FUNDAMENTOS DE UN MODELO AGROPECUARIO SOSTENIBLE. Desde una dimensión pragmática las propuestas para desarrollar un sistema agrario que pretenda ser sustentable debe, en primer lugar, integrar la agricultura, la ganadería y, en las condiciones tropicales, es prioritario utilizar el elemento forestal como un componente articulador de todo el sistema. Para lograr lo anterior se diseñará un modelo integral agroforestal y ganadero por algunos llamado agrosilvopastoril. A través de el se busca alcanzar un conjunto armónico de cultivos en un área donde se combinan especies temporales, anuales, semiperennes y perennes, con la finalidad primordial de producir alimentos en forma intensiva para el consumo humano y animal, además de satisfacer otras necesidades propias del sistema o de los seres vivos que lo habitan. Como cada agroecosistema tiene sus características biológicas y sociales, la agroecología del trópico no puede ofrecer “paquetes tecnológicos”. Los cambios propuestos deben ser implementados de acuerdo a la dinámica de los sistemas biofísicos y sociales. La integración de los árboles a la dinámica de los sistemas agrarios y en especial a la de los sistemas ganaderos tropicales puede considerarse como uno de los pasos prioritarios que se deben dar para alcanzar la sustentabilidad de estos sistemas, ya que la inclusión de ellos y su buen manejo, sería el inicio de la recuperación de la biodiversidad funcional, la cual permite que al interior del sistema natural (ecosistema) y por ende del sistema agrario (agroecosistema) se realicen eficientemente las funciones ecosistémicas que van a permitir: 1. Un reciclado de los nutrientes: La biodiversidad permite la recirculación de nutrientes, la complementación de la nutrición y la recirculación de la fertilidad en los ecosistemas y los agroecosistemas, reduciendo de forma importante las pérdidas de nutrientes del sistema y contribuyendo a aportar importantes cantidades de nutrientes de las capas profundas del suelo o de la atmósfera a la parte superficial y más activa del suelo. Por ejemplo, las plantas de raíces profundas como los árboles, arbustos y algunas leguminosas extraen nutrientes de las partes profundas del suelo y los depositan en la superficie al caer sus hojas. Las especies de gramíneas son capaces de tomar potasio no asimilable por otras plantas y depositarlo en el suelo al morir su partes aéreas; las leguminosas fijan nitrógeno de la atmósfera y hacen soluble el fósforo. Los microorganismos del suelo al crecer y tomar nutrientes evitan que estos queden libres y se pierdan por lixiviación, poniéndolo a disposición de las plantas gradualmente a medida que mueren o se alimentan, además de trasformar un grupo de nutrientes para que sean asimilable por las plantas; las lombrices de tierra hacen más asimilables los nutrientes; los hongos micorrizas que se asocian a las plantas, además de aumentar la superficie de absorción de esta, permiten que tomen nutrientes no asequibles directamente por la raíz como el fósforo. Los animales contribuyen a la recirculación de los nutrientes, así como la existencia de bosques en las colinas y partes altas, con una intensa producción de materia orgánica y recirculación de nutrientes, puede favorecer la fertilidad de los valles cercanos al transferir a estos nutrientes y materia orgánica en las aguas de lluvias. 2. Una utilización eficiente de los recursos naturales: La vida es posible por la conversión que realizan las plantas de la energía solar en sustancias orgánicas, en un proceso conocido por fotosíntesis, donde el CO2 del aire y el hidrógeno (H) del agua se combinan para formar los hidratos de carbonos a partir de los cuales se sintetizan otras sustancias y donde participan también otros minerales del aire y el suelo. A partir de la producción de las sustancias orgánicas por las plantas, se establecen diferentes y complejas cadenas alimentarías por donde fluye la energía solar capturada por las plantas y se reciclan los nutrientes necesarios para su formación. En este ciclo las plantas son las productoras, los organismos que viven de las partes vivas de las plantas se le denominan herbívoros o fitófagos y los que se alimentan de herbívoros se le denominan predadores, que también se pueden alimentar de otros predadores existiendo varios niveles en este grupo. Los animales que descomponen la materia orgánica muerta que está formada por microorganismos, algunos insectos, lombrices y otros pequeños organismos, se les denomina transformadores y tienen la función de mantener óptimas condiciones en el suelo, para el desarrollo de las plantas y regresarle los nutrientes necesarios para continuar la producción de sustancias orgánicas que permite la renovación de la vida. La biodiversidad en los animales también les permite emplear los diferentes recursos que se producen y a la vez que se crean complejas cadenas tróficas de alimentación y producción de biomasa, se establecen las regulaciones bióticas de las diferentes poblaciones. 3. Una protección del suelo: La naturaleza tiende por medio de la biodiversidad de plantas a cubrir siempre el suelo si existen condiciones mínimas para su desarrollo. Esta es una reacción natural propia de la utilización de recursos, con el fin de reproducción y competencia por la subsistencia y que conduce a la producción de biomasa. Las plantas no solo ocupan el suelo sino que lo desarrollan a través del trabajo de sus raíces, exudados y la vida de diferentes organismos que permite en ellos por el aporte de materia orgánica. Un suelo capaz de soportar una producción vegetal abundante es una mezcla de sustancias inorgánicas procedentes del sustrato original, materia orgánica producida por las plantas y una vida intensa que transforma la materia orgánica, poniendo a disposición de las plantas una buena parte de los nutrientes que necesita, asociándose con ella para facilitar la toma de nutrientes, reduciendo la pérdida de estos del suelo y creando condiciones para la aireación y penetración y retención del agua en el suelo. Inclusive en los bosques tupidos donde la luz que llega al suelo es escasa, estos se encuentran protegidos por un manto de hojarascas. Por tanto el mantener los suelos descubiertos y desprotegidos es un acto antinatural que pagamos con la erosión que en ellos se producen, y la necesidad de aplicar nutrientes a la planta por la esterilización a que sometemos al suelo, perdiéndose las funciones benéficas para la nutrición de las plantas que realiza el ejercito de organismos que habitan en un suelo vivo. 4. Un ciclo eficiente del agua: Los árboles especialmente tienen una función muy importante en la regulación ambiental. Ellos al evaporar agua reducen la temperatura ambiente, que es controlada además con el resto de las plantas que cubren el suelo, e impiden que este se caliente e irradie calor al aire, como ocurre cuando los suelos están descubierto. La reducción de la temperatura del aire, reduce la velocidad con que este asciende y esto conjuntamente con la evaporación contribuye a la ocurrencia de precipitaciones. Los árboles y la vegetación por otro lado también evitan que las temperaturas bajen excesivamente. Debajo de los árboles y en sus inmediaciones, la temperatura es menor y la cantidad de la humedad, de la materia orgánica y de los nutrientes es mayor. Por otro lado los árboles reducen la velocidad de los vientos con lo cual se reduce la evapotranspiración que se produce por sequedad, cuando los vientos arrastran la humedad que se produce en los campos. Una barrera de árboles puede proteger a un campo de cultivo del viento en una distancia de 10 veces su altura. La vegetación y especialmente los árboles juegan un importante papel en la economía del agua. Sus raíces y la estructura de macroporos del suelo, que permite un alto contenido de materia orgánica y una abundante vida, favorecen la infiltración del agua en el suelo, aumentando su reserva y evitando que corra por la superficie, lo cual produce erosión a su paso. Esta escorrentía de agua pude crear inundaciones en las partes bajas por las grandes avenidas de agua que se producen en las zonas muy deforestadas. Esto junto a la capacidad de crear condiciones para que se produzcan las lluvias, favorece la regulación climática y evita los procesos de desertización, fenómeno muy generalizado en nuestro territorio. 5. Una regulación biótica. Ella consiste en la regulación del crecimiento de poblaciones de organismos por otros organismos y tiene gran importancia en el control de todo tipo de explosión poblacional de cualquier organismo que lo convertirse en problema y que, erróneamente se han llamado plagas, sean estos microorganismos, insectos, mamíferos o plantas como pueden ser las, también, mal llamadas “malezas”. Todos los organismos tienen una función en el ecosistema, sea esta conocida o no conocida, más o menos importante, y la ruptura de los equilibrios que durante millones de años han existido, lo cual puede ocurrir, ya sea por un cambio de las condiciones ambientales como por la supresión de otros organismos puede desencadenar la aparición de enfermedades o la transformación de organismos que antes eran inofensivos o neutros en las llamadas plagas. 6. Una estabilidad ambiental y biótica: La biodiversidad es un elemento decisivo para la estabilidad biótica y contribuye a la estabilidad ambiental. La diversidad de plantas no permite la concentración de un mismo recurso o especie de planta y por tanto limita el crecimiento y dispersión de los fitófagos especialistas, que por lo general se transforman organismos plagas cuando pocas especies de plantas dominan el sistema. En la agricultura y ganadería imperantes en la actualidad, donde no se respeta la biodiversidad funcional, se han impuesto sistemas manejados con una diversidad escasa, lo cual ha facilitado el surgimiento de problemas sanitarios de los cultivos de plantas y la crianza de animales. La biodiversidad intrínseca en cada especie también constituye un importante elemento de subsistencia ante las variaciones periódicas del clima o el desarrollo natural de una enfermedad que si bien puede afectar a una de las tipos naturales o seleccionados, otros resisten y sustituirán a los susceptibles. La biodiversidad se asocia a la estabilidad biológica de los sistemas, asumiendo que todo ecosistema esta en cambio y evolución, pero de forma natural esto ocurre en tiempos geológicos. En la actualidad la degradación a que estamos sometiendo a ecosistemas y agroecosistemas ya sea directa o indirectamente está fuera de todo tiempo natural de cambio, de aquí los riesgos y peligros que estamos corriendo. Si analizamos las funciones ecosistémicas desempeñadas por los árboles, pueden considerarse como unos de los componentes esenciales de los sistemas biológicos de la producción de los sistemas naturales (ecosistemas) o de los creados por el ser humano (agroecositemas). Entre estas funciones podemos identificar las siguientes, agrupándolas en alguna de las funciones ecosistémicas fundamentales: 1. Un reciclado de los nutrientes. Extracción y movilización de nutrientes desde capas profundas del suelo. Hojarasca, mulch o arrope actuando como abono verde o muerto, sirve para proteger o mejorar la fertilidad del suelo, mantener o elevar su cantidad de materia orgánica, conservar la humedad y evitar la erosión. Fijadores de nutrientes como nitrógeno atmosférico al suelo. Hábitat para micro y mesofauna que actúan como descomponedores o detritívoros de la materia orgánica. 2. Una utilización eficiente de los recursos naturales. Capturan CO2 y liberan oxígeno a la atmósfera. Biomasa forrajera para alimento de los animales. Suplemento proteico para animales. Productores de energía en forma de leña y carbón. Cercas vivas y madera para construcción. 3. Una protección del suelo. Barreras vivas para formación de terrazas y curvas de nivel, evitando pérdidas por erosión y escorrentía. 4. Un ciclo eficiente del agua. Cortinas rompevientos. Resisten sequías prolongadas o alta humedad. Protección de las riberas de los cuerpos de agua de las cuencas hidrográficas. Protegen el suelo en períodos de sequía al interceptar los vientos, disminuyendo así la pérdida de agua por evaporación, a su vez favorecen la penetración del agua en el suelo al impedir que se escurra en la superficie. 1. Una regulación biótica. Hábitat o refugio para poblaciones de controladores biológicos, ya sean aves, mamíferos y reptiles, además de otros componentes de la meso y microfauna. Propiedades insecticidas y fungicidas. Controlan el crecimiento exagerado de arvenses a través de su sombreo y con la cobertura que aportan al suelo, evitan el crecimiento descontrolado de estas, tanto en su área como en otros cultivos donde se utilicen con estos fines. Dan abrigo a numerosas especies de aves permitiendo su protección y su reproducción. Propiedades melíferas para alimentación de la población de insectos. Conforman corredores biológicos que permiten el movimiento de la fauna y de la flora a través de los ecosistemas y de los agroecositemas. 2. Una estabilidad ambiental y biótica. Regular factores climáticos y conservar el suelo. Proporciona sombra para los animales, otros cultivos y el hombre. Producir recursos, económicos, sociales y estéticos. Mejoran el clima de la zona al disminuir los efectos nocivos de las temperaturas extremas. Atenúan y filtran los vientos al disminuir la fuerza de las corrientes áreas, reteniendo gran parte del polvo y los microbios que pueda contener actuando como filtros. Mejoran el clima de la zona al disminuir los efectos nocivos de las temperaturas extremas. Cuando se propone la siembra de árboles en áreas ganadera o agrícolas o en forma integrada en ambos sistemas debe tenerse en cuenta que no se trata de sembrarlos de una forma desordenada sino que debe responder a las necesidades y al diseño de la finca, teniendo en cuenta los factores climáticos que se quieren atenuar y en especial a cual o cuales funciones ecosistémicas se desea potenciar. PROPUESTA PARA CONSTRUIR UN SISTEMA AGRARIO SUSTENTABLE DESDE UNA VISIÓN AGROECOLÓGICA. El modelo agrario debe orientarse hacia el establecimiento de una agricultura y ganadería ecológicamente apropiadas que: Manejen integralmente los recursos naturales en una forma sostenible. Esto se alcanzará fomentándose un sistema agropecuario en armonía con el ambiente, que permita un mejoramiento continuo de la productividad sin perjudicar, a largo plazo, el potencial de producción del SUELO y la existencia del AGUA. Busquen la sostenibilidad social y económica a largo plazo. Para alcanzar ese ideal se deben establecer: Políticas sociales para acceder a la tierra. Formas alternativas de propiedad de la tierra. Suministro de créditos selectivos y estímulos para aquellas actividades de producción en armonía con el mundo natural. Propuestas de economía diversificada para la generación de ingresos. Que permitan la estabilidad socioeconómica y la participación directa de los agricultores y las agricultoras en la toma de decisiones. En lo posible debe priorizarse la búsqueda de la seguridad alimentaria local y/o regional y fomentar el establecimiento de circuitos cortos para el consumo de mercancías, que permitan una mejora de la calidad de vida de la población local y una progresiva expansión espacial, según los acuerdos participativos alcanzados por su forma de acción social colectiva. Formación y capacitación de la juventud de ambos sexos y generación de oportunidades de trabajo. Conserven y recuperen los recursos, manteniendo la capacidad productiva en el tiempo y en el espacio. Es fundamental implementar programas para recuperar los suelos degradados y también para conservar y recuperar las fuentes de AGUA potable para los seres humanos y los animales, utilizando el enfoque sistémico de las cuencas integrales para realizar cualquier diseño de un sistema agrario. Empleen tecnologías apropiadas y apropiables, económicamente viables, Manejando técnicas agrícolas y ganaderas que protejan el Suelo y el Agua, tales como los cultivos de cobertura, los abonos verdes, los sistemas agroforestales y los agrosilvopastoriles. Aprovechen los recursos locales haciendo los sistemas poco dependientes de recursos externos, al sustituir, en lo posible, los insumos producidos en fábricas por aquellos producidos en las granjas. Ahorren y usen eficientemente la energía solar y fósil (otra forma más de la energía solar). Satisfagan los requerimientos de combustible y energía para el trabajo y que lo anterior permita un mejoramiento en la calidad de vida. Optimizar la presencia de los productores primarios autótrofos en los sistemas agrarios de producción. Promuevan la justicia y la equidad social, valorando al ser humano y considerándolo un elemento clave para la sostenibilidad de los ecosistemas. Esto se logra integrando los conocimientos y prácticas culturales que los campesinos e indígenas emplean para articularse con los agroecosistemas. Que se fomenten procesos de aprendizaje, de creatividad y de cultura campesina, que permitan la valorización, regeneración y/o creación de conocimientos locales. Estos deben poder utilizarse como elementos de creatividad, que mejoren el nivel de vida de la población desde su propia identidad local. Proporcionando diversidad de alimentos vegetales y animales en el ámbito de las comunidades. Esto estimulará la recuperación de la cultura alimentaria autóctona y la seguridad alimentaria local y regional. Establecer sistemas de Medicina Veterinaria, de Zootecnia y Agronomía apropiados a las condiciones ambientales y a las características culturales de las comunidades. LA AGROECOLOGIA Y LOS ANIMALES. La crianza animal ecológicamente apropiada permite aprovechar óptimamente la energía y la materia orgánica. Los animales de crianza pueden utilizar, asimilar y convertir recursos imposibles de asimilar por los seres humanos, en productos alimenticios aptos para la alimentación humana. Ello debe lograrse con bajos costos y consumo eficiente de recursos energéticos de origen fósil y, en lo posible, con insumos no aprovechables por los humanos y producidos en las mismas fincas, de tal manera que los animales y los humanos no compitan por ellos. Los bovinos y los equinos se convertirán en fuente de energía que se manifiesta en la función de transporte en sus lomos y en fuerza para tracción de carros y máquinas como los trapiches para moler caña de azúcar y los rodillos cuchillas para incorporar cultivos de cobertura o rastrojos de cosechas. Convertir el bienestar de los animales domésticos en un imperativo ético que debe guiar el quehacer del productor agropecuario, fundamentándose en el reconocimiento de su condición de seres vivos y no de meros objetos. Atención especial merecen los principios que deben orientar las prácticas que permitan ofrecerles una alimentación sana. Se considera que para manejar una alimentación de los animales equilibrada y saludable, es importante: Suministrar alimentos apropiados a las características anatómicas y fisiológicas de cada especie animal Proporcionar alimentos vegetales producidos en suelos sanos y equilibrados, sin alteraciones por sustancias extrañas. Disponer de una alimentación variada en fibra, energía, proteína, vitaminas y minerales, no forzando la alimentación pero si estimulándola con diversidad de la dieta, el ejercicio moderado y la higiene en el hábitat. Buscar que la base alimenticia del animal doméstico provenga de cultivos que el ser humano no pueda utilizar, residuos y subproductos vegetales de los cultivos utilizados en la alimentación humana. Utilización parcial de los abonos verdes y los cultivos de cobertura, sean leguminosas o gramíneas y aumentar la utilización de árboles que produzcan follaje y/o frutos en los modelos agrosilvopastoriles. Evitar competencia por alimentos con el ser humano (véase figura 2) Fig.2 Prioridad de los diferentes tipos de alimentos para diferentes especies animales. Pastos y forrajes Frutales Poda Residuos fibrosos Vegetación espontánea Frutos no comercializables Bovinos Ovinos Caprinos Equinos Cultivos Cosechas Árboles forrajeros Residuos no comercializables Conejos Cuyes Cerdos Aves Peces Compostaje Materia orgánica Es necesario enfatizar que la agroecología ofrece todos los elementos científicos y tecnológicos para hacer un cambio en los sistemas agropecuarios y forestales. Así mismo, los cambios en la agricultura y ganadería modernas no dependen tanto de inmensos recursos económicos, de maquinarias, de sustancias sintetizadas químicamente y de la manipulación genética, como sí de una conciencia que permita reconocerle a las plantas y los animales su condición de seres vivos y de la capacidad de descubrir y prevenir impactos dañinos para los agroecosistemas, provocados por las tecnologías utilizadas para intervenir en el mundo natural. Además, en la actualidad, la anhelada transición a un sistema agropecuario sostenible y apropiado al trópico, obedece más a los cambios de actitud psicológica en nuestra relación con el mundo natural y a las relaciones entre los diferentes grupos sociales, que a simples ajustes tecnológicos. Así mismo esta propuesta de producción agraria debe comprometerse desde el punto de vista ético con la solución de los problemas ambientales, pero también de los sociales, los cuales son los que determinan a los primeros. Un principio fundamental para abordar la problemática actual, es reconocer que se necesitan al mismo tiempo sensibilidad y ciencia: sensibilidad humanística y ciencia con conciencia. Que los técnicos no deben cerrar los ojos ante la miseria de más de la mitad de la población mundial, sino que debe escucharse con respeto y atención el mensaje de los indígenas mexicanos de Chiapas, en el cual nos dicen que ellos creen en que: Otro Mundo es posible: Un mundo donde quepan muchos mundos, un mundo donde para todos haya siempre: Pan para iluminar la mesa, Salud para espantar la muerte, Conocimiento para aliviar la ignorancia, Tierra para cosechar futuro, Techo para abrigar la esperanza, Y trabajo para hacer dignas nuestras manos. BIBLIOGRAFIA CONSULTADA. Campbell, Bernard. Ecología Humana. Biblioteca Científica Salvat. Barcelona. 1986 Cantón Castillo, Javier, Miguel Ordóñez; Yolanda y Castellanos Ruedas, Arturo. Utilización de las deyecciones avícolas como fuente fosforada para rumiantes. 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