AL DIRECTOR DE PLANIFICACIÓN AMBIENTAL DEL DEPARTAMENTO DE MEDIO AMBIENTE DEL GOBIERNO VASCO Don/Doña …………………………………………………………..………………………..…, con D.N.I. nº…………….……………….., y domicilio en ……………………………………, calle …………………………………………..…………, nº ……., piso ….…., como padre/madre y representante legal de mi hijo/hija ……..........................................................., de ……. años de edad, matriculado/a en el curso académico 2011-2012 en el aula de ………………… de Infantil/Primaria/Secundaria del centro escolar …………………………………………………….………….., y, ante la gran controversia existente a nivel científico sanitario acerca de la inocuidad de la radiación electromagnética a nivel biológico en “exposiciones prolongadas”, comunico al DEPARTAMENTO DE MEDIO AMBIENTE DEL GOBIERNO VASCO que, amparándome en lo siguiente: La RESOLUCIÓN 1815 de la ASAMBLEA PARLAMENTARIA DEL CONSEJO DE EUROPA, del 27 de mayo de 2011, sobre “Peligros potenciales de los campos electromagnéticos y sus efectos en el medio ambiente”, especialmente en los apartados 5, 6, 7 y 8 (véase anexo). La aplicación del PRINCIPIO DE PRECAUCIÓN, de acuerdo con las RESOLUCIONES DEL PARLAMENTO EUROPEO del 4 de septiembre de 2008 “sobre la Revisión Intermedia del Plan de Acción Europeo sobre Medio Ambiente y Salud 2004-2010” y de 2 de septiembre de 2009 “sobre consideraciones sanitarias relacionadas con los campos electromagnéticos”. La calificación de la AGENCIA INTERNACIONAL DE INVESTIGACIÓN SOBRE EL CÁNCER, con fecha 31 de mayo de 2011, de la radiación electromagnética como POSIBLEMENTE CANCERÍGENA PARA LOS HUMANOS en grado 2B. La LEY GENERAL DE LA SALUD PÚBLICA 33/2011, del 4 de octubre de 2011, que, en relación al Principio de Precaución indica en el art. 3 que “la existencia de indicios fundados de una posible afectación grave de la salud de la población, aun cuando hubiera incertidumbre científica sobre el carácter de riesgo, determinará la cesación, prohibición o limitación de la actividad sobre la que concurran. La misma ley, señala en el art. 12 que “la vigilancia en salud pública tomará en cuenta, al menos, los siguientes factores: (…) Los riesgos ambientales y sus efectos en la salud, incluida la presencia de los agentes contaminantes en el medio ambiente y en las personas, así como el impacto potencial en la salud de la exposición a emisiones electromagnéticas. (…) Asimismo, la vigilancia en salud pública requiere contar con unos sistemas de alerta precoz y respuesta rápida para la detección y evaluación de incidentes, riesgos, síndromes, enfermedades y otras situaciones que pueden suponer una amenaza para la salud de la población”. Y el art. 19 indica que las Administraciones Públicas “desarrollarán programas de prevención dirigidos a todas las etapas de la vida de las personas, con especial énfasis en la infancia y la vejez”. Los arts. 15, 27.2, 27.5 y 27.7 y 45 de la CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA y los arts. 3, 14.3 y 24 de la CARTA DE DERECHOS FUNDAMENTALES DE LA UE, del 7 de diciembre de 2000, incorporado al Tratado de la Unión Europea por medio de su art. 6, firmado por los representantes de todos los Estados miembros de la Unión Europea, incluido el Estado español, en Lisboa el 13 de diciembre de 2007. En este sentido baste recordar el art. 24.2 de la Carta de derechos Fundamentales de la UE : “En todos los actos relativos a los niños llevados a cabo por autoridades públicas o instituciones privadas, el interés superior del niño constituirá una consideración primordial”. Los arts. 70 y ss. de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre (LRJ-PAC), relativa a las solicitudes de iniciación del procedimiento administrativo. Por todo ello, SOLICITO, EL CUMPLIMIENTO DE LA RESOLUCIÓN 1815 DE LA ASAMBLEA PARLAMENTARIA DEL CONSEJO DE EUROPA, del 27 de mayo de 2011, sobre “Peligros potenciales de los campos electromagnéticos y sus efectos en el medio ambiente”, que en sus apartados 8.1.1, 8.3.1 y sobre todo, 8.3.2, señala que, como medida de “protección de los niños”, se debe “dar preferencia, para los niños en general y especialmente en los centros de enseñanza y en las aulas, a las conexiones a internet por cable -en lugar de la conexión inalámbrica WiFiy regular estrictamente el uso de teléfonos móviles por parte de los niños en los recintos escolares” y, por ello, PIDO QUE LA CONEXIÓN A INTERNET DENTRO DEL DESARROLLO DEL PLAN ESKOLA 2.0 SE REALICE MEDIANTE EL CABLEADO DE LAS AULAS, medida perfectamente compatible con dicho Plan, AL QUE NO NOS OPONEMOS, sino única y exclusivamente al sistema de conexión empleado para su puesta en marcha, lo que deseamos no vaya en perjuicio de la formación de nuestros hijos/as. Les comunico que si mi solicitud no es atendida -a lo que vendrían obligados de conformidad con el art. 42 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, so pena de incurrir en silencio positivo de conformidad con el art. 43 del mismo cuerpo legal- no descarto, así mismo, la posibilidad de ejercer la acción de nulidad del art. 102 del a LRJ-PAC, para la revisión de los actos de preparación y adjudicación (arts. 31 y ss. de la Ley 30/2007, de 30 de octubre) que desembocaron en el contrato para la implantación de la red WIFi en lo centros escolares vascos en el contexto del PLAN Eskola 2.0. Fdo. ………………………………………. En………………………………, a fecha ……………………………………. ANEXO RESOLUCIÓN 1815 DE LA ASAMBLEA PARLAMENTARIA DEL CONSEJO DE EUROPA, del 27 de mayo de 2011, sobre “Peligros potenciales de los campos electromagnéticos y sus efectos en el medio ambiente”: 1. La Asamblea Parlamentaria ha destacado reiteradamente la importancia del compromiso de los Estados de preservar el medio ambiente y la salud ambiental como se indica en numerosas cartas, convenios, declaraciones y protocolos desde la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente Humano y la Declaración de Estocolmo (Estocolmo, 1972). La Asamblea se remite a su trabajo anterior en este ámbito; a saber, la Recomendación 1863 (2009) sobre medio ambiente y salud, la Recomendación 1947 (2010) sobre el ruido y la contaminación lumínica y, más en general, la Recomendación 1885 (2009) para la redacción de un protocolo adicional al Convenio Europeo de Derechos Humanos sobre el derecho a un medio ambiente sano y la Recomendación 1430 (1999) sobre el acceso a la información, la participación ciudadana en la toma de decisiones y el acceso a la justicia en asuntos ambientales (puesta en práctica del Convenio de Aarhus). 5. Con respecto a las normas o los umbrales para las emisiones de campos electromagnéticos de todo tipo y frecuencias, la Asamblea recomienda que se aplique el principio ALARA (siglas en inglés) o “tan bajo como sea razonablemente posible”, en relación tanto con los efectos térmicos como con los efectos atérmicos o biológicos de las emisiones o radiación electromagnética. Además, el Principio de Precaución se debe aplicar cuando la evaluación científica no permite determinar el riesgo con suficiente certeza, especialmente en el contexto de una creciente exposición de la población, incluidos en especial grupos vulnerables como la juventud y los niños-as, aspecto que podría generar costes humanos y económicos extremadamente elevados por no actuar si se hace caso omiso de las alertas tempranas. 6. La Asamblea lamenta que, a pesar de los llamamientos al respeto del Principio de Precaución y a pesar de todas las recomendaciones, declaraciones y algunos avances normativos y legislativos, haya todavía una falta de reacción ante los riesgos sanitarios y medioambientales conocidos o emergentes y retrasos prácticamente sistemáticos en la aprobación y aplicación de medidas preventivas eficaces. El esperar a que haya niveles altos de prueba científica y clínica antes de tomar medidas para prevenir riesgos bien conocidos puede llevar a costes económicos y sanitarios muy elevados, como ha sido el caso con el amianto, la gasolina con plomo y el tabaco. 8. Habida cuenta de las consideraciones expuestas, la Asamblea recomienda a los Estados miembros del Consejo de Europa, 8.1. En términos generales: 8.1.1. Adoptar todas las medidas razonables para reducir la exposición a los campos electromagnéticos, especialmente a las radiofrecuencias emitidas por los teléfonos móviles, y en especial la exposición de los/as niño/as y jóvenes que, al parecer, corren el mayor riesgo de tumores de la cabeza. 8.1.2. Reconsiderar la base científica de las actuales normas de exposición a los campos electromagnéticos establecidas por la Comisión Internacional de Protección contra las Radiaciones No-Ionizantes (ICNIRP), que tienen graves limitaciones, y aplicar el principio ALARA (as low as reasonably achievable) “tan bajo como sea razonablemente posible”, tanto con respecto a los efectos térmicos como a los efectos atérmicos o biológicos de la radiación o emisiones electromagnéticas. 8.1.3. Poner en práctica campañas de información y sensibilización sobre los riesgos de los efectos biológicos potencialmente nocivos a largo plazo para el medio ambiente y para la salud humana, especialmente dirigidas a los/as niños/as, adolescentes y jóvenes en edad reproductiva. 8.1.5. (…) fomentar la investigación para desarrollar telecomunicaciones basadas en otras tecnologías que son exactamente igual de eficaces, pero que tienen menos efectos negativos para el medio ambiente y la salud. 8.3. Con respecto a la protección de los/as niños/as: 8.3.1. Desarrollar, en los distintos ministerios (educación, medio ambiente y sanidad), campañas de información específicas dirigidas al profesorado, las madres y padres y los/as niños/as para advertirles de los riesgos específicos del uso precoz, indiscriminado y prolongado de los teléfonos móviles y de otros dispositivos que emiten microondas. 8.3.2. Dar preferencia para los/as niños/as en general, y en especial en los centros de enseñanza y en las aulas, a las conexiones a Internet por cable, y regular estrictamente el uso de teléfonos móviles por parte de los/as niños/as en el reciento escolar.