Barrero González, N. (2003): Diseño de programas de orientación y formación en las empresas. Enfoque sistémico, metacognitivo y competencial Área temática: 2. Información no financiera: Indicadores para la medida de la gestión DISEÑO DE PROGRAMAS DE ORIENTACIÓN Y FORMACIÓN EN LAS EMPRESAS: ENFOQUE SISTÉMICO, METACOGNITIVO Y COMPETENCIAL* Narciso Barrero González Universidad de Sevilla. Área Departamental de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación 954-556567 [email protected] [email protected] RESUMEN La formación es una estrategia significativa para el incremento del capital intelectual de las organizaciones. La unidad de orientación y formación del departamento de recursos humanos es un activo valioso aunque su naturaleza es intangible. Las necesidades de formación pueden ser detectadas por el departamento de recursos humanos para diseñar un programa ecológico de orientación y formación adecuadas a los objetivos estratégicos de la empresa y a los intereses de los empleados. PALABRAS CLAVE: formación, competencias, sistema, metacognición. ABSTRACT Training is an important strategy to increase the intellectual capital of organization. The unity of counseling and training of resources human department is a valuable active although your character is slippery. The training needs can be detecting for the human resources department for design an ecological program of training and counseling in order to enterprise strategic objectives and the employer’s interests. KEY WORDS: training, competence, system, metacognition. INTRODUCCIÓN En este trabajo se enfoca la orientación y la formación en las empresas desde una perspectiva de competencias que supera el tradicional enfoque basado en el análisis de rasgos. El concepto de formación de las competencias se explica desde una perspectiva de auto-dirección de los procesos instructivos. Se analizan los diferentes tipos de competencias según se refieran a contenidos, a experiencias, a habilidades sociales o a estrategias metacognitivas. También se definen cuales son los objetivos en la formación por competencias diferenciando entre objetivos instructivos y objetivos competenciales o ligados a la práctica de lo que se ha de aprender y se explica el auto-diseño del perfil de competencias profesionales en función de la actividad del orientador educativo como consultor de formación. Por último se desarrolla la planificación de la formación desde una perspectiva sistémica y se incide en aspectos de potencial, gestión del personal y mejora del clima laboral en las acciones formativas, relacionándose la evaluación y la retroalimentación de la formación como componentes esenciales de una filosofía de calidad total en los procesos formativos. * Ponencia presentada en el Congreso Virtual de Activos Intangibles (Tenerife, 2003) 1. – EL PROCESO DE GESTIÓN POR COMPETENCIAS I Congreso Internacional y Virtual de Intangibles. Psicología, Derecho, Contabilidad: Nuevas vías de Interdisciplinariedad . 1 Barrero González, N. (2003): Diseño de programas de orientación y formación en las empresas. Enfoque sistémico, metacognitivo y competencial En los modelos de gestión por rasgos* se hacía un seguimiento de las características psicológicas de los sujetos que daba poca información sobre sus habilidades observables, inducían a confusiones y no ofrecían un perfil basal de habilidades sobre el que construir un diseño formativo. En cambio en los actuales modelos centrados en el desempeño se procura analizar, describir y proyectar la habilidad concreta que el individuo tiene o debe tener. Esto se traduce desde un punto de vista normativo en la consideración de la profesión como un conjunto de competencias* válidas y significativas para un empleo concreto (Ministerio de Trabajo, 1995). Tomando como referencia un caso práctico: lo adecuado no será proponerse que los vendedores tengan una personalidad equilibrada y atrayente para los clientes (rasgos) sino que, por ejemplo, “establezcan una comunicación positiva con un 80% de los clientes potenciales pertenecientes a su concesión, logrando operaciones efectivas con un 30 % de éstos” (competencias). La formación basada en competencias debe tener un enfoque sistémico que considera a la empresa como un contexto de producción cuyos elementos de valor* son interdependientes. Si el sistema formativo está bien diseñando y las circunstancias lo permiten, este modelo sistémicocompetencial puede llegar a gestionarse de forma metacognitiva mediante auto-control ejecutivo por parte de los propios formandos. Conseguir la auto-observación metacognitiva de las propias competencias es necesario si se quiere implicar personalmente al formando; él es quien ha de llevar a cabo la verdadera observación de competencias auxiliado por el formador que actúa como un catalizador (medium) entre la complejidad de las tareas y las capacidades del sujeto. De esta forma se supera el enfoque conductista de la observación externa por el sistémicoprocesual de la auto-observación mediada. La aptitud pedagógica del formador debe garantizar el nivel mediacional crítico a partir del cual las personas comienzan a auto-dirigir sus propios procesos de aprendizaje. Para lograrlo es preciso que el director de formación construya un programa estructurado mediante auto-preguntas y actividades de grupo cooperativo en las el formando va a tener que desarrollar sus habilidades. En el caso que anteriormente propuse como ejemplo las competencias operativas a desarrollar podrían ser las siguientes: 1.- Establecer contacto personal positivo con un 80 % de todos los clientes potenciales correspondientes a su concesión 2.- Adquirir un nivel eficiente de conocimientos mecánicos en relación con el de los clientes potenciales 3.- Trabajar en equipo con los comerciales de concesiones limítrofes con objeto de captar para la marca clientes fuera del ámbito propio de actuación 4.- Integrar las prestaciones de los vehículos con las necesidades reales de los clientes para su máxima satisfacción. 5.- Investigar aspectos financieros del contexto de los clientes para anticipar posibles fallidos en la financiación de las operaciones. 2.- ASPECTOS DE LA FORMACIÓN EN COMPETENCIAS La orientación de la gestión en RR. HH. hacia las competencias ha contribuido a realzar el papel de la formación ya que, como antes apuntaba, es más fácil y práctico evaluar y mejorar habilidades en una empresa concreta y en determinado puesto de trabajo que rasgos de personalidad o características psicológicas generales. El enfoque sistémico por competencias implica elevadas exigencias al equipo de formadores ya que las habilidades a desarrollar suelen I Congreso Internacional y Virtual de Intangibles. Psicología, Derecho, Contabilidad: Nuevas vías de Interdisciplinariedad . 2 Barrero González, N. (2003): Diseño de programas de orientación y formación en las empresas. Enfoque sistémico, metacognitivo y competencial estar detalladas, ancladas en las necesidades del sistema en el que se van a implementar, y el éxito o el fracaso se establecen de forma diáfana tanto por auto-observación como por evaluación externa. 2.1 La formación como auto-orientación Las auto-preguntas en relación con las propias competencias deben orientarse hacia todos sus componentes (cuadro 2.2.1 A). La persona que asiste a su proceso de formación debe poder estimar el nivel de auto-observación que admite la destreza formulándose la pregunta: “¿Puedo visualizar cómo lo hago?”. En unas tareas este control puede ser más fácil que en otras, por ejemplo en un curso de paquetería de unos grandes almacenes la grabación en vídeo puede ser muy oportuna, en cambio en gestiones de alta dirección las personas implicadas pueden no ver adecuado que se les grabe o que el mediador les observe. Suele decirse que desmotivar es fácil y que motivar es mucho más difícil pero motivar para el aprendizaje es perfectamente posible si el equipo de formadores construye un módulo de motivación eficiente para el programa de intervención. Con esa idea comenzamos el siguiente punto. 2.2 Componentes de la idea de competencia En cuanto al componente motivacional de la competencia (“¿por qué hago esto?”) la observación auxiliada por el formador-mediador puede ayudar tanto en la búsqueda de motivos intrínsecos como en la construcción de un módulo introductorio que incremente el interés por aquello que hay que aprender (cuadro 2.2.A). Las habilidades o competencias de desempeño tienen un corpus de contenidos cognitivos o conocimientos teóricos que se refieren a la habilidad a desarrollar (“¿qué sé acerca de esto?”); aunque desde un enfoque metacognitivo el contenido de la actividad parece estar vacío, al terminar la acción formativa el sujeto debe tener conciencia de haber adquirido unos conocimientos determinados. El formando puede establecer cuáles son sus estrategias o destrezas de actuación experta situándose en una escala que le permita posteriormente controlar su proceso de crecimiento: “¿Qué nivel tengo (entre 1 y 5)?”. Conseguir que el formando no cometa el error de confundir formación con selección, consecuencia en parte del carácter selectivo de la formación académica tradicional, es responsabilidad del responsable que debe animar al equipo de formadores a que adopten una actitud no selectiva y no comparativa. Las habilidades sociales son necesarias para desarrollar las destrezas técnicas: “¿Se considera bien que yo lo haga?”. No basta con saber hacer las cosas, sino que hay que procurar que esa, en principio, buena ejecución no provoque distorsiones de contexto. Por último señalaremos que la persona que aprende una habilidad debe ser consciente de si el contexto personal y material potencia o dificulta la destreza: “¿tengo recursos materiales y personales para hacer la tarea?”. Contando con un contexto favorable el formando, con la ayuda de su mediador, puede establecer sinergias que potencien el desempeño de la tarea en línea con sus habilidades y preferencias (Pereda y Berrocal, 1999; Muñoz, 2000), dentro de un proyecto personal de auto-orientación. El enfoque sistémico y metacognitivo de la gestión de la formación por competencias hace posible que sean los formandos los que se consideren protagonistas de su propia especialización dentro de una estructura que emplea un sistema de comunicación explícito, es decir, asentado en el logro de habilidades observables. También permite, si la empresa decide I Congreso Internacional y Virtual de Intangibles. Psicología, Derecho, Contabilidad: Nuevas vías de Interdisciplinariedad . 3 Barrero González, N. (2003): Diseño de programas de orientación y formación en las empresas. Enfoque sistémico, metacognitivo y competencial seguir contando con determinado empleado, soslayar los defectos del pasado y programar su mejora. Como ejemplo de estos modelos formativos podríamos citar la legión extranjera: a nadie se le pregunta por su pasado, e independientemente de lo que hayan sido se les convierte en militares de elite. AUTO-PREGUNTAS DE FORMACIÓN EN COMPETENCIAS Nivel de auto-observación que admite la destreza ¿Puedo ver cómo lo hago? Componente motivacional de la competencia ¿Por qué hago esto? Contenidos cognitivos o conocimientos teóricos que se refieren a la habilidad a desarrollar ¿Qué sé acerca de esto? Estrategias o destrezas de actuación experta ¿Dónde estoy? (Entre 1 y 5) Habilidades sociales para desarrollar las destrezas técnicas ¿Se considera bien que yo lo haga? Tipo de contexto que potencia o dificulta la destreza ¿Tengo recursos materiales y personales para hacer la tarea? (Cuadro 2.2.A) 3. TIPOS DE COMPETENCIAS La formación se desarrolla en el marco de un contexto personal que incluye aprendizajes no sólo acerca de contenidos o saberes, sino también referidos a experiencias de habilidades concretas, a habilidades sociales y a habilidades de auto-aprendizaje o de saber aprender (Martín Berrido y Dengra Martínez, 1999, Boyatzis, 2000). 3.1 Competencias referidas a los contenidos En los diseños de formación no se puede prescindir de las rutinas de aprendizaje de contenidos, a pesar de la primacía de los procedimientos sobre éstos. Por ejemplo, si en una editorial queremos sustituir el programa de edición de libros los empleados deberán asimilar el nuevo programa mediante el estudio. La idea del aprendizaje sin esfuerzo para la asimilación de contenidos es errónea ya que un buen diseño de motivación no consiste en que aprendamos sin esfuerzo sino que el esfuerzo que hacemos no sea vivido como algo insufrible: un ciclista que sube un puerto en una competición se está esforzando al máximo pero el acicate de la posible victoria hace que lo que podría ser en otro contexto el martirio de un trabajo forzado se transforme en una actividad asumida como un verdadero disfrute. I Congreso Internacional y Virtual de Intangibles. Psicología, Derecho, Contabilidad: Nuevas vías de Interdisciplinariedad . 4 Barrero González, N. (2003): Diseño de programas de orientación y formación en las empresas. Enfoque sistémico, metacognitivo y competencial 3.2 Competencias referidas a las experiencias Los contenidos competenciales son necesarios pero no suficientes. El desempeño profesional de una persona se define también por su capacidad de resolver problemas en la práctica. Por ejemplo, un abogado, además de tener un brillante expediente académico, tiene que demostrar en el bufete en el que se incorpora como debutante que es capaz de transformar sus conocimientos teóricos en éxitos palpables en forma de casos ganados. Si el modelo formativo es demasiado teórico, debido a un nivel insuficiente de concreción de las actividades, el programa no funciona como un modelo teórico procesual de la práctica real y la distancia establecida entre teoría y práctica hace que no se produzca entre ambas la tensión dialéctica que permite mejorar los modelos teóricos a partir de su experimentación en la realidad. 3.3 Competencias de habilidad social Un empleado puede tener elevadas competencias en cuanto a contenidos de su profesión y en la ejecución práctica de éstos, pero necesita además que el aprendizaje y la expresión de dichos conocimientos y habilidades no tengan una repercusión social negativa en el sistema o contexto laboral (Goleman, 1997). Las personas piensan antes con los sentimientos que con la razón y como sentencia la conocida frase de Pascal “el corazón tiene razones que la inteligencia no entiende”. Los conocimientos y habilidades, para que se transfieran funcionalmente al puesto de trabajo, se tienen que adquirir de forma que sean sentidos como beneficiosos por los jefes y subordinados. La formación tiene que percibirse con una nota de oportunidad y recibirse como algo que responde a necesidades sentidas como verdaderas. En relación con este concepto de oportunidad tenemos que tener en cuenta, como decía Winston Churchill, que las personas siempre quieren aprender pero no siempre ni en todo momento están dispuestas a que se les enseñe, por lo que las competencias deben desarrollarse siempre que ello sea aceptado en el contexto real y cuando no se generen tensiones en el medio que después no se puedan resolver. 3.4 Competencias metacognitivas de aprender a aprender Si sabemos, si aplicamos lo que sabemos y si cuidamos la repercusión social, queda aún un cuarto tipo de competencia que engloba y supera a las tres primeras: las competencias metacognitivas de aprender a aprender permiten a los formandos sentirse los protagonistas del proceso instructivo y modificarlo en función de las carencias establecidas mediante el proceso de auto-observación. Sin estas competencias de auto-regulación los formandos pueden parecer productivos para la empresa porque tienen conocimientos y los aplican con inteligencia social de forma observable, pero esta eficacia no es suficiente ya que en ese caso no podrán remodelar su propio proceso de aprendizaje en función de las necesidades de producción y ello pasará factura de forma segura en forma de fallos en el producto y en la rentabilidad del esfuerzo empresarial (Flavell, 1979; McEachen, 1999). 4. LOS OBJETIVOS EN LA FORMACIÓN POR COMPETENCIAS La definición de los objetivos formativos es muy exacta desde este enfoque porque nos estamos refiriendo a conductas observables que pueden visualizarse mentalmente como una película. Cuando el objetivo no se puede imaginar de esta forma estamos en un nivel de abstracción demasiado elevado y, si se permite el símil cinematográfico, no estamos dibujando el mapa del I Congreso Internacional y Virtual de Intangibles. Psicología, Derecho, Contabilidad: Nuevas vías de Interdisciplinariedad . 5 Barrero González, N. (2003): Diseño de programas de orientación y formación en las empresas. Enfoque sistémico, metacognitivo y competencial tesoro sino sólo emitiendo opiniones sobre donde pueda estar. De esa forma nunca podremos averiguar si lo hemos encontrado o no. Otra razón por la que los objetivos han de ser operativos es que, según las investigaciones sobre aprendizaje, la generalización es un fenómeno relativo: aprendemos lo que estudiamos y practicamos directamente, por ejemplo, saber un idioma potencia algo el aprendizaje de otro, pero si queremos tener ese segundo idioma tendremos que trabajar duramente para conseguirlo. 4.1 Los objetivos instructivos El enfoque instructivo, tradicional tanto en el medio académico como en el empresarial, produce un desfase entre la competencia y lo que se enseña. De ahí el destino de algunos manuales de formación, comprobamos que han servido para desarrollar determinado curso o actividad pero que luego han sido olvidados por sus propios usuarios. En relación con los objetivos instructivos el enfoque procesual ha constituido una mejora importante, desde este punto de vista el formador intenta describir y enseñar los procesos más relevantes de una actividad para que a modo de película de la acción la persona que aprende pueda representarse todos los pasos necesarios. Sin embargo esto sigue sin ser suficiente; imaginémonos que esa habilidad consiste en controlar la temperatura de una máquina, la cual se avería de forma irreparable si se sobrepasa cierto nivel. En este caso habrá que enseñar concretamente el manejo del mecanismo y obviar abstracciones de proceso que van a obligar al empleado a un esfuerzo de generalización con la consiguiente pérdida de eficiencia. A la formación se le ha concedido a veces el dudoso privilegio de la inexactitud, pero cuando ello provoca pérdidas millonarias las empresas se deciden a exigir diseños de formación con calidad total y fallos cero. En el caso de Estados Unidos Thomas O. Davenport (2000) ha comprobado que: “el 70 por 100 de lo que los empleados sabían acerca de su trabajo lo habían aprendido de un modo informal... los cien billones de dólares anuales que las firmas americanas destinan a la formación de sus empleados sólo cubrían un 30 por 100 de lo que estos conocían acerca de su función a desempeñar” (Pag. 9) De esta información se deriva que existe un desfase entre formación instructiva y formación en competencias. Los empleados superan esta distancia convirtiéndose en verdaderos auto-didactas (Buterf, 1991) y dejando en muy mal lugar de paso a los departamentos de formación de sus empresas. 4.2 Objetivos competenciales Esa es la cuestión: ¿Cómo convertir los objetivos instructivos en objetivos referidos a competencias?. La respuesta es tan sencilla que quizás su misma claridad nos impida verla: procurando que los formandos hagan lo que tienen que aprender, ahí puede estar la clave de un diseño de calidad. Cuando desempeñamos nuestros servicios como formadores tenemos que conseguir que todos los componentes de la empresa conozcan nuestras intenciones: a qué necesidad se responde, cómo se va a desarrollar de forma pormenorizada y qué medida concreta se va a emplear para evaluar los resultados. Todo ello para que nos permitan utilizar al máximo nivel la misma empresa como instrumento de aprendizaje y para que quienes van a aprender se sometan al estrés ciertamente elevado que provoca el enfrentamiento con las exigencias de la realidad. Sin embargo el esfuerzo vale la pena porque ese enfrentamiento con la realidad es el que potencia la generalización, tema que tratamos en el siguiente punto. 4.3 La generalización de las competencias I Congreso Internacional y Virtual de Intangibles. Psicología, Derecho, Contabilidad: Nuevas vías de Interdisciplinariedad . 6 Barrero González, N. (2003): Diseño de programas de orientación y formación en las empresas. Enfoque sistémico, metacognitivo y competencial Para que las competencias adquiridas en un curso de formación se generalicen* o transfieran al puesto de trabajo concreto es necesario que de alguna forma los jefes que tienen a su cargo los empleados participen en el proceso de formación y puedan aportar su colaboración como expertos. No se trata sólo de tenerlos contentos para que no boicoteen la formación en cualquiera de sus fases, sino que es una medida natural, ya que los jefes o directivos son elementos muy relevantes del propio proceso formativo y como mentores* por derecho propio tienen mucho que decir a cerca de éste. Este proceso de incorporación de colaboradores al proceso formativo tiene una importancia relevante y no debe interpretarse como una complicación añadida ya que el formador, cuyo trabajo se parece más al de un controlador aéreo que al de un profesor tradicional, tiene que mover cientos de variables en un gran número de personas que influyen en el proceso interactuando entre ellas. Otra estrategia de generalización consiste en motivar la actividad formativa mediante un taller de creatividad que supervisado por el equipo de formación genere simultáneamente soluciones de productividad y aprendizaje de tareas. Por ejemplo, si la empresa necesita reducir el número de devoluciones se puede crear una comunidad formativa en la que se construya para la empresa un protocolo de medidas por las que el cliente y/o los concesionarios soporten mejor los defectos de fabricación, asuman en cierta medida su restauración o bien para que el producto sea sometido a controles de calidad (chek list) más rigurosos. 5.- EL DISEÑO DE PROFESIONALES LA FORMACIÓN EN FUNCIÓN DE LOS PERFILES El equipo de formación de una empresa tiene que construir una maqueta de competencias para cada tipo de personal o puesto de trabajo de la empresa y desarrollar posteriormente su programa de forma que dicha maqueta se convierta en realidad. De esta manera la formación se diseña en función de las necesidades reales de la empresa y procura aprendizajes necesarios para el incremento de su competitividad. 5.1 Auto-diseño del perfil de competencias profesionales Cuando se dedica el tiempo necesario a que los formandos reflexionen sobre sus necesidades de formación dentro de la empresa es frecuente que las demandas de la propia empresa y de los individuos coincidan. Para ello es necesario que la dirección facultativa del proceso de formación tenga en cuenta que las personas gustan de dirigir sus propios procesos de aprendizaje de forma autónoma. Es decir, el buen formador es prudente y frena sus deseos naturales de enseñar en beneficio de que aparezcan de forma natural los deseos de aprender. En un negocio en el que el tiempo es oro esta condición puede parecer un lujo, pero es una medida eficaz para que, como antes apuntábamos, el 30% de habilidades adquiridas en la formación en las empresas crezca en relación con el 70% de habilidades adquiridas de manera informal (Davenport, 2000). El director facultativo de formación en la empresa* debe procurar a los empleados y directivos posibilidades formativas e informativas para que puedan entender qué competencias profesionales precisan y de qué manera pueden servirse del sistema de formación de la empresa para conseguirlas. La formación entendida de esta manera, sobre todo en relación con los cuadros medios y altos, tiene un carácter consultivo que desarrollamos en el siguiente punto. 5.2 El consultor de formación y el diseño de los perfiles I Congreso Internacional y Virtual de Intangibles. Psicología, Derecho, Contabilidad: Nuevas vías de Interdisciplinariedad . 7 Barrero González, N. (2003): Diseño de programas de orientación y formación en las empresas. Enfoque sistémico, metacognitivo y competencial La formación consultiva elimina relaciones de dependencia entre la persona que se forma y la que imparte la formación, constituyendo una actividad que se lleva a cabo entre dos profesionales en los que no hay diferencias cuantitativas sino cualitativas. No se trata de la típica consulta al experto de carácter para-clínico (Rodríguez Espinar, 1995) sino de una relación horizontal en la que el formador actúa como un ejecutivo de cambio positivo en el entorno cultural de la empresa: “Las funciones del consultor como agente de cambio o consultor de procesos, se dirigirán en un principio a la formación de directivos para pasar posteriormente a la formación de aquellos grupos referentes que tienen como objetivo la dinamización y la innovación de las organizaciones. No se trataría tanto de dar consejos y de proporcionar información, sino de transmitir valores, estrategias y técnicas para que los propios miembros resuelvan los problemas a través de un proceso de desarrollo. Para ello, el consultor habrá de crear un contexto favorable que estimule la relación, que dé participación, que asuma responsabilidades, que dote de competencias y que fomente la creatividad”. (Pag. 171) El modelo de consulta desde una vertiente metacognitiva se justifica especialmente en el caso del personal ejecutivo. No es casualidad que la auto-orientacion de los procesos de pensamiento en general se haya definido como dirección ejecutiva de los propios procesos de resolución de problemas. En la medida en que las personas en formación tienen una mayor capacidad de autodirección también son capaces de asumir mayores responsabilidades en relación con la autogestión de sus propios procesos de pensamiento. 6 LA PLANIFICACIÓN DE LA FORMACIÓN La planificación de la formación forma parte de la planificación global de toda la empresa. Las metas de la formación apuntan al conjunto de objetivos estratégicos de la empresa y la misión de los responsables de formación consiste en procurar las competencias requeridas por los puestos de trabajo en función de los perfiles de exigencias de los mismos. La unidad de formación está especialmente implicada en la definición y el desarrollo de la plantilla cualitativa o conjunto de competencias que han de reunir los componentes de la empresa. 6.1 Metacognición y planificación sistémica de la formación El proceso de planificación de la formación tiene como objetivo conseguir que la plantilla cualitativa de la empresa sea la requerida, desde el punto de vista de las competencias, para que la empresa pueda lograr sus objetivos estratégicos. La planificación de la formación puede definirse desde un punto de vista metacognitivo (Anexo) como un proceso o diseño estándar* autodirigido por los propios formandos, de planes estratégicos para el desarrollo de las competencias necesarias en orden a los objetivos de la organización. En cierto modo nos encontramos ante una contradicción, pues por un lado planificar es anticipar el futuro y por otro negar dicho futuro, es decir, se trata no ya de predecir lo probable, sino de orquestar lo que parece imposible de conseguir para que ocurra. En el actual contexto de plena competitividad las empresas que orientan sus objetivos estratégicos y la formación en esta dirección son las que tienen más posibilidades de supervivencia en el juego del mercado. Desde una perspectiva sistémica* la planificación de la formación implica la identificación de la discrepancia entre dónde estamos actualmente y dónde deberíamos estar (Alvarez Rojo, 1987). I Congreso Internacional y Virtual de Intangibles. Psicología, Derecho, Contabilidad: Nuevas vías de Interdisciplinariedad . 8 Barrero González, N. (2003): Diseño de programas de orientación y formación en las empresas. Enfoque sistémico, metacognitivo y competencial Los pasos para solventar esta discrepancia entre situación actual e ideal se detallan en el cuadro 6.1 A. ENFOQUE SISTÉMICO DE PLANIFICACIÓN FORMATIVA 1. Identificación de una necesidad como respuesta a un problema 2. Determinación de alternativas reales de solución 3. Selección de estrategias de solución entre las alternativas creadas 4. Implementación en la práctica de las estrategias elegidas 5. Control evaluativo del desarrollo del diseño de formación 6. Retroalimentación para la calidad total del proceso (Cuadro 6.1 A) 6.2 Estrategias de planificación de la formación El equipo de formadores ha de desarrollar un modelo de planificación estratégica y disponer de un protocolo formativo que, una vez estructurado el mapa cualitativo y cuantitativo de la empresa, diferencie entre competencias de trabajadores fijos y temporales, así como la relación a establecer con servicios formativos externos. Las estrategias fundamentales (cuadro 6.2 A) son las siguientes: A.- Esquema de planificación del potencial de competencias ya que las personas, si reciben auxilio mediacional, son capaces de lograr niveles de habilidad muy elevados. B.- Gestión del personal que vamos a formar estableciendo además de sus competencias, un esquema de personalidad actual, una previsión de su conducta y las acciones a llevar a cabo con esas conductas probables en función de la productividad de la empresa C.- Mejora del clima laboral, procurando la satisfacción y la motivación de los empleados. A.- Esquema de planificación del potencial de competencias Gedeón, el caudillo bíblico, no sabía qué valor tenían sus futuros guerreros, pero observando quienes bebían en su mano y quienes de bruces, eligió a los primeros y ganó la batalla. Este ejemplo introduce la idea de que, además de las competencias que un sujeto tiene aquí y ahora, existe un conjunto de competencias que aunque no sean dominio actual de la persona sí las puede tener en potencia. De la misma forma que la mejor acción de bolsa puede ser la más ruinosa (los cazadores de gangas suelen aprovechar con especial maestría estas situaciones de exceso de papel), I Congreso Internacional y Virtual de Intangibles. Psicología, Derecho, Contabilidad: Nuevas vías de Interdisciplinariedad . 9 Barrero González, N. (2003): Diseño de programas de orientación y formación en las empresas. Enfoque sistémico, metacognitivo y competencial también las personas tienen momentos en su vida de bajo nivel de competencias actuales pero de alto potencial futuro. Esto no quiere decir que la empresa se embarque en quiméricos proyectos de personal, pero el equipo de formación tiene que tener cierta capacidad para anticipar qué formandos saben aprender aunque no tengan determinado dominio competencial. Esto implica cierto riesgo para el formador, pero también puede contribuir a incrementar su credibilidad y dignidad en un tipo de organización como es la empresarial en la que puede parecer que todo el mundo se arriesga menos el área de formación. MACROESTRATEGIAS DE FORMACIÓN A. PLANIFICACIÓN DEL POTENCIAL DISEÑO PROSPECTIVO DE COMPETENCIAS AUXILIO MEDIACIONAL B. GESTIÓN DE PERSONAL PERSONALIDAD ACTUAL CONDUCTAS PREVISIBLES CCIONES A TOMAR C. MEJORA DEL CLIMA LABORAL AUTO-MOTIVACIÓN PROCESOS REFLEXIVOS (Cuadro 6.2 A) B.- Gestión predictiva del personal La planificación de la formación debe partir del desarrollo de las competencias, pero estas dependen también en gran medida de la personalidad actual de los formandos. En la gestión por competencias, al centrarse en las conductas observables, se puede llegar a olvidar que las personas tienen conciencia, piensan por si mismas y en último término nunca podremos penetrar completamente en su intimidad porque ésta es básicamente inviolable ya que, como decía Shakespeare, el corazón humano es insondable. Esto debe tenerse en cuenta para no confundir a las personas con una máquina o un ordenador, porque en cualquier momento nos pueden sorprender con conductas imprevisibles. Para que el formador pueda salir airoso de esta situación no debe renunciar al conocimiento personal de los formandos estableciendo una relación aséptica, sino que debe procurar un seguimiento, también consciente por su parte y sometido a secreto profesional, de las conductas de las personas que tiene que formar. Por ejemplo, todo el mundo en un barco está a las órdenes del capitán, pero sin embargo hay matices: éste último no podrá invadir áreas que constituyan materia de secreto profesional del médico. Igualmente el archivo profesional de un abogado o de un medico de empresa no debe ser transgredido ni por la misma dirección. En el equipo de formación se pueden gestionar datos de este tipo con la máxima confidencialidad en forma de fichero protocolizado de estructuras personales y de conductas previsibles, junto con un inventario de acciones formativas a tomar en relación con esas posibles conductas. Este fichero de personal debe ser custodiado bajo secreto profesional por el facultativo I Congreso Internacional y Virtual de Intangibles. Psicología, Derecho, Contabilidad: Nuevas vías de Interdisciplinariedad . 10 Barrero González, N. (2003): Diseño de programas de orientación y formación en las empresas. Enfoque sistémico, metacognitivo y competencial de Formación dentro del equipo y puede ser de gran utilidad para elaborar planes alternativos de formación en situaciones inesperadas. C.- Mejora del clima laboral Si convertimos lo meramente material en una idea y permitimos a los empleados ser protagonistas, éstos pueden ser capaces de los mayores sacrificios. Por ejemplo, si los empleados de una fábrica de coches son concienciados de que la calidad de la producción va a ahorrar accidentes y mortalidad en los clientes, ello producirá con seguridad una mejora de la producción debida a procesos introspectivos de auto-conciencia. Esta moral de grupo o clima laboral puede ser valorada a partir de la observación directa o mediante instrumentos estandarizados (tests de clima laboral y sociogramas). También existen indicadores como los círculos informales de aprendizaje que pueden dar idea de qué nivel de motivación y de satisfacción experimentan los componentes de una empresa. El clima laboral también puede ser en cierta medida diseñado para que atraiga a los trabajadores que poseen actual o potencialmente las competencias necesarias para la empresa, en detrimento de aquellos otros que carecen de competencias y del potencial para adquirirlas. 7 EVALUACIÓN Y RETROALIMENTACIÓN DE LA FORMACIÓN Si tenemos un automóvil procuramos que se diagnostiquen sus posibles fallos ya que nuestra vida puede estar en juego. Sin embargo cuando se trata de formación la tradición ha consagrado determinadas prácticas: programas rígidos, enseñanza frontal, principio de autoridad, evaluación de producto y desmotivación, por las que, aunque se establezcan disfunciones en el programa, éste no se modifica. En este sentido la unidad de formación del departamento de recursos humanos de una empresa debe desarrollar un modelo evaluativo de calidad total mediante el que se establezca la calidad de todos los elementos del sistema formativo a lo largo del desarrollo de todo el proceso. De esta forma se logra una retroalimentación constante de la actividad formativa y una plasticidad prácticamente ilimitada por la que el modelado del programa a aplicar depende de la efectividad que se vaya observando (Training, 2000; Quintana, 2000). Aunque la evaluación de los empleados en cuanto a su preparación, rendimiento y potencial es necesaria dentro de un enfoque de competencias, no es una actividad suficiente ya que es el mismo programa de formación en su totalidad el que debe estar sometido a permanente auditoria en todos sus componentes, con el fin de que no se dedique ni un segundo ni un céntimo a desarrollar cualquier tipo de actividad formativa considerada irrelevante en virtud de los mecanismos de evaluación implantados. Los empleados que reciben la formación, sus superiores y todo el personal de la empresa suelen ser unos informantes de primer orden en relación con la utilidad de los contenidos impartidos. Darles oportunidad a todos de que expresen su opinión sobre la formación que se desarrolla es una forma inteligente de convertirlos en protagonistas de sus propios procesos y de mediadores en los de los demás, implicándolos emocionalmente en ellos y logrando su colaboración y auto-motivación. Cuando esto se consigue el formador debe evitar también el fenómeno de la fijación o dependencia psicológica y advertir a quienes asisten a los cursos de formación de que el entusiasmo no debe cegar su libre albedrío, los procesos de formación deben incorporar esta prevención ya que la empresa precisa de personal entusiasta pero no dependiente emocionalmente del formador. Cuando se evalúan los diseños de formación es importante tener en cuenta qué competencias tienen las personas (rendimiento) y a cuales pueden aspirar (potencial). Estos dos puntos se desarrollan a continuación 7.1 Evaluación por auto-observación de las competencias actuales I Congreso Internacional y Virtual de Intangibles. Psicología, Derecho, Contabilidad: Nuevas vías de Interdisciplinariedad . 11 Barrero González, N. (2003): Diseño de programas de orientación y formación en las empresas. Enfoque sistémico, metacognitivo y competencial Un juez muy sabio dijo en cierta ocasión que lo más difícil para él, lo que había constituido un reto a lo largo de toda su carrera, no era emitir sentencias justas, sino conseguir que los reos las aceptasen en conciencia. Desde este punto de vista ciertamente socrático las personas suelen tener una gran capacidad de auto-aceptación de su perfil de habilidades si son auxiliadas por un mediador profesional. Por ello es importante que los empleados comprendan y acepten las evaluaciones de personal a que son sometidos. El equipo de formación ha de responder dentro del departamento de recursos humanos a las necesidades de promoción expresadas por los empleados y coordinarse con la unidad de selección para una eficiente orientación para el desarrollo personal y profesional dentro de la organización (Álvarez Rojo, 1994). El formador ha de tener en cuenta que las verdaderas necesidades de formación pueden estar enterradas bajo una gruesa capa de lo que se dice que se necesita y de lo que se cree que se necesita. Sin embargo es necesario que el personal descubra lo que de verdad necesita aprender para que lo podamos implicar activamente en su propio proceso de formación. En el caso, por ejemplo, de los planes salariales, es notorio que todo el mundo quiere ganar siempre más, pero una inteligente reflexión acerca de las necesidades empresariales, personales y familiares de cada persona puede ofrecer interesantes matices que llegan a invertir las aspiraciones: si los empleados comprenden que unos salarios excesivamente elevados van a restar competitividad a la empresa y la van a poner en peligro serán ellos mismos los que diseñen el ajuste salarial en su dimensión más apropiada. Ni siquiera en una empresa el dinero es lo más importante y el exceso en este sentido se puede volver contra ella misma. Como ha dicho un obispo español recientemente refiriéndose a la lotería de Navidad: “Señor, no me hagas más rico, ni más poderoso, ni más famoso ¡bastante daño hago ya como soy!”. Interpretando de forma amplia esta frase podemos decir que el personal de una empresa, independientemente de una mínima dignidad económica puede valorar de forma preferente otros indicadores tales como la función social de su propia empresa, su robustez en activos, su horizonte de promoción personal y profesional, su calidad de vida y su potencial económico a medio y largo plazo. 7.2 Evaluación de la formación desde la perspectiva de potencial de aprendizaje La evaluación del potencial es formalmente secreta y los empleados no tienen porqué saber en principio si son “AP” (alto potencial) o no. Sin embargo cuando se evalúa el mismo proceso de formación uno de sus elementos es el nivel de auto-aceptación que cada empleado tiene en relación con el potencial percibido. Lo que cada persona va a representar en un futuro en la organización a la que pertenece es una predicción que se hace acerca de ella, pero a la vez desde la unidad de formación han de proveerse todos los medios para que éstas perspectivas se cumplan en un esfuerzo de activación consciente por parte de los formadores de las meta-competencias o competencias potenciales auto-observadas por cada uno de los formandos. Dado que, en mayor o menor medida, todos los empleados que la empresa decide conservar tienen un potencial propio que es auto-observable, los formadores han de integrar sus actividades dentro de un plan de carrera profesional dentro de la empresa que responda a las necesidades estratégicas y a las de los empleados. Desde una perspectiva de auto-orientación este plan de carrera es un programa mediacional en el que las personas, dentro del plan estratégico de la empresa, orientan su formación en función de su propio proyecto de vida. Gracias a este plan de carrera puede lograrse que los puestos se nutran del personal más adecuado, creándose nuevos puestos y modificándose los ya existentes. BIBLIOGRAFÍA I Congreso Internacional y Virtual de Intangibles. Psicología, Derecho, Contabilidad: Nuevas vías de Interdisciplinariedad . 12 Barrero González, N. (2003): Diseño de programas de orientación y formación en las empresas. Enfoque sistémico, metacognitivo y competencial ALVAREZ ROJO, V. (1987). Metodología de la Orientación Educativa. Sevilla: Alfar. ÁLVAREZ ROJO, V. (1994). Orientación Educativa y Acción Orientadora. Relaciones entre la teoría y la práctica. Sevilla: E.O.S. BOYATZIS,E.(2000). La evaluación de las inteligencias. Sabadell: IQS BUTERF, G. (1991). Cómo intervenir en formación. Barcelona: Eada Gestión. DAVENPORT, TH. O. (2000). En L. Sánchez. Los verdaderos dueños del conocimiento. ABC Nuevo Trabajo Edición Andalucía. 3/12/2000 Nº316. Pag.9. FLAVELL, J.H. (1979). Metamemoria. Tres Habilidades Cognoscitivas: Lectura, memoria y creatividad. California: McGraw-Hill. [ICE-Sevilla, Vídeo Ref.15V-TH]. GOLEMAN, D. (1997). La Inteligencia Emocional. Buenos Aires: Vergara. MARTÍN BERRIDO, M y DENGRA MARTÍNEZ, Mª A. (1999). Guía para diseñar y elaborar una programación de formación contínua. Sevilla: Publicoan. McEACHEN, R.E. (1999). A Metacognitive Approach to Business Communication. Business Communication Quarterly, vol. 62-4. [Eric-Rec. CS758796]. MINISTERIO DE TRABAJO (1995). Real Decreto 797/1995. Madrid: Ministerio de Trabajo y de la Seguridad Social. MUÑOZ, M. (2000). La comunicación interna en una empresa no debe tener límites. ABC Nuevo Trabajo Edición Andalucía. 10/12/00. Nº317. Pags. 6-7. PEREDA, S. y BERROCAL, F. (1999). Gestión de recursos humanos por competencias. Madrid: Centro de Estudios Ramón Areces. QUINTANA, C. (2000). La calidad del plan formativo. Emprendedores, nº 39 diciembre 2001 (Guía del Empresario, p.16). RODRÍGUEZ ESPINAR, S. (1995). Teoría y práctica de la orientación educativa. PPU: Barcelona. TRAINING (2000). Organización y seguimiento de la formación. Barcelona: EPISE. ANEXO MAPA SISTÉMICO DE ESTRATEGIAS METACOGNITIVAS PARA LA FORMACIÓN EN COMPETENCIAS Nombre y apellidos: Empresa: Formador: 1. Sé imaginar soluciones absurdas de las que se puede entresacar alguna que es útil 2. En un periodo de 7 días 3. Preveo el contenido global de discrimino qué tiempo se ha una entrevista partiendo de adecuado a una agenda correcta su presentación inicial de trabajo I Congreso Internacional y Virtual de Intangibles. Psicología, Derecho, Contabilidad: Nuevas vías de Interdisciplinariedad . 13 Barrero González, N. (2003): Diseño de programas de orientación y formación en las empresas. Enfoque sistémico, metacognitivo y competencial 4. Cuando hay un problema de 5. producción hago un esquema de sus elementos sobre el papel Procuro conocer las 6. No eludo los elementos de un intenciones ocultas del problema de producción interlocutor que no comprendo 7. Me identifico con los clientes 8. Visualizo, como si fuese una 9. Diferencio los distintos tipos película que conducta va a de clientes: tener el cliente con el producto - Conformista - Estándar - Hercúleo 10. Cuando ocurre algo 11. Imagino qué sentimientos 12. Localizo los fallos que inesperado que afecta de despierta nuestro parecen deberse a las forma positiva o negativa producto en el cliente personas pero que son de a la producción me autolos materiales o de la pregunto: ¿Quién? maquinaria. 13. En una reunión de trabajo se 14. Distingo las tres partes 15. Cuando trabajo pienso si la distinguir entre principales de una reunión tarea va a ser larga o comunicaciones explícitas de trabajo: inicio, corta. y explícitas. desarrollo y desenlace. 16. Capto la imposibilidad de 17. Dedico el menor tiempo 18. Efectúo pausas mentales de resolver por mi mismo un posible a las tareas más vez en cuando para la problema de producción sencillas comprobación si la tarea debido a su complejidad. es difícil I Congreso Internacional y Virtual de Intangibles. Psicología, Derecho, Contabilidad: Nuevas vías de Interdisciplinariedad . 14 Barrero González, N. (2003): Diseño de programas de orientación y formación en las empresas. Enfoque sistémico, metacognitivo y competencial 19. No busco significados ocultos en comunicantes explícitos 20. Sé que soy el protagonista 21. Empleo todo el tiempo en de la creación de mis conseguir que mi empresa competencias logre sus objetivos estrategicos 22. Programo el tiempo que voy 23. Cuando invento algo que ya 24. Desaprendo tareas que no se a necesitar para consta on-line en la web consideran competencias en desarrollar cada tarea de la empresa, lo desecho. mi empresa 25. Si no comprendo un manual 26. Ensayo previamente las 27. Repito la tarea hasta de manejo o de presentaciones del que obtengo el producto instrucciones lo grabo en producto grabándolas adecuado a los estándares audio antes 28. Empleo cuatro tipos de 29. Soy consciente de que mis 30. Aporto mi creatividad para relectura en el estudio de conocimientos son capital mejorar la productividad documentos de la empresa: de la empresa de la empresa vistazo inicial, grabación, subrayado técnico y diseño de las fichas-esquemas 31. Cuando pongo en práctica 32. Desde mi punto de vista el 33. Busco de manera informal alguna competencia, ensayo de alguna con otros compañeros después la puedo imaginar competencia también es solución a problemas de como si fuera una película producir producción I Congreso Internacional y Virtual de Intangibles. Psicología, Derecho, Contabilidad: Nuevas vías de Interdisciplinariedad . 15 Barrero González, N. (2003): Diseño de programas de orientación y formación en las empresas. Enfoque sistémico, metacognitivo y competencial 34. Para solucionar cualquier tipo de problema incorporo elementos que no pertenecen a su planteamiento. 35. Para adquirir una 36. Para enviar un mailing a habilidad nueva pienso en clientes potenciales de un los elementos de ella que sector concreto desarrollo ya poseo con carácter una tarea de búsqueda en previo base de datos 37. Estimo de forma adecuada 38. Cuando estoy trabajando o 39. Mi formación en la empresa cuando una relación en una actividad de responde a un diseño comercial debe finalizar formación mi objetivo promocional de carrera prioritario consiste en dentro de las áreas que más culminar las metas me motivan estratégicas de la empresa 40.Organizo de forma personal 41. Sé de memoria los puntos 42. Averiguo los datos que me mi agenda de tareas fundamentales del plan son desconocidos por el estratégico de mi empresa contexto en el que están 43. Me ayudo de los elementos 44. Cuando hablo con mis jefes 45. que están en el contexto o subordinados 1º exterior de un problema escucho, 2º comprendo y para solucionarlo 3º respondo Cuando practico una competencia imagino meta-avisadores cognitivos como una bombilla para las ideas o un semáforo para los fallos 46. Me hago preguntas a mí 47. Analizo el contexto de un 48. Desarrollo una abundante mismo sobre la mejor problema antes de práctica de las manera de incrementar preguntar a alguien o competencias que mis competencias documentarme on-line requiere el plan estratégico de la empresa I Congreso Internacional y Virtual de Intangibles. Psicología, Derecho, Contabilidad: Nuevas vías de Interdisciplinariedad . 16 Barrero González, N. (2003): Diseño de programas de orientación y formación en las empresas. Enfoque sistémico, metacognitivo y competencial 49. Antes de una presentación 50. Añado palabras y nexos al 51. Represento de forma envío un video-mail con subrayado de un mental la competencia a un ensayo al jefe de documento de gestión o de aprender como una departamento consulta para entenderlo película imaginada de la mejor acción 52. Cuando imagino la acción 55. Cuando no acierto en el 53. del desarrollo de una desempeño de una competencia le añado competencia investigo cosas que el formador no qué elemento concreto de incluyó ésta está fallando 56. Adopto lemas que identifiquen la filosofía de los proyectos estratégicos: Por ejemplo: “Kick-off” (saque inicial) Mientras estoy 54. Desarrollo peor una 57. Para ver si he aprendido a aprendiendo una competencia cuando no la resolver un problema de competencia nueva, voy imagino previamente como producción cambio calculando cuánto me una película de la acción aleatoriamente sus queda todavía para elementos e intento finalizar. solucionarlo de nuevo 58. No pienso que pierdo el tiempo cuando lo dedico a establecer una buena relación con clientes, jefes y subordinados 59. Termino de construir la 60. Antes de leer un informe idea principal de un pienso, a partir del título y documento legal al final el índice, en lo que ya sé de la lectura acerca de eso 61. Valoro la formación 62. Empleo las habilidades 63. Utilizo competencias práctica de mis nuevas aprendidas en la empresa desarrolladas en mi trabajo competencias igual que para mejorar mi calidad para llevar a cabo alguna otras actividades como de vida: economía actividad altruista en mi compras a proveedores doméstica, relaciones con tiempo libre ventas o gestión de mi familia, desarrollo de impagados hobbies 64. Acepto la ayuda del 65. Tengo mi propia secuencia 66. Mejoro por lo general mis formador, pero quien entiende estratégica de aprendizaje competencias con la ayuda acerca del desarrollo de mis de competencias. de un mentor competencias soy yo mismo. I Congreso Internacional y Virtual de Intangibles. Psicología, Derecho, Contabilidad: Nuevas vías de Interdisciplinariedad . 17 Barrero González, N. (2003): Diseño de programas de orientación y formación en las empresas. Enfoque sistémico, metacognitivo y competencial 67. Solicito con frecuencia que 68. Observo que no estoy 69. Me esmero de forma se me demuestre de forma aprendiendo de forma especial en aquellos previa la habilidad que óptima una competencia desempeños que me voy a desempeñar porque me siento mal y parecen aburridos pero que me distraigo. son obligatorios dentro del plan estratégico de la empresa 70. Suspendo la ejecución o el 71. Reconozco cuando una 72. aprendizaje de desempeños solución es imaginativa y inmorales y solicito su creativa en función de los supresión del plan objetivos estratégicos de estratégico la empresa Tengo los mismos sentimientos que mi cliente (empatizo con él) para poder comprender mejor la producción y las ventas 73. Para concentrarme me 74. Sé que tardo más en 75. Si intento solucionar un tranquilizo evitando desarrollar aquellas problema o adquirir una distractores y atiendo competencias referidas a competencia preveo con mucho al comenzar el desempeños a los que no antelación qué tiempo voy aprendizaje de una soy aficionado. a tardar competencia 76. Realizo pausas y me relajo 77. Desarrollo mis 78. No empleo excesivo si me pongo nervioso competencias porque tiempo en adquirir porque no aprendo de aumenta mi cultura y el competencias para las que forma adecuada alguna capital intelectual de la ya tengo un dominio habilidad empresa previo 79. Tomo conciencia de que 80. mis competencias en el desempeño han crecido porque me siento promovido en el plano personal Incremento de forma vocacional aquellas competencias que me atraen y conozco mis fallos para poder mejorarlas Comentarios:_______________ ____________________ _________________________ _____________________ _________________________ _____________________ I Congreso Internacional y Virtual de Intangibles. Psicología, Derecho, Contabilidad: Nuevas vías de Interdisciplinariedad . 18 Barrero González, N. (2003): Diseño de programas de orientación y formación en las empresas. Enfoque sistémico, metacognitivo y competencial * GLOSARIO COMPETENCIA: Aptitud expresada con un comportamiento observable que hace al empleado eficiente en una actividad concreta. DISEÑO METACOGNITIVO ESTÁNDAR: Programa de formación en el que se operativizan todas las acciones teniendo en cuenta que éstas deberán caracterizarse por el auto-control ejecutivo del pensamiento y de la actuación por los propios formandos. Este modelo teórico de acciones concretas debe ser como el guión de una película: una herramienta que permita a cualquier otro equipo de formación repetir las actividades y lograr los mismos aprendizajes. ELEMENTO DE VALOR: Elemento de la empresa que no constituye gasto sino activo o capital real añadido. Por ejemplo, el carbón en una siderurgia es elemento cuantitativo de gasto y hay que ahorrarlo en la mayor medida posible, en cambio la unidad de formación, si responde a las demandas de optimización de la productividad, es un elemento de valor, en gran medida intangible, al mismo nivel que un buen ingeniero, un comercial o el edificio de la fábrica. ENFOQUE SISTÉMICO: Diseño de la planificación de una acción formativa en el que se establece la discrepancia entre las competencias actuales y las potenciales en función del contexto y de las necesidades de la empresa. FACULTATIVO DE FORMACIÓN. Experto de formación con competencias específicas en Educación GENERALIZACIÓN: Ampliación del dominio experto de la competencia aprendida a otras similares pero no entrenadas. MENTOR: Persona de la empresa de mayor nivel ejecutivo que el empleado en proceso de formación que le presta apoyo moral en el desarrollo de su carrera profesional dentro de la empresa. El mentor ha de tener afinidad afectiva con el formando y con el formador, debiendo estar debidamente asesorado pedagógicamente por éste. PERSPECTIVA SISTÉMICA: Enfoque de la formación que la considera como un proceso que se desarrolla dentro del contexto definido de un sistema o estructura. La formación desde ésta perspectiva tiene los siguientes pasos: análisis de necesidades del contexto empresarial, establecimiento de estrategias, selección de estrategias, implementación de un programa de actuación, evaluación proceso-producto y retroalimentación. PROGRAMA ESTÁNDAR: Programa de formación construido de forma que todos los materiales (manuales del formador, cuadernillos del formando, pruebas de evaluación, carteles, posters, material audio-visual e interactivo y objetos manipulables), igual que ocurre con los tests, son autoaplicables y auto-evaluables. Estos programas se pueden tomar y usar por cualquier facultativo/a de Educación, no necesitando en principio operaciones de adaptación. Sabemos si un programa de formación es estándar cuando, independientemente de que queramos establecer algunas modificaciones, no nos obliga a trabajos complementarios para llevar a cabo la implementación. RASGOS: Características psicológicas de las personas tales como estable-inestable, sociableinsociable o deficiente-superdotado. I Congreso Internacional y Virtual de Intangibles. Psicología, Derecho, Contabilidad: Nuevas vías de Interdisciplinariedad . 19