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Sesión 1
Encomienda sagrada
Los niños son una bendición
y un regalo de Dios.
Para padres
REFLEXIONEN
“¡ESTAMOS TAN FELICES!”
¿Recuerdan lo que sintieron cuando confirmaron que estaban
esperando un bebé? ¿O cuando recibieron la noticia que habían sido
aprobados para el niño o niña que deseaban adoptar? Revivan este
momento tan especial en sus vidas. Si su pareja está con usted, hagan
juntos esta actividad.
¿Cómo se enteraron?
¿Qué sintieron?
¿A quién le contaron?
¿Cómo se prepararon?
Sin importar de qué manera haya llegado a ustedes la noticia de ser
padres, las cosas nunca volverían a ser igual. De hecho, nada
podría ser igual. Dios estaba poniendo en sus manos el
cuidado de una nueva vida.
Compartan con su grupo algunos detalles
de ese día. ¿Qué similitudes encuentran en
las historias de cada uno?
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Sesión 1
Encomienda sagrada
Junto con el creciente nerviosismo, sin duda experimentaron un
inmenso gozo ante el inminente arribo de su primer hijo o hija.
Cuando finalmente llegó, ustedes cambiaron para siempre. Les robó
el corazón. Y trajo consigo una maravilla y una aventura diaria. Hasta
el punto en que harían cualquier cosa por sus hijos.
AVANCEN HASTA EL DÍA DE HOY
Seamos honestos: Ser padres es una tarea exigente, nunca se
descansa. Cada vez que sentimos que hemos librado una serie de
retos, algo nuevo se nos presentará a la vuelta de la esquina, listo para
embarcarnos en una nueva aventura o paralizarnos por completo.
¿Qué palabra o frase describiría mejor como le fue
como padre o madre la semana pasada?
Si la frase “¡Estamos agotados!” alguna vez salió de sus labios, no
están solos. Aunque aman a sus niños, el ritmo de vida frenético
seguramente les roba el tiempo que quieren dedicar a ser padres. En
lugar de que el gozo llene su corazón, la ansiedad puede invadirlo.
Donde antes abundaba el entusiasmo en su rela­ción con sus hijos, el
estrés y la fricción es a veces más aparente.
¿Cómo se sienten como padres en este momento?
¿Cómo hablan de sus hijos frente a otros?
Por supuesto que el agotamiento no es el “modus operandi” en todos
los casos. Ustedes pueden estar disfrutando de un dulce momento
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Para padres
con sus hijos, y sin embargo reconocer también, con cuánta facilidad
puede uno deslizarse hacia un ritmo agitado. El recorrido a través de
El Desafío del Amor para Padres es una instrucción que muestra cómo
ser padres de acuerdo a las Escrituras, cómo amar a nuestros hijos de
la manera que Dios ama. Cómo caminar en una relación con Aquel
que nos creó y nos confió a nuestros hijos. Esta caminata relacional
puede resultar en una convicción y en un necesario cambio de
perspectiva y de forma de actuar. Entonces, ¿qué estamos esperando?
RECONSIDEREN
INVERSIONES DESVIADAS
En la sociedad actual, los padres fácilmente pueden distraerse y
obsesionarse persiguiendo continuamente cosas que no valen la pena,
como lo hicieron los constructores de la torre de Babel: “Y dijeron:
Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al
cielo; y hagámonos un nombre...” (Gén. 11:4). Sus intentos fueron en
vano. Dios humilló sus agobiantes y equivocados esfuerzos. Buscar
“torres” más grandes y mejores, aún hoy en día puede ocurrir, cuando
menos lo pensemos.
Con buenas intenciones, muchos padres creen que la mejor manera
de demostrar a sus hijos amor, es a través de la provisión y dándoles
todo, otros sienten que el mejor acto de amor es preparar a sus hijos
para recibir el aplauso del mundo o conquistar el éxito financiero.
Aunque estos pueden ser buenos logros a conseguir, no son
necesariamente los mejores.
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Sesión 1
Encomienda sagrada
Salmos 127 es un canto de adoración atribuido a Salomón. Vamos
a ver lo que este sabio rey tenía que decir acerca del lugar que Dios
debe ocupar en el hogar.
Lean Salmos 127:1-2.
Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los
que la edifican; si Jehová no guardare la ciudad, en
vano vela la guardia. Por demás es que os levantéis de
madrugada, y vayáis tarde a reposar, y que comáis pan
de dolores; pues que a su amado dará Dios el sueño.
La palabra “vano” significa “vacío” o “sin valor”.
¿Algunas de las metas que persiguen como padres,
parecen vacías o sin valor? ¿Qué necesitarían cambiar?
Muchos padres se identifican con el versículo 2: levantarse temprano,
acostarse tarde y vivir un ritmo acelerado entre ambas acciones. Sin
embargo, deben sentirse animados y renovados sabiendo que Dios
“les brinda sueño”, o el verdadero descanso (Prov. 3.24). Salomón
ofrece este doble recordatorio acerca de la necesidad que todos
tenemos de que Dios sea el centro de nuestro hogar y nuestra vida;
teniendo cuidado de evitar perseguir las recompensas equivocadas,
así como fijarnos prioridades erróneas.
Salmos 127:2 es un llamado a la dependencia de Dios tanto
como un compromiso con la familia. No es una excusa para la
pereza. La Escritura es clara con respecto al valor del trabajo
arduo. (Prov. 6:6-11; 10:26; 13:4; 19:24; 24:30; 26:14-16).
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Para padres
R ECOMPENSA R EAL
“Con sabiduría se edificará la casa, y con prudencia se afirmará;
y con ciencia se llenarán las cámaras de todo bien preciado y
agradable” (Prov. 24:3-4). Dios es el arquitecto del hogar y los
padres trabajan con Él. Un fundamento establecido en Su Palabra
es firme y duradero, en contraste a una torre ostentosa que
representa nuestra propia gloria o la satisfacción de los deseos
mundanales.
En Salmos 127:1 el término guardia describe a un centinela
protegiendo los muros de una ciudad antigua. En lugar de estar
bajo el cuidado de un guardia impersonal, nosotros tenemos la
oportunidad de conocer a Dios personalmente y asociarnos con Él.
Podemos agotarnos esforzándonos y preocupándonos por nuestros
hijos, pero si Dios no está involucrado en la edificación y en la
protección de ellos, nuestros esfuerzos serán en vano.
Al conocerlo mejor a través de Su Palabra, y al decidir que Dios
sea la cabeza de nuestro hogar, Él nos da descanso y dirección. En
lugar de esforzarnos ansiosamente sin la guía de Dios, podemos
encontrar verdadero gozo en nuestros hogares y en las cosas
terrenales que perseguimos caminando en una santa relación con
Él. (Salmos 128:1-4; 1 Cor. 3:9-11).
Lean Salmos 127:3.
He aquí, herencia de Jehová son los hijos;
cosa de estima el fruto del vientre.
Contrario a la tendencia que nos lleva a hacer cosas por esfuerzo
propio (Gén. 11:1-8), los deseos de Dios de bendecirnos y usarnos
grandemente, a menudo se cumplen a través del regalo que Él
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Sesión 1
Encomienda sagrada
nos dio: nuestros hijos. Consideren Génesis 11:27; “Estas son las
generaciones de Taré: Taré engendró a Abram…” de donde saldrían
muchas naciones y pueblos del pacto.
En estos ejemplos, subrayen las palabras que
describen las bendiciones de Dios y circulen las
palabras que reflejan el punto de vista de los padres.
Sara: “Por la fe también la misma Sara, siendo estéril,
recibió fuerza para concebir; y dio a luz aun fuera del
tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había
prometido” (Heb. 11:11).
Raquel: “Y se acordó Dios de Raquel, y la oyó Dios, y le
concedió hijos. Y concibió, y dio a luz un hijo, y dijo:
Dios ha quitado mi afrenta; y llamó su nombre José,
diciendo: Añádame Jehová otro hijo” (Gén. 30:22-24).
Manoa (padre de Sansón): “Entonces Manoa dijo: Cuando
tus palabras se cumplan, ¿cómo debe ser la manera de
vivir del niño, y qué debemos hacer con él?” (Jue. 13:12).
Ana: “Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le
pedí. Yo, pues, lo dedico también a Jehová; todos los
días que viva, será de Jehová. Y adoró allí a Jehová” (1
Sam. 1:27-28).
Zacarías: “Pero el ángel le dijo: Zacarías, no temas;
porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet
te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan. Y
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Para padres
tendrás gozo y alegría, y muchos se regocijarán de su
nacimiento” (Luc. 1:13-14).
¿Se dieron cuenta que aquellos para quienes fue más difícil tener un
hijo a menudo estaban mucho más agradecidos con Dios por Su gran
regalo?
Hagan una lista de las actitudes y conductas en sus
hijos, que como padres les hacen sentir que estos
representan una carga o una bendición.
CARGABENDICIÓN
Continúen haciéndose las siguientes preguntas –y tomen acción al
respecto:
• ¿He estado orando, explicando y entrenando a mis hijos para evitar
malos comportamientos? ¿Qué es lo que funciona bien? ¿Qué es lo que
todavía necesita atención?
• ¿Acaso mis palabras, mi tono de voz, y mi expresión facial – dan a
entender que mis hijos son en realidad, una carga seria o una bendición
significativa?
• ¿Qué piensa Dios cuando actúo como si mis hijos fueran una carga?
LA BENDICIÓN Y EL FUTURO DE UNA FAMILIA
Los niños son una gran responsabilidad, pero no fueron creados para
verlos como una carga. No tienen precio, son deseables y representan
un tesoro único. Dios los hizo a Su imagen, con un propósito,
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Sesión 1
Encomienda sagrada
amándolos sin limitaciones, y poniéndolos a nuestro cuidado. Ellos
son nuestra herencia y nuestro legado.
Lean Salmos 127:4-5.
Como saetas en mano del valiente, así son los hijos
habidos en la juventud. Bienaventurado el hombre
que llenó su aljaba de ellos; no será avergonzado
cuando hablare con los enemigos en la puerta.
Ninguna flecha está inicialmente lista para la batalla. Debe ser
formada y afilada para ser efectiva.
¿Cómo usa Dios a los padres para formar y afilar a
sus hijos? ¿Cómo es que nuestros hijos nos forman y
afilan a nosotros?
Como padres, amorosamente los afilamos; enseñándoles,
protegiéndoles, guiándoles y dejándoles ir. Pero no solo los afilamos a
ellos. Ellos también nos afilan a nosotros.
Nos enseñan a cómo dejar de ser egoístas, y en su lugar, amar y dar
sacrificadamente. Dejan al descubierto nuestros lados más ásperos,
mostrándonos áreas en donde podemos mejorar. Dios usa a nuestros
niños para ayudar a formarnos a la imagen de Cristo, mientras
aprendemos la paciencia, la bondad, el gozo y la fe (Romanos 12:2;
Efesios 2:10). Ellos nos ponen a prueba aún más, profundizando
nuestra vida de oración, agilizando nuestras conciencias con su
inocencia y enseñándonos sobre la Palabra mientras se la explicamos.
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Para padres
En el campo de batalla del arquero, las flechas pegan en el blanco
mucho más allá de su alcance físico. De la misma manera, nuestros
hijos pueden extender la influencia y el impacto de nuestras vidas y
hacer más por el Reino de Dios de lo que nosotros pudiéramos lograr.
Dios usa a nuestros hijos para ayudarnos a cumplir Sus propósitos
eternos para nuestras vidas en este mundo.
Nuestros hijos son como flechas preciadas, que preservan vidas
en las manos de un guerrero, formadas de una manera única para
ser lanzadas y causar un impacto poderoso en el mundo. Nosotros
hemos sido invitados a unirnos a Dios para formar y moldear a
nuestros hijos en instrumentos poderosos de Su Reino. ¡Qué
privilegio! ¡Qué regalo!
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Sesión 1
Encomienda sagrada
RENUEVEN
Nosotros beneficiamos a nuestros hijos aplicando –no simplemente
discutiendo– las verdades bíblicas. Esta sección es una oportunidad para
poner en práctica las verdades bíblicas cada semana. Pueden hacer esto como
grupo o en el hogar, si el tiempo no lo permite.
SEAN ESPECÍFICOS
1.REFLEXIONEN h
aciendo esta declaración personal: “Los niños
son una bendición y un regalo de Dios”. Escriban esta declaración y
reemplacen la palabra “niños” con el nombre de cada hijo (“Andrés
es una bendición y un regalo de Dios”). Escriban tres maneras
diferentes en que ese niño es una bendición para ustedes.
2.LEAN Salmos 112, un pasaje fundamental para este estudio
bíblico. Tanto en la clase como en su tiempo devocional piensen
profundamente en los versículos 1-2 y en cómo sus hijos son
bendecidos por la manera en que ustedes caminan espiritualmente
con Dios.
Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, y en sus
mandamientos se deleita en gran manera. Su descendencia será
poderosa en la tierra; la generación de los rectos será bendita.
3.OREN m
encionando por nombre a cada hijo todos los días de esta
semana. Agradezcan a Dios por las maneras específicas en que él o
ella son una bendición para ustedes. Una meta de este estudio es
aprender cómo orar más específicamente por nuestros hijos, y las
páginas 90 y 91 “Cómo Orar por Sus Hijos”, están llenas de grandes
ideas para comenzar. Quizá quieran organizar grupos de 3-4 para
orar juntos por las familias de unos y otros, mencionando por
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Para padres
nombre a los hijos, para que al finalizar el estudio, sepan que todo
el grupo ha orado por cada familia.
4.Preguntena algunos padres cuyos hijos ya han volado del
nido y no viven con ellos en el hogar, lo siguiente: ¿Qué les
hubiera gustado hacer (o hacer más) mientras sus hijos todavía
estaban en el hogar? y ¿Cuál es el mejor consejo que les darían para
que disfruten y entrenen a sus hijos? Estén listos para compartir
sus repuestas la próxima semana.
5.ATRÉVANSE a “comunicar a sus hijos que ellos son un tesoro
para ustedes. En sus propias palabras, digan: ‘Tú eres un regalo
muy valioso para nosotros y estamos muy agradecidos porque
eres parte de nuestra vida’. Luego agradezcan a Dios por ellos y
por la oportunidad que Él les ha dado para amarlos y valorarlos
diariamente”. – El Desafío del Amor para Padres (B&H Español), día 4.
6. Opciones: L
os miembros de su grupo quizá quieran consi­
derar usar El Desafío del Amor para Padres (B&H Español), mientras
prosiguen con este estudio. Este magnífico recorrido de 40 días
subraya poderosos principios bíblicos parentales, mientras ofrece a
madres y padres un desafío diario para ayudarles a expresar mejor
el amor de Dios a sus hijos. Usted no tiene que leer El Desafío del
Amor para Padres (B&H Español), al hacer este estudio bíblico, pero
leerlo y conocer los desafíos le presentará una mejor manera de
amar y bendecir a sus hijos. Hacer esto le ayudará también a llegar
a su grupo listo para compartir muy buenas sugerencias.
Apoyando el estudio bíblico de esta semana están los días 1-7 de El
Desafío del Amor para Padres (B&H Español): El amor florece, El amor es
paciente, El amor es benigno, El amor valora, El amor es maravilloso, El
amor no es egoísta, El amor no es irritable. (Ver p. 87).
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