ZONAS HÚMEDAS DE NAVARRA

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ZONAS HÚMEDAS DE NAVARRA
Los humedales están considerados como los ecosistemas más fértiles de
la biosfera, ya que sustentan comunidades botánicas y faunísticas de gran
diversidad y complejidad. Poseen funciones ecológicas fundamentales como
reguladores de los regímenes hídricos y como hábitat de flora y fauna
características, especialmente de las aves acuáticas. Se caracterizan por ser
una escala importante para las aves migratorias o invernantes.
Navarra ocupa dentro de la Península Ibérica una situación geográfica
estratégica en una de las rutas de aves migratorias más importantes del
Paleártico Occidental. Ello hace que anualmente miles de aves acuáticas
aprovechen los humedales navarros como áreas de parada y reposo en sus
viajes migratorios. Por otra parte, importante efectivos de aves invernantes
centroeuropeas utilizan temporalmente los humedales navarros como áreas de
refugio y alimentación.
Los dos humedales más importantes de Navarra son las lagunas de
Pitillas y de Viana, catalogados ambos como Humedales de Importancia
Internacional.
LAGUNA DE PITILLAS
La Laguna de Pitillas, con sus 206 hectáreas, es el humedal de tipo
estepario, y origen endorréico más extenso de los existentes en Navarra y uno
de los más importantes del Valle del Ebro. Destaca por la abundancia y
diversidad de especies de aves acuáticas que eligen esta laguna para pasar el
invierno o para reproducirse. Es un lugar estratégico para el reposo y
alimentación de numerosas aves que realizan la migración a través de la ruta
pirenaica occidental.
Desde 1987, año de declaración como Reserva Natural (RN-27) por la
Ley Foral 6/1987, ha incrementado su importancia ecológica. Por sus elevados
valores ornitológicos en 1991 fue incluida en la red de Zonas de Especial
Protección para las Aves, al amparo de la Directiva 79/409/CEE.
En 1996 fue catalogada como Humedal de Importancia Internacional
según el Convenio de Ramsar atendiendo a la nidificación del avetoro y la
polluela chica, así como a la creciente importancia de las poblaciones de garza
real, garza imperial y aguilucho lagunero, en invernada y nidificación. La
importancia internacional de este humedal sigue aumentando en la actualidad
con la presencia de nuevas aves como el calamón, la consolidación de 1as
colonias de cría de diversas ardéidas y la existencia de hábitats de interés
comunitario recogidos en la Directiva 92/43/CEE de Hábitats.
LAGUNA DE LAS CAÑAS DE VIANA
Este humedal, conocido en el lugar como Embalse de Las Cañas o del
Salobre, es uno de los más importantes de Navarra. Tiene una superficie de
agua libre de 99,6 hectáreas y recoge el agua de escorrentía de una cuenca de
6.602 hectáreas. Está situado al oeste de Navarra, en el límite entre Navarra y
La Rioja, en Viana, muy próximo a Logroño.
Se declaró Reserva Natural (RN-20) por la Ley Foral 6/1987, de 10 de
abril, de Normas Urbanísticas Regionales para la protección y uso del territorio.
Mediante Acuerdo de 27 de diciembre de 1990, el Gobierno de Navarra
consideró la Laguna de Las Cañas como Zona de Especial Protección para las
Aves (ZEPA).
En 1996, fue declarada Zona de Importancia Internacional según el
Convenio de Ramsar, por la importancia de las colonias de martinete y garza
imperial y la presencia de avetoro y algunas especies de polluelas.
OTRAS ZONAS HÚMEDAS DE NAVARRA
Junto a las lagunas de Pitillas y de Las Cañas, en Navarra existen otras
21 zonas húmedas: reserva natural de la Laguna del Juncal en Tafalla (2,5
hectáreas); reserva natural de la Balsa de Agua Salda en Tudela (17 hectáreas);
reserva natural de la Balsa del Pulguer de Tudela (50 hectáreas); enclave
natural de la Laguna de Dos Reino en Figarol (30 hectáreas); enclave natural de
la Balsa Escudera en Villafranca (12 hectáreas); Balsa del Cardete en Tudela
(31,8 hectáreas); balsas de Loza e Iza en Olza e Iza (10 hectáreas); Balsa de la
Mueda en Aibar (12 hectáreas); Embalse de la Estanquilla en Cintruénigo (35,2
hectáreas); Laguna de Lor en Cascante (18,47 hectáreas); Laguna de Rada en
Murillo el Cuende (2,15 hectáreas); Balsa de Celigueta en Ibargoiti (4,6
hectáreas); Embalse de la Estanca en Corella (10 hectáreas); Embalse de la
Estanquilla en Corella (2,7 hectáreas); Embalse de la Nava en Cintruénigo (15
hectáreas); Balsas de Sasi en Burgui (0,2 y 2,25 hectáreas); Balsa de la Morea
en Beriáin (11,39 hectáreas); Balsa de Zapata en Bardenas Reales (4
hectáreas); Balsa de Bajabán en Ablitas (1,5 hectáreas); y la Balsa de la
Estanca en Cintruénigo (7 hectáreas).
CONVENIO DE RAMSAR
El 2 de febrero de 1971 se firmó en 1971 el Convenio sobre los
Humedales en la ciudad iraní de Ramsar, a orillas del Mar Caspio. El Convenio
de Ramsar es un acuerdo internacional que tiene como finalidad la protección
de las zonas húmedas de la Tierra.
Una de las principales causas para la convocatoria inicial del convenio de
Ramsar fue la constancia de la disminución del número de aves acuáticas y la
desecación en años anteriores de numerosas zonas húmedas. En particular, en
España entre los años 1948 y 1990 se perdió el 60% de la superficie de zonas
húmedas, si bien, en la última década este proceso se ha ralentizado y en
algunos casos invertido. En otros países europeos la pérdida de zonas húmedas
fue igualmente dramática. Por ejemplo, en Francia se desecó el 67 % de los
humedales entre 1900 y 1993; el 57 % en Alemania entre 1950 y 1985 o el 66 %
en Italia entre 1938 y 1984.
El Convenio de Ramsar pretende sensibilizar a todas las personas y
entidades sobre los valores culturales y naturales de los humedales. De hecho,
gran parte del abundante patrimonio arqueológico y cultural del mundo guarda
estrecha relación con las riquezas naturales de sus humedales. Las antiguas
civilizaciones surgieron y evolucionaron al borde de los grandes ríos y de los
humedales asociados a ellos y la salvaguarda del bienestar de mucha gente
sigue dependiendo hoy día de sus recursos hídricos, alimentarios y de otra
índole y de sus múltiples funciones vitales.
Los humedales son, pues, un depósito de patrimonio cultural que adopta
formas muy variadas, desde estructuras y artefactos materiales fabricados por el
ser humano –pasando por los fenómenos paleontológicos conservados en los
sedimentos y turberas y por las prácticas tradicionales de utilización del agua y
las tierras- a los lugares de importancia religiosa y mitológica y al "sentimiento
del lugar" casi inmaterial que muchas personas experimentan por esos lugares
agrestes y a menudo misteriosos y por la fauna y la flora silvestres que albergan.
En este sentido, uno de los principales logros de este Convenio ha sido la
creación de la lista de humedales de importancia internacional. Dicha lista está
actualmente compuesta por 1.126 humedales de 130 países con una superficie
superior a 91 millones de hectáreas, aproximadamente la misma superficie que
las de España y el Reino Unido juntos.
Los principios básicos del Convenio son: la dependencia del hombre y su
medio; el papel ecológico fundamental que desempeñan las zonas húmedas
como reguladoras del régimen hídrico y como soporte de una flora y una fauna
características, particularmente para las aves acuáticas; el valor económico y
cultural, científico y recreativo de los humedales; la consideración las aves
acuáticas como un recurso internacional ya que durante sus migraciones
estacionales pueden atravesar las fronteras.
Cabe señalar que casi la mitad de las especies que actualmente se
pueden considerar en peligro de extinción dependen en mayor o menor medida
de las zonas húmedas. Especial mención merecen ocho especies de aves:
avetoro, garcilla cangrejera, cerceta pardilla, porrón pardo, malvasía, águila
pescadora, torillo y focha cornuda.
España se adhirió al Convenio en 1982, y hasta la actualidad ha
incorporado a la Lista de Humedales de Importancia Internacional 38 zonas
húmedas con una superficie de 158.216 hectáreas. Entre estos humedales de
importancia internacional se encuentran las lagunas de Pitillas y de las Cañas
de Viana.
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