BOLETÍN 4199-07 I. DESCRIPCIÓN

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BOLETÍN 4199-07
19 de mayo de 2006
ISSN 0787-0415
I. DESCRIPCIÓN
REFERENCIA
: Modifica la ley N°18.314,
terroristas y fija su penalidad
que
determina
conductas
INICIATIVA
: Moción de los diputados Sres. Araya, Ojeda, Leal, Jarpa,
Bustos, Díaz (Eduardo), Quintana y Pérez
COMISIÓN
: De Constitución, Legislación y Justicia
ORIGEN
: Cámara de Diputados
INGRESO
: 10 de mayo de 2006
CALIFICACIÓN
: Sin urgencia
ARTICULADO
: Artículo único, que modifica el artículo 1° de la ley N° 18.314
OBJETO, SEGÚN LA INICIATIVA
1.-
Exigir, para configurar una conducta ilícita como terrorista, que el delito se
cometa por bandas armadas o integrantes de ella contra la vida o la integridad
física de las personas, con la finalidad de subvertir el régimen constitucional o
el orden público.
2.-
Sustituir la actual presunción sobre la finalidad terrorista de la acción, por un
antecedente, que podrá considerarse por el juez,
consistente en la
circunstancia de cometerse el delito ocasionando o poniendo en peligro
concreto de ocasionar grandes estragos a la población o a una parte
importante de ella.
Para facilitar la comprensión de la iniciativa, se ofrece un texto comparado.
Artículo 1°.- Constituirán delitos terroristas los enumerados en el artículo 2°,
cuando en ellos concurriere alguna de las circunstancias siguientes:
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TEXTO VIGENTE
PROYECTO DE LEY
1ª. Que el delito se cometa con la
finalidad de producir en la población
o en una parte de ella el temor
justificado de ser víctima de delitos
de la misma especie, sea por la
naturaleza y efectos de los medios
empleados, sea por la evidencia de
que obedece a un plan premeditado
de atentar contra una categoría o
grupo determinado de personas.
1ª. Que el delito se cometa por
bandas armadas o integrantes de ella
contra la vida o la integridad física de
las personas con la finalidad de
subvertir el régimen constitucional o el
orden público y de producir en la
población o en una parte importante
de ella el temor justificado de ser
víctima de delitos de la misma
especie, sea por la evidencia de que
obedece a un plan premeditado en la
consecución de dichos objetivos, sea
por la naturaleza y efectos de los
medios empleados.
Se presumirá la finalidad de producir
dicho temor en la población en
general, salvo que conste lo
contrario, por el hecho de cometerse
el
delito
mediante
artificios
explosivos o incendiarios, armas de
gran poder destructivo, medios
tóxicos, corrosivos o infecciosos u
otros que pudieren ocasionar
grandes estragos, o mediante el
envío de cartas, paquetes u objetos
similares, de efectos explosivos o
tóxicos.
Servirá de antecedente para calificar
la finalidad de la acción desplegada
en orden a producir dicho temor,
salvo prueba en contrario, la
circunstancia de cometerse el delito
ocasionando, o poniendo en peligro
concreto de ocasionar, grandes
estragos a la población o a una parte
importante de ella.”
CONTENIDO ESPECÍFICO
1.-
Sustitúyese la circunstancia 1ª., del artículo 1° de la ley N° 18.314, por la
siguiente:
“ 1ª. Que el delito se cometa por bandas armadas o integrantes de ella contra
la vida o la integridad física de las personas con la finalidad de subvertir el
régimen constitucional o el orden público y de producir en la población o en
una parte importante de ella el temor justificado de ser víctima de delitos de la
misma especie, sea por la evidencia de que obedece a un plan premeditado
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en la consecución de dichos objetivos, sea por la naturaleza y efectos de los
medios empleados.
Servirá de antecedente para calificar la finalidad de la acción desplegada en
orden a producir dicho temor, salvo prueba en contrario, la circunstancia de
cometerse el delito ocasionando, o poniendo en peligro concreto de ocasionar,
grandes estragos a la población o a una parte importante de ella.”
FUNDAMENTO, SEGÚN LA INICIATIVA
El proyecto de ley se funda en las siguientes consideraciones:
1.-
Que diversos organismos internacionales de Derechos Humanos se han
pronunciado en forma negativa acerca de la aplicación extensiva de la Ley
Antiterrorista en nuestro país ante diversas situaciones que no necesariamente
revisten tal carácter declarando la incompatibilidad de la legislación vigente en
materia de combate al terrorismo en Chile con los parámetros occidentales y
los tratados suscritos y aprobados por nuestro país. El Observatorio de
Derechos de los Pueblos Indígenas y Human Rights Watch difundieron el
informe “Proceso Indebido: Juicios Antiterroristas, Tribunales Militares y los
Mapuches en el Sur de Chile”, señalando que en Chile se violarían los
derechos humanos y se discrimina a este pueblo.
2.-
Que lo anterior, hace imprescindible revisar la normativa antiterrorista
nacional. Desde la reforma constitucional aprobada en el Plebiscito del 30 de
julio de 1988, que modificó el artículo 5° de la Constitución de 1980, se
estableció en nuestro país que el Estado y sus órganos deben garantizar los
derechos de la persona asegurados en la propia Constitución y en los tratados
internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes.
La legislación interna debe desarrollar las normas constitucionales,
principalmente las del articulo 19, Nºs. 3° y 7° de la Constitución, que
consagran el derecho a la defensa jurídica, al debido proceso y las bases
constitucionales del proceso penal.
De acuerdo con el artículo 5° de la Constitución Política del Estado, el ejercicio
de la soberanía reconoce como limitación el respeto a los derechos esenciales
que emanan de la naturaleza humana. Es deber de los órganos del Estado
respetar y promover tales derechos, garantizados por esta Constitución, así
como por los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren
vigentes.
3.-
El término del proceso de Transición a la Democracia y la definitiva
reconciliación nacional requiere que las personas procesadas por delitos
establecidos en la ley N° 18.314, que determina conductas terroristas y fija su
penalidad, sean juzgadas con arreglo a los principios constitucionales y a los
contenidos en declaraciones y tratados internacionales ratificados por Chile y
vigentes, entre otros: la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
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Para tal efecto se hace necesario precisar, con suficiente sutileza para hacer
verdadera justicia, lo que debe entenderse por conductas terroristas y delitos
de otras connotaciones. Sólo distinguiendo muy circunstanciadamente cada
uno de ellos será posible resguardar eficazmente los bienes jurídicos que
pretenden proteger, castigar a los culpables con penas proporcionales y
juzgarlos con arreglo a un procedimiento racional y justo.
Algunas modificaciones a esta ley se efectuaron por la ley N° 19.027, de 1991,
que correspondió al tercer proyecto presentado en Democracia por el
Presidente Patricio Aylwin Azócar y se refieren al concepto de acto terrorista, a
la forma de castigarlo, a las medidas que el tribunal puede decretar para
restringir los derechos de las personas declaradas reos por delito que
constituya conducta terrorista y las atribuciones de las autoridades políticas
para prevenir actos terroristas.
El fundamento principal de dicha reforma se encuentra en el concepto de
terrorismo, poniéndose de relieve que la ley vigente confundía actos
propiamente atentatorios contra la seguridad del estado con conductas
terroristas, porque atribuía al terrorismo el carácter de una ideología.
Sin embargo, más que una ideología, el terrorismo es un método de acción
criminal. La conducta terrorista implica la existencia de un grupo armado,
jerarquizado y con cierta estabilidad en el tiempo, que pretende subvertir el
régimen constitucional y el orden público.
4.-
Si se acepta que el terrorismo es un método de acción criminal, la acción
criminal misma se encontraría ya tipificada en la legislación penal, común o
especial. Por ello, la tipificación especial del terrorismo requiere de una
caracterización en los términos anteriormente señalados, con el objeto que la
agravación correspondiente tenga la debida justificación desde un punto de
vista político criminal.
El artículo 1° de la ley 18.314 señala que constituirán delitos terroristas los que
enumerados en el artículo 2° cuando en ellos concurriere alguna de las
circunstancias siguientes:
“1ª. Que el delito se cometa con la finalidad de producir en la población o en
una parte de ella el temor justificado de ser víctima de delitos de la misma
especie, sea por la naturaleza y efectos de los medios empleados, sea por la
evidencia de que obedece a un plan premeditado de atentar contra una
categoría o grupo determinado de personas.
Se presumirá la finalidad de producir dicho temor en la población en general,
salvo que conste lo contrario, por el hecho de cometerse el delito mediante
artificios explosivos o incendiarios, armas de gran poder destructivo, medios
tóxicos, corrosivos o infecciosos u otros que pudieren ocasionar grandes
estragos, o mediante el envío de cartas, paquetes u objetos similares, de
efectos explosivos o tóxicos.”
Es decir, cualquiera de los delitos comunes que se enumeran, para tener el
carácter de terrorista, debe producir en la población o en una parte de ella el
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temor justificado de ser víctima de delitos de la misma especie, circunstancia
que debería ser acreditada fehacientemente.
Sin embargo, a renglón seguido se consagra una presunción que se apoya en
los medios utilizados y no en el alcance de los efectos del delito. Por ello debe
ser modificada a fin de mantener la debida armonía con el bien jurídico que se
pretende proteger.
De esta manera, la calificación del delito como conducta terrorista se debe
efectuar por las consecuencias de la agresión y no por la naturaleza de los
medios empleados.
Finalmente, por aplicación del principio pro reo, podrán ser
beneficiados todos quienes se encontraren actualmente procesados.
II. COMENTARIOS DE LIBERTAD Y DESARROLLO
IMPLICANCIAS CONSTITUCIONALES
1.- Materia de ley.
Los incisos séptimo y octavo del N° 3 del artículo 19 de la Constitución Política
consagran el principio de legalidad en materia penal, según el cual toda
conducta que se castigue como delito debe estar expresamente descrita en la
ley; igualmente, la pena debe estar establecida en la ley, y ambas, con
anterioridad al hecho que se trate de castigar.
Por lo tanto, la modificación de las circunstancias que configuran una conducta
terrorista, solo puede hacerse mediante la dictación de normas de rango legal.
Además, conforme al artículo 9° de la Constitución, la descripción de tales
conductas es materia de ley de quórum calificado, esto es, mayoría absoluta
de diputados y senadores en ejercicio. Lo mismo es válido para su
modificación.
COMENTARIOS DE MÉRITO
2.- Delito terrorista.
La ley que establece conductas terroristas discurre sobre la base de que tales
delitos no son esencialmente distintos de los delitos comunes; lo que hace que
una conducta sea terrorista, es su finalidad, establecida en el artículo 1° de la
ley N° 18.314, de modo tal que un delito común (homicidio, secuestro de
persona, sustracción de menores, envío de efectos explosivos, incendio y
atentados ferroviarios, entre otros) deviene terrorista en la medida que el autor
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del delito busque una determinada finalidad, que la ley vigente expresa así:
“producir en la población o en una parte de ella
víctima de delitos de la misma especie, sea por la
medios empleados, sea por la evidencia de
premeditado de atentar contra una categoría
personas”.
el temor justificado de ser
naturaleza y efectos de los
que obedece a un plan
o grupo determinado de
Una vez acreditada la finalidad que la ley califica como terrorista, es necesario
hacerse cargo de la sanción que, en la generalidad de los casos, es la pena
asignada al respectivo delito común, aumentada en uno, dos o tres grados.
Además, para acreditar la finalidad, la ley vigente establece una presunción,
cuando el hecho se comete mediante artificios explosivos o incendiarios,
armas de gran poder destructivo, medios tóxicos, corrosivos o infecciosos u
otros que pudieren causar grandes estragos, o mediante el envío de cartas,
paquetes u objetos similares, de efectos explosivos o tóxicos.
Hubo un tiempo en que la opinión pública debió informarse de las “cartas
explosivas” que estallaban en las manos o en la cara de quien abría el sobre.
Y las cartas toxicas han vuelto a hacer noticia luego del atentado a las torres
gemelas.
3.- El cambio
propuesto.
La modificación, sin abandonar el elemento finalidad (extendido ahora a la de
subvertir el régimen constitucional o el orden público, además de producir los
mismos efectos señalados en la ley vigente), exige que el delito se cometa
“por bandas armadas o integrantes de ella, contra la vida o la integridad física
de las personas”.
Esta exigencia (banda armada) se sobrepone y antecede a la finalidad
terrorista de la conducta, de suerte tal que si no se está en presencia de una
banda armada, no es procedente investigar la finalidad tenida en vista por los
autores del delito.
Por otra parte, la presunción se sustituye por una remisión o recado el juez de
la causa, a quien –implícitamente- se le dice que servirá de antecedente para
calificar la finalidad terrorista, la circunstancia de cometerse el delito
ocasionando o poniendo en peligro concreto de ocasionar, grandes estragos a
la población o a una parte importante de ella.
Nuevamente, cabe señalar que tal antecedente se examinará con
posterioridad a la existencia de la banda armada, de forma tal que será
igualmente ineficaz, si no se configura la existencia de aquella.
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4.- Efecto de la
moción.
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La moción produce el efecto de reducir los casos de conductas terroristas, de
forma tal que un individuo que actúa en forma aislada no cometerá delito
terrorista, salvo que sea integrante de una banda, aunque no toda ella haya
perpetrado la conducta terrorista.
Incluso actuando como banda, si no es armada, tampoco se configura la
conducta terrorista.
Esta proposición es criticable por tres razones.
En primer lugar, porque deja reducidos a delitos comunes muchas conductas
que, desde un punto de vista práctico y doctrinario, califican como terroristas.
Si el atentado a las Torres Gemelas se hubiere cometido en Chile, no se
habría configurado –de acuerdo al proyecto- un delito terrorista, a menos de
probarse que los secuestradores de la aeronave constituyeron una banda
armada.
Será difícil si se aprueba el proyecto, encontrar casos de conductas
calificadas como terroristas, no obstante producir los demás efectos
comprendidos en la finalidad terrorista, como un incendio ocasionado
intencionalmente para generar pánico en la población y hacer exigencias
reivindicacionistas, si los incendiarios no portan armas.
Además, ¿qué se entiende por banda armada? ¿La que porta armas al
momento de cometer el delito, o la que las mantiene en un lugar determinado,
aunque no las porte al momento del incendio o de la comisión de otro delito?
En segundo lugar, y en relación con lo anterior, la amplia definición de armas
del artículo 132 del Código Penal, es aplicable solamente a los crímenes y
simples delitos contra la seguridad interior del estado (Título II del Libro II); no
resultaría aplicable en otros casos distintos de una sublevación. Es, en todo
caso, una definición amplia de arma que comprende toda máquina,
instrumento, utensilio u objeto cortante, punzante o contundente que se haya
tomada para matar, herir o golpear, aun cuando no se haya hecho uso de él.
Pero ciertamente, en la intención de los autores de la moción puede
presumirse que están pensando en las armas de la ley de control de armas,
esto es, las armas de fuego. De ser así, será más difícil todavía encontrar una
conducta terrorista.
En tercer lugar, los autores del proyecto abrigan la esperanza de que sean
beneficiados con su aprobación quienes se encontraren actualmente
procesados, por aplicación, según señalan, del principio pro reo, que obliga a
aplicar la ley más favorable al responsable del delito.
Siendo así, al desaparecer la finalidad terrorista como elemento constitutivo
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del delito terrorista y al ser sustituida por la acción de una banda armada (¿con
armas de fuego?) cualquier procesado por delito terrorista que no hubiere
actuado como participante de una banda, podría alegar en su favor que ahora
el tipo penal tiene una nueva exigencia, que en él no se cumple, y transformar
así el delito terrorista en delito común, evitando el aumento de la pena en uno,
dos o tres grados.
Esta es, en todo caso, la finalidad manifiesta del proyecto de ley, cual es
reducir los casos en que se pueda encausar a alguien por conducta terrorista.
5.- Coordinación
legislativa.
Parece evidente la relación entre este proyecto y el anteriormente analizado
en esta misma Reseña Legislativa1, ya que en ambos casos se mencionan
expresamente la situación de detenidos o condenados de la etnia mapuche y
las recomendaciones de organismos internacionales como el Observatorio de
Derechos de los Pueblos Indígenas.
La tramitación conjunta de ambos proyectos permitiría apreciar con mayor
precisión hacia donde apunta la idea de legislar, que puede entenderse como
una sola para ambas mociones legislativas.
Será importante, entonces, examinar la situación de los delincuentes comunes
que podrían resultar o bien en igualdad de condiciones con los terroristas, o
incluso, con una penalidad más severa, por no pertenecer a bandas armadas
ni tener una finalidad propiamente terrorista.
La señal es, entonces,
extremadamente negativa..
6.- Conclusión.
Esta moción, igual que la anteriormente analizada en esta misma Reseña
Legislativa, tiene por objeto favorecer con una menor penalidad (o, lo que es
igual, con una mayor dificultad para configurar el delito) a quienes cometieren
conductas calificadas actualmente como terroristas, lo que daría lugar a un
aumento de la penalidad en uno, dos o tres grados, por regla general.
De ese modo se evita un aumento de la sanción por graves conductas que
actualmente son consideradas terroristas por la ley chilena.
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Boletín 4188-07.
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