1 Consumo, condición corporal, balance de energía y perfil

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Consumo, condición corporal, balance de energía y perfil endócrinometabólico de vacas lecheras según el nivel de alimentación preparto
S Basantes1,*, C Cajarville2, T Morales3, M Pla3, V Machado1, M Rodríguez1, A Mendoza1,3
1Departamento de Bovinos y 2Nutrición, Facultad de Veterinaria, UdelaR, Lasplaces 1550 Montevideo,
Uruguay. 3Producción de Leche, INIA “La Estanzuela”, Colonia, Uruguay.
Resumen
El objetivo del trabajo fue evaluar el efecto del nivel de alimentación preparto sobre el
consumo de materia seca (CMS) y energía neta para lactancia (CENL), condición corporal
(CC), balance de energía neta de lactancia (BENL) y el perfil endócrino-metabólico de
vacas lecheras. Treinta vacas Holstein multíparas fueron asignadas a 3 tratamientos según
un diseño de bloques completos al azar, aplicados en las 3 semanas previas al parto, y
consistieron en ofrecer una cantidad de alimento equivalente al 80% (T80), 100% (T100) ó
120% (T120) de los requerimientos nutricionales totales. En posparto las vacas fueron
alimentadas con pasturas y una ración totalmente mezclada (RTM). Desde la semana -3
(parto = 0) hasta 8 se determinó la CC y la concentración sanguínea de metabolitos y
hormonas. El CMS, CENL y BENL se determinó las semanas -2, -1, 2 y 8. Las vacas en
T80 tuvieron menor CC preparto, mayores concentraciones sanguíneas de NEFA, BHB y
urea, y menores de IGF-I, que las vacas en T100 y T120. En posparto no hubo diferencias
en CMS, CENL o BENL entre tratamientos, aunque las vacas en T80 tuvieron menor
concentración sanguínea de NEFA, colesterol e IGF-I respecto a los otros tratamientos. Se
concluye que los distintos BENL generados en preparto por el manejo nutricional aplicado,
si bien no afectaron el CMS o CENL posparto, ocasionaron cambios en la concentración de
diversos metabolitos y hormonas tanto en pre- como posparto.
Introducción
Los resultados de modificar el nivel de consumo durante el preparto como estrategia para
disminuir el BEN en el posparto inmediato han sido contradictorios; en algunos casos, un
mayor nivel de consumo preparto se asoció a un mayor nivel de consumo posparto y un
mejor balance de energía neta de lactancia (BENL) (1), mientras que en otros no hubo
efecto sobre el CMS o la producción de leche (2), e incluso en otros una reducción
moderada en el consumo de energía neta para lactancia (CENL) condujo a un estado
endócrino y metabólico más saludable respecto a vacas sobre-alimentadas (3).
El trabajo tiene como objetivo conocer cómo influye el nivel de alimentación preparto
sobre el consumo de materia seca (CMS) y (CENL), condición corporal (CC), BENL y el
perfil endócrino-metabólico de vacas lecheras en un sistema pastoril.
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Materiales y métodos
Se usaron 30 vacas Holstein multíparas de la Unidad de Lechería de INIA “La Estanzuela”
(Colonia, Uruguay), con CC > 3 a la semana 3 preparto, que fueron bloqueadas por
producción en la lactancia previa, nº de lactancia, peso vivo (PV) y fecha probable de parto
en otoño; dentro de cada bloque fueron asignadas al azar a un tratamiento.
Desde el día -21 preparto (parto=0) y hasta el parto los animales recibieron únicamente una
RTM formulada según NRC (4), que fue ofrecida individualmente a cada animal en
diferentes cantidades para cubrir: 80 (T80), 100 (T100) o 120% (T120) de los
requerimientos nutricionales totales, según el tratamiento y PV de cada uno. Tras el parto y
hasta el día 56 posparto las vacas se manejaron como un único lote, donde se ofreció a cada
animal 11,5 kg MS/d de RTM y 30 kg MS/d de pradera. En las semanas -3, -2, -1, 0, 1, 2,
4, 6 y 8 (parto = 0) se obtuvieron muestras de sangre para determinar NEFA, BHB,
colesterol, urea, insulina e IGF-1 (en suero) y glucosa (en plasma).
Los metabolitos se determinaron por métodos enzimáticos-colorimétricos, e insulina e IGF1 se determinaron con un ensayo inmuno-radiométrico (IRMA). La CC fue determinada en
las semanas -3, -2, -1, 0, 1, 2, 4, 6 y 8 (5). El CMS individual se midió en 2 días
consecutivos en las semanas -2, -1, 2 y 8 y el BENL se estimó según la metodología del
NRC (4). El consumo de RTM se calculó por diferencia entre la cantidad ofrecida y
rechazada, y el de pastura se estimó por diferencia de requerimientos (6). Los resultados se
analizaron como medidas repetidas en el tiempo, con un modelo lineal mixto que incluyó el
efecto fijo de tratamiento, semana y su interacción, y el efecto aleatorio de bloque.
Resultados y discusión
Salvo la concentración de colesterol e IGF-I posparto, no hubo interacción tratamiento x
semana para las otras variables. Como fue planeado, hubo diferencias entre T80, T100 y
T120 (P<0,05) en CMS (7,3, 8,9, 10,4 kg/d, respectivamente; EEM=0,5), CENL (11,3,
13,7, 16,0 Mcal/d, respectivamente; EEM=0,7) y BENL (-1,6, 0,4, 3,1 Mcal/d,
respectivamente; EEM=0,7), que fue equivalente a 88,3, 103,4 y 123,7% de los
requerimientos totales de ENL, respectivamente. En posparto no hubo efecto de tratamiento
en estas variables (CMS=18,6±9,1 kg/d; CENL=29,2±1,4 Mcal/d; BENL=-1,4±0,8
Mcal/d).
Otros autores tampoco encontraron diferencias en CMS posparto al variar el nivel de CMS
preparto (2). En preparto, T100 y T120 tuvieron mayor CC que T80 (3,22, 3,24, 3,09,
respectivamente; EEM=0,04; P<0,01). La concentración de NEFA fue mayor en T80
respecto a T100, y T120 no mostró diferencias con ellos (0,67, 0,51, 0,56 mM,
respectivamente; EEM=0,06; P<0,04). Las concentraciones de BHB y urea fueron mayores
(P<0,05) en T80 (0,50 mM, 65,9 mg/dL) respecto a T100 (0,35 mM, 58,3 mg/dL) y T120
(0,33 mM, 57,3 mg/dL), pero no hubo diferencias entre T100 y T120.
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La concentración de colesterol mostró una tendencia (P<0,09) a ser mayor en T80 respecto
a T100 y T120 (1,85, 1,66 y 1,66 mM, respectivamente; EEM=0,07), y la de IGF-1 fue
mayor (P<0,03) en T120 respecto a T80 y T100 (99,7, 68,8, 70,7 μIU/mL, respectivamente;
EEM=7,1). No hubo diferencias entre tratamientos en glucosa (58,2±2,0 mg/dL) e insulina
(8,0±0,6 μIU/mL). En posparto, no hubo efecto de tratamiento en CC (2,90±0,04) o la
concentración de BHB (0,44±0,04 mM), glucosa (60,1±2,2 mg/dL), urea (75,9±2,5 mg/dL)
e insulina (7,04±0,4 μIU/mL), salvo de NEFA, donde T120 tuvo mayor concentración que
T100 (P<0,04), y éste respecto a T80 (0,98, 0,88, 0,75 mM, respectivamente; EEM=0,07).
En la semana 8, la concentración de colesterol fue menor en T80 respecto a T100 y T120
(2,49, 3,46, 3,69 mM, respectivamente; EEM=0,25), y para IGF-I en la semana 8 fue menor
en T80 respecto a T120, y éste respecto a T100 (42,1, 57,0, 74,2 μIU/mL, respectivamente;
EEM=6,6). Los resultados sugieren que las vacas en T80 tuvieron una mayor movilización
de reservas corporales preparto, y si bien se revirtió en posparto, este tratamiento siguió
presentando valores de colesterol e IGF-I al final del experimento indicativos de un menor
BENL.
Conclusión
Los distintos BENL generados en preparto por el manejo nutricional aplicado no afectaron
el CMS o CENL posparto, pero en vacas con una moderada restricción, ocasionaron
mayores concentraciones sanguíneas en preparto de NEFA, BHB y urea, y menores de
IGF-I; y en posparto esta restricción se reflejo en menores concentración sanguínea de
NEFA, colesterol e IGF-I a la semana 8 respecto a los otros tratamientos, indicando su
efecto sobre metabolitos y hormonas.
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