Radiografía a las zonas más golpeadas por el aumento de la cesantía

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Radiografía a las zonas más golpeadas por el aumento de la cesantía
La herida que recorre Chile
Domingo 8 de febrero de 2009 / La Nación
Definitivamente la crisis se instaló en el país. Lo dejó claro la paralización de
las obras de Costanera Center en Santiago. Pero en regiones el porrazo
también se ha sentido fuerte. Por eso en el Gobierno monitorean con especial
atención las zonas que hoy tienen las mayores tasas de desempleo, que son
las que requerirán mayor urgencia en la implementación de los planes de
emergencia. Éstas son algunas de ellas.
Era una de las empresas más tradicionales y emblemáticas de Coronel. Sobre
todo porque en esta comuna de la Región del Biobío son escasas las
compañías dedicadas a la manufactura. Su fuerte era la elaboración de
productos sanitarios de loza. Sin embargo, esta filial en Coronel de la
centenaria empresa Fanaloza bajó sus cortinas hace un mes, cuando sus
exportaciones se fueron a pique debido a la crisis en Estados Unidos. Los casi
120 empleados que ahí laboraban fueron despedidos. Todos corrieron la
misma suerte, desde el gerente hasta el junior.
545 kilómetros al norte, varias decenas más de trabajadores tienen el temor de
perder su pega. Porque otra manufacturera, la fábrica de plásticos Coresa, está
evaluando el futuro de la planta que tiene en Llolleo, en la provincia de San
Antonio. Sus trabajadores creen que lo más probable es que cierre. Por eso la
incertidumbre.
Y un poco más al norte, en Valparaíso, un comentario obligado entre los
trabajadores portuarios en las últimas semanas ha sido la disminución de cinco
millones en las toneladas de embarques que se mueven en este terminal. Esa
merma ha impactado en los servicios que apoyan la actividad del puerto y ya
destruyó decenas de puestos de trabajo, aunque las autoridades locales aún
no han cuantificado las cifras.
De norte a sur las noticias llegan incesantemente. Los despidos masivos -que
son los que implican a diez o más personas, según la Dirección del Trabajopasaron a ser parte habitual de los cafés de oficina y de la sobremesa en los
almuerzos del domingo en todo Chile. Sin embargo, las noticias que han salido
desde algunas zonas son mucho más desalentadoras, como éstas que vienen
de Coronel y Valparaíso, dos de las ciudades que ya están sintiendo el golpe
de la crisis y que comparten un lamentable récord: tienen una tasa de
desocupados que supera el 14% y, de acuerdo a los pronósticos de las
autoridades, este porcentaje se incrementaría en los próximos meses.
El mapa de La Moneda
Según las últimas cifras de empleo que publicó el Instituto Nacional de
Estadísticas (INE) la semana pasada, son seis las grandes ciudades -las que
sobrepasan los 40 mil habitantes- que tienen una tasa de desempleo de dos
dígitos: además de Valparaíso y Coronel, en esta lista están Viña del Mar,
Rancagua, Talcahuano y Temuco. Y entre las más pequeñas, Vallenar, Penco,
Curanilahue y Padre Las Casas son las comunas que ya están enfrentando los
dos dígitos, el fantasma que ronda en el país y que -a juicio de los
economistas- podría llegar a la cifra de cesantía nacional en los meses de
invierno.
Sin embargo, fuentes del Ministerio del Trabajo explican que en casi todas
estas comunas, las cifras responden a situaciones que se venían registrando
incluso antes de que se desatara la crisis internacional. "No tenemos zonas en
donde el desempleo se haya disparado sólo a raíz de las últimas turbulencias",
precisan. El fenómeno que han constatado en el Gobierno es que en muchas
de las comunas que ya tenían un tasa de cesantía sobre el 10% -algunas de
ellas con un desempleo estructural-, la situación se ha agravado en los últimos
tres meses.
Quizás uno de los ejemplos más claros de este fenómeno, es el de las regiones
que tienen una fuerte dependencia de la industria salmonera, en especial la
Región de los Lagos. Porque si bien el mortal virus ISA está provocando
pérdidas inéditas en la salmonicultura, la crisis económica comenzó a golpearla
por el lado de las exportaciones. La cifra que hasta ahora maneja la
Confederación de Trabajadores del Salmón es de 6.500 despidos y que según
sus proyecciones, podría alcanzar los 20 mil. De acuerdo a las estadísticas del
INE, esta región posee una tasa de desempleo de 3,1%, la segunda más baja
en todo el país. Sin embargo, el presidente de la confederación, Javier Ugarte,
asegura que estas cifras no reflejan la situación actual de las comunas
salmoneras. De ellas, las más afectadas son las de las provincias de
Llanquihue y las que están en el mar interior de Chiloé, donde se concentra la
mayor cantidad de centros de cultivo afectados.
En La Moneda ya están elaborando un mapa con las zonas que necesitarán
con mayor urgencia la implementación de los planes para combatir el
desempleo. Y las prioritarias son todas aquellas que tienen tasas de cesantías
sobre dos dígitos. En todo caso, en estas comunas las autoridades locales ya
están afinando sus propias medidas, que contemplan principalmente la
aceleración en la construcción de obras públicas. Incluso, en varias de ellas
están elaborando estrategias de reactivación con el empresariado, como es el
caso de Valparaíso y las comunas forestales.
El presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura, Luis Schmidt, sostiene
que es esencial que el sector privado juegue un rol activo en esta crisis: "Creo
que todos los empresarios debiéramos esforzarnos porque los despidos sean
la última salida a la que echemos mano. Esa tendría que ser la última opción.
Antes tenemos que agotar todas las opciones para evitar que esa lacra que es
la cesantía, siga aumentando día a día". //LND
Adelantando inversiones
TEMUCO: 14%. En el Gobierno miran con especial atención lo que está
sucediendo en la capital de la Araucanía. En el último año, el desempleo en
esta ciudad casi se duplicó: a fines de 2007 esta tasa era de 7,5% y hoy exhibe
un alarmante 14%. Pese a que su principal actividad son los servicios, también
depende fuertemente de la industria forestal, la que se ha visto afectada por la
crisis y ha impactado el mercado laboral de esta zona. En algunas comunas
como Angol y Victoria, la situación es igualmente crítica, porque también tienen
un alto grado de dependencia de las forestales y porque ahí no se ha
desarrollado ninguna otra industria relevante.
Sin embargo, las autoridades locales ya tienen listas varias medidas
reactivadoras que, según el seremi del Trabajo, Richard Quintana, generarán a
nivel regional más diez mil nuevos empleos. La idea es adelantar estas
inversiones y por eso el gobierno regional se ha puesto como meta tener una
ejecución presupuestaria de 40% a fines de marzo. “Por cierto lo que más nos
preocupa es que puedan reactivar algunas actividades económicas. Pero lo
importante es que eso lo hagan los privados y nuestra tarea es generar las
condiciones y los estímulos para que eso suceda. Dependemos mucho de lo
que puedan hacer los empresarios y sin duda necesitamos un mayor
compromiso de su parte”.
Preparándose para marzo
RANCAGUA: 11,3% En Rancagua las alarmas están encendidas. “Es que lo
habitual era que durante los meses de verano, los niveles de desocupación
cayeran bruscamente”, explica su alcalde, Eduardo Soto. Esto porque la
actividad que más puestos de trabajo genera en esta comuna y en toda la
región es la agricultura, sobre todos los cultivos de uva y frutas de exportación.
Sin embargo, esta última temporada esas cifras tomaron un rumbo contrario y
en el último trimestre móvil el desempleo en la ciudad de Rancagua subió
1,3%, ubicándose en 11,3%, una de las más altas a nivel nacional.
La principal razón de esta alza está en la paralización de varios proyectos de
construcción. Porque hasta ahora, la contratación de temporeros principalmente mujeres- se ha mantenido sólida, al igual que en el resto de las
regiones en que se desarrolla la agricultura. “La generación de mano de obra
ha estado buena. Tanto que nuestro sector absorbió temporalmente a muchas
de las personas que perdieron sus trabajos en la construcción, la
salmonicultura y la industria forestal. Esto porque los menores precios en el
mercado de la fruta se han visto compensados por el mayor valor del dólar”,
explica el líder de los empresarios agrícolas, Luis Schmidt.
Sin embargo, la principal preocupación en esta zona es la incertidumbre sobre
lo que sucederá a fines de marzo, cuando termine la temporada de cosecha.
Los pronósticos aseguran que desde esa fecha se dispararía la cesantía en el
sector. Para hacer frente a esa situación, las autoridades de Rancagua ya
están acelerando proyectos intensivos en mano de obra, como la continuación
del empedramiento de la red de canales que atraviesa la ciudad, el
mejoramiento de veredas y la pavimentación de varias calles.
Lento ritmo en el puerto
VALPARAÍSO: 14,2%-13,3%:
Son varios los rankings en que la Región de Valparaíso desearía no estar. Es
la tercera a nivel nacional con más cartas de despidos individuales. Ocupa después de la Araucanía- el segundo lugar en las regiones con más alta tasa
de cesantía, ambas con cifras de dos dígitos. Y Valparaíso es la segunda de la
grandes ciudades con mayor nivel de desempleo con un alarmante 14,2%, cifra
muy superior al 9,8% que tenía hace un año.
En materia de empleo, el fuerte de Valparaíso son el comercio, los servicios y
principalmente las actividades complementarias a la industria portuaria. Y es
esta última la que se ha visto resentida en los meses recientes debido a la
menor cantidad de embarques. Cuentan que en esta temporada incluso ha
caído el ritmo en los embarques de fruta, elemento que ha complicado el
escenario. “Eso evidentemente significa menos mano de obra”, sostiene el
seremi del Trabajo, Edgardo Piqué.
Sin embargo, en Valparaíso decidieron no quedarse con los brazos cruzados
frente a la arremetida de la cesantía. El 14 de enero pasado se reunieron en el
Hotel Marina del Rey en Viña del Mar más de 400 personalidades regionales,
entre autoridades, empresarios y organizaciones sindicales. De esa cumbre
surgieron mucha iniciativas para dinamizar la economía de la región y que
serán parte de un dossier que la intendencia enviará en las próximas semanas
a la ministra del Trabajo, Claudia Serrano. La idea es que estas medidas se
sumen a las que ya están comprometidas, como los 41 mil millones de pesos
en obras públicas aprobados en la región y que generarán varios miles de
nuevos empleos.
La zona más compleja
TALCAHUANO: 15,2%-11,4%
Quizás la costa de la Región del Biobío es la zona más crítica en materia de
cesantía. Varias de sus comunas tienen cifras que sobrepasan fácilmente los
promedios nacional (7,5%) y regional (7,9%): Coronel (15,2%), Talcahuano
(11,4%), Concepción (8,1%), Penco (15,3%), Curanilahue (10,8%), Tomé
(8,9%) y Lota (8,9%).
“Somos punteros”, ironiza el alcalde de Talcahuano, Gastón Saavedra.
“Nosotros hace años sabemos lo que es vivir con cifras sobre el 10%”, agrega.
En esta comuna y en casi todas las de esta zona costera, el desempleo ya es
estructural y la fuerza de trabajo posee la calificación y el promedio de
escolaridad más bajos del país. Como si eso fuera poco, la crisis está
complicando la situación financiera de las empresas manufactureras,
pesqueras y sobre todo a las forestales, que son las principales creadoras de
fuentes de trabajo.
De hecho, estas comunas fueron las primeras en Chile en sentir el impacto de
las turbulencias. Porque antes de la crisis financiera, estuvo la subprime, la que
impactó directamente en los envíos de las maderas procesadas tan apetecidas
por la industria inmobiliaria estadounidense. Por eso en el último año se han
cerrado en forma paulatina cerca de 40 aserraderos, lo que ha mermado más
de cuatro mil empleos directos e indirectos, principalmente en las provincias de
Arauco y Biobío. Para evitar que sigan los despidos, se está estudiando la
creación de una mesa tripartita del sector forestal, la que sería anunciada en
las próximas semanas.
Domingo 8 de febrero de 2009 / La Nación
Cristián Cuevas, dirigente de la CUT
“Los trabajadores no estamos blindados ante la crisis”
Viaja de región en región escuchando los problemas de los trabajadores y su
conclusión es clara: el gran empresariado es depredador y está empujando a
los trabajadores a convertirse en mano de obra esclava. El líder sindical
dispara contra las transnacionales, pide más protección estatal y advierte a la
derecha que el sector combatirá para que no llegue a La Moneda.
Anda con las pilas puestas todos los días. Por Santiago pasa de vez en
cuando; la mayor parte del tiempo está en las regiones, en las comunas, dice,
(captando el estado de ánimo de los trabajadores) y (preparando las
movilizaciones de marzo y abril). Cristián Cuevas, el dirigente de los
subcontratistas del cobre, ahora, además, está a cargo del Departamento de
Negociación Colectiva y Conflictos de la Central Unitaria de Trabajadores
(CUT), que en tiempos de crisis global significa ni un día de descanso.
Su nombre está en la nómina de dirigentes sindicales que la CUT espera que
lleguen al Congreso. En el Partido Comunista, donde milita, también está entre
las prioridades de los postulantes. Pero antes, si llega a estar en la plantilla del
pacto electoral entre la Concertación y el Juntos Podemos Más, debería
producirse la reforma constitucional que permita que los dirigentes sindicales
puedan ser parlamentarios sin renunciar a sus cargos. Eso ahora está vedado,
aunque a Cristián Cuevas poco le importa. Está dispuesto a forzar la legalidad
"y que la derecha asuma los costos".
-¿Es posible describir una línea de conducta de cómo los empresarios están
afrontando esta crisis?
-Ha ocurrido lo que ya habíamos anunciado. Hay un acuerdo de los grandes
empresarios nacionales y transnacionales según el cual la única forma de
enfrentar la crisis es despidiendo trabajadores. Ellos no están acostumbrados a
bajar sus márgenes de utilidades y los costos se los están traspasando a los
trabajadores. Es dramático, porque están vulnerando la dignidad de seres
humanos. En el retail, por ejemplo en Rancagua, Falabella impone que si no
hay cambios en las condiciones laborales, reducir salarios y perder derechos
de la negociación colectiva hay despidos del 30 por ciento de los trabajadores.
Esa es una conducta que se repite en las forestales, las mineras, la
construcción y las salmoneras, entre otras. Se han puesto de acuerdo para un
chantaje.
-Son esos los sectores donde se registran la mayor cantidad de despidos, ¿hay
alguna diferencia entre los empresarios nacionales y la forma en que actúan las
corporaciones transnacionales?
-Hago una diferencia entre las pequeñas y medianas empresas que se ven tan
afectadas como los trabajadores en general, porque no tienen las mismas
oportunidades. Otra cosa son los grandes consorcios transnacionales, que son
administrados por chilenos, como Salfacorp, donde Sebastián Piñera tiene
acciones, o las mineras. La transnacional BHP Billiton hace unas semanas
postergó algunos proyectos y despidió a dos mil trabajadores; nosotros
pedimos que la minería nacional no haga lo mismo. Pese al llamado de la
Presidenta Bachelet a que las empresas cuiden a los trabajadores, la conducta
de las empresas es la misma, sean de capitales nacionales o transnacionales.
Éstas no asumen los costos. Santiago a Mil lo financió Minera Escondida y en
esos mismos días estaba despidiendo trabajadores. Esa minera usa este
evento para lavar su imagen. El gran empresariado no tiene nacionalidad, es
depredador. Así lo vemos en la industria salmonera, en la forestal, en la minera
o el retail.
-¿Qué le parecen las medidas para afrontar la crisis que ha adoptado el
Gobierno?
-Han sido adoptadas tardíamente. Está bien lo que han hecho y que hayan
destinado US$4 mil millones, pero son insuficientes para la compleja situación
que viene. Se necesitarán más recursos. El Estado necesita desburocratizar el
uso de esos recursos. Estamos ante un problema de emergencia social.
-Hay negociaciones colectivas pendientes, ¿qué pasará con ellas en medio de
la crisis?
-Los empresarios buscarán cualquier excusa para evitar la negociación
colectiva. Ya le dijimos a la ministra del Trabajo, Claudia Serrano, que los
empresarios buscan cómo ajustar, cómo despedir, cómo inhibir la acción de los
trabajadores, así como evitar las negociaciones colectivas. Ya lo vimos en
Frigorífico O Higgins y Vida Integra del holding Banmédica, donde los
trabajadores se han dispuesto a negociar, pero pasan los días y las empresas
se niegan a negociar, quieren que los trabajadores lleguen después de 20 días
de huelga de rodillas y humillados. Esta institucionalidad laboral no nos sirve.
No hay libertades sindicales y los trabajadores afectados son millones.
Necesitamos nuevos instrumentos para negociar.
-Y eso que el golpe más fuerte de la crisis todavía no llega, el impacto más
fuerte se prevé para el segundo trimestre.
-SÍ, y el Ministerio de Obras Públicas nos ha dicho que generará unos 70 u 80
mil puestos de trabajo, mientras en la construcción se proyecta la pérdida de
empleos de unas 150 mil personas. Por eso, las medidas son insuficientes para
lo que viene. Lo más dramático es que se nos mintió o se nos ocultó
información.
-¿A qué se refiere?
-El Ministerio de Hacienda y el Gobierno no reconocieron a tiempo que esta
crisis es de gran envergadura y que viene una recesión. Lo escucho todos los
días cuando recorro el país: los trabajadores no estamos blindados ante la
crisis. Al revés, los trabajadores están siendo vulnerados en sus derechos y
dignidad. Estamos viendo que los empujan a ser mano de obra esclava y no
podemos aceptar eso.
-Un informe de la Dirección del Trabajo dice que el último mes hubo 150 mil
despidos, el doble de un mes normal. El último cuatrimestre, los despidos
suman casi 500 mil. Además casi un 10 por ciento son "despidos no
justificados", ¿esto coincide con las cifras que manejan ustedes?
-Una cosa son las estadísticas oficiales y otra es la realidad. En pocas
semanas, el desempleo superará los dos dígitos. Muchas de las personas
despedidas no pasan por los canales institucionales, o sea por las direcciones
del Trabajo. Muchas personas no tienen contratos formales. Muchos finiquitos
se pagan en notarías, por lo que no hay registros de esos casos, eso lo sabe el
Ministerio del Trabajo. Esta semana estuve en Los Andes, donde una empresa
constructora de 150 trabajadores paró sus actividades y de un día para otro se
fue, y dejó a todo su personal a la deriva. Pedimos a los empresarios
responsabilidad, laboral y política. Pero esta crisis es una oportunidad para los
trabajadores.
-¿Una oportunidad en qué sentido, para qué?
-Para cambiar lo que no ha sido posible en 20 años. Para avanzar hacia una
nueva institucionalidad, donde el Estado tenga más facultades, para que
tengamos plena soberanía sobre nuestros recursos naturales, para que venga
la inversión extranjera, pero con reglas claras. Nos decían que el "dios
mercado" era el que daba empleo y oportunidades, pero eso hoy está
cuestionado en todo el mundo. En Chile, el Estado está impedido por la
Constitución para hacer emprendimientos productivos o industrializar el país.
Por eso, es una oportunidad para los trabajadores, para hacer grandes
mayorías y convergencias en lo político y social. El neoliberalismo no es la
respuesta para el bienestar de las grandes mayorías, el neoliberalismo ha
fracasado.
-¿Eso fue parte del debate del plenario de la CUT de la última semana de
enero?
-Sí, del debate y del consenso que se produjo. La CUT ha avanzado en una
síntesis que comprende los cambios que hay en el mundo y en la región
latinoamericana. Tenemos que ser oportunos antes los cambios políticos y
económicos que están en curso para generar una nueva situación, no para
hacer lo mismo. El neoliberalismo ya no da para más.
-Las resoluciones de la CUT tienen un fuerte contenido político.
-La CUT y los trabajadores tenemos que volver a los contenidos colectivos, hay
que volver al sindicalismo con contenidos políticos, al que tuvimos a inicios del
siglo XX y que significó grandes avances para la sociedad; si no, estamos
condenados a ser parias. Los trabajadores debemos volver a ser sujetos de
cambio. Propiciamos un cambio constitucional, porque pese a que la actual
Constitución tenga la firma de Lagos, no es democrática. En Chile nunca ha
habido una asamblea constituyente, todas las constituciones han sido
acordadas por los grupos dominantes. Eso es parte de nuestro debate, porque
si no influimos en lo político no podremos cambiar la redistribución de la
riqueza ni tener plena soberanía sobre los recursos naturales, por ejemplo.
Necesitamos representación en los espacios políticos. Que algunos dirigentes
sindicales tengamos militancia política no significa que tengamos poder político
para cambiar las cosas.
-¿Cree que los partidos políticos ya no son capaces de representarlos?
-La institucionalidad política es heredada de la dictadura y excluye a dirigentes
sociales y políticos. A los trabajadores esto no nos sirve.
-En un año electoral y con crisis, ¿qué le dice su olfato de cómo votarán los
trabajadores?
-No nos da lo mismo quién gobierne. La derecha no es la solución a las
demandas de los trabajadores, pero tampoco le damos un cheque en blanco a
cualquier candidato, incluso a los que están gobernando porque sabemos de
sus conductas. Hay que ver cuáles son las propuestas de cada cual. Y quien
quiera gobernar debe materializar sus propuestas desde ahora. Vamos a
combatir para que la derecha no llegue a La Moneda, pero seguiremos
impulsando el respeto a nuestros derechos a través de las movilizaciones que
la CUT ha anunciado.//LND
El calendario de la CUT
8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, marcha unitaria a las 11 horas desde
Plaza Italia.
11 de marzo: En todas las ciudades del país por el fin de las AFP y por una
previsión pública.
17 de marzo: Jornada por la defensa del empleo y por una negociación
colectiva efectiva.
2 de abril: Jornada por la educación pública.
16 de abril: Jornada nacional de movilización por un Estado social, democrático
y solidario.
1 de mayo: Día Internacional de los Trabajadores.
“La derecha desprecia a los sindicatos”
-¿Por qué la CUT ofrece una nómina de dirigentes sociales para que sean
candidatos al Congreso?
-La derecha miente y ha seguido mintiendo. Va a los sectores populares para
presentarse como el “cambio” con un discurso populista. Pero la derecha
desprecia a los sindicatos, a los trabajadores y el mundo social. Eso tenemos
que combatirlo. Cuando uno va al Congreso ve que la derecha no tiene
ninguna intención de avanzar hacia la equidad social y de redistribuir la
riqueza; la derecha está directamente vinculada a los grupos que han creado
esta crisis especulativa. La derecha no es la respuesta para los problemas de
los trabajadores ni de los movimientos sociales.
-La nómina de candidatos que presentó la CUT pasa, sin embargo, por las
decisiones de los partidos.
-Hemos puesto los mejores nombres para la batalla parlamentaria que tiene
como objetivo terminar con la exclusión. Porque también los dirigentes
sindicales estamos excluidos de los lugares donde se toman las decisiones
políticas. También con esto queremos emplazar a la Concertación y al Juntos
Podemos para ver qué espacios dan a las organizaciones sociales para
acceder al Congreso. Queremos acceder a esos espacios sin renunciar a
nuestro derecho a ser dirigentes sindicales. Es impresentable que haya
parlamentarios que lleven 20 años en esos espacios de poder y que no
permitan una mayor democratización. Hay una cierta complicidad en el
Parlamento que no permite terminar con la exclusión. La derecha tiene la
responsabilidad principal, pero a veces la Concertación, que ha sido mayoría,
no ha puesto todo su empeño para terminar con esto.
-El ministro de la Presidencia dijo que en marzo enviará el proyecto de reforma
que permita a los dirigentes sindicales ser candidatos a parlamentarios; la
derecha ya anunció su rechazo, ¿qué harán ustedes si no hay reforma y la
situación sigue igual?
-Tenemos que desafiar esta institucionalidad, debe quedar un precedente de lo
antidemocrática que es esta legalidad y que la derecha asuma su
responsabilidad. Esto no puede seguir como está. Si me piden que renuncie a
mi cargo en la CUT o la Confederación de Trabajadores del Cobre para ser
candidato al Congreso, no lo voy a hacer. Seré candidato sí o sí, pero jamás
renunciaré a mi condición de sindicalista.
Domingo 8 de febrero de 2009 / La Nación
Cómo enfrenta la cesantía la comuna más pobre
Curanilahue, el pueblo de la crisis eterna
Cuando pareciera que nada puede ser peor, llega un pie enorme a impactarse
contra sus habitantes. La hecatombe económica tiene a las forestales bajando
sueldos y despidiendo trabajadores en un pueblo donde la cesantía y la
pobreza son duras siempre. Donde la gente va a trabajar a pirquenes ilegales
para sacar carbón y dignidad, o se planta en la plaza a exigir trabajos mal
pagados. Una comuna que convive con la muerte, pero no se deja matar.
En Curanilahue las piedras no son grises, ni café. Acá, el negro predomina. En
el suelo, en los recuerdos y en las mentes de estos chilenos cuya esperanza no
está pintada de verde. Todo está teñido de carbón en el pueblo que comenzó a
enterrar su alegría junto al fin de la minería, que nunca pudo reconvertirse, que
intenta subsistir con pirquenes ilegales, empleos de emergencia y las precarias
condiciones laborales de las empresas forestales. A la cruz de siempre, ahora
se agrega la renombrada crisis. "Chue", como llaman a esta comuna, fue la
primera en sufrir la hecatombe proveniente de Estados Unidos y, como va todo,
terminará siendo la última en quitarse el pie de encima.
La cesantía es de un 10,8 por ciento según las cifras del Instituto Nacional de
Estadísticas, y de un 11,5 por ciento, según los diarios locales. Pero la verdad
cambia día a día. Para evitar el rechazo público, Celulosa Arauco ya no
despide a los trabajadores de a 200, sino de 10 en 10 todas las semanas. Hay
quienes apenas se salvan con los empleos de emergencia del Gobierno, que
acogen a más de dos mil personas y que muchos comparan con el PEM y el
POJH. Mujeres que trabajan limpiando juntas de vecinos e iglesias la mitad del
día y el resto del tiempo buscan algún "pololito". Son empleos improductivos
que muelen las expectativas de progreso a cambio de 159 mil pesos.
A las 9 de la mañana, la plaza principal se empieza a poblar lentamente de
cesantes. Frente a la municipalidad se juntan hombres, mujeres, jóvenes y
viejos a exigir trabajo. La mayoría pide cupos en los programas de empleo,
como si fueran la panacea. En un pueblo como éste, donde el comercio casi
está muerto por la falta de poder adquisitivo y no hay empresas que vengan a
invertir, cualquier trabajito es bienvenido.
Graciela Soto tiene 30 años y lleva seis sin un trabajo. "Hago puros pololitos.
Por ejemplo, hacía aseo en la escuela y me pagaban 15 mil pesos a la
semana", dice. Por eso, decidió formar un comité de cesantes para pedir
trabajo en la municipalidad. El 2 de enero llegó a la plaza y comenzó a inscribir
gente. Ahora son 96 mujeres y 8 hombres los que se sientan hasta las cinco de
la tarde para esperar que les den una peguita para subsistir, entre protestas y
risas. Todos los días se pasa lista y el que no aparece es expulsado del Comité
El Progreso. Hace unas semanas, hasta olla común hicieron. "Ojalá nos tengan
respuesta porque ya viene marzo y las mamás que estamos aquí no tenemos
cómo mandar a nuestros hijos al colegio porque ni un lápiz tenemos", asegura
Graciela ante la mirada de aprobación de sus compañeras, que comparten
unos pancitos matutinos, té y café en la plaza.
El sentir es mayoritario. Se viene marzo y no hay cómo enfrentarlo. Por eso, los
trabajadores forestales están preparando la primera medida de movilización de
este año: no enviar a los niños al colegio en marzo. "No hay cómo mandarlos.
Este es un problema que nos afecta a todos en la provincia de Arauco, así es
que vamos a iniciar una movilización masiva, no sólo de los forestales, sino de
todos los ciudadanos", anuncia el presidente de la Federación de Trabajadores
Forestales (Fetrafor), Juan Miranda.
Los aires de protesta se sienten en todo el pueblo. La conformidad no es para
los curanilahuinos. "La gente aquí reacciona rápido. Se toma carreteras, el
municipio, etcétera. Y ahora que viene la crisis, afectará enormemente a esta
comuna. Las crisis siempre golpean a los más pobres y los más pobres están
en esta comuna", dice al alcalde Ahimalec Benítez (DC).
Hacia el norte
Si la eterna situación se define en la cesantía y la pobreza, la crisis promete un
futuro más negro. Cuando Enacar (la empresa estatal del carbón) abandonó
esta zona, las forestales aparecieron con nuevas promesas. "Curanilahue es la
capital del oro verde. Tú sales a la calle y ves mucha plata, pero nada de eso
se queda acá. Las grandes transnacionales se lo llevan todo y nosotros
seguimos siendo un pueblo abandonado por las empresas, por las autoridades
y por el Gobierno", explica Miranda.
El sector forestal fue el primero en resentirse. Con la crisis subprime de
Estados Unidos, la venta de maderas disminuyó drásticamente y los sueldos
también. Dejaron de pagar bonos de producción y eliminaron las horas extra,
principal fuente de ingreso de los curanilahuinos que trabajan en estas
empresas. Además, están obligando a los trabajadores a tomarse sus
vacaciones y feriados colectivos.
Mario Matamala trabaja en un aserradero y su sueldo está cada vez más bajo.
Antes hacía cerca de 200 mil pesos en horas extra, con lo que llegaba a los
400 mil. Ahora llega más temprano a su casa a disfrutar con su hija y su
esposa, pero tiene que apretarse el cinturón. "Antes uno llegaba a trabajar
contento, me gustaba mi trabajo, pero ahora cada vez me desanimo más",
explica. La incertidumbre aumenta la angustia. No sabe si mantendrá la pega,
si le seguirán bajando el sueldo o si en algún momento todo mejorará. "Así
como está la cosa, está el riesgo de que el empresario busque una razón y te
despida. Con la plata que a uno le pagan cuando lo despiden hay que ver si se
puede hacer algún negocio, pero así como está la cosa un negocio acá no es
rentable. Si acá no hay trabajo, habrá que dejar Curanilahue y partir al norte",
dice Matamala, no muy convencido de dejar "Chue", donde vive toda su familia.
La crisis llegó al rubro en 2006 y en dos años ya habían despedido a 1.500
trabajadores en la provincia de Arauco. En lo que va de 2009, han caído 1.200
más. "Todos los días me llaman para decirme que va a haber más despidos.
Los cálculos que hemos sacado es que van a llegar a 4.000 trabajadores
despedidos sólo en esta provincia", dice Miranda. El alcalde Benítez, aunque
trata de conciliar con las forestales, también les llama la atención. "Una de las
empresas forestales más grandes de Sudamérica tiene su corazón en la
provincia más pobre de Chile. Esto lo digo para que Arauco reaccione", dice.
Trabajo o muerte
"Uno acá entra, pero no sabe si va a salir". Son casi las 4 de la tarde y José va
a hundirse en el pirquén donde trabaja desde hace seis meses, cuando lo
echaron de un aserradero de Arauco junto a otros 250 hombres. A las 12 de la
noche debiera salir, junto a sus otros nueve compañeros que se encuentran 50
metros bajo tierra y tosca (piedras). "Esto es menos seguro, pero se gana
más", dice José. A la semana completa cerca de 120 mil pesos, trabajando de
lunes a sábado en turnos de ocho horas. Pide que no lo fotografíen porque
teme que una foto pueda perjudicar su fuente de trabajo, no regularizada ni
autorizada por los organismos gubernamentales. "Acá hay más riesgos, pero
ésta era la única manera de seguir alimentando a la familia", justifica uno de los
jóvenes que se prepara para entrar al pirquén.
Madera, zinc y un equipo generador de corriente son los principales elementos
que forman el pirquén. Rústicos y menos equipados que las minas
dependientes de grandes empresarios, casi ninguno cuenta con permiso. De
los cien socavones que existen, sólo cuatro deben tener todas las
autorizaciones para funcionar, según las mismas estimaciones de los
empresarios pirquineros.
Mil quinientos curanilahuinos viajan todos los días en camiones o camionetas
techadas para internarse a extraer oro negro. Todos hombres, porque las
minas son celosas y no aguantan que entren mujeres. La venganza de las
damas de carbón son derrumbes y muertes.
"El carbón es lo único que nos puede salvar, pero me da miedo porque es muy
peligroso", dice Marta, pensando en su esposo que todavía trabaja en un
aserradero. Con los despidos de las forestales, cada día son más los hombres
que se internan en las minas ilegales, donde la muerte está a la orden del día.
Si no es por el peligro del pirquén, la muerte llega a Curanilahue de la mano de
la depresión. A fines de enero, tres jóvenes se mataron en una semana. Uno
tomó la cuerda por los problemas económicos que atravesaba su familia. En el
Consultorio Eleuterio Ramírez, el único del pueblo, actualmente hay 150
pacientes que se tratan por depresión y 25 están en serio riesgo de suicidio.
"Pero es que acá la gente se deprime por la falta de oportunidades, porque no
se ve que la cosa vaya a mejorar", opina Pedro, un joven secundario que ve
con claridad la situación.
Este mes se comenzó a preparar una nueva mina. Claro que ésta es legal y
viene de la mano del empresario de "SQP", Rodrigo Danús, que quiso invertir
en el oro negro. "La Chulita" se ve como una pequeña esperanza para el
pueblo. En diciembre ya estará lista para recibir a 300 trabajadores que se
internarán a sacar tosca y carbón, además de toda la gente que puede trabajar
en lavado y transporte del producto. Esto puede ser una pequeña ventana para
que entre algo de aire mientras dure la crisis. Cuando pase, y mientras ninguna
política gubernamental y empresarial cambie, Curanilahue estará donde
mismo. Con la necesidad de trabajo de su gente y la misma cruz de siempre. //
LND
Domingo 8 de febrero de 2009 / La Nación
Una mirada global al empleo
Por Alexandra Rueda
*Economista del Departamento de Estudios Laborales, Instituto Nacional
de Estadísticas.
“La ocupación disminuyó también en Minería y Servicios Sociales, Comunales
y Personales. Como resultado, la ocupación total creció menos que años
anteriores, afectando esencialmente a los hombres, donde recayó la mayor
incidencia de la desocupación”.
La incorporación laboral femenina y el crecimiento del empleo asalariado son
dos fenómenos que han marcado el dinamismo de la fuerza de trabajo y del
empleo de los últimos cuatro años. Para el 2008 la tasa de desempleo fue en
promedio de 7,8 por ciento, experimentando un aumento respecto de 2007 y
con importantes variaciones en dichas categorías. Sin embargo, debido a la
desaceleración de la actividad hacia fines de año, las cifras de empleo y
desempleo empezaron a reflejar la nueva situación que enfrenta el mercado del
trabajo.
De acuerdo al comportamiento estacional de la agricultura, la tasa de
desempleo de octubre-diciembre en lugar de disminuir se mantuvo igual
respecto del trimestre anterior. Ello debido a que las cifras del empleo en una
de las actividades más sensibles al ciclo económico como la Construcción
mostraron bajas en casi todas las regiones (en 11 de las 15 regiones), aunque
en mayor proporción en la Región Metropolitana, donde el desempleo aumentó.
La ocupación disminuyó también en Minería y Servicios Sociales, Comunales y
Personales. Como resultado, la ocupación total creció menos que años
anteriores, afectando esencialmente a los hombres, donde recayó la mayor
incidencia de la desocupación.
Reflejando la heterogeneidad de las regiones, el mapa del desempleo también
fue y es diverso. Las mayores o menores incidencias de la ocupación según
ramas de actividad y de la fuerza de trabajo mostraron contrastes. Según las
últimas cifras entregadas por el INE, en ocho de las 15 regiones el desempleo
aumentó (en I, IV, IX, XI, XII, XIII, XIV, XV), mientras disminuyó en las siete
restantes. Las regiones de Valparaíso (10,1%), Araucanía (10,2%), Arica y
Parinacota (8,6%), Biobío (7,9%) y Metropolitana (7,7%) fueron las que
registraron índices superiores al nacional.
Con todo este panorama, las variaciones en doce meses de los principales
indicadores de empleo y desempleo nacionales se vieron afectadas, dando
cuenta de la desaceleración de la fuerza de trabajo y de la ocupación,
principalmente en las ramas de Construcción, Transporte y Comunicaciones y
Servicios Financieros.
Aunque las cifras son publicadas en la modalidad de trimestre móviles, y
muestran una situación promedio trimestral de los indicadores, el último
período publicado refleja ya la incidencia del mes de diciembre, generando
impactos de diversidad sectorial y regional. Estos impactos ocurren también a
distintas velocidades, de la misma manera que en la relación entre el empleo y
la actividad hay períodos de rezago en sus comportamientos cíclicos. LND
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