Rama Judicial Radicación: 41298-31-03-001-2007-000113-01 Consejo Superior de la Judicatura RESPONSABILIDAD CIVIL EXTRACONTRACTUAL / Cosa Juzgada Penal Absolutoria: El juez civil no puede limitarse a remedar el fallo penal, debe auscultar si se efectuó una adecuada valoración de los hechos. Desde aquella perspectiva jurisprudencial, cuando se enfrenta alguna de las cuatro causales relacionadas en la normativa citada, esto es, cuando en el proceso penal se haya declarado, por providencia en firme, que el hecho delictivo no se realizó, o que el sindicado no lo cometió, o que éste hubiere obrado en cumplimiento de un deber, o en legítima defensa, la absolución penal surte, sin más, efectos de cosa juzgada erga omnes. Tajante es la disposición, declarando aquello: “la acción civil no podrá iniciarse ni proseguirse”, para negar, pues, la incidencia del fallo penal en la acción civil en tales casos, preciso sería desconocer abiertamente el precepto en cuestión. (…) (…) de suerte que reconocida esa circunstancia por el Juez penal en decisión que haga tránsito a cosa juzgada, ella impide que se inicie o de continuidad a la acción civil intentada en proceso separado, tampoco puede controvertirse que el Juez civil, puesto en la tarea de verificar el aludido supuesto normativo, no puede limitarse a remedar el fallo penal, sino que debe auscultar, ex abundante cautela, si la calificación que en él se hizo de la causa extraña obedece, con el rigor que es debido, a una adecuada valoración del hecho respectivo, apreciado, en este caso en particular, a la luz de los elementos que, ex lege, determinan la existencia de un evento de fuerza mayor o caso fortuito, desde luego que para que se produzca el referido efecto impeditivo, no es necesaria la coincidencia de pareceres entre los dos funcionarios judiciales, ni para descartarlo es suficiente que exista contraposición entre ellos, pues de lo que se trata es de verificar que la providencia penal no sea “un cascarón vacío, resultando simple apariencia la inclusión que de los hechos se hizo en la causal comentada”. Bajo ese entendido, encuentra la Sala que la resolución calendada el primero de noviembre de 2007, adoptada por la Fiscalía Veintiuna Delegada ante los Juzgados Penales del Circuito de Garzón, sin perplejidad alguna constituye un pronunciamiento serio y que encuentra respaldo probatorio en la actividad desplegada en la actuación penal, como lo es la documental y testimonial arrimada al proceso, de tal suerte que resulta totalmente impropio que otra autoridad judicial emita decisión sobre el mismo asunto, pues en caso de aceptarse tal procedimiento, se correría el riesgo de que existieran dos resoluciones probablemente incoherentes, con grave detrimento de la jurisdicción y la seguridad jurídica. DISTRITO JUDICIAL DE NEIVA TRIBUNAL SUPERIOR SALA SEGUNDA DE DECISION CIVIL FAMILIA LABORAL Magistrado Ponente: Dr. ALBERTO MEDINA TOVAR Neiva, veintiocho (28) de septiembre de dos mil once (2011). Radicación: 41298-31-03-001-2007-00113-01 Proceso: Ordinario de Responsabilidad Civil 1 Rama Judicial Radicación: 41298-31-03-001-2007-000113-01 Consejo Superior de la Judicatura Demandante: Isabel Buendía de Cadena y otros Demandado: Omar Andrés Murillo Tello ASUNTO Compete a la Sala decidir el recurso de apelación interpuesto por la parte demandante frente a la sentencia anticipada proferida por el Juzgado Primero Civil del Circuito de Garzón el día 13 de junio de 2011 mediante la cual declaró probada la excepción denominada cosa juzgada penal absolutoria, dentro del proceso ordinario de Responsabilidad Civil adelantado por Isabel Buendía de Cadena, Helen, Henry, Olga, Lucy, Graciela, Héctor, Eduardo, Stella y Edelmira Cadena Buendía en contra de Omar Andrés Murillo Tello. ANTECEDENTES 1. Isabel Buendía de Cadena, y los hermanos Helen, Henry, Olga, Lucy, Graciela, Héctor, Eduardo, Stella y Edelmira Cadena Buendía, por conducto de apoderado judicial, instauraron demanda ordinaria de responsabilidad civil extracontractual, pretendiendo que se declare a Omar Andrés Murillo Tello, civilmente responsable de los perjuicios materiales y morales, causados como consecuencia del accidente de tránsito verificado el día 30 de diciembre de 2006, en el que perdió la vida Eduardo Cadena Quintero, esposo y progenitor, respectivamente. 2 Rama Judicial Radicación: 41298-31-03-001-2007-000113-01 Consejo Superior de la Judicatura 2. La causa petendi admite el siguiente compendio: 2.1. Que el día 30 de diciembre de 2006 siendo aproximadamente las 11:20 p.m. en el kilómetro 4 de la vía que de Garzón conduce a Gigante, en el sitio denominado Patio Bonito, cuando el señor Eduardo Cadena Quintero se desplazaba en su bicicleta, fue arrollado por el vehículo tipo automóvil, marca Chevrolet, modelo 2004, de placas MBZ-759, conducido por su propietario Omar Andrés Murillo Tello. 2.2. Que como consecuencia aquel impacto, el señor Cadena Quintero sufrió graves heridas, que posteriormente le ocasionaron su deceso. 3. Una vez trabada la relación jurídica procesal, el convocado descorrió el traslado de la demanda oponiéndose a todas y cada una de las pretensiones formuladas por la parte actora. En el mismo escrito formuló las exceptivas que nominó Ausencia de relación causal, Falta de causa, Cobro de lo debido, Cosa Juzgada Penal Absolutoria y Culpa exclusiva de la víctima. En sustento de ello, sostuvo que la Fiscalía Veintiuna Delegada ante los Juzgados Penales del Circuito de Garzón el día primero de noviembre de 2007 profirió resolución de preclusión de la investigación penal a favor del señor Omar Andrés Murillo Tello, luego de considerar que el sindicado no cometió el delito de Homicidio Culposo, puesto que se presentó un evento fortuito que le era imposible resistir, siendo la imprudencia de la víctima Eduardo Cadena Quintero la causa determinante del siniestro. 3 Rama Judicial Radicación: 41298-31-03-001-2007-000113-01 Consejo Superior de la Judicatura 5.- Es así como el Juzgado de conocimiento en sentencia anticipada de fecha 13 de junio de 2011, en aplicación a lo reglado en el artículo 6 de la Ley 1395 de 2010 finiquitó la instancia declarando probada la excepción denominada Cosa juzgada penal absolutoria, formulada por el demandado y, en consecuencia, denegó las súplicas de la demanda. Del mismo modo, impuso condena en costas procesales a cargo de la parte actora. El a quo arribó a esa conclusión, tras considerar que la decisión emitida por la Fiscalía Veintiuna Seccional de Neiva el día primero de noviembre de 2007, obrante a folio 76 del cuaderno número dos, mediante la cual precluyó la investigación penal a favor del aquí demandado, constituye cosa juzgada penal, puesto que se encuentra soportada en el acervo probatorio recaudado dentro de la actuación. 6.- Ante la inconformidad con aquella decisión, el apoderado judicial de los demandantes, interpuso recurso de apelación aduciendo, en síntesis, que si bien es cierto la Fiscalía Veintiuna Seccional de Garzón mediante resolución proferida el día primero de noviembre de 2007 decidió precluir la investigación penal a favor del señor Omar Andrés Murillo Tello, de las pruebas allegadas a esa actuación se colige que para el día de los hechos, el citado señor era la persona que conducía el vehículo involucrado en el accidente, con el que se le causó la muerte al señor Cadena Quintero. Agregó que solamente cuando se está frente a los casos regulados en el artículo 57 del Código de Procedimiento Penal es dable predicar la existencia de la cosa juzgada penal absolutoria, 4 Rama Judicial Radicación: 41298-31-03-001-2007-000113-01 Consejo Superior de la Judicatura esto es, que el hecho no haya realizado o materialmente no haya existido, que el sindicado no lo cometió, que obró en cumplimiento de un deber o en legítima defensa, situaciones que a su juicio, no se patentizan en el asunto bajo examen. Y es precisamente el tema que será objeto de estudio por parte de esta Sala de Decisión. CONSIDERACIONES DEL TRIBUNAL Acorde con los planteamientos esgrimidos por el recurrente, corresponde a la Sala establecer la incidencia que pueda tener en este proceso civil la resolución proferida por la Fiscalía Veintiuno Seccional Delegada ante los Juzgados Penales del Circuito de Garzón-Huila el día primero de noviembre de 2007, mediante la cual se dispuso la preclusión de la investigación penal seguida en contra del señor Omar Andrés Murillo Tello, por el delito de homicidio culposo -fls. 76 y ss. C. 2.-, con ocasión de la muerte en accidente de tránsito del señor Eduardo Cadena Quintero, en hechos acaecidos el 30 de diciembre de 2006 en el kilómetro 4 de la vía que de Garzón conduce a Gigante, concretamente, en el sitio denominado Patio Bonito. Sostiene el censor que la decisión proferida por la Fiscalía no constituye cosa juzgada penal absolutoria y, que por tanto, el juez civil debe entrar a decidir el asunto puesto a su consideración. En otras palabras, aduce que para el caso no se enfrenta una decisión penal absolutoria, puesto que no se configuran ninguno de los 5 Rama Judicial Radicación: 41298-31-03-001-2007-000113-01 Consejo Superior de la Judicatura eventos establecidos en el artículo 57 del Código de Procedimiento Penal, para que la acción civil no pueda iniciarse o proseguirse. Para resolver el problema jurídico planteado, es menester desentrañar el sentido del artículo 57 del Código de Procedimiento Penal –Ley 600 de 2000-, vigente en la fecha de ocurrencia de los hechos que originaron este proceso, que sobre los efectos de la cosa juzgada penal absolutorio prescribe lo siguiente: “La acción civil no podrá iniciarse ni proseguirse cuando se haya declarado, por providencia en firme, que el hecho causante del perjuicio no se realizó o que el sindicado no lo cometió o que obró en estricto cumplimiento de un deber legal o en legítima defensa.” (Lo subrayado es nuestro). Con entibo en la norma transcrita, es dable afirmar que, cuando se verifica una de las cuatro causales descritas, no puede intentarse una acción civil sobre el mismo asunto por existir cosa juzgada en materia penal. Sobre el tema de la cosa juzgada penal absolutoria, resulta forzoso traer a colación la sentencia que a continuación se transcribe en sus apartes pertinentes, en la que la Honorable Corte Suprema de Justicia, es vehemente en sostener que cuando se afirma que la conducta se produce por culpa exclusiva de la víctima, ello equivale a asegurar que el hecho generador de la responsabilidad no lo cometió el demandado: “La premisa de que un mismo hecho puede generar diversas proyecciones en el ámbito jurídico en general, y particularmente en al campo civil y penal, (...) avista la eventualidad, inconveniente como la que más de que haya sentencias excluyentes, siendo que, por imperio de la lógica, la verdad no puede ser sino una sola. Muy grave se antoja 6 Rama Judicial Radicación: 41298-31-03-001-2007-000113-01 Consejo Superior de la Judicatura por cierto, que en tanto la justicia penal proclame libre de culpa al sindicado, la civil, antes bien, la condenase al abono de perjuicios. (...). 2. De otro lado, ya se vio cómo uno de los eventos en que resulta silenciada la acción civil por la decisión penal absolutoria, es el que surge con la declaración de que el sindicado no cometió el hecho causante del perjuicio; situación en la que, como lo tiene definido la jurisprudencia, quedan comprendidos los acontecimientos que dependen de lo que se ha denominado una “causa extraña”, vale decir, aquellos en que, cual sucede con el caso fortuito o la fuerza mayor, entre el hecho y el daño se ha roto el nexo causal, indispensable para la configuración de la responsabilidad. “Evidentemente —expresó la Corte en la providencia atrás citada— llegarse a la absolución porque se estima que medió el caso fortuito o la fuerza mayor, o el hecho de un tercero o la culpa de la víctima, es tanto como asegurar que el hecho generador de la responsabilidad no lo cometió éste”. 1 (Lo subrayado es de la Sala) Desde aquella perspectiva jurisprudencial, cuando se enfrenta alguna de las cuatro causales relacionadas en la normativa citada, esto es, cuando en el proceso penal se haya declarado, por providencia en firme, que el hecho delictivo no se realizó, o que el sindicado no lo cometió, o que éste hubiere obrado en cumplimiento de un deber, o en legítima defensa, la absolución penal surte, sin más, efectos de cosa juzgada erga omnes. Tajante es la disposición, declarando aquello: “la acción civil no podrá iniciarse ni proseguirse”, para negar, pues, la incidencia del fallo penal en la acción civil en tales casos, preciso sería desconocer abiertamente el precepto en cuestión. Descendiendo al caso concreto, la Sala observa que la Fiscalía Veintiuna Seccional de Garzón inició investigación penal 1 Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, Sentencia del 24 de noviembre de 2000, Expediente 5365, M.P. Manuel Ardila Velásquez. 7 Rama Judicial Radicación: 41298-31-03-001-2007-000113-01 Consejo Superior de la Judicatura en contra del señor Omar Andrés Murillo Tello, por los hechos acaecidos el día 30 de diciembre de 2006, siendo aproximadamente las 11:20 p.m., en el kilómetro 4 de la Vía Garzón-Gigante, en el sitio conocido como Patio Bonito, cuando el señor Eduardo Cadena Quintero se desplazaba en su bicicleta, fue arrollado por el vehículo tipo automóvil, marca Chevrolet, modelo 2004, de placas MBZ-759, conducido por su propietario, aquí demandado. A folios 76 al 82 del cuaderno número dos, obra fotocopia de la resolución de preclusión de la investigación penal que adelantaba la Fiscalía en contra del señor Omar Andrés Murillo Tello, como sindicado del delito de Homicidio en accidente de tránsito en el que falleció Eduardo Cadena Quintero; para adoptar dicha decisión, el ente investigador consideró que el accidente se produjo por culpa exclusiva de la víctima, al invadir el carril por el que transitaba el vehículo automotor, amen de que se desplazaba en horario nocturno y en estado de beodez en una bicicleta que no contaba con los faros refractores de luz, y que fue precisamente la causa determinante del siniestro; decisión que a la fecha se encuentra debidamente ejecutoriada. Establecida la existencia de una decisión penal absolutoria sobre los hechos objeto de este proceso, debemos entrar a analizar si efectivamente al juez civil le está vedado adelantar el trámite de un proceso de responsabilidad extracontractual. Sobre el particular, esta Corporación se ha pronunciado manifestando lo siguiente: 8 Rama Judicial Radicación: 41298-31-03-001-2007-000113-01 Consejo Superior de la Judicatura “la mera existencia material de esa providencia penal no es bastante para declarar la cosa juzgada, pues no es cuestión de trasplantar aquella decisión mecánicamente al litigio civil, sino que constituye menester ineludible del juez de ésta especialidad, previa la aplicación del precepto 55, mirar que tal pronunciamiento, ese imputar el resultado dañoso a una fuerza extraña, no resulte meramente formal; no vaya a ser que en el punto calen pronunciamientos penales sin ningún análisis serio o, peor aún, carentes de todo análisis, porque entonces el calificativo de caso fortuito no pasa de ser tal cosa, una simple nomenclatura, pero sin referirse a la esencia o sustancia del fenómeno jurídico en estudio. En un lenguaje elíptico, se quiere rescatar que al caso fortuito se le tome por lo que es, con las características que por ley lo definen, pues sin el debido desvelo que materia tan delicada y rigurosa exige, llegaríase irremediablemente a un enojoso formalismo”. 2 Fue así que la Corte dejó bien en claro cómo “para que el supradicho alcance normativo sea de recibo, requiérese que de la decisión penal brote inequívocamente que la solución descansa en una cualquiera de las causas ya descritas, porque es natural pensar que la preceptiva en cita, atendidos sus peculiares efectos, rechaza su aplicación en aquellos eventos en que, como ocurre a menudo, el pronunciamiento penal se ofrece oscuro, ambiguo y hasta contradictorio. No pueden olvidarse, a este propósito, los rasgos prominentes que orientan tan delicado problema, empezando por tener siempre presente que la autoridad de la cosa juzgada penal absolutoria sobre lo civil, no se presenta frente a una decisión cualquiera, pues es forzoso que, con arreglo a un principio admitido por todos, el pronunciamiento penal, a más de necesario, sea cierto, aspecto este último sobre el que aquí se está llamando la atención con el objeto de indicar que tal connotación exige que ese pronunciamiento no puede estar afectado de dubitación o confusión alguna”.3 En el mismo sentido se pronunció la Sala de Casación Civil de la Corte Suprema Justicia al manifestar que: “(…)4. De otro lado, aunque no se disputa que los eventos de causa extraña –como la fuerza mayor o el caso fortuito- se encuentran comprendidos dentro de la hipótesis prevista en el artículo 55 del Decreto-Ley 050 de 1987, vigente para cuando sucedió el accidente, relativa a que el sindicado no cometió el hecho causante del perjuicio – 2 Tribunal Superior del Distrito Judicial de Neiva, Sala Tercera de Decisión, Civil Familia Laboral, proceso radicado con el número 41001-22-14-003-2002-00328-01. 3 Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, Sentencia del 24 de noviembre de 2000, Expediente 5365, M.P. Manuel Ardila Velásquez. 9 Rama Judicial Radicación: 41298-31-03-001-2007-000113-01 Consejo Superior de la Judicatura tesis que ha sostenido esta Sala en múltiples fallos, como puede verse en las sentencias de 12 de octubre de 1999 y 24 de noviembre de 2000, entre otras-, de suerte que reconocida esa circunstancia por el Juez penal en decisión que haga tránsito a cosa juzgada, ella impide que se inicie o de continuidad a la acción civil intentada en proceso separado, tampoco puede controvertirse que el Juez civil, puesto en la tarea de verificar el aludido supuesto normativo, no puede limitarse a remedar el fallo penal, sino que debe auscultar, ex abundante cautela, si la calificación que en él se hizo de la causa extraña obedece, con el rigor que es debido, a una adecuada valoración del hecho respectivo, apreciado, en este caso en particular, a la luz de los elementos que, ex lege, determinan la existencia de un evento de fuerza mayor o caso fortuito, desde luego que para que se produzca el referido efecto impeditivo, no es necesaria la coincidencia de pareceres entre los dos funcionarios judiciales, ni para descartarlo es suficiente que exista contraposición entre ellos, pues de lo que se trata es de verificar que la providencia penal no sea “un cascarón vacío, resultando simple apariencia la inclusión que de los hechos se hizo en la causal comentada” (cas. civ. de 14 de diciembre de 2000; exp.: 5738). ”4 Bajo ese entendido, encuentra la Sala que la resolución calendada el primero de noviembre de 2007, adoptada por la Fiscalía Veintiuna Delegada ante los Juzgados Penales del Circuito de Garzón, sin perplejidad alguna constituye un pronunciamiento serio y que encuentra respaldo probatorio en la actividad desplegada en la actuación penal, como lo es la documental y testimonial arrimada al proceso, de tal suerte que resulta totalmente impropio que otra autoridad judicial emita decisión sobre el mismo asunto, pues en caso de aceptarse tal procedimiento, se correría el riesgo de que existieran dos resoluciones probablemente incoherentes, con grave detrimento de la jurisdicción y la seguridad jurídica. En este orden de ideas, el análisis intrínseco de la resolución absolutoria en materia penal permite aseverar que su contenido 4 C.S.J. Sala de Casación Civil, sentencia de abril 29 de 2005. M.P. Dr. Carlos Ignacio Jaramillo J. 10 Rama Judicial Radicación: 41298-31-03-001-2007-000113-01 Consejo Superior de la Judicatura ofrece certidumbre y firmeza en cuanto a que el sindicado no cometió el hecho, al haber intervenido la culpa de la víctima como causa extraña, en la medida en que existe seguridad de que la conducta imprudente de la víctima fue la causa determinante del resultado funesto, con lo que, a la luz de la doctrina jurisprudencial referida, ha de aplicarse la norma que sujeta el juez civil a lo resuelto dentro de la acción criminal, pues refulge inequívocamente que la absolución descansa en la causa ya descrita, razón suficiente para que esta Sala imparta confirmación a la decisión de primera instancia. COSTAS PROCESALES Siguiendo la orientación prevista en el numeral 9 del artículo 392 del Código de Procedimiento Civil, no se impondrá condena en costas en esta instancia, por no aparecer acreditada su causación. DECISIÓN En mérito a lo expuesto, la Sala Segunda Civil Familia Laboral del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Neiva, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley, RESUELVE 11 Rama Judicial Radicación: 41298-31-03-001-2007-000113-01 Consejo Superior de la Judicatura PRIMERO.- Confirmar la sentencia proferida por el Juzgado Primero Civil del Circuito de Garzón, el día 13 de junio de 2011, dentro del proceso de la referencia, con entibo en lo expuesto. SEGUNDO.- Abstenerse de imponer condena en costas en esta instancia, por no aparecer acreditada su causación, de conformidad a lo previsto en el numeral 9 del artículo 392 del Código de Procedimiento Civil. NOTIFÍQUESE ALBERTO MEDINA TOVAR MARÍA AMANDA NOGUERA DE VITERI ENASHEILLA POLANÍA GÓMEZ 12 Rama Judicial Radicación: 41298-31-03-001-2007-000113-01 Consejo Superior de la Judicatura APROBADO MEDIANTE FECHA_____________COP. ACTA N°_______ FOLIO______ DE ESTA TOMO______ SENTENCIA CIVIL. 13