El muralismo platense - Facultad de Periodismo y Comunicación

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El muralismo platense: una herramienta de expresión
artístico/comunicacional
Verónica Daniela De Angelis
[email protected]
Palabras claves: muralismo, arte, comunicación, ciudad, prácticas, usos, expresiones,
movimiento artístico, sujetos, producción de sentidos.
Introducción:
Esta ponencia se centrará en el análisis del estado del arte del proyecto de
investigación, cuyo tema es el muralismo platense como herramienta de expresión
artístico/comunicacional. En virtud de ello, el problema en torno al cual se construirá el
objeto de estudio se basará en reconocer y analizar los usos y prácticas que los grupos
constitutivos del movimiento muralista de La Plata, realizan en los espacios públicos de la
ciudad.
A los efectos de contextualizar el problema, es oportuno señalar que la pintura mural es
aquella obra de arte que forma parte inseparable de los espacios arquitectónicos, según
palabras del arquitecto José María Peña, plasmadas en su libro “Argentina en el Arte. Los
Murales”.
Pero además, por sus dimensiones y su ubicación en el espacio, el arte mural es
también un medio de trasmisión sociocultural, que necesita para mostrarse, insertarse en
un ámbito de exposición pública.
El comienzo de la pintura mural fue la iconografía de las pinturas rupestres. Luego el
arte mural surgió en las ciudades antiguas, en sus plazas, templos viviendas y tumbas,
ilustrando escenas de la vida cotidiana y del universo religioso. Por ejemplo, las escenas
de los libros sagrados tuvieron también la misión de transmitir la historia y la fe de las
religiones organizadas.
Desde la prehistoria el hombre buscó muros para dar testimonio de su existencia.
Desde los bisontes de las cuevas de Altamira, en Santander (España), a los muros de
templos y edificios. Todas las civilizaciones encontraron en esas muestras de arte público
una manera no sólo de dejar un mensaje, sino fundamentalmente, de comunicarse con
sus contemporáneos, con su propio pueblo.
En tiempos de mayoría analfabeta, los frailes utilizaban este medio para ilustrar sobre la
historia sagrada de la misma manera que los sacerdotes de civilizaciones pre-cristianas
apelaban a los artesanos con el mismo fin. Es decir que a lo largo de la historia del
hombre, el arte público fue un eslabón que unió al artista con sus contemporáneos.
En la era moderna, el mural se ha identificado con las luchas revolucionarias y de
búsqueda de cambios sociales entre oprimidos y opresores. La más importante obra de
arte del siglo XX, el “Guernica”, del artista español Pablo Picasso, es el máximo
exponente del arte mural, como protesta ante la guerra civil española.
Esa obra fantástica, aunque haya sido realizada en un taller y trasplantada al museo,
por su contenido y su denuncia es un mural más allá de que no lo sea por la técnica, tal
como lo manifiesta José María Peña, en el libro citado más adelante.
Hacia 1.930, el art nouveau deja lugar a otras expresiones vanguardistas, marcando esa
década la irrupción del movimiento muralista mexicano, desde las enseñanzas de sus
postulados de la mano de David Alfaro Siqueiros (1.890-1.974), Diego Rivera (1.8861.957) y José Clemente Orozco (1.883-1.949).
El arte mexicano, surgido de su revolución, fue el que dotó de rebeldía al muralismo.
Sus campesinos, sus obreros, sus milicias populares, sus héroes y sus traidores, en gran
parte gracias a los pintores muralistas, forman parte de la mitología americana.
Según el artista plástico Luis Seoane, este movimiento llega a la Argentina en 1.933 con
Siqueiros, quien trabajó en un único mural en un sótano de una casa particular, aunque
parezca paradójico.
Con él colaboraron Antonio Berni, Demetrio Urruchua, Carlos Castagnino, Lino Enea
Spillinbergo entre otros, quienes luego desarrollaron el muralismo en el país, al crear en
1.944 el Taller de Arte Mural. Junto con Manuel Colmeiro, estos pintores realizan en
1.946, los frescos de la cúpula de las Galería Pacífico, en la ciudad de Buenos Aires.
Paralelamente, y en tiempos democráticos, la ciudad de La Plata comenzó a hablar
desde sus muros, siendo coherente tal surgimiento, si tenemos en cuenta que la misma
constituye un centro urbano universitario y cultural por excelencia.
Íntimamente ligado a las luchas populares, el muralismo sufrió la imposición del silencio
en tiempos de la última dictadura, pero se refugió en el interior, que como lo manifestara
la Licenciada Cristina Terzaghi, “siempre posibilita eso huecos que permiten seguir
trabajando”.
Carlos Soto y José Kura, por ejemplo, se mudaron a Corrientes y allí desarrollaron una
técnica particular, que éste último vino a enseñar luego a La Plata. A su vez, junto a
Ariosto Otero, en México, Terzaghi creó un movimiento continental, del cual es hoy
representante de la Argentina. Esto habla de las diversidades en la unidad que conforma
el muralismo.
Por lo tanto, para un mayor entendimiento de la problemática planteada, es importante
tener en cuenta que existen producciones artísticas y socio-culturales tangibles en las
paredes de la ciudad de La Plata, que constituyen una parte importante del patrimonio
cultural, y que son manifestaciones y prácticas emergentes como expresiones alternativas
de comunicación, atravesadas por un determinado entorno socio-político-cultural
Desarrollo:
En cuanto al recorrido por el estado del arte, en primer lugar se valorarán los aportes
que la tesista Lilian Lima Albarracín desarrolló en su trabajo de investigación presentado
ante la Universidad Católica Boliviana San Pablo, en oportunidad de analizar los graffitis
como expresión alternativa de comunicación generacional.
Si bien mi trabajo se enmarca dentro del movimiento muralista, o sea otra forma de
expresión artística urbana, resulta interesante el recorrido que esta autora realiza al
acercarse a los que ella denominó “emisores” de la obra.
Lima Albarracín manifiesta en su trabajo que “se conoce poco sobre aquellos que en la
oscuridad de la noche aceptan el reto y salen a pintar escritos que difícilmente puedan ser
ignorados por las transeúntes”, y de ese modo define uno de los objetivos de su tesis.
En ese orden de ideas, se espera que el aporte de esta tesis sea valioso a la hora de
identificar las actuaciones de particulares, grupos o movimientos sociales, que
intervinieron en esas producciones, y analizar de qué manera se constituyen como
equipos de trabajo.
Siguiendo una misma línea de pensamiento, ya que se analizarán en mi plan de tesis
las prácticas y usos que intervinienen en la elaboración de murales, deviene de vital
importancia el marco metodológico proveniente del campo de la antropología brindado por
la tesista Lima Albarracín, como es el método etnográfico, a través de la observación
participante y las entrevistas en profundidad no dirigidas.
Sin perjuicio de ello, y aún cuando su perspectiva investigativa es válida en general, me
aparto de ella en cuanto a su abordaje desde la semiótica comunicacional, no
encontrando en este punto relación con mi propio proyecto de tesis.
Además creo que es un punto débil de ese trabajo, porque pierde el objetivo inicial (es
decir, indagar sobre los usos y prácticas de intervención que los “emisores” realizan en la
paredes de la ciudad), abarcando demasiado al pretender analizar también el sistema de
significación de la obra, e incluso cuando apunta a irrumpir en otra áreas de las ciencias,
como las exactas.
Asimismo, se pondrá especial interés en el Proyecto de investigación acreditado por la
Universidad Nacional de La Plata (U.N.L.P.), en el marco del Programa de Incentivos.
Tema: “Arte, Imaginario y Espacio Público”, bajo la dirección de la Licenciada María de los
Ángeles de Rueda, de la Facultad de Bellas Artes de esa casa de estudios.
En ese proyecto se describen las acciones y convocatorias que el Grupo Escombros
realiza en la ciudad de La Plata (uno de los colectivos que constituye el universo de
estudio o corpus de mi tesis), y los avances de esa investigación fueron publicados en la
Revista Trampas “de la Comunicación y la Cultura”, en la edición dedicada precisamente
a la “Ciudad y los espacios públicos”.
Por ejemplo, define en primer lugar al arte público, en oposición al arte privado, como
“una forma de producción y circulación diferente”1 y lo relaciona con los espacios públicos.
Este concepto es importante para seguir indagando entre la bibliografía de autores, que
toman al espacio público como lugar de expresión artístico/comunicacional.
Asimismo señala De Rueda, que las acciones y producciones de los últimos años
realizadas en las calles se pueden sintetizar con el término “intervenciones urbanas”, y en
este caso me ayudó a utilizar las palabras correctas para volcar tanto en la pregunta de
investigación como en los objetivos, y de ese modo avanzar con el proyecto a paso firme,
con un rumbo definido.
Cabe aclarar en esta instancia que, si bien el movimiento muralista establece sus
modos de producción, implicando desde luego la recepción de sus obras, como así
manifiestan los testimonios de los integrantes del Grupo Escombros, recogidos por María
de los Ángeles De Rueda en el artículo referenciado, en cambio mi trabajo de
investigación no pretende ser un estudio de recepción del arte mural platense.
Pero además, este trabajo es muy rico en cuanto al recorrido que se realiza por las
teorías del arte público, remitiendo a los grupos y movimientos cercanos a prácticas
políticas y sociales en su conjunto, y en esa parte también ayuda a precisar el problema
en mi proyecto.
1
De Rueda, María de los Ángeles, Intervenciones en el espacio público, en Revista Trampas de la comunicación y la
cultura Nº 18, Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, Año 2003
Es también central para mi tesis tener en cuenta los conceptos señalados por Claudio
Lobato en la ponencia presentada en el Primer Congreso Virtual de Antropología y
Arqueología, en octubre de 1.998, en oportunidad de referirse a la utilización de los
espacios urbanos como “lugares“ en donde se realizan prácticas estético-políticas y socioestéticas, entendidas como “ aquellas manifestaciones en donde lo reivindicativo y la
demanda se entremezclan con aspectos lúdicos e intenciones estéticas que articulan una
dimensión simbólica y un sistema de comunicaciones”2.
Y agrega Lobato que “los murales, pintadas, graffitis…se proyectan sobre los espacios
urbanos dejando las marcas de las producciones específicas”, y son tomadas a su vez por
el mismo autor, como representaciones-acciones que parten de los actores y de sus
vivencias y problemáticas sociales.
De ello se desprende la idea principal de su ponencia, tendiente a determinar cuál es el
sentido y la significación para los sujetos sociales que llevan a cabo esas acciones y
prácticas socioestéticas. Una reflexión por demás interesante, para ser tenida en cuenta
en mi proyecto de investigación, que agrega además términos como “política cultural”, e
“industria cultural”, para seguir indagando en ellos.
A su vez, las investigadoras Elizabeth Sánchez Pórfido, Silvia Juana González, María
Cristina Terzaghi y Adela Ruiz, en el Proyecto de investigación ”Los murales de La Plata.
Identidad cultural en los espacios públicos”, bajo la Dirección de la Licencia Graciela de
María, dentro del temario “Arte contemporáneo, patrimonio y educación: la ciudad” del
I.H.A.A.A., contribuyeron con datos novedosos para contextualizar el problema planteado
en el avance del plan, ya que aborda la historicidad de los murales, a la vez que realiza
una interesante catalogación de las obras ubicadas en espacios públicos de la ciudad.
Las investigadoras son Licenciadas en Comunicación Visual, por lo cual es entendible
su visión sobre el muralismo como movimiento de origen artístico, utilizando mayormente
términos de la plástica, pero no agrega para mi tesis ningún dato relevante en cuanto a su
sentido comunicacional, ni analiza a los sujetos que realizan las obras.
Se observa entonces que sólo se detienen en registrar metódicamente los murales
existentes en la ciudad, como manifestaciones artísticas, determinado la relación directa
entre la producción mural platense y el entorno socio-político-cultural. Por ese motivo, el
aporte para mi proyecto es parcial.
2
Lobeto, Claudio, Acciones y representaciones en los espacios urbanos. En Ciudad virtual de Antropología y
Arqueología, http://www.naya.org.ar/congreso/ponencia1-22htm
Es relevante también la investigación académica que, sobre “Comunicación y espacio
público en la ciudad de La Plata. Circulación, recorridos y encuentros”, fue realizada por la
Licenciada en Comunicación Social, María Silvina Souza, de la Facultad de Periodismo y
Comunicación Social de la U.N.L.P., en el marco de la Beca de Iniciación en la
Investigación Científica y Tecnológica de esa Universidad.
En el artículo que se publicó en la Revista de Cultura Pensar Iberoamérica, la
investigadora refleja los resultados parciales de su investigación, y retoma no sólo la idea
de espacio público como lugar de expresión, sino que hace hincapié, al igual que la
tesista Lima Albarracín, en los sujetos emisores (concepto central para mi tesis):
“¿quiénes quieren comunicarse y con quiénes, qué voces, qué sujetos, qué palabras?;
¿qué contenidos, qué estéticas, qué ideologías son las emergentes en esas prácticas y
usos sociales?”3.
Sobre este aspecto precisamente es que se pondrá especial interés en mi tesis. Es
decir, en comprender y describir el rol social, productivo e inclusive político de la
comunicabilidad presente en las creaciones de la imaginación artística.
La misma autora alude a los usos del espacio público, definiéndolos como “intensos”, y
agrega, como definición valiosa para mi trabajo, la característica que prevalecen, como “el
lugar por excelencia de las relaciones sociales y los intercambios culturales, de los ritos y
las celebraciones”.
Deviene oportuno señalar que Souza se refiere tanto a los graffitis, el arte mural, la
publicidad y la propaganda, a diferencia de la tesis de Lima Albarracín que se centra
solamente en la primera forma de las expresiones artísticas mencionadas.
En ese orden de ideas es necesario recordar lo manifestado por Armando Silva Téllez 4,
en la ponencia presentada en el II Congreso Internacional de Semiótica, Rosario,
Argentina, octubre de 1.987, “El territorio: una noción urbana”, en cuanto a la idea de
construir croquis llenos de color de imágenes, sobre los planos de las ciudad, que darían
cuenta de la “ciudad vivida“, en oposición a los planos oficiales, y considerando entonces
“las estrategias de comportamiento social o urbano”.
De tal manera, los conceptos de Silva Téllez contribuirán en forma significativa en mi
trabajo de tesis, ya que considera a los lugares simbólicos, como puede ser una pared, en
espacios en que se representan luchas, y construyen en cierta forma una cultura
3
Souza, María Silvina, Comunicación y espacio público en la ciudad de La Plata. Circulación, recorridos y encuentros, en
Revista de Cultura Pensar Iberoamérica, http://www.oei.es/pensariberoamérica/colaboraciones03.htm
4
Silva Téllez, Armando, El territorio: una noción urbana. Revista Signo y Pensamiento, Universidad Javeriana,
Bogotá,1988.
ciudadana. Es decir que, gracias a su lectura, se pudo recuperar nociones desde las
cuales se interrogará al objeto de investigación que se está construyendo en esta
instancia.
Relacionado a estos conceptos, el Licenciado Rubén Darío Romani5, en su Trabajo
original para el Seminario de Diseño, en la Universidad Nacional de Cuyo, “Presencias y
desapariciones. La memoria popular en el diseño de murales callejeros”, reflexiona acerca
de la ciudad como “proyecto de vida humana, como un diseño colectivo que alberga en
sus gestión los más variados conflictos y ejercicios del poder”.
Los murales dedicados a la vigencia de la memoria, por ejemplo, constituyen para este
autor “un grafismo que se reapodera de un espacio culturalizado”. Por tal razón, su
análisis además sumará a la configuración de los usos y prácticas comunicacionales que
intervienen en la elaboración de obras que tengan ese contenido temático.
Aún más: ayudará a sumar algunas formulaciones técnicas y requisitos propios de los
artistas, sin dejar de describir los materiales de trabajo utilizados en la construcción de los
murales, ya que no son aspectos menores a considerar para comprender y describir las
prácticas ejercidas por ellos.
Sin desconocer que la pintura mural es una práctica que deja huellas, y constituye el
patrimonio cultural de la ciudad, es también un arte público, vivo, que cambia
constantemente.
En virtud de ello, es oportuno traer la mirada de la Licenciada Susana Cella6 en cuanto
considera que “toda obra de arte comunica algo”, es decir que la intencionalidad del
artista está en la estética de la misma, pero si gusta o no, si genera algo o no, es
excluyente y escapa a él mismo.
Pero a su vez, esta autora critica a los movimientos vanguardistas, como es el
muralismo originado en México y extendido en gran parte de Latinoamérica, por
considerarlo una forma de arte que se “fabrica” de manera intencional y masivamente.
Atento ello, será interesante rebatir esta opinión en extenso, la que ya adelantamos que
no compartimos por considerarla contradictoria y hasta incongruente, y así remontarnos a
los orígenes mismos del muralismo en América.
5
Romani, Rubén Darío, Presencias y desapariciones. La memoria popular en el diseño de murales callejeros. Revista
Trampas Nº18, Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, Año 2003.
6
Cella, Susana, El otro simbólico, Revista Trampas de la comunicación y la cultura. Comunicación/Arte. Número 24,
Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, Año 2004
Ahora bien, es indudable que si hablamos de imágenes, no podemos dejar de citar a
Roland Barthes7: “La imagen es re-presentación, es decir, en definitiva, resurrección, y
dentro de esta concepción, lo inteligible resulta antipático a lo vivido”. Y así, coincidir con
él que estamos hablando de algo, de un pensamiento que cobra materialidad en la figura
o un sentimiento que se deja ver en la imagen.
Pero vale una salvedad. Como ya lo apuntara antes, lejos está mi tesis de realizar un
estudio semiótico sobre las representaciones simbólicas reflejadas en las paredes de la
ciudad de La Plata.
No hay interés alguno en esta investigación de desentrañar las significaciones y
resignificaciones de la obra, y mucho menos de analizar las interpretaciones de quienes
caminan por la calle y se detienen a contemplarlas.
En cuanto a las representaciones de la ciudad, es oportuno para mi tesis considerar las
reflexiones que Gustavo Remedi8, Doctor en Literatura hispánica, realizara en un ensayo
que da cuenta sobre el tema que nos convoca.
En ese trabajo, el autor expresa que “nuestra vivencia de la ciudad y nuestra
intervención sobre ella no sólo están relativamente condicionadas por la estructura socialurbana -artificial y cambiante- sino que además están mediadas por narraciones de la
ciudad construidas con símbolos, imágenes, conceptos, premisas, teorías, valores,
proyectos, teleologías, etc.”, y aclara que entre los propósitos de su ensayo está el de
explotar la relación entre la ciudad, las representaciones y la acción humana”.
Es justamente en el actuar de los sujetos y en las prácticas de producción, que me
detendré en mi trabajo, que como dice este autor, “ponen en circulación esas
representaciones”. Me parece interesante abordar mi tesis contando con el aporte de
autores que provienen de otras disciplinas, en este caso la literatura, pero que no sólo
enriquece la investigación sino que reconforta descubrir que son más las coincidencias
que las diferencias. Por eso la elección de este ensayo.
Otro autor imprescindible para tener en cuenta es Jesús Martín Barbero 9quien, si bien
en el tratamiento del tránsito “de los medios a las mediaciones” relata con minuciosidad el
surgimiento de las imágenes (iconografía) y su estrategia comunicacional ya en la época
7
Barthes, Roland, La retórica de la imagen, Paidós Comunicación. Barcelona, 1994.
Remedi, Gustavo, Apuntes para una crítica cultural. Representaciones de la ciudad. Revista Trampas de la
comunicación y la cultura Número 18, Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP, Año 2003.
9
Martín-Barbero, Jesús, Comunicación y ciudad: entre medios y miedos, en Boletín ALAIC, Asociación Latinoamericana
de Investigadores de la Comunicación, Número 5. 1991
8
medieval, considero que para mi trabajo ha sido un hallazgo un texto del autor que asocia
a los medios con los miedos en la textura urbana.
Martín Barbero afirma entonces que “para pensar los procesos urbanos como procesos
de comunicación necesitamos pensar cómo los medios se han ido convirtiendo en parte
del tejido constitutivo de lo urbano, pero también cómo los miedos han entrado
últimamente a formar parte constitutiva de los nuevos procesos de comunicación”.
Para mi trabajo dejaremos de lado el tema de los medios, y tomaremos a los miedos
como una expresión de angustia honda, de una “angustia cultural” como define el mismo
autor, para así entender de dónde vienen esas prácticas y usos que tienen como sujetos
ejecutores a los grupos y movimientos artísticos que pintan esas paredes.
Volvemos entonces al planteo inicial: quiénes quieren expresarse, a quién quieren
comunicar, que los motiva a hacerlo. En definitiva, los miedos tenidos como una clave de
los nuevos modos de habitar la ciudad y comunicar.
Esta parte del artículo de Martín Barbero es muy efectiva para mi tesis ya que habla de
alguna manera de la participación y valoración popular de las expresiones artísticas a
pesar de padecer un sentimiento tan negativo y paralizante como es el miedo.
Es notable de que manera puede una idea tan aguda, según mi criterio, agregar para mi
propuesta de tesis una dimensión hasta entonces impensada, pero que genera una vuelta
más al problema inicial, sin duda muy interesante.
Confieso que sin abandonar la idea primigenia, surgen otras que son bienvenidas, y no
se contradicen en absoluto, ya que todas rondan dentro de la misma línea de
pensamiento, en cuanto a las creaciones colectivas, a la intencionalidad del arte de ser
transformador y formador de sujetos críticos, por ejemplo.
Según mi entender, la observación aguda que hace Martín Barbero respecto a los
procesos de comunicación es de un valor tal, que no solamente puede ser utilizada para
mi trabajo, sino que es altamente recomendable para aquellos proyectos que tengan
como objetivo desentrañar la trama de la comunicación y lo urbano desde diferentes
lugares.
Conclusión:
Por supuesto se impone seguir indagando sobre la obra de todos los autores
mencionados en esta ponencia e incluso en otros, para así no quedarme con lo
encontrado hasta estos momentos, y de esa forma ayudarme a ser más creativa con el
trabajo a investigar.
Si bien el recorrido por el estado del arte en esta instancia es enriquecedor, creo que a
medida que se avance sobre el trabajo de investigación, se irán agregando otros
lineamientos conceptuales que surgirán de nuevos intelectuales y científicos, o tal vez de
otras tesis.
Cabe aclarar a su vez que, en cuanto a lo bibliográfico, la lectura de textos reseñados
en esta ponencia han servido notablemente para determinar las palabras claves de la
misma, ya que fueron orientadores y ayudaron a terminar una idea que se fue
modificando poco a poco, pero con la intención de lograr una coherencia argumentativa
fundamental para ser comprendida por aquellos que, recién en estos momentos, se
adentran en el tema.
Asimismo, como ya se adelantara, en la futura tesis se apuntará también a identificar
cuáles son los sujetos que intervienen en ese proceso; comprender qué quieren
comunicar esos actores a través de los murales; explicar por qué son elegidos los
espacios
públicos
de
la
ciudad
de
La
Plata
como
lugar
de
expresión
artístico/comunicacional, y determinar el rol social, comunicativo y político presente en la
creaciones artísticas.
Por tal motivo, se ha tenido en cuenta que el tratamiento desde la comunicación/arte,
podrá facilitar el análisis de lo artístico/cultural, como campo y lugar donde se libran
luchas sociales.
Bibliografía:
-BARTHES, Roland. La retórica de la imagen. Paidós Comunicación. Barcelona.1994.
-CELLA, Susana. El otro simbólico, en Revista Trampas de la comunicación y la cultura.
Número 24. Publicación de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la
U.N.L.P. 2004.
-DE RUEDA, María de los Ángeles. Intervenciones en el espacio público, en Revista
Trampas de la comunicación y la cultura. Número 18. Publicación de la Facultad de
Periodismo y Comunicación Social de la U.N.L.P. 2003
-LOBETO, Claudio. Acciones y representaciones en los espacios urbanos. En Ciudad
virtual de Antropología y Arqueología, http//www.naya.org.ar
-MARTÍN BARBERO, Jesús. De los medios a las mediaciones. Comunicación, cultura y
hegemonía. México. GGMassMedia. Editorial Gustavo Gili.1987.
-REMEDI, Gustavo. Apuntes para una crítica cultural. Representaciones de la ciudad. En
Revista Trampas de la comunicación y la cultura. Número 18. Publicación de la Facultad
de Periodismo y Comunicación Social de la U.N.L.P. 2003.
-ROMANI; Rubén Darío. Presencias y desapariciones. La memoria popular en el diseño
de murales callejeros. En Revista Trampas de la comunicación y la cultura. Número 18.
Publicación de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la U.N.L.P. 2003
-SILVA TÉLLEZ, Armando. El territorio: una noción urbana. Revista Signo y Pensamiento,
Universidad Javeriana, Bogotá, 1988.
-SOUZA, María Silvina, Comunicación y espacio público en la ciudad de La Plata.
Circulación, recorridos y encuentros. En Pensar Iberoamérica, Revista de Cultura,
http//www.oei.es/pensariberoamerica/colaboraciones03.htm.
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