2015_Nishimura_La falta de estimulación mental como una de las causas de la aceleración de los síntomas del Alzheimer en adultos mayores.pdf

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LA FALTA DE
ESTIMULACIÓN MENTAL
COMO UNA DE LAS CAUSAS
DE LA ACELERACIÓN
DE LOS SÍNTOMAS DEL
ALZHEIMER
EN ADULTOS MAYORES
Lic. Jackeline Nishimura
INTRODUCCIÓN
En la actualidad, la tercera edad o adultez mayor es etapa de la vida que va desde
los 60 años, según la ONU. En el Perú el porcentaje de adultos mayores es del
9%, habiendo aumentado un 1% desde el 2000. Es una etapa evolutiva que se
considera como un fenómeno biológico porque afecta la salud física y mental,
y psicológica pues se generan cambios en el funcionamiento cognitivo y social.
Estos, aunque no se presentan en su mayoría en los primeros años de la adultez
mayor, aparecen con mayor intensidad con el avance de los años. Entre ellos
está el trastorno más común que es la demencia, que es la pérdida de memoria,
disminución de capacidades intelectuales y del juicio. La tendencia a experimentar
demencia aumenta con el paso de los años. Según (Feldman, 2007), a la edad de
85 años la tercera parte de los adultos mayores padece de alguna demencia.
Entre los tipos de demencia existentes, el más frecuente es la enfermedad
de Alzheimer, que además de presentar la pérdida de memoria, se evidencia
confusión como síntomas predominantes y concluye con el postramiento debido
a la pérdida de control de los músculos. Esto se debe al deterioro del cerebro
por la formación de placas amiloides y las marañas neurofibrilares. La causa de
la formación de ellas es aún desconocida al igual que muchas incógnitas de la
enfermedad que no han sido resueltas. Entre ellas, la cura del Alzheimer, ante lo
cual solo hay medicamentos que hacen que los síntomas se vean disminuidos y
controlados. A la par se vienen realizando estudios que han demostrado que el
tratamiento no farmacológico tiene efectos positivos en el enfermo de Alzheimer.
Es así que el ejercicio de la memoria, la actividad mental y una adecuada calidad
de vida contribuyen a que la enfermedad no avance y se detenga.
DESCRIPCIÓN
La falta de estimulación mental como una de las causas de la aceleración de los
síntomas del Alzheimer en adultos mayores.
PROBLEMAS SECUNDARIOS
1.
El deterioro de la memoria por falta de estimulación mental como una de
las causas de la aceleración de los síntomas del Alzheimer en adultos mayores.
2.
La pérdida de autonomía por falta de estimulación mental como una de
las causas de la aceleración de los síntomas del Alzheimer en adultos mayores
La enfermedad de Alzheimer es el tipo de demencia más común. Es un proceso
neurodegenerativo del sistema nervioso central que se caracteriza por la muerte
de neuronas en ciertas zonas del cerebro. En el Perú, esta enfermedad afecta a
250000 personas aproximadamente y es una cifra que va en aumento.
La enfermedad de Alzheimer es un proceso continuo e irreversible, sin embargo
existen medicamentos que contribuyen a controlar los síntomas, como los
inhibidores de Colinesterasa. Esto debe ir acompañado de una dieta balanceada
rica en proteínas y vitaminas. Asimismo, son imprescindibles los ejercicios
mentales que ayudan a fortalecer el cerebro y preservar las reservas neuronales y
retrasar el paso por las distintas etapas de la enfermedad.
Danilo Sánchez Coronel (2011), especialista del Instituto Nacional de Ciencias
Neurológicas (INCN) mencionó que por medio de sencillas acciones se puede
conservar las reservas neuronales y optimizar el rendimiento de las funciones
cognitivas como la memoria, pensamiento, lenguaje y percepción.
En las primeras etapas, no se presentan problemas de memoria y no hay síntomas
visibles, Posteriormente, la persona va olvidando ciertos nombres de palabras y
objetos aunque es casi imperceptible ante los familiares y amigos. Luego puede
presentar dificultad para desempeñar tareas, poca retención de lectura y pérdida
de objetos.
Tras ello, el enfermo de Alzheimer presenta falta de memoria de hechos recientes,
dificultad para realizar tareas complejas, no recuerda su historia personal y cambia
de humor con facilidad. La etapa siguiente evidencia desconocimiento del lugar
y día en el que se encuentra. De a pocos va perdiendo la capacidad de realizar
actividades básicas como escoger su vestimenta, vestirse y bañarse. Pese a que
olvida los nombres, experiencias y lugares, recuerda aun su nombre y distingue
ciertos rostros conocidos. Asimismo, se altera el ciclo normal del sueño y tiene
dificultades para controlar los esfínteres.
En la etapa final, las personas con Alzheimer son incapaces de responder a
estímulos externos, hablar y controlar movimientos. Sus reflejos se tornan
anormales y los músculos, rígidos. Se vuelven dependientes de sus cuidadores.
(Alzheimer’s Association, 2015)
Es importante una detección temprana de la enfermedad. Puesto que la
enfermedad es irreversible y los exámenes dan cuenta de que se tiene la
enfermedad cuando ya no está en las primeras etapas, lo óptimo es evitar que la
enfermedad avance.
Un agente importante en la enfermedad es el cuidador. Él es quien se hace
responsable de los cuidados del enfermo y cuya salud se ve muchas veces
afectada. No obstante, pese a que representa una pieza vital en el tratamiento
y pronta detección de la enfermedad, hay desconocimiento y desinformación
sobre los cuidados que debe tener, los estímulos que debe realizar, entre otros, lo
cual repercute directamente en el enfermo de Alzheimer.
JUSTIFICACIÓN
OBJETIVO PRINCIPAL
Analizar la falta de estimulación mental como una
de las causas de la aceleración de los síntomas del
Alzheimer en adultos mayores.
OBJETIVOS SECUNDARIOS
1.
Demostrar que el deterioro de la memoria
responde a la falta de estimulación mental como una
de las causas de la aceleración de los síntomas del
Alzheimer en adultos mayores
2.
Señalar que la pérdida de autonomía
responde a la falta de estimulación mental como una
de las causas de la aceleración de los síntomas del
Alzheimer en adultos mayores.
Es importante estudiar este problema ya que los
enfermos de Alzheimer son un sector desatendido,
que se encuentran en una posición de desventaja
y si la enfermedad no es tratada de una manera
adecuada puede llevar al deterioro físico y cognitivo
total de la persona, la cual concluye con la muerte.
La realidad peruana no debería ser ajena a este
problema. Posee 250000 enfermos de Alzheimer
para los cuales no se ha promulgado ley que
los proteja ni prevenga. El Estado peruano no
subvenciona los medicamentos que evitan el avance
de la enfermedad, los cuales tienen precios elevados
y difíciles de pagar para gran sector de la población.
Muchos de los familiares y cuidadores desconocen
lo que es la enfermedad e ignoran sus primeros
síntomas. Acuden recién a un especialista cuando
la enfermedad ya no está en sus primeras etapas
y los síntomas son más graves. Es importante dar
a conocer a la población lo que la enfermedad
de Alzheimer significa y el tratamiento que debe
seguir. Muchos adultos mayores con Alzheimer
no reciben la adecuada estimulación mental por
desconocimiento de sus cuidadores, lo cual como
consecuencia, dificulta el cuidado del paciente y lo
hace dependiente.
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EJERCITANDO
LA MENTE
Ante la presencia de la enfermedad de Alzheimer, los
pacientes suelen ser medicados con fármacos que
tienen como propósito aminorar el deterioro cognitivo
y funcional, y de esta manera retrasar el declive que
provoca la enfermedad. Simultáneamente, como
alternativa no farmacológica se recomienda emplear
ejercicios que potencien al máximo las funciones
que aun preserva el adulto mayor con Alzheimer y
así prevenir el declive. Estos ejercicios, no pretenden
curar el Alzheimer, pues como se mencionó esta
enfermedad es irreversible y continua.
Cynthia Pérez (2011), terapeuta ocupacional señala
como objetivos de la terapia no farmacológica:
“Ralentizar el avance la enfermedad estimulando las
capacidades cognitivas que aún estén conservadas,
mantener las capacidades cognitivas que ya están
deterioradas para que se pierdan más lentamente,
mantener el máximo nivel funcional y de autonomía
posible en cuanto a actividades de la vida diaria
se refiere, potenciar al máximo su movilidad física
(miembros superiores e inferiores, deambulación,
transferencias), mejorar/mantener una postura
correcta, evitar caídas, disminuir dolores, fomentar
las habilidades sociales y de ocio, dar al enfermo
una ocupación y que se sientan útiles, mejorar el
estado anímico.” En términos generales, asegurar una
adecuada calidad de vida.
Arango (2003) señala que las dificultades propias de
la enfermedad limitan ver con claridad el desarrollo
de los programas de estimulación, sin embargo se
ha observado que la rehabilitación no farmacológica
tiene efectos a largo plazo en cuanto a la disminución
de la necesidad de fármacos y reducción de los
trastornos psicológicos que presenta la persona.
Los tipos de ejercicio que pueden realizarse son los
de memoria, lenguaje, orientación, atención, cálculo,
sensorial, física entre otros. El problema recae en
la falta de estimulación que recibe el enfermo
de Alzheimer. Él depende de sus cuidadores y si
estos desconocen o no le brindan el estímulo que
requiere desde el conocimiento de la enfermedad, la
enfermedad avanzará rápidamente.
ALZHEIMER, DETENTE
Los síntomas que presenta el paciente de Alzheimer van en relación a la etapa de
la enfermedad en la que se encuentre.
La etapa en la que se encuentra el paciente dependerá del daño del cerebro.
Gluck, Mercado y Myers señalan que la enfermedad de Alzheimer se presenta
en el cerebro con dos tipos de patologías: las placas amiloides y las marañas
neurofibrilares. A mayor acumulación de las placas y las marañas en el cerebro,
mayor es el daño, pérdida de sinapsis y la muerte neuronal. Las placas amiloides
dañan principalmente la corteza cerebral y las marañas neurofibrilares, el
hipocampo y las áreas cercanas. Al hacerse más pequeños, impiden que nuevas
memorias se formen y por ello es que los primeros síntomas notorios de la
enfermedad de Alzheimer sean la pérdida de memoria episódica y, en menor
medida, semántica. Posterior a la pérdida de este tipo de memorias, con el
agravamiento de la enfermedad, se presenta la pérdida de la memoria de trabajo,
las habilidades lingüísticas y el juicio. (Gluck, Mercado & Myers, 2009).
Barry Reisberg, director del Centro de Investigación de Demencia y Envejecimiento
Silberstein de la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York distinguió las
siete etapas de la enfermedad de Alzheimer. La primera etapa, conocida también
como Ausencia de daño cognitivo, se caracteriza por que la persona no presenta
problemas de memoria y no hay síntomas visibles ante una entrevista médica. En
la segunda, Disminución cognitiva muy leve, la persona nota que olvida ciertas
palabras u objetos, pero esta situación no es notoria para los familiares y amigos.
Los médicos aun no pueden certificar el Alzheimer por medio de exámenes.
En la tercera etapa, Disminución cognitiva leve, empieza a presentar síntomas
leves notados por las personas más próximas y que puede ser certificado por
un médico. La persona podría tener dificultad para hallar la palabra que desea
usar, para recordar nombres y desempeñar tareas, poca retención en la lectura
y pérdida de objetos. Durante la cuarta etapa, también llamada Disminución
cognitiva moderada, una entrevista médica cuidadosa es capaz de concluir que
el paciente presenta falta de memoria de hechos recientes, posee dificultad
para realizar tareas complejas, ha olvidado su historia personal y su humor varía
fácilmente. La quinta etapa, Disminución cognitiva moderadamente severa, se
caracteriza por la presencia de laguna de memoria y déficit en la función cognitiva.
Además, sumado a las características mencionadas en la etapa anterior, en esta
empieza a desconocer el lugar en el que se encuentra o el día de la semana y,
es por ello, que necesitar ayuda para escoger su vestimenta. Aun es capaz de
recordar algunos datos personales y familiares. La sexta etapa o Disminución
cognitiva severa, evidencia problemas de memoria más severos que afectan
la personalidad y requieren de ayuda para desempeñar actividades de la vida
cotidiana como vestirse, bañarse, Pese a que olvida los nombres, experiencias y
lugares, recuerda aun su nombre y distingue ciertos rostros conocidos. Asimismo,
se altera el ciclo normal del sueño y tiene dificultades para controlar los esfínteres.
Finalmente, la sétima etapa o Disminución cognitiva muy severa se identifica
por que los individuos son incapaces de responder ante estímulos externos, de
hablar y de controlar movimientos. Se vuelven dependientes de terceros quienes
ayudan a que se alimenten, aseen y a hacer sus necesidades. Los reflejos se tornan
anormales y los músculos se vuelven rígidos. (Alzheimer’s Association, 2013)
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EL BUEN
CUIDADOR
La pieza central del proyecto es la guía que está dirigida a los cuidadores
de enfermos de Alzheimer. Esta guía contiene un manual de cuidado del
enfermo de Alzheimer, un manual de cuidado del cuidador, directorio de
entidades de apoyo en caso de Alzheimer, agenda, calendario, entre otros.
El proyecto llevará el nombre de “El Buen Cuidador”, el cual es un nombre
claro, sencillo y en el que se expresa con facilidad a quién se dirige.
Son dos las razones por las cuales lleva ese nombre. La primera razón es
que por medio de esta guía el cual contiene información de cómo llevar la
enfermedad, ofrecer el estímulo necesario al enfermo de Alzheimer, brindar
los cuidados acorde a la etapa de la enfermedad en el que se encuentre,
entre otros, el cuidador tendrá los conocimientos que le permitan ser
un buen cuidador. La segunda razón es que se quiere resaltar la buena y
admirable labor que el cuidador tiene al hacerse cargo de la persona con
Alzheimer. Esta es una tarea agotadora, estresante y que puede afectar su
salud, ante la cual muchos familiares o allegados huyen. Es por ello que
quiere destacarse la labor que el cuidador está asumiendo y decirle que es
un ejemplar, correcto y buen cuidador.
Acompañando el nombre del proyecto estará su descriptor “Guía para el
cuidador de Alzheimer”. Este refuerza quién es el receptor del proyecto
y especifica a qué tipo de cuidador se refiere. También hace mención
al objetivo del proyecto que es ser guía, apoyo y soporte. Asimismo,
cabe mencionar que a la palabra “Alzheimer” no se le está dando tanto
protagonismo puesto que el enfermo de Alzheimer en sus primeras etapas
es consciente de su situación o de que tiene algún mal o simplemente no
sabe que tiene la enfermedad, y no es recomendable que lo lea ya que
podría no tomarlo bien o desencadenar algún mal.
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