El agua para uso y consumo humano “El Saneamiento del Agua y los Métodos para la medición de sus componentes tiene su historia, su arqueología, su literatura y su ciencia; cualquiera que realmente quiera conocerlas debe estudiar sus conceptos, con un reconocimiento merecedor de su magnitud; considerando todas sus facetas, sus ángulos y la riqueza de sus aportaciones a la ciencia, a las letras y a la civilización, lo que le permitirá acceder al conocimiento del comportamiento humano relacionado con el agua y al final contemplarlas, con una visión estadística que le permita reconocer las ganancias del pasado para poder interpretar y aplicar los conocimientos científicos actuales”. El agua que diariamente se suministra a la población, se utiliza para muchos propósitos: Para beber y preparar comida; asearse, bañarse y satisfacer todas las necesidades higiénicas; lavar la ropa, los enseres de la cocina y de la mesa; regar las plantas que adornan el hogar y, en su caso, la de prados y jardines; por último, llevar a cabo numerosos y variados procesos industriales, utilizados para la elaboración de productos de consumo humano. El suministro del agua para uso y consumo humano deben ser de una calidad satisfactoria y, en principio, agradable al paladar, con un color y turbiedad aceptable; la cantidad servida debe ser suficiente para llenar las necesidades antes mencionadas, durante todo el día y toda la noche, también debe ser fácilmente accesible y con un costo bajo, pero relacionado con el nivel económico del pueblo y, consecuentemente, contar con un eficiente sistema de disposición del agua servida. Para efectos de la protección contra riesgos sanitarios, referidos al consumidor en todos sus niveles sociales, las fuentes naturales del agua deben mantenerse eficientemente vigiladas y protegidas. El líquido captado debe ser sometido a un tratamiento previo para purificarlo y desinfectarlo, cumpliendo en esta forma con las normas sanitarias vigentes al entregarla al usuario en la llave de su hogar. Este es el quehacer de las autoridades estatales, municipales y dependencias federales, el de establecer las bases legales expresadas en reglamentos y normas que han de permitir mediante su aplicación, lograr cobertura nacional en la protección de este recurso, la salud y bienestar de la población: éste es el gran desafió del siglo XXI. 1 En el inicio de este nuevo siglo se está promoviendo el desarrollo de una nueva norma sanitaria para aplicarla al agua de uso y consumo humano; ésta sustituirá a la norma 127-SSA1-2000. El proyecto contiene las nuevas disposiciones y especificaciones que permitirán un control adecuado de este vital líquido, como respuesta a las alteraciones del medio ambiente causadas por el incremento de la población y el desarrollo industrial y agropecuario, que han generado contaminación del agua y que se está manifestando en la composición de las fuentes naturales, causando con ello, un peligro potencial para el consumidor. Las nuevas disposiciones de la norma se han de reflejar en una revisión exhaustiva de los procedimientos y métodos de laboratorio, que deberán aplicarse para hacer efectivo el cumplimiento de la norma y que en forma general han de reflejarse en una vigilancia permanente. La aplicación de Planes del Muestreo Aleatorio previamente diseñados y aprobados por las autoridades operativas de la CCAYAC y de COFEPRIS, quienes han de aplicar, con los datos obtenidos por los laboratorios de la Red Nacional, los procedimientos de la teoría estadística para mejoramiento de muestreo y la aplicación de las medidas correctivas, han de permitir un eficiente servicio en la protección contra riesgos sanitarios. Es conveniente presentar una corta historia de la evolución en las actividades del laboratorio, para así valorar el progreso del conocimiento científico que se ha logrado y cual es el papel que juegan los servicios del Laboratorio de Salud Pública en el control sanitario del agua para uso y consumo humano. Las actividades referentes al conocimiento de la composición del agua y su aplicación al quehacer sanitario, desde su primer desarrollo, han estado ligadas a los progresos científicos desarrollados en E.U.A. a través de las asociaciones dedicadas al estudio del agua para la aplicación de múltiples propósitos, especialmente, la American Public Health Association, la American Water Works Association y la Water Pollution Federation, en las publicaciones de sus revistas y en el libro de consulta diaria “Standard Methods for Examination of Water and Wastewater que en su última edición conmemora los 100 años de su nacimiento. Base científica para la edición de la Norma de Agua En las primeras dos décadas del siglo XX se presentaron publicaciones en México correspondientes a los métodos analíticos para el examen del agua potable, informes que permitieron tener una 2 base científica para efectuar un control de agua basado en las pruebas fisicoquímicas publicadas en los informes de AWWA y APHA que posteriormente motivaron la edición de la Norma de Agua Potable publicada en la tercera década del siglo XX y que fue utilizada con pequeñas correcciones durante tres décadas, hasta los años setentas en que se manifestaron actividades normativas que solamente corrigieron algunos parámetros de la vieja norma, especialmente para la aplicación de la especificación de sólidos totales que por recomendaciones de OMS se incrementó hasta 1,000 mg/L con el propósito de que en las regiones con bajos recursos de agua, se pudieran usar aguas con estos límites. Posteriormente, hasta el año 2,000, se presentaron otros esfuerzos normativos pero no se intentó aplicar el conocimiento que ya se tenía a nivel internacional de los efectos de la contaminación ambiental que han influido en la calidad de agua de las fuentes naturales, que están siendo objeto de contaminación con residuos de la industria y los desechos humanos que han causado modificaciones notables en las características fisicoquímicas actuales del agua en todo el mundo. Mejoras del Laboratorio de Salud Pública Es importante consignar que los servicios del Laboratorio de Salud Pública han evolucionado aplicando los progresos de la información internacional durante los 50 años de la fundación del Laboratorio Nacional de Salubridad, hoy conocido como Comisión de Control Analítico y Ampliación de Cobertura (CCAYAC), ofreciendo las aportaciones siguientes: 1. Mejoramiento y actualización de los métodos de análisis para el control microbiológico del agua, iniciada desde 1956. 2. Adecuación de los primeros procedimientos diseñados para la determinación de metales pesados en el agua (arsénico, plomo, cadmio, cromo, cobre y manganeso), por absorción atómica introducida como procedimiento para la verificación y cambio de los métodos tradicionales desde 1972. 3. Investigación de residuos de plaguicidas en el agua por análisis de cromatografía de gases y el uso de nuevos detectores capaces de poner en evidencia cantidades residuales de plaguicidas, organoclorados y fosforados en niveles nanométricos, iniciado desde 1965. 3 4. Detección de arsénico como un contaminante de gran riesgo sanitario, iniciada desde 1961, con una sensibilidad nanométrica. 5. El aislamiento de vibrio cholerae en el agua desde 1989 y que fue el aporte de los laboratorios de Salud Pública que permitió controlar la epidemia y evitar el incremento de la taza de mortalidad; complementada por el diagnóstico oportuno de la enfermedad en humanos. 6. La investigación de microorganismos patogénicos en el agua especialmente salmonella y otras bacterias, iniciada desde 1956 y que permitió crear las bases científicas para la identificación de otros microorganismos patogénicos, iniciada en 1956. La experiencia adquirida y el desarrollo efectivo de la Red Nacional de los Laboratorios de Salud Pública, han de facilitar el enfrentamiento a los nuevos retos referidos a la protección contra riesgos sanitarios y que se reflejarán al hacer efectivas las disposiciones planteadas en el proyecto de la Norma de Agua para Uso y Consumo Humano. Este proyecto, que ha de sustituir a la NOM SSA1-2000, al corregir y complementar sus disposiciones, presenta una propuesta con 113 parámetros de orden fisicoquímico y microbiológico que son un complemento de las 49 existentes en la norma actualmente vigente, y reconocen con la base científica y las estadísticas aplicadas que el incremento de la población y el desarrollo industrial y agropecuario ha modificado con sus efectos en el medio ambiente, la composición fisicoquímica y microbiológica del agua que se utiliza para satisfacer las necesidades de la población y de la industria que la requiere en sus procesos. 4