EAU DE TÓXICOS

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EAU DE TÓXICOS
Greenpeace encuentra sustancias químicas peligrosas en perfumes.
La asociación ecologista ha presentado su informe Eau de Tóxicos que
analiza el contenido químico de 36 marcas de perfumes.
11 de febrero del 2005
ESPAÑA/Madrid
La mayor parte de los perfumes existentes en el mercado tienen en su
composición sustancias químicas potencialmente peligrosas. Así lo
demuestra el informe Eau de Tóxicos que ha presentado Greenpeace.
La mayor parte de los perfumes
existentes en el mercado tienen en
su composición sustancias químicas
potencialmente peligrosas. Así lo
demuestra el informe Eau de Toxines que ha presentado Greenpeace: 34 de las 36 marcas analizadas
contienen sustancias peligrosas
(ftalatos y almizcles sintéticos) cuya
inocuidad no ha sido probada. Estos
perfumes pueden aumentar nuestra
exposición a estas sustancias facilitando su penetración en nuestro
organismo. Estos químicos no se
degradan con facilidad y algunos
pueden acumularse en los tejidos
del cuerpo humano. Además evidencias científicas indican que
podrían tener efectos no deseados
en la salud.
El estudio Eau de Tóxicos ha analizado en 36 marcas de conocidos
perfumes la presencia de dos tipos
de sustancias químicas artificiales
potencialmente peligrosas; los ftalatos y los almizcles sintéticos. La
práctica totalidad de los perfumes y
colonias analizadas los contienen.
Estudios ciencíficos han demostrado que los ftalatos penetran rápidaente a través de la piel y se distriuyen por el cuerpo con cada exposiión. El cuerpo convierte este compuesto químico en monoetil ftalato.
Se cree que esta sustancia está
detrás de posibles alteraciones del
ADN espermático y en la restricción
de la función pulmonar en los
hombres.
Por su parte los almizcles sintéticos
se pueden concentrar en los tejidos
de los seres vivos. Además, algunos
pueden alterar el sistema hormonal
de los peces, anfibios y mamíferos y
exacerbar los efectos de la exposición a otras sustancias químicas.
Los niveles más altos se han encontrado en las aguas de colonia
Eternity for Woman de Calvin Klein
con 22,3 mg/kg (es decir 2,2% de
ftalatos del peso total) y en Le Mâle
de Jean Paul Gaultier con 9,9 mg/kg
(casi un 1% del peso total). En cambio, Vanderbilt, de Gloria Vanderbilt,
tiene niveles no detectables de cualquiera de los ftalatos analizados.
Respecto a los almizcles artificiales
estudiados, las muestras que contenían los niveles más elevados pertenecen al perfume Le Baiser Du
Dragon de Cartier (45 mg/kg que
equilvale a un 4,5% del peso total) y
a White Musk de The Body Shop
(94,1 mg/kg que equivale a un 9,4%
del peso total). Los niveles más bajos se encontraron en la muestra de
la colonia Puma Jamaica Man de la
marca Puma.
San Valentín es uno de los momentos de mayor venta de perfumes del
año. Una fecha que puede acabar
convertida en una exposición masiva a tóxicos a través de los cosméticos: "Regalar un perfume o llevar
puesta un agua de colonia debería
ser una sensación agradable y no
una fuente de exposición a sustancias químicas peligrosas que entran
en nuestros cuerpos" ha declarado
Sara del Río, responsable de la
campaña de tóxicos de Greenpeace.
La legislación actual no evita la
exposición de las personas a estos
químicos contenidos tanto en los
cosméticos como en una amplísima
variedad de otros artículos de consumo. Además las empresas rara
vez advierten de la presencia de
estos químicos en el etiquetado de
sus productos.
Sin embargo, una parte de la solución puede llegar a través de
REACH, la legislación que la Unión
Europea está debatiendo para regular el uso de estas sustancias quí-
micas. REACH podría pedir a la
industria la eliminación progresiva
de las sustancias químicas sospechosas de ser nocivas para la salud
y su sustitución por alternativas más
seguras. Sin embargo, la propuesta
está sufriendo una fuerte presión
por parte de la industria química y
del gobierno de los Estados Unidos.
Este informe pone de manifiesto la
imposibilidad de cuantificar la exposición humana a estas sustancias
químicas y, en consecuencia de
determinar cuáles son los riesgos y
cuál el nivel "aceptable" de exposición. Por esta razón una legislación
sobre sustancias químicas, para
que realmente proteja a la salud y el
medio ambiente debe fundamentarse en la sustitución de las sustancias peligrosas y no en su control.
"Todos merecemos un futuro sin
tóxicos" advierte Sara del Río.
"Exigir la sustitución obligatoria de
las sustancias químicas peligrosas a
través de la legislación REACH es
nuestra mejor oportunidad para
conseguir ese futuro".
Informe completo en:
http://production.greenpeace.org/espana_es/multimedia/download/1
/740630/0/0257_gp_[toxic_perfume].pdf
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