Ignacio Díaz Morales - Congreso del Estado de Jalisco

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Ignacio Díaz Morales
Condecoración José Clemente Orozco
Decreto 7051
Nació en Guadalajara, Jalisco, el 16 de noviembre de 1905. Durante su niñez comenzó a
tener la curiosidad e inquietud por preservar y mejorar la ciudad de Guadalajara. En 1924
ingresó a la Escuela Libre de Ingenieros y obtuvo el título de ingeniero civil y arquitecto en
1928. Durante sus estudios conoció a los que serían sus mayores colaboradores y lo
llegarían a influenciar como Luis Barragán Morfín y Rafael Urzúa, con los que al paso del
tiempo trabajaría y crearía la Escuela Tapatía de Arquitectura. Trabajó en la compañía
estadounidense Ferrocarril Sudpacífico, y realizó los proyectos de las estaciones de Nogales
y Guaymas.
Pensamiento
Retoma los elementos de la arquitectura vernácula de occidente como: los patios, jardines y fuentes, buscando crear
espacios en el que el hombre pueda encontrase a sí mismo. Su teoría de la arquitectura era buscar la esencia y el
quehacer arquitectónico, pensamiento que se vio reflejado durante toda su carrera en cada una de sus obras y fue
fomentada en sus estudiantes. Sus obras muestran el depuramiento de las funciones y formas y la honestidad en su
principio plástico. Su lema era “Concebir primero la cosa poética y alrededor de ella levantar los muros”.
Obra
Como urbanista intervino en la conclusión del Templo Expiatorio y su plaza a lado del Ing. Luis Ugarte en 1925,
así como la Parroquia de Nuestra Señora de la Paz y el Seminario Conciliar. Desarrolló el proyecto de Cruz de
Plazas, el cual consistía en dotar de un patio al Centro Histórico de Guadalajara y tener un espacio en el cual se
pudiera fomentar la convivencia y comunicación entre los tapatíos y devolver el sentido a la vida urbana a la
ciudad. En 1947 realizó el proyecto de la Plaza Liberación y Plaza de la Ciudad. De 1952 a 1960 realizó la
restauración del Museo Regional y de los Torreones del Palacio de Gobierno en Guadalajara. De 1958 a 1960
construyó la Capilla para las Mercedarias, el Templo del Niño Jesús y el Templo de María Reparadora en
Guadalajara; de 1961 a 1965 realizó la restauración del Santuario del Señor San José en Arandas, Jalisco. Fue el
responsable de las remodelaciones del Teatro Degollado, el Hospicio Cabañas y la catedral de Tuxtla Gutiérrez.
Colaboró en la creación de la primera escuela de arquitectura en la ciudad de Guadalajara con el apoyo del
gobernador de Jalisco, Jesús González Gallo. En 1947 viajó a Europa para ver los distintos planes de estudio y
escuelas de arquitectura que se encontraban. El 6 de enero de 1949 se iniciaron las clases con profesores de
Guadalajara, al paso del tiempo se buscó arquitectos de la ciudad de México, pero éstos no mostraron interés y se
buscaron profesores europeos. En 1950 Díaz Morales realiza un nuevo viaje a Europa con el fin de encontrar a los
profesores adecuados para la institución. Algunos de los profesores contratados fueron: de la Universidad de
Stuttgart vino el arquitecto Horst Hartung, maestro de historia de la arquitectura; de Florencia invitó a Bruno
Cadore, quien impartía el taller de composición, y a Carlo Kovacevich, quien impartía Historia del Arte; de Milán
invitó a Silvio Alberti (trabajaba en el laboratorio de Nervi); de la Technische Hochschulle de Viena vino Eric
Coufal, maestro de modelado y dibujo, y de Madrid se invitó a un matemático, Manuel Herrero Morales.9 También
se invitó a un escultor mexicano de origen alemán; Mathias Goeritz. Díaz Morales fue el primer director y profesor
durante 15 años en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Guadalajara.
En 1972 fue invitado por el arquitecto Salvador de Alba Martín a impartir clases en el Instituto Tecnológico
y de Estudios Superiores de Occidente desde 1973 hasta 1992. Fue amigo de Luis Barragán Morfín, José Amezcua
Rivas y Rafael Urzúa. Definió la Arquitectura como la obra de arte que consiste en el espacio expresivo delimitado
por elementos constructivos para compeler al acto humano perfecto. También fueron fundadas por él, la Sociedad
de Ingenieros y Arquitectos, Arquitectura A.C., conocida como Arquitac y Arquitectura Sacra, instituciones que
han dejado una marcada huella en el medio de los arquitectos de Jalisco. Murió el 3 de septiembre de 1992, y sus
restos fueron depositados en la cripta del Templo Expiatorio de Guadalajara, en diciembre se realizó un acto de
homenaje en su memoria en el Teatro Degollado. El 17 de julio de 1993 a la plaza del Expiatorio se le asignó su
nombre en su honor. En noviembre de 1993, se instituyó el Premio Nacional de Arquitectura Ignacio Díaz Morales,
el cual convoca la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla.
Premios y distinciones
Palmas Académicas de la Legión de Honor de Francia en 1951.
Caballero de la V Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén.
Socio Académico Emérito de la Academia Nacional de Arquitectura de la Sociedad de Arquitectos Mexicanos 1979.
Miembro Honorario por el Colegio de Arquitectos de Jalisco en 1984.
Premio Arquitectura por el Colegio de Arquitectos en 1985, es el Premio Jalisco, lo compartió con Luis Barragán y José Villagrán García.
Gran Premio de la Academia Nacional de Arquitectura en 1986.
Honorary Fellow por el American Institute of Architects de Orlando, Florida en 1987.
Premio Utopía, por la Fundación Utopía de Guadalajara en 1989.
Premio Nacional de Ciencias y Artes (México) en el área de Bellas Artes en 1989.
http://es.wikipedia.org/wiki/Ignacio_D%C3%ADaz_Morales
La influencia de Ignacio Díaz Morales fue definitiva en la producción arquitectónica jalisciense contemporánea.
Nació el 16 de noviembre de 1905 en Guadalajara, Jalisco. Sus estudios en la Escuela Libre de Ingenieros, lo
llevaron a recibir el título de Ingeniero Civil y Arquitecto en octubre de 1928. El joven ingeniero-arquitecto entró a
trabajar en 1930 al Ferrocarril del Sudpacífico, compañía estadounidense que tenía su sede en Guadalajara, donde
desempeñó una labor incansable. Proyectó y construyó la estación de Nogales, en la que proclamó mediante la
arquitectura que "México estaba allí"; después creó las de Guaymas, Ruiz y otras; así como "casas de acción" para
los ferrocarrileros. Por desgracia éstas últimas han desaparecido, pero permanece de ese periodo el Gran Hotel
Playa de Cortés, que construyó al ganar el concurso al arquitecto neoyorquino Alfred Hopkins. Dentro de su
destacada labor profesional en el campo del diseño y construcción de edificios arquitectónicos y de espacios
urbanos, descolló su atinada intervención en la conclusión o remodelación de algunos de los más valiosos edificios
patrimoniales y de los más distinguidos espacios abiertos de Guadalajara.
Díaz Morales construyó en 1930 una casa para Trinidad Morales, famosa por su jardín interior, mismo que
se convirtió en lección para los arquitectos al mencionar su creador una frase que bien pudiera ser su lema:
"Concebir primero la cosa poética y alrededor de ella levantar los muros." A mediados de los años treinta, se
interesó por el urbanismo y concibió la cruz de plazas en torno a la catedral tapatía, que se hizo realidad quince
años más tarde. A él se deben también la Plaza de la Liberación el Templo Expiatorio y su plaza, la Capilla de las
Mercedarias, la Parroquia de Nuestra Señora de la Paz y el Seminario Conciliar; la remodelación del Teatro
Degollado, del Hospicio Cabañas y de la catedral de Tuxtla Gutiérrez. Además de numerosas residencias en
Guadalajara y conjuntos habitacionales. Casi desde el comienzo de su trabajo como arquitecto, las obras de Ignacio
Díaz Morales llevan a sus extremos el desnudamiento, la depuración de funciones y formas y la honestidad como
principio plástico, cualidades que no impedían que su alma romántica se colara por todos los rincones. Fue
fundador de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Guadalajara en 1949, la primera en ésta ciudad. Invitó
al alemán Mathías Goeritz a participar en la escuela como catedrático y apoyo en la orientación de la enseñanza de
la arquitectura.
El mismo Díaz Morales fungió como director de la escuela desde su inicio hasta 1963. También fueron
fundadas por él la Sociedad de Ingenieros y Arquitectos, Arquitectura A.C., conocida como Arquitac y
Arquitectura Sacra, instituciones que han dejado una marcada huella en el medio de los arquitectos de Jalisco. Muy
meritoria se considera su labor docente en los campos de teoría de la arquitectura impartida por más de tres décadas
en la escuela que él fundó y en otras instituciones. En 1973 fue invitado a participar en el ITESO como catedrático,
labor que continuó hasta su muerte en 1992. Fue también maestro en el Seminario Mayor y en el Seminario Menor
durante treinta años. Fue entrañable amigo de Luis Barragán y Rafael Urzúa, de los tres, Dáaz Morales era quien
aportaba definiciones y luces, ya que lo caracterizaba un pensamiento profundo y metódico. Era un apasionado de
los cuestionamientos teóricos y poseía, paradójicamente, el temperamento más romántico en ese grupo de
románticos. En reconocimiento a su labor profesional y académica recibió, entre otras distinciones, la investidura
como miembro honorario del Instituto Americano de Arquitectos, el Premio de la Academia Nacional de
Arquitectura en 1986 y el Premio Nacional de Ciencias y Artes en 1989. Este jalisciense que imprimió poesía en su
obra arquitectónica murió el 3 de septiembre de 1992. Sus restos descansan en la cripta del Templo Expiatorio de
Guadalajara.
http://biblio.iteso.mx/arquitectos/ignacio_diaz_morales/semblanza_diaz/
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