UNIVERSIDAD DE MENDOZA UNIVERSIDAD CUYO NACIONAL DE Materia: Derecho Civil II-Obligaciones Materia: Derecho Obligaciones Prof. Titular: Dr. Carlos A. Parellada Prof. Titular: Dr. Carlos A. Parellada Prof. Adjunta: Dra. Silvina Furlotti Prof. Adjunto: Dres. Luis H. Cuervo y Silvina Furlotti Privado II- Ayudantes Dipl.: Dres. Raúl Martínez y Jefe Trab. Prácticos: Dres. Fabiana Silvina Livellara Martinelli y Pablo Quirós GUIA DE CLASE No. 9-RESP. TEMA: Responsabilidad por el hecho de las cosas. Objetivos: a) Distinguir el hecho del hombre y el de las cosas. b) Conocer la evolución jurisprudencial de cada uno de ellos. c) Régimen legal de cada uno de ellos. d) Juzgar las ventajas e inconvenientes de la responsabilidad subjetiva y objetiva. UBICACIÓN PROGRAMATICA: Unidad XIV punto 4 a y b. DESARROLLO: I.- Introducción: Las cosas en la economía agraria y en la economía industrial. La intervención de cosas en el daño: Posibilidades: a) que no intervengan b) que intervengan: b.1 pasivamente b.2 activamente II.- El problema en el Derecho Francés: En dicho país, se distinguen tres períodos jurisprudenciales: a) El anterior a 1896, en el cual no se distingue autonomía alguna al art. 1384 (nuestro equivalentes es el art. 1113 actual), sino que se lo entiende como un simple apéndice o aplicación del art. 1382 (equivalente a nuestro 1 art. 1109). La víctima continúa estando gravada con la prueba de la culpa. Aunque la jurisprudencia establece obligaciones de seguridad para ciertos ámbitos, como el transporte, espectáculos públicos, etc. b) Entre 1896 y 1930, se produce una evolución jurisprudencial importante.El 16 de junio de 1896 caso “Teffaine c/Oriolle, Guissez et Cousin” (1) se establece la responsabilidad del guardián de una caldera de vapor que explotó sin que se hubiese probado la culpa.De este modo se estructuran dos supuestos legales: 1. El daño causado con la cosa (en el cual existe un hecho del hombre), que se configura cuando el hombre controla la cosa (art. 1382).2. El daño causado por la cosa, que se configura cuando la cosa escapa del control del hombre (art. 1384), o sea, cuando es producto de un vicio de construcción o un defecto de conservación de la cosa o cuando se produce sin conducción humana.- En estos supuestos, la culpa del guardián se presume.c) La última etapa, se inaugura a raíz de un caso “Bessieres c/Cie. de Voitures L’abeille” (2). En dicho caso, la C.Cass. establece que la presunción de culpa surgida del art. 1384 C.C.F. sólo se destruía probando la causa ajena, y que cedía ante la prueba de la falta de culpa. Ello implicaba un claro régimen de responsabilidad objetiva a la luz de los conocimientos actuales.- En el fallo no hay una condena explícita a la doctrina distintiva de los daños causados por y con la cosa, aunque la mayoría de la doctrina interpretó que estaba descartada.- No así las Cámaras que continuaría aplicándola.El 13 de febrero de 1930 “Jean d’heur c/Les Galeries Belfortaises” la C.Cass. se aparta de dicha clasificación y sostiene que ‘la presunción que surge del art. 1384 no distingue según la cosa que ha causado el daño estuviese o no accionada por la mano del hombre’ (3). De este 1 D.P. 1897-1a. parte p. 433.- 2 C.Cass. 24-VII-24, D.P. 1925 2a. parte p. 5 y D.H. 1924 pág. 557.- 3 D.P. 1930, 1a. parte, pág. 57.- 2 modo revoca un fallo de Cámara en el cual se había aplicado la distinción tradicional.La doctrina sobre la base de ese fallo llegó a la conclusión que el presupuesto fáctico del art. 1384, según la concepción de la C.Cass. era que la cosa hubiera intervenido activamente, y que ello sucedía cuando la cosa hubiera escapado al control material de su guardián, dejando de comportarse como un instrumento pasivo y obediente entre sus manos y que la cosa haya sido efectivamente la causa generadora del daño.Fue Georges Ripert en una nota a fallo publicada en D.P. 1925, 1a. parte, pág. 5 quien sostuvo que ante la eliminación del criterio distintivo entre los daños causados con cosas y por las cosas, lo relevante es si la cosa por su carácter de peligrosa necesitaba o no custodia. Si la necesitaba, la culpa del guardián se presumía. Si no necesitaba ser custodiada, entonces se aplicaba el art. 1382.El criterio de las cosas peligrosas y no peligrosas parecía haber sido acogido en un fallo intermedio del caso Jean d’heur (4), pero luego dejando a un lado en el plenario del 12-II-30 en el que se dijo: “no procede ya distinguir entre las cosas inertes o peligrosas”.De este modo, los varios criterios distintivos que se había estructurado para distinguir las cosas peligrosas cayeron en desuso. Por ej. Ripert sostenía que el carácter de peligroso de una cosa podía provenir: 1o.) Del hecho de estar movidas por una fuerza de la que el hombre no tiene el contralor absoluto (por ej. el motor). 2o.) al ser puestas en movimiento por la fuerza humana, pero desarrollar o multiplicar su potencia. y 3o.) cuando la fuerza de la naturaleza o la gravedad las vuelve peligrosas.Es cierto que existieron legislaciones que siguieron el criterio de las ‘cosas peligrosas’ como ocurre con el art. 404 del C.C.Ruso, los arts. 1913 y 1914 del C.C.México.En algunos Proyectos de Reformas del Código Civil argentino, se alude a las actividades riesgosas, pero no las cosas riesgosas (art. 1113 P.U.L.C.C. (5) y 1590 del P.R. de la Comisión del Poder Ejecutivo (6)).- 4 C.Cass., 21-II-27, D.P. 1927 1a. parte p. 97.- Repárese en que en el Proyecto del 87 se establecía: “lo previsto para los daños causados por el riesgo o vicio de la cosa es aplicable a los daños causados por actividades que sean riesgosas por su naturaleza o por las circunstancias de su realización” (art. 1113 4o. párrafo). Adviértase como ni siquiera adoptándose el criterio de las actividades riesgosas se adopta el de las cosas riesgosas.5 3 Sin embargo, en el Proyecto de 1998, se alude no sólo a las actividades especialmente peligrosas, sino también a las cosas peligrosas y se establece un régimen especial para los accidentes de la circulación (arts. 1661/1671 y 1684/1686 Proy. 1998). II.- Primer problema ¿Cuándo se aplica el art. 1109 y cuándo el art. 1113 del C.C.Arg.? Art. 1109 y art. 1113 el art. 1109 sólo se aplica cuando no intervienen cosas el art. 1113 contempla los casos en que la cosa ha tenido un rol determinante (llamado ‘participación activa’) o sea, cuando la cosa ha sido la causa adecuada del daño, ha escapado al control del hombre o estaba en una posición anormal.III.- ¿Cuáles son los supuestos previstos por el art. 1113 C.C.? a) Daños causados con las cosas b) Daños causados por el vicio de las cosas c) Daños causados por el riesgo de las cosas IV.- Los daños causados por el vicio de las cosas: Vicio es un defecto de la cosa, sea que él se haya originado en la fabricación o sea sobreviniente.Ejemplos: ..................................................................................................... ..................................................................................................................... ..................................................................................................................... V.- Los daños causados por el riesgo de las cosas: Riesgo es la eventualidad posible de que una cosa llegue a causar un daño.Pero la razón por la cual ley habla de riesgo no esa, pues si lo fuera siempre el daño derivaría del riesgo, pues no podría negarse ante la existencia de daño que pre-existía un riesgo.- 6 En el Proyecto citado en el texto la cuestión aparece con mayor precisión conceptual, pues se abandona el criterio de los daños causados por el riesgo de la cosa, para hablar derechamente de ‘el daño causado por o con la intervención activa de las cosas’ (art. 1590).- 4 La ley toma en cuenta no cualquier riesgo sino el ‘riesgo creado’ que se da cuando por alguna circunstancia se multiplica, aumenta o potencia las posibilidades de dañosidad de las cosas.Por ej.: El automóvil detenido y el automóvil circulando.VI.- Daños causados con las cosas: Algunos lo asimilan a la terminología francesa, serían los daños causados por el hombre con las cosas. Por ej. Cuando presto un paraguas y el que lo tiene mata a golpes con el paraguas a alguien, el dueño responde hasta que pruebe que de su parte no hubo culpa. Otros piensan que el art. 1113 segundo párrafo presupone siempre la intervención activa. Pero mientras la segunda parte del párrafo segundo se ocupa de las cosas peligrosas, la primera se ocupa de las no peligrosas, pues las primeras necesitan ser custodiadas y las segundas no. Una tercera posición entiende que los daños causados con las cosas son una categoría residual, que tiene aplicación cuando no hay hecho del hombre (art. 1109 C.C.) ni el daño deriva del riesgo o vicio de la cosa (art. 1113, segundo párrafo, segunda parte).- El daño deriva de la intervención activa de la cosa pero no de su riesgo propio o normal que encierra ese tipo de cosa. Por ej.: caída del revolver que, por su propio peso, lastima el pie de una persona.VII.- Los sujetos responsables: a. El dueño: es el titular del dominio. Si se trata de una cosa mueble: ......................................................... Si se trata de una cosa mueble registrable: ........................................ Si se trata de un inmueble: ............................................................... b. El guardián: guarda jurídica: quien tiene la obligación impuesta por la ley de cuidar las cosa y de impedir que la cosa cause daños a terceros. guarda intelectual: es quien tiene el poder autónomo de mando y dirección de las cosa. guarda beneficio o provecho: es quien explota, aprovecha u obtiene beneficios económicos de la cosa. se trata de un concepto bifrontal: tener la cosa al cuidado o servirse de ella (art. 1113 primera parte).Para que la guarda se configure es necesario: 5 1. Tenencia material de la cosa: puede tenerla por sí o por intermedio de otro. Por ej. el empleado que tiene por su patrón. 2. Poder fáctico sobre la cosa: cuando se tiene el gobierno de la cosa, se la aprovecha o se tiene el control. 3. Ejercicio autónomo de ese poder. BIBLIOGRAFÍA: 1. MOSSET ITURRASPE, J. (Dir.)-KEMELMAJER de CARLUCCI, A.R. “Responsabilidad Civil”, Bs.As., Hammurabi, 1992, pág. 383 y sgtes. 2. CAZEAUX, P.N.-TRIGO REPRESAS, F.A. “Derecho de las obligaciones”, La Plata, Lib.Ed.Platense, 1996, To. V pág. 222. 6