2010_Baldassari_Conciencia-fonológica-y-decodificación-lectora-en-estudiantes-primer-grado-primaria-de-una-institución-educativa-Callao-cercado.pdf

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“CONCIENCIA FONOLÓGICA Y DECODIFICACIÓN
LECTORA EN ESTUDIANTES (PRIMER GRADO –
PRIMARIA) DE UNA INSTITUCIÓN EDUCATIVA –
CALLAO CERCADO”
Tesis para optar el grado académico de Maestro en Educación
en la Mención de
Psicopedagogía
LOURDES MARIA, BALDASSARI ARIAS
Lima – Perú
2010
I
II
Asesor: Dr. Aníbal, Meza Borja
III
Agradecimientos
Agradecimiento muy especial para mí asesor de tesis Dr. Aníbal Meza Borja, por su apoyo
durante el desarrollo de esta tesis y a todos los profesores por su compromiso para la
realización de esta maestría.
Quiero agradecer también a mi madre y a mis hermanas María y Carmen por todo su
apoyo brindado, y su confianza en mí.
Finalmente a mis abuelos Alberto y Ana, que aunque ya no están entre nosotros sé que
han intercedido ante nuestro Señor para que alcance mi meta.
IV
Dedicatoria
Dedico este trabajo a mis queridas sobrinas: Cecilia, Giovanna e Isis con el deseo de
servir como modelo que transmite que todo lo que uno se propone en la vida puede
alcanzarse con esfuerzo y dedicación.
V
Índice de contenido
INTRODUCCIÓN
1
Marco teórico.
2
La lectura
2
Dominio de la lectura
2
La ruta de acceso al léxico
2
La ruta visual
2
La ruta fonológica
3
Modelo de doble ruta
4
Características de los sistemas alfabéticos: las reglas de correspondencia
4
El sistema ortográfico español
4
Destrezas a considerar en el aprendizaje de la lectura
4
Conciencia fonológica
5
Desarrollo de la conciencia fonológica
7
Niveles de la conciencia fonológica
8
.Conciencia de rima y aliteración
8
.Conciencia silábica
8
.Conciencia fonémica
9
La importancia de la conciencia fonológica
10
Decodificación lectora
12
Niveles de decodificación
13
Importancia de la decodificación
13
Consecuencias de no desarrollar las habilidades de decodificación
lectora.
14
Reglas de conversión grafema-fonema
15
Aprendiendo significativamente a decodificar
15
El conocimiento fonológico favorece el aprendizaje de la decodificación
lectora
16
Antecedentes.
16
Problema de investigación
20
Hipótesis y objetivos
21
.Hipótesis
21
.Objetivo general
21
VI
.Objetivos específicos
21
MÉTODO
23
Tipo y diseño de investigación
23
Variables
23
.Conciencia fonológica
23
.Decodificación lectora
23
Participantes
25
Instrumentos de investigación
25
.
.Prueba para la evaluación del conocimiento
fonológico (PECO)
25
.Confiabilidad del instrumento PECO
26
.Validez del instrumento PECO
26
.Baremos del instrumento PECO
27
.Test exploratorio de dislexia específica (TEDE)
27
.Confiabilidad del instrumento TEDE
29
.Validez del instrumento TEDE
29
.Baremos del instrumento TEDE
29
Procedimiento
29
RESULTADOS
31
DISCUSIÓN, CONCLUSIONES Y SUGERENCIAS
36
.Discusión
36
.Conclusiones
38
.Sugerencias
39
Referencias
40
Anexos
VII
Índice de tablas
Pág.
Tabla 1. Operacionalización de las variables
24
Tabla 2. Baremos del instrumento PECO
27
Tabla 3. Baremos del instrumento TEDE
29
Tabla 4. Distribución de la población de primer grado de primaria de instituciones
educativas del Callao cercado
31
Tabla 5. Muestra de estudiantes de primer grado de primaria de una institución
educativa del Callao cercado.
31
Tabla 6 Nivel de decodificación lectora de los estudiantes de la muestra
32
Tabla 7. Nivel de conciencia fonológica de los estudiantes de la muestra.
33
Tabla8. Correlación Spearman entre conciencia fonológica y decodificación
lectora.
34
Tabla 9. Correlación Spearman entre conciencia silábica y decodificación
lectora.
35
Tabla 10. Correlación Spearman entre conciencia fonémica y decodificación
lectora.
35
VIII
Índice de figuras
Figura 1. Distribución de los estudiantes de la muestra según género
31
Figura 2. Nivel de decodificación lectora de los estudiantes de la
muestra.
33
Figura 3. Nivel de conciencia fonológica de los estudiantes de la
muestra
34
IX
Resumen
La presente investigación tuvo por objetivo determinar la relación de la conciencia
fonológica y la decodificación lectora. La muestra estuvo conformada por 133 estudiantes
del primer grado de primaria de una institución
del Callao cercado. La conciencia
fonológica se evaluó con la “Prueba para la evaluación del conocimiento fonológico”
cuyos autores son José Luis Ramos Sánchez e Isabel Cuadrado Gordillo y la
decodificación lectora fue medida con la Prueba exploratoria para la dislexia específica
siendo sus autores Mabel Condemarín y Blomquist. Al procesar los resultados
se
encontró que la mayor parte de los estudiantes de la muestra se ubicó en el nivel medio
de decodificación lectora al igual que en conciencia fonológica. Al realizar los análisis de
correlación se encontró una relación significativa entre la conciencia fonológica y la
decodificación lectora. En cuanto a la correlación entre las dimensiones de la conciencia
fonológica (nivel silábico y nivel fonémico) y la decodificación lectora también se encontró
una relación significativa.
Abstract
The present investigation aimed to assess the relationship between phonological
awareness and reading decoding. The sample consisted of 133 elementary first grader
students from a school located in Callao. The phonological awareness was measured by
the Phonological Awareness Test whose authors are José Luis Sánchez Ramos and
Isabel Cuadrado Gordillo, meanwhile the reading decoding was specifically measured by
Screening Test for Dyslexia whose authors are Mabel Condemarín and Blomquist. By
processing the data it was found that most students of evaluated sample showed a middle
reading decoding level and had middle level in phonological awareness. While performing
the correlation analysis it was found a significant relationship between phonological
awareness and reading decoding. As for the correlation between the dimensions of
phonological awareness (syllable level and the phonemic level) and reading decoding also
it was found a significant relationship.
X
1
INTRODUCCIÓN
En el año 2003 el Ministerio de educación, realizó una “Encuesta nacional de
hogares” con el fin de conocer si los niños con dos a cinco años de escolaridad sabían
leer y escribir. La pregunta básica que se les hacía a los padres o tutores de los niños
era si sus hijos sabían leer y escribir. En el caso de los niños con dos años de
escolaridad, la encuesta evidenció que el 21% de los estudiantes con segundo grado
aprobado no sabían leer ni escribir (según lo declarado por sus padres). Situación
sumamente preocupante si tomamos en cuenta que con dos años de escolaridad los
estudiantes debieron haber desarrollado las habilidades de decodificación lectora y
escritura de textos simples, ya que son resultados mínimos que debiera otorgar los
primeros grados del nivel primario.
escolaridad) no lee fluidamente sí lo
Si bien es cierto el niño (con dos años de
hace de manera lenta. En el caso
de los
estudiantes con tres, cuatro y cinco años de escolaridad que no sabían leer ni escribir
el porcentaje fue de 8%.
Así mismo, la evaluación Pisa (Unidad de medición de
calidad, 2001) aplicada a estudiantes de 15 años de edad cuyo objetivo fue determinar
los niveles de comprensión lectora evidenció niveles bajos de comprensión lectora en
los estudiantes, situación que nos llevó a ocupar el último lugar entre los 41 países
evaluados. Estos dos hechos, nos debe llevar a reflexionar que la enseñanza de la
lectura no está alcanzando los logros previstos y que además la lectura no esta siendo
utilizada eficazmente. Por otro lado, según Bravo (2004) las investigaciones sobre el
llamado efecto lector inicial demuestran que los niños que inician
con éxito el
aprendizaje de la lectura tienen mayor probabilidad de éxitos escolares, mientras que
los estudiantes que tienen retraso lector, acumulan fracasos que se extienden a otras
áreas como las matemáticas. Además los estudiantes que son buenos lectores los
primeros años, lo continúan siendo diez años más tarde, destacando en velocidad
lectora y comprensión lectora. Urge entonces identificar los factores que facilitarían el
aprendizaje de la lectura, aquéllos que permitirían que los estudiantes alcancen
oportunamente este aprendizaje. Ello conseguiría además, una educación primaria de
calidad. Al respecto, Snows, Burns y Otros (citados por Ferrer, 2007) quienes en su
estudio, (cuyo objetivo fue determinar los factores que podrían evitar dificultades en el
aprendizaje de la lectura de los niños), recomendaron en su informe desarrollar
técnicas de decodificación lectora en los estudiantes, así como también desarrollar la
conciencia fonológica. Todo ello, nos llevó a querer conocer si existía relación entre la
2
conciencia fonológica y la decodificación lectora de los estudiantes de primer grado de
primaria de una institución educativa del Callao cercado
Marco teórico.
La lectura.
La lectura, para Solé (2000) es un proceso a través del cuál el lector obtiene
información de acuerdo a sus intereses de una manera interactiva, lo cual implica que
debe existir un objetivo, un lector activo que examine el texto y construya un
significado basándose en sus conocimientos previos.
El dominio de la lectura.
Defior (2000) manifiesta que lograr el dominio de la lectura y de la escritura se basa
en el reconocimiento de palabras (decodificación) y la comprensión lectora.
Por su
parte, Solé (2000) indica que ello supone el incremento del lenguaje oral y de la
capacidad metalingüística.
Las rutas de acceso al léxico.
Los buenos lectores, señalan Sharen y Stanovich (citados por Viero y Gómez,
2004) son capaces de identificar las palabras aunque no se ubiquen en un contexto
semántico. También indican LaBerge y Samuels (citados por Viero y Gómez, 2004)
que las palabras que son leídas frecuentemente se reconocen inmediatamente porque
se produce la automaticidad la cual no requiere de los recursos atencionales. Pero
también es cierto que estos buenos lectores son capaces de leer palabras que nunca
habían visto escritas, debido a que utilizan la asociación de las letras con los sonidos
que las representan y las ensamblan hasta recuperar la pronunciación de la palabra.
Todo ello ha dado lugar a los siguientes modelos que describen las vías que utiliza el
lector para acceder al léxico.
La ruta visual
Se basa
en comparar la forma ortográfica
de
la palabra escrita con la
3
representación mental de palabras que tenemos almacenados en el léxico visual y
activar la representación correspondiente. Seguido de ello hay que acceder al sistema
semántico donde se encuentran los significados de las palabras organizados por
categorías. Ésta última activará la correspondiente representación fonológica situada
en léxico fonológico y desde allí se depositará en el almacén de pronunciación hasta
que se produzca la pronunciación de la palabra (Jimenez y Ortiz, 1994). Según Cueto
(1999) esta ruta sólo puede funcionar con las palabras que el sujeto conoce
visualmente pero no sirve para las palabras desconocidas, tampoco para las
pseudopalabras por carecer de de representación léxica.
Ruta fonológica
Para Viero y Gómez (2004) se basa en asociar los sonidos con las letras o
grafemas que les corresponde mediante la aplicación de las reglas de conversión
grafema-fonema y una vez realizada la identificación sonora de la palabra se consulta
al léxico fonológico para acceder al significado de la misma (Viero y Gómez ,2004).
Para Coltheart
(citado por Viero y Gómez, 2004) el significado de la palabra consta
de varios subprocesos:
 El análisis grafémico, consiste en identificar las letras y agruparlas en
grafemas.
 La asignación de fonemas, convierte el sistema gráfico al fonológico mediante
las reglas de conversión grafema – fonema.
 El ensamblaje de fonemas, el cual permite reproducir la representación
fonológica de la palabra.
 Si la palabra es familiar para el lector entonces podrá activar el significado
correspondiente.
Jimenez y Ortiz (1994) al mencionar los estudios de Doctor y Coltheart resalta que
estos autores respaldan la hipótesis de que la ruta fonológica es la primera en
desarrollarse ya que a partir de las reglas de conversión grafema – fonema el niño
puede recuperar la pronunciación fonológica de una palabra y que como lo señala
Valle (citado por Jimenez y Ortiz, 1994), en lengua española existen datos que indican
una dependencia de la ruta fonológica en los niños pequeños.
4
Modelo de doble ruta.
La idea ampliamente aceptada por los especialistas es que potencialmente un
lector utiliza ambas rutas. Esta perspectiva es defendida por los modelos duales de
Coltheart, (citado por Viero y Gómez, 2004) en los cuales un buen lector cuenta con
dos vías de acceso al léxico.
Estas vías actúan de forma independiente pero se
complementan.
Características de los sistemas alfabéticos: las reglas de correspondencia.
Defior (2000) señala que
los sistemas alfabéticos y silábicos permiten la
transferencia del lenguaje oral al escrito de manera más fácil que en los logográficos.
Agrega además que en cada sistema alfabético existen reglas de correspondencia
entre los fonemas y grafemas (en la escritura) y en el sentido inverso en la lectura.
Por otro lado cabe señalar que existen lenguas cuyo sistema de representación escrito
es transparente, en las que a cada fonema le corresponde un grafema y viceversa.
También existen lenguas opacas donde las correspondencias grafema – fonema no
son regulares.
El sistema ortográfico español.
El español es casi una lengua transparente, ya que a cada grafema le corresponde
un sonido determinado salvo los grafemas “c”, “g” y “r” pero ello queda resuelto por el
siguiente grafema. Es por ello, según indica Sellés (2000) que el método más utilizado
para el aprendizaje de la lectura sea el fonético, puesto que el dominio de un pequeño
grupo de reglas le va a permitir al niño decodificar con éxito cualquier palabra.
Destrezas a considerar en el aprendizaje de la lectura.
Para Solé (2000) una de las habilidades que va a lograr una autonomía para
explorar el lenguaje escrito es la decodificación lectora. Sostiene además que para
aprender el código el niño necesita además de usar bien el lenguaje poder manipularlo
y reflexionar sobre él, es decir, haber desarrollado cierta conciencia metalingüística. Al
respecto, manifiesta Ferrer (2007) que muchos investigadores concuerdan en que la
capacidad de decodificar y el
desarrollo de la conciencia fonológica (de la cual
5
depende la decodificación), son las capacidades necesarias para que la lectura y la
escritura puedan desarrollarse. Prueba de ello, señala al estudio de Snow, Burns y
otros cuyo informe para la enseñanza de la lectura considera entre sus
recomendaciones que los lectores principiantes sean instruidos explícitamente en
reconocer que las palabras habladas están compuestas por unidades de sonido más
pequeñas.
En general las recomendaciones del informe están dirigidas hacia el
enfoque fonético ya que consideran la enseñanza explícita de técnicas de
decodificación lectora.
El informe también resalta la importancia de la conciencia
fonológica. También Condemarín (1992) revisó una cantidad considerable de
investigaciones que ha confirmado que la habilidad del niño para dividir el habla o
diferenciar vocales de consonantes se correlacionan positivamente con éxito en el
aprendizaje de la lectura y la inhabilidad para segmentar se correlaciona con
deficiencia en el rendimiento. Algunas de las investigaciones revisadas por la autora
son las siguientes:

Leontiev (1978) demostró que la automatización de la lectura sólo se consigue
si el lector es consciente de la reproducción articulada de los sonidos.
También se observó que los lectores expertos, regresan a las etapas iniciales
ante una palabra desconocida.

Jeffey y Samuels (1967) comprobaron experimentalmente, que la práctica en la
correspondencia letra – sonido facilita el aprendizaje de la palabra impresa en
los lectores principiantes.

Stanovich (1980) revisó numerosas investigaciones que sostienen que la
habilidad para decodificar diferencia más a los lectores diestros de los menos
diestros, que cualquier otro componente del proceso lector.

Bradley y Bryant (1985) demostraron en sus estudios que tanto la rima como la
aliteración influyen en el ritmo del progreso en el aprendizaje de la lectura y
deletreo, durante los primeros años escolares.
Por todo lo señalado, se presume que la enseñanza de estas habilidades puede
garantizar el éxito en el aprendizaje inicial de la lectura.
Conciencia fonológica.
Es una habilidad metalingüística que implica el conocimiento y la capacidad de
analizar y manipular los elementos que constituyen el lenguaje. También conocida
como metaconocimiento fonológico, conocimiento metafonológico
simplemente
6
conocimiento fonológico consiste en la habilidad para reflexionar sobre los segmentos
fonológicos del lenguaje oral (Sinclair, Jarvella, Level, y Tunner, citados por Jimenez y
Ortiz, 1994) es decir, se refiere a la toma de conciencia de cualquier unidad fonológica
del lenguaje hablado.
Es una habilidad metalingüística, entendida ésta como la capacidad para identificar
y manipular los elementos del lenguaje en los niveles pragmáticas, semánticos,
sintácticos y fonológicos (Díaz, 2006). Además, añade esta autora que el desarrollo
metalingüístico es un resultado del aprendizaje escolar, sobre todo de la lectura.
Condemarín (1992) señala que la conciencia fonológica corresponde a
la
capacidad que va a permite tomar conciencia de los sonidos que forman la palabra,
manipularlos y reflexionar sobre todo que un sonido está representado por un signo
gráfico y si se les combina permiten construir una palabra. Esta reflexión llevaría al
niño a poder realizar juegos con los sonidos que constituyen la palabra (por ejemplo:
Mira arriba, la barriga etc.). Juegos de los cuales disfruta mucho y sobre todo
establecer la relación que existe entre los sonidos y los grafemas que los representan.
Para Velarde (2009) la conciencia fonológica es una habilidad metalingüística que
nos posibilita manipular y reflexionar sobre los aspectos estructurales del lenguaje
hablado y uno de éstos, son los fonológicos. Cuando el niño es capaz de tomar
conciencia sobre este aspecto específico del lenguaje hablado estaremos hablando de
conciencia fonológica
Por su
parte, Torgesen y Bryant (citados en
Pinzás,
2001) señalan que la
conciencia fonológica es definida por los especialistas como la sensibilidad a la
estructura fonológica del propio lenguaje. Entendida ésta como la conciencia más
elemental que tiene el niño sobre los elementos fónicos de
las palabras (rimas).
Estos autores explican que también se le considera como la conciencia explícita de la
estructura fonológica, la cual permitiría que el niño manipule y pronuncie los fonemas
individualmente. Siguiendo el pensamiento de estos autores, podríamos decir que la
sensibilidad y conciencia explícita de la estructura fonológica le servirán al niño de
una buena base en el inicio del aprendizaje de la lectura ya que les facilitaría la
comprensión de la relación que se da entre el lenguaje oral y el lenguaje escrito.
Cabe señalar, como lo refiere Ramos y Cuadrado en su marco teórico del instrumento
Prueba para la evaluación del conocimiento fonológico, que la conciencia fonológica
no es una unidad homogénea, sino que está compuesta por niveles como los de rima
y aliteración, silábico, intrasilábico, fonémico y que algunos autores consideran todas
estas unidades dentro de lo que significa conocimiento fonológico pero otros sólo lo
7
aplican a las sílabas y los fonemas
y más aún existen quienes la restringen
exclusivamente a los fonemas como es el caso del autor Tunmer (citado por Bravo,
1995). Al respecto, la presente investigación consideró el nivel silábico y fonémico
dentro del conocimiento fonológico debido a que las sílabas pueden percibirse
naturalmente sin mayor esfuerzo y serviría de base para desarrollar el conocimiento
fonémico el cual como lo manifiestan los distintos autores mencionados es difícil
identificarlo porque
aparece coarticulado y este conocimiento emerge con el
aprendizaje de la lectura al desarrollar en el niño la decodificación lectora.
Resulta entonces, que la conciencia fonológica es una habilidad metalingüística
que lograría que el sujeto tome conciencia del conocimiento que posee acerca del
lenguaje en el nivel fonológico a la vez que esta toma de conciencia le permitiría
operar con los sonidos de la palabra. En cuanto a los niveles que comprende, no hay
un consenso entre los especialistas, por lo que se la considera una unidad
heterogénea.
Desarrollo de la conciencia fonológica:
La conciencia fonológica se desarrolla en los niños lentamente porque el fonema es
un concepto abstracto. Los fonemas no se oyen en el lenguaje oral de manera tal que
podamos distinguirlos unos de otros. Más bien, los fonemas aparecen reunidos en
unidades mayores tales como las sílabas, y es imposible separarlos sin alguna
distorsión articular. Para los lingüistas ésta es una coarticulación en la cual el sonido
real de un fonema puede variar ligeramente dependiendo de que con cuál vocal o
consonante es coarticulado (Torgersen y Bryant citados en Pinzás, 2001).
Quiere decir que para que el fonema pueda ser identificado por el niño se deberán
tener en cuenta dos cosas: primero: se necesita
identificar la
sílaba en que se
encuentre y segundo: tener en cuenta que los sonidos variarán de pendiendo de con
que vocal o consonante está coarticulado.
La
conciencia
fonológica
aparece
gradualmente
durante
los
años
de
preescolaridad, es decir, entre los 03 y 05 años (antes del aprendizaje de la lectura).
A esta edad gran parte de los niños tendrían elementos rudimentarios en esa área
durante sus estudios en el nivel inicial. Sin embargo, el desarrollo de la conciencia
fonológica se ve grandemente estimulado cuando al niño se le empieza a enseñar a
leer (Pinzás 2007). Se infiere entonces que allí se daría la etapa en donde el niño
8
alcanzaría la conciencia explícita de la estructura fonológica del lenguaje o como otros
autores la denominan como conciencia fonémica.
Continuando con los fundamentos teóricos de Torgersen y Bryant indican que un
primer nivel de conciencia fonológica se aprecia cuando el niño puede reconocer que
los sonidos iniciales de tarro y toma son iguales. Un niño con un nivel ligeramente
más profundo de conciencia es capaz de indicar que la palabra “col” está conformada
por tres sonidos (c-o-l) y no por uno solo. Finalmente, un niño con una conciencia
fonológica más avanzada o plena puede llevar a cabo tareas mucho más difíciles
como, por ejemplo, pronunciar separadamente los sonidos individuales de una
palabra. Muchos niños logran esta conciencia fonológica explícita después de haber
empezado el aprendizaje formal de la lectoescritura.
Niveles de la conciencia fonológica.
Treiman y Zukowski en 1991 (citados en Dioses, García, Matalinares, et al. 2006)
señalan tres niveles lingüísticos. Sílabas, rimas y fonemas.
Conciencia de Rima y aliteración:
Consiste en descubrir que dos palabras comparten un mismo grupo de sonido,
siendo numerosas las investigaciones que establecen una importante relación entre
las habilidades ligadas a la rima y sus progresos posteriores en la lectoescritura Ej.:
Avión – camión.
Conciencia silábica:
Puede ser definida como el conocimiento explícito de que las palabras están
formadas por una secuencia de unidades fonológicas, cuya característica es que
éstas pueden ser articuladas por sí mismas. Ej.: Ca – rre - ta. (Carrillo, 1991). Para
Viero y Gómez (2004, p.131) “es la capacidad de manipular segmentos silábicos de
una palabra, es decir, le permite al niño poder operar explícitamente con la sílaba, la
unidad oral de segmentación más pequeña que es posible articular de modo
independiente”
9
Jimenez y Ortiz (1994) han manifestado que los muchos estudios realizados
consistentes en comparar los niveles de sílaba y fonema han demostrado que la
conciencia silábica se desarrolla primero que la conciencia fonémica. Uno de esos
estudios que el autor menciona es el de Rosner y Simmon, en el cual las tareas de
omisión de consonantes en posición inicial y medial resultan ser lo más difícil para
niños en edad preescolar. Otro ejemplo que también señala es el trabajo de Liberman
y colaboradores quienes concluyeron que contar sílabas es más fácil que contar
fonemas. En este sentido y a la vista de los resultados consideran que la sílaba es la
unidad básica de articulación ya que debido a sus características acústicas es más
fácil de percibir en el habla. Según Barrera y Fraca (1999) la sílaba se concibe como
un universal fonológico, como unidad de desarrollo de la fonología infantil. Por lo
tanto, el entrenamiento en el desarrollo de una conciencia silábica y la manipulación
de procesos silábicos de una manera consciente por parte del niño, dentro de los
fundamentos y estrategias de la metalingüística, facilitaría el aprendizaje de la lengua
escrita en sus etapas iniciales y aumentaría su efectividad.
Por todo ello, podemos decir que el conocimiento silábico no solo implica identificar
las sílabas que contienen una palabra sino además realizar distintas operaciones con
ellas como por ejemplo actividades de omisión y adición. Además este conocimiento
estaría ubicado en el nivel elemental por su fácil percepción.
Conciencia fonémica.
Para Ball, (citado en Jimenez y Ortiz, 1994, p. 27) “es la habilidad metalingüística
que implica la comprensión que las palabras habladas están constituidas por unidades
sonoras discretas que son los fonemas”. Adams (citado en Jimenez y Ortiz, 1994) la
define como la habilidad para prestar atención consciente a los sonidos de las
palabras como unidades abstractas y manipulables. Esta emerge en el aprendizaje de
la lectura y no la podrían desarrollar los niños que no han iniciado este aprendizaje
(Morais, Cary, Alegría, Bertelson, citados en Viero y Gómez, 2004). También Defior
(2000) la considera como una habilidad que presta atención a los sonidos de las
palabras, como unidades abstractas y manipulables lo cual implicaría reflexionar sobre
el elemento más abstracto del habla que es el fonema y añade esta autora que sin
haber adquirido la conciencia fonémica es imposible lograr exitosamente el dominio de
la decodificación.
10
Por consiguiente el sujeto que se enfrenta al aprendizaje formal de la lectura
debería tener información y conocimiento de las estructuras relevantes de la palabra,
siendo una de éstas el fonema. Es decir, las unidades mínimas que forman el lenguaje
oral que son los fonemas deben ser identificadas y manipuladas para hablar de
conocimiento fonémico y dada su dificultad para lograr esto último debería ser
desarrollado de manera explícita en la enseñanza de la lectura
Como consecuencia de ello, el niño debería aprender a segmentar las palabras en
su fonemas que la constituyen para posteriormente reconocerlo en forma visual,
grafema y auditivamente.
Para Domínguez y Clemente (citados en Ramos, 2003) el conocimiento fonético
puede adquirirse de forma secuencial al aconsejar abordar la enseñanza del
conocimiento fonológico comenzando con tareas de rimas, siguiendo con tareas de
identificación de sílabas y fonemas y por último, continuar con la adición y omisión de
fonemas.
Es decir, empezando desde lo más simple a lo más complejo lo que
evidenciaría pues que existen niveles de conciencia fonológica como ya se ha
explicado anteriormente.
La importancia de la conciencia fonológica.
Muchos niños, por lo general, experimentan dificultades en la adquisición de las
destrezas iniciales de la lectura.
Si se utiliza un método fonético o directo de
enseñanza para iniciar en la lectura a un niño que no es sensible a la estructura
fonológica del habla, la instrucción en el uso de letras que representan los sonidos de
las palabras no tendrá mucho sentido para él. Más aún, si se usa un método holístico
y se espera que el niño mismo vaya identificando qué sonidos se relacionan con
determinados grafemas, aquellos sin esta sensibilidad fonológica no podrán darse
cuenta de las regularidades en la relación entre sonidos y letras.
Dada la gran importancia de las habilidades metafonológicas para el aprendizaje de
la lectura como según lo señalan Calvo, y Carrillo (s/f) su desarrollo debe ser
contemplado muy precozmente.
Las actividades de reflexión fonológica temprana
deben apoyarse en las habilidades con las que ya cuentan los alumnos, y entre ellas
cabe destacar las de análisis silábico.
Manifiestan los autores anteriormente mencionados que la precocidad del
desarrollo de esta habilidad se debe a las propias características de la producción del
lenguaje oral que se realiza a partir de las unidades de articulación que definen la
11
sílaba.
Inicialmente los niños adquieren la habilidad para romper las palabras en
unidades silábicas siguiendo su orden articulatorio y pronto son capaces de aislar las
sílabas iniciales o finales de dos palabras y compararlas para averiguar si suenan igual
o diferente. Es pues, sobre las bases de estas habilidades precoces de reflexión
sobre la fonología de las palabras que es posible iniciar el aprendizaje de la
correspondencia entre las unidades segmentales (sílabas) y su forma escrita, de una
forma comprensible para el aprendiz.
Por otro lado, el crecimiento del vocabulario visual de los lectores jóvenes depende
íntegramente de su conocimiento de las relaciones entre ortografía y sonido.
El
mayor beneficio de este tipo de conocimiento es que permite que uno aprenda
palabras nuevas en forma independiente. (Adams citado en Ferrer, 2007).
Torgesen y Bryant mencionan una atrayente proposición de Stanovich (citado en
Pinzas, 2007) que es la sensibilidad fonológica la que inicialmente ayuda a que el niño
empiece aprender a leer, pero más tarde este mismo aprendizaje inicial de la lectura
contribuye a un mayor desarrollo de una conciencia fonológica explícita. La propuesta
sostiene que se produce una suerte de interacción entre las habilidades fonológicas
iniciales del niño cuando ingresa a primer grado y el aprendizaje de lectura que
entonces comienza y que redunda en un mejor y más sofisticado dominio fonológico.
Igualmente, Wagner, Torgesen y Rasotte (citados en Pinzás, 2007) han
encontrado que las relaciones entre las habilidades fonológicas, por un lado, y el
conocimiento relacionado a la lectura, por el otro, son bidireccionales.
El
procesamiento fonológico (análisis de los sonidos en las palabras) tiene una fuerte
influencia causal sobre la decodificación de palabras o la identificación de palabras,
mientras el conocimiento de los nombres de las letras tiene una influencia causal
sobre el procesamiento fonológico subsiguiente, pero el conocimiento de las letras sí
contribuye a un avance fonológico.
Según el estudio de Snow, Burns y otros publicado en 1998 (citados en Ferrer,
2007) no fue comparar los distintos enfoques metodológicos para la enseñanza de la
lectura y escritura sino determinar qué factores podrían servir para prevenir las
dificultades de lectura en niños pequeños, la reflexión aborda también los beneficios
de los métodos de enseñanza. Con relación a este tema, las recomendaciones del
informe –basadas en los descubrimientos de investigaciones existentes- están
fuertemente situadas hacia el enfoque fonético, pues enfatizan la enseñanza explícita
de técnicas de decodificación.
Según señalan, la incapacidad para dominar el
reconocimiento de palabras puede impedir la comprensión de textos. La enseñanza
12
explícita que orienta la atención de los niños hacia la estructura del lenguaje oral y
hacia las conexiones ente los sonidos del habla y la ortografía ayuda a los niños que
no han captado el principio alfabético o que no lo aplican productivamente en sus
encuentros con palabras escritas que no conocen.
Por otro lado, la autora Chall (citada en Ferrer, 2007) al revisar muchas
investigaciones existentes sobre las mejores formas de enseñar a leer y escribir
encontró una abrumadora cantidad de evidencia a favor de los programas que incluían
la enseñanza fonética sistemática. Según las evidencias, los alumnos de programas
que enfatizaban el significado primero desarrollaban habilidades para la comprensión
de lectura antes que otros. Sin embargo, aquellos que habían recibido entrenamiento
en habilidades fonéticas mostraban una mayor capacidad para reconocer palabras
desconocidas, y sus habilidades de comprensión lectora rápidamente alcanzaban y
sobrepasaban a las de los niños de otros programas.
Chall (citada por Ferrer, 2007) encontró que:
La familiaridad con las letras y la sensibilidad hacia la estructura fonética del
lenguaje oral eran fuertes predictores de los logros en lectura, así como que los
niveles bajos de conocimiento fonético eran un buen predictor de bajos niveles
de los logros en lectura (p. 46).
Como señala Adams, (citado en Ferrer, 2007) la mayor lección del estudio de
Chall es que “la instrucción fonética sistemática – como complemento a la lectura
conectada y significativa, es un valioso componente de los programas de enseñanza
temprana de la lectura “(p. 46)
Decodificación lectora
“Consiste en traducir los signos gráficos en secuencias de fonemas articulados
oralmente, los cuales, a su vez, pueden ser decodificados en significado, cuando se
penetran en el sentido de las palabras involucradas” (Bravo, 1995, p.104). Para llegar
a ello primero es necesario que el niño conozca las letras de su alfabeto, asocie cada
letra su sonido correspondiente para luego combinarlas integrándolas en una
pronunciación. Al respecto Jimenez y Ortiz (1994) entienden que la decodificación
13
fonológica (así se refiere a la decodificación lectora) consiste en establecer
correspondencias entre grafemas o grupos de grafemas con su respectivo fonema.
En realidad, como señala Defior (2000) comenzamos la lectura partiendo de un
conjunto de señales que contiene un texto escrito. Estas señales son las letras que
nos permiten decodificar las palabras y acceder a su significado. Agrega esta autora,
que su dominio lleva consigo aprender a discriminar las letras a identificarlas
individualmente, identificar palabras y asignarles una pronunciación.
Es una habilidad que nos va a permitir tener acceso al código de un texto el cual
está formado por un sistema de símbolos y poder leer. (Solé, 2000).
Según refiere Solé (2000) este acceso al código nos permitiría una autonomía para
explorar el lenguaje escrito y por lo tanto debemos facilitarles a los niños estrategias
autónomas de exploración del universo escrito. Para Solé, subyace en esa capacidad
la posibilidad de atender de forma deliberada y consciente el lenguaje (sus sonidos,
sus palabras, su representación gráfica) de reflexionar sobre él.
Para Stanovich, (citado en García, 2003) la decodificación lectora es un proceso
que permite sustraer la suficiente información de las palabras, generando el léxico
mental haciéndose presente la información semántica en la conciencia. Mientras que
para Matalinares (2003), consiste en la identificación sonora de las palabras.
En la propuesta de Mercer y Mercer (citados en Pinzás, 2001) considera que el
proceso de decodificación lectora implica,
comprensión de las
a un nivel básico, una esencial
relaciones entre grafemas y fonemas y usar el contexto para
identificar el significado de las palabras.
Niveles de la decodificación.
Decodificar en un primer momento significa reconocer los diversos sonidos de una
lengua y asociarlos con las grafías o letras que los representan. En un segundo
momento incluye combinaciones de dos sonidos (Ferrer, 2007).
Gradualmente, (señala el autor arriba mencionado) el niño será capaz de
decodificar palabras enteras, frases, oraciones y textos completos. Las habilidades de
decodificación se van adquiriendo y desarrollando paulatinamente.
Importancia de la decodificación.
Para Paredes (2006) decodificación no es lectura pero la lectura implica
decodificación por lo tanto aprender a leer conlleva aprender a decodificar y este
14
aprendizaje debe efectuarse de tal manera que se produzca una automatización de
dicho proceso. Ello permitirá desarrollar una habilidad de lectura fluida lo que influirá
en la comprensión de lo que decodificamos, por lo tanto, la decodificación es una parte
imprescindible que conlleva a la comprensión de la lectura. Al igual que Pinzás (2007)
quien señala que para lograr o construir significados el lector debe dominar los
procesos básicos (la decodificación) hasta tal punto que ellos se vuelvan automáticos
y no demanden la atención consciente del lector, añadiendo además que sin una
buena decodificación no es posible una buena comprensión.
De todo ello se
desprende que para poder leer es necesario descifrar el código escrito, por lo tanto,
debemos aprender a decodificar y este aprendizaje debe realizarse de tal manera que
logre la automatización de dicho proceso. Ello lograría que estemos preparados para
comprender lo que decodificamos y será entonces cuando leamos realmente. Además
como bien señala Solé (2000) este aprendizaje nos permitiría lograr una
independencia de poder leer cualquier palabra, una autonomía para explorar el
lenguaje escrito. Esto quizás explique que los lectores que más avanzan en la lectura
son aquellos que practican la decodificación lectora y son capaces de leer por sí
mismos palabras nuevas (Pons y Carrillo, 2006).
Consecuencias de no desarrollar las habilidades de decodificación.
Como ya hemos señalado anteriormente, si el nivel de decodificación es pobre y
no hay automaticidad, la decodificación necesitaría la atención consciente del lector y
restaría la posibilidad de dedicar la atención para interpretar lo que se lee. Entonces el
lector preocupado por descifrar las palabras no se centra en el significado de lo que
está leyendo ya que, según manifiesta Pinzás (2001) dirige la mayor parte de su
atención a decodificar las palabras sonido por sonido, letra por letra, o sílaba por
sílaba, dando lugar a que la primera parte leída se le olvide y no pueda integrar las
partes. Es así que el estudiante vuelve a releer para poder darle una interpretación,
repitiéndose el mismo problema. Por lo general, este estudiante lee de manera lenta,
en voz alta, moviendo la cabeza en lugar de los ojos, señala las palabras que lee con
su dedo, con una regla o con cualquier otro objeto, hace largas pausas, no respeta
signos de puntuación.
Las investigaciones actuales (Pinzás, 2001) señalan que las destrezas que mejor
predicen la habilidad lectora que tendrá un niño son las fonológicas y en segundo
15
lugar, que el mejor predictor del nivel de comprensión de lectura es el nivel de
decodificación automática.
A manera de resumen debemos lograr en el estudiante lo que Pinzás (2001) refiere
“decodificar sin pensar, pero leer pensando” (p.35).
Reglas de conversión grafema – fonema. (RCGF)
Los sistemas alfabéticos representan los sonidos vocálicos y consonánticos de la
lengua aunque cada sistema establece unas reglas de correspondencia entre los
grafemas y fonemas (RCGF) (Defior, 2000). También esta autora hace mención a la
diferencia entre sonido y fonema. Siendo el primero lo que realmente producimos al
hablar y el fonema no tienen existencia real ya que son las representaciones
abstractas de todas las variantes de mismo sonido. Las letras en cambio, son los
diferentes caracteres que componen un alfabeto y los grafemas son las
representaciones gráficas de los fonemas y pueden corresponder a una o más letras.
Otra distinción que menciona es que existen lenguas transparentes o superficiales ( a
cada fonema le corresponde un grafema y viceversa) y lenguas opacas o profundas
(fonemas que se pueden representar por dos o más grafemas y grafemas que
representan más de un fonema.)
En el caso de la lectura - indica la autora anteriormente señalada- el español es
transparente, a cada grafema le corresponde un solo fonema, con la salvedad de que
se deben conocer las reglas dependientes del contexto y además que conociendo las
RCGF se pueden leer todas las palabras y pseudopalabras que se presenten.
Aprendiendo significativamente a decodificar.
Para que al niño no le signifique una tortura aprender a decodificar Solé (2000)
manifiesta que es necesario que el niño aprenda las correspondencias que existen
entre los sonidos del lenguaje y los signos o los conjuntos de signos gráficos que los
representan y añade que cuando se trata de aprender el código, el niño no solamente
necesita usar bien el lenguaje sino además poder manipularlo y reflexionar sobre él, es
decir, necesita haber desarrollado una cierta conciencia metalingüística.
16
El conocimiento fonológico favorece el aprendizaje de la decodificación
Según el punto de vista de relación bidireccional entre conciencia fonológica y
lectura los niños deben de contar con habilidades fonológicas elementales para
adquirir habilidades lectoras básicas. Estas últimas, a su vez, servirían de base para
desarrollar habilidades fonológicas más complejas, en tanto que ésta facilitaría el
progreso en lectura. Éste círculo que se forma es llamado una relación de facilitación
mutua por Perfetti (citado en Jimenez y Ortiz, 1994).
Apoyándose en los resultados de una de un estudio longitudinal de tres años,
Wagner, Torgesen y Rashote (citados en Jimenez y Ortiz, 1994) con una muestra de
niños de 244 defienden la existencia de una relación bidireccional. Ellos encontraron
que las tareas de análisis y síntesis de las unidades intrasilábicas y fonémicas de los
niños que asisten al kínder tiene una influencia causal sobre la habilidad de
decodificación que presentan en primer grado. A su vez, la conciencia fonológica que
presenta en primer grado tiene una influencia causal sobre la habilidad de
decodificación que alcanzan en segundo grado.
También revelan una influencia
causal del conocimiento de letras que muestran los niños de kínder sobre la
conciencia fonológica de primer grado y del conocimiento de letras de primero sobre la
conciencia fonológica que tienen en segundo grado. Todos estos datos apoyan pues
una relación bidireccional.
Antecedentes
Una investigación llevada a cabo por Carrillo (1992) respondió a dos objetivos de
gran interés teórico y práctico para el aprendizaje inicial de la lectura: el primero, se
centró en la exploración del desarrollo de la conciencia fonológica silábica en niños
prelectores y lectores principiantes (entre 4 y 8 años de edad) y el segundo, en el
establecimiento de las relaciones entre el desarrollo y la adquisición temprana de la
lectura. La administración de un conjunto de tareas de segmentación fonológica aportó
evidencia empírica indicativa del temprano desarrollo de la conciencia silábica en
niños prelectores, así como de su fuerte crecimiento durante los años preescolares.
Los resultados obtenidos mostraron además que a lo largo de tal desarrollo se
suceden dos niveles de habilidad que experimentan ritmos de crecimiento
diferenciados: El primer nivel aporta una habilidad básica de atención y percepción de
17
las unidades silábicas de las palabras, mientras que el segundo parece implicar algún
tipo de representación mental de las unidades segmentadas. Acerca de las relaciones
entre el desarrollo de las habilidades de segmentación silábica y la adquisición de la
lectura, los resultados de un seguimiento longitudinal realizado durante dos cursos
escolares sobre tres grupos de sujetos (de 4, 5 y 6 años de edad) mostraron que la
conciencia fonológico-silábica se encuentra implicada causalmente en las diferencias
interindividuales surgidas en las etapas iniciales del aprendizaje de la lectura.
Una tesis orientada a establecer la dirección de la relación de la conciencia
fonológica y la conciencia del lenguaje escrito con la habilidad lectora temprana fue
la de Ortiz (1994). En ella se presentaron tres estudios, el primero se centró en la
construcción de dos pruebas válidas y fiables con sus correspondientes formas
paralelas para evaluar la conciencia fonológica y la conciencia del lenguaje escrito.
Posteriormente se abordó el problema de investigación mediante un estudio
longitudinal de dos años de duración, en el cual se utilizaron dos perspectivas
metodológicas distintas. En el segundo, mediante un análisis de vías, se comprobó la
adecuación del modelo teórico que propone una relación bidireccional entre las
habilidades metalingüísticas estudiadas y la lectura. En el tercer estudio se entrenó
en conciencia fonológica y en conciencia del lenguaje escrito, antes y durante el
proceso de adquisición formal de la lectura. Los resultados apoyaron la existencia de
una relación bidireccional de la conciencia fonológica y la conciencia del lenguaje
escrito con la lectura, enfatizando el papel de la conciencia silábica en el aprendizaje
lector.
Otra tesis realizada en Granada por Osa (2002) se centró en el análisis de las
relaciones que se establecen entre habilidades de procesamiento fonológico, las
experiencias tempranas con el lenguaje escrito en escuela y hogar, y el éxito/ fracaso
en el aprendizaje inicial de la lectura. Un segundo foco de interés tuvo que ver con la
efectividad de la evaluación dinámica frente a la estática tradicional. El estudio contó
con una muestra de 164 alumnos de escuelas infantiles localizadas en Granada
capital y distintas localidades de esta provincia. La investigación duró un año y los
resultados más destacados de la investigación fueron: A) Las habilidades de
procesamiento fonológico representan factores separados y explican varianza
compartida e independiente en lectoescritura. B) La ejecución de los estudiantes en
las tareas bajo evaluación dinámica es mejor y predice más varianza en las medidas
de rendimiento lector. C) Respecto a las experiencias tempranas con el lenguaje
escrito, por una parte, las prácticas en lectoescritura en el hogar se relacionaron con
18
diferencias individuales en las habilidades fonológicas y el rendimiento académico de
los hijos, y por otra, los métodos de instrucción lectora que enseñaron las
correspondencias letra-sonido y la estructura sonora del lenguaje partiendo de
unidades con significado obtuvieron mejores resultados en lectoescritura.
Por otro lado, la investigación
realizada por Bravo (2004) nos presenta el
concepto de conciencia fonológica y su papel como una posible zona de desarrollo
próximo (ZDP), en la terminología de Vigotsky, para el aprendizaje de la lectura
inicial. Este término utilizado por Vigotsky puede traducirse en la actualidad como
aprestamiento para la lectura que plantea el aprendizaje de la lectura en el nivel
inicial y el primer grado, como un continuo a lo largo del cual los niños desarrollan
sus destrezas de prelectura y lectura de acuerdo a su ritmo personal (Condemarín,
2000).
Siguiendo con la investigación realizada por Bravo, se concluyó que la
mediación pedagógica para desarrollar la conciencia fonológica es determinante para
el aprendizaje de la lectura en la etapa entre el kindergarten y el primer año primario
y que su ejercitación durante los años de jardín infantil puede tener un efecto causal
en el éxito para aprender la decodificación del lenguaje escrito.
Por su parte, Cobarrubias, Hidalgo, Parada y Pozo (2008) llevaron una
investigación en Santiago de Chile con el objetivo de establecer si existían diferencias
en la conciencia fonológica entre menores de 4 y 5 años,
sin antecedentes de
problemas de lenguaje. Además, buscó determinar el tipo de relación existente entre
la conciencia fonológica y las habilidades cognitivas no verbales; (memoria, atención
etc.). Para ello, se trabajó con 120 niños de nivel socioeconómico bajo, divididos en
dos grupos constituidos por 60 niños de 4 años y 60 niños de 5 años. Los resultados
mostraron que existía un rendimiento significativamente mayor en los niños de 5 años
en la mayoría de las habilidades fonológicas. También se encontró una correlación
positiva entre la conciencia fonológica y habilidades cognitivas no verbales en el total
de la muestra y en el grupo de 5 años.
Otro estudio realizado por Dioses, García, Matalinares, Cuzcano, Panca, Quiroz,
Fernández, y Castabe, (2006) dio
como resultado que existían diferencias
significativas en el uso de la conciencia fonológica de rima y aliteración, según el nivel
socioeconómico, sin embargo, las diferencias no eran significativas al considerarse las
variables de sexo y edad. También se encontraron diferencias no significativas en el
uso de las reglas fonológicas en función del sexo, edad y nivel socioeconómico. La
muestra del estudio estuvo conformada por 601 alumnos del nivel inicial,
pertenecientes a Instituciones Educativas Privadas y Públicas de Lima Metropolitana
19
de diferente segmento socioeconómico (A, B, C, D, E) cuyas edades fluctuaban entre
los 3 y 5 años, seleccionados mediante un muestreo aleatorio estratificado.
La investigación de tipo experimental realizada por Velarde (2008) tuvo por
propósito
comprobar los efectos de la aplicación de un programa de habilidades
metafonológicas titulado.”Jugando con los sonidos” en niños de 8 a 10 años de edad
que cursaban el segundo, tercer. y cuarto grado de primaria y que pertenecían al nivel
socioeconómico bajo. Este programa se elaboró a partir del modelo teórico de base
cognitiva y psicolingüístico y buscó contribuir a la superación de las deficiencias de los
alumnos con
dificultades de aprendizaje en la lectura.
Además se observó
comportamiento de otras variables como el género, la edad y la inteligencia.
el
Se
evaluó a los alumnos y alumnas de tres instituciones educativas del cercado del Callao
que no presentaban problemas sensoriales, motoras e intelectuales subdivididos en
grupo experimental y grupo de control y se compararon los resultados obtenidos antes
y después para evaluar el grado de validez de dicho programa luego de seis meses de
intervención interdiaria y sistemática. Los estudios de pretest revelaron un bajo nivel
de rendimiento
en conciencia fonológica, tanto
en la evaluación global de esta
habilidad metalingüística, como en cada uno de sus sub-tests: síntesis fonémica, aislar
fonemas, segmentar fonemas y omitir fonemas. También mejoraron significativamente
su nivel de decodificación lectora y su rendimiento en comprensión lectora.
Se
demostró la efectividad del programa de habilidades metafonológicas sobre la
conciencia fonológica, la decodificación lectora y la comprensión.
Ramos, en su estudio realizado el 2002,
conformado por una muestra de dos
grupos de 36 alumnos y alumnas de Educación
infantil, demostró que un
entrenamiento en tareas de conocimiento fonético conjuntamente con la enseñanza
de la asociación letra-sonido brindada a los alumnos, favorece el aprendizaje tanto de
la lectoescritura como del propio conocimiento fonético, estableciéndose una relación
de facilitación mutua al menos en los primeros momentos del aprendizaje lectoescritor.
Por otro lado, Sawyer (citado en Bravo; 2004) realizó un estudio de seguimiento
de cinco años entre kindergarten y Educación Primaria
pre-escolar es recurso de la lectura temprana.
y confirmó que el lenguaje
Las habilidades verbales que
predijeron este aprendizaje en Kindergarten fueron reconocer el nombre del fonema de
las letras, el nombre de los números e identificar algunas palabras globales. Más
tarde la segmentación de una oración en las palabras que la constituyen y el análisis
de sus componentes fonémicos.
Luego, en el primer año básico,
los procesos
20
asociados con aprender a leer fueron la segmentación de los fonemas, el deletreo y la
correspondencia grafonémica en las letras, sílabas y palabras.
Por su parte, Vellutino y Scanion (citados en Bravo, 2004) estudiaron
experimentalmente la intervención que se puede hacer desde el kindergarten a niños
que presentaban retraso en su desarrollo pre-lector. La primera conclusión obtenida de
los resultados de este estudio fue que la mayoría de los niños que presentaban
dificultades en el kindergarten pueden llegar a ser lectores funcionales si se les otorga
una ayuda temprana, intensiva (diaria) y personalizada atendiendo sus fortalezas y
debilidades.
Los autores concluyeron también, que si la mayoría de niños que
presentan deficiencias en algunas áreas de su desarrollo psicolingüístico durante el
kindergarten son tratados con mayor empeño en etapas tempranas no surgirán
problemas severos para aprender a leer. La variable predictora que discriminó a los
niños que aprendieron a leer y los que no aprendieron fue la conciencia fonológica.
Además, antes de iniciar el aprendizaje de la lectura se puede establecer si hay déficit
fonológico
Los investigadores (Vellutino y Scanion) encontraron una estrecha relación entre
las curvas de crecimiento fonológico con las curvas individuales de crecimiento en
lectura El procesamiento fonémico (reconocimiento del sonido con la letra que
corresponde, menciona la palabra que se forma de los sonidos que escucha etc.) se
constituyó una de las variables centrales del trabajo psicopedagógico con los niños
que tenían retardo inicial de lectura.
Todas estas investigaciones convergen en que los niños que tienen mejores
habilidades de tipo fonológico aprenden a leer más rápido pero para ello, es necesario
acceder al código, es decir, poder decodificar.
Problema de investigación.
La lectura ha sido definida por muchos estudiosos como
un proceso muy
importante y complejo ya que intervienen variadas operaciones (Defior, 2000). Ella es
de suma importancia puesto que va a permitir a los niños la adquisición de más
conocimientos una vez aprendida. Por lo tanto, es necesario lograr un buen inicio en
el aprendizaje de la lectura, para lo cual el primer paso es el desarrollar las habilidades
de decodificación lectora hasta lograr la automatización de dicho proceso (Paredes,
2006) porque ello va a facilitar la comprensión de lo que se lee. Quizás entonces,
podamos salir de la ubicación penosa que ocupamos en comprensión lectora según la
21
evaluación Pisa (Unidad de medición de calidad, 2001) tomada a estudiantes de 15
años de edad, que como señala en su marco teórico que si bien la decodificación
lectora no es la única habilidad implicada en la lectura sí es una habilidad importante.
Además, la capacidad de decodificación lectora, como bien señala Solé (2000) nos va
a permitir tener acceso a la autonomía para explorar el lenguaje escrito. Sin embargo,
para que al niño no le signifique una tortura aprender a decodificar es necesario que
aprenda las correspondencias que existen entre los sonidos del lenguaje y los signos
gráficos que lo representan y sobre todo poder manipularlo y reflexionar sobre él, es
decir, necesita haber desarrollado una cierta conciencia fonológica. (Solé, 2000).
Por todo ello, este estudio de tipo correlacional tuvo como propósito encontrar si
existía relación
entre la conciencia fonológica y la decodificación lectora de
estudiantes de primer grado de primaria de una institución educativa del Callao
cercado y surgió el planteamiento de la siguiente pregunta de investigación:
¿Existe relación la conciencia fonológica y la decodificación lectora en estudiantes
del primer grado de una Institución Educativa del distrito del Callao cercado?
Hipótesis y objetivos
Hipótesis
H1:
Existe relación entre la conciencia fonológica y la decodificación lectora de
estudiantes del primer grado de una institución educativa del Callao cercado.
H2: Existe relación entre
la conciencia silábica y la decodificación lectora de
estudiantes del primer grado de una institución educativa del Callao Cercado.
H3: Existe relación entre la conciencia fonémica y la decodificación lectora de
estudiantes del primer grado de una institución educativa del Callao Cercado.
Objetivo general
1. Determinar si existe relación entre la conciencia fonológica y la decodificación
lectora de estudiantes de primer grado de primaria de una institución educativa del
Callao cercado.
Objetivos específicos
1. Determinar el nivel de conciencia fonológica de los estudiantes de la muestra.
22
2. Determinar el nivel de decodificación lectora de los estudiantes de la muestra.
3. Determinar si existe
relación entre la conciencia silábica y la decodificación
lectora.
4. Determinar si existe relación entre la conciencia fonémica
lectora.
y la decodificación
23
MÉTODO
Tipo y diseño de investigación
En cuanto al tipo de investigación fue descriptivo ya que se orientó a describir la
forma como se presentó la conciencia fonológica en los estudiantes de primer grado
de primaria, así como la decodificación lectora.
El diseño de investigación fue el correlacional, el cual determinó el grado de
relación existente entre las variables de interés de la muestra de estudiantes
considerada en el presente estudio.
Ox
M
r
Oy
Donde:
M
= Muestra de investigación
Ox
= Observaciones de la variable conciencia fonológica
Oy
= Observaciones de la variable decodificación lectora
r
= Índice de relación entre ambas variables.
Variables
Conciencia fonológica
Habilidad para analizar la estructura sonora del habla (Sinclair, Jarvella y Levelt
citados en Jimenez y Ortiz, 1992)
Decodificación lectora
Consiste en aprender a reconocer los signos de la escritura, deletrear y articular
sílabas en voz alta. Su objetivo fundamental es la pronunciación de las letras, sílabas
y palabras (Defior, 2000).
24
Tabla 1
Operacionalización de las variables
Variable
Dimensiones
Conciencia
silábica




Conciencia
Fonológica






Omisión de una sílaba
al final de una palabra.


Omisión de una sílaba
medial de una palabra



.
Omisión de una sílaba
al inicio de una palabra

Ítems
Señala el dibujo donde se
oiga “ja” (oveja).
Señala el dibujo donde se
oiga “te” (botella)
Señala el dibujo donde se
oiga “ne” (carne).
Menciona la palabra que
se forma de añadir el
sonido “do” al sondo “co”
Menciona la palabra que
se forma de añadir el
sonido “do” entre el sondo
“se” y el sonido “so”.
Menciona el nombre del
dibujo que ve pero
quitándole la sílaba final.
Menciona el nombre del
dibujo que ve pero
quitándole la sílaba
medial.
Menciona el nombre del
dibujo que ve pero
quitándole la sílaba inicial
Identificación de un
fonema inicial en una
palabra.
Identificación de un
fonema medial en una
palabra.
Adición de un fonema
final formando una
palabra.

Señala el dibujo donde se
oiga “l” (lápiz).

Señala el dibujo donde so
oiga “s” (queso).

Menciona la palabra que
se forma de añadir el
sonido “l” al sondo “so”.

Adición de un fonema
inicial formando una
palabra

Menciona la palabra que
se forma si se pone el
sonido “do” delante del
sonido “blado”.

Adición de un fonema
medial formando una
palabra.

Menciona la palabra que
se forma si se pone el
sonido “do” entre el sonido
“se” y el sonido “so”

Omisión inicial de un
fonema de una
palabra.

Menciona el nombre de
dibujo que ve pero
quitándole el fonema
inicial.

Omisión de un fonema
medial de una palabra.

Menciona el nombre del
dibujo que ve pero
quitándole el fonema
medial.


Conciencia
fonémica
Indicadores
Identificación de la
sílaba final de la
palabra.
Identificación de la
sílaba medial de la
palabra.
Adición de una sílaba
al final formando una
palabra.
Adición de una sílaba
medial formando una
palabra.
25
Primer nivel de
decodificación
Decodificación
lectora
Segundo nivel
de
decodificación

Omisión de un fonema
final de una palabra.

Menciona el nombre del
dibujo que ve pero
quitándole el fonema final.

Nombre de la letra

Menciona el nombre de la
letra que se le señala.

Sonido de la letras

Dice el sonido de las letras
que ve.

Sílaba directa con
consonante de sonido
simple

Lee partes de palabras
que se le señala.

Sílaba directa con
consonante de doble
sonido

Lee partes de palabras
que se le señala.

Sílaba directa con
consonante de doble
grafía.

Lee partes de palabras
que se le señala.

Sílaba directa con
consonante seguida de
“u” muda

Lee partes de palabras
que se le señala.

Sílaba indirecta de
nivel simple

Lee partes de palabras
que se le señala.

Sílaba indirecta de
nivel complejo

Lee partes de palabras
que se le señala.

Sílaba compleja

Lee partes de palabras
que se le señala.

Sílaba con diptongo de
nivel simple

Lee partes de palabras
que se le señala.
Participantes
Los muestra estuvo constituida por 133 estudiantes de primer grado de primaria de
una institución educativa del Callao cercado, seleccionada a través del muestreo no
probabilístico de tipo disponible.
Instrumentos de investigación
Prueba para la evaluación del conocimiento fonológico.
26
Se utilizó la prueba de conocimiento fonológico (PECO) creada por José Luis
Ramos Sánchez e Isabel Cuadrado Gordillo. Esta prueba permite evaluar la capacidad
del alumno para tomar conciencia y manipular oralmente los elementos más simples
del lenguaje oral, como son las sílabas y fonemas. La prueba consiste en 27 ítems
que evalúan distintas habilidades, puesto que la conciencia fonológica comprende
distintos niveles, (en este caso se ha considerado el silábico y fonético) y para cada
uno de estos niveles se consideran 3 tareas distintas (identificación de sílaba y
fonema, adición de sílaba y fonema y omisión de sílaba y fonema), teniéndose en
cuenta también la posición que ocupa la sílaba o el fonema con el que se trabaja
(inicial, medial y final). La prueba se compone de seis actividades. La actividad 1,
consta de 3 elementos y evalúa la identificación de sílabas en posición inicial, la
actividad 2 consta de 4 elementos y evalúa la identificación de fonemas, la actividad 3
consta de 5 elementos y evalúa la adición de sílabas para formar palabras, la actividad
4, consta de 5 elementos y evalúa la adición de fonemas para formar palabras, la
actividad 5 consta de 5 elementos y evalúa la tarea de omitir una sílaba en palabras, y
la actividad 6 consta de 5 elementos y evalúa la tarea de omitir un fonema en
palabras. Todo ello, hace un total de 27 elementos.
Confiabilidad de la prueba PECO.
Se midió a través del coeficiente Alpha de Cronbach, después de aplicar la prueba
a una muestra piloto de 20 estudiantes de una institución educativa de Márquez. La
muestra estuvo conformada por doce varones y ocho mujeres. La prueba constó de
30 ítems inicialmente pero se eliminaron tres: el ítem 1, el ítem 2 y el ítem 6 puesto
que la correlación ítem total no correlacionaron muy alto con el total El valor de Alpha
de Cronbach que se obtuvo fue de 0.895 por lo tanto la prueba se consideró fiable.
(Ver anexo 1)
Validez del instrumento PECO
Fue validada por la licenciada Milagros Rondón la cual la sometió a juicio de
expertos recurriéndose al criterio de 10 jueces y se promedió la validez específica
obtenida de cada ítem y finalmente se obtuvo la validez total. El coeficiente “Validez
de Aiken” obtenido fue de 0.096. (Ver Anexo 2).
27
Baremos del instrumento PECO
La puntuación se obtiene de transformar las puntuaciones directas obtenidas en
percentiles.
Las puntuaciones percentiles es cada uno de los 99 segmentos que
tomamos al dividir la muestra en 100 partes de igual frecuencia. Al referirnos a un
percentil en concreto, nos referimos al valor de la variable a observar que está por
debajo del porcentaje dado. El baremo se completa con una valoración cualitativa del
percentil obtenido.
En la tabla 02 mostramos el percentil que corresponde a las
puntuaciones directas de cada nivel de conocimiento fonológico (silábico y fonémico),
de cada tarea (identificación, adición y omisión) y de la puntuación total de la prueba.
Tabla 2
Baremos de la prueba para la evaluación del conocimiento fonológico
Valoración
Percentiles
Identificación
Adición
Omisión
cualitativa
Conocimiento
Conocimiento
Total
silábico
fonémico
prueba
Muy alta
90
7-8
8-9
9 – 10
11 – 12
11 - 12
21 - 27
Alta
80
6
7
7–8
10
9 – 10
17 – 20
Media
60
5
4–6
4–6
7–9
5–8
12 -16
Baja
30
4
2–3
3
5–6
3–4
8 -11
Muy baja
10
3
0-1
0-2
0-4
0-2
0–7
Test exploratorio de dislexia específica (TEDE)
El test exploratorio de dislexia específica de Mabel Condemarín y Blomquist consta
de dos partes. La primera parte tiene por objetivo determinar el nivel de decodificación
lectora del niño, el cual está dividido en tres niveles: el primer nivel de decodificación
lectora corresponde al primer semestre del primer grado de primaria, el segundo nivel
de decodificación lectora corresponde al primer grado de primaria cursado y el tercer
nivel de decodificación lectora corresponde al tercer grado de primaria cursado, en
donde el estudiante es capaz de leer cualquier material en forma independiente (hasta
ahí 100 ítems).
En lo que respecta a los ítems considerados comienzan con la
identificación de letras, asociar los sonidos con las letras y la combinación de los
sonidos a través de la decodificación de todas las formas posibles del castellano. El
28
otro objetivo que corresponde a la segunda parte de la prueba, consiste en explorar
signos disléxicos en la lectura inicial. Por ello, no fue utilizada por no ser necesaria
para los propósitos de este estudio.
En el primer nivel de decodificación lectora se consideran distintas tareas que
señalamos a continuación:

Conocimiento del nombre de la letra cuyos ítems son 12.

Conocimiento del sonido de la letra, cuyos ítems son 12.

Conocimiento de sílaba directa con consonante de sonido simple, cuyos
ítems son 5.
En el segundo nivel de decodificación lectora se consideran las siguientes tareas:

Conocimiento de sílaba directa con consonante de doble sonido cuyos
ítems considerados son 6.

Conocimiento de sílaba directo con consonante de doble grafía, cuyos
ítems son 6.

Conocimiento de sílaba directa con consonante seguida de “u” muda
cuyos ítems son 4.

Conocimiento de sílaba indirecta de nivel simple, cuyos ítems son 6.

Conocimiento de sílaba indirecta de nivel complejo que consta de 6
ítems.

Conocimiento de sílaba compleja que consta de 6 ítems.

Conocimiento de sílaba con diptongo de nivel simple que consta de 6
ítems.
Hasta ahí se consideran 70 ítems lo cual corresponde al primer grado de primaria.
En el tercer nivel de decodificación se consideran las siguientes tareas

Conocimiento de sílaba con diptongo de nivel complejo que consta de 6
ítems.

.conocimiento de sílabas con grupos consonánticos de nivel simple que
consta de 6 ítems.

Conocimiento con grupos consonánticos de nivel complejo que consta
de 6 ítems.

Conocimiento de sílabas con grupos consonánticos y diptongos de nivel
simple que consta de 6 ítems.

Conocimiento de sílabas con grupos consonánticos y diptongos de nivel
complejo cuyos ítems son 6.
Todo ello, hace un total de 100 ítems.
29
Confiabilidad del instrumento TEDE
Se midió a través del coeficiente Alpha de Cronbach, después de aplicar la prueba
a una muestra piloto de 20 estudiantes de una institución educativa del distrito de
Bellavista. La muestra estuvo conformada por quince varones y cinco mujeres. El
instrumento constó de 30 ítems los cuales se mantuvieron a pesar de que en el ítem 5
la correlación ítem total no correlacionó muy alto con el total porque sólo se trataba de
un ítem tomando la decisión de no alterar la prueba. El valor de Alpha de Cronbach
que se obtuvo fue de 0.895 por lo tanto la prueba se consideró fiable (ver anexo 4).
Validez del instrumento TEDE
Fue validada por juico de expertos (5 jueces, uno con grado de doctorado y cuatro
con grado de maestría). Obteniéndose un valor de Aiken de 0.99 (ver anexo 5).
Baremos del instrumento TEDE
Para poder determinar el nivel de decodificación lectora de los estudiantes de la
muestra considerando las medidas: muy alta, alta, media, baja, muy baja se
transformaron las puntuaciones directas en percentiles.
Tabla 3
Baremos del TEDE
Valoración
Percentil
cualitativa
Reconocer
Asocia
letras
con
letras
sus
sonidos
Todas
las
combinación
formas
de
letras
de
Total
en
prueba
lengua castellana
Muy alta
90
11 -12
6 – 11
41 – 44
54 -70
Alta
80
10-10.9
5 – 5.99
38 – 40
49 – 53
Media
60
8–9
2 -4
23 – 37
31 – 48
Baja
30
4–7
1 – 1.9
5 – 22
10 – 30
Muy baja
10
0-3
0 – 0.9
0-4
0–9
Procedimiento
Después de obtener el permiso del Director de la institución educativa, se organizó
el lugar donde se ubicarían los estudiantes para evitar interferencias con el
compañero. El ambiente que nos proporcionaron fue la sala de profesores, un lugar
30
amplio y agradable, pero sin estímulos que pudieran distraer a los evaluados. El grupo
de evaluadores (a veces cinco personas, otras siete) fue capacitado para aplicar el
instrumento.
Los dos instrumentos utilizados para medir mis variables de estudio
fueron aplicados individualmente, por un tiempo aproximado de 20 minutos. En
relación a la aplicación del test exploratorio de dislexia específica (TEDE) se rompió el
“hielo” inicial entablando una pequeña conversación con los estudiantes. Se siguieron
las consignas del manual sin modificarlas, tal y como recomiendan las autoras,
esperándose 5 segundos por la respuesta del niño. Cuando no había respuesta se le
decía “sigamos adelante con éste señalándosele con el dedo el siguiente ítem. Por
cada ítem correcto se le asignó un punto y 0 puntos por cada ítem que fallaron o por
los ítems sin respuesta. Toda respuesta del estudiante se colocó en el protocolo del
test. En lo que respecta a la aplicación del instrumento prueba para la evaluación del
conocimiento fonológico (PECO) las preguntas se plantearon a manera de juego.
Para facilitarles el entendimiento de la tarea, en los ejemplos se le alargó y marcó las
sílabas y fonemas para facilitarles la toma de conciencia de ellos. Después de tres
intentos consecutivos de explicación de la actividad si el evaluado no comprendió lo
que tenía que realizar se pasó a la siguiente tarea. Por cada ejecución de ítem se le
concedió un punto y por cada error cero.
Se utilizó un cuadernillo para que el
estudiante viera los dibujos y pudiera dar sus respuestas de las tareas y tres fichas de
cartulina de nueve por cinco cms. de color blanco, rojo y amarillo para la actividad de
adición de sílabas para formar palabras y adición de fonemas para formar palabras. La
aplicación de los instrumentos a la muestra de estudiantes duró 15 días.
31
RESULTADOS
En relación a la estadística descriptiva, presentamos el porcentaje de estudiantes
que se encuentran en cada nivel de decodificación lectora. En relación a la estadística
inferencial se trabajó con el coeficiente de correlación Spearman para contrastar la
relación entre las puntuaciones totales de
conciencia fonológica y
puntuaciones
totales de decodificación lectora así como la correlación entre las dimensiones de la
conciencia fonológica y la decodificación lectora. A continuación presentamos los
datos organizados en tablas los cuales han sido trabajados en el paquete estadístico
SPSS 15.0.
Tabla 4
Distribución de la población de primer grado de primaria de instituciones educativas
del Callao cercado
Instituciones
Educativas
Estudiantes de primer
grado
5007
70
5005
133
5006
83
4003
75
La población estuvo conformada por los estudiantes de primer grado de primaria de
cinco instituciones educativas del cercado Callao de la cual se obtuvo una muestra de
133 estudiantes de primer grado utilizando la técnica del muestreo no probabilístico de
tipo disponible. La edad de los estudiantes oscilaba entre los 6 y 7 años,
predominando la edad de 6 y además la muestra incluía estudiantes del género
femenino como del género masculino.
Tabla 5
Muestra de estudiantes de primer grado de primaria
N=133
Género
Femenino
Estudiantes
Porcentaje
53
39.8
Masculino
80
60.2
32
Como podemos observar en la tabla 5 la muestra de estudiantes de primer grado
de primaria estuvo conformada por 39.8% de estudiantes del género femenino (53) y
el 60.2% (80) por estudiantes del género masculino.
Distribución de frecuencias de los estudiantes según género
GENERO
80
Frecuencia
Estudiantes
60
80
60,15%
40
53
39,85%
20
0
FEMENINO
Femenino
MASCULINO
Masculino
GENERO
Género
Figura 1
Distribución de los estudiantes de la muestra según género
El género masculino es más representativo que el género femenino.
Tabla 6
Nivel de decodificación lectora de los estudiantes de la muestra
Medida
Muy bajo
Estudiantes
Porcentaje
14
10.5
Bajo
26
19.5
Medio
41
30.8
Alto
30
22.6
Muy alto
22
16.5
N= 133
De acuerdo a esta tabla se puede observar que el 10.5% (14) de los estudiantes de
la muestra se ubicó en el nivel muy bajo, el 19.5 % (26) en el nivel bajo, el 30.8% (41)
presentaron un nivel medio en esta habilidad, siendo este nivel el que más destaca. El
22.6% (30) se encuentra en el nivel alto y el 16.5% (22) en el nivel muy alto.
33
nivelesdedecodificación
Distribución de frecuencias
50
Frecuencia
Estudiantes
40
30
41
30,83%
20
30
22,56%
26
19,55%
10
14
10,53%
0
MUY BAJO
Muy
bajo
MEDIO
ALTO
Bajo
Medio
Alto
nivelesdedecodificación
Nivel
decodificación lectora
BAJO
22
16,54%
Muy alto
MUY ALTO
Figura 2. Nivel de decodificación lectora de los estudiantes de la muestra.
El nivel de decodificación lectora el más representativo es el nivel medio.
Tabla 7
Nivel de conciencia fonológica de los estudiantes de la muestra
Medida
Muy bajo
Estudiantes
Porcentaje
15
11.3
Bajo
27
20.3
Medio
40
30.1
Alto
27
20.3
Muy alto
24
18.0
N=133
En la tabla 7 destaca que en relación a los niveles de conciencia fonológica, el
11.3% (15 estudiantes) se encuentran en el nivel muy bajo, el 20.3% (27 estudiantes)
en el nivel bajo, el 30.1% (40 estudiantes) en el nivel medio, el 20.3% (27 estudiantes)
en el nivel alto y el 18.0 % (24 estudiantes) se encuentran en el nivel muy alto.
34
Distribución de frecuencias.
nivelesdeconcienfonológica
40
Frecuencia
Estudiantes
30
40
30,08%
20
27
20,30%
27
20,30%
10
24
18,05%
15
11,28%
0
MUY BAJO
Muy bajo
BAJO
Bajo
MEDIO
Medio
AltoALTO
Muy MUY
alto ALTO
nivelesdeconcienfonológica
Nivel conciencia fonológica
Figura 3. Nivel de conciencia fonológica de los estudiantes de la muestra.
El nivel de conciencia fonológica es más representativo en el nivel medio.
Tabla 8
Correlación Spearman entre conciencia fonológica y decodificación lectora.
Puntaje decodificación
lectora
.641(**)
Medida
Puntaje conciencia
fonológica
Sig.
.000
.
** La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
N=133
La prueba estadística r de Spearman fue utilizada para la prueba de hipótesis
puesto que no se observó distribución normal en los datos según la prueba
Kolmogorov Smirnov (ver anexo 6). Los resultados indican una relación significativa
entre el puntaje de conciencia fonológica y el puntaje de decodificación lectora, lo
cual podría indicar que los niños con mayores logros en tareas fonológicas tienden a
presentar un mejor desempeño en tareas de decodificación lectora.
35
Tabla 9
Correlación Spearman entre conciencia silábica y decodificación lectora.
Medidas
Puntaje conciencia
silábica
Puntaje
decodificación
lectora
.569(**)
Sig.
.000
** La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
N=133
Como observamos en la tabla 9 la prueba estadística Spearman arrojó un valor r
igual a .569 y un nivel de significación p de .000, para dicho nivel de significación, p
menor que .01 por lo tanto, se rechaza la hipótesis nula de independencia de las
variables.
Tabla 10
Correlación Spearman entre conciencia fonémica y decodificación lectora.
Medidas
Puntaje conciencia fonémica
Puntaje
decodificación
lectora
.558(**)
Sig.
.000
** La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
N=133
Como observamos en la tabla 10 la prueba estadística Spearman arrojó un valor r
igual a .558 y un nivel de significación p de .000, para dicho nivel de significación, p
menor que .01 por lo tanto, se rechaza la hipótesis nula de independencia de las
variables.
36
DISCUSIÓN, CONCLUSIONES Y SUGERENCIAS
Discusión
Los resultados de la presente investigación han permitido conocer que si bien es
cierto la mayor parte de la muestra se ubicó en el nivel intermedio, (30.1%) existe un
porcentaje de estudiantes (31.6%) que se encuentran en el nivel bajo y muy bajo en
decodificación lectora, lo cual
significa que los estudiantes no cuentan con las
habilidades de decodificación que les correspondería encontrarse por haber cursado
el primer grado de primaria; tomando en cuenta que la prueba se tomó al final del año
escolar (diciembre). Entre los problemas que manifestaron estos niños se encontraron
la dificultad en reconocer las letras, el sonido de las letras. Ello les llevaría a un retraso
lector y más grave aún a no poder interpretar lo que lee. Porque como manifiesta
Pinzás (2001) cuando el nivel de destreza en estos procesos es pobre no se genera la
automaticidad y la demanda de la atención es mayor disminuyendo ésta para poder
comprender lo que se lee., Por lo que es obvio que si no logra decodificar las palabras
difícilmente podrá llevar a cabo los procesos de comprensión (Defior, 2000).
Por otro lado el 31.6% de los estudiantes se ubican por debajo del nivel medio en
conciencia fonológica, es decir, estos estudiantes se ubican en un nivel elemental en
las habilidades fonológicas convirtiéndose en una desventaja para los niños que recién
están aprendiendo a leer, puesto que la conciencia fonológica es una pieza clave que
permite la comprensión de las relaciones entre el lenguaje hablado y el lenguaje
escrito (Pinzás, 2000) y al respecto Solé (2000) señala que para aprender el código el
niño necesita poder manipularlo, reflexionar sobre él, necesita haber desarrollado una
cierta conciencia metalingüística para que puedan comprender los secretos del código.
Estos niños, entonces estarían en riesgo de convertirse en lectores retrasados lo cual
podría generarles un bajo rendimiento escolar en general ya que la lectura es una
herramienta que permite adquirir más conocimiento.
Pudimos comprobar que existía relación entre la conciencia fonológica y la
decodificación lectora, una relación positiva y significativa lo cual nos indicó que los
estudiantes con mayores logros en tareas fonológicas tendían a presentar un
desempeño más eficiente en la decodificación lectora. Estos resultados coincidieron
con muchas investigaciones que señalan a la conciencia fonológica como variable
predictora sobre la lectura (Bravo, 2004) indicando además que no basta con
identificar sílabas o fonemas sino es necesario operar sobre ellos. Esto explicaría la
importancia de entrenar a los estudiantes en tareas de conciencia fonológica ya que
para leer en un sistema alfabético como el nuestro es necesario poseer un cierto nivel
37
de análisis lingüístico que permita discriminar entre los diferentes segmentos
fonológicos que forman las palabras ya que ésta facilita el aprendizaje de la lectura
según Wagner, Torgersen y Rashotte (citados en Pinzás, 2001).
Entre las
investigaciones que han demostrado que la habilidad del niño para segmentar el
habla, se correlaciona positivamente con éxito en el aprendizaje de la lectura, están
las revisadas por Chall (citado en Condemarín, 1992) las cuales examinaban las
relaciones entre el conocimiento de los niños de las relaciones sonido-letra y el logro
temprano de la lectura, determinando que este conocimiento es más importante
incluso que la edad mental. Otro autor también señalado por Condemarín, que revisó
numerosos estudios fue Stanovich.
Esos estudios indican que la habilidad para
decodificar diferencia más a los lectores diestros de los menos diestros, que cualquier
otro componente del proceso lector. También los investigadores Bradley, Wallach y
Wallach y Williams (citados en Defior, 2000)
comprobaron que los métodos que
desarrollan las habilidades fonológicas y la automatización de los procesos de
decodificación, mejoran el rendimiento de los lectores retrasados.
El resultado del estudio de correlación entre las dimensiones de la conciencia
fonológica (conciencia silábica y conciencia fonémica) y la decodificación lectora fue
significativo.
Ello corrobora, (en lo relativo a conciencia silábica) con las
investigaciones llevadas a cabo por Lundberg, Frost y Peter (citados en Barrera y
Fraca, 1999) que han concluido en que la determinación y manipulación de la
conciencia silábica, la cual según estos autores
se concibe como un universal
fonológico, como unidad de desarrollo de la fonología infantil y como el conocimiento
que las palabras están formadas por sílabas, favorece el aprendizaje de la lengua
escrita, específicamente en sus etapas iniciales. La autora Condemarín (1992)
sostiene que reconocer que las palabras habladas y escritas están formadas por
sílabas que corresponden a unidades articulatorias; constituye una clave importante
para la identificación de las palabras. Además, como señala Liberman, (citado en
Condemarín, 1992) los niños pequeños pueden identificar las sílabas en las palabras,
antes de segmentar los fonemas. En cuanto a la conciencia fonémica, varias
investigaciones experimentales realizadas por Treiman, Baron y Antonini (citados en
Barrera y Fraca, 1999) sugieren que la conciencia fonemática no se encuentra
suficientemente desarrollado antes de los 7 años de edad, La conciencia fonémica es
más difícil para los estudiantes porque los fonemas aparecen coarticulados en las
palabras (Jiménez y Ortiz, 1994) por lo que ellas necesitan del aprendizaje de la
lectura para surgir (Selles, 2008). También añade esta autora que entre los niveles de
38
conocimiento fonológico, el que se ha encontrado más relacionado con el aprendizaje
de la lectura es el conocimiento fonémico, que como ya hemos visto consiste en
poseer la habilidad de identificar los sonidos más abstractos del lenguaje oral según
Treiman y Zukowski (citados en Dioses, A., García, L. Matalinares, M. et al, 2006) y
sin esta conciencia fonémica es imposible lograr exitosamente el dominio de la
decodificación.
Por lo tanto, cabe señalar que tanto en la etapa infantil como en
primaria se debería prestar atención al desarrollo de estas habilidades y con mayor
razón, cuando surjan dificultades lectoras, como indican Rueda, Sánchez y González
(citados en Defior, 2000)
Podríamos presumir entonces que la relación que se encontró entre la conciencia
fonológica y la decodificación lectora significan que la variable conciencia fonológica
es una de las habilidades que deberían ser trabajadas para facilitar el desarrollo de las
habilidades de decodificación sobre todo en el aprendizaje inicial de la lectura, hasta
que se logre la automatización de las destrezas de decodificación. El entrenamiento
debería empezar entonces desde el nivel inicial con los niños y niñas como sostienen
Calero, Pérez, Maldonado y Sebastián (citados en Defior, 2000). De ello se infiere que
sería favorable conocer el nivel de conciencia fonológica de los estudiantes al ingresar
al primer grado de primaria, (antes de iniciar el aprendizaje de la lectura) para
determinar si es necesario trabajar en ella para que el aprendizaje del código no le
resulte al estudiante una tortura infundiéndole por lo tanto, un rechazo hacia este
aprendizaje. A través de un aprendizaje exitoso de la lectura se lograría un buen
lector, objetivo buscado y deseado por los maestros, ya que como consecuencia de
ello lograríamos niveles de comprensión más altos y el nivel de rendimiento lector se
incrementaría en los estudiantes
Conclusiones
La mayor parte de los estudiantes de la muestra se ubicó en el nivel medio de
conciencia fonológica.
La mayor parte de los estudiantes de la muestra se ubicó en el nivel medio de la
decodificación lectora.
La relación encontrada entre la conciencia fonológica y la decodificación lectora
fue positiva y significativa.
La relación encontrada entre la conciencia silábica y la decodificación lectora fue
positiva y significativa.
39
La relación encontrada entre la conciencia fonémica y la decodificación lectora fue
positiva y significativa.
Sugerencias
Realizar una evaluación al inicio del año escolar para conocer el nivel de
conciencia fonológica y el nivel de decodificación lectora con las que cuenta el niño.
Poner en ejecución programas de intervención destinados a desarrollar las
habilidades fonológicas y las habilidades de decodificación lectora en los estudiantes
con niveles bajos en estas habilidades.
Otra línea de futuro de esta investigación podría ser conocer el ambiente en que se
desenvuelven los niños, es decir, si estimula o motiva actitudes positivas hacia la
lectura al contar por ejemplo con padres que leen, que le leen a sus hijos, y que
además que les explican la utilidad de la misma.
40
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de San Marcos, Lima, Perú. Recuperado el 23 de septiembre de 2009 de
http://www.cybertesis-edu.pe/sisbiv/2008/velarde_ca/html/indez-framer.html.
Velarde, E. (2009). Habilidades prelectoras. Universidad San Ignacio de Loyola.
Facultad de Educación. Programa Académico de maestría en Educación.
Recuperado
el
10
de
septiembre
2009
de
http://campusvirtual.usil.edu.pe/home/wp-content/uploads/2009/marcoteóricodelashabilidades-pre-lectoras.pdf
43
Vieiro, P. y Gómez I. (2004). Psicología de la lectura: procesos, teorías y aplicaciones
instruccionales. Coruña: Editorial Pearson.
44
Anexos
45
Anexos
Anexo 1
Estadístico de confiabilidad rechazable de la prueba conciencia fonológica
Estadísticos total-elemento
Ítems
Ítem 1
Media de la
escala si se
elimina el
elemento
Varianza de
la escala si
Correlación
se elimina elemento-total
el elemento
corregida
Alfa de
Cronbach si se
elimina el
elemento
18.25
39.461
.000
.896
Ítem 2
18.25
39.461
.000
.896
Ítem 3
18.45
37.313
.395
.892
Ítem 4
18.50
36.684
.479
.891
Ítem 5
18.65
36.976
.365
.893
Ítem 6
18.25
39.461
.000
.896
Ítem 7
18.40
37.937
.308
.894
Ítem 8
18.65
35.082
.693
.886
Ítem 9
18.65
36.029
.527
.889
Ítem 10
18.55
35.629
.643
.887
Ítem 11
18.45
36.261
.613
.888
Ítem 12
18.35
36.871
.667
.888
Ítem 13
18.50
38.368
.163
.897
Ítem 14
18.70
36.326
.467
.891
Ítem 15
18.65
36.134
.509
.890
Ítem 16
18.70
36.116
.503
.890
Ítem 17
18.80
35.326
.638
.887
Ítem 18
18.95
37.524
.298
.894
Ítem 19
18.90
36.621
.439
.891
Ítem 20
18.85
36.029
.527
.889
Ítem 21
18.35
36.871
.667
.888
Ítem 22
18.45
36.366
.591
.888
Ítem 23
18.35
37.818
.409
.892
Ítem 24
18.40
36.568
.622
.888
Ítem 25
18.40
36.884
.549
.890
Ítem 26
18.95
36.787
.430
.892
Ítem 27
18.85
37.503
.277
.895
Ítem 28
19.10
37.147
.488
.891
Ítem 29
19.00
36.632
.489
.890
Ítem 30
18.95
38.050
.205
.896
Estadísticos de confiabilidad
Alfa de
Cronbach
.895
N de
elementos
30
46
Anexo 2
Estadístico de confiabilidad aceptable de la prueba conciencia fonológica
Ítem
Ítem 3
Media de la
escala si se
elimina el
elemento
Varianza de
la escala si
Correlación
se elimina elemento-total
el elemento
corregida
Alfa de
Cronbach si se
elimina el
elemento
15.45
37.313
.395
.896
Ítem 4
15.50
36.684
.479
.894
Ítem 5
15.65
36.976
.365
.897
Ítem 7
15.40
37.937
.308
.897
Ítem 8
15.65
35.082
.693
.889
Ítem 9
15.65
36.029
.527
.893
Ítem 10
15.55
35.629
.643
.891
Ítem 11
15.45
36.261
.613
.892
Ítem 12
15.35
36.871
.667
.892
Ítem 13
15.50
38.368
.163
.901
Ítem 14
15.70
36.326
.467
.895
Ítem 15
15.65
36.134
.509
.894
Ítem 16
15.70
36.116
.503
.894
Ítem 17
15.80
35.326
.638
.890
Ítem 18
15.95
37.524
.298
.898
Ítem 19
15.90
36.621
.439
.895
Ítem 20
15.85
36.029
.527
.893
Ítem 21
15.35
36.871
.667
.892
Ítem 22
15.45
36.366
.591
.892
Ítem 23
15.35
37.818
.409
.896
Ítem 24
15.40
36.568
.622
.892
Ítem 25
15.40
36.884
.549
.893
Ítem 26
15.95
36.787
.430
.895
Ítem 27
15.85
37.503
.277
.899
Ítem 28
16.10
37.147
.488
.894
Ítem 29
16.00
36.632
.489
.894
Ítem 30
15.95
38.050
.205
.900
Estadísticos de confiabilidad
Alfa de Cronbach N de elementos
.898
27
47
Anexo 3
Validez de contenido: Índice de aprobación y validez V (AIKEN) de la prueba para la
evaluación del conocimiento fonológico
Ítem
Juez
4
5
6
7
8
9
10
1
1
1
1
1
1
1
1
10
V de Aiken
S
n(2-1)
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
10
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
10
1
4
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
10
1
5
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
10
1
6
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
10
1
7
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
10
1
8
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
10
1
9
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
10
1
10
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
10
1
11
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
10
1
12
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
10
1
13
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
10
1
14
1
1
1
1
1
1
1
1
0
1
9
0.90
15
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
10
1
16
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
10
1
17
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
10
1
18
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
10
1
19
1
1
1
1
1
1
1
1
0
1
9
0.90
20
1
1
1
1
1
1
1
1
0
1
9
0.90
21
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
10
1
22
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
10
1
23
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
10
1
24
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
10
1
25
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
10
1
26
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
10
1
27
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
10
1
28
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
10
1
29
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
10
1
30
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
2
1
1
1
2
1
3
N=30
Acuerdos
s
10
1
V. total
0.99
48
Anexo 4
Estadístico de confiabilidad de la prueba decodificación lectora
Ítem
Ítem 1
Ítem 2
Ítem 3
Ítem 4
Ítem 5
Ítem 6
Ítem 7
Ítem 8
Ítem 9
Ítem 10
Ítem11
Ítem 12
Ítem 13
Ítem 14
Ítem 15
Ítem 16
Ítem 17
Ítem 18
Ítem 19
Ítem 20
Ítem 21
Ítem 22
Ítem 23
Ítem24
Ítem 25
Ítem 26
Ítem 27
Ítem 28
Ítem 29
Ítem 30
Ítem 31
Ítem 32
Ítem 33
Ítem 34
Ítem 35
Ítem 36
Ítem 37
Ítem 38
Ítem 39
Ítem 40
Ítem 41
Ítem 42
Ítem 43
Ítem 44
Ítem 45
Ítem 46
Ítem 47
Ítem 48
Ítem 49
Ítem 50
Ítem 51
Ítem 52
Ítem 53
Ítem 54
Ítem 55
Ítem 56
Ítem 57
Media de la
escala si se
elimina el
elemento
29.50
29.40
29.55
29.65
29.15
29.90
29.45
29.20
29.50
29.80
29.95
29.70
29.70
29.70
29.90
29.95
29.75
29.80
29.40
29.90
29.90
29.90
29.95
29.90
29.95
29.35
29.35
29.45
29.65
29.55
29.45
29.85
29.95
29.95
29.50
29.90
29.75
29.70
29.75
29.65
29.75
29.75
29.95
29.65
29.95
29.65
29.75
29.85
29.80
29.75
29.70
29.80
29.85
29.65
29.90
29.85
29.95
Varianza de
la escala si
se elimina el
elemento
448.263
436.779
438.366
434.450
444.871
433.147
441.313
443.221
440.158
439.747
436.471
436.326
434.537
430.747
430.516
431.313
430.092
431.011
436.674
428.200
428.200
435.779
436.366
437.253
435.208
436.134
435.713
431.734
430.239
435.839
433.524
433.187
431.418
431.629
432.053
436.832
431.039
428.326
427.145
432.029
428.513
431.566
431.418
429.713
431.418
429.713
427.355
427.608
427.958
427.355
427.063
427.326
427.608
428.871
430.516
428.134
431.103
Correlación
elemento-total
corregida
-.175
.425
.297
.475
.000
.623
.169
.170
.218
.238
.480
.388
.473
.654
.768
.785
.697
.670
.431
.896
.896
.480
.486
.399
.555
.500
.525
.661
.675
.418
.568
.586
.779
.767
.618
.422
.651
.771
.841
.590
.774
.625
.779
.700
.779
.700
.831
.876
.824
.831
.832
.855
.876
.741
.768
.849
.798
Alfa de Cronbach
si se elimina el
elemento
.980
.979
.980
.979
.980
.979
.980
.980
.980
.980
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
49
Ítem 58
Ítem 59
Ítem 60
Ítem 61
Ítem 62
Ítem 63
Ítem 64
Ítem 65
Ítem 66
Ítem 67
Ítem 68
Ítem 69
Ítem 70
29.95
29.75
29.80
29.65
29.75
29.90
29.80
29.65
29.65
29.70
29.80
29.60
29.55
431.103
429.566
.798
.722
.979
.979
427.326
428.976
428.829
428.200
427.853
428.345
433.292
433.695
428.800
430.358
431.208
.855
.736
.758
.896
.829
.766
.530
.513
.781
.673
.642
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
.979
Estadísticos de confiabilidad
Alfa de
Cronbach
N de
elementos
.979
70
Anexo 5
Validez de contenido: Índice de aprobación y validez V (AIKEN) del test exploratorio de
dislexia específica en lo referido a la primera parte de la prueba (nivel de
decodificación lectora)
Ítem
Jueces
Acuerdos
S
V de Aiken
S
n(2-1)
1
2
3
4
5
1
1
1
1
1
1
5
1
2
1
1
1
1
1
5
1
3
1
1
1
1
1
5
1
4
1
1
1
1
1
5
1
5
1
1
1
1
1
5
1
6
1
1
1
1
1
5
1
7
1
1
1
1
1
5
1
8
1
1
1
1
1
5
1
9
1
1
1
1
1
5
1
10
1
1
1
1
1
5
1
11
1
1
1
1
1
5
1
12
1
1
1
1
1
5
1
13
1
1
1
1
1
5
1
14
1
1
1
1
1
5
1
15
1
1
1
1
1
5
1
16
1
1
1
1
1
5
1
17
1
1
1
1
1
5
1
18
1
1
1
1
1
5
1
19
1
1
1
1
1
5
1
50
20
1
1
1
1
1
5
1
21
1
1
1
1
1
5
1
22
1
1
1
1
1
5
1
23
1
1
1
1
1
5
1
24
1
1
1
1
1
5
1
25
1
1
1
1
1
5
1
26
1
1
1
1
1
5
1
27
1
1
1
1
1
5
1
28
1
1
1
1
1
5
1
29
1
1
1
1
1
5
1
30
1
1
1
1
1
5
1
31
1
1
1
1
1
5
1
32
1
1
1
1
1
5
1
33
1
1
1
1
1
5
1
34
1
1
1
1
1
5
1
35
1
1
1
1
1
5
1
36
1
1
1
1
1
5
1
37
1
1
1
1
1
5
1
38
1
1
1
1
1
5
1
39
1
1
1
1
1
5
1
40
1
1
1
1
1
5
1
41
1
1
1
0
1
4
0.8
42
1
1
1
1
1
5
1
43
1
1
1
1
1
5
1
44
1
1
1
1
1
5
1
45
1
1
1
1
1
5
1
46
1
1
1
1
1
5
1
47
1
1
1
1
1
5
1
48
1
1
1
1
1
5
1
49
1
1
1
1
1
5
1
50
1
1
1
1
1
5
1
51
1
1
1
1
1
5
1
52
1
1
1
1
1
5
1
53
1
1
1
1
1
5
1
54
1
1
1
1
1
5
1
55
1
1
1
1
1
5
1
56
1
1
1
1
1
5
1
57
1
1
1
1
1
5
1
58
1
1
1
1
1
5
1
59
1
1
1
1
1
5
1
60
1
1
1
1
1
5
1
61
1
1
1
1
1
5
1
51
62
1
1
1
1
1
5
1
63
1
1
1
1
1
5
1
64
1
1
1
1
1
5
1
65
1
1
1
1
1
5
1
66
1
1
1
0
1
4
0.8
67
1
1
1
1
1
5
1
68
1
1
1
1
1
5
1
69
1
1
1
1
1
5
1
70
1
1
1
1
1
5
1
71
1
1
1
1
1
5
1
72
1
1
1
1
1
5
1
73
1
1
1
1
1
5
1
74
1
1
1
1
1
5
1
75
1
1
1
1
1
5
1
76
1
1
1
1
1
5
1
77
1
1
1
1
1
5
1
78
1
1
1
1
1
5
1
79
1
1
1
1
1
5
1
80
1
1
1
1
1
5
1
81
1
1
1
1
1
5
1
82
1
1
1
1
1
5
1
93
1
1
1
1
1
5
1
84
1
1
1
1
1
5
1
85
1
1
1
1
1
5
1
86
1
1
1
1
1
5
1
87
1
1
1
1
1
5
1
88
1
1
1
1
1
5
1
89
1
1
1
1
1
5
1
90
1
1
1
1
1
5
1
91
1
1
1
1
1
5
1
92
1
1
1
1
1
5
1
93
1
1
1
1
1
5
1
94
1
1
1
1
1
5
1
95
1
1
1
1
1
5
1
96
1
1
1
1
1
5
1
97
1
1
1
1
1
5
1
98
1
1
1
1
1
5
1
99
1
1
1
1
1
5
1
100
1
1
1
1
1
5
1
V. total
0.99
N=100
52
Anexo 6
Prueba Kolmogorov Smirnov para una muestra
Puntaje
decodificación
lectora
Puntaje conciencia
fonológica
Z de Kolmogorov-Smirnov
1.974
.791
Sig. (bilateral)
.001
.559
N= 133
La distribución de los datos no es normal puesto que el nivel de significancia en
puntaje de decodificación lectora es de .001 para dicho nivel de significación p menor
que .005. sin embargo, se observa que en el puntaje de conciencia fonológica el
nivel de significación p es de .559. Para dicho nivel de significación p mayor que .05.
Por lo tanto, al no observarse distribución normal en los datos fue utilizada la prueba
estadística r de Spearman.
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