Tribunal refutó dictamen de la Dirección del Trabajo que rechaza

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Tribunal refutó dictamen de la Dirección del Trabajo que rechaza
disminución en los sueldos
Corte de Apelaciones ratifica que los salarios pueden ajustarse a la baja
por inflación negativa
Martes 13 de octubre de 2009 / Diario Financiero
Una nueva contradicción entre la postura de los tribunales de Justicia y los
criterios de la Dirección del Trabajo se generó el mes pasado en materia
laboral.
Es que lejos de las polémicas registradas en 2008 por las diferencias entre
dichas partes frente a la Ley de Subcontratación, esta vez la posibilidad de
aplicar reajustes a la baja en los sueldos en un escenario de inflación negativa
separó las aguas.
Esto, porque la Corte de Apelaciones de Santiago confirmó el 8 de septiembre
pasado la sentencia dictada por el Séptimo Juzgado, tribunal que ante una
polémica entre trabajadores de una empresa del retail y su empleador señaló
que es posible disminuir las remuneraciones a la baja si el Indice de Precios al
Consumidor (IPC) ha experimentado variaciones negativas.
Entre sus argumentos, el Séptimo Juzgado señala que
remuneraciones, reajustar no es necesariamente aumentar”.
“tratándose de
De hecho, el fallo indica que dicho proceso dice relación con la adecuación de
las fluctuaciones o variaciones del valor adquisitivo del dinero. Es decir, si ha
habido inflación, necesariamente los sueldos deberán ajustarse para conservar
su poder adquisitivo, aumentándolos en la misma medida que vaya subiendo el
alza del costo de la vida. Y si, al revés, ha habido deflación, esto es, un
descenso en el nivel de los precios, quiere decir que, en virtud de la cláusula de
reajustabilidad, los salarios deben bajar en la misma medida en que se haya
producido dicho fenómeno económico.
En esta misma línea, el Séptimo Juzgado es categórico en asegurar que “no es
cierto que los trabajadores sufran una merma en sus remuneraciones con la
reajustabilidad aplicando los IPC negativos”.
Esto, explica, porque lo único que se obtiene de dicho procedimiento es
mantener los salarios de los trabajadores en el mismo nivel de valor adquisitivo,
sin que se vean afectados por las variaciones del costo de la vida.
El Séptimo Juzgado incluso hace explícitas sus diferencias con el organismo
encabezado por Patricia Silva al señalar que “el tribunal no comparte la
doctrina de la Dirección del Trabajo”.
De esta forma, la instancia judicial respondió a una de las dudas que surgen
en el mercado frente a escenarios de inflación a la baja. De hecho, el señalado
fallo fue uno de los temas centrales en el último boletín laboral de la Sofofa.
¿Qué dice el dictamen?
El dictamen del ente fiscalizador sobre reajustes salariales sostiene que “no
resulta jurídicamente procedente rebajar el monto nominal de los sueldos y
beneficios expresados en dinero pactados en un contrato colectivo frente a
situaciones en que el I.P.C. del período completo comprendido en la cláusula
de reajustabilidad de que se trate, ha resultado negativo”.
Entre sus argumentos, la Dirección plantea que “la negociación colectiva es un
mecanismo destinado a mejorar las condiciones laborales de los trabajadores y
en caso alguno a disminuirlas, con lo cual queda de manifiesto que su
intención ha sido la de proteger el objetivo jurídico, social y económico que la
mayor parte de nuestros tratadistas ha entendido que subyace en todo proceso
de negociación colectiva”.
Martes 13 de octubre de 2009 / Diario Financiero
directora del trabajo critica “sesgo civil” en la decisión de los tribunales
"Lo complicado de este fallo es que desconoce la esencia de la
negociación"
- ¿Cómo reciben este fallo de la Corte de Apelaciones que objeta el dictamen
de la Dirección del Trabajo?
- Lo primero, es señalar que se trata de un juicio de un sindicato en contra de
su empleador, iniciado en 2004, cuyo fallo fue emitido recientemente por un
ministro en visita extraordinario, de ahí que el sesgo es civil y hay aplicaciones
de criterio que no tienen que ver con el Derecho del Trabajo.
- ¿Los sorprendió este fallo?
- Sí, pero hay que entender en el contexto dónde se dio. Por otra parte, más
que un fallo de la Corte de Apelaciones, lo que hay aquí es una decisión del
Séptimo Juzgado que es confirmada muy rápidamente, a través de tres líneas
por una instancia superior.
- ¿Es posible que este fallo genere una mayor judicialización del tema en un
contexto de menor inflación?
- Lo realmente complicado de este fallo es que desconoce la esencia de la
negociación colectiva, instrumento que tiene por objetivo principal mejorar las
condiciones laborales de los trabajadores, por eso la interpretación que se le
debe dar a la cláusula contractual debe tener este principio como fin.
- Pero esa mirada es parcial...
- No, porque el sentido de la negociación es mejorar las condiciones laborales,
ese es el centro del tema. Tanto es así, que el fallo incluso coloca en duda la
razón que tuvo el trabajador para invocar la conducta anterior del empleador,
quien nunca había descontado de su remuneración cuando el IPC había sido
negativo. Ese es un principio laboral básico que desconoce el Séptimo
Juzgado.
- ¿Por qué usted argumenta que el análisis se aleja del derecho laboral?
- Porque la óptica es desde el derecho civil y es más plantea como una acción
de beneficencia del empleador el hecho de que éste no descuente el IPC
negativo. Por ende, la mirada del fallo es civil y bastante restringida, ya que
desconoce el principio de la negociación y del contrato laboral.
- ¿La Dirección del Trabajo mantendrá su postura?
- Sí, porque el piso de los reajustes salariales es cero. Además, el derecho
laboral tiene que ser recogido por el juez que falle. Entendemos que los fallos
se acatan, pero consideramos que esta decisión es excepcional, ya que un
ministro extraordinario falló la causa, no uno laboral.
- ¿Por qué ocurrió esto? ¿Por qué no falla un juez laboral?
- Porque con la nueva Justicia Laboral había que agilizar las causas
pendientes. Y a los ministros extraordinarios se les ha encomendado agilizar el
término de las causas para que los nuevos jueces del trabajo especializados
puedan enfrentar la nueva justicia con el menor arrastre posible. De ahí que el
sesgo es claramente civil en este fallo y consideramos que no marcará una
pauta porque litigios en esta materia serían zanjados por un juez laboral.
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