trastornos sustancias

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Trastornos relacionados con el consumo de sustancias
Trastornos cuya gravedad va desde la intoxicación no complicada y el consumo perjudicial hasta cuadros psicóticos
y de demencia manifiestos. Todos ellos son secundarios al consumo de una o más sustancias psicotropas.
La identificación de la sustancia psicotropa involucrada, que puede hacerse mediante los datos proporcionados por
el propio individuo, de los análisis objetivos de muestras de orina, sangre, etc., o de cualquier otra fuente (muestras de
sustancias en las pertenencias del enfermo, síntomas y signos clínicos o información proporcionada por terceros).
Muchos de los que consumen sustancias psicotropas no se limitan a una sola. No obstante, la clasificación
diagnóstica del trastorno debe hacerse, cuando sea posible, de acuerdo con las sustancias (o de la clase de sustancias)
consumidas más importantes. Por ello, en caso de duda, hay que tener en cuenta la sustancia o el tipo de sustancia que
causa el trastorno presente en el momento y aquella que se consume con más frecuencia, en especial cuando se trata
de un consumo continuo o cotidiano. (CIE-10).
A. Conceptos generales
Para comprender la patología del enfermo mental causada por el consumo de tóxicos es preciso definir de:
a. Tolerancia
Una droga produce tolerancia cuando es necesario ir aumentando la cantidad consumida para experimentar los
mismos efectos. Es un indicio de alteración metabólica, consecuencia de un consumo crónico del que el organismo
intenta defenderse.
b. Dependencia
Pautas de comportamiento en la que se prioriza el uso de una sustancia psicoactiva frente a otras conductas
consideradas antes como más importantes. Ésta se divide en dependencia física (el organismo se ha habituado a la
presencia constante de la sustancia de tal manera que necesita mantener un determinado nivel en sangre para
funcionar con normalidad, cuando éste desciende por debajo del umbral aparece este síndrome característico de cada
droga) y dependencia psíquica (es la compulsión a consumir periódicamente la droga de que se trate para experimentar un estado afectivo positivo o librarse de un estado afectivo negativo, es muy difícil de desactivar). (OMS)
CLASIFICACIÓN DE LAS DROGAS EN FUNCIÓN DE SU EFECTO SOBRE EL SNC
Deprimen su actividad
Estimulan su actividad
Alteran cualitativamente su
actividad

Derivados de
opiáceos: heroína,
metadona,
brupenorfina,
morfina
Alcohol etílico
 Benzodiacepinas
 Barbitúricos
 Cocaína
• Anfetaminas
• Xantinas: té, café,chocolate
•
•
•
•
Derivadas del cannabis
Alucinógenos
Disolventes orgánicos
Nicotina
B. Trastornos mentales y del comportamiento debido al consumo de alcohol
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El alcohol es un depresor del sistema nervioso central. La ingestión de cantidades considerables de alcohol mantenida
durante años puede dar lugar a una serie de encefalopatías.
a. Delirium tremens
Aparece en el individuo crónicamente sometido al uso del alcohol. Las variaciones bruscas del tóxico, aumento o
reducción suelen ser el factor desencadenante. El delirium tremens ya establecido la sintomatología se relaciona con la
conciencia (una desorientación temporoespacial), sensopercepción (ilusiones y alucinaciones fundamentalmente
visuales, microzoopsias), psicomotricidad y estado físico general. El enfermo vive con angustia este cuadro
confusonírico. El estado físico se haya también perturbado por fiebre, deshidratación, sudoración, temblor distal y
posibles convulsiones; el episodio dura aproximadamente una semana.
b. Encefalopatía minor
Presente en casi todo alcohólico crónico. Ésta se caracteriza por perturbaciones que afectan la vida de relación del
individuo, aparecen recelos y sospechas que conformarían un primer grado de celotipia, deterioro de relaciones
SOCIOLABORA laborales, algunos trastornos mnésicos.
c. Alucinosis alcohólica
La alucinosis de los bebedores de Wernicke. La sintomatología consiste en cuadro alucinatorio tipo audioverbal. No
existe alteración en el nivel de conciencia, el paciente vive el cuadro con gran ansiedad y no son raras las conductas
auto o heteroagresivas. Con frecuencia existe conciencia de enfermedad y la evolución generalmente va en dirección a
la curación en el espacio de semanas aunque puede darse también hacia la cronicidad.
d. Enfermedad de Korsakov
Es una encefalopatía crónica no exclusiva del alcoholismo. Cuando aparece en un alcohólico se piensa que la causa es
el défict de tiamina. En la sintomatología aparece una amnesia de fijación (no es posible fijar el recuerdo de
hechos sucedidos después del inicio de la enfermedad), confabulaciones, falsos reconocimientos y polineuritis
asociada que afecta a extremidades. Si bien en un principio el cuadro puede remitir mediante la abstinencia y
administración de complejo vitamínico B por vía parenteral, a partir de determinado momento se contribuye ya
en una entidad irreversible (20% de los casos).
e. Celotipia alcohólica
El alcoholismo frecuentemente alberga dudas o sospechas acerca de la fidelidad de su cónyuge. En determinadas
ocasiones no existe una auténtica convicción del individuo, pero en otras el problema alcanza la categoría de
delirio. Hay autores que relacionan la celotipia alcohólica con la impotencia sexual que sufre el paciente alcoholizado. Se ha de tener en cuenta el potencial agresivo de este tipo de enfermos.
f. Trastorno psicótico residual y de comienzo tardío inducido por alcohol o por sustancias psicotropas
Se trata de estados en los cuales ciertos trastornos cognitivos, afectivos, de la personalidad o del
comportamiento debido al consumo de sustancias psicotropas. Persisten más allá del tiempo de actuación de la
sustancia.
C. Trastornos mentales y del comportamiento debido al consumo de opioides
Los opioides deprimen la actividad del sistema nervioso central. A este grupo pertenecen la heroína,
metadona, buprenorfina y morfina.
La heroína tiene una serie de efectos a corto plazo (sensación de flotar, efectos sedantes y euforizantes, alivio
del miedo y la ansiedad, instaura de forma rápida una relación de dependencia) y a largo plazo (efectos
subjetivos muy placenteros durante el primer período, lo que más mueve al adicto es el no pasarlo mal y
conseguir los primeros efectos; también tienen lugar comportamientos dirigidos a conseguir la droga y para ello
a veces roban, se prostituyen, etc.).
Cuando tiene lugar una deprivación del consumo de este tóxico aparece el llamado síndrome de abstinencia,
en el que aparece un cortejo sintomatológico, orgánico y psíquico; la intensidad y gravedad de este síndrome
depende del tipo y la cantidad de sustancia consumida. Algunos pacientes viven de forma muy angustiosa la
aparición de este cuadro clínico llegando a desarrollar un miedo irracional que les puede inducir actos de tipo
delictivo con el fin de conseguir la sustancia y evitarlo. El síndrome de abstinencia agudo dura de 4 a12 días y da
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paso al síndrome de abstinencia tardío, que se define como un conjunto de disrregulaciones del sistema nervioso
neurovegetativo y funciones psíquicas básicas que perduran meses o años. Existe también un llamado síndrome
de abstinencia condicionado en el que aparece sintomatología propia del agudo en un individuo que ya no
consume pero que la ser reexpuesto a los estímulos ambientales que fueron condicionados aparece cortejo
sintomatológico, esto provoca en el paciente un gran desconcierto y ansiedad.
D. Trastornos mentales y del comportamiento debido al consumo de cannabinoides
Sobre el comportamiento a corto plazo de esta sustancia provoca sensación de alegría o euforia con
tendencia a hablar y reír, seguida de somnolencia y decaimiento general; dosis altas producen una
alteración de la percepción del tiempo, alucinaciones, confusión mental y ansiedad. Y los efectos a
largo plazo pueden desencadenar un brote psicótico en sujetos predispuestos, producen dependencia
psíquica moderada y disminución de capacidades cognitivas.
Psicosis agudas cannábicas: caracterizada por alucinaciones y reacción disfórica. Se trata de un
síndrome casi superponible a la esquizofrenia paranoide, pero de curso más breve y habitualmente da
mejor respuesta al tratamiento, mejor pronósotico si cesa el consumo de cannabis. Este cuadro se ha
descrito en personalidades predispuestas o bien después de dosis muy importantes de cannbinoles.
En un principio el llamado síndrome amotivacional se describió exclusivamente para el cannabis, sin
embargo actualmente se acepta que el alcohol y todas las sustancias ilegales que crean dependencia
pueden generarlo. Se trata de un cuadro caracterizado por abstenia, apatía, falta de interés por
prácticamente todo lo que no sea conseguir el tóxico, reducción generalizada de cualquier actividad y
déficit de las funciones psíquicas básicas.
E. Trastornos mentales y del comportamiento debido al consumo de cocaína
La cocaína es un estimulante de la actividad del sistema nervioso central. Sobre el comportamiento
los efectos a corto plazo son: euforizante, sensación de viveza y desvelo, intensa sensación de euforia y
excitación (en grandes dosis), se suele acompañar de efectos mentales abigarrados, en ocasiones fuerte
desinhibición con conductas agresivas. Los efectos a largo plazo que ocasiona son: irritabilidad,
agresividad, comportamientos antisociales, psicosis con clínica paranoide y alucinaciones zoomórficas,
dependencia psíquica muy intensa y depresiones al dejar el consumo. Las patologías psiquiátricas
relacionadas son:
a. Euforia o manía cocaínica
Trastorno en el que se presenta un aumento de la velocidad del pensamiento, agresividad,
desinhibición, alteración en la conducta social y peligrosidad social.
b. Disforia cocaínica
Cuadro de depresión de instauración brusca con gran tendencia al suicidio en la abstinencia.
c. Psicosis cocaínica
Trastorno en el que se presentan alucinaciones táctiles y lumínicas, desconfianza paranoide y
conducta estereotipada. Si el cuadro se mantiene al suprimir el consumo debe hacer pensar en
psicosis subyacente anterior con refuerzo por el consumo.
d. Psicosis paranoide
Trastorno en el que se presenta ideación agresiva y de persecución, agitación, irritabilidad y
cansancio.
F. Trastornos mentales y del comportamiento debido al consumo de alucinógenos
Los efectos a corto plazo sobre el comportamiento como consecuencia del consumo de estas
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sustancias son: percepción alterada del tiempo, disminución de la agresividad, aumento de la
conciencia de las emociones, disminución del miedo, aumento de la capacidad para interactuar,
locuacidad. Y a largo plazo: insomnio, psicosis paranoides, depresión, ataque de pánico,
comportamientos sociales unidos al consumo (bailes, fiestas, rutas). Las patologías psiquiátricas
relacionadas con los alucinógenos son las siguientes:
a. Flash back
Este aparece a largo plazo y se caracteriza por la repetición inesperada y súbita de la experiencia
vivida, puede ocurrir desde unos días hasta un año después del consumo.
b. Pánico agudo
Vivencias de terror intenso, miedo a perder el control sobre sí mismo y temor a volverse loco.
c. Psicosis secundaria
Descompensaciones de tipo esquizofreniforme con alucinaciones.
G. Trastornos mentales y del comportamiento debido al consumo de tabaco
Los efectos sobre el comportamiento a corto plazo son: se inicia un aprendizaje que comienza con el
consumo ocasional y que va aumentando y se incrementa el número de ocasiones en las que aparece
adecuado fumar. Los efectos a largo plazo son: dependencia psicosocial muy fuerte y manifestaciones
comportamentales derivadas de los momentos de la abstinencia (irritabilidad, intolerancia, ansiedad,
manifestaciones depresivas, etc.).
La intoxicación aguda por nicotina se denomina también "borrachera tabáquica" y se caracteriza por ser
un cuadro aparatoso de náuseas, vómitos, sialorrea, vértigos y sudor frío. En ocasiones puede
complicarse y si no se tratase podría evolucionar hacia la parada cardiorrespiratoria.
H. Trastornos mentales y del comportamiento debido al consumo de sedantes o hipnóticos
(benzodiacepinas y barbitúricos)
Los efectos a corto plazo sobre el comportamiento son: sedación generalizada, disminución de la
ansiedad, también pueden producir efectos similares a los del alcohol (desinhibición, conducta
agresiva, etc.), afecta a la conducción, manejo de máquinas y realización de tareas complejas. Los
efectos a largo plazo son: ansiedad crónica, irritabilidad, inestabilidad afectiva, riesgo de conducta
suicida, dependencia psíquica muy importante y se ha relacionado con deterioros psicorgánicos. Existe
una tolerancia cruzada cuando se consume este tipo de sustancias y alcohol importante para la clínica.
I. Trastornos mentales y del comportamiento debido al consumo de disolventes volátiles (colas,
pegamentos y gasolina)
Los efectos a corto plazo sobre el comportamiento son: euforia marcada pudiéndose acompañar de
trastornos de la percepción y del juicio, alucinaciones, dificultades en el habla, ilusiones grandiosas y
en ocasiones aparecen manifestaciones agresivas atípicas. Los efectos a largo plazo son: dependencia
psicosocial muy importante, deterioro de la personalidad ya que asienta en individuos muy jóvenes,
depresión y marcado retraimiento social con fácil incorporación a grupos marginales.
J. Etiopatogenia
El fenómeno de la drogodependencia está propiciado por la interacción que forman los factores:
sustancias-individuo-ambiente. La sustancia dependerá de la potencia adictiva de ésta, el individuo lo
hace por placer y diversión, búsqueda de situaciones nuevas, pérdida de valores, evasión de problemas
y una pésima tolerancia a las frustraciones, también es factor de riesgo los trastornos psiquiátricos
previos) y el ambiente está directamente relacionado con la tolerancia sociofamiliar.
K. Tratamiento
El tratamiento ambulatorio se hará a base de agonistas de la sustancia para pasar a un programa de
mantenimiento con antagonistas. En España estos programas se realizan con metadona; éste realiza una
selección en la que se valoran los fracasos con otro tratamiento, tiempo de dependencia, enfermedad
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grave y trastornos psiquiátricos. La dosis y duración de éste será individualizada.
El tratamiento en unidades de desintoxicación se hará mediante una selección previa teniendo en cuenta
la historia toxicológica y complicaciones orgánicas y psicológicas del paciente.
El tratamiento farmacológico se puede indicar según los casos y lo forman neurolépticos
(fundamentalmente cuando aparece patología dual), agonistas opiáceos en dosis decrecientes durante
los primeros días hasta suprimirlos, ansiolíticos como inductores al sueño y para disminuir ansiedad,
antagonistas adrenérgicos para la estimulación de secreción de endorfinas, calcioantagonistas que
sustituyen las necesidades de agonistas opiáceos.
a. Desintoxicación rápida
Este tipo de tratamiento permite iniciar el programa de mantenimiento con antagonistas en menor
tiempo, realizando una desintoxicación en pocas horas, de manera que puede realizarse de forma
ambulatoria. Se lleva a cabo provocando un síndrome de abstinencia en el paciente, mediante la
administración de antagonistas. Seguidamente se le induce al sueño con hipnóticos.
b. Deshabituación
Parte fundamental del tratamiento, una vez realizada la desintoxicación se intentarán modificar los
hábitos y costumbres que ocasionaron su dependencia. Se pondrá en marcha mediante un programa de
mantenimiento con antoxone aunque según el caso, se puede realizar libre de sustancias o incluyendo al
paciente en un programa de mantenimiento con metadona. La deshabituación tendrá lugar en centros
urbanos, comunidades terapéuticas, incluyendo en éstas: laborterapia, psicoterapia y ludoterapia.
c. Reinserción
Se trata de reintegrar social y familiarmente al toxicómano mediante un plan de prevención para evitar
recaídas.
L. Diagnósticos de enfermería
Los diagnósticos de enfermería más frecuentes en los trastornos relacionados con el consumo de
sustancias son:
Incumplimiento del tratamiento
Desequilibrio nutricional por defecto.
Termorregulación ineficaz
Deterioro de la integridad cutánea
Riesgo de desequilibrio de volumen de líquidos
Estreñimiento
Diarrea
Déficit de autocuidados
Deterioro de la movilidad física
Riesgo de traumatismo
Deterioro del patrón del sueño
Trastornos de la percepción sensorial
Trastornos de los procesos del pensamiento
Déficit de conocimientos
Baja autoestima
Impotencia
Ansiedad
Afrontamiento inefectivo
Deterioro de la adaptación
Riesgo de violencia dirigida a otros
Riesgo de violencia autodirigida
Riesgo de infección
Déficit de actividades recreativas
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Dificultad para el mantenimiento del hogar
Deterioro de la memoria
Confusión
Interrupción de los procesos familiares
M. Intervenciones de enfermería
Las intervenciones de enfermería irán encaminadas a realizar educación sanitaria sobre los tóxicos
incluyendo definiciones, actuaciones, trastornos mentales que pueden desarrollar y sobre la prevención
de recaídas. Además intentará proporcionar apoyo psicológico al paciente y a sus familiares, así como
facilitar la expresión de sentimientos, dudas, motivaciones, conductas, etc. También sería aconsejable
enseñar a estos pacientes técnicas de relajación para disminuir su ansiedad, reconocer logros
conseguidos, y prestar medidas de vigilancia, control y protección oportunas. Aunque estas actividades
dependerán de cada caso concreto por lo que se realizará un plan de cuidados individualizado realista
para valorar necesidades especificas y centrar las intervenciones en éstas
Bibliografía:
 FORNÉS VIVES, J, GOMEZ SALGADO, J. Psicopatología, diagnosis y terapéutica psiquiátrica.
Enfermería de salud mental y psiquiátrica I. Enfo Ediciones. Fuden. Madrid 2007.
 KAPLAN, H Y SADOCK, B .J.: Psiquiatria Clínica. Editorial Médica Hispanoamericana. México
1991.
 MEJIAS, F. y SERRANO, M .D: Enfermería en Psiquiatría y Salud Mental. Ed. Difusión
Avances de Enfermería (DAE), Madrid, 2000.
 SÁNCHEZ, A.; RAMOS, E., MARSET,P. Paradigma y modelos en educación para la salud.
En MAZARRASA, L. Y otros: Salud Pública y enfermería comunitaria. Biblioteca de
Enfermería profesional. Vol 1. Ed. McGraw-Hill- Interamericana, 2ª reimpresión. Madrid.,
2000.
 VALLEJO RUILOBA, J.: Introducción a la Psicopatología y la Psiquiatría. 3ª Edición. Ed. Salvat ,
Barcelona, 1991.
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Trastornos del sueño
Un tercio de la vida de la persona trascurre durmiendo, por lo que es lógico que la calidad y cantidad de
éste repercuta en su estado de vigilia. La incidencia de la alteración de éste es elevada, más de la mitad
de la población ha sufrido en algún momento de su vida este trastorno. Los mecanismos responsables
de los períodos de sueño o de vigilia son el sistema reticular activador (el de la vigilia) y el sistema
reticular depresor (sueño por inhibición del sistema reticular activador). El sueño es un episodio dentro
del ritmo circadiano sueño-vigilia; es un proceso biológico fundamental, complejo y activo, compuesto
de dos ciclos repetidos que representan las diversas fases de la actividad cerebral y corporal.
Cada ciclo se constituye por una sucesión periódica de las distintas fases del sueño (REM y No REM)
que tiene una duración media de 90 minutos y que se presentan con una frecuencia de 4-6 veces por
noche o período total de sueño. La fase REM se caracteriza por una serie de movimientos oculares
rápidos fácilmente observables donde los ritmos metabólicos y la actividad cerebral son similares al
estado de alerta, sin embargo el electromiograma refleja una abolición total del tono muscular; es el
período de "sueños" por excelencia;del período total de sueño un 20-25% corresponde a esta fase. La
fase No REM se caracteriza porque en ella no existen movimientos oculares rápidos y consta de 4
fases: fase 1 o de somnolencia (vigilia relajada, corresponde a un 5% del sueño total), fase 2 o de sueño
ligero (el sueño propiamente dicho, 50% del total), fases 3 y 4 o de sueño lento profundo (el sueño
reparador, 10-20% del total); si en esta fase el sujeto se despierta por estímulos externos presentará un
estado psíquico próximo a la confusión mental.
A. Trastornos primarios del sueño
a. Disomnias
Trastorno primariamente psicógeno en la que la alteración consiste en la afectación de la cantidad,
calidad o dirección del sueño, debido a causas emocionales. Dentro de este grupo encontramos el
insomnio primario, la hipersomnia primaria, la narcolepsia, el trastorno del sueño relacionado con
la respiración, el trastorno del ciclo circadiano y la disomnia no especificada.
 Insomnio primario
El síntoma predominante es la dificultad para iniciar o mantener el sueño, o no tener un sueño
reparador, durante al menos 1 mes. La alteración del sueño (o la fatiga diurna asociada) provoca
malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la
actividad del individuo.
La alteración del sueño no aparece exclusivamente en el transcurso de la narcolepsia, el trastorno del
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sueño relacionado con la respiración, el trastorno del ritmo circadiano o una parasomnia. La
alteración no aparece exclusivamente en el transcurso de otro trastorno mental (p. ej., trastorno
depresivo mayor, trastorno de ansiedad generalizada, delirium).
La alteración no es debida a los efectos fisiológicos directos de sustancia (p. ej., drogas, fármacos) o
de una enfermedad médica. (CIE-10)
 Hipersomnia primaria
Presencia de somnolencia excesiva como mínimo durante 1 mes (o menos si se trata de la forma
recurrente), tal y como ponen de evidencia episodios prolongados de sueño nocturno o episodios de
sueño diurno que tienen lugar casi cada día. La somnolencia excesiva provoca un malestar
clínicamente significativo o deterioro social, laboral, o de otras áreas importantes de la actividad del
individuo.
La somnolencia excesiva no puede explicarse mejor por la presencia de un insomnio y no aparece
exclusivamente en el transcurso de otro trastorno mental (p. ej., narcolepsia, trastorno del sueño
relacionado con la respiración, trastorno del ritmo circadiano o parasomnia) y no puede atribuirse a
una cantidad inadecuada de sueño.
La alteración no aparece exclusivamente en el transcurso de otro trastorno mental. La alteración no se
debe a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., drogas fármacos) o de una enfermedad
médica. (CIE-10)
 Narcolepsia
Ataques de sueño reparador irresistibles que aparecen diariamente durante un mínimo de 3 meses.
Presencia de uno o ambos de los siguientes síntomas: cataplejía (es decir, episodios breves y súbitos de
pérdida bilateral del tono muscular, la mayoría de las veces en asociación con emociones intensas); e
intrusiones recurrentes de elementos del sueño REM en las fases de transición entre el sueño t, la
vigilia, tal y como indican las alucinaciones hipnagógicas o hipnopómpicas o las parálisis del sueño al
principio o al final de los episodios de sueño.
La alteración no se debe a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., drogas, fármacos) o
de una enfermedad médica. (CIE-10)
 Trastorno del sueño relacionado con la respiración
Desestructuración del sueño que provoca somnolencia excesiva o insomnio y que se considera
secundaria a una patología respiratoria relacionada con el sueño (p. ej., síndromes de apnea obstructiva
del sueño o de apnea central del sueño o de hipoventilación alveolar central).
La alteración no se explica mejor por la presencia de otro transtrono mental y no se debe a los efectos
fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., drogas, fármacos) o de otra enfermedad médica (diferente
de un trastorno de la respiración relacionado con el sueño). (CIE-10)
 Trastorno del ritmo circadiano
Presencia persistente o recurrente de un patrón de sueño desestructurado que obedece a una mala
sincronización entre el sistema circadiano endógeno de sueño-vigilia del individuo, por una parte, y las
exigencias exógenas de espaciamiento y duración del sueño, por otra. Las alteraciones del sueño
provocan un malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes
de la actividad del individuo. Las alteraciones del sueño no aparecen exclusivamente en el transcurso
de otro trastorno del sueño u otro trastorno mental. El trastorno no se debe a los efectos fisiológicos
directos de una sustancia (p. ej., drogas, fármacos) o de una enfermedad médica. Existen distintos
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tipos que se detallan a continuación.
Tipo sueño retrasado: patrón de sueño persistente que consiste en acostarse y despertarse tarde, con
incapacidad para conciliar el sueño y levantarse a horas más tempranas pese a desearlo.
Tipo jet lag: somnolencia y estado de alerta presentes en momentos del día inadecuados, y que aparece
después de repetidos viajes transmeridionales a zonas con diferente horario.
Tipos cambios de turno de trabajo: insomnio que aparece durante las horas que el individuo debería
dormir o somnolencia excesiva durante las horas en que debería estar despierto, debido a un turno de
trabajo nocturno o a un cambio repetido del turno de trabajo.
b. Parasomnias
Conjunto de alteraciones cualitativas, fenómenos anómalos que aparecen durante el sueño. Dentro de
este grupo se incluyen: las pesadillas, los terrores nocturnos, el sonambulismo y la parasomnia no
especificada.
 Pesadillas
Despertares repetidos durante el período de sueño mayor o en las siestas diurnas, provocados por
sueños extremadamente terroríficos y prolongados que dejan recuerdos vividos, y cuyo contenido suele
centrarse en amenazas para la propia supervivencia, seguridad o autoestima. Los despertares suelen
ocurrir durante la segunda mitad del período de sueño. Al despertarse del sueño terrorífico, la persona
recupera rápidamente el estado orientado y despierto (a diferencia de la confusión y desorientación que
caracterizan los terrores nocturnos y algunas formas de epilepsia). Las pesadillas, o la alteración del
sueño determinada por los continuos despertares, provocan malestar clínicamente significativo o
deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
Las pesadillas no aparecen exclusivamente en el transcurso de otro trastorno mental (p. ej., delirium,
trastorno por estrés postraumático) y no se deben a los efectos fisiológicos directos de una sustancia
(p. ej., drogas, fármacos) o de una enfermedad médica. (CIE-10)
 Terrores noctunos
Episodios recurrentes de despertares bruscos, que se producen generalmente durante el primer tercio
del episodio de sueño mayor y que se inician con un grito de angustia. Aparición durante el episodio
de miedo y signos de activación vegetativa de carácter intenso, por ejemplo, taquicardia, taquipnea y
sudoración. El individuo muestra una falta relativa de respuesta a los esfuerzos de los demás por
tranquilizarle. Existe amnesia del episodio: el individuo no puede describir recuerdo alguno detallado
de lo acontecido durante la noche. Estos episodios provocan malestar clínicamente significativo o
deterioro social, laboral, o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
La alteración no se debe a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., drogas, fármacos) o
de una enfermedad médica. (CIE-10)
 Sonambulismo
Episodios repetidos que implican el acto de levantarse de la cama y andar por las habitaciones en pleno
sueño, que tienen un lugar generalmente durante el primer tercio del período de sueño mayor. Durante
estos episodios, el individuo tiene una mirada fija y perdida, se muestra relativamente arreactivo a los
intentos de los demás para establecer un diálogo con él y sólo puede ser despertado a base de grandes
esfuerzos. Al despertar (tanto en pleno episodio como a la mañana siguiente), el sujeto no recuerda
nada de lo sucedido. A los pocos minutos de despertarse del episodio de sonambulismo, el individuo
recobra todas sus facultades y no muestra afectación del comportamiento o las actividades mentales
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(aunque en un primer momento puede presentar confusión o desorientación).
Los episodios de sonambulismo provocan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral
o de otras áreas importantes de la actividad del individuo. La alteración no se debe a los efectos
fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., drogas, medicamentos) o de una enfermedad médica.
(CIE-10).
B. Trastornos del sueño relacionados con otro trastorno mental
a. Insomnio relacionado con otro trastorno mental
Dificultad para conciliar o mantener el sueño, o la sensación de sueño no reparador al despertarse,
durante al menos 1 mes, asociadas a fatiga diurna o afectación de las actividades diarias. Las
alteraciones del sueño (o sus secuelas diurnas) provocan malestar clínicamente significativo o deterioro
social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo. El insomnio se considera
relacionado con otro trastorno (p. ej., trastorno depresivo mayor, trastorno de ansiedad generalizada,
trastorno adaptativo con síntomas de ansiedad), pero reviste la suficiente gravedad como para merecer
una atención clínica independiente. Estas alteraciones no se explican mejor por la presencia de otro
trastorno del sueño (p. ej., narcolepsia, trastorno del sueño relacionado con la respiración o una
parasomnia).
Estas alteraciones no se deben a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., drogas,
fármacos) o de una enfermedad médica. (CIE-10)
b. Hipersomnia relacionada con otro trastorno mental
Presencia de somnolencia excesiva durante al menos 1 mes, tal como ponen de relieve episodios de
sueño nocturno más prolongados de lo normal o aparición casi diaria de episodios de sueño diurno. La
somnolencia excesiva provoca malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras
áreas importantes de la actividad del individuo. La hipersomnia se considera relacionada con otro
trastorno (p. ej., trastorno depresivo mayor, trastorno distímico), pero es de suficiente gravedad como
para merecer una atención clínica independiente. Estas alteraciones no se explican mejor por la
presencia de otro trastorno del sueño (p. ej., narcolepsia, trastorno del sueño relacionado con la
respiración o una parasomnia) o por una cantidad insuficiente de sueño.
Estas alteraciones no se deben a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., drogas,
medicamentos) o de una enfermedad médica. (CIE-10)
C. Otros trastornos del sueño
a. Trastorno del sueño debido a una enfermedad médica
Alteración prominente del sueño de suficiente gravedad como para requerir una atención clínica
independiente. A partir de la historia clínica, la exploración física o las pruebas de laboratorio hay
pruebas de que las alteraciones del sueño son la consecuencia fisiológica directa de una enfermedad
médica. Estas alteraciones no se explican mejor por la presencia de otro trastorno (p. ej., trastorno
adaptativo en el que el agente estresante es una enfermedad médica grave). Estas alteraciones no
aparecen exclusivamente en el transcurso de un delirium. Estas alteraciones del sueño no cumplen los
criterios para la narcolepsia ni trastorno del sueño relacionado con la respiración.
Estas alteraciones provocan malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras
áreas importantes de la actividad del individuo. (CIE-10)
b. Trastorno del sueño inducido por sustancias
Alteración prominente del sueño de suficiente gravedad como para merecer una atención clínica
independiente. A partir de la historia clínica, la exploración física, o los hallazgos de laboratorio, hay
pruebas de que 1 o 2: los síntomas del Criterio A aparecen durante la intoxicación o la abstinencia, o
dentro del mes siguiente, el fármaco está relacionado etiológicamente con la alteración del sueño. La
alteración no se explica mejor por la presencia de un trastorno del sueño no inducido por sustancias.
Entre las pruebas que demuestran que los síntomas se explicarían mejor por la presencia de un trastorno
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del sueño no inducido por sustancias se incluyen las siguientes: la aparición de los síntomas precede al
consumo de la sustancia (o fármaco); los síntomas persisten por un período considerable de tiempo (p.
ej., alrededor de 1 mes) tras el período agudo de abstinencia o intoxicación grave, o exceden
claramente de los que cabría esperar teniendo en cuenta el tipo o la cantidad de sustancia consumida o
la duración de este consumo; o existen otras pruebas que sugieren la existencia de un trastorno del
sueño no inducido por sustancias independiente (p. ej., una historia de episodios de carácter recurrente
no relacionados con sustancias).
La alteración no aparece exclusivamente en el transcurso de un delirium. La alteración provoca
malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la
actividad del individuo. (CIE-10).
D. Tratamiento
El tratamiento de este tipo de trastornos se basa en: medidas de higiene de sueño, intervenciones
psicológicas específicas y uso de psicofármacos (hipnóticos) en los casos necesarios.
E. Diagnósticos de enfermería
Los diagnósticos de enfermería más frecuentes en los trastornos del sueño son:
Deterioro del patrón del sueño
Ansiedad
Alteración de los procesos del pensamiento
F. Intervenciones de enfermería
Las intervenciones de enfermería irán encaminadas a instruir al paciente sobre medidas que favorezcan
el descanso y sueño reparador, se educará sobre normas higiénicas del sueño, sobre técnicas de relajación, sobre conductas que debe evitar y como siempre hacer un plan de cuidados individualizado
dependiendo del trastorno específico y de las necesidades de cada paciente.
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Trastornos por deterioro cognitivo: delirium y demencia
A. Delirium
El delirium formaría parte de los trastornos exógenos agudos, en los cuales la sintomatología principal
es un alteración de la conciencia. La forma de presentación es variada y como, característica principal
del delirium, es una fluctuación del cortejo sintamatológico. La etiología es múltiple y variada, pero
existen factores predisponentes como son la edad (es más frecuente en niños y ancianos), enfermedades
previas, factores psicológicos y factores ambientales como el aislamiento social. Su duración es
variable y su gravedad fluctúa desde leve a muy grave. Encontramos diversos tipos que se detallan a
continuación.
a. Delirium debido a enfermedad médica
Alteración de la conciencia (p. ej., disminución de la capacidad de atención al entorno) con
disminución de la capacidad para centrar, mantener o dirigir la atención. Cambio en las funciones
cognoscitivas (como déficit de memoria, desorientación, alteración del lenguaje) o presencia de una
alteración perceptiva que no se explica por la existencia de una demencia previa o en desarrollo.
La alteración se presenta en un corto período de tiempo (habitualmente en horas o días) y tiende a
fluctuar a lo largo del día. Demostración a través de la historia, de la exploración física y de las pruebas
de laboratorio de que la alteración es un efecto fisiológico directo de una enfermedad médica. (CIE-10)
b. Delirium por intoxicación por sustancias
Alteración de la conciencia (p. ej., disminución de la capacidad de atención al entorno) con
disminución de la capacidad para centrar, mantener o dirigir la atención. Cambio en las funciones
cognoscitivas (como déficit de memoria, desorientación, alteración del lenguaje) o presencia de una
alteración perceptiva que no se explica por la existencia de una demencia previa o en desarrollo.
La alteración se presenta en un corto período de tiempo (habitualmente en horas o días) y tiende a
fluctuar a lo largo del día. El consumo de medicamentos se estima relacionado etiológicamente con la
alteración. (CIE-10)
c. Delirium por abstinencia de sustancias
Alteración de la conciencia (p. ej., disminución de la capacidad de prestar atención al entorno) con
reducción de la capacidad para centrar, mantener o dirigir la atención. Cambio en las funciones
cognoscitivas (como deterioro de la memoria, desorientación, alteración del lenguaje) o presencia de
una alteración perceptiva que no se explica por una demencia previa o en desarrollo.
La alteración se presenta en un corto período de tiempo (habitualmente en horas o días) y tiende a
fluctuar a lo largo del día.
Demostración, a través de la historia, de la exploración física y de las pruebas laboratorio, de que los
síntomas de los Criterios A y B se presentan durante poco después de un síndrome de abstinencia.
Este diagnóstico debe hacerse en lugar del diagnóstico de abstinencia de sustancias sólo cuando
síntomas cognoscitivos excedan de los propios del síndrome de abstinencia y cuando los síntomas sean
la suficiente gravedad como para merecer una atención clínica independiente. (CIE-10)
d. Delirium debido a múltiples etiologías
Alteración de la conciencia (p. ej., disminución de la capacidad de prestar atención al entorno) con
reducción de la capacidad para centrar, mantener o dirigir la atención. Cambio en las funciones
cognoscitivas (como deterioro de la memoria, desorientación, alteración del lenguaje) o presencia de
una alteración perceptiva que no se explica por una demencia previa o en desarrollo.
La alteración se presenta en un corto período de tiempo (habitualmente en horas o días) y tiende a
fluctuar a lo largo del día.
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Demostración, a través de la historia, de la exploración física o de las pruebas de laboratorio, de que el
delirium tiene más de una etiología (p. ej., más de una enfermedad médica, una enfermedad médica
más una intoxicación por sustancias o por efectos secundarios de los medicamentos). (CIE-10)
En el delirium debe iniciarse un tratamiento etiológico cuanto antes para evitar complicaciones. El
tratamiento farmacológico se administrará a aquellos pacientes que requieran sedación, puede usarse
tioridacina o clormetiazade.
B. Demencia
Síndrome adquirido, de naturaleza orgánica, caracterizado por un deterioro permanente de la memoria
y otras funciones intelectuales y frecuentemente acompañado de otros trastornos psiquiátricos que
ocurre sin alteración del nivel de conciencia afectando al funcionamiento social.
La sintomatología que suele aparecer afecta a diversos campos: a nivel de conciencia (omnubilación y
confusión, deteriorando ambas el rendimiento intelectual y dando una apariencia demencial), a nivel
afectivo (labilidad emocional, cierto grado de indiferencia afectiva, estados depresivos y ansiedad
inespecífica), a nivel de lenguaje (disartria, hipofonía, lentitud, omisiones gramaticales, parafasias, e
hiperseveraciones verbales como ecolalia y palilalia), a nivel de memoria (en ocasiones son las
primeras manifestaciones de la enfermedad con evolución rápida y el individuo no parece ser
consciente de ello), praxias (incapacidad para llevar a cabo movimientos y gestos simples o
escalonados debido a lesiones cerebrales), y a nivel de orientación (pierden primero la temporal,
seguida de la espacial y por último la de las personas). Existen distintos tipos de demencias que se
detallan a continuación.
a. Demencia tipo Alzheimer
Presencia de múltiples déficit cognoscitivos que se manifiestan por: deterioro de la memoria (deterioro
de la capacidad para aprender nueva información o recordar información aprendida previamente), una
(o más) de las siguientes alteraciones cognoscitivas: afasia (alteración del lenguaje), apraxia (deterioro
de la capacidad para llevar a cabo actividades motoras, a pesar de que la función motora está intacta) ,
agnosia (fallo en el reconocimiento o identificación de objetos, a pesar de que la función sensorial está
intacta), alteración de la ejecución (p. ej., planificación, organización, secuenciación y abstracción).
También se ve alterada la conducta, presentando inquietud, agresividad verbal y física, vagabundeo,
desinhibición sexual, conductas infantiles, etc.
El curso se caracteriza por un inicio gradual y un deterioro cognoscitivo continuo; el paciente va
perdiendo su capacidad funcional hasta llegar a perder el mantenimiento de su autonomía.
Distinguimos dos tipos de demencia tipo Alzheimer, la de inicio temprano (su inicio es a los 65 años o
antes) y la de inicio tardío (su inicio es después de los 65 años).
b. Demencia vascular
Presencia de los múltiples déficit cognoscitivos que se manifiestan por: deterioro de la memoria
(deterioro de la capacidad para aprender nueva información o recordar información aprendida
previamente), una (o más) de las siguientes alteraciones cognoscitivas: afasia (alteración del lenguaje),
apraxia (deterioro de la capacidad para llevar a cabo actividades motoras, a pesar de que la función
motora está intacta), agnosia (fallo en el reconocimiento o identificación de objetos a pesar de que la
función sensorial está intacta), alteración de la actividad constructiva (p. ej., planificación,
organización, secuenciación y abstracción). También aparecen signos y síntomas neurológicos
(alteraciones en la marcha, enlentecimiento psicomotor y alteraciones esfinterianas).
La sintomatología tiene un inicio brusco y curso fluctuante aunque no es determinante, se acepta que en
estadíos iniciales son más acentuadas las alteraciones del humor que la pérdida de memoria. La
labilidad emocional y síntomas depresivos son más frecuentes y hay mejor conservación de la
personalidad que en la enfermedad de Alzheimer.
c. Demencia debida a otras enfermedades médicas
Existen diversos tipos de demencias debidas a otras enfermedades médicas como pueden ser por VIH,
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traumatismo craneal, enfermedad de Parkinson, enfermedad de Huntington, enfermedad de Pick o
enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.
C. Tratamiento
El tratamiento farmacológico de las demencias va encaminado a evitar o paliar la degeneración
neuronal, potenciar su actividad y metabolismo cerebral, y aliviar síntomas asociados al deterioro
cognitivo,demás también se centrará en evitar síntomas depresivos y psicóticos.
Los fármacos empleados son inhibidores de acetilcolinesterasa que posibilitan la recuperación _ración
de ciertas funciones cognitivas. Las terapias no farmacológicas se llevarán a cabo -especialmente en
fases leve y moderada, utilizando técnicas de psicoestimulación cer finalidad rehabilitadora; esta
intervención es útil cuando se combina con fármacos. Par, este tipo de trastornos se emplean programas
de rehabilitación cognitiva: programa _de psicoestimulación integral, taller de memoria y actividades
de la vida diaria, taller psicoestimulación cognitiva, taller de psicoexpresión y taller ocupacional.
D. Diagnósticos de enfermería
Los diagnósticos de enfermería más frecuentes en los trastornos por deterioro cogn:
tivo: delirio y demencia, son:
Alteración de la percepción sensorial
Confusión
Alteración de los procesos del pensamiento
Deterioro de la memoria
Ansiedad
Afrontamiento inefectivo
Aislamiento social
Interrupción de los procesos familiares
Riesgo de violencia autodirigida
Alteración del patrón del sueño
Déficit de autocuidados
Déficit de actividades recreativas
Deterioro de la movilidad física
Baja autoestima
Trastornos de la identidad personal
Déficit de conocimiento
Patrón sexual inefectivo
Deterioro de la comunicación verbal.
E. Intervenciones de enfermería
Las intervenciones de enfermería en los trastornos por deterioro cognitivo irán encaminadas a
establecer una relación de confianza para facilitar un buen abordaje terapéutico, aportar información
sobre su enfermedad al paciente y su familia, determinar si el paciente requiere ayuda exterior para
mantener un estado óptimo de salud, establecer junto con el cuidador una serie de cambios en el entorno con el fin de evitar accidentes, favorecer la relación con otras personas del entorno, orientar
frecuentemente al paciente en tiempo y espacio, fomentar la autoestima, establecer objetivos realistas
con la colaboración del paciente, instruir sobre técnicas de relajación y realizar terapia familiar si
precisa. Las actividades más específicas se determinarán en el plan de cuidados individualizado que se
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realizará a cada paciente.
Agresividad
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La agresividad es un estado emocional que consiste en sentimientos de odio y deseos de dañar a otra
persona, animal u objeto. La agresión es cualquier forma de conducta que pretende herir física y o
psicológicamente a alguien. La agresividad es un factor del comportamiento normal puesto en acción
ante determinados estados para responder a necesidades vitales, que protegen la supervivencia de la
persona y de la especie, sin que sea necesaria la destrucción del adversario.
La psicopatología de la agresividad incluye diversas variantes. Son numerosos los problemas
psicopatológicos que pueden presentar asociada a la conducta agresiva. Las formas más graves suelen
presentar varios de estos trastornos (por ejemplo, alcohol y epilepsia). Las formas concretas en que se
expresa la agresión manifiestan las características particulares de simpleza o elaboración, de
exageración o incoherencia, según los casos y su contexto.
A. Manifestaciones clínicas
Puede aparecer esta conducta agresiva con distintas manifestaciones clínicas que se detallan a
continuación.
a) Retraso mental
b) Trastornos mentales de base orgánica (demencias, trastornos postraumáticos, algunos trastornos
epilépticos, otros asociados a problemas no primariamente cerebrales).
c) Estados de intoxicación por sustancias psicoactivas (alcohol, psicoestimulantes, nuevas sustancias
alertizantes, desinhibición de la agresividad por psicofármacos y mezcla de sustancias).
d) Trastornos del control de los impulsos. Según la CIE-10, el llamado Trastorno explosivo
intermitente que se define por varios episodios aislados de dificultad para controlar los impulsos
agresivos, que dan lugar a violencia o a destrucción de la propiedad. El grado de agresividad durante
los episodios es desproporcionado con respecto a la intensidad de cualquier estresante psicosocial
precipitante.
e) Trastornos de personalidad de tipo antisocial.
f)Trastornos afectivos (estados maníacos con rabia intensa, suicidios depresivos en los que se puede
actuar contra la vida de seres queridos que están subordinados al paciente).
g) En los trastornos del tipo de la esquizofrenia, aunque infrecuente, suele parecer extremadamente
dramática, mal adaptativa e incoherente.
B. Tratamiento
El tratamiento irá encaminado a controlar la agresividad con medidas farmacológicas y
psicoterapéuticas. A nivel farmacológico se utilizan neurolépticos, ansiolíticos, litio, hipotensores,
cafeína (por su efecto paradójico). Y desde el punto de vista psicoterapéutico pueden destacarse el
entrenamiento en habilidades sociales, las técnicas de relajación y visualización, el psicodrama y la
bioenergética. Otras actividades corporales como el deporte en grupo o las artes marciales pueden
facilitar una conducta más consciente y social.
C. Diagnósticos de enfermería
Los diagnósticos de enfermería más frecuentes en la agresividad son:
Ansiedad
Riesgo de violencia dirigida a otros
Afrontamiento familiar inefectivo
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Manejo inefectivo del régimen terapéutico Aislamiento social
Dificultad en el mantenimiento del hogar
D. Intervenciones de enfermería
Las intervenciones de enfermería más frecuentes en este tipo de pacientes irán encaminadas en un
principio a crear un clima de confianza en el que el sujeto pueda expresar sus sentimientos mostrando
por parte de enfermería una actitud asertiva sin emitir juicios de valor, instruir en técnicas de relajación,
apoyo emocional tanto al individuo como a su familia y las actividades más específicas vendrán
determinadas en cada caso concreto a través de un plan de cuidados individualizado.
Abusos, maltrato y violencia en la familia
A. Violencia familiar
Son innumerables las formas la violencia familiar.
Puede pensarse en violencia hacia los mayores, entre cónyuges, hacia los niños, las mujeres, los
hombres, los discapacitados, etc. Además siempre es difícil precisar un esquema típico familiar, debido
a que la violencia puede ser física o psíquica, y ocurre en todas loas clases sociales, culturas y edades.
La mayoría de las veces se trata de los adultos hacia una o varios individuos. La violencia en el seno de
la familia se produce de diferentes maneras. Algunas de las más frecuentes son el abuso físico,
emocional o sexual, y el abandono de las parejas, los niños y los ancianos.
El abuso o maltrato se define por la producción voluntaria de lesiones físicas o angustia y privaciones
mentales por parte de un suministrador de servicios ensenciales. El término de violencia hace
referencia a la fuerza física que se ejerce con el propósito de violentar o dañar,injusta manifestación de
poder que suele dar lugar a lesiones físicas. La violencia doméstica es la descripción de la presencia de
maltrato en la familia. Encontramos distintos tipos de violencia: física, psicológica, material, social y
sexual.
a. Violencia física
Golpes, heridas, cortes, disparos, quemaduras, violación; privación de atención personal de las
necesidades básicas de alimentación, agua, calor, limpieza, atención sanitaria incluida la preventiva,
contacto social, educación y supervisión de los hijos.
b. Violencia psicológica
Agresión verbal y amenazas de daño físico generalmente con el fin de intimidar y manipular; sarcasmo,
humillación, desvalorización, crítica; patrones de comunicación deteriorados e inconsistentes incluidos
el vacío y el silencio.
c. Violencia material
Robo de dinero o propiedades; uso indebido de dinero o propiedades.
d. Violencia social
Violación de los derechos de la persona; aislamiento de la víctima.
e. Violencia sexual
La actividad sexual bajo presión o por fuerza que incluye el lenguaje o acciones sexualmente
estimulantes, los tocamientos o contactos sexuales impropios y la violación; y el incesto que consiste
en el contacto sexual entre parientes consanguíneos.
B. Etiología
La etiología de la violencia familiar no responde a una sola causa sino que intervienen múltiples
factores: biológicos, familiares, socioculturales, conductuales, etc.
Las familias disfuncionales son las que tienen mayor riesgo de sufrir violencia doméstica. Las
características de éstas son las siguientes: los miembros de la familia están centrados en sí mismos, la
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autoridad es inconsistente, los padres sienten que no pueden controlar a sus hijos, los roles no están
claramente definidos, los miembros son incapaces de hacer frente a sus propias necesidades o las de los
demás, no se fomenta el individualismo, falta autonomía y confianza entre los miembros, no se
identifican objetivos comunes, las comunicaciones son frías e indiferentes, el conflicto se percibe de
forma negativa y se expresa como una lucha de poderes o agresividad sexual, los límites familiares son
rígidos, la familia se siente amenazada si personas ajenas tratan de incorporarse al grupo, y los
miembros están socialmente aislados.
La prevalencia de casos de violencia familiar es difícil de determinar con precisión ya que estos hechos
se denuncian poco.
Los actos violentos no ocurren al azar sino que constituyen un ciclo predecible que consta de 3 fases:
 fase de aumento de la tensión, el agresor echa a la víctima la culpa de los problemas que él tiene
en la vida;
 fase de incidentes abusivos graves, donde se alivia la tensión del agresor;
 y fase de luna de miel, donde al agresor se vuelve amable.
C. Diagnósticos de enfermería
Los diagnósticos de enfermería más frecuentes en los abusos, maltrato y violencia en la familia, son:
Alteración de los procesos familiares
Afrontamiento familiar inefectivo
Deterioro de la adaptación
Déficit de conocimientos
Incumplimiento del tratamiento
Temor
Síndrome traumático de la violación
Alteración del patrón del sueño
Dolor
Riesgo de lesiones
Alteración de la nutrición por exceso o por defecto
Aislamiento social
Ansiedad
Deterioro de la interacción social
Déficit de actividades recreativas
Afrontamiento individual inefectivo
Trastorno de la autoestima
Desesperanza
Impotencia
Disfunción sexual
D. Intervenciones de enfermería
Las intervenciones de enfermería en los casos de violencia familiar irán encaminadas a proporcionar
a la víctima primeros auxilios o tratamiento que precise, realizar prevención si la violencia o abusos
son de carácter inminente, proporcionar a los servicios estatales de protección los informes que
requiere la ley junto con otros profesionales, proporcionar apoyo emocional a la víctima, fomentar
que se acepte la responsabilidad que se acepten las conductas violentas por parte del agresor, animar
a aceptar el tratamiento en los casos que exista psicopatología, establecer prioridades en las
intervenciones familiares, apoyar los intentos de cambio de las conductas desadaptativas y ayudar a
la familia a usar recursos personales y comunitarios.
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