GRUPO DE REFLEXIÓN AYUDA MEMORIA DE LA PRIMERA SESIÓN DE TRABAJO El día miércoles 7 de junio del 2000 a las 7:30 AM, tuvo lugar en la Sala de Conferencias del Hotel Villa Tournón, el primer desayuno del Grupo de Reflexión conformado bajo el auspicio de la Fundación Friedrich Ebert. Este primer encuentro reunió a los siguientes participantes: Juan Manuel Villasuso (Coordinador del Grupo), Marta Campos, Rodrigo Alberto Carazo, Manuel Carballo, Elberth Durán, Laura García, Patricia León, Gilberto López, Jorge Monge, Carlos Rivera, Cristina Rojas, José Joaquín Seco, Albino Vargas y Luis Paulino Vargas. Se excusaron: Mayi Antillón, Miguel Gutierrez Saxe, María Eugenia Dengo, José Zaglul y Rose Marie Karpinski. El Coordinador del Grupo, Juan Manuel Villasuso, inició la sesión con unas palabras de bienvenida y de motivación sobre el propósito de esta actividad. Procedió a proponer al grupo la elaboración de una agenda tentativa, la cual estaría conformada por diversos temas que se consideraran de especial relevancia nacional de acuerdo al criterio de los participantes y las cual se iría desarrollando las sucesivas reuniones del grupo. Planteó la inevitable tarea de mirar hacia el futuro. De tratar de buscar una perspectiva de fondo sobre los grandes problemas y desafíos nacionales, y de no perdernos en medio de la urgencia de lo coyuntural. “Los acontecimientos recientes en nuestro país nos obligan a llevar a cabo una reflexión que trascienda lo circunstancial y les dé una interpretación profunda que nos sirva como guía para orientarnos hacia el futuro”. Señaló que para ello es indispensable buscar los puntos de coincidencia entre las diferentes ideas sobre la Costa Rica que queremos, de modo que la podamos construir sobre la base de esos puntos comunes. “La idea de una Costa Rica más próspera, más justa, con una mayor participación, igualdad de oportunidades, y con sistema democrático perfeccionado, debería de unirnos a todos en una tarea compartida. Sin embargo, los caminos para realizar estas ideas difieren según las distintas formas de pensar que caracterizan a cada uno de los actores del tejido social. Es por esto que el Grupo de Reflexión ha sido conformado por personas tolerantes y racionales, que representan a toda la diversidad de intereses, pensamientos y generaciones de nuestra sociedad”. Seguidamente indicó que la propuesta es que el Grupo funcione bajo la modalidad de desayunos en los que se analizará colectivamente los temas que sean definidos con antelación. Sin embargo, se abrirán canales que permitan un contacto permanente entre los integrantes por medios como Internet y entrevistas personales. La idea es generar un proceso de intercambio verdadero, que no se agote con los desayunos. La agenda de trabajo que propuso consiste de cuatro núcleos temáticos, de los cuales se pueden derivar una gran cantidad de otros tópicos de análisis: El sistema político costarricense: Destacó la necesidad de estudiar las causas y los efectos de la actual pérdida de legitimidad y credibilidad del sistema político, para lo cual resulta pertinente plantearse una interrogante sobre la capacidad del actual modelo para responder efectivamente a las demandas sociales. Temas como gobernabilidad y accountability tienen especial relevancia. Además, si se mira hacia el porvenir la transición hacia una democracia participativa y la descentralización del poder, tanto en su contenido como en su forma, cobran particular importancia. Advirtió el peligro de que la democracia costarricense ha ido adquiriendo vicios de otras democracias. La corrupción que se venido extendiendo, el engaño recurrente al electorado con promesas de campaña incumplidas, así como la mediatización de la opinión pública y su posible manipulación, imponen la necesidad de replantearnos el funcionamiento de nuestro sistema político. Dentro de este marco de análisis conceptos como la eficiencia del aparato estatal y los costos de transacción entre lo público y lo privado adquieren una vital importancia. Modelo de Desarrollo Económico y Globalización Surge en este tema la interrogante de cómo alcanzar la eficiencia y la competitividad con nuestro acervo de recursos, de cómo aprovechar de la mejor manera nuestro capital humano para obtener ventajas competitivas. Del mismo modo, es imperativo pensar sobre los aspectos distributivos de la estrategia de desarrollo y en la forma en que se debería llevar a cabo una equitativa repartición de los frutos del crecimiento. Temas como integración y bienestar y crecimiento y medio ambiente deben ser parte de una agenda que busque el desarrollo sostenible no solo en lo ecológico sino también en lo social. Estado Social La creciente brecha social que se observa entre las distintas regiones y países, así como al interior de los países debe de ser un punto principal en la agenda. En el pasado reciente, nuestro país contaba con dos instrumentos de movilidad social: el empleo público y la educación. Hoy en día surge la duda de si éstos dos mecanismos son todavía instrumentos adecuados, de si han sido reemplazados por otros, o si simplemente en la sociedad costarricense hay ausencia de fórmulas efectivas de ascenso social. Esto es sumamente importante, ya que la falta de alternativas para moverse en la escala socioeconómica puede generar una peligrosa frustración que desemboque en mayores niveles de delincuencia e inseguridad ciudadana. A la vez, y en relación con la Política Social, es válido cuestionarse la capacidad conductora del Estado para implementar una política social autónoma y con vida propia, que no sea un subproducto de una determinada política económica. El Sistema Educativo El objetivo final de nuestro sistema educativo parece no estar muy bien definido. Por una parte esta el tema de los VALORES. Qué tipo de valores queremos inculcar en los jóvenes? Los valores del cambio y de la integración en una sociedad global? Los llamados valores nacionales, los de la Costa Rica campesina y bucólica, presente mas en el mito social que en la realidad cotidiana? Esta es una temática compleja y profunda cuya discusión parece ineludible. Por otro lado, la dimensión social de la educación, es decir, el papel que desempeña en la integración social del país, es también de enorme trascendencia. Por este motivo resulta preocupante el observar una polarización entre una educación pública en deterioro, y una educación privada de mucha mejor calidad que va generando estudiantes de primera y de quinta categoría, y que a la vez, diferencia a los niños y a los jóvenes según el nivel de ingreso de sus padres. Las escuelas y los colegios cumplían en el pasado la función integradora de los estratos sociales, hoy día pareciera que esta función ha desaparecido, lo cual propicia una ruptura en la formación de vínculos entre dichos estratos del tejido social . Otra pregunta que surge respecto a la educación es si se debe educar para alcanzar una mayor productividad de los trabajadores y por ende mayor competitividad en el mercado, o para tener ciudadanos que trabajen conjuntamente por una sociedad solidaria que nos permita vivir en armonía y perfeccionar la democracia? Estos dos objetivos, sin duda deseables, podrían ser contrapuestos e incluso excluyentes en lo concreto, pues el enseñar a competir promueve el individualismo y desincentiva al accionar solidario de los individuos. Finalmente, Villasuso rescató la oportunidad que la conformación del Grupo de Reflexión puede representar para el enriquecimiento personal de los participantes, ya que les permitirá contar con un marco más amplio para la elaboración de sus propias ideas. Así mismo, el pensamiento compartido permite encontrar lugares de coincidencia y de discrepancia, de encuentro y de desencuentro, sobre los cuales es posible identificar de manera más acertada fórmulas de solución. Seguidamente, José Joaquín Seco expuso su gran interés en abordar el análisis del sistema educativo, el cual considera es “el tema” de la actualidad. Específicamente planteó su inquietud sobre el estado de la educación superior universitaria en nuestro país, donde la explosión de instituciones educativas atenta contra su calidad. Esto porque el mercado es finito, y por lo tanto la gran cantidad de casas de enseñanza que están surgiendo no lograrán alcanzar los volúmenes de estudiantes necesarios para poder llevar a cabo las inversiones requeridas para ofrecer una educación de buena calidad. Además, señaló que el detrimento de la educación pública secundaria en nuestro país está creando colegiales de “mala calidad”, que van a demandar una educación superior también de “mala calidad”. La ausencia de controles adecuados permite que nazcan instituciones dispuestas a satisfacer esta demanda. Finalmente, hizo énfasis en la preocupante “cantonalización” de las universidades privadas, donde el deseo de acaparar una mayor participación en el mercado las lleva a buscar una expansión que no siempre intenta mantener un nivel de calidad aceptable. Esta tendencia ha llevado a que institutos comerciales lleguen a convertirse en universidades, con lo que hoy en día sumamos alrededor de cincuenta centros de educación superior. El problema se agrava pues su solución mediante una más estricta regulación está sujeta a la irretroactividad de la Ley. A continuación, Cristina Rojas propuso tres temas que considera de fundamental interés: la corrupción, el Poder Judicial y la participación ciudadana. Denunció la falta de consciencia en los costarricenses sobre los efectos perniciosos que la corrupción genera sobre la ciudadanía en general. La población parece ignorar cómo afecta la corrupción directamente a su calidad de vida, al desmejorar la competitividad del país y restringir las posibilidades de un mayor crecimiento y mejores niveles de bienestar. Sugirió analizar a la corrupción como causante del resquebrajamiento de la legitimidad del sistema democrático, así como los efectos sobre el país de su interrelación con el crimen organizado tanto en el ámbito nacional como en el internacional. Por otra parte, con respecto al Poder Judicial, lanzó una crítica a su incursión en la Resolución Alternativa de Conflictos. Esto porque considera que esta tarea está fuera de su función jurisdiccional, y por lo tanto representa un desvío de recursos que deberían dedicarse al mejoramiento de su desempeño en las áreas que le fueron encomendadas originalmente. La Resolución Alternativa de Conflictos debería estar a cargo de la misma sociedad civil, o bien del Ministerio de Justicia. Por último, resaltó la importancia de fomentar la participación ciudadana como un mecanismo de control contra la corrupción, que garantice una mayor transparencia en el accionar de los servidores públicos. Jorge Monge destacó la importancia de que de este Grupo de Reflexión surgiera una Propuesta Nacional sobre los distintos temas que analice, de modo que este esfuerzo no se circunscriba al ejercicio intelectual del intercambio de ideas, sino que dé un paso para buscar una impacto directo sobre la sociedad. El análisis del proceso de cambio en la sociedad costarricense es el tema que recomendó para iniciar el estudio de la problemática nacional. Esto por cuanto resulta inútil el pensar en dónde estamos y en dónde queremos estar, si no tenemos claras las características inherentes a todo proceso de transición en nuestra sociedad. Afirmó, además, que en el fondo todo problema nacional es un problema de formación de los individuos. De este modo, la premisa contemporánea de hacer “plata fácil”, que causa una innumerable cantidad de patologías sociales, es consecuencia del abandono del sistema educativo en que lo hemos sumergido ya por varias décadas. Correspondió el uso de la palabra a Elberth Durán, quien rescató el gran valor ético de este esfuerzo de reflexión sobre el destino de Costa Rica. Dejó ver su preocupación por la falta en el país de un análisis profundo de los problemas nacionales, y la existencia de intereses de corto plazo en el ámbito de acción de los partidos políticos. Secundó además la propuesta de Jorge Monge en el sentido de que el accionar del Grupo trascienda el análisis y dibuje una propuesta de cómo enfrentar los problemas. Expresó su interés en que no se pierda nunca al individuo, a la persona humana, como el centro del análisis de toda discusión. De este modo, debe dársele un especial énfasis a lo que es el rescate de los valores personales, familiares y grupales, que son actualmente “sofocados por el juego institucional político en nuestro país”. Además, sugirió el tema de los medios de comunicación como fuentes de “agitación”, por su campo de acción en los ámbitos empresariales, políticos y sociales, que tiene una gran incidencia en la misión de sociedad que queremos transmitir. Albino Vargas, por su parte, habló de la importancia de definir primero adecuadamente los conceptos básicos que se tratarán en la discusión. Específicamente la gobernabilidad (o ingobernabilidad) requiere ser redefinida, pues a su juicio actualmente es concebida según la visión de quienes tradicionalmente ostentan el poder político. La solución al problema de la ingobernabilidad radica en una mas amplia apertura de mecanismos de participación que propicien mayor legitimidad al accionar de las autoridades. Opinó sobre el tema de los medios de comunicación al cuestionar si éstos contribuyen con el objetivo de construir una sociedad más democrática, o si más bien propician un clima de confrontación al tomar partido. De este modo, el análisis de su comportamiento político nos debe servir para discernir si en realidad éstos constituyen medios de información, o bien si son actores en la escena política nacional. Otra de sus principales inquietudes es la situación de los derechos laborales en Costa Rica. Plantea al respecto la preocupación sobre la existencia de una legislación de facto que flexibiliza las relaciones laborales de una manera silenciosa. Considera necesaria una discusión sincera y abierta con los trabajadores sobre estos cambios orientados a lograr una mayor competitividad. Externó finalmente su temor por la actitud agresiva y violenta que observa en algunos costarricenses ante la situación actual de efervescencia social, que debe de llamar la atención de todos los sectores para buscar soluciones concertadas a los grandes problemas nacionales. A continuación, Marta Campos hizo énfasis en el hecho de que la crisis actual hace necesaria una profunda reflexión, pues en su criterio no hay una lectura correcta de los acontecimientos sociales, económicos y políticos que vive el país. Sin embargo, es necesario superar esta etapa y pasar a la acción. Dentro de los temas que mencionó como fundamentales, se encuentra el del desarrollo de la microempresa en Costa Rica, pues resulta ilógico e injusto que éstas reciban un trato igual al que reciben las grandes empresas, olvidando la innumerable cantidad de restricciones que enfrentan, situándose en una difícil posición de clara desventaja. Relató una historia que describe la delicada situación que atraviesa nuestro sistema educativo, en la que veinte niños de siete años, vecinos de la ciudad de Heredia, se quedaron sin escuela por falta de cupo, sentándose las bases para que crezcan veinte nuevos analfabetas que lamentablemente podrán verse marginados por una sociedad que los olvidó, y que tarde o temprano deberá pagar por esa factura. Del mismo modo denunció la falta de oportunidades que se le ofrece a nuestra juventud debido a la inexistencia de mecanismos de caza de talentos, que rescaten a los jóvenes habilidosos que pasan desapercibidos en las zonas marginales de nuestro país. Esta situación debería de ser prioritaria si partimos del hecho de que en la juventud está el semillero de los costarricenses del futuro. Citó además el problema de la violencia doméstica como uno de los principales problemas sociales que sufrimos, por sus efectos devastadores sobre la integración de la familia, núcleo de la sociedad. Patricia León enfatizó la necesidad de discutir las características del proceso de cambio que atravesamos, haciendo referencia a temas como la gobernabilidad, que están estrechamente ligados a él. Mencionó la importancia de que aprendamos de los errores y de las experiencias exitosas que hemos vivido, con tal de orientarnos al futuro por el camino más acertado. Comentó también acerca de la peligrosa concepción de los periodistas como comerciantes de la información, puesto que el interés de lucro los puede llevar a sesgar el mensaje que transmiten, y por lo tanto distorsionar a la opinión pública. Finalmente, expresó su interés de que el tema de las cuestiones de género sea implementado en el enfoque que se haga de los diferentes problemas específicos que sean analizados por el Grupo. Gilberto Lópes reflexionó sobre la necesidad de lograr un consenso sobre la temática a discutir, pero señaló que éste no debe de consistir de un listado de innumerables tópicos no interrelacionados entre sí. Planteó la necesidad de que se logre una convergencia que armonice y vincule las diferentes ideas planteadas, de manera que se satisfagan los intereses individuales de todos los participantes. Afirmó que “el mundo está construido en base al conocimiento científico cada vez más sofisticado y profundo”, lo que nos debe llevar a cuestionarnos sobre la posibilidad de ser parte de la construcción de esa base, analizando si los problemas de valores o de voluntad pueden convertirse en limitantes de nuestro campo de acción. Dentro de este marco de pensamiento concretó la situación de la negociación del Acuerdo de Libre Comercio de las Américas, que es un evento que llegará a condicionar nuestras vidas fuertemente, y sin embargo pasa desapercibido por una gran parte de la ciudadanía. El abordar estos temas nos permitirá tomar las riendas para convertirnos en los artífices de nuestro propio destino. A continuación, Manuel Carballo expresó el sentimiento de impotencia ante el fenómeno de la corrupción, con todo el cinismo, el silencio y la impunidad con que actúan estos individuos deshonestos. Argumentó que el problema se agrava aún más ante la ausencia de instancias adonde pueda acudir la sociedad civil para denunciar e iniciar investigaciones que eventualmente lleven a una sanción efectiva para quienes hagan un mal uso del poder. Esta situación, dijo, provoca explosión social como la que observamos en nuestro país recientemente. Luis Paulino Vargas externó su criterio en cuanto a que si el Grupo decide poner un mayor énfasis en los aspectos propositivos, podría estarse limitando su capacidad para llevar a cabo una reflexión crítica y sucumbir ante el temor predominante a confrontar y criticar objetivamente. Planteó también su inquietud sobre los objetivos que se establezcan y los mecanismos que se emplearán para generar efectos sobre la sociedad. Mencionó el tema del modelo de desarrollo económico como uno de vital importancia debido a que éste condiciona o influye el accionar de los otros ámbitos. Esto por cuanto las restricciones presupuestarias que pesan sobre sectores como el educativo y de salud, obedecen a una determinada estrategia económica. Tópicos como la situación del sector agropecuario, la pequeña y mediana empresa, la creciente importancia del capital extranjero en nuestro país y el perfil del empresario costarricense son de una gran trascendencia y escasamente discutidos en los medios tradicionales, por lo que considera que el Grupo debería de tomarlos en cuenta. A continuación, Laura García expresó su interés por buscar un enfoque interdisciplinario en el análisis de los temas que se vayan a discutir, ante el distanciamiento que percibe entre los diferentes sectores sociales. Atestiguó la desconexión que sufre el sector empresarial del resto de la sociedad, aislado de las instancias gubernamentales y de la Academia. Propuso un tema que representa una combinación de elementos económicos y políticos, que es el tema de la regulación. Afirmó que el modelo económico en vigencia, el cual posee una marcada tendencia hacia una economía de mercado a nivel mundial, es generalmente “mal entendido y mal concebido, además de mal implementado”. Mal entendido en el sentido de que muchas personas creen que una economía de mercado implica una ausencia total de regulación, cuando ésta es un instrumento propicio para “tropicalizar” un sistema de mercado, y adaptar el modelo a nuestra realidad, de manera que siente las reglas claras del juego a todos los actores de una manera uniforme. Así, el Estado asumirá el papel de proveedor de los incentivos que sirvan para “marcar la cancha adonde todos nos movemos y adonde todos a veces nos desconectamos un poco”. Con respecto a la mala implementación del modelo, señaló que no se puede pretender que la importación de un modelo que en otras economías tiene mucha más historia y tradición, funcione exactamente de la misma manera en nuestro ambiente. Carlos Rivera hizo hincapié en la importancia de abordar directamente el problema de la pobreza, pues la brecha entre los sectores sociales y económicos se amplía preocupantemente en nuestro país. Afirmó la importancia de preocuparse por temas como los sistema de educación y de salud, sin embargo considera que “el tema de la pobreza como que no lo queremos ver”. Planteó la necesidad de formular una estrategia económica que ataque frontal y decididamente este grave problema social. Por otra parte, expuso la interrogante de si nuestros partidos políticos representan una opción real de participación para la ciudadanía, de manera que la estructuración legal garantice efectivamente la existencia de oportunidades para la participación ciudadana. Este tema, afirmó, debe ser de especial preocupación ante acontecimientos como el fracaso del proyecto de Ley que creaba la figura del Referéndum como un mecanismo directo de consulta y decisión popular. Enfatizó también la necesidad de retomar y de volver a sembrar la esperanza, de que los costarricenses no perdamos el espíritu para progresar. Por ello es necesario pensar en nuevos mecanismos que ofrezcan oportunidades de movilidad social, que abran el espacio e incentiven un esfuerzo para la superación personal. Nuevamente, Cristina Rojas intervino para ilustrar lo que llama las propuestas del viejo paradigma, que atomizan y fragmentan las ideas, y las del nuevo paradigma, que con una visión más holística, llevan a la unión de lo que antes dispersaba para la búsqueda de un propósito común. Siguiendo esa línea de pensamiento, sugirió la elección del tema del proceso de cambio como el hilo conductor para la reflexión, que funcione como tema unificador dentro del cual se lleve a cabo el análisis de todos los demás subtemas, como el sistema político y la participación de la mujer, entre otros. Elberth Durán reforzó la idea de analizar en qué consiste exactamente y hacia adónde se dirige el cambio que está experimentando la sociedad costarricense, ya que resulta indispensable no solamente el interpretarlo y entenderlo, sino también el reconocer la dirección que lleva, para aumentar las posibilidades de dirigirlo. Finalmente, Juan Manuel Villasuso destacó el tema del “poder” como factor generador del cambio o de la inercia. Señaló que del análisis del poder se pueden desprender interpretaciones sobre aspectos como la gobernabilidad, la interacción entre los medios de comunicación y los grupos económico, y la capacidad de acción de los partidos políticos. Cuestionó el manejo del poder que realizan las organizaciones sociales al preguntarse si contribuyen al proceso de cambio o si defienden exclusivamente sus propios intereses y el status quo. “Se han privatizado los partidos políticos, en el sentido de que representan a intereses privados? Del mismo modo, utilizan los sindicatos su poder para preservar sus privilegios? Influencian las empresas el poder político con su poder económico en su afán exclusivo por obtener beneficios?” Comentó sobre la importancia de pensar en el modelo de sociedad al cual aspiramos, que parece ser el de los países industrializados, en cuyo caso nos debemos cuestionar si los niveles de consumo que exhiben son factibles para todas la sociedades. Aportó un dato que refleja que la población estadounidense, que representa al cinco porciento de la población mundial, consume el cuarenta y cuatro porciento de la energía del planeta, haciendo inviable la imitación de su patrón de vida para el resto de las naciones. Esto nos obliga a un replanteamiento de la meta de sociedad que queremos para ser consecuentes con nuestra realidad nacional y mundial. Al concluir la reunión, el Grupo logró un acuerdo en la definición del primer tema a tratar para la próxima sesión de trabajo, que consistirá del análisis de los procesos de cambio en la sociedad costarricense. De éste se desprenderán una diversidad de tópicos más específicos, como la relación entre la estructura y el manejo del poder y los procesos de cambio, la gobernabilidad, los medios de comunicación, y los partidos políticos, entre otros. La dinámica con que se trabajará en la próxima reunión, convocada para el martes 4 de julio (inicialmente se pensó en el 6 de julio pero hubo dificultades para realizarla ese día) comprenderá cuatro presentaciones. Se acordó que Jorge Monge iniciaría con una reflexión sobre el proceso de cambio, Elberth Durán y Patricia León ilustrarán sobre los medios de comunicación y la libertad de información, Carlos Rivera hablará sobre la situación de los partidos políticos y la participación, y Miguel Gutiérrez comentará sobre el tema de la gobernabilidad. Estas breves disertaciones (aproximadamente diez minutos cada una) servirán para introducir el tema y abrir el debate. Para una reunión posterior, se discutiría el modelo de desarrollo económico con todos los matices con los que fue abordado en esta actividad. Se incluirá en otras fechas el análisis del sistema educativo, el Estado y la política social y el Estado de Derecho en Costa Rica. Hubo consenso entre los participantes en que los temas seleccionados sean discutidos y profundizados por el Grupo a un grado tal que resulte satisfactorio. De esta forma, no se impondrán restricciones en cuanto a la extensión del análisis que se lleve a cabo, dejando a plena libertad de los integrantes del Grupo de Reflexión el definir cuándo se ha alcanzado el punto óptimo de la reflexión sobre cada tema, el cual no debe retringirse necesariamente a una sola sesión de trabajo. La sesión concluyó a las 10:30 AM. JMVillasuso / EVargas 27 de Junio del 2000