COLEGIO MONSEÑOR MANUEL LARRAÍN E. OBISPADO DE TALCA Materia de Filosofía “Educación integral de la persona a la luz del Evangelio” EL mundo perceptivo del Hombre1 1. Sólo el hombre tiene mundo Los animales poseen una percepción muy especializada, totalmente adaptada a las necesidades de su existencia y al medio en que debe desarrollarse su vida. Uexkull pensaba que bastaba estudiar la anatomía para poder reconstruir el tipo de experiencias y percepciones que le correspondían. He aquí uno de los más conocidos ejemplos de Uexkull. “La garrapata espera en las ramas de cualquier arbusto para caer sobre cualquier animal de sangre caliente. Creciendo de ojos, posee en la piel un sentido general lumínico, al parecer, para orientarse en el camino hacia arriba cuando trepa hacia su punto de espera. La proximidad de la presa se la indica a ese animal ciego y mudo el sentido del olfato, que está determinado sólo al único olor que exhalan todos los mamíferos: el ácido buitrico. Ante esa señal se deja caer, y cuando cae sobre algo caliente y ha alcanzado su presa, prosigue por su sentido del tacto y de la temperatura hasta encontrar el lugar más caliente, es decir, el que no tiene pelos, donde perfora el tejido de la piel y chupa la sangre. Así pues, el mundo de la garrapata consta solamente de percepciones de luz y de calor y de una sola cualidad odorífera. Está probado que no tiene sentido del gusto. Una vez que ha llegado a su fin su primera y única comida, se deja caer al suelo, pone sus huevos y muere. Naturalmente, sus posibilidades son escasas. Para asegurar la conversión de la especie, un gran número de esos animales espera sobre los arbustos, y además cada uno de ellos puede esperar largo tiempo sin alimento. En el Instituto Zoológico de Rostock se han conservado con vida garrapata que estuvieron dieciocho años sin comer”. Por esta razón, los animales, más que mundo, poseen medio vital o medio ambiente, al que están perfectamente adaptados, pero en el que viven también cerrados. Sólo el hombre está abierto al mundo. Aunque no salgamos de nuestra ciudad o nuestro pueblo, sabemos que ese lugar nuestro no es sino una parte del ancho mundo. Por medio de telescopio, microscopio y otros instrumentos ampliamos nuestra capacidad perceptiva hasta lo infinitamente grande o lo infinitamente pequeño. Satélite artificiales surcan el espacio y nos envían información. Investigamos en el pasado y hacemos prospectivas hacia el futuro. Para la ardilla no existe la hemorragia que sube por el mismo árbol. Para el hombre no sólo existen ambas, sino también las lejanas montañas y las estrellas, cosa que desde el punto de vista biológico es totalmente superfluo. 2. El cuerpo humano y el mundo perceptivo Con todas estas reflexiones nos hemos alejado un poco de terreno propio de la psicología científica para adentrarnos en problemas más bien filosóficos. Entrenamos un poco más todavía. Mi cuerpo se convierte para mí, en cierto sentido, en el centro del mundo. La percepción no crea el mundo, naturalmente. El mundo está ahí sin necesitarme para existir. Pero este mundo que percibe mi cuerpo; y al percibirlo se llena de sonidos, colores, olores y, sobre todo, significaciones de que carece el mundo físico. Veamos lo que dice un filósofo francés que ha estudiado el tema de la percepción muy a fondo: En el momento en que percibo una cosa, experimento que ya estaba allí antes de mí, más allá de mi campo de visión. Un horizonte infinito de cosas disponibles rodea el reducido número de las que yo puedo de hecho percibir. El silbido de la locomotora en la noche, la sala de teatro vacía en que penetro, hacen parecer, como un relámpago, cosas dispuestas para la percepción, espectáculos de nadie, tinieblas plagadas de seres. Pero al mismo tiempo caigo en la cuenta de que cada cosa, después de todo, tiene necesidades de mí para existir. Este mundo que tenía todo el aire de existir sin mí, de envolverme, soy yo quien le hace existir. Yo soy una conciencia, una presencia inmediata en el mundo, y nada puede pretender existir sin estar incluido de alguna manera en el tejido de mi experiencia.(Merleau- Ponty) 3. La perspectiva visual La percepción humana se basa en el predominio del sentido de la vista. Este predominio se debe, probablemente, a la evolución de la especie humana a lo largo de los siglos. La vista tiene una innegable ventaja sobre los demás sentidos: distingue mejor, llega a mayor distancia, de una información mucho más rica…no tendríamos un mundo perceptivo tan inconmensurable si no fuéramos animales fundamentalmente ópticos. Pero con ello se nos escapan muchas informaciones útiles o perturbadoras. El hecho de que contemplemos el mundo desde nuestro cuerpo más aún, desde un supuesto punto situado entre dos ojos determina que toda percepción del mundo sea perspectivita: nuca contemplamos desde todas partes sino únicamente desde el lugar en que estamos situados. Claro está, podemos movernos y cambiar de perspectiva, y además utilizamos inconscientemente nuestras experiencias anteriores, por lo cual está fuera de lugar la desconfianza del que fue a comprar ganado y afirmó: “efectivamente, desde este sitio parece una vaca”. De hecho, percibimos una vaca entera, aunque no la veamos completa. 1 Introducción a la Filosofía. Tejedor César. Ed. SM. 4. La percepción del otro Yo no estoy solo en el mundo percibiendo las cosas. Hay otros conmigo que también perciben el mundo, que me perciben y a quienes yo puedo percibir. Este hecho tiene importantes consecuencias: a)Los otros ponen en común conmigo su modo de percibir el mundo: de este modo, mi mirada se enriquece, y de algún modo percibo lo que nunca he visto. ¿A qué huele?, pregunto al entrar en casa. Huele a gas. Y entonces comienzo a percibir con claridad el olor a gas. Un solitario percibiría peor el mundo, de un modo mucho más pobre. b)Los otro me han enseñado a percibir el mundo: efectivamente, el niño aprende de sus padres y de los que lo rodean a percibir, valorar y dar significación a la realidad en que vive. La cultura que adquiere será el gran filtro de su futura contemplación del mundo. c) Los otros son objetos de mi propia percepción: es de la percepción ajena está merecido en la actualidad una gran atención por parte de psicólogos y expertos en ciencias de la comunicación. Los otros son un objeto absolutamente único para mi percepción: tienen interioridad, son mis semejantes, pero son también distintos. Cuando yo percibo una cosa, esa cosa está ahí a mi disposición; en cambio cuando yo percibo al otro, el otro puede estar percibiéndome, a su vez, a mí mismo. Le percibo percibiéndome, y entonces la situación cambia totalmente. d) Los otros me perciben a mí: ello determina el modo como yo me percibo a mí mismo (autopercepción) Guía n° 1 I. Determina el significado de los siguientes términos: a) Sensación: b) Estímulo: c) Percepción: d) Adaptación: e) Esquema: II. Comenta las siguientes frases: a) “Cómo me gustaría oírme alguna vez como si fuera un extraño, sin conocerme, y sólo después enterarme que era yo” (Canetti) b) “El sol tiene el tamaño de un pie humano” (Heráclito) c) “Si lloras las pérdida del sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas”. “Los árboles no dejan ver el bosque”. “El amor es ciego” d) “Vemos las cosas como somos, no como son” III. Haz un esquema (mapa conceptual) de las ideas fundamentales. IV. Anota y comenta las ideas más interesantes que has encontrado. V. Anota las dudas e interrogantes que quedan pendientes. VI. Cuestionario: 1. Distinguir entre sensación y percepción. 2. ¿Cómo influye la presión social en nuestro modo de percibir la realidad? 3. ¿Por qué una persona parece más gruesa vestida de claro o con rayas horizontales’ 4. ¿Por qué una habitación parece más pequeña si está vacía? 5. ¿ En qué principios de la percepción se basa el camuflaje? 6. Ejemplifica las leyes de la percepción con ejemplos de las diferentes leyes. 7. Recopilar tres dibujos de niños para aplicar leyes de percepción.