disminución de la fertilidad en vacas lecheras de alta producción

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DISMINUCIÓN DE LA FERTILIDAD EN VACAS LECHERAS DE ALTA PRODUCCIÓN –
CAUSAS
En los últimos años, con el aumento de la calidad genética y por lo tanto, aumento de las
producciones, cada vez cuesta más preñar a las vacas. Hace más de 15 años hablábamos de 1.5 a 2 dosis
de semen por animal preñado, intervalos entre partos de menos de 400 días, tasas de concepción a primer
servicio de más del 50 % y producciones diarias entre 15 y 20 litros. Hoy hablamos de vacas de más de
30 litros en sus picos de lactancia, preñez a primer servicio del 30 al 35 %, abortos sobre vacas preñadas
entre el 10 y el 18 % e intervalos entre partos de 400 a 430 días o más, el porcentaje de vacas abiertas
actualmente con más de 150 días de lactancia supera generalmente el 20 %, el porcentaje de vacas
inseminadas dentro de los 90 días es muy difícil superar el 70 % y el gasto de semen en muchos casos
está por encima de las 3 dosis.
Debido a éstas circunstancias y a la impotencia del médico veterinario por encontrarle respuestas
a esta disminución de la capacidad reproductiva de nuestras vacas, y ver en cada revisión ginecológica las
caras afligidas de los tamberos, productores, encargados, he decidido investigar trabajos de diferentes
autores, como el Doctor Carlos Corbellini (INTA Mercedes), los profesionales del IRAC, Doctor García
Boizzeau, etc. Mi experiencia, después de 32 años trabajando en tambos, voy a resumir posibles causas y
elementos que disponemos para mejorar la situación. Todo lo que voy a empezar a detallar posiblemente
va a tener el desorden propio de un médico veterinario no acostumbrado a escribir trabajos.
Del doctor Corbellini:
Bajo el término global de enfermedades de la producción, no solamente se incluyen actualmente
los clásicos desórdenes resultantes de desbalances endócrinos, como la acetosis, la hipocalcemia
puerperal y la tetania, hipomagnesémica, sino también todo un conjunto de afecciones clínicas o
subclínicas ligadas no sólo a la cantidad de elementos suministrados sino a la relación entre distintos
nutrientes, los niveles de producción y la forma de administración de los alimentos que puede modificar
los patrones de fermentación ruminal y, en consecuencia, el ambiente endocrinológico de los diferentes
órganos y tejidos, llevando a la aparición de enfermedades, incluso a veces de apariencia o tipo
infeccioso, pero que en su origen obedecen a un desbalance metabólico nutricional.
Los estudios de los últimos años han permitido un mejor conocimiento de los mecanismos
nutricionales y de regulación homeostática u homeorética subyacentes, como causa o factor predisponente
a la presentación de estas patologías, especialmente dirigidos a tratar de elucidar los cambios metabólicos
que se producen en el periparto y primera semana de la lactancia de las vacas lecheras de alta producción,
ya que un alto porcentaje de los problemas ocurre en este período. Entre los problemas que pueden tener
base metabólico – nutricional debemos destacar: Edema de ubre, metritis, cetosis clínica o subclínica,
retención de placenta, síndrome de vaca caída, infiltración grasa del hígado, distocia o partos lánguidos,
afecciones podales, anestro, ovarios quísticos, mortalidad embrionaria, abortos.
El ciclo reproductivo de una vaca lechera puede ser dividido en: período de vaca seca, período
preparatorio al parto, lactancia temprana, tercio medio de la lactancia y final de la lactancia. El
requerimiento de nutrientes varía de acuerdo a estos ciclos, pero el consumo voluntario de alimentos suele
no acompañar estos cambios, por lo menos no con la sincronización necesaria para mantener niveles de
producción rentables, sin la presentación de problemas que pueden convertirse en súbitos drenajes de
ingresos. Hay períodos críticos durante el ciclo productivo (preparto y primer tercio de la lactancia),
cuando un inadecuado manejo nutricional va a influenciar negativamente la producción e incrementar la
incidencia de enfermedades metabólicas o reproductivas.
Grado corporal: La evaluación periódica del grado corporal de los animales es muy importante
fundamentalmente en períodos de balance energético negativo. Si en las primeras semanas de lactancia
los niveles de producción se elevan en forma no proporcional al incremento del consumo de alimentos de
la calidad necesaria, el grado corporal descenderá por debajo de lo deseable.
CONCLUSIONES (DR. CORBELLINI): La evaluación de los sistemas de alimentación de vacas
lecheras de alta producción, sobre todo, a medida que se intensifican los modelos de producción y las
producciones individuales, requieren del auxilio de parámetros de medición continua que permitan las
correcciones necesarias. Por ejemplo:
Glucosa en plasma: Habrá hipoglucemia en casos de severa hiponutrición.
Ácidos grasos libres (nefa) en plasma: Es un buen indicador del grado de movilización grasa. Se elevará
toda vez que exista un estado de hiponutrición o estrés.
Cuerpos cetónicos en sangre: El importante es el beta-hidroxibutirato, en encuentra elevado en cetosis o
hiponutrición energética.
Urea plasmática: Indicador de ingreso proteico a corto plazo y a su vez nos indica si el ingreso
energético es el apropiado.
Albúmina plasmática: Se encontrará hipoalbuminemia luego de meses de déficit proteico.
Comentarios del libro de Reproducción en ganado vacuno por Massimiliano Elli
En las explotaciones de alta selección y con producciones de leche media elevadas, la fertilidad
tiende a reducirse: es entonces oportuno actuar, aportando una alimentación dirigida a la fertilidad y no
sólo a la producción. Tal alimentación, aunque no siempre es capaz de obtener las máximas producciones
al inicio de la lactancia, se demuestra a largo plazo como la más conveniente.
En la formulación de la ración será necesario tener en cuenta los ingredientes vegetales
utilizados, sus características fisicoquímicas, además del efecto bioquímico a nivel gástrico, no debemos
olvidar que algunos alimentos son nocivos para la fertilidad si se suministran en exceso o ad libitum,
otros; en cambio, pueden serlo si son administrados en determinados estadíos vegetativos de las plantas o
si provienen de terrenos abundantemente fertilizados; por ejemplo los alimentos ricos en fitoestrógenos,
invadidos por hongos o con acumulación de nitratos no deben ser destinados a las vacas durante el
período fértil, en el cual se realiza la fecundación – implantación del embrión. No debemos olvidar
durante el período de perifecundación suministrar propionatos o propilenglicol para mejorar la glucemia,
parámetro importante que no se debe menospreciar hasta el final del período de fertilidad.
Si bien no existen verdaderos alimentos de la fertilidad, se debe destacar algunas características
importantes de las vitaminas liposolubles y de la importancia de su integración en la dieta, porque se
encuentran ligadas íntimamente a los procesos reproductivos; se ha visto que su carencia causa
hipofertilibilidad o esterilidad, destacamos el Beta-caroteno, la vitamina A, la vitamina E, ésta última en
combinación con el selenio, suministrada en el último mes de gestación, desarrolla una función de
prevención en la retención de placenta y la vitamina D, que favorece la absorción y la utilización del
calcio y del fósforo, y su carencia produce inactividad ovárica.
ESTRÉS Y FERTILIDAD
Las consecuencias del estrés sobre la reproducción de la vaca están caracterizadas por el anestro,
ovulación retardada o ausente, quistes ováricos, manifestaciones estrales reducidas o ausentes, menor
índice de concepción, mortalidad embrionaria con intervalos prolongados.
Cuando la vaca está expuesta al estrés desencadena una reacción catecolaminérgica; la secreción
de catecolaminas tiene efectos drásticos sobre el organismo pero de breve duración, caracterizados por un
aumento de los valores de glucemia y lipidemia, incremento de la frecuencia y del gasto cardíaco y de la
presión arterial, esta reacción determina un desequilibrio endócrino que puede repercutir sobre el aparato
reproductor, causando esterilidad. Si el estrés continúa desde el punto de vista metabólico se instaura una
reacción de vigilancia con aumento de la actividad corticosuprarrenal, hipertono vagal, disminución de
los esteroides sexuales, hipertensión arterial crónica y, finalmente, se presenta un agotamiento funcional
de las defensas biológicas, se produce una mayor vulnerabilidad a las enfermedades.
Conclusiones de este profesional (Massimiliano Elli)
Es evidente como la alimentación tiene una influencia muy notable sobre la fertilidad de la vaca;
una dieta equilibrada permite optimizar factores muy importantes en el rendimiento reproductivo, como
manifestación de estro, duración de la involución uterina y del anestro post parto, porcentaje de
concepción, incidencia de muerte embrionaria precoz y de aborto. Carencias de principios energéticos,
hipovitaminosis, especialmente de las vitaminas liposolubles en la dieta, pueden determinar
hipofertilidad, especialmente en las vacas altamente productivas. También la presencia en sangre de
concentraciones de nitrógeno ureico superiores a lo normal puede considerarse como un estadio prepatológico. Está demostrado que una elevada cantidad de proteínas en la dieta hace aumentar la
concentración de nitrógeno ureico más allá de los valores normales, de 20 a 30 Mg/dl.
CONCLUSIONES DE LOS COLEGAS DEL IRAC (Especialistas en reproducción bovina, Director
Gabriel Bó)
Se discuten cuatro parámetros reproductivos: El intervalo a la primera ovulación, la tasa de
concepción, la duración del estro y la tasa de ovulación múltiple. Muy recientemente, los dos último
parámetros han sido vinculados estrechamente al nivel de producción lechera, en contraste, el tiempo
transcurrido hasta la primera ovulación no parece estar asociado con el nivel de producción lechera,
mientras que la asociación de la tasa de concepción con el nivel de producción lechera aun está en
discusión. En un intento por explicar algunos de los cambios en la fisiología reproductiva causados por la
alta reproducción de leche, se presenta un modelo de elevado metabolismo esteroide en vacas lecheras
en lactación. Aunque muchos aspectos de este modelo todavía están por probarse, parecería que el
metabolismo elevado de esteroides juega un papel central en los cambios reproductivos.
Estro: La duración media del estro se ha reducido en vacas en lactancia a menos de 8 horas.
La tasa de concepción es más baja en vacas en lactación (generalmente del 25 al 40 %) que en
vaquillonas (60 al 75 %)
La Tasa de mellizos en vacas lecheras es mayor que en las vaquillonas y puede ser tan alta
como el 20 % en algunos tambos.
La pérdida de preñez es mucho más alta en vacas en lactancia que en vaquillonas. Uno de los
aspectos claves de este modelo es que una mayor producción lechera está asociada con un aumento del
metabolismo de las hormonas esteroidas. En este modelo se podría esperar que un incremento en el
metabolismo hormonal esteroide altere muchos aspectos de la fisiología reproductiva normal debido a los
roles centrales de las hormonas esteroidas, esencialmente en todos los aspectos de la reproducción
normal.
Las vacas con una alta producción lechera ovulan folículos más grandes pero tienen
concentraciones de estradiol circunlantes más bajas. Además, las vacas de mayor producción tienen un
volumen de tejido luteal más grande, pero una reducida progesterona circulante. Una posible explicación
es que en las vacas en lactancia, a medida que la producción lechera aumenta, el metabolismo de las
hormonas esteroides es incrementado; el metabolismo de estrógenos y progesterona fue mucho más
grande en las vacas en lactancia que en las vacas secas.
Si lo quisiéramos resumir todo esto en un cuadro, diríamos que en las vacas de alta producción
hay un alto consumo de materia seca, alto flujo sanguíneo al aparato digestivo, hay un alto flujo
sanguíneo al hígado, hay un alto metabolismo de estrógeno y progesterona en hígado y bajas
concentraciones de estrógeno y progesterona en sangre, producirían cambios en la reproducción que
serían por ejemplo: tasa de concepción reducida, pérdida embrionaria incrementada, tasa de múltiple
ovulación (mellizos) y reducido comportamiento estral.
Resumiendo, la función crítica de estrógenos y progesterona en casi cada aspecto de la fisiología
reproductiva hacen de los cambios en el metabolismo esteroide una explicación muy atractiva de los
numerosos cambios en la reproducción que han sido observados en vacas lecheras en lactancia.
CONCLUSIONES FINALES:
Siempre decimos que para preñar las vacas en lactancia debemos observar una buena detección
de celos, buena calidad seminal, buen trabajo del inseminador, pero por ningún motivo debemos restarle
importancia, en el momento de tomar decisiones, a la fertilidad de la vaca por todo lo dicho
anteriormente.
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