Tema3-El agua y los recursos hídricos.

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EL AGUA Y LOS RECURSOS HÍDRICOS
Introducción
-El agua es un recurso esencial para la vida y para las actividades humanas.
-El agua vive en un ciclo interminable, pasando por los estados sólido, líquido y gaseoso. Cada
año caen sobre el país entre 330.000 y 350.000 hm3 de agua precipitada. A causa de la gran
evaporación, quedan disponibles entre 110.000 y 120.000 hm3, en ríos, embalses y acuíferos.
De ese total, unos 20.000 hm3 percolan y una cantidad similar aflora de los acuíferos.
-El agua se aprovecha principalmente desde los cursos fluviales y desde los acuíferos
subterráneos.
-El agua fluyente en España suma al año entre 110.000 y 120.000 hm3. Los recursos
regulados de esa escorrentía superficial alcanzan aproximadamente la mitad de ese total: por
encima de los 55.000 hm3 (entre 55.000 y 60.000 hm3).
-El problema del agua en España no es tanto la escasez relativa de este recurso como los
desequilibrios que se producen en el espacio y en el tiempo; desequilibrios que se intentan paliar
mediante obras hidráulicas.
Consumos
-Distinguiremos entre usos consuntivos y usos no consuntivos del agua. En el primer caso, el
agua sufre pérdidas (a veces casi totales) y deterioros.
-El regadío agrario consume casi el 80% del total de agua disponible en España (disponible a
partir de los establecimientos hídricos). Así se mejoran los rendimientos agrícolas y se pueden
desarrollar cultivos de regadíos (como hortalizas y frutales). Una fuente hace referencia a un
consumo de casi 25.000 hm3 anuales de uso consuntivo. Este consumo tiende a descender, por
una mayor racionalidad y eficiencia en el consumo y transporte del agua: sustitución del riego a
manta por riego a goteo y por aspersión, canalizaciones de cemento y cubiertas (que reemplazan
a los canales de tierra, que sufren filtraciones y evaporación, con el consiguiente despilfarro).
-La producción energética en centrales hidroeléctricas es un uso del agua favorecido por la
demanda de energía (para usos domésticos e industriales). Este uso no consuntivo del agua
supone un muy bajo coste y absorbe entre el 6 y el 7% del total de agua disponible, siendo
susceptible de otros aprovechamientos. Otros usos industriales del agua se asocian a su empleo
como refrigerante de centrales térmicas y nucleares, así como en las plantas siderúrgicas. El
total de usos energéticos rebasa los 2.000 hm3.
-El consumo urbano (doméstico, riego de parques y jardines, lavanderías de coches, etc) se ha
incrementado en los últimos tiempos, alcanzando el 14% del total. Una fuente habla de un
consumo que podría llegar a los 5.000 hm3 anuales (y representa un consumo de unos 300 litros
por habitante y día, cifra que nos coloca entre los puestos de las sociedades desarrolladas).
-Existen otros usos (como la acuicultura, los espacios recreativos y turísticos, incluyendo los
famosos campos de golf) que sitúan el consumo en cerca de 7.000 hm3.
-La pesca y la navegación también tienen al agua como medio, tratándose de un consumo de
agua no consuntivo, que no computaría.
-La suma total no alcanza los 40.000 hm3. El resto, sería el remanente hidráulico final: A 30 de
septiembre del año del cómputo, ese resto oscila entre los 20.000 hm3 y los 25.000 hm3, según
cómputos que van de 1998 a 2008. Los máximos recogidos rebasan los 35.000 hm3, siendo la
capacidad total de agua embalsada de unos 55.000 hm3. La suma del remanente final y de todas
las cantidades derivadas desde los establecimientos hídricos dan un resultado entre los 55.000
hm3 y los 60.000 hm3 (aproximadamente la mitad de la escorrentía superficial de un año1, entre
110.000 y 120.000 hm3, una vez descontada el agua que regresa a la atmósfera por evaporación,
que es casi el doble de esa suma, siendo el total de agua precipitada unos 334.000 hm3).
-La evacuación de desechos procedentes de actividades agrícolas, ganaderas, urbanas e
industriales se ha realizado tradicionalmente en las aguas, dando lugar a importantes deterioros
aguas abajo. Por eso, la optimización de recursos pasa inevitablemente por la depuración de las
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El agua que percola supone unos 20.000 hm3. Sin embargo, el agua que emana de los acuíferos equivale
a esa cantidad, de manera que también se suma para dar lugar a esa cantidad, que oscila entre los 110.000
hm3 y los 120.000 hm3.
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aguas vertidas: Se trata de intentar aprovechamientos sucesivos entre depuraciones y
potabilizaciones (una imagen ideal contemplaría el reciclaje de las aguas residuales urbanas e
industriales en un bucle interminable entre depuración y potabilización, que para consumos
urbanos sería necesaria).
Balance hídrico
-Relaciona los recursos hídricos existentes con el consumo que se hace de ellos. En España este
balance es positivo: Cada año caen sobre el país entre 330.000 y 350.000 hm3 de agua
precipitada. A causa de la gran evaporación, quedan disponibles entre 110.000 y 120.000 hm3,
en ríos, embalses y acuíferos. De ese total, unos 20.000 hm3 percolan y una cantidad similar
aflora de los acuíferos. El agua disponible y aprovechable (a partir de los establecimientos
hídricos) es de entre 55.000 y 60.000 hm3. El consumo de agua (según se ha visto) ronda los
40.000 hm3. Existe un remanente final, al acabar el ciclo anual hídrico cada 30 de septiembre,
que rebasa los 20.000 hm3. En definitiva: Hay superávit.
-En todo caso, existen desequilibrios y déficits estacionales, debido a la irregularidad
estacional de los ríos (y del régimen de lluvias, que son la principal fuente de alimentación); a
su vez, existen desequilibrios y déficits regionales, ya que la distribución de lluvias y cursos
fluyentes es muy desigual en el espacio.
-Cuencas excedentarias: Las cuencas del Norte, la del Duero, la del Tajo y la del Ebro.
-Cuencas con equilibrio entre recursos y demanda (las cuencas del Guadiana y del
Guadalquivir).
-Cuencas deficitarias: Las cuencas mediterráneas (a excepción de la cuenca del Ebro).
La compensación podría partir de los acuíferos (cuyo volumen de extracción se sitúa entre
5.000 y 6.000 hm3 anuales) y de la desalinización, con un volumen muy inferior (unos 200
hm3 anuales).
La mayor demanda se concentra en las áreas de mayor dinamismo económico y demográfico:
el arco mediterráneo, cuyos recursos hídricos son escasos (excluyendo la cuenca del Ebro).
El debate abierto sería: ¿Hay que llevar el agua a donde está el desarrollo o llevar el
desarrollo a donde está el agua? Se diría que la localización del agua debería ser un
primer localizador del desarrollo.
-La red de pantanos y canalizaciones (tuberías y acequias que suman 11.000 km) resulta
insuficiente para una demanda en alza: las presas sufren aterramientos que reducen su
capacidad, las conducciones agrarias y urbanas sufren fugas, los sistemas de riego todavía son
inadecuados (abuso del riego a manta o por inundación). A resultas de todo esto, los déficits
locales calculados suman entre 3.000 y 4.000 hm3. Esto podrá aumentar si el cambio climático
confirma una subida de la temperatura media (hasta 2,5º se ha llegado a calcular para el 2050) y,
en consecuencia, una disminución de las precipitaciones.
Política hidráulica
-Su fin es regular y gestionar los recursos hídricos e intentar paliar los problemas de déficit y
deterioro de las aguas.
-La Ley de Aguas es su ley marco: Esta ley establece que todas las aguas superficiales y los
cauces por los que circulan pertenecen a la nación y son un bien de carácter público.
Evidentemente, hay que priorizar las regulaciones de cuenca sobre los trasvases antes de
evaluar su viabilidad; pero, en cualquier caso, nunca hay que perder de vista la
perspectiva del conjunto.
-Los objetivos de las políticas hidráulicas sobre gestión de recursos son: aumentar los recursos,
prevenir inundaciones, mejorar la calidad de las aguas y de las conducciones que la transportan,
aplicar medidas de ahorro y reutilización, impulsar la investigación (para favorecer la
precipitación y la desalinización a bajo coste, por ejemplo).
-Los instrumentos de la política hidráulica son:
-Los planes hidrológicos de cuenca: Determinarán las obras necesarias en cada cuenca.
Son elaborados por las Confederaciones Hidrográficas2 y por los gobiernos de las
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Las Confederaciones Hidrográficas son: La del Norte, la del Ebro, la del Duero, la del Tajo, la del
Guadiana, la del Guadalquivir, la del Sur, la del Segura, la del Turia – Júcar, la del Pirineo Oriental.
Algunas sólo afectan a una Comunidad Autónoma (por ejemplo, la del Guadalquivir o la del Pirineo
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comunidades autónomas implicadas. Después se remiten al Ministerio de Medio
Ambiente, que los someterá a la aprobación del gobierno.
-El Plan Hidrológico Nacional (que se aprobó en el Parlamento en 2001 con rango de
ley y que fue suspendido parcialmente por el nuevo gobierno socialista salido de las
urnas en 2004) coordina los planes de las cuencas e indica las actuaciones para regular
los recursos hídricos de todas ellas. Invirtió hasta 2008 18.000 millones de euros en
actuaciones medioambientales, mejora de conducciones y obras de regularización. La
mayor parte del presupuesto (83,4%) se ha destinado a actuaciones medioambientales:
abastecimiento, saneamiento y depuración, mejora de conducciones y modernización de
regadíos, acondicionamiento de cauces para prevenir avenidas, control y calidad de las
aguas (depuradoras, potabilizadoras de mayor capacidad). Todo ello en consonancia con
directrices de la Unión Europea (agenda 2000) que obliga a los Estados miembros a
alcanzar determinados objetivos sobre calidad del agua para el 2020. Las obras de
regularización incluyen la construcción de 70 nuevas presas y un gran trasvase del
Ebro.
-El recibo del agua (tasa municipal) puede ser una vía disuasoria de cara a lograr la
eficiencia en el consumo doméstico de agua.
Obras hidráulicas
-Son las infraestructuras creadas para regular los recursos hídricos y mejorar la calidad del agua.
-Para regular los ríos se han construido numerosos embalses, azudes, canales y trasvases.
-Los embalses son grandes extensiones de agua almacenada artificialmente mediante la
construcción de una presa (barrera transversal a la corriente). Han aumentado en número a lo
largo del siglo XX, ya que en todos los ríos principales se han realizado presas aprovechando la
topografía abrupta por la que discurren muchos de ellos. La mayoría de los embalses privados
se destinan a la producción de electricidad; los estatales, a paliar la escasez de agua (para usos
agrícolas y urbanos principalmente). El Plan Hidrológico Nacional ha previsto la creación de
nuevos embalses allí donde esté justificada su viabilidad técnica, ambiental y económica.
Algunos embalses destacados en Aragón: Mequinenza (con una capacidad de 1.500 hm3,
prácticamente 1/3 de la capacidad de agua embalsada en Aragón), El Grado, Mediano, Yesa,
Caselles, La Sotonera, Tranquera, Santa Ana, Biscarrues, La Loteta, Montearagón, Mularroya
(suspendido, para la cuenca del Jalón) y un largo etc. Muchos de ellos previstos en el Pacto del
Agua (su creación o recrecimiento, con el de Yesa como caso más señalado) e incorporados en
el Plan Hidrológico Nacional.
Otros embalses nacionales de gran importancia: Ricobayo y la Almendra (Cuenca del Duero),
Valdecañas y Buendía (Cuenca del Tajo), La Serena y Cíjara (Cuenca del Guadiana), Alarcón
(Cuenca del Júcar), etc.
-Los canales han servido igualmente para distribuir agua, llevándola a donde hace falta (así, el
Canal Imperial de Aragón, iniciado en el siglo XVI se asoció al regadío de Aragón y al
abastecimiento de agua a Zaragoza; y el Canal de Isabel II, construido en el siglo XIX se dirigió
a abastecer de agua a la gran aglomeración madrileña).
-Los trasvases son transferencias de agua entre cuencas excedentarias y deficitarias.
Actualmente funcionan 38, entre los que destaca el trasvase Tajo-Segura (que transfiere unos
200 hm3 de agua anuales). La cuenca del Ebro conoce ya 8 trasvases silenciosos (2 al área del
Gran Bilbao y varios a Tarragona y provincia, principalmente, uno de los cuales prolonga sus
conducciones desde 2008 hasta el área metropolitana de Barcelona, con un aporte anual previsto
de 50 hm3); sin embargo, el gran trasvase previsto por el Plan Hidrológico Nacional (hoy en
suspenso, como conjunto) supondrá la transferencia de 1050 hm3 anuales de agua a Cataluña, la
Comunidad Valenciana, la Región de Murcia y la provincia de Almería. Este proyecto ha
desatado una fuerte oposición en las comunidades afectadas por la cesión de agua (aunque ésta
se pague por las Comunidades receptoras) a causa de los efectos perjudiciales sobre el Delta del
Ebro (que perdería sus sedimentos) y a causa del coste de oportunidad que supondría para los
regadíos de Aragón, sin olvidar el coste faraónico del proyecto (con 5 grandes embalses y 4
Oriental) y otras a muchas (por ejemplo, la del Ebro, que afecta a Cantabria, Castilla y León , País Vasco,
La Rioja, Navarra, Aragón y Cataluña).
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depósitos reguladores, para salvar desniveles, y con un coste conjunto superior a los 15.000
millones de euros). Como alternativa, Cataluña considera la posibilidad de proponer un trasvase
desde el Ródano (Francia).
-Para regular otros recursos hídricos, como lagos, acuíferos y aguas marinas, se realiza otro
tipo de obras:
-Los acuíferos son un gran volumen de reservas hídricas. Se aprovechan mediante
pozos y galerías, para usos agrícolas, industriales y urbanos. Su utilización permanente
no siempre es viable: su sobreexplotación es un peligro, ya que existe una conexión (no
siempre conocida) entre los acuíferos y diversos afloramientos o emanaciones
subterráneas a la red superficial. En consecuencia, se recomienda su aprovechamiento
sólo en momentos de escasez.
-Las minidesaladoras han proliferado en el sureste peninsular. En el sureste se utilizan
aguas salobres subterráneas para usos agrarios; pero estos sistemas carecen de medios
de recogida de la salmuera (agua salobre sobrante).
-El agua del mar se utiliza también desde plantas desaladoras, cuyo método, al
principio complejo y caro, se ha simplificado y abaratado. España ocupa el primer lugar
en la UE y el octavo en el mundo en la producción de agua desalada, con cerca de 250
instalaciones capaces de producir cerca de 500.000 m3 diarios de agua desalada (unos
200 hm3 al año, que es el 5% aproximado del consumo urbano actual). Estas
desaladoras se localizan en las zonas donde hay escasez de recursos hídricos: Canarias,
Baleares, Ceuta, Alicante, Murcia y Almería. El Plan Hidrológico Nacional prevé la
construcción de nuevas plantas en el levante peninsular y en Melilla.
-Las obras para mejorar la calidad de las aguas son:
-Plantas potabilizadoras, que tratan las aguas que van a ser consumidas.
-Plantas depuradoras, que tratan las aguas residuales para evitar que contaminen y
para hacerlas susceptibles de aprovechamientos consecutivos.
-En España todavía existen importantes localidades que carecen de estas plantas o que
sólo realizan una depuración superficial. Las exigencias de la UE obligan a instalarlas
antes de 2005 en poblaciones de más de 10.000 habitantes.
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