Maspalomas, 30/01/08 El ruido condiciona hasta la misa El problema de los ruidos en el centro comercial Plaza Maspalomas es tan grande que hasta el cura del Templo Ecuménico ha tenido que intervenir para que bajen los decibelios durante el horario de la misa. «Esto es horroroso», afirma una de las monjas. Lo mismo dicen los empresarios de los alojamientos turísticos de la zona. El ruido nocturno se ha convertido en un verdadero drama para muchos complejos turísticos de Playa del Inglés. Pero no sólo para los que rodean el centro comercial Plaza Maspalomas, sino también para los que se ubican en entorno del centro comercial Águila Roja. Los Apartamentos Jardín del Atlántico aparecen como uno de los más afectados pero no de ahora, sino desde hace muchos años, como revela su director, Antonio Delgado, quien en un escrito dirigido al Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana exigiendo ponga límites al problema, señala que el 50% del complejo turístico está condicionado por los ruidos. «No pasa un día sin que no tengamos que cambiar a los clientes de habitación; ayer mismo nueve han pedido salir porque no pueden dormir», indica. Este es el drama diario que viven muchos establecimientos turísticos de Playa del Inglés, los cuales se han cansado se solicitar la intervención del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana sin ningún resultado. La directora del complejo Corona Blanca, Paloma González, explica que el problema no son los horarios de cierre, «porque a nosotros no nos importa ese asunto, sino el nivel espantoso de los ruidos que ahuyenta a los clientes». «Nunca hemos dicho que no queremos ocio nocturno, todo lo contrario, lo defendemos porque es un complemento para que la gente que viene de vacaciones se lo pase bien, pero lo que no es de recibo es el nivel de los decibelios de esos locales, eso no se soporta», indica. Mediciones Los empresarios quieren que se instalen unos medidores de volumen en las mesas mezcladoras de los locales de ocio para controlar el sonido, «porque al estar todos juntos no existe fórmula técnica ni medios de medición capaces de saber de qué local sale más ruido», apunta Paloma González. Para el presidente de la comunidad de propietarios del centro comercial Plaza Maspalomas, Manolo Araque, el tema de los ruidos y de los horarios de cierre «está bastante controlado», afirmando que más que ruido en el sector del ocio nocturno «hay una ruina, porque hay muchos que lo están pasando muy mal». El empresario cree que el problema de Playa del Inglés no son los rudios sin los ticketeros, «que hay que limpiar de la calle» y la falta de turismo joven.