Catequesis de Confirmación. Último curso. La ventaja de ser último curso de confirmación es que, sigas el itinerario que sigas, y los años que en tu comunidad/parroquia/movimiento hayan decidido establecer (ya sabes que todo está cambiando rápido, y que últimamente se tiende a adelantar la confirmación lo más posible), siempre habrá un “último curso”. Y en este “último curso”, aunque las edades variarán en función de los sitios, lo que nos solemos encontrar son chavales entre los 13 y los 16 años. Y para esta franja de edad centraremos nuestros consejos para afrontar este curso. No existen muchos materiales para este momento de la formación doctrinal de nuestros chavales. Es decir, en otros cursos todavía te planteas hacer juegos, manualidades… para estos años lo más probable es que la mitad te manden a paseo si les dices que hagan una manualidad. Esto no significa que nos vayamos a limitar a soltar un rollo todas las semanas mientras ellos escuchan, y acto seguido mandarles a casa. Tampoco se trata de eso. El material más importante y base de toda la catequesis debe ser la guía de estudio de la Conferencia Episcopal Española, que para último curso de Confirmación se llama Para dar razón de nuestra fe. Seguro que en tu parroquia/movimiento/comunidad lo pueden conseguir fácil. Este material es útil por dos cosas: en primer lugar porque te marca bien qué temas y qué contenidos debes enseñar a los chavales (no podemos estar todo un año hablando de la Confirmación y del Espíritu Santo), y en segundo lugar porque te da recursos y formas de enseñar. Está compuesto por 33 temas, divididos en tres bloques. El primero de ellos está denominado “la profesión de la fe”, y básicamente se expone en 14 temas el Credo. Es muy importante este apartado, porque hay que considerar que, aunque nosotros nos lo sepamos todo genial, y a veces parezca que siempre decimos lo mismo, la realidad es que la mayor parte de nuestros chavales no tienen muy claro muchas cosas (el tema de la Santísima Trinidad es, en este sentido, siempre muy ilustrativo). El segundo bloque versa sobre los sacramentos. Lógicamente no dejan de ser trascendentales para nuestros futuros confirmandos, pero como el tiempo siempre apremia, la recomendación de la casa es que nos centremos en el sacramento de Confirmación, y de rebote, en el de la Eucaristía y Reconciliación. Si hay tiempo para los demás, fantástico, si no, en una catequesis se les hace un breve recorrido. Lo mejor es siempre darlo todo bien, pero, siendo realistas, no es creíble que vayas a tener 33 sesiones antes de la confirmación. Por ello hay que saber a veces cortar o sintetizar temas. El último de los bloques es, probablemente, el que a tus muchachos más les mole, llamado “la vida en Cristo”. Es un recorrido por las bienaventuranzas, las virtudes y los Mandamientos. Es donde será más fácil unir la teoría de su vida cristiana, con la práctica de su vida real. Para finalizar, esta guía añade un cuarto bloque, pero que realmente sólo posee 2 temas. Uno de ellos dedicado a la oración cristiana, y otro para el Padrenuestro. Ahora vamos con algunos consejos prácticos, que quizás, es lo que más te interese. En primer lugar, cuando te hagas con la guía (repetimos, totalmente necesaria), verás que tienes para cada tema un apartado específico. Dichos apartados están perfectamente explicados en la propia guía, por lo que no nos vamos a repetir aquí. Simplemente decirte que verás que es algo muy esquemático; lógicamente, se espera que el catequista rellene las explicaciones con ejemplos, o tocando temas laterales. Es decir, en cada tema se te enuncian las ideas que debes transmitir, las preguntas que debes hacer, las reflexiones que debes considerar para tus chavales. Es por esto necesario, y ya sabiendo que a veces la vida no es fácil, que el catequista se prepare en casa la catequesis. No se precisan más que unos pocos minutos para leer el tema y buscar maneras, ejemplos, o cualquier otra cosa para explicar eso que te explicitan. Para tu ayuda verás que se incluyen muchas referencias al Compendio del Catecismo y a la Biblia. No dejes de usarlos. Y es que el catequista no puede dejar de llevar para la catequesis la Biblia y el Compendio. Sin ellos se queda sin herramientas básicas. Sabemos que a veces no es fácil, que uno puede no tener el Compendio, pero hay que conseguirlo. Años atrás no importaría tanto, porque son más niños y es algo básico. Ahora ya no, tus chavales necesitan buenas explicaciones, buenas razones. Además de todo lo que puedes encontrar en la guía, sería muy bueno que utilizases otros materiales multimedia. Si tienes un portátil, sería todo un éxito. Y si lo puedes conseguir para las catequesis, mejor que mejor. Esto que te decimos es opcional (lógicamente, si no tienes portátil no es de recibo que te lo compres para la catequesis). Pero en caso de tenerlo, podemos decir que da mucho juego. Puedes plantear catequesis desde un vídeo, un testimonio de alguien, una escena de una película… esto a ti te ayuda, pero más a tus muchachos. Les haces la catequesis más atractiva e interesante. ¿Un lugar para encontrar eso? ¡Claro, en www.grupocircular.org! Allí encontrarás nuestro canal de youtube donde podrás localizar multitud de vídeos. Para terminar, querríamos darte un último consejo importante: cómo enfrentarte a los chavales. Los temas que tratas en este año son más complejos, y sobre todo, los chavales son ya más mayores, se preguntan más las cosas. No les valen las explicaciones simples. Por ello, tienes que prepararte las catequesis, y también tu forma de darlas, esto es: no sólo tener un cierto conocimiento teológico, sino una buena pedagogía para llegar hasta ellos. Un paso fundamental en este sentido que debes plantearte, es que debes conectar la fe con su vida ordinaria. Con su vida de instituto, amigos, primeros novios, vida familiar… no puede ser que cuando salgan de catequesis se les olvide todo y no hayan cambiado en nada. No es tanto que aprendan conceptos (les cuesta mucho, aunque en el fondo sí que aprenden), sino que empiecen a percibir la vida de manera distinta. Que comiencen un proceso de fe adulta en el que vean que Dios entra más allá de los muros de la iglesia. Háblales en su “idioma”, no te quedes en las nubes con San Pedro. “Encárate” con su realidad, con lo que viven, lo que oyen, lo que ven en la televisión. Que te vean como un modelo, como alguien que sabe en qué mundo viven y que les entiende. Porque si no, no superarás el concepto de “profe”, y no es eso lo que eres. No tengas miedo a enfrentarte a ciertos temas que ahora les llama la atención poderosamente: debes seguir un orden, pero si ves que te insisten mucho, puedes dedicarte un día a tocar un tema que les inquiete. Que no parezca que huyas o que existen temas tabú. Debes ser capaz de dar respuesta, en la medida de lo posible, a sus dudas sobre Dios y la vida. Necesario, o al menos recomendable, es que tengas un par de salidas con tu chicos antes de la Confirmación. Por un lado, para coger más confianza y que te vean como alguien más cercano. Es un buen momento para que hables más personalmente con ellos. Y por otro lado, esto es necesario para que tengan ratos fuertes de oración delante del Señor para prepararse. Así, o bien hacer una convivencia a un mes de la Confirmación, o bien hacer un par de salidas, una más centrada en una excursión, y la otra dedicada a rezar, a confesarse… Esperamos que con esto te podamos haber echado un cable a la hora de preparar tu catequesis de Confirmación de “último año”. Por supuesto, el mejor consejo es que lo reces y le pidas gracia a Dios todos los días. Reza por los chicos, para que tengan un fuerte encuentro personal con Dios. Ésa debe ser la base de toda tu catequesis, Dios y su gracia. Nunca lo dejes como algo secundario.