EL APRENDIZAJE COLABORATIVO UNA ESTRATEGIA DE APRENDIZAJE PARA LA VIDA Se entiende el aprender como un proceso amplio, integral y continuo en el cual los sujetos desarrollan o adquieren conocimientos, habilidades y actitudes para sobrevivir y responder creativamente a los cambios en el medio, evolucionar, transformar y progresar. Además es un proceso de socialización en el cual los modelos mentales se van estructurando coherentemente para determinar la manera de pensar, sentir y actuar. El aprendizaje, aunque es un fenómeno individual, se da en un marco social de relaciones, interrelaciones y de ayuda que implican un afecto mutuo. Todo esto hace posible un saber, que está relacionado con el conocimiento, la comprensión del mundo y la información; un saber hacer, que pone en práctica el conocimiento y hace posible la formación integral. Habilidades y destrezas El trabajo colaborativo permite en el individuo, el desarrollo de competencias y habilidades al servicio de sus compañeros de trabajo tales como: Como comunicarse, argumentar, reconocer al otro y autoevaluarse críticamente y, por último, el saber ser, relacionado con la expresión de sentimientos, intereses y valores, con la capacidad de dar cuenta de los actos, la autonomía entendida como la relación con la norma, la aceptación del otro con sus creencias, la personalidad y el compromiso. Una estrategia dinámica Es así como el aprendizaje colaborativo se presenta como una alternativa (en tanto metodología dinámica, participativa, de construcción social de la personalidad), en el uso compartido del conocimiento, en el derecho de todos a aprender de todos, en el valor de los sentimientos. El aprendizaje colaborativo hace posible que la igualdad de derechos se convierta en igualdad de oportunidades, pues permite descubrir el valor de trabajar juntos, privilegio entre los estudiantes Es necesario desarrollar en los estudiantes: el respeto la tolerancia el pensamiento crítico La creatividad toma decisiones la autonomía la autorregulación El aprendizaje colaborativo se puede considerar como un modelo educativo Innovador, que propone una manera distinta de organizar lo que sucede en el aula e implica agrupar a los estudiantes en equipos pequeños y 1 heterogéneos, para potenciar el desarrollo de cada uno de éstos con la colaboración de los demás miembros del equipo. . El aprendizaje colaborativo implica mayor compromiso del estudiante en relación con el desarrollo de habilidades personales, lo cual hace necesario una interacción cara a cara de una manera continua, que exige muchas horas en común no fácil de lograr. Beneficios del trabajo colaborativo Desarrollan diferentes niveles de comunicación. Supera fácilmente la parte conflictiva que genera la sola interacción cara a cara. Recupera la participación masiva de los estudiantes. Colocan a disposición de los estudiantes, cuándo y dónde lo necesiten, los materiales de las asignaturas. Favorece la comunicación del estudiante con su docente y con sus compañeros. Supera la dispersión geográfica del alumnado. Posibilita que un grupo de personas comparta documentos, ya sea para su elaboración o para tomarlos como base en una discusión. Permite el acceso de múltiples usuarios que abordan y modifican el mismo documento. Facilita la comunicación sincrónica: chat, videoconferencia y tableros Compartidos. Admite ambientes colaborativos integrados, como grupos de discusión y listas de correo. Los cinco principios de aprendizaje colaborativo constituyen sus componentes esenciales, o sus características propias, que hacen que un grupo colaborativo en la práctica pueda funcionar de forma eficiente y pueda corroborar que los esfuerzos colaborativos pueden ser más productivos que los competitivos y los individuales. Primer principio. Interdependencia positiva Si se desea que los estudiantes disfruten trabajando en grupos colaborativos, es necesario que sientan que sus esfuerzos son apreciados y que se les respeta como individuos; esto implica que el esfuerzo que hace un estudiante por aprender y estimular el aprendizaje de los demás es observado, reconocido, valorado y festejado. Segundo principio. Interacción estimuladora, Interacción promotora cara a cara. El segundo principio se relaciona con facilitar el éxito del otro por parte de los propios integrantes del grupo. La participación de todos es importante, no hay lugar para las personas que necesitan opacar a los demás. 2 Tercer principio. Habilidades interpersonales y de equipo. Las habilidades sociales son necesarias para el éxito en el trabajo grupal y se requiere enseñarlas en forma directa, pues no aparecen mágicamente. En este sentido, el aprendizaje colaborativo es más complejo que el competitivo o el individualista, porque requiere que se aprendan prácticas relacionadas con el trabajo en grupo como: Saber cómo ejercer la dirección, tomar decisiones, crear un clima de confianza, comunicarse, involucrarse en controversias fructíferas y manejar conflictos. El trabajo individual es el elemento básico para la construcción del conocimiento, por lo tanto, no rivaliza con el trabajo en grupo, por el contrario, aquello que el estudiante realiza en grupo puede y debe dar cuenta en forma individual. Cada miembro del conjunto debe asumir íntegramente su tarea y, además, tener los espacios para compartirla con el grupo y recibir sus contribuciones. El objetivo del colectivo de aprendizaje colaborativo es fortalecer a cada miembro individual; es decir, los alumnos aprenden juntos para poder luego desempeñarse mejor como individuos. Necesariamente cada miembro del grupo asume la Cuarto principio. Responsabilidad individual y grupal. La responsabilidad individual y grupal existe cuando se evalúa, el progreso del grupo en cuanto el logro de los objetivos los esfuerzos individuales de cada miembro para determinar quiénes necesitan más ayuda, respaldo y aliento. Nadie puede aprovecharse del trabajo de otros. Cuando el estudiante se acostumbra a la responsabilidad individual, las clases normalmente no presentan los problemas de falta de participación que tienen las clases comunes. Sin embargo, siempre hay estudiantes que por una u otra circunstancia no realizan su trabajo, entonces el docente debe buscar mecanismos para asegurar la participación en la tarea de todos los estudiantes y, lo primero por hacer es identificar qué es lo que está obstaculizando la participación. Se puede usar la evaluación formativa cuando el obstáculo es académico; si es afectivo se puede mejorar “el clima del aula.” Quinto principio. Procesamiento grupal. El quinto principio del aprendizaje colaborativo es la evaluación grupal, que se entiende como la reflexión que ha de realizar el grupo de una forma continua para identificar qué acciones resultaron útiles, para seguir realizándolas, y qué acciones no fueron adecuadas, cuáles no se realizaron, se hicieron de manera incorrecta o definitivamente no eran las apropiadas para realizar la tarea. En cierto modo, es identificar las “alertas” en un proceso de seguimiento realizado por cada grupo con el único fin de mejorar. En forma general son más efectivos los grupos heterogéneos que los homogéneos, porque realizan razonamientos más elaborados, dan y reciben 3 explicaciones más frecuentemente y tienen en cuenta una perspectiva más amplia. Lo anterior hace que necesariamente un grupo heterogéneo aumente su comprensión, la calidad de su razonamiento y la precisión de aprendizaje a largo plazo. El docente debe tomar decisiones cuando identifica estudiantes aislados dentro del grupo, porque son estudiantes en riesgo que necesitan apoyo; es necesario involucrarlos donde construyan relaciones positivas. Un estudiante sin mucho interés en lo académico suele ocuparse más de las tareas cuando pertenece a un grupo colaborativo en el que sus compañeros se interesan por las tareas y por él. Número de estudiantes por grupo. No existe un número mágico ideal, depende de la tarea; la experiencia de la aplicación de aprendizaje colaborativo en el aula nos dice que “entre menor sea el número de integrantes, mejor”. Podría decirse frente al trabajo colaborativo: Que es una estrategia de trabajo colectivo que permite en el estudiante involucrarse y formar parte activa del proceso de aprendizaje. Referencias bibliográficas: FERREIRO R. y CALDERÓN M. El ABC del aprendizaje cooperativo. Trabajo en Equipo para enseñar y aprender. México: Editorial Trillas, 2000. JOHNSON David y JOHNSON Roger. Aprender juntos y solos. Aprendizaje cooperativo, competitivo e individualista. Argentina: Editorial Aique. 1999 JOHNSON David, JOHNSON Roger y JOHSON Edythe. Los nuevos círculos del aprendizaje: la cooperación en el aula y la escuela. Argentina: Editorial Aique. 1999 4