A C U E R D O En la ciudad de La Plata, a 5 de septiembre de 2012, habiéndose dispuesto en el establecido, Acuerdo de 2078, conformidad que deberá con lo observarse el siguiente orden de votación: doctores Pettigiani, Hitters, Genoud, Soria, se reúnen los señores jueces de la Suprema Corte de sentencia Justicia en acuerdo definitiva en la ordinario causa L. para pronunciar 108.468, "Camio, Enrique José contra E.D.E.A. S.A. Diferencias salariales". A N T E C E D E N T E S El Tribunal del Trabajo nº 1 del Departamento Judicial excepción Mar del de Plata cosa hizo juzgada lugar -por deducida mayoría- por la a la Empresa Distribuidora de Energía Atlántica S.A. y, en consecuencia, rechazó la demanda entablada por Enrique José Camio, con costas a cargo de la parte actora (v. sent. fs. 140/144). Esta última inaplicabilidad de dedujo ley (v. recurso fs. extraordinario 150/162), el que de fue concedido por el citado tribunal a fs. 163. Dictada a fs. 169 la providencia de autos y hallándose la causa en estado de pronunciar sentencia, la Suprema Corte decidió plantear y votar la siguiente C U E S T I Ó N ¿Es fundado inaplicabilidad de ley? el recurso extraordinario de V O T A C I Ó N A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Pettigiani dijo: 36/55 I. Enrique vta.) contra Atlántica S.A. en José Camio Empresa procura inició demanda Distribuidora de (v. de diferencias fs. Energía salariales derivadas de la falta de pago del plus por desarraigo y bonificación anual por eficiencia. En su relato de los hechos, manifestó que el acuerdo celebrado con la empresa accionada ante la sede del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires -que fue obligado a suscribirresultó nulo de nulidad absoluta, en tanto llevó implícita la reducción de su salario en un 33,73%, derivando tal medida en confiscatoria e ilegítima. Manifestó que tal rebaja salarial no puede ser juzgada válida, en tanto es contraria a los principios de irrenunciabilidad, indemnidad y progresividad, con violación de los arts. 12, 15, 66, 130, 131 y 148 de la Ley de Contrato de Trabajo. Señaló, asimismo, que no puede hablarse de cosa juzgada, toda vez que resultando nulo, el convenio no puede ser convalidado por una resolución administrativa, pues de lo contrario, ésta carecería de un análisis serio sobre la viabilidad de la renuncia efectuada. De todos modos -agregó- de existir homologación, no se encontraría firme ni consentida. Al contestar la acción deducida en su contra, la demandada opuso excepción de cosa juzgada administrativa. Expresó haber celebrado con su dependiente un acuerdo conciliatorio y liberatorio que fue debidamente homologado, y mediante el cual se acordó eliminar de la remuneración del trabajador el adicional "plus por desarraigo" por haber desaparecido las causas que le dieron origen, aunque la empresa se comprometió a abonar una suma de dinero en concepto de compensación. Éste -añadió- fue aceptado por Camio, quien manifestó que una vez percibido el importe nada más tendría que reclamar a E.D.E.A. S.A. por la supresión del rubro salarial en cuestión (v. fs. 74/81). A su turno, el actor replicó la defensa de la accionada manifestando desconocer si en el trámite administrativo fue dictada, o no, resolución homologatoria. De todos modos, agregó que si así fuera, el acto no se encontraría firme ni consentido. Luego insistió en señalar la invalidez del convenio, planteando las mismas objeciones que expuso en su escrito liminar (v. fs. 87/90). II. acreditado El que tribunal ambas de partes grado, luego suscribieron de un juzgar acuerdo mediante el cual se eliminaba de la remuneración del actor el plus por desarraigo, y también que la autoridad administrativa hubo de homologarlo, declaró -por mayoríaque debía acogerse la excepción de cosa juzgada en atención a que el reclamo de autos resultó idéntico al que fue conciliado, y no se advierte -señaló- que el actor hubiera deducido recurso alguno en aquella sede, ni solicitado la nulidad del convenio, como pretende hacerlo en la instancia judicial (v. sent., fs. 140 vta./142 vta.). III. Contra esta decisión se alza el actor mediante recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley (v. fs. 150/162), en el que denuncia la transgresión de los arts. 4, 23 y 24 del decreto 6409/1984; 12, 15, 58 y 66 de la Ley de Contrato de Trabajo; 953 del Código Civil; y 18 de la Constitución nacional. Alega que en el pronunciamiento de grado se omitió deliberadamente analizar y considerar la validez del acuerdo que fue objeto de homologación, desatendiendo las expresas razones y planteos esbozados en la demanda, y soslayando que el objeto del proceso ha sido, precisamente, la nulidad del convenio y no la percepción de una diferencia de salarios en forma autónoma, que resultan ser una consecuencia del reclamo principal. La sentencia -agrega- se manifiesta violatoria de las garantías de acceso a la justicia y debido proceso adjetivo, en tanto privó al actor de avanzar en la revisión del acuerdo y probar la existencia de los vicios denunciados. Señala, además, que de la causa no surge acreditado que la resolución homologatoria del acuerdo celebrado en sede administrativa haya sido notificado al actor, por lo que mal podía éste impugnar dicho acto en sede administrativa. Por otro lado, entiende que en virtud de lo dispuesto en el art. 24 del decreto 6409/1984 el acuerdo cuestionado no necesariamente debía ser homologado por la autoridad administrativa, pero aun si así fuese, debió ser notificado a las partes (art. 4, decreto cit.), y recién entonces cabría la posibilidad de que sea impugnado, no pudiendo presumirse consentimiento alguno derivado del silencio del trabajador. IV. El recurso no puede prosperar. Por estrictas razones metodológicas, habré de alterar el orden de los agravios traídos. 1. El embate que porta el recurso, concerniente a la notificación de la resolución administrativa y a la firmeza de este acto, resulta ineficaz, por insuficiente, para modificar lo resuelto en la instancia de origen. Reiteradamente se ha dicho -y conviene recordarque la apreciación formulada por los jueces de grado sobre la concurrencia de la excepción de cosa juzgada, en tanto aparezca vinculada a la definición y análisis de cuestiones de orden estrictamente fáctico, no es revisable en casación, salvo absurdo (conf. causas L. 88.637, "Abregu", sent. del 11-XI-2009; L. 87.579, "Rodríguez", sent. del 5III-2008; L. 87.862, "Cardozo", sent. del 16-V-2007), excepcional vicio que en la especie no ha sido demostrado. En efecto, no advierto que el recurrente aporte ningún elemento convincente que verdaderamente demuestre que la solución dada al caso no es la correcta, ni tampoco que se ocupe de formular una réplica adecuada y eficaz a la conclusión central y decisiva del pronunciamiento; lejos de ello, sólo pone en evidencia la pretensión de disputarle al juzgador de grado -precisamente- en la lo facultad relativo que a a la éste le asiste apreciación de la prueba. Lo establecida cierto en el es que fallo, a la en lo categórica conclusión relativo a que la homologación del acuerdo se encuentra consentida por el actor, el recurrente opone su personal criterio discrepante, afirmando que la resolución dictada por la autoridad administrativa no se encuentra firme en tanto -alega- no ha sido notificada al trabajador. Limitado así a exhibir un criterio disímil al del sentenciante, comunicación y de ello la -reitero- resolución en que lo vinculado homologó el a la convenio suscripto entre las partes, el recurso se revela ineficaz para provocar la apertura de la casación conducente a un nuevo examen del tópico (conf. causas L. 83.053, "Romero", sent. del 8-XI-2006; L. 76.005, "Salinas", sent. del 18-VI2003). En consecuencia, no advierto evidenciado el error grosero que se atribuye a la decisión, configurativa del invocado vicio del absurdo. En tal sentido, corresponde destacar que aun tribunal -sobre cuando el cuestiones análisis de efectuado hecho y prueba- por el pueda resultar opinable o discutible, esa sola circunstancia no es suficiente para tener por demostrada aquella anomalía, habida cuenta que lo que habilita la revisión casatoria no es cualquier equívoco o disentimiento; antes bien, es necesario que se configure un desarreglo en la base del pensamiento, una falla palmaria del raciocinio, es decir, un error extremo (conf. causas L. 94.368, "Casella", sent. del 18-VIII-2010; L. 94.481, "Villalba", sent. del 15-VII2009; L. 92.723, "Richieri", sent. del 13-V-2009), desvío que no aprecio en el caso. Además, y para sellar definitivamente la suerte adversa de la impugnación, he de señalar que el argumento afincado en la supuesta ausencia de anoticiamiento formal del acto de la homologación del acuerdo no puede, en este caso particular, enervar la cosa juzgada, pues, como bien lo hace notar el juzgador de origen (v. sent., fs. 142 y vta.), la percepción del importe convenido -depositado a favor del actor el 29-VIII-2000- resulta suficiente para tener por notificado el acto administrativo, cuya fecha data del 23-VIII-2000. En efecto, surge explícitamente de la cláusula tercera del convenio suscripto por las partes (v. fs. 62), que la empresa accionada ofreció abonar al trabajador una determinada suma de dinero -como compensación por la supresión del adicional "plus por desarraigo"- una vez que el acuerdo fuese homologado por la autoridad de aplicación. De suyo entonces, el dictado de aquella resolución resultó ser previa al depósito del importe convenido, circunstancia que evidencia el cabal conocimiento por parte del actor de la decisión adoptada en sede administrativa. 2. Por consiguiente, no demostrado por el recurrente que el tribunal de grado en su cometido haya incurrido en absurdo ni en la transgresión de las normas legales denunciadas, resulta correcta la solución del fallo de la instancia ordinaria en el sentido que la homologación del acuerdo, al no haber sido cuestionada temporáneamente por el actor, ha pasado en autoridad de cosa juzgada, no pudiendo, en consecuencia, ser revisada en sede judicial. En ese sentido, es doctrina legal de esta Suprema Corte que el acuerdo conciliatorio suscripto en sede administrativa entre un trabajador y su empleador, en tanto haya sido homologado por la autoridad laboral competente, debe asimilarse en sus efectos al de una sentencia judicial firme que adquirió el valor de cosa juzgada (conf. causas L. 86.203, "Pereyra "Giménez", Pintos", sent. sent. del del 12-X-2005; 13-VIII-2003; L. 76.595, L. 77.113, "Zicarelli", sent. del 28-VIII-2002; L. 79.605, "Montiel", sent. del 19-II-2002; L. 67.717, "Pérez", sent. del 16VIII-2000). 3. En virtud de lo expuesto, resultan también inatendibles los agravios relativos al planteo de nulidad del acuerdo que el impugnante juzga indebidamente preterido por el a quo, pretendiendo reintroducirlo en el recurso extraordinario; pues si -como sucede en la especie, y así lo puso de manifiesto el sentenciante (v. sent., fs. 142)la parte interesada no ha impugnado el acto administrativo de homologación del convenio conciliatorio ante la autoridad laboral, deviene extemporáneo cuestionar, ante la justicia ordinaria y en esta sede casatoria, la validez sustancial del acuerdo homologado cuando ha quedado firme y consentida la resolución administrativa que lo aprueba con los efectos de la cosa juzgada (conf. causas L. 89.901, "Cuevas", sent. del 6-II-2008; L. 76.260, "Quiroga", sent. del 21-V-2003; L. 54.087, "Álvarez", sent. del 18-V-1999). Para más -y ello evidencia con mayor nitidez la mentada insuficiencia-, advierto que el quejoso, al proyectar su crítica sobre la validez del acuerdo que ha sido objeto de homologación, ha dejado sin réplica la esencial motivación de la sentencia, que -reitero- sostiene justamente que homologación no impugnada del en convenio, sede administrativa corresponde asignarle la los efectos de la cosa juzgada. Y sabido es, que esta Corte no puede suplir de oficio, por inferencias o interpretación las omisiones de la parte interesada, sellándose así la suerte adversa del recurso bajo examen. 4. Por todo ello, resulta correcta la conclusión del fallo de la instancia ordinaria por la que se dispuso el progreso de la excepción de cosa juzgada opuesta por la accionada E.D.E.A. desestimarse procesales la que S.A., debiendo, violación se de mencionan en las el en consecuencia, normas legales presente medio y de impugnación. V. Por lo dicho, el recurso debe ser rechazado. Costas de esta instancia a la parte actora (art. 289, C.P.C.C.). Voto por la negativa. Los señores jueces doctores Hitters, Genoud y Soria, por los mismos fundamentos del señor Juez doctor Pettigiani, votaron también por la negativa. Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la siguiente S E N T E N C I A Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, se rechaza el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley traído, con costas (art. 289 del C.P.C.C.). Regístrese, notifíquese y devuélvase. DANIEL FERNANDO SORIA JUAN CARLOS HITTERS LUIS ESTEBAN GENOUD EDUARDO JULIO PETTIGIANI GUILLERMO LUIS COMADIRA Secretario