El privilegio del agua El agua es un recurso natural esencial para la vida e indispensable para el desarrollo de las sociedades, pero también es un bien escaso: sólo el 1% del agua en el planeta es potable. Afortunadamente, en la Comarca de Pamplona disfrutamos de un agua de calidad, disponemos de suficientes fuentes de abastecimiento que garantizan el suministro y nos hemos dotado de los medios adecuados para depurar el 97% de las aguas residuales que generamos. Sin embargo, debemos ser conscientes de que esta situación tan positiva es excepcional en el mundo. La falta de recursos hídricos y la pobreza son dos problemas que van de la mano en los países en vías de desarrollo. Se estima que alrededor de 1.000 millones de personas tienen un deficiente acceso al agua potable y más de 2.600 millones de personas no disponen del saneamiento básico, lo que afecta gravemente al estado sanitario de la población. Según informes de la ONU sólo el consumo de agua contaminada causa cinco millones de muertes al año. Hoy, 22 de marzo, celebramos el Día Mundial del Agua bajo el lema “Agua para las ciudades. Respondiendo al desafío urbano”. Se trata de una ocasión idónea para recordar que en Pamplona y su comarca disfrutamos de un privilegio, el privilegio del agua. Es obligación de las administraciones gestionar este recurso de manera eficiente y de los ciudadanos consumirlo de forma responsable. Esta situación privilegiada que hoy tenemos es fruto del trabajo de varias generaciones. El primer paso se dio en 1790, cuando se hizo realidad la traída de aguas desde el manantial de Subiza hasta Pamplona, gracias al proyecto concebido por el arquitecto Ventura Rodríguez. Si hasta entonces el agua para beber sólo era aportada por el río Arga y algunos pozos, con la traída desde Subiza se consiguió conducir por gravedad, gracias al acueducto de Noáin, hasta las fuentes públicas que Luis Paret había diseñado para la ciudad. Semejante hito en materia de suministro de agua también supuso el germen de lo que, en nuestros días, conocemos como Mancomunidad de la Comarca de Pamplona. Por ello, esta entidad inaugurará en mayo una exposición conmemorativa que, más de 200 años después, nos permitirá recordar el valor histórico de aquel proyecto. El segundo avance en nuestra historia del agua se acometió casi cien años después, en 1895, con la traída de aguas de Arteta. El proyecto solventaba el problema de los 28.500 habitantes de Pamplona que apenas podían satisfacer sus necesidades de agua con un caudal máximo de 15 litros por segundo. Con la nueva conducción no sólo se incrementaba el suministro, sino que se empezaba a contar con agua corriente en cada casa particular. El embalse de Eugi, puesto en servicio por Pamplona en 1970, incrementó el conjunto de fuentes de suministro con las que cuenta la Mancomunidad para acometer su gestión en una comarca en evidente crecimiento demográfico, urbano e industrial. La cronología del empeño por dotar a la comarca de agua suficiente y de calidad se culmina en junio de 2006 con la traída de agua de Itoiz a través del Canal de Navarra, previo tratamiento en la planta de Tiebas. Gracias a estas infraestructuras se asegura el abastecimiento para las próximas décadas y, por lo tanto, posibilita el desarrollo de nuestra comarca. El compromiso de la Mancomunidad con el agua también ha impulsado otra importante iniciativa. No debemos olvidar que tradicionalmente las localidades de la comarca han vivido de espaldas al río; la recuperación del Arga no llegó hasta los años 80, cuando fue posible eliminar los vertidos gracias a la instalación de la red de colectores y a la implantación de la depuradora de aguas residuales de Arazuri. En los últimos treinta años la limpieza del río, de sus cauces y la ayuda de los fondos europeos han hecho posible otro proyecto, todavía en crecimiento, pero que ya disfrutamos: el Parque Fluvial de la Comarca. No se trata únicamente de un lugar de encuentro para el ocio y el deporte, sino que también de una de las señas de identidad de la Comarca de Pamplona, que enlaza las poblaciones por una vía natural de comunicación y, gracias a ello, contrarresta el efecto disgregador de la fragmentación administrativa. En definitiva, nuestro parque fluvial “hace comarca” y es un motivo más para ser conscientes del privilegio que poseemos. Hoy, Día Mundial del Agua, hay que recordar nuestra responsabilidad, la de todos, de aprovechar el agua, disfrutar su calidad, y apreciar la garantía de suministro que disfrutamos. El consumo responsable en nuestros hogares y la adopción de buenas prácticas, como la de beber agua de grifo en lugar de embotellada, son algunas de las maneras de corresponder a esta suerte que nos ha tocado disfrutar. Una suerte que, lamentablemente, no tienen todos. Javier Torrens Alzu es presidente de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona