1 CAMARA DE INDUSTRIAS DEL URUGUAY Asociación de Industrias Textiles del Uruguay Sector Hilanderías y Tejedurías de Lana Sector Peinadurías de Lana Avda. Italia 6101 – CP 11500 – MONTEVIDEO TELS: (05982) 604.04.91 604.04.64 FAX: (05982) 604.04.91 E-Mail: [email protected] IMPACTO DE UN ACUERDO DE LIBRE COMERCIO CON EE.UU. SOBRE LA CADENA TEXTIL LANERA URUGUAYA Este documento procura llevar a las autoridades y la opinión publica uruguaya la conciencia precisa de las ventajas que resultarían para la cadena textil lanera de nuestro país si se concreta un eventual acuerdo de libre comercio con EE.UU. En la primera parte analizaremos los antecedentes de la penetración de los productos de la industria lanera uruguaya en el mercado americano. Ponen de relieve la importancia que han podido cobrar nuestras exportaciones y el impacto favorable sobre la actividad económica en nuestro país. La segunda parte muestras las condiciones en las que nuestros productos de lana acceden al mercado americano. Pueden resumirse en: muy altos aranceles y una discriminación respecto de un gran número de países cuyos productos están exentos de tales aranceles. La última parte examina las perspectivas de futuro que resultarían de un acuerdo de libre comercio con EE.UU. y sugiere algunos elementos de juicio para la negociación del mismo en lo que a textiles de lana se refiere. 1. Antecedentes de la cadena textil lanera 1.1 Antecedentes de penetración en el mercado de EE.UU. En sus momentos de mayor penetración en el mercado de EE.UU. (fines de la década de los 80 y comienzos de la de los 90), los tejidos de lana peinada uruguayos representaban el 7.3% del total de las importaciones de tejidos de lana de EE.UU. Por ejemplo, en 1991 Uruguay era el quinto proveedor mundial de tejidos de lana en EE.UU., precedido solo por países como Italia, Corea, Canadá y Checoslovaquia. En ese entonces Uruguay llegó a superar a 2 Inglaterra, proveedor tradicional por excelencia de tejidos de lana en el mercado americano y en el mundo entero. En materia de prendas de vestir de lana uno de los principales productos de importación de EE.UU. son las chaquetas y abrigos para dama. Para fines de la década del 80 Uruguay se convirtió en el tercer país proveedor del mercado americano, con una participación del 8,13% del total de las importaciones. En otras prendas de vestir de lana Uruguay conquistó una participación destacada en el mercado americano. Así, en 1987 llegó a ser el tercer proveedor de trajes de lana para hombre con 8,97% del total de las importaciones y solo cediendo nada menos que ante China e Italia. Otros productos de lana entre los que Uruguay figuró entre los principales proveedores incluyen los sacos para hombre, los trajes y conjuntos para dama y los sweaters. Uruguay exportó también algunas prendas de otras fibras al mercado americano. No obstante, la particular concentración de nuestro país en los productos de lana se ilustra por el hecho de que su participación en las importaciones de EE.UU. llegó a ser 27 veces mayor que en las de los productos textiles de todas las fibras. En un período en que el comercio textil se regulaba por medio de cuotas que limitaban a los países con mejor desempeño, los productos de lana uruguaya recibieron en EE.UU. la “distinción” de contar con cuotas que estaban, tanto en tejidos como en varias prendas de lana entre las dos a cinco más grandes de todo el mundo. Adicionalmente, los tops de lana uruguayos habían sido cuotificados en la Comunidad Europea y los tejidos de lana enfrentaban esas limitaciones tanto en la Comunidad Europea como en Canadá. 1.2 Producción, empleo y exportaciones El conjunto de la cadena textil lanera era y es netamente exportador a nivel de sus diferentes eslabones. En el caso de los tops, Uruguay ha estado consistentemente entre los principales exportadores mundiales y la industria topista apuntala a la cadena desde su comienzo proveyendo un producto de calidad internacionalmente reconocida. Los tejidos de lana uruguayos destinan la gran mayoría de la producción a los mercados externos. Las prendas de lana también encontraron en la exportación su destino principal, y fueron además vehículo para la exportación indirecta de tejidos de lana uruguayos (entre 1984 y 1990 mas de 3 millones de metros cuadrados anuales de tejidos fueron exportados a EE.UU. bajo incorporados en las prendas uruguayas de lana). 3 Hasta fines de la década de los 80 y comienzos de la década de los 90 la abrumadora mayoría de las exportaciones de prendas de lana y una importante proporción de las de tejidos de lana se dirigieron al mercado americano. Es el periodo en el que se registran las más altas cifras de empleo y producción en tejidos y prendas de lana en el Uruguay. Diversos factores incidieron para que en la década de los 90 se perdiera, particularmente en el caso de la vestimenta, casi todo el terreno trabajosamente ganado en el mercado americano. Entre ellos se encuentran la diversificación hacia el mercado regional y la concesión por parte de EE.UU. de tratamientos preferenciales a varios países. Con la reducción de las exportaciones de prendas de lana al mercado americano se ven menguadas las exportaciones indirectas de tejidos de lana a ese destino. 2. La cadena y el mercado de EE.UU.: situación actual En EE.UU. los productos de lana continúan siendo protegidos con los niveles de aranceles más elevados que aplica ese país a los productos textiles (entre 18 y 25%), siendo unas tres veces más altos que los aplicados a productos de algodón, fibras sintéticas y artificiales. Uruguay está sometido a una fuerte discriminación a la hora de exportar las prendas y tejidos de lana. En efecto, es el único exportador de alguna importancia en todo el continente americano que debe pagar los elevadísimos aranceles antes mencionados. Por un lado, EE.UU. ha concedido exoneraciones arancelarias a ciertos países exportadores (Centro América, el Caribe, ciertos países andinos como Colombia y Perú). Por otro lado, ha celebrado acuerdos de libre comercio con Canadá, México y Chile y está en etapas avanzadas de negociación de acuerdos de libre comercio con Centro América, República Dominicana, entre otros. Uruguay está siendo discriminado desde el punto de vista arancelario aun respecto de países de fuera del continente, tanto por la vía de concesión de exoneraciones (caso de Sudáfrica y otros países africanos) como por la sucesiva celebración de acuerdos de libre comercio o similares con diversos países (Marruecos, Israel, Singapur, Vietnam, etc.) Con aranceles tan elevados y enfrentados a múltiples competidores que no deben abonarlos, las posibilidades de desarrollo de las exportaciones de la cadena textil lanera uruguaya al mercado americano son cada vez más difíciles. A diferencia de otros mercados, ni siquiera existe la posibilidad de acogerse a aranceles reducidos en el marco del Sistema Generalizado de Preferencias pues el esquema americano excluye expresamente a los textiles como beneficiarios de esas reducciones arancelarias. Las realidades comerciales y la normativa de la OMC solo dejan, como 4 posibilidad para eliminar la pesada carga arancelaria a los textiles de lana uruguayos, la concertación de un acuerdo de libre comercio. EE.UU. continua siendo el primer importador mundial de tejidos, con valores similares a los de la Unión Europea de 25 miembros, y claramente el primer importador mundial de vestimenta, superando por amplio margen (U$S 10.000 millones) al bloque europeo de 25 miembros. Ninguna estrategia de desarrollo de la industria textil y de vestimenta puede excluir lograr el acceso preferencial al mercado americano, desmantelando la discriminación que de hecho afecta a los productores de la cadena textil lanera uruguaya. 3. La cadena y el mercado de EE.UU.: perspectivas de futuro La eliminación de la carga arancelaria y de la discriminación haría posible una expansión importante de los textiles uruguayos de lana al mercado americano. Esto no significa retomar, al menos inicialmente, los niveles de penetración alcanzados en el mercado americano hace unos años. Las realidades comerciales y empresariales son diferentes y el conjunto de competidores con preferencias es ya muy grande. Con tiempo, puede ser posible alcanzar volúmenes de exportación tanto o más importantes que los del pasado. Hay condiciones positivas que corresponde tener presente. Por ejemplo, en materia de tejidos de lana la capacidad instalada de la industria uruguaya supera de la de las industrias respectivas de Argentina y Brasil sumadas. La expansión de las exportaciones conllevaría una tonificación del empleo. La cadena textil es ya una de las fuertes empleadoras dentro del conjunto de las industrias exportadoras. En el caso de la fabricación de tejidos de lana el empleo ha disminuido alrededor de un 30% en la última década. En el caso de la industria de la vestimenta en su conjunto el empleo se ha visto reducido en cerca de un 50% en el mismo lapso. Un acuerdo de libre comercio con EE.UU., aunque no posibilitaría una inmediata recuperación de los niveles de empleo de hace diez años, crearía múltiples oportunidades genuinas de empleo digno para trabajadores calificados que agregarían valor a la materia prima nacional. Cabe tener presente como elemento de referencia que las industrias de textiles y vestimenta (de lana y otras fibras) llegaron a representar en el Uruguay de 1990 unos 43.000 puestos de trabajo. Como ya se señala en otra parte de este documento, los cambios que han intervenido en las condiciones comerciales, regulatorias y tecnológicas no permiten esperar un retorno en el mediano a cifras similares. 5 La rapidez de respuesta de las exportaciones de manufacturas de lana a los EE.UU. se vería facilitada por la favorable relación de competitividad con ese mercado. En efecto, todos los índices de competitividad bilateral calculados por la consultora Tea Deloitte Touche en los últimos cuatro años muestran que EE.UU. es el mercado en el que evolucionó más favorablemente la competitividad de las exportaciones uruguayas. Esto fundamenta la rapidez de respuesta que habrá de registrarse, sin perjuicio de las perspectivas de dinamismo que se generan con carácter más permanente por la eliminación de altos aranceles y desaparición de una discriminación que hoy pone a los productos uruguayos en fuerte desventaja. Por el lado de las importaciones, un acuerdo de libre comercio posibilitaría la obtención de insumos y bienes de capital americanos sin necesidad de aranceles y sin depender de la continuidad de la admisión temporaria y otros regímenes especiales. Se obtendría así acceso a un proveedor competitivo de ciertos insumos y equipamiento, lo que facilitaría tanto la competitividad de la cadena textil lanera como la realización de las inversiones necesarias para el desarrollo del sector. En la fabricación de tejidos de lana los insumos importados son relativamente poco importantes. Algo similar, aunque con una mayor participación de insumos importados en algunos casos, ocurre con la vestimenta de lana. El balance neto de divisas de estos sectores es nítidamente favorable. Por el lado del ingreso de divisas, en su momento de mayores niveles estos subsectores exportaron en conjunto más de U$S 120 millones anuales. Siendo la principal materia prima – la lana – nacional, los egresos de divisas quedan reducida a una expresión mínima. Cabe anotar que, como consecuencia del uso intensivo de lana nacional, el efecto positivo habrá de sentirse también en los sectores de la producción rural, la veterinaria, el transporte y la transformación de la fibra. El tiempo y las inversiones serían particularmente necesarias para fortalecer aquellos subsectores que más se vieron afectados por la reciente crisis. En años recientes, la reducción del nivel de actividad en el sector de prendas de vestir fue de las más pronunciadas. Su recuperación conllevara la exportación indirecta de un volumen de tejidos de lana uruguayos. 4. Elementos a tener en cuenta en la negociación del acuerdo Desde el punto de vista de la cadena textil lanera, la negociación de un acuerdo de libre comercio con EE.UU. debería tener en cuenta los siguientes elementos de juicio: 6 Al considerar la conveniencia o no del tratado de libre comercio con EE.UU. es necesario ponderar la especial situación de la cadena textil lanera, la discriminación que actualmente sufre y sus posibilidades de rápida respuesta En la eventualidad de la negociación de tal acuerdo, procurar colocar a los tejidos y confecciones de lana en lugar prioritario en el proceso de liberalización por parte de EE.UU., teniendo en cuenta que el nivel de la cuota preexistente había sido fijado de manera que su volumen no distorsionara el mercado americano. Una liberación hasta esos niveles debería ser inmediata desde el comienzo del acuerdo, y ese límite debería ir creciendo rápidamente a partir de ese momento hasta culminar en la práctica en la completa liberalización de manera expeditiva. El esfuerzo negociador debería procurar superar rápidamente otra discriminación que afecta a productos de la cadena textil de lana uruguaya en el mercado americano. En efecto, el arancel de ese país tiene niveles muy inferiores para ciertos artículos de lana confeccionados con lanas de reducido micronaje (finura). En la producción uruguaya de lana prevalece la fibra con micronaje mayor al que permite ingresar con los aranceles reducidos, de lo que deriva una nueva situación de competencia en condiciones desiguales. También en la negociación del acuerdo, para respetar los patrones de comercio actuales, obtener en materia de condiciones de origen, que sea posible utilizar mezclas de lana con pelos finos (cashmere, etc.) y seda, sobre la base de que no existe producción en ninguno de los dos países y que textos como el del acuerdo de libre comercio de EE.UU. con Centro América contemplan este tipo de situaciones. En el curso de la negociación debería obtenerse, como un resultado temprano previo a la conclusión del acuerdo, el consentimiento de la parte americana para tratar de incluir en diferentes acuerdos de libre comercio ya negociados por EE.UU. (particularmente aquellos con países de Centro América, Republica Dominicana, Colombia y eventualmente Perú, disposiciones que hagan elegibles para las preferencias de dichos acuerdos a prendas de lana manufacturadas a partir de tejidos de lana uruguayos. Se trata de una excepción parcial al régimen general de origen para productos de textiles de esos acuerdos. En algunos casos ya se contemplan a los tejidos como de oferta insuficiente en el marco de esos acuerdos, habilitándose incluso cupos para que tejidos de todo origen puedan ser empleados en la confección de prendas de lana que se benefician de las preferencias. La liberalización inmediata debería también alcanzar a los productos de artesanía textil de lana, en atención tanto a las características de su 7 producción como a lo reducido de su impacto en el conjunto del mercado de destino. En suma, a la hora de considerar un acuerdo de libre comercio con EE.UU. hay que abandonar los estereotipos que señalan a la carne como el sector que por excelencia habrá de resultar beneficiado. La cadena textil lanera se verá revitalizada en igual o mayor grado, y con ella la economía nacional en su conjunto. 8 IMPACTO DE UN ACUERDO DE LIBRE COMERCIO CON EE.UU. SOBRE LA CADENA TEXTIL LANERA URUGUAYA RESUMEN EJECUTIVO Ventajas que resultarían para la cadena textil lanera uruguaya y para nuestro país si se concreta un acuerdo de libre comercio con EE.UU.: - se potencia el ingreso a un mercado en el que tanto los tejidos como las prendas de lana uruguayas cuentan con amplia experiencia y antecedentes: los tejidos de lana uruguayos llegaron a representar más del 7% del total de las importaciones americanas siendo nuestro país el quinto proveedor superando incluso a Inglaterra; en productos como las chaquetas y abrigos de lana para dama Uruguay llego a ser el tercer proveedor de los EE.UU. - entretanto, varios países obtuvieron para sus productos textiles acceso al mercado americano sin aranceles mientras los productos uruguayos de lana deben abonar aranceles que son tres veces mas altos que los productos de algodón, fibras sintéticas o artificiales. Esta discriminación ha hecho posible que asumen parcelas crecientes de ese mercado, al tiempo que las exportaciones uruguayas a los EE.UU. caían incluso en valores absolutos. - el mercado americano se ha convertido en el principal importador mundial tanto de tejidos como de vestimenta - la cadena textil lanera esta en condiciones de responder con rapidez a un desmantelamiento de los aranceles americanos que suprima la discriminación antes aludida. La respuesta debería reflejarse en mayores niveles de exportación, producción y empleo. - los indicadores disponibles de competitividad bilateral indican que es respecto de EEE que se ha verificado el mayor nivel de competitividad de nuestra producción, comparado con Brasil, Argentina y Europa Occidental. Ello debería facilitar una respuesta mas fluida a las ventajas que resulten de la negociación del acuerdo. - el balance neto de divisas para el país seria nítidamente favorable. Los tejidos y la vestimenta de lana llegaron en conjunto a niveles de exportación del orden de los U$S 120 millones anuales. En particular, en el caso de los tejidos de lana los insumos importados representan una parcela muy pequeña del costo total. - las ventajas de una mayor industrialización de la lana uruguaya se extenderían a la rama de peinaduría de lana, así como al sector productor, transportador y transformador de lana en general.