación y la razón.
La primera se encarga del conocimiento general, la segunda subsume lo particular en
lo general y viceversa, y la última trabaja con ideas. Es en la experiencia estética
cuando las dos facultades que nunca se ponen de acuerdo (imaginación y
entendimiento), juegan a entenderse, sin perder de vista las ideas pertenecientes a la
razón.
“Las facultades de conocimiento puestas en juego por la idea están en tal caso en
juego libre, porque ninguna concepción definida de la naturaleza del objeto confina a
un principio particular de conocimiento... Así el estado de la mente al tener tal idea
debe ser un sentimiento del libre juego de nuestras facultades al usar una percepción
para propósitos de conocimiento general…”ix
Es un juego libre el que se produce porque al hacer un juicio de gusto no hay
determinación del objeto hacia el sujeto. El juicio de gusto pone en relación el objeto
con el sujeto, pero no proporciona ningún conocimiento sobre el objetox. Es un juicio
cuya finalidad es él mismo. Esto es, el sujeto produce un juicio que aporta información
sobre su sentimiento hacia la cosa, es decir que es un juicio sobre el propio sujeto,
pero que tiene una relación con el objeto y es el propio juicio el que hace tal conexión.
Tal sentimiento de juego libre produce un placer, y esto es la belleza xi: la relación
inmediata entre el objeto y el sujeto.
“esta estimación meramente subjetiva (estética) del objeto, o de nuestra idea de él,
precede a nuestro placer en el, y ocasiona este placer la armonía de nuestras
facultades de conocimiento…”xii
El placer que obtenemos reside en la contemplación, en el juicio, en la consideración,
en la intuición, pero no en una relación de apropiación de la cosa. No hay deseo de
poseer la cosa. (Así la definirá Schiller, la belleza, continuando las ideas kantianas: la
libertad del fenómeno en su expresión).
La belleza será por lo tanto la representación simbólica de la libertad: libertad en el
juego, libertad de juicio, dejar en libertad al objeto que me produce la sensación
placentera.
Lo bello es aquello que es susceptible de producir un placer universalmente
compartido. Es una estimación subjetiva del objeto, pero al realizar un juicio de gusto,
intentamos llevar a cabo la función del juicio de encontrar lo universal en lo particular.
“En un juicio de gusto atribuimos como necesario a todo el mundo el placer que
sentimos nosotros; como si la belleza que adscribimos a una cosa hubiera de ser
considerada una propiedad que se sigue de su concepción; aunque la belleza, aparte
de la relación con nuestro sentimiento, no es nada en sí misma…”xiii
Cuando exponemos un juicio de gusto, entendemos que van a entender lo que
sentimos, la relación que mantengo con el objeto, no esperamos que ese sentimiento
se tenga con el mismo objeto. Sentimos que tal belleza debiera ser compartida por
todos pero no a través del mismo concepto.
“Un propósito, considerado como causa de nuestro placer, implica un interés y
ocasiona nuestro juicio sobre el objeto agradable. Entonces, no puede ser ningún
propósito nuestro lo que ocasione el juicio de gusto (que no tiene interés).”xiv
En la pregunta anterior expliqué que lo bello es un placer desinteresado. Es lo que
viene a decir en este último párrafo. Diferencia lo bello de lo agradable, poniendo
como elemento clave el interés. Si es un placer interesado, es algo agradable,
mientras que será bello si es desinteresado.xv
Pregunta 4
Schiller
¿Por qué sí? Y ¿Por qué no?
¿Es posible una educación estética como la que propone Schiller? Realmente, creo
que hoy en día lo que menos debemos pensar es que las cosas son imposibles. Nos lo
dan todo tan hecho y masticado que no nos movemos lo más mínimo por nada.
Quizás por eso lo que pueda parecer utópico es bello para todo soñador. ¿Y qué hay
más increíble que el hecho de que pueda existir una sociedad libre y racional gracias a
la belleza, que nos lleva a ser perfectos moralmente, pues el placer de lo bello y lo
sublime nos reconcilia como ser humano y podemos entonces actuar de acuerdo a
nosotros mismos? La sociedad ideal será posible gracias a la belleza... Si creemos
que el dinero puede dar la felicidad, ¿por qué no creer en la belleza como salvadora
de nuestro egoísmo?
Schiller tenía idea de reconciliar las dos mitades del hombre tan empeñados en
separar. Los unos admiraban tanto la razón que reducían el hombre a la misma. Pero
aquellos que se declinaban más por lo contrario, pretendían eliminar toda parte de
razón en el hombre. El hombre será hombre cuando consiga que sus dos mitades
estén reconciliadas. Ya mostró Kant que era en el juicio estético donde las dos
facultades, referidas al entendimiento la una, y a la imaginación la otra, jugaban a
entenderse. Por lo tanto será la estética la encargada de que el hombre sea hombre.
Será la belleza y la educación en la misma la que permita al hombre ser feliz, por fin,
con sus dos naturalezas.
Será el teatro, el juego de mostrar lo que pudiera ser, el que mejor sirva para la
pretensión de Schiller de llevar a la realización una sociedad plenamente racional y
libre. Un pensamiento plenamente platónico: si educamos a los niños, no hará falta
castigar a los hombres. Tiene por lo tanto una finalidad moralizante, pero se debe
hacer a través de una experiencia estética.
Serán las formas lo que habrá que cuidar, pues son ellas las únicas que puedan mover
el espíritu hasta la moral. Será lo sublime lo que más nos incite a ser morales.
Hoy en día tenemos una estética del aquí y ahora, como diría Kierkegaard, de la mera
superficialidad que nos hace buscar más y mas. Es eso lo que, de algún modo, ha
llevado a un consumismo de lo que se suponen obras de arte.
La época actual, el postmodernismo, no pretende tan solo que el arte quede en moda,
como ocurre con la ropa, por ejemplo. No es un “ismo” más. Sino que es una etapa
más en la que nos encontramos, con una profundidad. Uno de los intentos que se
llevan a cabo es una burla, parodia de todo lo anterior. Hay ironía en sus
representaciones (si nos fijamos en la literatura, pongo como ejemplo a Eduardo
Mendoza, como autor que hace parodia del género policíaco, con obras tales como “El
laberinto de las aceitunas”). Por lo que se pretende de algún modo que no todo sea un
aquí y ahora.
Pero tengamos en cuenta como Schiller pretende que entremos en un juego estético
basado en las formas. El contenidoxvi no debe importarnos si consigue llevarnos a esa
unión de nuestros dos Yo. Es necesario por lo tanto que la gente no se quede tan solo
en lo importante de la forma y que sea capaz de sentir con ella. Si sacamos partido a
esas formas imperantes hoy en día, y enseñemos a los hombres, que se puede ser
libre y racional al mismo tiempo, se podrá tener una sociedad feliz y humana.
Actualmente con la ironía se consiguen muchas cosas, y entre ellas es un cuidado de
la forma necesario para la experiencia estética. Hay también una crítica y en general
está referida a la sociedad existente. Se puede por lo tanto reflexionar también con el
contenido, jugar a formar parte de él y ser capaces de captar esa ironía, formar parte
del juego de la estética. Debemos aprender a sentir para poder ser uno mismo,
debemos aprender a jugar al juego del teatro, de la gracia, de la ironía. Y ese juego
parece que comienzan a jugarlo los artistas. Tan solo debemos atrevernos a
introducirnos en él.
Retomando la imagen que escogí en mi primer ejercicio, sobre la remodelación de la
obra del Laocoonte, mis tesis quedan demostradas. El autor pone todo su interés en
que nos quedemos con la forma, que sea esta la que nos conmueva. Pero la forma no
es una forma cualquiera, ha buscado la esteticidad en la ironía, ha entrado en ese
juego, y nos incita a entrar con él. Nos muestra el pasado, el futuro… y una reflexión
se nos plantea... ¿Es eso lo que queremos? ¿Una forma sin sentimientos?
Ojalá alguien enseñara no solo números y letras… y me mostrara qué soy en realidad
como ser humano. Quizás si alguien hoy en día, se interesara por los hombres como
seres con razón y sentimientos, y no como simples máquinas, podría enseñarnos
mucho sobre como sentir, como tener libertad y sobre todo, como luchar por no
perderla.
Schiller sabía que somos seres libres y que es en la experiencia estética cuanto más
libres somos, pues el objeto no nos delimita, no nos determina. Es entonces cuando
más humanos y felices somos. Nadie nos puede arrebatar esa libertad de sentir. Y por
lo tanto ante cualquier impulso que suframos, debemos actuar para satisfacerlo.
Debemos llevar hasta el límite nuestra capacidad de sentirnos humanos libres.
Es cierto que ante la pregunta planteada se puede responder con las dos alternativas
posibles (si o no), pero yo no puedo evitar decir que si no pensamos que tales ideas
pueden ser posibles, ¿cuáles pueden serlo? La ética actualmente parece inexistente y
parece un mundo de “todo vale”, pero todo es porque a nadie le interesa que la
situación cambie. ¿Quién quiere hoy hombres libres y racionales? En un mundo
capitalista eso no es necesario, solo una élite debe serlo para que el resto pueda
moverse. Pero si se pone un ligero empeño… si cada uno pusiera su ligero empeño...
todo rodaría de manera distinta.xvii
Entiendo que “su relación con el...”
nos lleva
iii
Le entiendo, pero matice esas nociones
iv
Efectivamente belleza libre
v
Error, revise esa conceptualización
vi
plena
vii
Entiendo su planteamiento y agradezco el comentario que lo explica, pero se trataba de ilustrarlo desde
las tesis kantianas.
viii
Entendido
ix
Cita sin referenciar
x
en sí mismo
xi
la experiencia estética, que puede adoptar la modulación de la belleza o de lo sublime, o de ....
xii
Cita sin referenciar
xiii
Cita sin referenciar
xiv
Cita sin referenciar
xv
ok
xvi
¿Incluso en el caso de cualquier contenido?
¿La unión justifica los medios?
xvii
Touché. De lujo. Felicidades
i
ii
B+
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