Informe de sintesis del rio ciguela

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ACTUACIONES PRELIMINARES
CORRECTORAS DE LA CALIDAD
ECOLÓGICA INTEGRAL DEL RÍO GIGÜELA
Volumen I
INFORME DE SÍNTESIS
NOVIEMBRE, 2001
MINISTERIO
DE MEDIO AMBIENTE
CONFEDERACIÓN
HIDROGRÁFICA
DEL GUADIANA
COMISARÍA DE
AGUAS
MINISTERIO
DE MEDIO AMBIENTE
CONFEDERACIÓN
HIDROGRÁFICA
DEL GUADIANA
COMISARÍA DE
AGUAS
Río Gigüela, entre los primeros campos de cultivo tras los Altos de Cabrejas, cerca de Cuenca.
ACTUACIONES PRELIMINARES CORRECTORAS DE
LA CALIDAD ECOLÓGICA INTEGRAL DEL RÍO
GIGÜELA
Volumen I: INFORME DE SÍNTESIS
Noviembre, 2001
Bruc nº 168, E-2
08037 - Barcelona
Tel.: 394 57 26 54 Fax: 934 58 96 84
MINISTERIO
DE MEDIO AMBIENTE
CONFEDERACIÓN
HIDROGRÁFICA
DEL GUADIANA
ACTUACIONES PRELIMINARES CORRECTORAS DE LA CALIDAD
ECOLÓGICA INTEGRAL DEL RÍO GIGÜELA
COMISARÍA DE
AGUAS
ACTUACIONES PRELIMINARES CORRECTORAS DE
LA CALIDAD ECOLÓGICA INTEGRAL DEL RÍO
GIGÜELA
Volumen I: INFORME DE SÍNTESIS
Este estudio ha sido realizado por la CONFEDERACIÓN HIDROGRÁFICA DEL
GUADIANA con la colaboración y asistencia técnica de URS
CONFEDERACIÓN HIDROGRÁFICA DEL GUADIANA
Presidente:
Exmo. Sr. D. José Díaz Mora
Comisario de Aguas:
Ilmo. Sr. D. José Martínez Jiménez
Director del Estudio:
D. Ángel Nieva Pérez
URS
Miguel Alonso
Marta Bellobí
Fabián Caño
Francesca Casadesús
Eulàlia Comas
Dr. en Biología
Química
Cc. Ambientales
Bióloga
Bióloga
Xavier Julià
Irene Moral
Anna Palau
José María Vilaseca
Biólogo
Ing. de montes
Bióloga
Biólogo
Dirección del estudio
Control de calidad
Trabajo de campo y redacción de informes
Trabajo de campo
Coordinación del estudio, trabajo de campo y
redacción de informes
Trabajo de campo
R edacción de informes
Análisis de bentos
Análisis de fitopláncton
Asesores externos
Aspectos limnológicos de Ruidera y Daimiel
Miguel Álvarez Cobelas
Dr. en Biología
Fernando Alonso Gutiérrez Ingeniero de Montes Fauna macroinvertebrada
Fauna de peces
Ignacio Doadrio
Dr. en Biología
DOCUMENTO DE SÍNTESIS
Bruc nº 168, E-2
08037 - Barcelona
Tel.: 394 57 26 54 Fax: 934 58 96 84
RESUMEN
El Informe del río Gigüela forma parte del estudio denominado “Actuaciones preliminares
correctoras de la calidad ecológica del río Gigüela”. Su principal objetivo es evaluar el
estado ecológico del río, de acuerdo con la Directiva Marco del Agua (Directiva
2000/60/CE) aplicando una metodología novedosa, que consiste en el recorrido integral del
río. Un equipo de profesionales expertos en ríos lleva a cabo este análisis espacial “en
continuo”, que permite tramificar el río y recabar información relevante sobre los indicadores
de estado ecológico.
El estado ecológico del río se define, de acuerdo con la Directiva Marco, a partir de la
evaluación de los siguientes grupos de indicadores:
• Indicadores hidromorfológicos (régimen hidrológico, continuidad del río y
condiciones morfológicas)
• Indicadores fisicoquímicos (condiciones generales y presencia de contaminantes
específicos)
• Indicadores biológicos (flora acuática, fauna bentónica invertebrada, fauna de
peces y fauna ribereña)
La evaluación de los indicadores se realiza a partir de dos fuentes de información: la
obtenida en el campo y la bibliográfica. Durante el recorrido fluvial se valoran
cualitativamente parámetros hidromorfológicos (variación de la profundidad y la anchura,
estructura y sustrato del lecho), fisicoquímicos (calidad visual del agua) y biológicos
(características del hábitat para la vida acuática, características del hábitat para la fauna
ribereña). Complementariamente, se hacen mediciones (cuantitativas) de mineralización y
presencia de amonio. Si se detecta que falta información bibliográfica acerca de indicadores
relevantes (por ejemplo: índice biótico, calidad fisicoquímica del agua) se realizan los
muestreos pertinentes para obtenerla.
La información de campo se contrasta con la bibliográfica y se valora la calidad de cada
grupo de indicadores como “Muy Buena”, “Buena”, “Aceptable”, “Deficiente” y “Mala”.
Estos rangos vienen a estimar la distancia entre las condiciones ecológicas actuales y las que
existirían en total ausencia de perturbaciones. La valoración final del estado ecológico es,
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
Noviembre, 2001
i
como propone la Directiva Marco, el valor más bajo obtenido entre los indicadores
biológicos y físicoquímicos. El concepto de estado ecológico se reserva a sistemas naturales;
en los sistemas modificados (embalses), se define el potencial ecológico.
Existe información complementaria sobre el río Gigüela en otros apartados del estudio:
Volumen II: Atlas del río Gigüela: Incluye 12 fichas en las que se describen de forma
concisa, para cada tramo, las características del agua, los usos, las infraestructuras, el
estado de las riberas y el interés natural de los tramos fluviales definidos. Además, estas
fichas incluyen las valoraciones de los indicadores de estado ecológico
(hidromorfológicos, fisicoquímicos y biológicos). Y se completan con documentación
cartográfica y fotográfica.
CD: Base de datos cartográfica (GIS): Incluye todas las observaciones recogidas
durante el trabajo de campo (afecciones al cauce, afecciones a la calidad del agua,
detracciones de caudal, hábitats fluviales y análisis efectuados), así como información ya
analizada (valoración del estado ecológico y de los indicadores que lo definen).
Ámbito de estudio
El río Gigüela es uno de los principales afluentes de la cuenca alta del Guadiana. Presenta
una orientación predominante S-O con una longitud de 193 km. Inicialmente discurre en
dirección Oeste desde los Altos de Cabrejas, al oeste de Cuenca, hasta Horcajada de la Torre,
al norte de la Serranía de Cuenca (tramo 1). A partir de aquí, el río sigue por una zona llana y
abierta de materiales sedimentarios (tramos 2 a 7) y, aproximadamente a la altura de Alcázar
de San Juan, se adentra en la llanura del acuífero de La Mancha Occcidental (Acuífero 23)
para finalmente, formar las Tablas de Daimiel, en su confluencia con el Guadiana. La
orientación predominante es S-O hasta el final del recorrido (tramos 8 a 11), exceptuando la
zona entre la confluencia entre los ríos Riansares y Záncara (tramos 7, 8 y 9) cuya
orientación es S. Es un río profundamente humanizado y con estiajes muy marcados –sobre
todo en la zona baja, ya que el acuífero 23 está sobreexplotado. Domina el aprovechamiento
agrícola de las riberas, muy llanas y extensas casi desde su nacimiento.
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
Noviembre, 2001
ii
El recorrido integral del río Gigüela realizado entre los días 26 de junio y 2 de julio de 2001,
permitió la identificación de 11 tramos fluviales, atendiendo a características fisiográficas y
de calidad del agua:
!
"
05 54 524 / 44 33 314
05 35 992 / 44 32 051
22
De Cabrejas a Horcajada de la Torre
#
05 35 992 / 44 32 051
05 23 060 / 44 12 791
25,6
De Horcajada a la finca El Castillejo
$
05 19 500 / 44 15 500
05 17 040 / 44 14 855
3,7
Hoces del Gigüela
%
05 17 040 / 44 14 855
05 08 360 / 44 06 898
13,6
De Segóbriga a Conventuales de Uclés
&
05 08 360 / 44 06 898
04 93 052 / 43 88 086
27,2
De Uclés hasta la E.A. de Quintanar
'
04 93 052 / 43 88 086
04 75 945 / 43 76 817
22,5
De la E.A. de Quintanar al Puente del
ferrocarril
(
04 75 945 / 43 76 817
04 72 880 / 43 65 227
16,4
Confluencia con el río Riansares
)
04 72 880 / 43 65 227
04 75 716 / 43 54 685
12,5
De Tamarilla a la desviación del río
*+*, 04 75 716 / 43 54 685
04 72 423 / 43 50 352
6,3
Hasta la confluencia del río con el
canal
"-
04 72 423 / 43 50 352
04 46 545 / 43 38 533
31,5
Hasta el puente del Conde
""
04 46 545 / 43 38 533
04 36 736 / 43 31 689
12,2
P. N. de las Tablas de Daimiel
"*$.'
Estado Ecológico del río Gigüela
En el cuadro adjunto se presentan las valoraciones finales del Estado Ecológico de los 11
tramos del río Gigüela identificados.
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
Noviembre, 2001
iii
6,3
6
Finca El Castillejo - Ruinas de Segóbriga
Ruinas de Segóbriga - Conventuales de Uclés
Conventuales de Uclés - E. A. El Quintanar
E. A. el Quintanar - Puente del Ferrocarril
Puente delFerocarril - Puente de Tamarilla
Puente de Tamarilla - Desviación del río
Desviación del río - Confluencia con el canal (Aguas Cigüela)
Desviación del río - Confluencia con el canal (Aguas resid.)
Confluencia con el canal - Puente del Conde
P. N. de las Tablas de Daimiel
3
4
5
6
7
8
9
9´
10
11
12,2
31,5
12,5
16,4
22,5
27,2
13,6
3,7
25,6
Hocajada de la Torre - Finca El Castillejo
2
22,0
km
Cabrejas - Horcajada de la Torre
LOCALIZACIÓN
1
TRAMO
MALO
ACEPTABLE
DEFICIENTE
BUENO
ESTADO ECOLÓGICO
MUY BUENO
c
c
c
c
ESTADO
HIDRO
FISICOQUÍMICOS BIOLÓGICOS ECOLÓGICO
MORFOLÓGICOS
INDICADORES
VALORACIÓN DEL ESTADO ECOLÓGICO DEL RÍO GIGÜELA
El Estado Ecológico se define para los tramos fluviales no embalsados del siguiente modo:
• Aceptable
El 48 % del total del eje fluvial (tramos 1 a 4, 7 y 11) presenta afecciones importantes en
algunos de los factores de valoración que disminuyen el valor del estado ecológico del
río. Los tramos 1 a 4 son los que presentan mayor número de presiones ambientales. El
tramo 7, aguas abajo de la desembocadura del Riansares, presenta un aspecto bastante
natural, y su estado ecológico viene determinado por la baja calidad de la fauna bentónica
e íctica. El tramo 11 corresponde a las Tablas de Daimiel y la calidad fisicoquímica del
agua determina el valor de su estado ecológico.
• Deficiente
En el 35 % de la longitud total del río, correspondiente a los tramos 5, 6, 8 y 9, el sistema
fluvial sufre afecciones graves que se manifiestan a través de los indicadores
fisicoquímicos y biológicos. La escasez de agua afecta a la calidad fisicoquímica, y la
artificialización del cauce, su confinamiento y la práctica ausencia de vegetación de
ribera provocados por la presión de los cultivos, confieren una baja puntuación a los
indicadores biológicos. Los tramos 5 y 6 presentan un alto número de afecciones y no así
los tramos 8 y 9 cuya principal afección sería la escasez de agua.
• Mala
En el 16 % de la longitud total del río (tramo 10), el sistema fluvial sufre afecciones muy
graves de origen antrópico. La mala calidad del agua determina el valor mínimo de los
indicadores fisicoquímicos, y el elevado número de presiones ambientales y la escasez de
agua afectan negativamente a los diferentes indicadores biológicos.
En el río no existe ninguna estación de referencia para las dos ecorregiones a las que
pertenece (“Llanura Manchega” y “Grandes ríos”) de acuerdo con las conclusiones del
estudio de “Regionalización y Caracterización de la Calidad Ecológica de la Cuenca del
Guadiana” (Volumen I, Documento 1: Informe de Síntesis del Río Guadiana). No obstante
en el tramo 4 se localiza una de las estaciones de referencia complementarias (E-2 en Batán
de San Pedro) definidas en dicho estudio para la ecorregión “Llanura Manchega”. Asimismo
el tramo 3 destaca por la buena calidad de sus indicadores biológicos, tanto acuáticos como
ribereños si bien sus características geomorfológicas (cañón agreste con escasa presencia
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
Noviembre, 2001
vii
humana) no son representativas para la totalidad del río.
Acciones Correctoras Recomendadas
En el siguiente cuadro se relacionan las acciones correctoras recomendadas para mejorar la
problemática ambiental identificada en el río Gigüela. Son medidas, en algunos casos
específicas, destinadas a mejorar la calidad del agua, el estado de las riberas, la calidad del
ecosistema acuático en general (caudales ecológicos) y la de la fauna (peces, especies
ribereñas). Su objetivo último es conseguir que todos los tramos del río Gigüela alcancen un
estado ecológico bueno, que es el objetivo a alcanzar antes de diciembre de 2015, de acuerdo
con la DMA (artículo 4).
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
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viii
De Cabrejas a Horcajada de la Torre
De Horcajada de la Torre a finca El Castillejo
Hoces del Gigüela
De Segóbriga a Conventuales de Uclés
De Uclés hasta la E.A. Quintanar
De Quintanar al puente del ferrocarril
Confluencia con el río Riansares
De puente de Tamarilla a la desviación del río
Desviación del río por un canal artificial
Tramo de aguas residuales
Confluencia del río y el canal hasta el puente del Conde
Tablas de Daimiel
2
3
4
5
6
7
8
9
9'
10
11
LOCALIZACIÓN
1
TRAMO
ACCIONES RECOMENDADAS EN EL RÍO GIGÜELA
Renaturalización del lecho y
del trazado fluvial
Favorecer la circulación del
río por el cauce original
Retirada de ruinas y restos
antrópicos del cauce
Control o limpieza y
recuperación de vertederos
Regeneración del bosque de
ribera
Restauración de márgenes
Mantenimiento de caudal;
control de captaciones
Acciones urbanísticas
(recalificaciones, limitación
de ocupación de DPH)
Depuración de vertidos
Seguimiento de calidad del
agua
Control del crecimiento de
helófitos en el lecho
Control de la expansión del
cangrejo americano
1. INTRODUCCIÓN
Este Informe presenta los resultados del estudio del estado ecológico del Río Gigüela. Forma
parte del estudio “Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del
río Gigüela”, realizado por URS, para la Comisaría de Aguas de la Confederación
Hidrográfica del Guadiana (C.H.G).
El objetivo final del Informe consiste en realizar un diagnóstico del estado ecológico del río
Gigüela, de acuerdo con las directrices de la Directiva Marco del Agua (Directiva
2000/60/CE), en vigor desde diciembre de 2000.
La concepción de este trabajo es novedosa, porque aplica la Directiva Marco (DMA de ahora
en adelante) y porque se basa en el recorrido integral del río. Tradicionalmente, las
evaluaciones de calidad de ríos se han basado en el análisis de puntos discretos (las
estaciones de muestreo), por lo que el análisis espacial continuo constituye un enfoque muy
distinto, más integrador y con mucha información de detalle. Esta nueva concepción del
diagnóstico fluvial ha precisado la definición de una metodología específica y propia, que
incorpora el contenido de la DMA. A partir de un minucioso trabajo de campo se ha
elaborado, aparte de este Informe, un atlas detallado del río, el Atlas fluvial del río Gigüela.
Ambos documentos, junto a una base de datos georreferenciada, integran el estudio
“Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela”.
Los resultados obtenidos en este estudio podrán servir de referencia para los futuros trabajos
que se desprendan de la implementación de la DMA.
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
Noviembre, 2001
1
2. OBJETIVOS
El objetivo final de este trabajo consiste en describir las características ambientales y
diagnosticar el estado ecológico del río Gigüela en todo su recorrido, lo que supone:
a) Elaborar un inventario de presiones, como precisa la DMA, georreferenciando las
afecciones al cauce y a la calidad del agua, y las detracciones de caudal.
b) Hacer una valoración de los indicadores hidromorfológicos, físico-químicos y
biológicos que propone la DMA en cada uno de los tramos fluviales
c) Formular propuestas de acciones o intervenciones de protección y mejora, así
como de usos con fines recreativos, que sean compatibles con el mantenimiento de
sus valores ecológicos.
d) Generar documentación divulgativa tanto escrita como gráfica apropiada para ser
insertada en publicaciones, diarios, etc., con el objeto de conferir relieve social al
proyecto.
e) Integrar la información obtenida en un soporte informático capaz de integrarse en
los sistemas de información geográfica de la Confederación Hidrográfica del
Guadiana.
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
Noviembre, 2001
3
3. METODOLOGÍA
La DMA establece qué grupos de indicadores deben tenerse en cuenta para valorar el estado
ecológico de las masas de agua pero no precisa cuál o cuáles son los índices o los métodos de
valoración a aplicar para medirlos y valorarlos. En la actualidad se ha abierto un debate entre
grupos de expertos y en el seno de la comunidad científica, para llegar a un consenso y
definir con mayor exactitud qué índices y métodos deben aplicarse.
Para subsanar esta falta de definición de la DMA y a la vez poder valorar el estado ecológico
teniendo en cuenta los indicadores que ésta propone, URS aplica una metodología propia,
inspirada en los protocolos de la Environmental Protection Agency para el “Biodiagnóstico
rápido de ríos” (EPA 841-D-97-002, revisión de 1998). Se basa en un recorrido completo del
río objeto de estudio, a lo largo del cual personal experto rellena un exhaustivo listado de
observaciones sobre aspectos medioambientales e identifica distintos tramos fluviales.
Además del recorrido, se realiza un muestreo limnológico que consiste en la medida in situ
de distintos parámetros fisicoquímicos.
El recorrido integral y el muestreo limnológico proporcionan la información necesaria para
valorar, a lo largo de todo el río, los indicadores de estado ecológico que se mencionan en la
DMA. A falta de otra información –que se busca en fuentes bibliográficas- la obtenida en el
campo basta para evaluar el estado ecológico de acuerdo con la DMA.
El plan de trabajo consta de tres etapas:
1. Recopilación de información
2. Recorrido del río
3. Análisis de los resultados y definición del estado ecológico del río
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
Noviembre, 2001
5
3.1 FASE I: RECOPILACIÓN DE INFORMACIÓN
Esta fase tiene por objeto localizar, analizar y sintetizar toda la documentación necesaria para
conocer las características y la calidad ecológica del río. La información recogida antes del
recorrido integral permitió realizar una tramificación previa del río y planificar los trabajos
de campo.
Esta fase comprende las siguientes tareas:
• Análisis cartográfico a escala 1:50.000 del trazado fluvial y cálculo de pendientes
• Análisis de la geología y de la hidrogeología de la cuenca
• Análisis de usos del suelo en la cuenca: cultivos, espacios forestales, industria,
ganadería, actividades turísticas y lúdico-deportivas, y densidad de población
• Análisis del inventario de infraestructuras, detracciones para abastecimiento y
vertidos (según datos de la C.H.G.)
• Análisis hidrológico por tramos utilizando los datos de la red foronómica: medias
anuales (aritmética y geométrica), medianas, medias de los caudales mínimos (Qmedia7,
valor medio de los 7 días consecutivos de menor caudal de cada año, etc.). Ha sido
especialmente relevante la consulta del trabajo Estudio de características y caudales
medioambientales en los cauces de la cuenca del Guadiana (INYPSA-IyE, 2000)
• Análisis de la calidad fisicoquímica del agua a partir de los datos de las estaciones de
la red I.C.A. de la C.H.G., datos de la Junta de Andalucía (Consejería de Medio
Ambiente) y de estudios existentes, y análisis espacial y temporal de los principales
parámetros diagnóstico
• Análisis de la calidad biológica de los ríos (vegetación acuática, macroinvertebrados,
peces) a partir de información de varios estudios (ver bibliografía)
• Análisis del medio natural, en especial de la composición y de las características del
bosque de ribera, la fauna asociada a los ambientes ribereños y los espacios de interés
natural. Esta información se ha obtenido, básicamente, de la Dirección General de la
Red de Espacios Naturales Protegidos y Servicios Ambientales.
6
La recopilación de la información enumerada arriba, así como las referencias incluidas en la
bibliografía, se han obtenido en el curso de visitas y contactos efectuados en los siguientes
organismos públicos y empresas privadas:
Confederación Hidrográfica del Guadiana (áreas de Calidad, Hidrología y
Planificación)
Junta de Andalucía (Consejería de Medio Ambiente: Direcciones Generales de Red de
Espacios Naturales protegidos y de Gestión del Medio Natural)
Junta de Extremadura (Consejería de Agricultura y Medio Ambiente: Dirección
General de Medio Ambiente)
Museo Nacional de Ciencias Naturales (Ignacio Doadrio)
Ayuntamientos de la cuenca del Zújar (Extremadura y Andalucía)
TRAGSA (Oficinas de Ciudad Real, C.H.G.)
3.2 FASE II: RECORRIDO DEL RÍO
El eje del río Gigüela tiene una longitud de 193 km y drena una cuenca de unos 11.970 km2.
Para evaluar su estado ecológico, se ha recorrido íntegramente, desde la cabecera hasta las
Tablas de Daimiel, su desembocadura en el río Guadiana (26 de junio al 2 de julio de 2001).
El río Gigüela se siguió a pie por la orilla y/o en automóvil por los lugares con fácil acceso al
río, ya que no había continuidad de flujo. El equipo de campo se formó con un ecólogo
especialista en ríos y dos biólogos ayudantes.
Los trabajos efectuados a lo largo de esta fase fueron:
• Observaciones en continuo: afecciones al cauce, afecciones a la calidad del agua,
detracciones de caudal, afecciones a la biota
• Muestreo limnológico consistente en la medida in situ de distintos parámetros
fisicoquímicos (oxígeno, temperatura, conductividad, amonio y pH)
• Identificación y descripción de tramos fluviales (se identificaron 11)
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
Noviembre, 2001
7
• Valoración de los indicadores de calidad ecológica que establece la Directiva Marco
en cada uno de los tramos
3.2.1 Observaciones en continuo
A lo largo del recorrido del río se registraron en continuo todas las afecciones de origen
antrópico sobre aspectos hidromorfológicos y fisicoquímicos. Para tal fin, se utilizaron unas
fichas inspiradas en los protocolos de la Environmental Protection Agency para el
“Biodiagnóstico rápido de ríos”. En ellas se registraron, describieron y georreferenciaron
(con un GPS “Garmin III”) todas las incidencias que a continuación se detallan. Las fichas se
completaron con reportajes fotográficos exhaustivos.
La descripción y ubicación de todas las afecciones se presenta en soporte digital, en formato
compatible con el GIS de la C.H.G. (en el CD que acompaña a este trabajo) y también en
forma de documento (Volumen III: Resultados de campo)
Para cada uno de los ríos se georreferenciaron y describieron las afecciones que siguen:
1. Afecciones relativas a los indicadores hidromorfológicos:
• Detracciones de caudal (tomas fijas, tomas temporales, riegos). Se analizó el estado
del río tras esas tomas y la longitud afectada de cada tramo. Se valoró la suficiencia
del caudal restante para el mantenimiento del equilibrio ecológico del ecosistema
fluvial
• Afecciones al cauce. Se agruparon en dos tipos de alteraciones:
− Alteraciones en el lecho del río: presencia de infraestructuras tales como
canalizaciones, presas, azudes, puentes, vados, vallas de ganado, y en los tramos
regulados, el avance de la vegetación de ribera hacia el cauce debido a la ausencia
de avenidas
− Alteraciones directas e indirectas en los márgenes del río: defensas fluviales y
protección de márgenes (con piedras, bloques, hormigón), merenderos, áreas
recreativas, edificaciones y presencia de restos antrópicos y basuras.
Se analizó su efecto sobre el río y sobre los organismos: efecto barrera,
incremento de la profundidad, cambio de hábitat, modificación de regímenes
8
hidrológicos y térmicos e incidencia en la calidad de las aguas
2. Afecciones relativas a los indicadores fisicoquímicos:
• Afecciones a la calidad del agua (vertidos urbanos, agroganaderos o industriales). Se
comprobó que coincidieran con los inventariados y se evaluó la afección que
producen. Los vertidos suelen formar acumulaciones de lodos y coloraciones
inducidas del agua, producir olores y espumas o favorecer el crecimiento algal y
bacteriano.
3.2.2 Muestreo limnológico
Durante el recorrido fluvial, el muestreo limnológico consistió en la medida in situ de
distintos parámetros fisicoquímicos (indicadores de calidad fisicoquímicos):
• En los tramos fluviales, principales afluentes y vertidos de depuradoras se midieron
los siguientes parámetros: temperatura, conductividad, pH y concentración de
amonio.
• En las Tablas de Daimiel, se realizaron muestreos de temperatura, conductividad,
oxígeno disuelto, turbidez y concentración de amonio en varios accesos (Entrada a las
Tablas, Isla de los Asnos, Isla del Pan y Puente Navarro)1.
1
El muestreo en las Tablas de Daimiel se realizó en colaboración con la Guardería del Parque Nacional.
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
Noviembre, 2001
9
3.2.3 Tramificación y descripción de los tramos
A partir de las observaciones de campo se realizó una tramificación del río en varios
sectores, de acuerdo con las características ecológicas y su dinámica funcional. Se
describieron 11 tramos (Figura 3.2-1):
!
"
05 54 524 / 44 33 314
05 35 992 / 44 32 051
22
De Cabrejas a Horcajada de la Torre
#
05 35 992 / 44 32 051
05 23 060 / 44 12 791
25,6
De Horcajada a la finca El Castillejo
$
05 19 500 / 44 15 500
05 17 040 / 44 14 855
3,7
Hoces del Gigüela
%
05 17 040 / 44 14 855
05 08 360 / 44 06 898
13,6
De Segóbriga a Conventuales de Uclés
&
05 08 360 / 44 06 898
04 93 052 / 43 88 086
27,2
De Uclés hasta la E.A. de Quintanar
'
04 93 052 / 43 88 086
04 75 945 / 43 76 817
22,5
De la E.A. de Quintanar a puente
ferrocarril
(
04 75 945 / 43 76 817
04 72 880 / 43 65 227
16,4
Confluencia con el río Riansares
)
04 72 880 / 43 65 227
04 75 716 / 43 54 685
12,5
De Tamarilla a la desviación del río
*+*, 04 75 716 / 43 54 685
04 72 423 / 43 50 352
6,3
Hasta la confluencia del río con el
canal
"-
04 72 423 / 43 50 352
04 46 545 / 43 38 533
31,5
Hasta el puente del Conde
""
04 46 545 / 43 38 533
04 36 736 / 43 31 689
12,2
P. N. de las Tablas de Daimiel
"*$.'
10
Cada uno de los tramos se ha descrito y valorado, en el campo, en base a las siguientes
características (Volumen II: Atlas del río Gigüela):
1. Características hidromorfológicas:
• Se valora la variación de la profundidad y la anchura del cauce y el tipo de substrato.
Para ello se utilizan los baremos que constan en las tablas siguientes: tablas 1 y 2.
• Se analiza la estructura de la zona ribereña, valorando su grado de naturalidad (tabla
de valoración 3)
2. Características fisicoquímicas:
• Se valora la calidad visual del agua (tabla de valoración 4)
3. Características biológicas:
• Vida acuática. Se valora la aptitud del tramo para la vida acuática según las tablas de
valoración adjuntas (tabla de valoración 5)
• Hábitat para otra fauna relacionada con el río. Se identifican y cuantifican los hábitats
que pueden albergar especies de mamíferos (nutria, desmán, musaraña acuática), aves
(martín pescador, garza, martinete), anfibios e invertebrados (cangrejo), mediante los
baremos de la tabla de valoración 5.
La división inicial del río en tramos hace posible asignar, a cada uno de ellos, una valoración
global del estado ecológico. La valoración por tramos integra más información que la basada
en estaciones de control aisladas. Se adjuntan a continuación las tablas de valoración usadas
en los trabajos de campo.
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
Noviembre, 2001
11
Tabla de valoración 1
INDICADORES HIDROMORFOLÓGICOS (ríos)
VARIACION DE LA PROFUNDIDAD Y LA ANCHURA
VALORACIÓN
PUNTUACIÓN
MUY BUENA
BUENA
ACEPTABLE
DEFICIENTEMALA
Máxima
combinación de
régimen de
velocidad del
agua
/profundidad
(lento-profundo,
lento-somero,
rápido profundo,
rápido- somero).
Mejora con la
diversificación de
la vena de agua y
las
irregularidades
de las orillas
(madres,
ensenadas etc.).
Sólo tres
combinaciones del
régimen de
velocidad del
agua/profundidad.
El valor más bajo
es si falta el rápidosomero. Mejora
con la
diversificación de
la vena de agua y
las irregularidades
de las orillas.
Sólo dos
combinaciones del
régimen de
velocidad del
agua/profundidad.
El valor más bajo
es si faltan el
rápido-somero y el
lento-somero.
Mejora con las
irregularidades de
las orillas.
Domina una
combinación
(usualmente lentoprofundo). Mejora
con las
irregularidades de
las orillas.
8
5
2
10
9
7
6
4
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
Noviembre, 2001
3
1
0
13
Tabla de valoración 2
INDICADORES HIDROMORFOLÓGICOS (ríos)
ESTRUCTURA Y SUBSTRATO DEL LECHO
VALORACIÓN
MUY BUENA
BUENA
ACEPTABLE
Elevada diversidad
de substratos
(ninguno supera el
60% del total):
Cantos rodados,
gravas y arena.
Poco limo. Riberas
en buen estado.
Diversidad de
substratos media
(uno supera entre
el 60 y el 90% del
total), siempre que
el dominante sean
cantos rodados,
gravas o arenas.
Predominancia de
Diversidad de
limos o arcilla
substratos baja
(uno supera el 90% compactada.
del total) siempre
que el dominante
sean cantos
rodados, gravas o
arenas.
Mejora:
Mejora:
Mejora:
−
Presencia de
vegetación
litoral y/o
sumergida.
−
−
Presencia de
playas, barras
de arena y
grava.
−
Diversificación
del cauce: canal
trenzado y
madres.
Presencia de
vegetación
litoral y/o
sumergida.
−
−
Presencia de
playas, barras
de arena y
grava.
−
−
Diversificación
del cauce: canal
trenzado y
madres.
Empeora :
Empeora :
PUNTUACIÓN
10
9
−
Presencia de
limos.
−
Alteración física
de las riberas.
8
7
6
DEFICIENTEMALA
Mejora:
−
Presencia de
vegetación
litoral y/o
sumergida.
Empeora :
Diversificación
del cauce: canal
trenzado y
madres.
−
Presencia de
limos.
−
Alteración física
de las riberas.
5
4
Presencia de
vegetación
litoral.
3
−
2
Alteración
física de las
riberas.
1
0
14
Tabla de valoración 3
INDICADORES HIDROMORFOLÓGICOS (ríos)
ESTADO DE LA ZONA RIBEREÑA
VALORACIÓN
MUY BUENA
Sotos naturales
bien desarrollados
en zonas no
humanizadas.
Mejora:
−
−
−
Continuidad con
ecosistemas
naturales
terrestres.
Presencia de
islas bien
forestadas.
Continuidad con
vegetación
litoral.
BUENA
ACEPTABLE
Sotos bien o
medianamente
desarrollados
lindando con
zonas
humanizadas.
DEFICIENTEMALA
Vegetación de
ribera limitada a la
orilla pero
continua.
Mejora:
Mejora:
−
Varios estratos
(arbóreo,
arbustivo).
−
−
Mejora:
−
Especies
autóctonas.
Presencia de
islas bien
forestadas.
−
Presencia de
islas bien
forestadas.
Continuidad con
vegetación
litoral.
Empeora:
−
Especies
autóctonas
−
Presencia de
islas bien
forestadas.
−
Continuidad
con
vegetación
litoral.
−
Playas de
arena o grava
fina.
Continuidad con
vegetación
litoral.
−
Playas de arena
o grava fina.
−
Vegetación de
ribera poco
desarrollada y
discontinua.
−
Falta total del
estrato arbóreo
y/o arbustivo.
−
Frecuentación
humana y/o de
animales
domésticos
−
Alteraciones
físicas de las
riberas (obras,
defensas).
−
Vertederos,
escombreras.
−
Restos
antrópicos.
Empeora:
PUNTUACIÓN
10
9
8
7
6
−
Degradación del
sotobosque.
−
Frecuentación
humana y/o de
animales
domésticos
−
Alteraciones
físicas de las
riberas (obras,
defensas).
−
Vertederos,
escombreras.
−
Restos
antrópicos.
5
4
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
Noviembre, 2001
3
2
1
0
15
Tabla de valoración 4
INDICADORES FISICOQUÍMICOS (ríos)
CONDICIONES GENERALES (CALIDAD VISUAL)
VALORACIÓN
MUY BUENA
Aguas claras
BUENA
ACEPTABLE
DEFICIENTEMALA
Aguas claras o algo
Aguas turbias,
Aguas contaminadas,
turbias. Substrato
con indicios de
contaminación
eutróficas
(fitopotamoplancton)
en su peor situación
con colores inducidos,
eutróficas. Espumas,
olores y abundancia de
(perifiton, etc.).
Aguas turbias por
sólidos inorgánicos
con índices de
contaminación
orgánicos y algo de
partículas
contaminantes
filamentosas o
en suspensión
olor. Menos de 0,5
subfilamentosas
(origen mineral).
mg/L de amonio.
mayores de 3mm. Más
de 0,5 mg/L de
amonio. En su peor
situación aguas
negras.
OBJETIVO DE
CALIDAD (PLAN
HIDROLÓGICO)
PUNTUACIÓN
NIVEL I
10
NIVEL II
9
8
7
NIVEL III
6
5
4
NIVEL IV
3
2
1
0
16
Tabla de valoración 5
INDICADORES BIOLÓGICOS (ríos)
CARACTERÍSTICAS DEL HÁBITAT PARA LA VIDA ACUÁTICA
VALORACIÓN
MUY BUENA
BUENA
ACEPTABLE
DEFICIENTEMALA
Elevada diversidad
de substratos
(ninguno supera el
60% del total):
Cantos rodados,
gravas y arena. Poco
limo. Riberas en
buen estado. Aguas
de buena calidad en
el contexto zonal del
río.
Mejora:
−
−
−
−
PUNTUACIÓN
Mejora:
−
Presencia de
vegetación
litoral y/o
sumergida.
Presencia de
playas, barras
de arena y
grava.
Refugios para
peces (troncos,
obstáculos,
orillas
excavadas por
debajo, piedras
estables).
Vegetación
terrestre
colgada sobre el
cauce.
Diversificación
del cauce: canal
trenzado y
madres.
10
Diversidad de
substratos media (uno
supera entre el 60 y
el 90% del total),
siempre que el
dominante sean
cantos rodados,
gravas o arenas.
9
Presencia de
vegetación
litoral y/o
sumergida.
−
Presencia de
playas, barras de
arena y grava.
−
Refugios para
peces (troncos,
obstáculos,
orillas
excavadas por
debajo, piedras
estables).
Vegetación
terrestre colgada
sobre el cauce.
−
Diversificación
del cauce: canal
trenzado y
madres.
Empeora :
−
Presencia de
limos.
−
Mala calidad de
las aguas
−
Alteración física
de las riberas.
8
7
6
Diversidad de
substratos baja (uno
supera el 90% del
total) siempre que el
dominante sean
cantos rodados,
gravas o arenas.
Mejora:
Mejora:
−
−
Presencia de
vegetación
litoral.
−
Refugios para
peces (orillas
excavadas
por debajo).
Vegetación
terrestre
colgada sobre
el cauce.
−
−
Presencia de
vegetación
litoral y/o
sumergida.
Refugios para
peces (troncos,
obstáculos,
orillas
excavadas por
debajo, piedras
estables).
Vegetación
terrestre colgada
sobre el cauce.
Diversificación
del cauce: canal
trenzado y
madres.
Empeora :
−
Mala calidad
de las aguas
−
Alteración
física de las
riberas.
Empeora :
−
Presencia de
limos.
−
Mala calidad de
las aguas.
−
Alteración física
de las riberas.
5
4
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
Noviembre, 2001
Predominancia de
limos o arcilla
compactada.
3
2
1
0
17
Tabla de valoración 6
INDICADORES BIOLÓGICOS (ríos)
CARACTERÍSTICAS DEL HÁBITAT PARA LA FAUNA RIBEREÑA
VALORACIÓN
MUY BUENA
ACEPTABLE
DEFICIENTEMALA
Sotos naturales
poco desarrollados
en zonas no
humanizadas. A
veces un único
estrato (arbóreo,
arbustivo o cañas).
Sotos bien o
medianamente
desarrollados
lindando con zonas
humanizadas.
Vegetación de ribera
poco desarrollada y
discontinua en zonas
humanizadas.
Mejora:
Mejora:
Mejora:
Mejora:
−
−
−
Especies
autóctonas
−
−
Presencia de
islas bien
forestadas.
Presencia de
islas bien
forestadas.
−
−
Continuidad
con vegetación
litoral.
Continuidad
con vegetación
litoral.
Empeora:
−
Intercalado de
contrafuertes
arcillosos o
acantilados
rocosos.
Sotos naturales bien
desarrollados en
zonas no
humanizadas.
−
−
−
−
PUNTUACIÓN
BUENA
Continuidad
con ecosistemas
naturales
terrestres.
Continuidad
con
ecosistemas
naturales
terrestres.
Presencia de
islas bien
forestadas.
−
Continuidad
con vegetación
litoral.
−
Intercalado de
contrafuertes
arcillosos o
acantilados
rocosos.
Continuidad
con
vegetación
litoral.
−
Intercalado de
contrafuertes
arcillosos o
acantilados
rocosos.
Playas de arena
o grava fina.
10
9
Presencia de
islas bien
forestadas.
−
Playas de
arena o grava
fina.
8
7
6
−
−
Falta total del
estrato arbóreo
y/o arbustivo.
−
Frecuentación
humana y/o de
animales
domésticos
Playas de arena
o grava fina.
Empeora:
−
Degradación del
sotobosque.
−
Frecuentación
humana.
5
4
3
2
1
0
18
3.3 FASE III: ANÁLISIS DE RESULTADOS Y DEFINICIÓN DEL ESTADO
ECOLÓGICO
En esta fase se comparan e integran las valoraciones realizadas in situ con la información
procedente de la investigación bibliográfica. El objetivo es definir el estado o potencial
ecológico de cada tramo de río (y de cada embalse) a partir de ambas fuentes de información:
la de campo (tablas de valoración) y la bibliográfica (datos existentes de caudal, condiciones
químicas generales, contaminantes específicos, composición y abundancia de los distintos
grupos biológicos). Mientras que la información procedente de la primera fuente es más
detallada espacialmente, la segunda suele serlo temporalmente. De su consideración conjunta
se deduce la valoración de los indicadores de estado ecológico en cada uno de los tramos
identificados a lo largo del río.
De acuerdo con la Directiva Marco del Agua (Directiva 2000/60/CE), el estado ecológico se
valora en sistemas acuáticos naturales mientras que en sistemas acuáticos muy modificados o
artificiales se debe valorar su potencial ecológico. Ambos parámetros difieren, pues, en
cuanto a su ámbito de aplicación. Genéricamente, el estado ecológico es una expresión de la
calidad de la estructura y del funcionamiento de los ecosistemas acuáticos asociados a las
aguas superficiales. Tiene en cuenta la naturaleza fisicoquímica del agua y las características
hidromorfológicas, pero se centra en la condición de los elementos biológicos del
ecosistema. El estado ecológico se valora en función del grado de intervención humana y de
la riqueza, equilibrio y sostenibilidad del ecosistema.
La Directiva Marco del Agua (DMA) establece 3 grupos de indicadores para la definición
del estado ecológico:
• hidromorfológicos
• fisicoquímicos
• biológicos
Para cada grupo, la valoración puede ser muy buena, buena, aceptable, deficiente y mala. La
valoración final de estado ecológico, según la DMA, es la mínima obtenida entre los
indicadores físicoquímicos y los biológicos. Para los ríos establece las categorías siguientes:
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
Noviembre, 2001
19
- Muy buen estado. El alcanzado por una masa de agua superficial cuando la
influencia de la actividad humana no es significativa.
- Buen estado. El alcanzado por una masa de agua superficial cuando la influencia
de la actividad humana es significativa, aunque mantiene un ecosistema rico,
equilibrado y sostenible. Los valores de distorsión causados por la actividad
humana son bajos.
- Estado aceptable. El alcanzado por masas de agua en las que hay signos moderados
de distorsión causada por la actividad humana. Se trata de ríos significativamente
perturbados, en los que el ecosistema está empobrecido y desequilibrado.
- Estado deficiente. El alcanzado por una masa de agua superficial cuando muestra
indicios de alteraciones importantes.
- Mal estado. Corresponde a las aguas que muestran indicios de alteraciones graves
y en las que están ausentes amplias proporciones de las comunidades biológicas
normalmente asociadas con el tipo de agua superficial en condiciones inalteradas.
20
La tabla siguiente resume los indicadores que considera la Directiva Marco. Con un asterisco
se marcan aquellos que se miden en el campo, mediante las tablas de valoración cualitativa
expuestas en el apartado precedente. El indicador físicoquímico de condiciones generales se
midió, en el campo, según la calidad visual. El indicador biológico relativo a los peces se
midió a partir de la valoración de la aptitud del hábitat para la fauna íctica.
HIDROMORFOLÓGICOS
FISICOQUÍMICOS
BIOLÓGICOS
INDICADORES DE CALIDAD (Directiva Marco)
RÍO
Régimen hidrológico
caudales e hidrodinámica del flujo
conexión con masas de agua subterránea
Continuidad del río
Condiciones morfológicas
variación de la profundidad y anchura *
estructura y substrato del lecho *
estructura de la zona ribereña *
Condiciones generales (*):
condiciones térmicas
condiciones de oxigenación
mineralización
pH
condiciones en cuanto a nutrientes
Contaminantes específicos
Fitoplancton
Macrófitos y organismos fitobentónicos
Fauna bentónica de invertebrados
Fauna ictiológica (*)
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
Noviembre, 2001
21
4. ESTADO ECOLÓGICO
En este capítulo se presentan en sucesivos apartados, la descripción y valoración de los
indicadores del estado ecológico (hidromorfológicos, fisicoquímicos y biológicos), el
inventario de presiones ambientales y finalmente se define el estado ecológico del río,
siguiendo las directrices de la Directiva Marco del Agua –DMA- (Directiva 2000/60/CE).
4.1. INDICADORES DE ESTADO ECOLÓGICO
Las valoraciones de los diferentes indicadores hidromorfológicos, fisicoquímicos y
biológicos se han realizado considerando como unidad de trabajo los tramos fluviales en los
que se ha dividido el río, 11 tramos en este caso (ver capítulo 1), cuyas características
ambientales se detallan en el documento “Atlas del río Gigüela”).
4.1.1.
INDICADORES HIDROMORFOLÓGICOS
4.1.1.1. Régimen hidrológico
“La Mancha” cuyo nombre proviene de la raíz árabe que significa sin agua, es una cuenca
sedimentaria de litología caliza y muy llana, con un régimen de precipitaciones semiárido (la
precipitación media es de 450 mm). La topografía del terreno, casi totalmente llana, dificultó
considerablemente el desarrollo y encajamiento de la red fluvial lo que dio lugar a inmensas
superficies inundadas a causa del desbordamiento de los ríos y de los aportes de aguas
subterráneas; siendo muy importante la interrelación entre las aguas superficiales y las
subterráneas, ya que estas últimas constituyen el recurso hídrico mayoritario en La Mancha
(> 70% del total1).
Así, en la inmensa llanura manchega aparecían numerosas lagunas someras (pandas) que se
formaban en hondonadas y rellanos, cuyas formas se relacionan con el paleorrelieve de
antiguos cursos fluviales, mientras que los cursos actuales, con perfiles de muy baja
pendiente, se empantanan constituyendo llanuras de inundación de carácter palustre (tablas o
1
Recogido en el capítulo de hidrología de Las Tablas de Daimiel, Ecología Acuática y Sociedad.
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
Noviembre, 2001
23
tablazos), con un régimen mixto fluvial y palustre. Este conjunto de lagunas y llanuras de
inundación forman la Mancha húmeda, considerada de gran valor ecológico y cuyo centro se
situaría alrededor de Alcázar de San Juan donde aparece el núcleo de humedales más
numeroso.
El río Gigüela es uno de los principales afluentes de la cuenca alta del Guadiana. Desde la
cabecera, en los Altos de Cabrejas, presenta un cauce fluvial definido, y es a partir de su
confluencia con el Riansares y a causa de la escasa pendiente del terreno, que de forma
natural el cauce se desdibuja y antiguamente, se formaban encharcamientos y lagunas pandas
(laguna del Taray, lagunas Chica y Grande de Villafranca y las Tablas de Daimiel).
En las últimas décadas desaparecieron los molinos que, a lo largo de los cauces fluviales,
favorecían el mantenimiento de un nivel constante de inundación y del nivel freático. Hubo
numerosos intentos de desecación de las zonas inundadas para su aprovechamiento agrícola
(“Saneamiento y colonización de los terrenos pantanosos que se extienden inmediatos a las
márgenes de los ríos Guadiana, Gigüela, Záncara y afluentes...” Ley de 17 de julio de 1956)
y se hicieron numerosos sondeos para la detracción de agua del acuífero gracias a los nuevos
avances tecnológicos dirigidos a la transformación de los cultivos tradicionales de secano en
regadíos (se inicia a mediados de los 70). Estas acciones junto a los periodos de fuerte sequía
hicieron que el nivel freático del acuífero 23 descendiese fuertemente (> 35 m en algunas
zonas) y los cauces fluviales y las lagunas de la Mancha se vieran en un estado crítico por la
falta de agua.
Aproximadamente a la altura de Alcázar de San Juan, el Gigüela fluye sobre el acuífero de la
Mancha Occidental (Acuífero 23) que se declaró definitivamente sobreexplotado en
diciembre de 1994. La recarga del acuífero se produce en gran parte y dependiendo de la
pluviometría del año, a partir de las pérdidas de los ríos que fluyen sobre su superficie.
El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, declarado en 1973, delimita una de estas zonas
de encharcamiento formada en la confluencia de los ríos Gigüela y Guadiana (Ojos del
Guadiana) que se considera de gran interés natural y último representante de este tipo de
humedales en la llanura central de la Península Ibérica. Las Tablas ya se citan en el Libro de
Caza del Infante don Juan Manuel (1325) y en las Relaciones Topográficas de Felipe II
(1575) como una importante zona húmeda, con abundante agua y una muy buena zona de
caza. Los Ojos del Guadiana dejaron definitivamente de manar alrededor de los ochenta, con
lo que se perdía el principal aporte de caudal al Parque Nacional de las Tablas de Daimiel.
24
Para tratar de frenar el progresivo y acelerado deterioro de las Tablas se elaboró el Plan de
Regeneración Hídrica del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel (PNTD). Esto significó,
por un lado, declarar como sobreexplotado el acuífero y diseñar un programa de
compensación de rentas para que los agricultores que se dedicaban al regadío dejasen de
sacar agua del acuífero, y por otro lado, la construcción de la presa de Puente Navarro, y la
derivación de agua del trasvase Tajo-Segura a través del río Gigüela y a partir de
extracciones de agua del acuífero.
La derivación de volúmenes al Guadiana desde el trasvase Tajo-Segura (Ley 13/1987, de 17
de julio) permitía derivar, con carácter experimental, hasta 60 hm3 en tres años, sin que el
volumen derivado un año fuera superior a 30 hm3. Posteriormente, según el Real DecretoLey 8/1995, de 4 de agosto, permite la derivación de recursos hídricos del acueducto TajoSegura, para el abastecimiento de la cuenca alta del río Guadiana, con un volumen máximo
de 50 hm3 y dentro de está cuantía se consideran incluidas las dotaciones previstas para el
PNTD en la Ley de 1987 y en los Reales Decretos-Leyes que prorrogaron sus efectos,
dotaciones que en lo sucesivo pasarán a tener carácter permanente. La derivación se produce
a través del río Valdejudíos y del Gigüela, y ha resultado la actuación que ha tenido efectos
más positivos para la supervivencia y recuperación de las Tablas.
La caracterización hidrológica se basa en: (i) el análisis del caudal de las estaciones de aforos
de la C.H.G. y (ii) en el inventario de las infraestructuras y aprovechamientos importantes.
Según datos de aforos de la C.H.G., la aportación media anual del río Gigüela al Guadiana se
estima en 57 hm3/año, en la estación de aforos de Buenavista, y actualmente representa el
aporte más importante de la cuenca alta del Guadiana. Los recursos hídricos para toda la
cuenca del Guadiana se han calculado en 4.872 hm3/año, por lo que el Gigüela supone, un
1,17 % del total.
El Gigüela recibe los aportes de otros afluentes importantes: el Záncara, el Riansares y el
Amarguillo. La cuenca de aportación es de 11.970 km2 y la longitud de su eje es de 193 km.
La C.H.G. tiene 3 estaciones de aforo de caudales a lo largo del Gigüela: EA-201
(Quintanar), EA-202 (Villafranca) y EA-203 (Buenavista). La EA-201 es una estación
histórica, de la que existen datos desde 1942 hasta el 2001; en las figuras 4.1.1-1, 4.1.1-2 y
4.1.1-3 se representan los caudales diarios del periodo más reciente disponible de las
estaciones de aforos 201, 202 y 203 (de 1995 a 2001). También se han calculado los caudales
medios mensuales, las medias anuales, la mediana y el caudal medio de los 7 días
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
Noviembre, 2001
25
consecutivos de menor caudal (Qmedia7) de cada año hidrológico (tabla 4.1.1-1). Las tablas
4.1.1-2, 4.1.1-3 y 4.1.1-4 recogen los caudales medios mensuales y anuales y las
desviaciones típicas mensuales para los periodos más recientes disponibles de los caudales
de las estaciones de aforo 201, 202 y 203.
Existen datos recientes (2000-2001) de 9 puntos más de medida de caudales; 1 punto aguas
arriba de la desembocadura del río Valdejudíos y el resto aguas abajo hasta Villarrubia de los
Ojos (tabla 4.1.1-5 y figura 4.1.1-4). Según estos datos se detecta un aumento considerable
del caudal después de la confluencia con el Valdejudíos (caudal derivado del trasvase TajoSegura) en los meses de marzo de ambos años, y un ligero aumento en los meses de junio
cuando ya no hay aportes. En marzo de 2001 se ve un incremento considerable del caudal a
partir de los aportes del Riansares y se observa un descenso en los caudales a lo largo del río
en los datos de marzo de 2000 y 2001 a partir de Villafranca de los Caballeros, cuando el
Gigüela ya fluye sobre el acuífero 23 (pérdida por recarga del acuífero). En los datos de junio
de estos dos años, se observa que el caudal es muy bajo a lo largo del río y aumenta en
Buenavista en Arenas de San Juan. Únicamente se derivan caudales del trasvase Tajo-Segura
al Gigüela fuera de la época de riego en la cuenca del Júcar (hasta mayo-junio). El caudal es
prácticamente nulo desde julio hasta enero, en la mayor parte de las estaciones de aforo.
El análisis de los datos hidrológicos y del inventario de infraestructuras y aprovechamientos
(datos de la C.H.G. y datos de campo) conduce a la identificación de distintos sectores
(Figura 4.1.1-5):
Cabecera.- Corresponde al tramo comprendido entre el nacimiento del río (a 1.080 m de
altitud), en los Altos de Cabrejas hasta la confluencia con el río Valdejudíos (a 42 km aguas
abajo). Los aportes de agua al río Gigüela se deben a pequeños arroyos, el más importante es
el arroyo Valdepineda. No hay datos de caudales para este sector, si bien se aprecia que el río
presenta un régimen hidrológico de marcado estiaje; el caudal es en general, bajo y la
vegetación acuática emergente invade el cauce en gran parte del tramo interrumpiendo la
circulación del agua que queda restringida a pequeñas balsas en época estival. La anchura del
cauce, en general no supera los 10 m, aunque en la zona de confluencia del río Valdepineda y
del Valdejudíos es más ancho y difuso, hasta 50 m.
Confluencia río Valdejudíos – Torrelengua.- El río Valdejudíos confluye con el Gigüela al
inicio de este tramo, aportando caudales del trasvase Tajo-Segura a la cuenca del Guadiana,
los cuales son fundamentales para el mantenimiento del Parque Nacional de las Tablas de
26
Daimiel. La longitud de este sector es de 23 km y la pendiente es muy baja (0,09%). El río en
este tramo cuenta con cuatro detracciones directas de caudal: una temporal para riego y tres
fijas (dos casetas y un canal que hasta hace 20-25 años detraía agua para una central
hidroeléctrica).
Torrelengua –Quero (Pte. ferrocarril).- El régimen hidrológico del río Gigüela continúa
marcado por el fuerte estiaje. No hay ningún afluente importante en el tramo. El río está
canalizado por motas (anchura entre 5 y 15 m), confinado por los cultivos, sobre todo en la
segunda mitad del tramo. Predominan las aguas lentas y someras, aunque puntualmente se
forman balsas profundas (<1,5 m). La longitud total de este sector es de 49,7 km, siendo la
pendiente muy reducida (0,16%). En el tramo hay una estación de aforos, EA Quintanar (EA
201) su caudal medio anual es de 1,36 m3/s (42,9 hm3/año, entre 1942 y 2001); los mínimos
para este periodo se sitúan en agosto (1 m3/s), y los máximos en enero (8,9 m3/s) (tabla 4.1.11). Aumentan las detracciones directas de caudal para riego; se contabilizaron un total de 5,
de las que 2 son temporales y 3 son fijas (casetas). Hay numerosos pozos. El caudal óptimo
medio al inicio tramo se calculó en 0,47 m3/s oscilando entre un mínimo de 0,29 en agosto y
0,64 en marzo (INYPSA 2000)
Zona de confluencia del Riansares.- El río Riansares confluye con el Gigüela en este tramo.
Su cuenca de drenaje es de 1.278 km2 y aporta al Gigüela un caudal medio máximo de 0,39
m3/s, según datos de la CHG para los meses de enero a mayo (en el periodo 1994-2001). La
zona de confluencia es una zona de muy poca pendiente formando una amplia zona de
inundación que actualmente está reducida a la laguna del Taray y el resto está ocupado por
cultivos y yermos. La longitud total de este sector es de 16,4 km, siendo la pendiente muy
reducida (0,12%). El cauce del Gigüela en este tramo presenta una sección muy regular, de
anchura inferior a 10 m, predominan las aguas someras (<0,4 m) y de flujo muy lento. Hay
una estación de aforos, EA Villafranca (EA 202), en la que se obtiene un caudal medio anual
de 1,4 m3/s (44,4 hm3/año, entre 1995 y 2001); los mínimos para este periodo se sitúan en
septiembre (0,4 m3/s), y los máximos en enero (7,9 m3/s) (tabla 4.1.1-1). No hay detracciones
de caudal.
Tramo fluvial sobre el acuífero de La Mancha.- El régimen hidrológico del río Gigüela
continúa marcado por el fuerte estiaje, acentuado en este caso por su entrada en el acuífero
de La Mancha que se recarga, en parte, a partir de aportes de los ríos que circulan sobre su
superficie, en este caso del Gigüela. El Záncara y el Amarguillo desembocan en este tramo;
el Záncara tiene una superficie de drenaje de 5.726 km2 y el Amarguillo de 1.278 km2,
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
Noviembre, 2001
27
ambos ríos aportan un caudal medio muy bajo al Gigüela (Q < 1 m3/s). El río está canalizado
por motas, en general su anchura es inferior a 10 m, está confinado por cultivos, mayormente
de cereales, y por zonas yermas. Aguas abajo de Alcázar de San Juan, el río es desviado y
circula por un canal mientras el cauce del río está ocupado por las aguas residuales de
Alcázar de San Juan. Al inicio del tramo se forman balsas profundas (<1 m) aunque
predominan las aguas lentas y someras. La longitud total de este sector es de 50,3 km, siendo
la pendiente muy reducida (0,04%). En el tramo hay una estación de aforos, EA Buenavista
(EA 203, cuyo caudal medio anual es de 1,8 m3/s (57,1 hm3/año, entre 1995 y 2001); los
mínimos para este periodo se sitúan en agosto (0,2 m3/s), y los máximos en febrero (11,7
m3/s) (tabla 4.1.1-1). Hay numerosos pozos que detraen agua para riego especialmente al
inicio del tramo donde abundan los cultivos de regadío. También hay 2 pozos de recarga del
acuífero.
Tablas de Daimiel.- La zona de confluencia de los ríos Gigüela y Guadiana, a causa de su
escasa pendiente, forma una extensa zona de encharcamiento, las Tablas de Daimiel, después
de varios intentos de canalización y desecación, se mantienen gracias a los aportes de
caudales del trasvase Tajo-Segura y a la existencia de dos presas (la del Morenillo y la presa
de Puente Navarro). El agua se almacena únicamente con fines medioambientales, de
conservación del espacio natural. La presa del Morenillo está en la antigua confluencia del
Gigüela con el Guadiana delimitando la zona propiamente dicha de las Tablas, y la presa de
Puente Navarro delimita la zona denominada de Las Cañas (entre las dos presas). En
condiciones favorables la presa de Puente Navarro debería permitir un flujo constante de
salida, aunque fuera pequeño. Sin embargo, al carecer de desagües de fondo, la única
posibilidad de evacuar agua del espacio protegido es mediante la apertura de alguna de las
compuertas. Esta situación impide el flujo de caudales pequeños, por lo que solamente en
años óptimos, desde el punto de vista hidrológico, se ha producido el vertido de agua (3,5
hm3 en 1989 y 5 hm3 en 1990. La longitud total de este sector es de 12,2 km, siendo la
pendiente prácticamente nula.
4.1.1.2. Continuidad del río
El río Gigüela ha sido dividido en 11 tramos en función de diferentes características
(hidromorfológicas, biológicas, usos del entorno, etc), a efectos de poder llevar a cabo un
estudio y una valoración más detallados de su estado ecológico (ver el documento “Atlas del
Río Gigüela” y Capítulo 1). Las valoraciones de los apartados siguientes remiten a estos 11
28
tramos fluviales.
La continuidad del sistema fluvial en el río Gigüela se ve afectada principalmente por la falta
de caudal, a causa de la sequía y de las detracciones excesivas, y por la desviación del río
hacia un canal mientras el cauce del río se ve ocupado por las aguas residuales de Alcázar de
San Juan (Tramos 9 y 9’).
Las detracciones directas de caudal son poco numerosas y están restringidas a la primera
parte del río; del tramo 2 hasta el 4. En la misma zona hay varios azudes para derivación de
agua, de poca altura, que resultan barreras insalvables para la fauna acuática cuando el
caudal es bajo; no obstante, éstas no se consideran alteraciones a la continuidad del río. El
final del Gigüela, dentro de las Tablas de Daimiel, está delimitado por la presa hidráulica del
Morenillo que no se considera una barrera para la fauna.
La continuidad de los tramos fluviales del Gigüela ha sido valorada del siguiente modo (tabla
4.3-1):
• Buena
El tramo 3 que representa el 1,9 % de la longitud total del río, presenta pequeñas
infraestructuras que suponen barreras superables para la fauna acuática y que no alteran
la continuidad del río.
• Aceptable
La mayor parte de los tramos fluviales del Gigüela (tramos 1, 2 y 4 al 10), entra dentro de
este nivel de valoración, suponiendo el 91,8%. La continuidad del río se halla poco
alterada, ya que si bien existen numerosas infraestructuras (azudes y bases de hormigón
de puentes) éstas suponen, en general, barreras superables por la fauna acuática; sólo en
condiciones de caudal muy bajo, se convierten en difícilmente superables. El desvío del
río por un canal artificial de recorrido rectilíneo (tramo 9) mantiene la continuidad con
los tramos anterior y posterior del río, y queda completamente aislado del cauce original,
por el que circulan las aguas residuales de Alcázar de San Juan.
• Deficiente
En esta categoría se incluye el tramo 11, que supone un 6,3 % del recorrido total del río.
La presencia de la presa del Puente Navarro delimitando las Tablas de Daimiel y la falta
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
Noviembre, 2001
29
prácticamente constante de flujo en el Guadiana, por debajo de ésta, supone una barrera
insalvable para la fauna acuática.
• Mala
El tramo de río por el que circulan las aguas residuales de Alcázar de San Juan (tramo 9’)
está separado por una mota de tierra del canal artificial por donde circula el agua del río;
supone una barrera insalvable para la fauna acuática.
4.1.1.3. Condiciones morfológicas
Las condiciones morfológicas del lecho y de la ribera determinan la calidad potencial del
tramo fluvial para sustentar comunidades biológicas. También condicionan la capacidad de
laminación de avenidas e inciden muy directamente sobre la capacidad de autodepuración.
Los parámetros indicadores de estas condiciones se han valorado durante el recorrido
integral del río de acuerdo con los baremos que figuran en el apartado de Metodología
(capítulo 3).
Variación de la profundidad y anchura
La profundidad y anchura del lecho determinan las combinaciones de velocidad del agua y
de diversidad de hábitats faunísticos. Las características hidromorfológicas del río Gigüela
varían bastante a lo largo de su recorrido (tabla 4.1.1-6 y figura 4.1.1-5). Las valoraciones de
campo se efectuaron en junio-julio de 2001, cuando había aportes de caudal del trasvase
Tajo-Segura, artificializando el régimen hidrológico natural y acentuando las diferencias
entre los tramos. El rasgo más característico es la sucesión, a lo largo de la práctica totalidad
del río, de trechos con aguas someras y puntualmente con pozas profundas, separados por
trechos invadidos por helófitos que se hacen más frecuentes hacia la segunda mitad del río.
La anchura del río crece en las zonas de confluencia con afluentes importantes y aguas abajo,
según se avanza hacia la confluencia con el Guadiana.
Desde el punto de vista de las condiciones morfológicas de profundidad y anchura, la calidad
de los tramos fluviales del Gigüela presenta las siguientes valoraciones:
30
• Muy Buena
Únicamente el tramo final de las Tablas de Daimiel (6,3 % del recorrido del río, tramo
11), posee todas las combinaciones de velocidad del agua y profundidad posibles en la
zona, la vena de agua está diversificada y presenta un elevado grado de irregularidad en
las orillas. La calidad del hábitat para la fauna acuática se ve afectada por el
estancamiento y la falta de flujo de agua en verano, aunque se mantiene un área inundada
de superficie considerable.
• Buena
La mayor parte del río, el 51,1 % de su longitud se encuadra dentro de esta valoración, la
cual se aplica principalmente a los tramos de la parte media del río (tramos 2 al 5, 7 y 8).
En todos ellos las características hidromorfológicas son más homogéneas, presentándose
hasta tres combinaciones de velocidad del agua y profundidad; y siendo el cauce, en su
mayor parte, una sucesión de trechos largos de aguas lentas y puntualmente zonas de
aguas corrientes.
• Aceptable
Un 11,4 % del recorrido (tramo 1) presenta únicamente dos combinaciones del régimen
de velocidad del agua y profundidad. Predominan las aguas lentas y someras
(profundidad inferior a 40 cm). En numerosas zonas el cauce está completamente
invadido por los helófitos.
• Deficiente
Un 31,2 % del recorrido (tramos 6, 9 y 10) presentan únicamente dos combinaciones del
régimen de velocidad del agua y profundidad y numerosos trechos completamente secos.
En el tramo 6 la sección del cauce es muy regular y artificializado por la presión de los
cultivos en las orillas. En los tramos 9 y 10 el río está canalizado, tiene una sección muy
regular y en la mayor parte de su longitud presenta el cauce prácticamente seco. Denota
un estiaje muy acusado agravado por el efecto de recarga del acuífero 23, sobre el cual
circula.
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
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31
Estructura del lecho
La estructura y el tipo de sustrato del lecho son factores determinantes de la aptitud del río
para sustentar vida acuática; determinan la rugosidad del lecho, que incide sobre las
características hidráulicas del cauce, y algunas características del microhábitat, como la
presencia de flujo intersticial.
La caracterización de la estructura y del sustrato del lecho de los tramos fluviales del Gigüela
da como resultado las siguientes valoraciones (tabla 4.1.1-6 y figura 4.1.1-7):
• Muy Buena
El 6,3 % del recorrido del río (tramo 11) presenta una estructura de sustratos equilibrada
en relación a su potencialidad.
• Buena
Una pequeña parte del recorrido del río, un 1,9 % (tramo 3) presenta una diversidad de
sustratos elevada, hay piedras, cantos, arena y limo.
• Deficiente
El 54,1 % del recorrido del río (tramos 1, 2, 4, 5 y 7) posee una diversidad de sustratos
baja, con claro predominio (más del 90 % del total) de uno de los rangos de
granulometría. Así pues, el sustrato está compuesto predominantemente por arena y limos
y únicamente en las zonas donde el agua fluye hay cantos y piedras.
• Mala
El 37,6 % del recorrido del río (tramos 6 y 8 al 10) sólo presenta limos en el lecho.
Estructura de la zona ribereña
El ambiente ribereño se refiere a los ecosistemas naturales que limitan los márgenes
fluviales. Dependiendo de la geomorfología de la cuenca, los márgenes fluviales aparecen
ocupados por formaciones arbustivas y arbóreas que conforman el bosque de ribera o soto.
En otros casos el ambiente ribereño puede estar formado por cortados rocosos, en los que la
vegetación de ribera no encuentra asiento, pero que constituyen hábitats de gran interés para
32
la nidificación de aves rapaces. En muchos casos, el ambiente ribereño donde
originariamente se desarrollaba la vegetación riparia ha sido objeto de una destrucción
sistemática a lo largo de los años, para favorecer el aprovechamiento agrícola de las fértiles
llanuras aluviales, así como para construir defensas laterales y diferentes infraestructuras.
En la actualidad se considera importante la conservación y restauración del bosque de ribera
por su función contra la erosión, como regulador de los efectos de las avenidas (dispersa y
amortigua flujos y sedimentos), como filtro verde (favorece la depuración del agua), por su
función de hábitat para especies acuáticas y terrestres (nutria, garzas, y diferentes especies de
aves), y por sus valores paisajísticos y posibles usos recreativos.
De acuerdo con la metodología descrita en el capítulo 3, el estado de las riberas del eje
fluvial del Gigüela puede calificarse, para cada uno de los tramos fluviales identificados, de
la manera siguiente (tabla 4.1.1-6 y figura 4.1.1-8).
• Muy Bueno
La calidad de la vegetación que ocupa la zona de ribera es alta en un 6,3 % de la longitud
del río (tramo 11), en la zona de las Tablas de Daimiel. Se trata de la vegetación que
ocupa la zona de inundación de las Tablas, está compuesta por taray y delimitada por
dehesas en las fincas próximas. En las Tablas la vegetación palustre es muy abundante,
en especial el carrizo que coloniza las orillas y va invadiendo progresivamente las
lagunas, en perjuicio de especies emblemáticas como la masiega.
• Aceptable
En un 10,4 % del recorrido del río (tramos 3 y 7), la vegetación de ribera ocupa las orillas
fluviales, encontrándose limitada o desplazada en amplios trechos por cultivos.
• Deficiente
El estado de calidad de la vegetación de ribera es bajo en el 14,6 % (tramos 1 y 9),
presentan vegetación de ribera en estado de conservación bajo. En el caso del primer
tramo, ésta ha sido desplazada en buena parte del recorrido por los campos de cultivo,
apareciendo únicamente manchas aisladas donde domina el álamo. El tramo 9 del
Gigüela, corresponde a la desviación del río por un canal artificial que está limitado por
motas recubiertas discontinuamente por tarayes.
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
Noviembre, 2001
33
• Malo
En la mayor parte de la longitud del río se considera que la vegetación de ribera es
prácticamente inexistente, habiendo sido sustituida por campos de cultivo que llegan
hasta las orillas en la mayor parte de su recorrido. Éstas están además jalonadas por
motas de tierra para proteger los cultivos ante posibles avenidas, lo cual limita aún más el
desarrollo de la vegetación. Corresponde a los tramos 2, 4, 5, 6, 8 y 10 que suponen el
68,7% de la longitud total del río.
Para algunos tramos se dispone del valor del índice QBR de calidad del bosque de ribera,
valorado en la red de control de parámetros biológicos del Guadiana (Volumen I, Documento
1; Informe de síntesis del río Guadiana). Las estaciones muestreadas en el río Gigüela se
detallan en la tabla 4.1.3-2. Se han estudiado 5 puntos a lo largo del Gigüela, el punto de
Batán de San Pedro (E-2), en el tramo 4, obtiene la puntuación más elevada (QBR=50) que
indica “Alteración fuerte, calidad mala”, el resto de puntos (tramos 2, 5, 7 y 10) pertenecen a
la clase inferior con valores por debajo de 25 que corresponden a “Degradación extrema,
calidad pésima”. Al relacionar estos resultados con las valoraciones obtenidas durante el
recorrido integral del río Gigüela de la estructura de la zona ribereña, todos los tramos
muestreados pertenecen a la categoría más baja (Malo), excepto el tramo 7 que obtiene una
valoración media (Aceptable) en cuanto a la totalidad del tramo.
La valoración final de las condiciones morfológicas de cada tramo (tabla 4.3-1) es la media
de los parámetros siguientes:
-
variación de profundidad y anchura
estructura del lecho
-
estructura de la zona ribereña
La combinación de estos tres parámetros permite calificar la calidad morfológica de los
tramos fluviales según lo siguiente: “Muy Buena” (6,3 % del recorrido fluvial,
correspondiente al tramo 11, el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel), “Aceptable” (en
un 10,4 %, tramos 3 y 7) tramos bastante naturales intercalados entre otros más alterados,
“Deficiente” (en un 55,3 %, la mayor parte de los tramos 1, 2, 4, 5, 8 y 9) y “Mala” (en un
27,9 %, tramos 6, 9’ y 10) en la zona media y el curso final.
34
4.1.2.
INDICADORES FISICOQUÍMICOS
De acuerdo con la Directiva Marco del Agua, los indicadores fisicoquímicos se agrupan en
dos categorías: condiciones generales y contaminantes específicos.
En el Gigüela la información sobre contaminantes específicos procede de los análisis
efectuados en las estaciones de la red I.C.A. de la C.H.G. situadas a lo largo del río:
Quintanar (Estación 6), Villafranca (Estación 7), Buenavista (Estación 8), Villarta de San
Juan (Estación 11), Puente del Conde (Estación 154), Tablas-Entrada (Estación 155), TablasIsla de Los Asnos (Estación 156) y Tablas-Isla del Pan (Estación 157).
En cuanto a las condiciones generales (temperatura, oxígeno, mineralización, pH y
nutrientes), la información disponible es variable, en el tiempo y en el espacio. Procede de
dos fuentes de información: (i) las estaciones de control I.C.A. de la C.H.G. y (ii) el trabajo
de campo realizado por URS en 2001.
4.1.2.1. Condiciones generales
La información obtenida por URS durante el recorrido del río incluye datos de
concentración de oxígeno, conductividad, temperatura del agua, concentración de amonio y
pH (tabla 4.1.2-1 y figura 4.1.2-1).
La información bibliográfica procede de la C.H.G. En el eje del río Gigüela, el organismo de
cuenca tiene 8 estaciones de la red de control del agua (red I.C.A.) (ver apartado anterior).
En conjunto, existen datos desde 1995 hasta 2001, variando en cada estación el periodo
concreto (tablas 4.1.2-2 a 4.1.2-9).
Según el Plan Hidrológico de Cuenca del Guadiana, la calidad asignada al Gigüela se
encuadra en el Nivel IV en toda su longitud. El objetivo de calidad perseguido es el Nivel II
también para todo el río.
Variación espacial
La variación espacial de los parámetros diagnóstico se muestra en la tabla 4.1.2-1 y figura
4.1.2-1 (datos de campo de URS) y en las tablas 4.1.2-2 a 4.1.2-9 y figuras 4.1.2-2 a 4.1.2-7
(datos de las estaciones ICA de la C.H.G.). Las características hidromorfológicas del río, el
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
Noviembre, 2001
35
acentuado estiaje que sufre y la mineralización de la cuenca del Gigüela confiere unas
características muy particulares al agua.
Transparencia del agua
En los ríos, la transparencia del agua depende básicamente de la carga de materias
inorgánicas y detríticas (restos vegetales), sólo en tramos estancados puede estar influida por
el desarrollo del fitoplancton.
Las aguas del Gigüela son transparentes en la cabecera y en el tramo de confluencia con el
río Valdejudíos (el cual aporta aguas muy transparentes del trasvase Tajo-Segura). En otros
tramos la transparencia disminuye como resultado del estancamiento del agua, que favorece
el crecimiento del fitoplancton, y la disminución del caudal, que concentra las materias en
suspensión. En el tramo 6 las aguas adquieren una tonalidad grisácea y también son turbias
en los tramos 8 a 10 como resultado del mayor estancamiento del agua. En las Tablas el agua
gana transparencia al producirse la deposición de las materias que acarrea Los valores
medios de materias en suspensión son superiores a 25 mg/L (límite inferior Nivel IV de la
clasificación del CEDEX) en Quintanar, en el Puente del Conde y en la Isla del Pan.
Puntualmente se dan valores muy elevados (máximo de 2.800 mg/L en el Puente del Conde
en enero de 2000).
Condiciones térmicas
La temperatura del agua varía a lo largo del tiempo (variación diaria y estacional) y con la
profundidad y la movilidad de las masas de agua. En los ríos, al ser masas de agua poco
profundas y en circulación continua, los intercambios de temperatura suelen ocurrir más
rápidamente que en lagos y embalses. La temperatura del agua afecta a parámetros
fisicoquímicos como el oxígeno disuelto, la conductividad y puede ser limitante en la
distribución de algunas especies de macroinvertebrados y peces.
Aunque la temperatura depende esencialmente de la radiación solar directa, también está
influenciada por factores como la velocidad del agua, las entradas de agua superficial y
subterránea, la cobertura del cauce, la morfología del lecho y, a menudo, por factores
artificiales asociados a la actividad humana. La regulación de los ríos, mediante la
construcción de embalses y la detracción de caudales, constituye un factor importante de
alteración del régimen natural de temperaturas.
36
No se poseen datos de seguimiento de la temperatura del Gigüela procedente de las
estaciones de muestreo de la C.H.G., por lo que toda la información que se presenta proviene
del trabajo de campo realizado en junio-julio de 2001. El flujo lento, el estancamiento del
agua y la ausencia de sombra en el cauce, junto a las elevadas temperaturas que se alcanzan
en época estival, tienen como efecto el elevado calentamiento del agua (tabla 4.1.2-1 y figura
4.1.2-1). La temperatura media oscila alrededor de los 22ºC. El rango térmico medido varía
entre 13,8ºC (aguas corrientes de cabecera) y 30,3ºC (aguas lentas en el tramo bajo).
Oxígeno disuelto
La concentración de oxígeno disuelto en las aguas corrientes depende de la turbulencia, la
temperatura, la presión atmosférica y el contenido en sales del agua, así como de la
producción primaria a cargo del plancton y especialmente del fitobentos y de los macrófitos
sumergidos. En condiciones naturales las aguas corrientes suelen estar bien oxigenadas con
valores próximos a la saturación y sobresaturadas cuando la producción vegetal es elevada.
La disminución de la concentración de oxígeno disuelto se produce al aumentar los aportes
de materia orgánica en el medio fluvial, y en casos extremos (caudal muy bajo y
concentraciones de materia orgánica elevadas) puede llegar a agotarse el oxígeno disuelto
con la consiguiente producción de tóxicos para la biota (SH2, NH3). Este proceso es poco
frecuente en los tramos de aguas corrientes y en caso de producirse el efecto es local y
debido a unas condiciones específicas.
Las tablas 4.1.2-2 a 4.1.2-9 y figura 4.1.2-2 presenta la variación espacial y temporal del
contenido de oxígeno a lo largo del Gigüela, tanto en las estaciones de muestreo de la red
I.C.A. de la C.H.G. como en los muestreos realizados en junio de 2001 (tablas 4.1.2-1 y
figura 4.1.2-1). En el nacimiento, con poco caudal de agua y flujo casi imperceptible, la
concentración es baja (3 mg/L). Desde el nacimiento hasta los alrededores de Quintanar de la
Orden, la concentración aumenta, siendo siempre superior a 7,5 mg/L, con pocas
oscilaciones, y aguas abajo disminuye presentando valores medios (5,5 mg/L), en zonas de
muy poco flujo, y máximos de hasta 9 mg/L. En los muestreos realizados en las Tablas, la
concentración es de 5 y 6 mg/L.
Mineralización
La conductividad eléctrica expresa de forma global el grado de mineralización del agua, que
depende de las características geológicas de la cuenca así como de los usos y actividades
contaminantes. Normalmente, en las cuencas hidrográficas la conductividad incrementa
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
Noviembre, 2001
37
desde el nacimiento hasta la desembocadura, reflejando la acumulación de iones que se
produce por el drenado y lavado de los suelos con el discurrir del agua.
El río Gigüela presenta un alto grado de mineralización ya a los pocos kilómetros de su
nacimiento (>2.000 µS/cm) que incrementa aguas abajo particularmente al entrar en la zona
de las Tablas donde se midieron hasta 10.200 µS/cm en junio 2001 y también se detectan
valores elevados (8.000 µS/cm) en los datos disponibles de las estaciones ICA de las Tablas,
en las Islas de los Asnos (E-156) e Isla del Pan (E-157) (tablas 4.1.2-1 a 4.1.2-9).
Según el grado de mineralización, se distinguen cuatro tramos (figura 4.1.2-1):
Nacimiento.- La conductividad se mantiene por debajo de 2.000 µS/cm.
Del nacimiento hasta la desembocadura del río Riansares.- La conductividad se
mantiene en época estival por debajo de 2.000 µS/cm. Son valores altos de
mineralización del agua que ya son propios del río Gigüela debido a la litología de su
cuenca (margas, calizas y yesos).
De la desembocadura del Riansares hasta las Tablas de Daimiel.- La conductividad
se mantiene en época estival entre 2.000 y 4.000 µS/cm. Las aguas del Riansares que
desemboca en la laguna del Taray, y de allí al Gigüela, llegan más mineralizadas e
incrementan la conductividad del Gigüela que también se ve incrementada por el
estancamiento del agua durante el estiaje.
Las Tablas de Daimiel.- En las Tablas, la conductividad del agua, en general,
aumenta aguas abajo de la Isla de los Asnos y de la Isla del Pan, habitualmente se
llega a valores superiores a 8.000 µS/cm. Es debida sobretodo a cloruros que
proceden del lavado de los materiales de la cuenca, concretamente de las llanuras
aluviales (dolinas y uvalas) rellenas de limos-arcillas orgánicas y sales. Se superan
numerosas veces los límites establecidos (500 mg/L) para el límite A-2 de calidad.
pH
El pH de las aguas del río Gigüela varía poco a lo largo de su eje longitudinal, con valores
alrededor de 8, como corresponde a una cuenca carbonatada. El pH incrementa a lo largo del
río, presentando valores ligeramente más altos en las Tablas; esto es debido al mayor
estancamiento y al incremento de la producción fitoplanctónica (que consume CO2 disuelto y
38
desplaza el equilibrio del sistema carbónico-carbonato). La tabla 4.1.2-1 y la figura 4.1.2-1
muestran la evolución espacial del pH a lo largo del eje fluvial durante el recorrido realizado
por URS (junio, 2001). En la figura 4.1.2-4 se representa la evolución espacio-temporal de
este parámetro, a partir de los datos provenientes de las estaciones de la C.H.G y del
recorrido fluvial de URS. Según los datos de la CHG, el pH oscila entre 7,4 y 8,2 (tablas
4.1.2-2 a 4.1.2-9).
Nutrientes
Las concentraciones de nitrógeno y, especialmente, del fósforo del agua determinan las
características tróficas, y la abundancia y composición de las comunidades acuáticas. El
nitrógeno y el fósforo tienen su origen natural en los minerales que componen los terrenos de
la cuenca, si bien su concentración en el río y el compuesto químico en que aparece (en el
caso del nitrógeno) están muy influidos por los vertidos antrópicos (domésticos, agrícolas,
ganaderos e industriales).
• Nitrato
En algunas estaciones, puntualmente se sobrepasa el valor límite de 50 mg/L, fijado por la
clasificación de agua del CEDEX como umbral para delimitar zonas sensibles (tablas
4.1.2-2 a 4.1.2-9 y figura 4.1.2-5). La concentración media de nitrato disminuye entre las
estaciones de Quintanar (E-6) y Villafranca (E-7); 22,13 mg/L a 14,15 mg/L
respectivamente (según datos de las estaciones I.C.A. de la C. H. G). Aguas abajo se
mantienen alrededor de 14 mg/L hasta el Puente del Conde y desciende a concentraciones
medias, alrededor de 5 mg/L, en la zona de las Tablas.
• Amonio
La presencia de amonio en las aguas es indicadora de contaminación. Éste puede pasar a
amoníaco (dependiendo de la temperatura y pH de las aguas), el cual es muy tóxico para
los peces. Se considera, como concentración límite recomendable para proteger la vida de
los peces, el valor de 1 mg/L. En el Gigüela, los datos obtenidos por URS (2001) se
mantienen por debajo de este valor excepto en un punto aguas abajo de Villarta de San
Juan (1,4 mg/L) (tabla 4.1.2-1 y figura 4.1.2-1). Según los datos provenientes de la red
I.C.A. (1995-2001), las concentraciones medias se mantienen por debajo de este límite
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
Noviembre, 2001
39
aunque se dan valores máximos que lo superan aguas abajo de la estación de Buenavista y
en la zona de las Tablas (tablas 4.1.2-2 a 4.1.2-9 y figura 4.1.2-6).
• Fósforo
Su concentración en las aguas depende de las características litológicas, de la
descomposición de la materia orgánica y de las actividades humanas, especialmente las
referidas a vertidos de tipo doméstico. El fósforo es el elemento limitante de la producción
primaria y por lo tanto del grado de eutrofia. Las aguas del río presentan valores medios
que no superan los 0,15 mg/L (tablas 4.1.2-2 a 4.1.2-9 y figura 4.1.2-7); no obstante se
detectan máximos puntuales (>1mg/L) en las estación de Buenavista (E-8) y Villarta de
San Juan (E-11).
Variación temporal
Los únicos datos de calidad del agua que se han medido con regularidad a lo largo del tiempo
son los de las estaciones de la red I.C.A.: E.A. Quintanar (E- 6), E.A. Villafranca (E-7), E.A.
Buenavista (E-8), E.A. Villarta de San Juan (E-11), Puente del Conde (E-154), TablasEntrada (E-155), Tablas-Isla de los Asnos (E-156) y Tablas-Isla del Pan (E-157).
Las tablas 4.1.2-2 a 4.1.2-9 muestran las medias mensuales de una serie de parámetros físicoquímicos para cada una de estas estaciones (periodo 1995-2001); las figuras 4.1.2-8 a 4.1.2-9
representan la evolución temporal de los parámetros más importantes medidos en las
estaciones de la red I.C.A. más relevantes y de las que se poseen más datos : E-6 (Quintanar)
y E-156 (Tablas-Isla de los Asnos).
Transparencia del agua
La transparencia del agua disminuye en invierno por las lluvias (acarrean sólidos
inorgánicos) y en verano por el estancamiento del agua que favorece la proliferación del
plancton y la concentración de los sólidos en suspensión.
Temperatura
No se poseen datos sobre evolución temporal de la temperatura en las estaciones I.C.A.
40
Oxígeno disuelto
Desde Quintanar (E-6) hasta Villarta de San Juan (E-11) las aguas están bien oxigenadas, la
concentración media supera los 9 mg/L; los valores mínimos se registran durante el estiaje
2,1 mg/L (junio, 1997) en Villarta. En las Tablas el agua está oxigenada en la entrada y
disminuye a lo largo de su recorrido, presentando valores mínimos durante el estiaje. La
figura 4.1.2-2 representa la evolución espacio-temporal del oxígeno en base a los datos de las
estaciones de la red I.C.A. y al recorrido del río realizado por el equipo de URS (junio,
2001). Se observa que a partir de Villarta de San Juan (E-11) hasta la Isla del Pan en las
Tablas, las fluctuaciones de la concentración de oxígeno son muy importantes con valores
mínimos en junio de 1997 (<3 mg/L).
Mineralización
La mineralización es más elevada en verano, cuando el agua está más estancada, hay más
evaporación, y es más baja durante el periodo de lluvias. La mineralización es alta a lo largo
de todo el río (alrededor de 2.000 µS/cm) y incrementa en las Tablas, a partir del Puente del
Conde, donde se detectan fuertes fluctuaciones, habitualmente se llega a valores superiores a
8.000 µS/cm, aún en años hidrológicamente buenos (junio, 1996). La figura 4.1.2-3
representa la evolución espacio-temporal de la conductividad en base a los datos de las
estaciones de la red I.C.A. y al recorrido del río realizado por el equipo de URS (junio 2001).
pH
La figura 4.1.2-4 representa la evolución espacio-temporal del pH en base a los datos de las
estaciones de la red I.C.A. y al recorrido del río realizado por el equipo de URS (junio 2001).
Los valores se mantienen en general alrededor de 8 con poca variación a lo largo del año.
Nutrientes
La concentración de nitratos es baja, encuadrándose dentro del Nivel I para las ocho
estaciones ICA. Se observa, en general, una disminución de la concentración a lo largo del
periodo 1996-2001.
La concentración de amonio se mantiene también baja en general, con concentraciones
inferiores a 0,5 mg/L, si bien en varias estaciones se dan picos de mayor concentración. A
destacar la estación de Puente del Conde (E-154) en que se miden valores de 2,55-2,67 mg/L
durante los meses de septiembre, octubre y noviembre de 1999, que sitúan las aguas en el
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
Noviembre, 2001
41
Nivel IV de la clasificación del CEDEX (se considera, como concentración recomendable
para proteger la vida de los peces, el valor máximo de 1 mg/L).
La concentración de fosfatos supera puntualmente los 0,5 mg/L en Villarta de San Juan (E11) y en Las Tablas-Isla del Pan (E-157).
Las figuras 4.1.2-5 a 4.1.2-7 representan la evolución espacio-temporal de los nutrientes en
base a los datos de las estaciones de la red I.C.A. y al recorrido del río realizado por el
equipo de URS (junio, 2001).
Caracteres microbiológicos
La presencia de coliformes totales a 37 ºC es indicadora de contaminación por aguas
residuales. El objetivo de calidad asignada es el Nivel II para todo el río y los límites son
5.000-10.000 células/100 mL.
No se poseen datos de campo de URS sobre estos parámetros, por lo que toda la información
al respecto proviene de las estaciones de la red I.C.A., (tablas 4.1.2-2 a 4.1.2-9 y figuras
4.1.2-8 y 4.1.2-9). Se observa un máximo de 19.400 células/mL en la estación de Quintanar
(E-6) en diciembre de 2001 y otro máximo de 25.500 células/mL en el Puente del Conde (E154) en julio de 1999; valores que sobrepasan el límite correspondiente para el Gigüela. En
las estaciones altas, especialmente en Quintanar (E-6) parece haber una tendencia a aumentar
los valores de concentración de coliformes totales en el agua (Tablas 4.1.2-2 a 4.1.2-9 y
figuras 4.1.2-8 y 4.1.2-9).
Calidad visual del río versus calidad fisicoquímica
Se compara la variación espacial de los parámetros diagnóstico que informan sobre la calidad
global del agua (tabla 4.1.2-1) y la calidad visual (tabla 4.1.1-6); todos los parámetros se han
definido durante el recorrido del río por URS. La ventaja de la calidad visual está en que
permite tener una información en continuo (para cada tramo se define una calidad media
visual) para la totalidad del río (desde la cabecera hasta la desembocadura).
La comparación entre los resultados obtenidos por el método de la calidad visual y la calidad
hidroquímica permite valorar el indicador de “condiciones generales” (tabla 4.3-1).
Calidad visual
42
La calidad visual del río, definida de acuerdo con la metodología y baremos descritos en el
apartado de Metodología (capítulo 3), presenta una variación espacial, que se describe a
continuación (tabla 4.1.1-6 y figura 4.1.2-10).
En todos los tramos del río Gigüela, la calidad es:
• Buena (aguas claras o algo turbias; turbias por sólidos inorgánicos en suspensión)
El 35 % de la longitud total del río se encuadra en esta categoría. La cabecera hasta las
ruinas de Segóbriga (Tramos 1 a 3), incluye la confluencia con el Valdejudíos, y el tramo
situado por debajo de la confluencia con el Riansares (tramo 7), presentan aguas claras o
turbias con material de origen mineral de disolución de la cuenca.
• Aceptable (aguas turbias, moderadamente eutróficas)
El agudo estiaje del río junto a la porosidad del sustrato originan un alto grado de
estancamiento en muchos tramos lo que favorece la eutrofia de las aguas. Esto se observa
en el 34% del recorrido fluvial: desde las ruinas de Segóbriga hasta Quintanar (tramos 4 y
5), la zona de Alcázar de San Juan (tramo 8) y las Tablas de Daimiel (tramo 11).
• Deficiente (aguas eutróficas o contaminadas)
Una tercera parte de la longitud del río, el 31% se incluye dentro de la categoría de aguas
eutróficas que comprende desde aguas arriba de la confluencia con el Riansares (tramo
6), el tramo canalizado (tramo 9) y aguas abajo de su confluencia hasta la entrada a las
Tablas de Daimiel (tramo 10).
• Mala (aguas contaminadas)
Las aguas residuales de Alcázar de San Juan circulan por el cauce original del Gigüela
que se ha utilizado para depurarlas (tramo 9’). El tramo tiene una longitud de 6 km.
Comparación entre la calidad visual del agua y la calidad según los parámetros
hidroquímicos
La comparación entre los resultados obtenidos por el método de la calidad visual y la calidad
hidroquímica está limitada en parte por la falta de datos coincidentes en el tiempo. Los datos
provienen del recorrido realizado por URS en junio de 2001 (conductividad, amonio y
oxígeno) y de los muestreos de las estaciones de control de la C.H.G. (red I.C.A.)
correspondientes a las mismas fechas (conductividad, amonio, oxígeno y DBO5).
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
Noviembre, 2001
43
La figura 4.1.2-11 sintetiza la variación espacial de algunos de los parámetros diagnóstico
indicadores de las “condiciones generales” de calidad del agua (conductividad, amonio y
oxígeno disuelto) y de la calidad visual definida durante el recorrido del río (de acuerdo con
la metodología descrita en el capítulo 3). Se observa que globalmente la calidad visual
coincide con la calidad hidroquímica y no se detectan discrepancias importantes.
En los tramos de cabecera (tramos 1 a 3) y el tramo aguas abajo de la confluencia con el
Riansares (tramo 7) se considera que tienen una calidad visual “Buena” con aguas claras o
turbias de origen mineral. Para las estaciones de cabecera no hay datos de estaciones ICA y
según los datos de campo se ajustan a la calidad visual buena. El tramo 7 tiene una calidad
fisicoquímica aceptable, de acuerdo con los datos de la estación ICA de Villafranca; la
concentración de amonio es baja (0,01-0,25 mg/L), al igual que la DBO5 (0,4-3,6 mg/L) y las
aguas están bien oxigenadas (5,4 mg/L y 13 mg/L). L.
Se considera agua de calidad visual aceptable en un tercio de la longitud del río (tramos 4, 5,
8 y 11) y se disponen de datos de la estación ICA de Quintanar (E-6), situada en el límite
entre los tramos 5 y 6, y de 3 estaciones ICA en las Tablas (Entrada, Isla de los Asnos e Isla
del Pan). Los datos hidroquímicos se ajustan a una calidad de agua aceptable aguas arriba de
la estación de Quintanar; corresponden a aguas que presentan máximos de conductividad y
de concentración de nutrientes y menor oxigenación a causa del estancamiento del agua. En
el tramo 11 se observan fuertes fluctuaciones de todos los parámetros; la concentración
media de amonio es baja (0,2 mg/L) aunque se detectan máximos sobretodo en la Entrada
(3,77 mg/L) y en la Isla del Pan (1,12 mg/L), la DBO5 media es baja (1-3,1 mg/L) con
máximos en la Isla del Pan y el agua, en general, está bien oxigenada con fuertes
oscilaciones (0,4-17,3 mg/L).
Finalmente, el tercio restante corresponde a aguas de calidad visual “Deficiente” (tramos 6, 9
y 10); se acentúan los máximos de concentración de nutrientes y la disminución de la
concentración de oxígeno disuelto a causa del estancamiento del agua. Aumenta la
conductividad del agua, la concentración del amonio y fluctúa la oxigenación del agua a lo
largo del recorrido del río. Según las 3 estaciones de muestreo en el tramo 10 (Buenavista,
Villarta de San Juan y Puente del Conde), la concentración media de amonio es moderada
(<2,67 mg/L) en el Puente del Conde, la DBO5 media se sitúa igualmente en valores bajos
(1,3-3,5 mg/L) con máximos hasta 13,8 mg/L, y la oxigenación presenta fuertes
fluctuaciones y largos periodos de anoxia (7,4-9,5 mg/L).
44
4.1.2.2. Contaminantes específicos
La Directiva Marco del Agua (DMA) propone como contaminantes específicos una lista
indicativa de sustancias (Anexo VIII) que deben ser consideradas por los organismos de
cuenca a la hora de fijar las normas de calidad química.
En este trabajo se analiza la variabilidad espacial y temporal de aquellos contaminantes
específicos para los que hay más datos disponibles. Los niveles guía y los valores máximos
admisibles para estos contaminantes proceden de fuentes diferentes:
-
siempre que sea posible se contemplan los valores guía de la clasificación de aguas
del CEDEX, a la que se ciñe el Plan Hidrológico de Cuenca;
cuando los contaminantes no constan en la clasificación del CEDEX se adoptan los
valores a aplicar para las aguas pre-potables (Directiva 75/440/CEE y RD 927/88),
que clasifican las aguas en tres categorías: A1, A2 y A3.
Los parámetros fisicoquímicos generales (pH, sólidos en suspensión, conductividad,
temperatura, y nutrientes) y los aspectos microbiológicos se analizan en el apartado de
“Condiciones generales”. En este apartado se analizan las concentraciones de metales y
sustancias específicas. En la tablas 4.1.2-2 hasta 4.1.2-9 se presenta la información relativa a
algunos contaminantes específicos que se analizan en las 8 estaciones de la red de control del
agua (red I.C.A.) de las que hay datos: Quintanar (E-6), Villafranca (E-7), Buenavista (E-8),
Villarta (E-11), Puente del Conde (E-154), Tablas-Entrada (E-155), Tablas-Isla de los Asnos
(E-156) y Tablas-Isla del Pan (E-157). En conjunto, existen datos desde 1996 hasta 2001,
variando en cada estación el periodo concreto y la regularidad de los muestreos.
Se ha calculado, para las ocho estaciones del Gigüela con datos, las ocasiones en que se
superan los niveles guía establecidos según la calidad asignada al río (tabla 4.1.2-10). Los
parámetros analizados (cobre, zinc, arsénico, cromo, plomo, fluoruros y hierro), o bien no se
han detectado, como en el caso del arsénico, plomo y hierro, o se han detectado trazas, no
rebasando en ningún momento los límites máximos permitidos para la calidad de aguas
correspondiente, Nivel II. En el caso de mercurio y fenoles no hay datos disponibles. Estos
parámetros ponen de manifiesto la ausencia de vertidos industriales en la cuenca del río.
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
Noviembre, 2001
45
4.1.3.
INDICADORES BIOLÓGICOS
El ecosistema fluvial integra desde un punto de vista funcional tanto los ambientes acuáticos
como los ribereños, los cuales se encuentran estrechamente interrelacionados. La aptitud de
los sistemas fluviales para sustentar distintos tipos de vida acuática depende de la calidad de
los hábitats que ofrecen ambos ambientes.
Este apartado se estructura en dos partes: la primera se refiere a los indicadores biológicos de
los sistemas acuáticos definidos por la Directiva Marco (hábitat para la vida acuática, flora
acuática, fauna invertebrada y fauna ictiológica); la segunda incluye una descripción de los
sistemas ribereños (fauna y espacios naturales). De la consideración conjunta de todos estos
parámetros surge la valoración del estado ecológico según lo indicadores biológicos.
Las comunidades biológicas fluviales están constituidas básicamente por organismos
bentónicos (aquellos que viven en relación con el sustrato) y peces. La comunidad
planctónica (la que vive en el seno del agua) está limitada, en las aguas corrientes, a los
ambientes lénticos que originan azudes y presas, o a tramos bajos de grandes ríos. El bentos,
integrado por insectos, gusanos, moluscos y crustáceos (entre otros), constituye junto con la
flora acuática la base de la alimentación de los peces. Éstos sustentan, a su vez, a algunas
especies de las comunidades ribereñas y terrestres (garzas, rapaces, nutria, etc.), y además
son la base de uno de los principales atractivos que el río ofrece en la actualidad al hombre,
que es la pesca deportiva, aunque poco frecuente en el Gigüela.
La información necesaria para la evaluación de los indicadores biológicos procede del
trabajo de campo (tabla 4.1.1-6) y de consultas bibliográficas de trabajos especializados. La
valoración final de los indicadores biológicos integra la información procedente de estas
fuentes (tabla 4.3-1).
4.1.3.1. Ambientes acuáticos
En este apartado se presentan las valoraciones acerca del hábitat acuático y de la flora y
fauna acuáticas.
Características del hábitat para la vida acuática
La combinación de las características morfológicas (anchura, profundidad, pendiente),
46
hidrológicas (velocidad del agua) y de sustrato (granulometría, macrófitos, ...) del cauce
fluvial conforma el entorno físico en el cual se asientan y desarrollan las comunidades
acuáticas. Estos factores son de la mayor importancia para la definición de la calidad
potencial de un tramo fluvial.
El elevado aporte de sedimentos del Gigüela comporta unas tasas de acreción elevadas en el
Parque Nacional de las Tablas de Daimiel (2,38 +- 1,93 cm año–1) comparadas con las de la
mayoría de los humedales; los valores son mayores a la entrada de las Tablas y se reducen de
forma significativa hacia la zona terminal. Se aprecian diferencias en el depósito en función
de las características de las diferentes zonas y existe una marcada tendencia estacional de la
sedimentación con valores máximos durante los meses de otoño e invierno, cuando son
mayores los aportes procedentes de la descomposición de los macrófitos emergentes. Una
simulación de la evolución sedimentaria del humedal indica su posible desaparición, de
continuar las condiciones actuales, en los próximos 100 años (según Sánchez Carrillo et al,
2000).
Durante el recorrido del río, en verano de 2001, se ha evaluado la aptitud del hábitat para la
vida acuática (tabla 4.1.1-6), de acuerdo con los baremos que se presentan en el apartado de
Metodología (capítulo 3).
Según las observaciones de campo, la calidad del hábitat en relación a la vida acuática es la
siguiente (figura 4.1.3-1):
• Buena
El 8,2 % del recorrido del Gigüela se encuadra en este rango que incluye el tramo de las
hoces del Gigüela (tramo 3) y las Tablas de Daimiel (tramo 11). El tramo 3 presenta
diversidad de flujo y la diversidad de sustratos es media con tramos de lecho pedregoso.
El tramo 11 corresponde a las Tablas de Daimiel, el cauce es ramificado e irregular como
corresponde a una llanura de “junta de ríos”, domina el flujo lento y somero y el sustrato
fino (arenas y limos).
• Deficiente
El 54 % del río, correspondiente a la cabecera (tramos 1 y 2) y a parte de la zona media
del río (tramos 4, 5 y 7) corresponde a esta categoría. En la cabecera, el flujo
predominante es lento con poca profundidad y la diversidad del sustrato es baja. En los
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
Noviembre, 2001
47
tramos 4, 5 y 7, el cauce en general está artificializado, presenta una sección muy regular,
a tramos está canalizado por motas, el flujo predominante es lento, las aguas son someras
y la composición del lecho está dominada por limos.
• Mala
El 38% del río, correspondiente a la parte media y baja del tramo fluvial, se considera
que tiene mala calidad para la vida acuática. El cauce está canalizado por motas, la
sección es muy regular, el flujo es muy lento y en numerosos tramos prácticamente nulo,
donde se forman balsas de aguas estancadas, y la composición del lecho está dominada
por limos.
Flora acuática
Su composición y abundancia depende de las características hidromorfológicas del río, en el
que se alternan zonas de caudal prácticamente nulo con zonas de mayor caudal, incluso
zonas de rápidos (Volumen II: Atlas del río Gigüela).
En las zonas de muy bajo caudal el lecho se ve invadido por helófitos, los más abundantes
son: Phragmites sp., Typha sp., Arundo donax y diferentes especies de juncos. En los tramos
de mayor caudal crecen los macrófitos sumergidos, sobretodo Chara sp., y Potamogeton sp.
y en las zonas de mayor corriente crecen abundantes masas de algas filamentosas (tramos 1 a
5).
En el tramo 6 el caudal es bajo, en zonas prácticamente nulo, siendo en éstas donde se
observa crecimiento de helófitos, los cuales invaden el cauce. Aguas abajo de la confluencia
con el Riansares, tramo 7, el hábitat acuático mejora volviendo a crecer macrófitos
sumergidos en las zonas más profundas (Chara sp. y algas filamentosas) aparte del habitual
recubrimiento de helófitos siendo el carrizo (Phragmites australis) el más abundante,
favorecido por la abundancia de limos. En este tramo, cabe destacar la cita en 1982 de
Potamogeton fluitans.
En los tramos 8, 9 y 10, la calidad del hábitat acuático es baja por la escasez de agua y su
encharcamiento, y empeora aguas abajo. En esta zona la vegetación acuática está compuesta
por helófitos en las orillas e invadiendo el cauce, siendo la espadaña (Typha sp.) y el carrizo
(Phragmites sp.) los más abundantes; también hay algas filamentosas en las zonas
encharcadas más profundas. En el tramo 10 se citan el junco florido (Botomus umbellatus),
48
especie singular e incluida en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas (D.O.C.M.
1988), Veronica anagallis-aquatica, citadas entre Herencia y Villarta de San Juan, y
Eleocharis uniglomus, citada en Villarta de San Juan.
El tramo 11 corresponde al Parque Nacional de las Tablas de Daimiel donde la flora acuática
está en mejor estado de conservación. El recubrimiento por macrófitos sumergidos es
importante: se encuentran Ceratophyllum sp., Chara sp. y Potamogeton sp. Los helófitos
recubren enteramente la superficie de las Tablas y actualmente representan un problema por
su avance en las lagunas; entre éstos Phragmites australis crece favorecido por la poca
profundidad y la disminución del caudal entrante. Especies emblemáticas de las Tablas como
la masiega (Cladium mariscus) en la actualidad ven mermados sus dominios originales (las
Tablas se considera el mayor masegar de Europa Occidental). Otras especies de las Tablas
son el junco (Juncus sp.), la enea o espadaña (Typha sp.) y las juncias (Scirpus sp.).
Fitoplancton
Las aguas corrientes o pequeñas masas de agua encharcadas con poca profundidad no
permiten el desarrollo de comunidades planctónicas (tabla 4.1.3-1). Las especies que se han
encontrado a lo largo del río son propias de aguas corrientes y de charcas de pequeño
tamaño. En los tramos 5 y 7 se encuentra Melosira varians, diatomea típica de masas de agua
de pequeño volumen y únicamente al final del tramo 10, en el Puente del Conde, aparecen 2
especies con adaptaciones a la vida planctónica, Cyclotella kuetzinghiana y Coscinodiscus
sp. Éstas se encuentran en una balsa de tamaño considerable, poco profunda y con el agua de
color verde pardo.
Las concentraciones de clorofila son difíciles de interpretar en ríos con aguas corrientes o
con elevado crecimiento de algas y macrófitos, aún así, los resultados obtenidos en el
Gigüela concuerdan con los resultados del análisis del fitoplancton y en la estación del
Puente del Conde, la concentración de clorofila es muy elevada (94,8 mg/m3).
Características del zoobentos y de los peces
La información disponible para zoobentos e ictiofauna proviene del recorrido integral del río
realizado por el equipo de URS (junio, 2001), de una serie de muestreos de campo realizados
por dicho equipo en el Gigüela como parte del proyecto “Regionalización y Caracterización
de la Calidad Ecológica de la Cuenca del Guadiana” (octubre y noviembre de 2001 para
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
Noviembre, 2001
49
zoobentos, mayo de 2002 para ictiofauna) y de diversa información bibliográfica recabada.
Toda esta información ha sido utilizada para valorar los indicadores basados en la fauna
macroinvertebrada e íctica (tablas 4.1.3-2 y 4.1.3-3 y figura 4.1.3-2).
Zoobentos
En las cabeceras de afluentes del Gigüela, arroyo Cuende, Salto y Pineda, se citan algunas de
las pocas poblaciones del Guadiana de cangrejo autóctono (Austropotamobious pallipes); las
cuales están limitadas por las canalizaciones y las detracciones de agua.
La composición, abundancia y diversidad del zoobentos varía poco a lo largo del recorrido
fluvial, debido a las características hidromorfológicas constantes del río (tabla 4.1.3-2 y
figura 4.1.3-2). Estas características, de origen natural y definidas por la ausencia o escasez
de flujo en época estival, son un gran condicionante para el desarrollo de un gran número de
taxones de macroinvertebrados acuáticos, por lo que su abundancia y diversidad son en
general bajas.
Según los muestreos de campo, complementados con información bibliográfica, la
valoración de la fauna bentónica en los tramos fluviales del Gigüela es la siguiente:
• Buena
El tramo 4, que corresponde al 13 % del recorrido del río, se incluye en esta categoría.
La comunidad de macroinvertebrados es bastante abundante y variada en la Estación
2, con un índice de calidad alto (BMWP’ de 86; junio, 2001). Son muy abundantes los
efemerópteros y entre éstos cabe destacar la presencia de heptagénidos que son
organismos adaptados a las aguas rápidas. También abundan los tricópteros,
crustáceos, dípteros, coleópteros y oligoquetos.
• Aceptable
Los tramos 2 y 5, que suman el 27 % del recorrido del río, se incluyen en esta
categoría. En las estaciones 1 y 3 (tramos 2 y 5), los invertebrados son abundantes, si
bien los valores del índice biótico son inferiores al del tramo anterior, BMWP’ de 58
(Estación 1) y de 57 (Estación 3) en junio de 2001; hay coleópteros, crustáceos,
dípteros, efemerópteros, odonatos, oligoquetos y tricópteros. En general la
composición de la comunidad agrupa a una mezcla de organismos tolerantes a la
50
contaminación orgánica y otros que son indicadores de buena calidad.
• Mala
El 25 % de la longitud total del río (tramos 7 y 10). En las Estaciones 4 y 5 el índice
biótico tiene un valor bajo, BMWP’ de 17 en las dos estaciones. La composición de la
comunidad se debe a efemerópteros, dípteros, coleópteros, ostrácodos y oligoquetos,
todos ellos tolerantes a la contaminación.
Para el resto de los tramos fluviales no se posee información sobre la fauna bentónica.
El carácter indicador del zoobentos se usa para la evaluación de la calidad del agua según el
índice biótico BMWP’. Así, según este índice la calidad del agua para las diferentes
estaciones de muestreo del Gigüela es:
-
Aguas con efectos de contaminación: tramo 4 (Torrejoncillo del Rey, E-2)
-
Aguas contaminadas: tramo 2 (Batán de San Pedro, E-1) y tramo 5 (Villanueva de
Alcardete, E-3)
-
Aguas muy contaminadas: tramo 7 (Villafranca de los Caballeros, E-4) y tramo 10
(Villarta de San Juan, E-5)
Cabe señalar que la escala utilizada para valorar dicho índice está orientada a ríos con
características hidrológicas e hidromorfológicas diferentes a las del Gigüela, lo cual hace que
las valoraciones reflejen una calidad inferior a la que realmente tiene el río.
Peces
En los muestreos de campo llevados a cabo en el río Gigüela, dentro de la campaña de
control de parámetros biológicos (Regionalización y Caracterización de la Calidad Ecológica
de la Cuenca del Guadiana, 2001), se han capturado un total de cinco especies:
• Chondrostoma lemmingii (pardilla)
• Squalius alburnoides (calandino)
• Squalius pyrenaicus (cachuelo)
• Cobitis paludica (colmilleja)
• Lepomis gibbosus (pez sol)
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
Noviembre, 2001
51
Las cuatro primeras especies son autóctonas, todas ellas endemismos ibéricos, propias de la
comunidad ictiológica natural del medio y alto Guadiana. Se realizaron muestreos en dos
localidades: Torrelengua y aguas abajo de la estación de aforos de Villarrubia (tabla 4.1.3-3).
A partir de los muestreos de campo realizados y de la información bibliográfica (ver
bibliografía) se ha dividido el río Gigüela en tres zonas en función de la fauna ictiológica:
• Gigüela alto (de la cabecera hasta Torrelengua, tramos 1 a 4).
-
En la localidad de Torrelengua-Pozorrubio (Estación P-1), se capturaron
pardilla, calandino y cachuelo (URS en mayo de 2002). La especie más
abundante es el calandino (73%), seguida del cachuelo (23%) y la pardilla
(4%).
-
En trabajos anteriores, se citan además, barbos (B. comizo, B. guiraonis, B.
sclateri), boga del Guadiana, tenca y colmilleja. También se cita barbo
cabecicorto (Barbus microcephalus), según comunicación personal (Ignacio
Doadrio). Los aportes de caudal del trasvase Tajo-Segura al Gigüela, hacen
temer que se puedan introducir especies procedentes de la cuenca del Tajo.
Elvira, B. (2001) ya cita la bermejuela (Chondrostoma arcasii) en el “Atlas y
libro rojo de los peces continentales de España” como especie introducida en
la cuenca del Guadiana procedente del Tajo. Lucioperca (Sander lucioperca) y
alburno (Alburnus alburnus) son otras especies que podrían introducirse desde
la cuenca del Tajo; según el trabajo realizado por INYPSA e Infraestructuras y
Ecología. (2001), no se ha confirmado la presencia de ninguna de estas
especies.
• Gigüela medio.
-
En la localidad de Villarrubia de los Ojos (Estación P-2), aguas arriba del
Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, se capturaron colmilleja, calandino
y cachuelo, como especies autóctonas, y pez sol, especie exótica, de reciente
introducción que se encuentra en expansión (URS en mayo de 2002). El
calandino es el más abundante (61%), sigue la colmilleja (22%), el cachuelo
(11%) y el pez sol (6%).
-
En estudios anteriores se cita además la boga del Guadiana (ver bibliografía).
• Daimiel. El número de especies de peces en las Tablas es elevado según las
52
referencias históricas recopiladas en el estudio de Elvira, B. & Barrachina, P.
(1996), en “Las Tablas de Daimiel, Ecología Acuática y Sociedad”, en el que se
citan un total de 16 especies: anguila, barbos (comizo, mediterráneo y
cabecicorto), pardilla, boga del Guadiana, colmilleja, lamprea, fraile, calandino,
cachuelo, tenca, carpa (var. común y royal), lucio, gambusia y perca americana.
En los estudios más recientes se han citado: barbo cabecicorto, colmilleja,
calandino, cachuelo, gambusia, carpa y pez sol. La diversidad ictiológica en las
Tablas de Daimiel ha disminuido considerablemente quedando reducida, casi
exclusivamente, a carpa y gambusia que son especies capaces de soportar elevadas
temperaturas y baja concentración de oxígeno en el agua.
La valoración del estado de la fauna íctica es aceptable en Torrelengua (P-1) y deficiente en
la E. A. de Villarrubia (P-2).
En el conjunto del río, la diversidad de especies es media, predominando las especies
autóctonas. Entre éstas destacan la pardilla, que se considera vulnerable a escala mundial y
en España dentro de la clasificación mundial de la UICN, se considera especie de interés
especial dentro de la legislación autonómica de Extremadura; sus poblaciones se encuentran
en marcada regresión en la cuenca del Guadiana. El calandino y la colmilleja se consideran
especies de interés especial en la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha. El cachuelo
se considera vulnerable dentro de la UICN para España.
En función de los muestreos arriba mencionados, de las observaciones realizadas durante el
recorrido integral del río y de la información bibliográfica, la valoración de los tramos según
la fauna ictiológica es la siguiente:
• Buena
El 15% del recorrido del río (tramos 3, 4 y 11) posee unas características
hidromorfológicas aceptables. Aunque presenta poca heterogeneidad del hábitat en
cuanto a la composición del sustrato y la diversidad de flujo, hay abundante alimento
disponible a partir de plantas acuáticas que también aportan refugio y frezaderos a la
fauna acuática. El bajo caudal durante el estiaje perjudica a los peces, aunque los aportes
de caudal del trasvase Tajo-Segura al Gigüela permiten que se mantengan las poblaciones
en la zona alta del Gigüela y también en las Tablas de Daimiel.
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
Noviembre, 2001
53
• Aceptable
Los tramos 1, 2, 5 y 10 que abarcan el 55 % de la longitud total del río, presenta una
variedad hidromorfológica muy baja con bajo caudal y aguas someras y lentas, aunque en
general hay alimento y refugio disponible.
• Deficiente
Los tramos 6 al 9 que suman el 30 % del recorrido del río, presentan unas características
hidromorfológicas homogéneas, bajo caudal y a tramos el cauce está seco por lo que se
considera un hábitat pobre para la fauna acuática.
En el Gigüela está prohibida la pesca del cangrejo rojo desde el inicio del tramo 1 hasta el
cruce de la carretera N-400 en Horcajada de la Torre (casi todo el tramo) Orden de Vedas de
Pesca 15-II-002, CMA de JCCM. Las Tablas de Daimiel (tramo 11), es vedado de pesca
(Orden de Vedas de Pesca 15-II-002, CMA de JCCM). El resto del río es libre para la pesca.
4.1.3.2. Ambientes ribereños
En este apartado se describe la fauna ribereña y los espacios naturales vinculados al sistema
fluvial.
Fauna ribereña
Los ambientes ribereños (sotos, cortados, escarpes, etc.) son enclaves especialmente ricos en
fauna, al constituir zonas de frontera (ecotonos) en los que confluyen especies de los
ecosistemas adyacentes (acuático y terrestre). No ha sido objeto de este estudio el análisis
detallado de las comunidades ribereñas del Gigüela, si bien se ha recabado información sobre
algunas especies de interés natural, la cual se presenta en las fichas (Volumen II: Atlas del
río Gigüela).
La destrucción del bosque de ribera (fragmentación), la artificialización de los cauces
fluviales (grandes infraestructuras hidroeléctricas y de reserva de agua, escolleras,
extracciones de áridos, etc.) y la contaminación del agua son los factores de amenaza más
importantes a los que se enfrentan estas especies.
El río Gigüela en general presenta la zona ribereña ocupada por cultivos y el río limitado a su
54
cauce en la mayor parte de su recorrido; la vegetación ribereña es escasa y a tramos
completamente inexistente convirtiendo el río en un canal que únicamente se puede
considerar favorable para la fauna ribereña por su función como corredor biológico, es decir
para conectar zonas con más potencialidad para la fauna ribereña. En la zona alta del río ya
se encuentra nutria (Lutra lutra), en el afluente de Valdepineta, y se van detectando rastros a
lo largo del río que utiliza como corredor biológico. En la Mancha, el río Gigüela es el único
refugio para la nutria, que ya ha desaparecido de los demás ríos de la cuenca,
fundamentalmente a causa de las canalizaciones de los cauces (Záncara) y de la pérdida de la
cubierta vegetal. Posiblemente se mantiene en el Gigüela gracias a la abundancia del
cangrejo americano de río (Procambarus clarkii). Otra especie habitual a lo largo del río es
la rata de agua (Arvicola sapidus). Respecto a la avifauna, las especies más frecuentes son la
garza real (Ardea cinerea), garceta común (Egretta garzetta), avefría (Vanellus vanellus),
cigüeña (Ciconia ciconia) y diversas anátidas. Las aves se ven especialmente favorecidas en
las zonas de lagunas menos alteradas (laguna del Taray y Tablas de Daimiel) donde las más
abundantes son las anátidas y también se encuentran aparte de las especies citadas
anteriormente: garcillas, somormujos, avetorillo, porrones, fochas, pollas de agua y
numerosas especies de limícolas; a destacar el pato colorado (Netta rufina) que es el
emblema de las Tablas de Daimiel por tener en éstas uno de los puntos de cría más
importantes de la Península.
En función de lo arriba mencionado y las observaciones de campo (tabla 4.1.1-6 y figura
4.1.3-3), la calidad de los tramos del Gigüela según la disponibilidad y la calidad de los
hábitats para la fauna ribereña es la siguiente:
• Muy Buena
El 6 % del recorrido fluvial, correspondiente al tramo 11, las Tablas de Daimiel, presenta
unas características muy favorables para el desarrollo de la fauna ribereña. Las orillas de
las lagunas presentan la vegetación natural consistente en helófitos y tarayes, aunque en
las zonas colindantes la vegetación haya desaparecido a causa de los cultivos o posea una
estructura degradada, tratándose de dehesas abiertas. En general se considera que el
estado de conservación de la vegetación ribereña es medio.
• Buena
El 13 % de la longitud del río (tramos 1 y 3) posee hábitats que, a pesar de encontrarse
alterados por actividades de origen antrópico, se hallan en buenas condiciones para
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
Noviembre, 2001
55
albergar fauna ribereña. La vegetación de ribera está restringida a una hilera de chopos al
inicio del tramo 1 que aguas abajo van siendo sustituidos por pinos. En el tramo 3 hay un
bosque de ribera en buen estado, aunque restringido a las orillas por la morfología agreste
del terreno, y aguas abajo está limitado a las orillas por los campos de cultivo.
• Aceptable
El 29 % del recorrido fluvial, correspondiente a los tramos 2, 4 y 7, se considera que
presenta unas características aceptables para el desarrollo de la fauna ribereña. Hay
vegetación de ribera aunque degradada, principalmente a causa del encajonamiento del
río por motas y por los campos de cultivo que ocupan la práctica totalidad de la zona
ribereña. En los tramos 2 y 4 hay manchas de chopos, fresnos, sauces, olmos y ailantos
limitadas a las orillas. En el tramo 7 la vegetación de ribera está compuesta por chopos y
tarayes y aguas abajo se mantiene únicamente el recubrimiento por taray.
• Deficiente
La mayor parte del río (tramos 5, 6 y del 8 al 10, correspondientes al 52 % del recorrido
fluvial presenta características poco favorables para el desarrollo de la fauna ribereña:
unas riberas muy degradadas, con cultivos que llegan hasta las orillas a lo largo de
amplios trechos, motas de tierra y la práctica ausencia de vegetación de ribera.
Espacios naturales
Desde el Cerro de Las Viñas hasta el cruce de la carretera N-400 de Villafranca de los
Caballeros a Alcázar de San Juan (el último tercio del tramo 6, el tramo 7 y parte del tramo
8), pertenece al LIC de Humedales de La Mancha que abarca la zona de la desembocadura
del Riansares.
El río también pertenece a la ZEPA Humedales de La Mancha en el tramo comprendido
entre un centenar de metros aguas abajo del puente de la carretera entre Quero y La Villa de
Don Fadrique hasta el cruce de la carretera N-400 de Villafranca de los Caballeros a Alcázar
de San Juan (parte del tramo 6, tramo 7 e inicio del tramo 8).
El tramo 11 es el que aglutina más figuras de protección. Desde el Cerro de Entrambasaguas
hasta el final (la segunda mitad del tramo), constituye el Parque Nacional de las Tablas de
Daimiel ( D 1874/1973 de 28 de Junio, BOE nº 181 de 30 de Julio; Ley 25/1980 de 3 de
56
Mayo, sobre reclasificación del P. N T D, BOE nº 110 de 7 de Mayo). También se considera
Zona Húmeda de Importancia Internacional bajo el Convenio de RAMSAR, BOE nº 59 de 8
de Marzo 1982 (Fecha designación 4-5-82), está declarado ZEPA (24/02/88) (D
79/409/CEE) e incluido dentro de la Reserva de la Biosfera de La Mancha Húmeda (1980) y
del LIC Tablas de Daimiel. El resto del tramo 11 pertenece a la zona de Protección del
Parque Nacional.
4.2. INVENTARIO DE PRESIONES
Según establece la Directiva Marco del Agua (Anexo II, apartado 1.4), se ha de recoger la
información sobre las presiones de origen antrópico a las que se ven sometidas las masas de
agua superficiales, reconociendo su magnitud y tipo (principalmente contaminación del agua,
extracción de agua y alteraciones morfológicas). Dicha información, obtenida a partir del
recorrido integral del río realizado por el equipo de URS, se halla inventariada y
georreferenciada en el presente documento (Volumen III, Resultados de Campo). En líneas
generales y atendiendo a la clasificación establecida por la DMA, las principales presiones a
las que está sometido el río Gigüela son (tabla 4.2-1 y figura 4.2-1):
• Detracciones de caudal
Se han detectado un total de 12 estructuras para la detracción de caudal directa sobre el
río Gigüela, 9 de las cuales son fijas y 3 son temporales. Las captaciones se distribuyen a
lo largo de todo el río, excepto en la cabecera (tramo 1 y 2), aguas abajo del Riansares
(tramos 7 y 8) y las Tablas de Daimiel (tramo 11). No se han tenido en cuenta los pozos
situados en la zona de ribera.
El caudal que se detrae directamente del río es para cultivos de huertos y algunos
regadíos más amplios (ajos), siendo la zona más afectada la de aguas arriba de
Pozorrubio, Villamayor de Santiago y Villanueva de Alcardete (tramos 4 y 5) que
presenta siete detracciones. La desviación del río hacia el canal artificial al inicio del
tramo 9 se ha considerado una detracción de caudal que deriva todo el caudal del río; el
cauce original está ocupado por las aguas negras de Alcázar de San Juan. En el tramo 10
hay dos nuevas detracciones fijas y directas del río que recogen agua para pozos de
recarga.
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
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• Afecciones al cauce
El total de afecciones contabilizadas es de 127 y en su mayor parte se encuentran en la
primera mitad del río (tramos 1 a 6), que son las zonas más frecuentadas por la existencia
de cultivos. La mayor parte de las afecciones al cauce son puentes o vados; también hay
largos trechos con motas a ambos lados canalizando el río, algunos azudes y canales, y
otros restos antrópicos. Aguas abajo de la desembocadura del Riansares hay pocas
afecciones (tramos 7 a 9): puentes y azudes, motas y dos estaciones de aforos. En los
alrededores de las localidades de Villarta y Arenas de San Juan y Villarrubia de los Ojos
(tramo 10) aumentan el número de afecciones, sobre todo son puentes, también hay dos
estaciones de aforo y una escombrera. Finalmente, en las Tablas de Daimiel (tramo 11),
hay pocas afecciones: un puente y dos presas (del Morenillo y de Puente Navarro).
• Afecciones a la calidad del agua
Únicamente se ha detectado el vertido de aguas residuales de Alcázar de San Juan al
cauce original del Gigüela (tramo 9’), a través del Canal de La Veguilla. Se utiliza el
cauce para la autodepuración del agua, así como las lagunas situadas aguas abajo.
Actualmente ya funciona la depuradora de Alcázar de San Juan y Campo de Criptana
llegando el agua tratada al cauce del Gigüela (hay una ampliación prevista para un
volumen diario de aguas residuales de 24.000 m3).
En los últimos años y agravado por la escasez de agua, ha habido vertidos de aguas
residuales al Gigüela que han llegado a las Tablas de Daimiel y en diversas ocasiones han
causado mortandades de carpas, somormujos y zampullines2. En Villarrubia hay una
depuradora de “Filtro Verde” que viene funcionando desde 1978 con buenos resultados.
Analizando en conjunto las presiones que afectan al río Gigüela, los tramos que presentan
mayor número de afecciones son el 5 y el 10. Si se tienen en cuenta el número de afecciones
respecto a la longitud de los tramos, obtenemos una densidad claramente más elevada en la
mitad superior del río (tramos 1 al 6), la mayor en el tramo de cabecera (tramo 1; 0,68
afecciones/km). En la segunda mitad del río (tramos 7 al 10) disminuyen las afecciones al
cauce, la densidad es inferior a 0,05 afecciones/km, excepto en el tramo 10, 0,14
afecciones/km. El tramo 11 es el que presenta menor densidad, 0,02 afecciones/km.
2
Según Santos Cirujano y Miguel Álvarez Cobelas, 9 de junio 1999.
58
Está prevista la construcción del gaseoducto Alcázar de San Juan-Quintanar de la Orden
(Ciudad Real y Toledo) que atraviesa el río Gigüela y la Zanja de la Veguilla; en el BOE de
22 de noviembre de 2002 se formula declaración de impacto ambiental de este proyecto.
4.3. ESTADO ECOLÓGICO DEL RÍO GIGÜELA
La valoración del estado ecológico de cada tramo fluvial se ha realizado analizando los
indicadores que establece la Directiva Marco del Agua (tabla 4.3-1) y teniendo en cuenta el
inventario de presiones (apartado 4.2). La DMA entiende que la valoración del estado
ecológico se basa en la distancia (cualitativa) existente entre la situación actual y la situación
óptima alcanzable –aquélla en ausencia de presiones. Para su medición propone el valor
mínimo entre los indicadores fisicoquímicos y biológicos. En el presente trabajo se
determina el estado ecológico a partir del mínimo valor entre los indicadores físicoquímicos
y biológicos y se compara con el inventario de presiones de cada tramo.
El estado ecológico de los tramos fluviales del río Gigüela (figura 4.3-1) es el siguiente:
• Aceptable
El 48 % del total del eje fluvial (tramos 1 a 4, 7 y 11) presenta afecciones importantes en
algunos de los factores de valoración del estado ecológico del río. Los tramos 1 a 4 son
los que presentan mayor número de presiones ambientales. El tramo 7, aguas abajo de la
desembocadura del Riansares, presenta un aspecto bastante natural, y su estado ecológico
viene determinado por la baja calidad de la fauna bentónica e íctica. El tramo 11
corresponde a las Tablas de Daimiel y la calidad fisicoquímica del agua determina el
valor de su estado ecológico.
• Deficiente
En el 35 % de la longitud total del río, correspondiente a los tramos 5, 6, 8 y 9, el sistema
fluvial sufre afecciones graves tanto por los indicadores fisicoquímicos como los
biológicos. La escasez de agua afecta a su calidad fisicoquímica y la artificialización del
cauce, su confinamiento y la práctica ausencia de vegetación de ribera provocados por la
presión de los cultivos confieren una baja puntuación a los indicadores biológicos. Los
tramos 5 y 6 presentan un alto número de afecciones y no así los tramos 8 y 9 suya
principal afección sería la escasez de agua.
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
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59
• Mala
En el 16 % de la longitud total del río, que corresponde al tramo 10, el sistema fluvial
sufre afecciones muy graves de origen antrópico. Por un lado, la mala calidad del agua
determina el valor mínimo de los indicadores fisicoquímicos, y por otro lado, el elevado
número de presiones ambientales y la escasez de agua afectan negativamente a los
diferentes indicadores biológicos.
En el río no existe ninguna estación de referencia para las dos ecorregiones a las que
pertenece (“Llanura Manchega” y “Grandes ríos”) de acuerdo con las conclusiones del
estudio de “Regionalización y Caracterización de la Calidad Ecológica de la Cuenca del
Guadiana” (Volumen I, Documento 1; Informe de Síntesis del Río Guadiana). No obstante
en el tramo 4 se localiza una de las estaciones de referencia complementarias (E-2 en Batán
de San Pedro) definidas en dicho estudio para la ecorregión “Llanura Manchega”. Asimismo
el tramo 3 destaca por la buena calidad de sus indicadores biológicos, tanto acuáticos como
ribereños si bien sus características geomorfológicas (cañón agreste con escasa presencia
humana) no son representativas para la totalidad del río.
60
5. RECOMENDACIONES DE GESTIÓN
Se plantean acciones realistas que pueden mejorar la problemática ambiental del río. Éstas se
relacionan básicamente con:
•
Calidad del agua
- Depurar las aguas residuales urbanas e industriales de los municipios de la
cuenca, prestando especial atención al vertido de Alcázar de San Juan y Campo
de Criptana.
•
Cauce
-
Recuperar la circulación de aguas del Gigüela a lo largo de su cauce natural.
-
Favorecer la irregularidad de las orillas, desmantelando tramos canalizados
mediante motas y suavizando las pendientes de los márgenes.
-
Desmantelar las infraestructuras en desuso y los restos antrópicos innecesarios
situados en el cauce del río.
•
Riberas
-
Controlar el desarrollo de los cultivos en las riberas, evitando la ocupación del
Dominio Público Hidráulico.
-
Restaurar las zonas de cultivos abandonados dentro de la zona de Dominio
Público Hidráulico, mediante su reforestación con vegetación autóctona.
- Desmantelar las infraestructuras abandonadas (puentes y casetas) e
innecesarias que se encuentran a lo largo del río.
•
Caudales
-
Controlar las detracciones y canalizaciones que extraen agua directamente del
cauce del Gigüela y merman su caudal especialmente durante el estiaje,
contribuyendo a empeorar la calidad del agua. Esto ocurre principalmente en
los tramo 4 y 5.
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
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61
-
Controlar las perforaciones y los bombeos de agua en la cuenca del Gigüela,
prestando especial atención a la zona del acuífero 23.
-
Seguir con el Plan de Regeneración Hídrica para tratar de recuperar el nivel
del acuífero 23.
-
Adaptar los tipos de cultivo y los sistemas de riego a la disponibilidad real de
agua en la Región para obtener una integración equilibrada entre la gestión de
los ecosistemas naturales y los cultivos de la cuenca.
-
Seguir con los estudios de evaluación de los diferentes sistemas de riego y el
asesoramiento de los agricultores de la Región para optimizar y mejorar la
eficiencia de los sistemas de riego y conseguir el mayor ahorro de agua
posible.
-
Mantener las derivaciones de caudales del trasvase Tajo-Segura hasta que se
regularicen los niveles de acuífero y éstos permitan el funcionamiento en
régimen natural de las Tablas.
•
Fauna
-
Fomentar la naturalización del cauce y las riberas del río lo que favorecerá de
manera natural la presencia y el desarrollo de la fauna autóctona.
-
Proteger el hábitat y las poblaciones de cangrejo autóctono presentes en los
afluentes de la cabecera del Gigüela.
62
Las acciones recomendadas son las siguientes:
Tramo 1:
De Cabrejas a Horcajada de la Torre
Respetar la zona de Dominio Público Hidráulico,
especialmente por parte de los cultivos
Naturalizar el cauce y la ribera; fomentar la
irregularidad de los márgenes mediante técnicas
de bioingeniería y reforestación con vegetación
autóctona.
Emprender medidas de protección del cangrejo
autóctono (Austropotamobious pallipes) y su
hábitat.
Tramo 2:
De Horcajada de la Torre a finca El Castillejo
Respetar la zona de Dominio Público Hidráulico,
especialmente por parte de los cultivos
Naturalizar el cauce y la ribera; fomentar la
irregularidad de los márgenes mediante el
desmantelamiento de motas y su recuperación con
técnicas de bioingeniería.
Reforestar la zona ribereña con vegetación
autóctona.
Controlar las detracciones de caudal
Tramo 3:
Hoces del Gigüela
Respetar la zona de Dominio Público Hidráulico,
especialmente por parte de los cultivos en la parte
inicial y final del tramo.
Naturalizar el cauce y la ribera en la parte inicial y
final del tramo; fomentar la irregularidad de los
márgenes mediante el
desmantelamiento de
motas y su recuperación con
técnicas de
bioingeniería.
Reforestar la zona ribereña con vegetación
autóctona.
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
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Tramo 4:
De Segóbriga a Conventuales de Uclés
Desmantelar y retirar del cauce los restos de tres
azudes semiderruidos y otros restos antrópicos y
escombros depositados en el cauce y las orillas.
Controlar las detracciones de caudal.
Favorecer la circulación del río por su propio
cauce.
Respetar la zona de Dominio Público Hidráulico,
especialmente por parte de los cultivos.
Naturalizar el cauce y la ribera; fomentar la
irregularidad de los márgenes mediante el
desmantelamiento de motas y su recuperación con
técnicas de bioingeniería.
Reforestar la zona ribereña con vegetación
autóctona.
Controlar las zonas de abrevadero de ganado por
la erosión que producen.
Tramo 5:
Conventuales de Uclés a Quintanar
Desmantelar y retirar del cauce los restos
antrópicos en desuso y los escombros depositados
en el cauce y las orillas.
Controlar las detracciones de caudal.
Respetar la zona de Dominio Público Hidráulico,
especialmente por parte de los cultivos.
Naturalizar el cauce y la ribera; fomentar la
irregularidad de los márgenes mediante el
desmantelamiento de motas y su recuperación con
técnicas de bioingeniería.
Reforestar la zona ribereña con vegetación
autóctona.
64
Tramo 6:
De Quintanar a Puente del Ferrocarril
Desmantelar el puente de ferrocarril en desuso y
retirar del cauce los restos antrópicos en desuso.
Controlar las detracciones de caudal.
Respetar la zona de Dominio Público Hidráulico,
especialmente por parte de los cultivos.
Naturalizar el cauce y la ribera; fomentar la
irregularidad de los márgenes mediante el
desmantelamiento de motas y su recuperación con
técnicas de bioingeniería.
Reforestar la zona ribereña con vegetación
autóctona.
Tramo 7:
Confluencia con el Riansares
Respetar la zona de Dominio Público Hidráulico,
especialmente por parte de los cultivos.
Naturalizar el cauce y la ribera; fomentar la
irregularidad de los márgenes mediante su
recuperación con técnicas de bioingeniería.
Reforestar la zona ribereña con vegetación
autóctona.
Conservar las zonas que se encuentran en estado
natural tanto del propio río como la zona de ribera
y que son refugio para la fauna.
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
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Tramo 8:
Puente Tamarilla a desviación del río
Desmantelar y retirar del cauce los restos de un
antiguo puente de piedras derruido.
Respetar la zona de Dominio Público Hidráulico,
especialmente por parte de los cultivos.
Naturalizar el cauce y la ribera; fomentar la
irregularidad de los márgenes mediante el
desmantelamiento de motas y su recuperación con
técnicas de bioingeniería.
Reforestar la zona ribereña con vegetación
autóctona.
Tramo 9:
Desviación del río por un canal artificial
Tramo 9’:
Tramo de aguas residuales
Favorecer la circulación del río por su cauce
original.
Depurar las aguas residuales e industriales de
Alcázar de San Juan y Campo de Criptana.
Favorecer la circulación del río por su cauce
original.
Respetar la zona de Dominio Público Hidráulico,
especialmente por parte de los cultivos.
Naturalizar el cauce y la ribera; fomentar la
irregularidad de los márgenes mediante el
desmantelamiento de motas y su recuperación con
técnicas de bioingeniería.
Reforestar la zona ribereña con vegetación
autóctona.
Recuperación de las lagunas situadas en la zona
de ribera y que forman parte de un mismo
ecosistema de humedal.
66
Tramo 10:
Confluencia del río y el canal hasta el Puente
del Conde
Retirar los escombros depositados en el margen
izquierdo aguas arriba de Arenas de San Juan.
Respetar la zona de Dominio Público Hidráulico,
especialmente por parte de los cultivos.
Naturalizar el cauce y la ribera; fomentar la
irregularidad de los márgenes mediante el
desmantelamiento de motas y su recuperación con
técnicas de bioingeniería.
Reforestar la zona ribereña con vegetación
autóctona.
Restaurar las excavaciones de graveras en los
márgenes.
Controlar las detracciones de caudal.
Tramo 11:
Tablas de Daimiel
Realizar una gestión integrada del agua
subterránea y superficial, a nivel de toda la cuenca
del Gigüela y de los sistemas de los acuíferos
afectados, que sea racional y eficaz para el
mantenimiento, tanto de los ecosistemas naturales
propios de la zona como de sus usos de manera
equilibrada.
Mantener las derivaciones de caudales del
trasvase Tajo-Segura a la cuenca del Guadiana a
través del Gigüela para mantener las Tablas de
Daimiel, especialmente durante los años de
sequía, hasta que se regularice los niveles del
acuífero y éstos garanticen el funcionamiento en
régimen natural de las Tablas de Daimiel.
Actuaciones preliminares correctoras de la calidad ecológica integral del río Gigüela
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BIBLIOGRAFÍA
Bibliografía General
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the Spanish wetland of Las Tablas de Daimiel. Biological Conservation 97: 89-98.
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