Ficha: EL IMPRESIONISMO. ... » visual) Prof. Claudia Berrino

Anuncio
Ficha:
EL IMPRESIONISMO. ED. PLÁSTICA.
3° AÑO
Prof. Claudia Berrino
Aunque el término Impresionismo se aplica en diferentes artes como música y literatura, su
vertiente más conocida, y aquélla que fue la precursora, es la pintura impresionista. El movimiento
plástico impresionista se desarrolló a partir de la segunda mitad del siglo XIX en Europa —
principalmente en Francia— caracterizado, a grandes rasgos, por el intento de plasmar la luz (la
«impresión» visual) y el instante. El movimiento fue bautizado por la crítica como Impresionismo
con ironía y escepticismo respecto al cuadro de Monet “Impresión: sol naciente”.
Claude Monet, “Impresión: soleil levant”, 1872–1873 (París, Museo Marmottan Monet). Cuadro al
que debe su nombre el movimiento.
Su primer objetivo fue conseguir una representación del mundo espontánea y directa, y para ello se
centraron en los efectos que produce la luz natural sobre los objetos. Las figuras principales del
movimiento fueron: Edgar Degas, Claude Monet, Berthe Morisot, Camille Pisarro, Auguste Renoir y
Alfred Sisley.
Los impresionistas se preocuparon más por captar la incidencia de la luz sobre el objeto que por la
exacta representación de sus formas, debido a que la luz tiende a difuminar los contornos y refleja
los colores de los objetos circundantes en las zonas de penumbra.
Los pintores académicos definían las formas mediante una gradación tonal, utilizando el negro y el
marrón para las sombras. Los impresionistas eliminaron los detalles minuciosos y tan sólo
sugirieron las formas, empleando para ello los colores primarios —ciano, magenta y amarillo— y
los complementarios —naranja, verde y violeta—.
Consiguieron ofrecer una ilusión de realidad aplicando directamente sobre el lienzo pinceladas de
color cortas y yuxtapuestas, que mezcladas por la retina del observador desde una distancia
óptima aumentaban la luminosidad mediante el contraste de un color primario (como el magenta)
con su complementario (verde). De este modo, los impresionistas lograron una mayor brillantez en
sus pinturas que la que se produce normalmente al mezclar los pigmentos antes de aplicarlos.
Precedentes
Paisajistas ingleses
En la primera mitad del siglo XIX, en pleno Romanticismo, Joseph Mallord William Turner y John
Constable —pintores paisajistas ingleses— sentarían las bases sobre las que más adelante
trabajarían los impresionistas.
De Turner los impresionistas tomarían su gusto por la fugacidad, sus superficies borrosas y
vaporosas y el difuminado y mezcla de colores intensos. Así como la descripción de un momento
visual más allá de la descripción formal, en el que la luz y los colores dan lugar a una «impresión»
más poderosa. El máximo exponente de estas características lo encontramos en Lluvia, vapor y
velocidad (1844) National Gallery de Londres, cuadro que podríamos considerar ya
preimpresionista. Los impresionistas eliminarán el componente sublime de la obra de Turner,
propio de la pintura romántica.
Édouard Manet
Édouard Manet, “Le Déjeuner sur l'Herbe “(1863). Museo de Orsay
Édouard Manet, “El bar del Folies-Bergère” (1881–1882) Courtauld Institute de Londres
Si hay un autor clave entre los precursores del movimiento impresionista, éste es Édouard Manet.
Dos trabajos son esenciales en la comprensión de su influencia sobre el grupo.
En su “Desayuno sobre la hierba” Manet presenta un bodegón. Pese a que las figuras
representadas son humanas, el autor trabaja el cuadro como si fuera una naturaleza muerta. Esto
se evidencia por la ausencia de conexión de unos personajes con otros, tres personajes van
vestidos mientras que el cuarto está desnudo; las miradas nunca se encuentran aunque haya un
personaje hablando y la disposición en primer (cesta y comida), segundo (grupo) y tercer término
(mujer en el agua) es meramente compositiva. Este trabajo influenciará a los impresionistas en la
desatención del modelo y de la narración.
Por otra parte “El bar del Folies-Bergère” evidenciará el deseo de tratar los fenómenos lumínicos al
introducir un espejo al fondo que refleja toda la profundidad de la sala y las grandes lámparas de
araña, iluminación artificial que crea una luz difusa y menos directa y, por tanto, más difícil de
pintar, recordándonos a las escenas festivas de Renoir.
Técnica y estética impresionista
Colores puros
Claude Monet, “Catedral de Ruán”. En la entrada principal de la catedral distinguimos azul ultramar
y violeta para las sombras (colores más saturados que la parte superior, más iluminada) al igual
que naranja dentro de la misma zona de sombra para definir los reflejos en la oscuridad.
La segunda mitad del siglo XIX presenció importantes evoluciones científicas y técnicas que
permitieron la creación de nuevos pigmentos con los que los pintores darían nuevos colores a su
pintura, generalmente al óleo. Los pintores consiguieron una pureza y saturación del color hasta
entonces impensables, en ocasiones, con productos no naturales. A partir del uso de colores puros
o saturados, los artistas dieron lugar a la ley del contraste cromático, es decir: «todo color es
relativo a los colores que le rodean», y la ley de colores complementarios enriqueciendo el uso de
colores puros bajo contrastes, generalmente de fríos y cálidos. Las sombras pasaron de estar
compuestas por colores oscuros a estar compuestas por colores fríos o desaturados que, a la vez,
creaban ilusión de profundidad. Del mismo modo, las luces pasaron de ser claras a ser saturadas y
cálidas, resaltando del fondo. Podemos decir que, rompiendo con la dinámica clásica del
claroscuro, más propio del dibujo, una sombra podría ser más intensa, clara y saturada que una luz
y, sin embargo, seguir creando ilusión de sombra y profundidad. Asimismo enriquecieron el
lenguaje plástico separando los recursos propios del dibujo y aplicando únicamente los recursos
propios de la pintura: es decir, el color. Para definir la forma, su riqueza de color les permitió afinar
el volumen mediante más matices lumínicos, creando luces dentro de las zonas de sombra y
sombras dentro de las zonas iluminadas recurriendo únicamente al uso del color. Un buen ejemplo
del uso de los colores saturados para luces y sombras indistintamente lo encontramos en el cuadro
La catedral de Ruán de Claude Monet al lado. Este uso de los colores sería absorbido después por
las primeras vanguardias, especialmente por el fauvismo de Matisse o Gauguin.
Pincelada gestáltica
Aunque la teoría gestáltica apareció más adelante, los pintores impresionistas mostraron
plásticamente lo que la psicología de la Gestalt vendría a demostrar psicológica y científicamente
más adelante: perceptivamente, si se dan ciertas condiciones, partes inconexas dan lugar a un
todo unitario. El uso de pequeñas pinceladas de colores puros resultó en un todo vibrante; y,
aunque las pinceladas aisladamente no obedecieran a la forma o al color local del modelo, en
conjunto —al ser percibidas global y unitariamente— adquirían la unidad necesaria para percibir un
todo definido. Este recurso fue llevado al máximo por los neoimpresionistas, también conocidos
como puntillistas como Seurat o Signac.
Forma
Auguste Renoir, “La Balançoire”. La plasmación de la luz sobre el cuerpo es más importante que la
descripción de su forma.
La descripción de la forma, relegada a segundo plano y dejada a manos del dibujante y no del
pintor queda subordinada a la definición de las condiciones particulares de iluminación. Por eso los
artistas impresionistas buscarán condiciones pintorescas de iluminación como retos a su genio,
recurriendo a iluminaciones de interior por luz artificial —como Edgar Degas y sus bailarinas—, la
iluminación natural filtrada —como Auguste Renoir y la luz pasando entre hojas de árboles— o la
iluminación al aire libre con reflejos en el agua o multitudes de gente como Claude Monet. La
pintura pasa a ocuparse de aquello que le es intrínseco: la luz y el color y en ningún caso a la
descripción formal del volumen heredada del clasicismo; Así las formas se diluyen, se mezclan o
se separan de forma imprecisa dependiendo de la luz a la que están sometidas, dando lugar a esa
«impresión» que le da nombre al movimiento.
Breve historia
Hasta la segunda mitad del siglo XVIII el estilo que primó fue el Clasicismo. A partir de este
momento se dará un giro radical en la Historia de la Pintura. Lo habitual era el que los artistas
expusieran en el Salón Oficial. Los nuevos artistas (conocidos como "Los Rechazados") por el
contrario, tenían que buscar otros lugares alternativos que les permitieran exhibir sus obras. Así, la
primera exposición impresionista tuvo lugar el 15 de abril de 1874, en el Salón del fotógrafo Nadar.
Se presentaron bajo el nombre de "Sociedad Anónima de pintores, escultores y grabadores".
Intervinieron entre otros artistas de la talla de Monet, Pissarro, Renoir, Sisley, o Cézanne.
A partir de este momento las exposiciones se irán sucediendo progresivamente en el tiempo y con
sedes diferentes. Al esplendor del estilo le sucederá el declive, ya que se verá desbordado por la
aparición de otras preocupaciones y presupuestos diferentes. Así surgirán varios estilos diferentes
que se engloban bajo el nombre genérico de “Neoimpresionismo”.
Origen del término “Impresionismo”
Los pintores impresionistas no se definían a ellos mismos bajo este apelativo. El término les fue
impuesto de modo peyorativo por el crítico Louis Leroy, al ver la obra de Monet Impresión
atardecer o Impresión sol naciente pintada en 1872 y expuesta en la exposición del 74. Al día
siguiente de ésta, parafraseando el título del cuadro para burlarse de él, Leroy bautizó el nuevo
movimiento: Al contemplar la obra pensé que mis anteojos estaban sucios, ¿qué representa esta
tela?..., el cuadro no tenía derecho ni revés ..., ¡Impresión!, desde luego produce impresión..., el
papel pintado en estado embrionario está más hecho que esta marina. Así fue como el término
"Impresionismo" pasó a ser el nombre del movimiento del que luego el propio Leroy se
envanecería.
Provocaron un gran escándalo, proceso similar al que experimentó Manet. El refinado publico del
momento no estaba preparado para aceptar una revolución como la que ellos proponían. Las
burlas y duras críticas a que fueron sometidos les llevarían a posteriori al éxito. Su máximo
Reconocimiento se afianza ya entrado el siglo XX.
Cambios y características:
El objetivo principal es sustituir el ideal dominante de "Belleza" por el nuevo de "Libertad". Para
entender este paso hay que indagar en el contexto historico-social:





Impacto del ferrocarril: Por vez primera se experimentó el concepto de "velocidad". La
retina captaba así una "realidad distorsionada".
Impacto de la fotografía: La fotografía demostró que lo que determina la visión es el color y
no el dibujo, con ello se rompen planteamientos clasicistas anteriores. La fotografía trajo
consigo el concepto de la instantánea, que será tan utilizado por Degas para sus
composiciones de bailarinas.
Impacto del óleo en tubo: se generaliza a mitad del XIX. Trae consigo una consecuencia
muy revolucionaria, ya que el artista no tiene porque elaborar cuidadosamente los
pigmentos, de ahí que el pintor salga del taller para pintar al aire libre.
Impacto de la Naturaleza y de la Luz: el estar al aire libre revela una nueva realidad, una
realidad llena de luz, gracias a cuya proyección es posible el color.
Impacto del Tiempo: es la era de los relojes, el tiempo es un tema que obsesiona al
hombre y en particular al pintor. La técnica de los nuevos pintores necesita de una
pincelada rápida y hábil.
Estos cambios hacen que el Impresionismo tenga unas características concretas:

El paisaje como tema principal.
Es uno de los géneros más fructíferos. El paisaje ofrece un campo donde todos los interes de
los impresionistas se ven concentrados: el aire libre, el contacto con la Naturaleza, el
encuentro con la Luz. Ésta se verá modificada con el paso del tiempo y los matices colorísticos
irán cambiando a medida que avanza el día. Dentro del paisaje, también es frecuente el tema
de la representación del agua de la nieve y el hielo. Se aman las superficies en que los reflejos
y los matices cromático-lumínicos se hacen infinitos. La aparición de la figura es menos
frecuente, y si lo hace es rodeada de paisaje.(Ahora la figura es pretexto para representar el
paisaje, mientras que en el Clasicismo había sido a la inversa). Ello no quiere decir que no
haya escenas de interior cuyo máximo exponente es Degas, al que le preocupan temas como
la danza o los caballos, ambos relacionados con la velocidad y la instantánea.

Técnica:
Los impresionistas se caracterizan por su técnica rápida, de largas pinceladas cargadas de
materia pictórica. Esto fue duramente criticado por los más anclados a la tradición, llegando a
decir que "los nuevos" estrujaban directamente sus tubos sobre los lienzos. De la última etapa
de Monet se dice que sus obras no son pinturas, sino más bien escultura sobre el lienzo.
Muchas veces se apunta a Goya como un precedente para este tipo de pincelada.

Color:
Es significativo el que los impresionistas eliminen de su paleta el color negro, lo hacen porque
observan que las sombras nunca son negras, sino coloreadas. Al igual, el blanco puro no
existe, sino que la luz lo carga de matices innumerables. Apuestan por el color puro, aunque
pueden permitirse el mezclarlos directamente sobre la superficie del lienzo.

Ausencia de perspectiva:
Los impresionistas abolen el concepto de la perspectiva euclidiana que había regido el concepto
de la pintura hasta entonces, es por ello que desaparece el "primitivo" punto de fuga. Apuestan por
una pintura plana y bidimensional porque en realidad es como percibe nuestra retina. Esto ya lo
anticipó Manet con su Pífano.
Descargar