REPÚBLICA ARGENTINA VERSIÓN TAQUIGRÁFICA CÁMARA DE SENADORES DE LA NACIÓN REUNIÓN PLENARIA DE LAS COMISIONES DE SISTEMAS, MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y LIBERTAD DE EXPRESIÓN, DE ASUNTOS CONSTITUCIONALES, DE PRESUPUESTO Y HACIENDA Y DE INDUSTRIA Y COMERCIO Salón “Azul” — H. Senado de la Nación 28 de septiembre de 2009 Presidencia del señor senador Jenefes 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 2 ─ En el Salón Azul del H. Senado de la Nación, a las 10 y 28 del lunes 28 de septiembre de 2009: Sr. Presidente (Jenefes). ─ Continuamos con las reuniones del plenario de las comisiones de Sistemas, Medios de Comunicación y Libertad de Expresión; Asuntos Constitucionales; Presupuesto y Hacienda e Industria y Comercio. Previo a iniciar el debate con las distintas asociaciones gremiales, hará su exposición, en primer lugar, el secretario de acción política de la Asociación de Radios Bonaerenses y del Interior de la República Argentina, el señor Juan Manuel Rapacioli, a quien le doy la palabra. Sr. Rapacioli. — Vengo a exponer ante ustedes para manifestar nuestro apoyo al proyecto de ley de Servicios de Comunicación Audiovisual; centralmente, porque es una ley que contiene al sector que represento, que es el sector pyme de la comunicación. Dicho sector, desde hace un cuarto de siglo, viene padeciendo su falta de regulación. Hemos vivido distintos avatares a lo largo de todo este tiempo. Lo que me interesa puntualizar es la lógica que se ha venido manifestando a través de la inacción en todo este tiempo por parte del Estado, por la cual no hemos sido contemplados. Es una lógica extraña la que se ha aplicado a nuestro sector, que ha sido muy distinta a la de otros sectores que necesitan desarrollare dentro de la vía comercial comunicacional en el país. Para cualquier ciudadano que lleve una actividad adelante, sea cual fuere la misma, siempre está el Estado para decirle que debe estar dentro de una normativa y que debe cumplir con determinados compromisos. En cuanto a la lógica aplicada a nuestro sector desde hace 25 años, que es la que se intenta y se va a cambiar a través de esta ley, nosotros, los ciudadanos que nos venimos desarrollando hace un largo tiempo en la comunicación, hemos reclamado en forma permanente al Estado poder tener una cuadratura legal, estar dentro de los parámetros legales, para desarrollarnos mejor, para tener más potencialidad, para poder acceder a créditos y para poder expandirnos en nuestra pequeña y mediana empresa. Y el Estado, sistemáticamente, en estos 26 años, ha dicho que no. Esta es la lógica que se ha planteado para nuestro sector y es esto lo que venimos manifestando desde hace un tiempo largo. Venimos reclamando, también por cuestiones de orden político, que exista una ley de la democracia; pero además hemos hecho una enorme cantidad de gestiones como para que esto sea encuadrado dentro del marco legal. Esto es lo que hemos pretendido durante tanto tiempo. Llega esta instancia y entendemos que esto da la posibilidad de cambiar la lógica. Ciudadanos que golpean la puerta al Estado para estar dentro de una cuadratura legal y éste dice que esperen, por una cosa o por la otra, y así sucesivamente durante 25 años. Esto genera la incomodidad del trabajo, en donde las reglas no terminan siendo claras para una enorme cantidad de sectores pyme de las comunicación, que, en definitiva, son lo que llevan las voces de origen más popular. La radio que se instala en el barrio cuenta los problemas del barrio y va más allá de los problemas que pueden contarse a través de la concentración de la comunicación. Centralmente, esta ley nos está conteniendo a nosotros. La estamos defendiendo y apoyando. Esto es lo que hace al aspecto técnico, ya que algunos artículos de la ley nos contemplan. Esto data de una vieja lucha. Hemos estado durante más de 20 años reclamando ante los poderes que esto suceda. Han pasado cosas que están en el anecdotario por parte de nuestro sector; pero algunas de orden muy valedero para demostrar la lucha que hemos tenido. Al momento en que, por ejemplo, el ex presidente Adolfo Rodríguez Saá estuvo en la Casa Rosada, nosotros, en esos siete días que estuvo en la presidencia, fuimos a golpearle la puerta una vez más. Ejerciendo nuestro derecho a peticionar, le decíamos justamente que queríamos y necesitábamos un nuevo marco legal. Hasta en esa instancia en la cual el país estaba en esa enorme dificultad nosotros aún insistíamos porque entendíamos que este es un instrumento de alto valor para el desarrollo democrático. 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 3 Esa ha sido nuestra lucha y, afortunadamente, hemos concluido, desde el trabajo de ARBIA, integrados a la Coalición, bregando por Los 21 Puntos y, específicamente, por la lucha del sector donde, justamente, los sectores pyme hemos logrado imponer hasta esta terminología para que se comprenda que hay una fracción no comprendida dentro de la comunicación en la República Argentina. Eso es lo que hace a la cuestión de orden técnico por la cual nosotros podríamos tomar una posición de defensa. Sin embargo, hay otras cuestiones de orden de político y pido permiso para plantearlas. Al ser este el ámbito de la política en el que ustedes llevan la palabra y, por consiguiente, son quienes más saben de esto, como ciudadano debo manifestar que en esta instancia, al llegar al momento de este debate, hemos logrado, desde la representación política y desde la insistencia, la posibilidad del acercamiento entre representantes y representados. Se ha cortado una brecha y esto nos ha beneficiado mucho a los sectores y, aunque existan diferencias en nuestros pensamientos, esta instancia de acercamiento entre los representantes y los representados, superando aquel lejano y cercano “que se vayan todos”, nos da la posibilidad de visualizar la política de otro modo. Pero es sencillo estar representados por aquellos que llevan nuestra idea, por aquellos que representan nuestra idea. Sin embargo, mi cercanía y mi respeto se han manifestado aún más en estas jornadas con los señores senadores que no están de acuerdo. En este sentido, quiero poner como ejemplo lo sucedido el día viernes, con la enorme buena voluntad y la participación decidida del señor senador Marino que, ante esta circunstancia, pensando absolutamente distinto, como estamos pensando, ha logrado el respeto mío y el de mi sector; un respeto que estaba distante. Entonces, este es un logro de la política. Mencioné al señor senador Marino, pero me refiero también a los señores senadores que estuvieron presentes. Pero la lógica comunicacional imperante nos cuenta que se destaca más a aquellos que no están que a aquellos que sí están y participan. Realizo esta manifestación, que me permite este ámbito y a través del cual declaro que necesitamos otro sistema comunicacional que también cuente esto, para que haya más cercanías. La política logra un espacio entre la sociedad, pero no hay mecanismos ni medios masivos que cuenten esta novedad. La posibilidad de esta ley dará esa visualización: existen otras cosas y pasan otras cosas. Y estas otras cosas que pasan son el acercamiento de los sectores, es decir, el de los representantes y de los representados. Y aunque este acercamiento es muy beneficioso, no está contado. El sistema comunicacional imperante no nos termina de manifestar las alegrías. Si en este momento yo tuviera un tono crispado y estuviera a los gritos con el señor senador y el señor senador a los gritos conmigo, esto sería transmitido, pero es difícil transmitir el respeto que se ha despertado por parte de mi sector hacia todos los señores senadores que no piensan como nosotros, pero que sabemos que de buena fe están trabajando a fin de lograr un sistema comunicacional nuevo en la Argentina. Es verdad que se transmite claramente la crispación, pero necesitamos otras voces que transmitan otro tipo de cosas, que transmitan al pueblo en forma masiva que existe el triunfo de la política y el acercamiento entre la representación y el representado. Esta pequeña digresión me pareció necesaria, ya que es la política justamente la que nos une, como así también, la necesidad de que exista un marco comunicacional distinto. Los distintos signos que la sociedad va dando marcan a las claras la necesidad de una nueva forma comunicacional. Asistimos exaltados —a veces— cuando en un programa de formato de entretenimiento o en cualquier otro tipo de formato alguien salta de la tribuna y vocifera algo, grita algo destempladamente ante esas cámaras porque sabe que llegará masivamente. Reitero: grita algo relacionado con una problemática social y ese algo es corrido y puesto en pantalla simplemente por la exacerbación de alguien que ya no pudo más y, militantemente, fue a un lugar que ya no le correspondía y el formato no daba. 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 4 Estas manifestaciones sociales que se están dando en forma tan reiterada marcan a las claras la necesidad que tiene justamente la población de tener otras voces; necesidades de expresiones más profundas. En este sentido, necesitamos que se cuenten las cosas de otra manera, necesitamos un nuevo marco comunicacional. Por lo tanto, aquí estamos haciendo un ejercicio. Y concluyo agradeciendo con enorme orgullo de representación del sector PyME por estar en este ámbito, que era el último al que nos faltaba llegar para desarrollar estos temas. Reitero: estamos desarrollando un ejercicio y queremos seguir haciéndolo camino al Bicentenario, y para ello, si nos ayudamos entre todos, tengamos la posibilidad de abundar en un mejor instrumento para todos. Nos referimos a que en la escena podría estar un grupo de personas enfrente de un cabildo, vociferando, a los gritos, con vehemencia: “el pueblo quiere saber de qué se trata”. El ejercicio es qué piensa cada uno de nosotros que serán los titulares al otro día en los medios concentrados de la comunicación y de la riqueza. Ante esa escena, ante esa imagen, el título principal sería “Caos de tránsito”. Esa lógica imperante en la que las manifestaciones de esa índole, donde el pueblo se estaba liberando y buscando su libertad, es la que tenemos largamente compenetrada; es decir, manifestar ese tipo de cosas. San Martín desobedeciendo a los bandos centrales para libertar América y el título sería: “Crece el riesgo país”. Que eso exista, pero que también existan las voces populares para manifestar otro tipo de cosas. Por ese motivo, de manera centralizada, estamos apoyando la ley. Porque sabemos que no vemos desarrollado a nuestro sector desde hace mucho tiempo, además de tener una enorme cantidad de dificultades. Entendemos que esta es una oportunidad extraordinaria para darle este marco legal a una actividad que se viene desarrollando desde hace mucho tiempo. Y otras voces, voces populares, que tengan la posibilidad de contar su tiempo, su problemática, su inseguridad; no la inseguridad de otro lugar sino la suya. Es decir, los problemas en sus barrios, con sus luces, con sus baches; los problemas con sus políticos, su cultura y poder incidir en el imaginario. Esto nos da la enorme felicidad de estar en este camino de la lucha en este ámbito. Quiero reiterar el agradecimiento al señor presidente y a los señores senadores. Insisto, más allá de las diferencias, nuestro sector ha logrado un enorme respeto sabiendo que aquellos que nos representan lo hacen por nuestros intereses, por nuestros deseos, por nuestra pasión y no están tan distantes de aquellos que pueden no representarnos, pero simplemente es una diferenciación política. Reitero nuestro agradecimiento a todos ustedes. Para concluir, quiero decir que el apoyo a la ley se da después de un largo debate de 25 años, en donde tenemos registrados cada uno de los pasos dados por nuestro sector. No es una cuestión oportunista, es claramente una cuestión oportuna. Muchas gracias señor presidente, muchas gracias, señores senadores. (Aplausos.) Sr. Presidente. — A continuación, realizaremos las preguntas al expositor ya que después serán los sindicatos los que expongan. Por lo tanto, una vez que hablen todos ellos, realizaremos otra ronda de preguntas. Entonces, el que desee formularle una pregunta al señor Rapacioli lo puede hacer ahora, de lo contrario, le agradecemos su presencia. Tiene la palabra el señor senador Morales. Sr. Morales. — Señor presidente: disculpe, ¿a quién representa el señor Rapacioli? Sr. Rapacioli. — ARBIA, Asociación de Radios Bonaerenses y del Interior de la República Argentina. En nuestra asociación tenemos 150 asociados directos y somos integrantes, columna vertebral de la CORAMECO, que es la Confederación de Radios y Medios de Comunicación de la República Argentina, una confederación donde los sectores PyMEs estamos nucleados y que 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 5 llega, aproximadamente, a 5 mil medios distintos. ARBIA, específicamente, tiene que ver con las radios. La CORAMECO es la integración de todos los medios de comunicación audiovisuales y radiofónicos. Sr. Morales. — Con nuestro bloque, el Bloque de la Unión Cívica Radical, compartimos todo lo que ha dicho. También creemos que debemos tener una ley de radiodifusión de la democracia. Deseo señalar que algunos de los cambios que se están intentando son buenos y otros son objetados por nuestra bancada. Seguramente, ha visto el artículo 76 que se refiere a la cuestión de la pauta publicitaria. Entonces, me gustaría saber si no cree que sería bueno ser más específicos y redactarlo de una mejor manera. Usted representa a radios de la provincia de Buenos Aires que, seguramente, van a querer tener una norma que no sólo diga que tiene que ser razonable y equitativa —no recuerdo las textuales palabras—, sino que sería interesante que podamos avanzar en un texto que genere mayor equidad y parámetros objetivos específicos para que los funcionarios de turno de los futuros gobiernos, de aquí a treinta años, se ajusten a una normativa específica y la pauta, con recursos que son públicos y, en consecuencia, de todos los argentinos, se aplique adecuadamente a todos los medios. Reitero, me gustaría saber si no considera que habría que generar, tal vez, alguna ampliación, modificación o precisión en el mencionado artículo. Sr. Rapacioli. — Sé que ustedes, desde siempre, han querido un marco regulatorio. He estado muy cerca de los reclamos que Raúl Ricardo Alfonsín hizo en su momento. Como he sido militante de esto toda mi vida, he estado cerca y militando. No sólo eso sino que he festejado cada uno de los 73 proyectos que se presentaron, que después no pudieron avanzar. Sin embargo, rescato la figura de Raúl Ricardo Alfonsín como un hombre claro de la democracia, que fue quien insistió largamente en la posibilidad de un marco regulatorio. Por lo tanto, entiendo su manifestación partidaria y créame que adhiero. He participado y he defendido mucho los proyectos que ustedes han presentado. En este momento, está hablando con un joven viejo peleador de este asunto. Respecto del tema de la pauta oficial o no oficial, deseo señalar que lo hemos debatido largamente como hemos podido, con nuestras habilidades, potencialidades, llegada e insistencia. Contar con una ley en la que figure un artículo que contemple esta posibilidad y que enmarque justamente lo que habíamos pedido —que sea razonable, abierto, que haya una posibilidad para todos y que sea para siempre— y el hecho de que exista un marco legal en donde, basamentados en una ley, podamos ir a golpear la puerta de aquellos que nos otorgan las pautas, nos da una enorme alegría. La decisión de modificarlo o ponerle más o menos especificaciones ya es un trabajo de ustedes y yo lo respeto. Estoy muy conforme con que se esté tratando este tema. Desde donde vengo, y por todo el tiempo en que nos hemos desarrollado en estas circunstancias, el hecho de que exista una ley que tenga un artículo que sea específico y que diga específicamente algo sobre la ley, nos da mucha conformidad. Le manifiesto que vengo de un sector en donde este territorio sin ley nos ha dejado siempre indemnes. Al tener una ley que nos de la cuadratura de un marco legal y que además en dicho marco legal tengamos la posibilidad de que en un articulado esté la posibilidad de la pauta —obviamente está en ustedes mejorar el texto o no—, a nosotros nos conforma ampliamente. Sr. Presidente. — Le agradecemos por su presencia. — Se retira el señor Rapacioli. Sr. Presidente. — Vamos a continuar con las distintas organizaciones sindicales. Invitamos al señor Gustavo Granero de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa. ─ Ingresa el señor Gustavo Granero. Sr. Presidente. — Tiene la palabra el señor Gustavo Granero. 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 6 Sr. Granero. — La Federación Argentina de Trabajadores de Prensa ha luchado desde el año 1986 por una ley que democratice los medios de comunicación, que reemplace la ley de la dictadura y, por sobre todas las cosas, que ponga los medios al servicio del pueblo y no de las corporaciones. El debate del proyecto de ley se realizó en congresos nacionales de trabajadores de prensa de todo el país durante todos estos años. En ese trayecto, ya vemos como un sueño para el gremio de prensa argentino que el proyecto se debata en el Senado y observamos a todos ustedes que velen por los trabajadores de los medios de comunicación y por los habitantes de nuestro suelo patrio y no por las corporaciones. Esta ley tiene una estructura central, que es el proyecto de ley que los gremios de la COSIMECO elaboramos. Realizamos modificaciones y hasta pudimos sumar a más actores en la discusión. Pero estriba en Los 21 Puntos de la Coalición por la Radiodifusión Democrática, organización de la que participamos desde su armado. Claro está que sabemos que hay intereses económicos de por medio, pero también el interés de distribuir el poder mediático de la Argentina en más voces, canales y diversidad ideológica. Trabajamos Los 21 Puntos de la Coalición por la Radiodifusión Democrática y el debate fue profundo entre aquellos que originamos esta posibilidad de que un poder ejecutivo nacional ponga en su agenda una ley de medios de la democracia y que la impulse. No es un proyecto que fue escrito con intencionalidades, sino que fue en base al pedido de más de una centena de organizaciones, entre ellas la que represento con orgullo porque es la que agremia también a los periodistas de la República Argentina, ese país federal que a veces no se ve con una mirada real. En el armado del proyecto de ley del Poder Ejecutivo, los dirigentes de los sindicatos de base que componen esta federación han participado de todos los foros en los que se pudo debatir la propuesta, la que —reitero— este gremio como otras organizaciones, empresarios, organizaciones sociales, etcétera, plantearon sus necesidades para conformar el anteproyecto. Esto fue invisible para los medios de comunicación, sobre todo, de Buenos Aires porque en el interior se dio amplia cobertura. Pero la realidad es que en el gremio de prensa, en la Federación de Prensa, se militó muchísimo tiempo para que se logre esto. Sin embargo, a veces, el espejo con el cual se mide la agenda noticiosa en Capital Federal es diferente al que tenemos en el interior. También colaboramos con los legisladores de todo el arco político que se interesaron en ir a la fuente del origen de este proyecto de ley, que son las organizaciones sociales. Vimos con zozobra que el vicepresidente de la Nación se reunió primero con sectores políticos antes de, al menos, llamar a alguna de estas organizaciones o a los sindicatos que realmente tenemos la fuente, que son todas las carpetas de todos los proyectos en los cuales militamos. Esta es una presentación que armamos para la Cámara de Diputados y que la estuvimos trabajando en el gremio de prensa. Pero voy a resumir la posición de la Federación en cuanto a por qué apoya este proyecto de ley. El documento del Congreso de San Juan del 21 de marzo de 2009, donde congresales de todos los gremios votaron un documento único que decía lo siguiente: “Reivindicamos nuestro compromiso con los valores de libertad y la democracia en contraposición al miedo que pretenden instalar algunos adictos a procesos políticos totalitarios. “No nos asustan algunos pícaros que insisten en la libertad de prensa, pero en sus críticas nunca mencionan a la evasión y a la seguridad en que incurren muchas empresas periodísticas, por lo que realmente buscan impunidad para poder licuar sus pasivos. “Tenemos en claro que son los eternos intereses avaros y egoístas que quieren crecer sólo ellos por encima de cualquier expresión u opinión, practican la censura previa encubierta, disfrazada de línea editorial, e impiden al trabajador de prensa ejercer el derecho a la información. 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 7 “Rechazamos los intentos de dominación que se sirven de la corrupción y la connivencia de algunos empresarios, en procura de: mantener el control de los medios de comunicación; dividir a la población en grupos antagónicos, incitando a las discusiones sobre asuntos sociales; destruir la confianza del pueblo en sus representantes, potenciando los lock outs patronales en producciones vitales del país. “No confiamos en aquellos que hoy hablan de democracia y Estado de derecho pero, cuando tuvieron la oportunidad y algún beneficio de por medio, no dudaron en ser amigos de los golpistas de turno. “Por todo ello, los trabajadores de prensa de todo el país, reunidos en el congreso nacional extraordinario de FATPREN, en la ciudad de San Juan, por unanimidad, manifestamos nuestro pleno apoyo al proyecto de comunicación audiovisual presentado por el Poder Ejecutivo nacional, con especial referencia a Los 21 Puntos que, como principios básicos, sostienen al nuevo instrumento, porque garantizan a la sociedad el derecho a la información, la libertad de expresión y el pluralismo, al ponerle un cerco a los monopolios informativos, a la vez que defiende la producción local y propicia el resguardo de nuestra identidad cultural. No puede haber libertad de expresión si los trabajadores de prensa ejercen su profesión en un entorno de corrupción, pobreza y temor.” Desde el gremio de Prensa hicimos un resumen con los motivos por los cuales apoyamos el proyecto: porque garantiza el ejercicio universal para todos los ciudadanos del derecho a recibir, difundir e investigar informaciones y opiniones, y con las actuales modificaciones —que ya son más de 200— creemos que está satisfecho; porque constituye un verdadero pilar de la democracia, asegurando la pluralidad, la diversidad y una efectiva libertad de expresión; porque el COMFER sustituye a un viejo esquema de gobierno, a través de un comité militar por otro nuevo, de plena representación y de origen democrático; porque pone límites a los monopolios con normas que evitan la concentración de los medios en pocas manos; la democratización de la propiedad de los medios abre puertas a la pluralidad y a la diversidad, al tiempo que favorece un federalismo real; porque protege nuestros bienes culturales y defiende a los trabajadores de las comunicaciones, a los creadores, productores y, en general, a quienes construyen dinámicamente nuestra identidad cultural; porque el proyecto sigue un proceso verdaderamente democrático, con una conducción de abajo hacia arriba y viceversa; así se fue gestando la Coalición por la Radiodifusión Democrática, con la participación de más de cien organizaciones sindicales, académicas, sociales y comunicacionales; el Poder Ejecutivo hizo lo suyo, lo bajó nuevamente para que se siga debatiendo en los foros, donde cada ciudadano interesado pudo aportar libremente sobre el tema; porque en su articulado presenta un trabajo serio, medular, con estudio de legislación de otros países, como la de los Estados Unidos, Australia, India, España y Canadá; porque establece cuotas que garantizan contenidos de producción local, nacional y propia, lo que implica el trabajo para periodistas, actores, músicos, directores, artistas, investigadores y técnicos argentinos. Quiero destacar algo importante: en el interior perdimos muchos puestos de trabajo en el proceso de concentración de los medios de comunicación. Al fusionarse los canales de cable, también fusionaron a los noticieros, dejando a muchísimos trabajadores en la calle, que se quedaron con nada y nadie les avisó lo que ocurriría. Nosotros creemos que también hay una posición empresaria —los que hablan de la legalidad—, que aluden a la libertad de expresión y de prensa. La realidad es que muchos de ellos —estos medios de comunicación convencionales— no cumplen las leyes fiscales y de seguridad social. En este punto, nosotros denunciamos a ocho medios de comunicación ante la AFIP por evasión a los aportes de la obra social, e iniciamos ejecuciones a ocho medios de comunicación en otra provincia por evasión a los convenios colectivos locales. Después de veintiséis años de discutir esto en el gremio de Prensa, tenemos en claro que ya hay una necesidad imperiosa por parte de los trabajadores de prensa de que realmente se 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 8 empiece a diversificar la palabra, de que exista la posibilidad de tener más medios de comunicación y de que el empresariado nacional también tenga una ley en la que se represente a todos los actores sociales, que somos quienes militamos en este armado. Gracias. Sr. Presidente. — Seguimos con los expositores, y después le hacemos preguntas. Estaba invitado el Sindicato Argentino de Televisión, que no confirmó su asistencia. La Asociación Argentina de Trabajadores de la Comunicación me informó que hoy, lunes, no podía concurrir y que viéramos otro día en la agenda. La Confederación de Trabajadores de los Medios de Comunicación tampoco podrá asistir. Está presente el señor Alejandro Demichelis, por la Unión de Trabajadores de la Educación. No tenemos confirmado si viene o no el señor Héctor Barbarino, que fue un ex dirigente del Sindicato Argentino de la Televisión, y que estaba dentro del listado de invitados solicitados por la Unión Cívica Radical. Dicho esto, le doy la palabra al señor Alejandro Demichelis. Sr. Demichelis. — Buenos días, senadoras y senadores de la Nación. En nombre de la Unión de Trabajadores de la Educación, entidad de base de CTERA – Capital Federal, agradezco poder participar de esta audiencia. La Unión de Trabajadores de la Educación CTERA – Capital Federal expresa su apoyo a esta Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que se está debatiendo en el Senado. La apoya porque cree necesario terminar con la ley de la dictadura y porque es una deuda pendiente que tiene la democracia argentina. Además, creemos que esta nueva ley es el fruto del esfuerzo de muchísimas organizaciones sociales, de derechos humanos, de comunicación, sindicales, universidades nacionales, comunicadores sociales, pueblos originarios y un sinfín de organizaciones no gubernamentales, y de un trabajo que empezó hace muchísimos años, y cuyo objetivo era dar a luz a una nueva normativa democrática sobre medios de comunicación. Nuestra organización formó parte de la Coalición por una Ley de Radiodifusión Democrática, cuyos 21 puntos se ven reflejados en este proyecto de ley, que tiene sanción en la Cámara de Diputados y que hoy debate el Senado. ¿Cuáles son algunos de esos puntos que creemos esenciales? Terminar con los grupos monopólicos que controlan la comunicación; terminar con el poder hegemónico que tienen esos grupos concentrados; empezar a democratizar la comunicación otorgándole la palabra a distintos sectores de la sociedad y empezar a distribuir la comunicación, que es una forma de distribuir el conocimiento. Esta ley tiene el reflejo de muchos de Los 21 Puntos que se vienen trabajando en foros, debates, charlas y encuentros: libertad de expresión, universalización, desconcentración, pluralidad, diversidad, protección de los bienes culturales, de los trabajadores y de los creadores, accesibilidad a la información a los ciudadanos. Ante algunas expresiones y opiniones de algunos comunicadores y medios queremos decir que, en un sistema diversificado, la libertad de prensa es un instrumento de la democracia, la comunicación es un derecho y un patrimonio público. Se tomaron los parámetros de la legislación de los Estados Unidos y Canadá y de los dictámenes del Parlamento Europeo. Lo que afecta a la pluralidad de voces es la concentración, no la multiplicación. Es una ley que pone límites a cierta concentración de licencias y afecta más a quienes más están concentrados. Reserva el 33 por ciento de las licencias del espectro radioeléctrico para el sector social sin fines de lucro. Esto producirá la desmonopolización tanto del Estado como del sector privado con fines de lucro. Cuando hay monopolio de la sociedad quiere decir que hay democracia. Estamos esperanzados en que esta ley se sancione. La educación y la comunicación con sus fabulosos avances tecnológicos son herramientas fundamentales para la formación de ciudadanos. Pero la comunicación sólo servirá para formar ciudadanos libres y pensantes si existen múltiples voces e imágenes que relaten los hechos; es decir, la historia. 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 9 Hemos sido cautivos de un mensaje hegemónico durante mucho tiempo. Nuestras niñas, niños y adolescentes, nuestros pueblos, tienen el derecho a recibir una información plural y diversa que ayude a construir un sentido común acorde a la cultura de cada comunidad. Hay mucha riqueza cultural e histórica en las distintas provincias de nuestro país y el 80 por ciento de los mensajes que reciben los compatriotas se elabora y distribuye desde la Capital. Esto, además de discriminatorio, es un ocultamiento a la riqueza y a las vivencias de las distintas partes y culturas de nuestros hermanos del interior. Ya lo nombró el primer orador, pero para poner dos ejemplos de cómo, a veces, se transmite cierta información, cierta comunicación, en este caso de trabajadores u organizaciones sociales que no tenemos el privilegio de contar con medios de comunicación, voy a poner dos ejemplos nada más. Uno, los asesinatos de Kosteki y Santillán, que los grandes medios de comunicación titularon como un ajuste de cuentas y matanza entre sectores sociales. Y, gracias al coraje de reporteros gráficos, se pudo demostrar luego de dos días que habían sido asesinados por fuerzas policiales. El otro es cuando los trabajadores o sectores sociales salimos a la calle en democracia a reclamar nuestros derechos y en cuatro palabras los grandes medios titulan esas jornadas de demandas: “Caos en el tránsito”. Ni una palabra de las demandas, ni una palabra de los problemas que tanto las organizaciones sociales o trabajadores expresamos en esas jornadas. Para los grandes medios eso es: “Caos en el tránsito”. Falta un poco de objetividad en esos titulares o análisis de las noticias. La información y la comunicación es poder y el poder es riqueza. Queremos entonces que se distribuya el poder y la riqueza que otorga el conocimiento. Queremos el acceso a la información para las organizaciones libres del pueblo. Citando a Paulo Freire podemos transformar su frase “educación como práctica de la libertad” en “comunicación como práctica de la libertad”. Una comunicación diversa, plural y democrática. Para terminar, quisiéramos expresar que esta nueva ley de servicios de comunicación audiovisual cuenta con el respaldo de distinguidas personalidades y organizaciones. Vamos a mencionar algunas de ellas: Estela de Carlotto, Abuelas de Plaza de Mayo; Tati Almeida, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora; Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz, Servicio Paz y Justicia; Hugo Yasky, secretario general de la Central de Trabajadores Argentinos; Estela Maldonado, secretaría general de CTERA; Néstor Busso, presidente de FARCO; Juan Gelman; Leonardo Fabio; Alfredo Alcón; Luis Alberto Spinetta; Víctor Hugo Morales; Alejandro Apo; Miguel Ángel Estrella; Adrián Paenza y la lista sigue. Además, apoyan esta ley, FARCO, SICA, Trabajadores de Cine, Asociación Argentina de Actores, universidades nacionales, pueblos originarios, trabajadores de la comunicación y, por supuesto, CTERA, Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina. Esta ley, como la nueva Ley Nacional de Educación, son un ejemplo, ya que se sancionan con foros y debates, la participación de distintos sectores y son el fruto de consensos amplios. Así como la educación es un derecho social que debe garantizar el Estado, creemos que la comunicación también es un derecho que debe garantizar el Estado, desmonopolizándola, garantizando pluralidad y diversidad. En definitiva, democratizándola. No hay verdadera democracia sin una comunicación democrática. El oficio de escribir es doblemente hermoso, hermoso como exigencia cuando tiene que denunciar, cuando dice palabras que nacen por una impostergable necesidad de decir. Palabras que quieren ser mejores que el silencio. Estas son frases de Eduardo Galeano en la entrega de premios Roberto Walsh en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad de La Plata. Queremos terminar con el silencio de muchos sectores y creemos que la sanción de esta nueva ley de comunicación es un paso adelante y es una deuda pendiente de la democracia. Muchas gracias. — Se retira de la mesa el señor Alejandro Demichelis. 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 10 Sr. Presidente. — Como el señor Héctor Barabino no llegó, invito a quienes han expuesto que vengan aquí para que los senadores les hagamos preguntas. Recuerdo que en la agenda estaba prevista la asistencia del Sindicato Argentino de Televisión, la Asociación Argentina de Trabajadores de las Comunicaciones, la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa, la Confederación de Trabajadores de los Medios de Comunicación Social, la Unión de Trabajadores de la Educación y Héctor Barabino. De quienes tenían que exponer han venido el señor Alejandro Demichelis, de la Unión de Trabajadores de la Educación y el señor Gustavo Granero de la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa. Habilito la ronda de preguntas a quienes están presentes. Tiene la palabra el señor senador Morales. Sr. Morales. –– Quiero hacer un par de preguntas al titular de FATPREN. Antes que nada, comparto los conceptos que planteó sobre la necesidad de contar con una nueva ley de radiodifusión así como esto que afirma, desde la conducción del gremio, respecto de que no es posible que los trabajadores puedan convivir con una situación de corrupción, de presión y de temor. Tal vez, el Congreso y el Estado debieran establecer normas claras y específicas para tutelar los derechos de los trabajadores. En primer lugar, ¿no cree que el texto del proyecto que ha sido aprobado por la Cámara de Diputados se olvida de la labor periodística? ¿No sería conveniente, sin perjuicio de una normativa específica, el agregado de un par de artículos que aborden la temática de la cláusula de conciencia para el periodista? Porque este es un tema que tiene que ver no ya con cuestiones de injerencia del poder político, sino especialmente con los propietarios de los medios, y esto no sólo se ve en los medios importantes. Tal vez, usted tenga un mejor diagnóstico acerca de lo que sucede, pero en las provincias los propietarios de los medios muchas veces generan una gran injerencia sobre la actividad periodística de los trabajadores. Entonces, ¿no cree que sería saludable incluir un par de artículos que planteen la cláusula de conciencia para el periodista y tal vez algunos otros principios que debieran estar establecidos en la ley? Con eso creo que cerraríamos y democratizaríamos mucho más el texto del proyecto que ha sido aprobado por la Cámara de Diputados. Ese es el esfuerzo que tenemos que hacer como Cámara revisora; debemos garantizar mayores herramientas que democraticen una nueva ley que creo vamos a tener. No sólo me refiero a la cláusula de conciencia, sino específicamente a los principios deontológicos y profesionales para establecerlos en la ley. Debiéramos crear un capítulo específico con un par de artículos que garanticen y tutelen la actividad de los trabajadores de la prensa. En segundo término, con relación al artículo 76, a nosotros nos parece muy pobre que dentro de esta ley, que es tan importante, haya sólo un artículo para la pauta publicitaria oficial. Y allí está la corrupción en esta materia. Nosotros hemos visto muchas materias en donde hay aspectos de corrupción de este gobierno, pero en esta materia, en la pauta publicitaria, en la causa Albistur y en una serie de cosas se da una situación no sólo de corrupción sino de discriminación en la que a través del uso de los dineros públicos, que son de todos, el gobierno ha venido haciendo mal las cosas. El artículo 76 establece que solamente hay que contemplar criterios de equidad y razonabilidad y esto nos parece muy poco. Entonces, ¿no cree que sería saludable un cambio? Tengo varios proyectos que han sido presentados por legisladores oficialistas y opositores en ambas Cámaras. Para nosotros debería tener un texto mucho más específico. Más que un artículo, habría que establecer un capítulo porque es un tema central a partir de la lógica que trae la media sanción acerca de un cambio estructural en el espectro de la radiodifusión. Concretamente, quisiera saber si no ve saludable la incorporación de una norma que tutele la actividad profesional de los trabajadores de prensa y, por otro lado, el establecimiento de normas más específicas para que sea mucho más restrictivo el uso discrecional de los fondos públicos para la pauta publicitaria. 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 11 Sr. Granero. –– Respecto de la cláusula de conciencia, ya hay un proyecto presentado en la Comisión de Libertad de Expresión de la Cámara de Diputados por la diputada Morandini, pero no estamos de acuerdo con ese proyecto de cláusula de conciencia porque si bien tiene que ser una legislación totalmente separada no debe violar los pactos internacionales. Por eso, cabe señalar que nosotros presentamos otro proyecto de ley que surgió de un congreso de FATPREN, por el cual se modifica el Estatuto para que el periodista pueda resolver el contrato de trabajo en caso de que lo presionen para escribir cosas contra su ideología, que le firmen la nota o que utilicen la nota para reproducirla ilimitadamente en los medios de comunicación. Además, le otorga una protección con respecto a la posibilidad de no ser, como se utiliza normalmente en base a la publicidad, un mercenario de la noticia; ese es el gran problema. El problema no es sólo la publicidad oficial, sino la publicidad privada y esto se viene dando tanto en los medios nacionales como en los medios locales. Hay mucha injerencia respecto de la publicidad y la necesidad de cambiar la visión mercantilista que tiene la noticia dentro de la ley. Entonces, creo que con esta ley se cambia la óptica que tiene la noticia o el tratamiento de la noticia en los programas periodísticos. En cuanto a la injerencia que hay en el respeto del estatuto del periodista o de las convenciones colectivas, hay un artículo que establece que tienen que estar cumpliendo con los convenios colectivos, con los aportes a la AFIP, con los aportes a la seguridad social que nosotros creemos que satisfacen, pero hay que tener en claro que para que esta ley sea totalmente abarcativa tendrían que venir las cámaras empresarias a discutir convenios colectivos. No solamente a través de la sanción de una ley se modifican las cosas: arriba de esta ley queremos concretar el convenio colectivo de prensa que realmente es un sueño que tenemos desde el año 56 y que no logramos. Los empresarios en este momento hablan de la libertad de expresión y de la libertad de prensa, pero cuando discutimos salarios dignos y derechos de los trabajadores tenemos la contraposición y no tenemos posibilidad de discutir en este momento porque existe una renuencia por parte de las cámaras justamente que están negándose a esta ley. Respecto de la publicidad oficial, creo que tiene que estudiarse el tema pero separadamente. Me parece que dentro de lo que puede abarcar este proyecto de ley, está satisfecho lo que refiere a la publicidad oficial, pero tengamos en claro que en la torta publicitaria uno de los que se lleva la mayor cantidad de publicidad oficial en este momento es el grupo más concentrado de la comunicación; entonces, no sé si no es una quimera. No sé cómo se tendría que distribuir la torta publicitaria del Estado nacional en el interior del país para que realmente se conozcan las políticas de Estado o los hechos de gobierno. Pero, a su vez, tenemos que tener en cuenta que, por ejemplo, en agosto de este año en la provincia de Corrientes se gastaron 21 millones de pesos de publicidad oficial en los medios de comunicación. Y son los mismos medios de comunicación que recibieron esa pauta publicitaria los que no cumplen con los salarios básicos de un convenio salarial y los que fijan 2.200 pesos para un redactor, que es el sueldo promedio de la profesión. Entonces, considero que debe haber un compromiso de todos los sectores políticos para hablar de este tema, pero desde una óptica de ley de medios audiovisuales que marque la democracia, que arme la democracia y que a partir de ello se haga. Debemos cambiar la óptica de la visión mercantilista que en los años 90 se impuso dentro de esta ley porque los cambios que se hicieron —creo que modificando 90 decretos— sólo giraron esta ley de la dictadura a ser una versión neoliberal de una ley de radiodifusión de la dictadura. Lo único que generó fue pérdida de puestos de trabajo; además, cualquiera podía hacer cualquier cosa respecto a la ley de radiodifusión y, además, no había protección para los trabajadores, que ahora tenemos las posibilidad de decir sí o no; y hay que revisar los pliegos porque no cumplen con los convenios colectivos, no cumplen con los aportes de las organizaciones sindicales. Existen casos en los que se exprime a los gremios de prensa, se les restringen hasta las cuotas sindicales, y esto es para desfinanciarlos cuando están en protesta. En igual sentido, para los medios de comunicación son invisibles los conflictos gremiales de los trabajadores de prensa. En estos momentos hay 147 pedidos en el diario Crónica. 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 12 La situación es parecida al problema de Terrabussi pero acá los compañeros no tienen el mismo nivel de protección. Con esta ley, al menos en lo que se refiere a medios audiovisuales y radiodifusión, tendremos una protección respecto a poder acceder a los pliegos para saber si cumplen los convenios colectivos, al menos en esta empresa. Sr. Morales. — Me pide una interrupción la señora senadora Negre de Alonso. Sra. Negre de Alonso. — Gracias, senador Morales. Señor: le hago una pregunta. Usted habló que incorporar la cláusula de conciencia dentro de esta ley implicaría violación de tratados internacionales. ¿De qué tratado o lo interpreté mal? Sr. Gravero. — No en esta ley. Creo que en este proyecto de ley es una materia aparte la cláusula de conciencia, que tendremos que tratar profundamente en una modificación del Estatuto del Periodista. Tenemos que separar a la ley 12908 de esta discusión porque no puede ser mezclada con la cláusula de conciencia. Hay un proyecto de la diputada Morandini donde al intentar fijar como un código de ética al periodismo se viola el derecho a la libre expresión, que es un tratado internacional. Entonces, lo que tenemos que hacer, si vamos a discutir una cláusula de conciencia para los trabajadores de prensa, es fijarnos al menos en lo que requieren los trabajadores de prensa. Nosotros, en Necochea, votamos el paquete de ley “Cabezas” donde estaba el proyecto de cláusula de conciencia con todos los fundamentos. Tenemos una modificación al Código Penal que declara de lesa humanidad los delitos contra los trabajadores de prensa cuando cumplen funciones periodísticas, y con esa partecita tendríamos satisfecha una gran parte de los reclamos del gremialismo de la prensa en la República Argentina. Sra. Negre de Alonso. — No le entendí. Señor presidente: ¿me permite un segundo pedido de aclaración? Sr. Presidente. — Sí. Sra. Negre de Alonso. — Es con respecto al tema de los convenios colectivos: usted manifestó que a partir de ahora se van a poder controlar en los pliegos el cumplimiento de los convenios colectivos. En realidad, el convenio colectivo en nuestra Constitución es supralegal, tiene un origen constitucional directo, no está provocado por el Congreso de la Nación, pero tiene mayor valor —según la parte de la doctrina— que la propia ley. Inclusive, como usted sabe, algunos sostienen que ni el legislador tiene derecho a tocarlo. Entonces, con respecto a esa locución que usted hizo de situaciones concretas, que no conozco fácticamente, creo que en realidad lo que necesitan esas situaciones —si hay violación a los convenios colectivos— es solicitar ante el Poder Judicial el cumplimiento de la convención, más allá de la posibilidad de controlar o no un pliego. Creo que el cumplimiento del convenio colectivo está por encima de esta norma y más allá de las vicisitudes de una ley. Sr. Morales. — Nosotros tenemos decidido incorporar algunos artículos sobre el tema de la cláusula de conciencia; así que les vamos a circular los textos. Porque la verdad es que como no le creemos al gobierno...; inclusive, cuando tuvo sanción la ley de acceso a la información pública fue vetada por el Poder Ejecutivo y el decreto de acceso a la información pública que hemos utilizado se ha restringido bastante con otras normas reglamentarias. Pero digo esto como un antecedente. Nosotros descreemos que después pueda haber una norma específica. Entonces, nuestra decisión es incorporar algunos artículos en nuestro dictamen que en los próximos días le vamos a circular a FATPREN y a todos los gremios, y esperamos contar con su apoyo. Porque lo que pretenden estos dos artículos es cuidar y velar por el derecho de los trabajadores de prensa y de todos los que trabajan en los medios de comunicación. Quería decirles esto. Después se lo vamos a hacer llegar. Esperamos el apoyo de FATPREN en la incorporación de esto. Sin perjuicio de que después pueda haber un proyecto de ley, pero en este momento, cuando se están debatiendo estos temas, y como nosotros creemos que de acá salimos con una ley de la 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 13 democracia que reemplazará a la de la dictadura, vamos a proponerlo. Por lo tanto, le haremos llegar un par de textos. Sr. Gravero. — Por eso digo que tiene que ser una ley abarcativa y no sólo de medios audiovisuales. Por eso tenemos que tratar ese tema como materia separada, si lo vamos a tratar en profundidad. Ya el diputado Recalde presentó en la Cámara de Diputados este proyecto de cláusula de conciencia. Creo que se impone la necesidad de debatir esto seriamente. Sr. Morales. — Sí, pero supongo que no se opondrán a que incluyamos un par de artículos destinados a proteger la actividad laboral. ¿No se opondrán? Sr. Gravero. — No, para nada. No nos vamos a oponer. — Varios oradores hablan a la vez. Sr. Fernández. — Perdón. ¿Me permite una aclaración, señor presidente? Sr. Presidente. — Sí, pero antes voy a hacer yo una aclaración. Esta ley no es un arbolito de Navidad: no le vamos a ir agregando pelotitas, adornitos o cosas por el estilo. Vamos a hablar de los medios. Comparto que todo lo que tenga que ver con la actividad del periodismo y de quien hace periodismo tendrá que ser tratado en una ley independiente de esta que trata de los medios. Pero esa es, simplemente, una opinión personal. Senador Fernández: en realidad, le corresponde hacer uso de la palabra a la señora senadora Osuna. Si ella no se opone a su interrupción, queda usted en uso de la palabra. Sr. Fernández. — En principio, me parece bien la posibilidad de efectuar un aporte. Ahora bien, de ahí a incorporar dentro de la ley... Creo que el disertante fue claro: cree que esto debe abordárselo en una ley separada. Existe un proyecto en la Cámara de Diputados presentado por el diputado Recalde sobre el tema de la libertad de conciencia; creo que hubiera sido muy bueno, quizá, hacerse cargo con anterioridad. Me parece que esta es una ley que tuvo mucho debate. En principio, el disertante cree que hay que tratarlo por separado, y creo que fue claro en su respuesta. Entonces, habría que ver, después de sancionada esta ley, cuál es el proyecto que tiene el diputado Recalde y si hay posibilidad como para mejorar ese proyecto a través del tratamiento de una iniciativa por separado. Creo que lo va a apoyar, pero fue claro diciendo “nosotros necesitamos esta ley, y si efectivamente trataremos la libertad de conciencia, hagámoslo en un proyecto separado.”. Lo dijo claramente. Seguramente, después de la sanción del proyecto de ley y si hay una iniciativa sobre el particular se debatirá, pero no en esta ley. Sra. Presidente. — Tiene la palabra la señora senadora Osuna. Sra. Osuna. — Voy a plantear algunas cuestiones: la primera es con respecto a una consideración que hizo el senador Morales en relación a que en el interior podemos ver o se puede comprobar el impacto que tienen las pautas publicitarias en las voces de algunos periodistas. Me parece que — si así se expresó— no es una cuestión del interior, senador Morales, sino que efectivamente... — No se alcanzan a percibir algunas expresiones del señor senador Morales, porque se manifiestan a viva voz y sin uso del micrófono. Sra. Osuna. — No pero usted se refirió especialmente, porque tomé nota, que era del interior. No es un problema del interior, sino de todo el país. Cuanto más concentrado estén los medios, más posibilidades hay de que efectivamente eso suceda. Por eso estamos acompañando esta iniciativa que desconcentra los medios e instala la regulación del Estado, que creemos que debe ser cuidada. Como en realidad coincido en las consideraciones que ha hecho el señor de FATPREN, me reservaré las preguntas porque creo que ya están contestadas con su posición. De todos modos creo que vale y es buena esta oportunidad para plantear que uno de los aportes valiosos de esta ley es el desencadenamiento de oportunidades para abrir un debate más profundo sobre cuestiones tales como el Estatuto de Periodistas y la regulación de la pauta oficial, la la publicidad y el impacto que eso tiene en los trabajadores de prensa en general y en la calidad del servicio que tienen que brindar los medios de radiodifusión y televisión. 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 14 Creo que efectivamente —entiendo que lo planteó recién el senador Fernández— esta es una ley que habla de recursos audiovisuales y a eso tenemos que atenernos. Porque ,si no, podríamos proponer, por ejemplo —y es nuestra preocupación—, un capítulo sobre no discriminar a las personas con discapacidad —es una realidad claramente palpable— con relación al goce del derecho de acceder a los medios. Pero me parece que no es este el objetivo y eso distorsionaría absolutamente el sentido de la ley, lo que no quiere decir que en su oportunidad no abordemos también esa cuestión. Por último, quiero hacer una pregunta al señor Demichelis. Una de las preocupaciones que hemos manifestado acá guarda relación con el impacto de los medios en la formación de la identidad y de la subjetividad de las personas, particularmente de niños, niñas y adolescentes. El texto que estamos analizando lo establece expresamente en algunos artículos, pero entiendo que todavía —lamentablemente— los senadores no nos hemos abocado a esta cuestión con toda la fuerza que el tema merece. Por eso aprovecho para preguntarle si dentro del articulado de la ley usted cree está determinado o han planteado, desde la organización que usted representa, alguna propuesta puntual con respecto a quiénes, dentro de la estructura institucional que define la ley, deberían hacerse cargo de proveer un aporte concreto a esos sujetos en cuanto a a su educación, a su formación y a la calidad de los contenidos. Sr. Demichelis. — Creo que hay hasta leyes internacionales que cuidan lo que usted decía, el tema del mensaje o el contenido con relación a la niñez y contra la discriminación. Nosotros creemos que en los 21 puntos se expresa algo de este cuidado que hay que tener en los medios. Nos parece que ese conjunto de personalidades que van a formar el ente regulador podría tener algún tipo de injerencia en este tema. Porque cuando hablamos de contenidos nos referimos no a censurar opiniones, sino al resguardo de niñas, niños y adolescentes frente a algunos temas en determinados horarios. Así que nos parece importante, aunque creemos que está contemplado en muchas legislaciones internacionales, el tema que usted plantea. Sr. Presidente. — Tiene la palabra la senadora Parrilli. Sra. Parrilli. — Buenos días. Quiero agradecer la presencia de ustedes. Es bueno escuchar a los trabajadores que tienen un rol tan importante en esta cuestión. Quiero hacer una pregunta al representante de FATPREN y, después, otra que quizá podrían responder los dos y que tiene que ver, fundamentalmente, con la instalación de bajadas satelitales que se hace por intermedio de las radios y que ha provocado, por lo menos en mi provincia, Neuquén, que estemos enterados de lo que pasa en Buenos Aires, pero no de lo que está sucediendo en nuestras localidades. Y esto tiene que ver tanto con la radio como con la televisión. Uno va a un hotel y resulta que sigue viviendo en Buenos Aires, porque prende el televisor y aparecen todas las noticias de Buenos Aires. Y de pronto no se entera de la fiesta o del festival que se va a realizar en el lugar, en esa ciudad turística. Y ni hablar de otro tipo de noticias que pueden estar circulando en el lugar. Entonces pareciera que todos estamos viviendo una realidad virtual. Estamos en una localidad del interior pero, sin embargo, no nos desapegamos de lo que está pasando en Buenos Aires. Por eso quiero preguntar a ustedes cómo creen que deben promoverse el empleo y la producción de contenidos a nivel local y si están de acuerdo con el tope del 30 por ciento a la retransmisión en red. Y la otra pregunta tiene que ver con el tema de la publicidad. Porque nosotros escuchamos a los integrantes de FARCO, quienes nos decían que el tema de la publicidad debía ser una ley aparte, porque tenían que incorporarse también otros medios que no están contemplados en esta ley, como los gráficos. 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 15 Quiero saber si ustedes también están de acuerdo o si piensan que el tema de la publicidad debería estar incluido en esta ley. Sr. Granero. — Respecto de la publicidad, sostengo que esto tiene que ser una ley aparte porque, si no, serían demasiadas materias que se quieren encargar de una ley de medios audiovisuales. Y realmente esta ley tiene el tope que dan las organizaciones sociales que la apoyan, que la construyeron. La columna vertebral, el esqueleto, es de las organizaciones sindicales; el cuerpo es de las organizaciones sociales. Y después, lo que se agregó de los foros. Pero si seguimos agregando materias que son externas, es posible que se cometa un error. Debe estar por separado. Esto de la publicidad oficial va a dar muchísimo para discutir entre ustedes, los políticos, y entre los trabajadores y los empresarios. Está satisfecho hasta acá como se redactó lo que se refiere a la publicidad, porque es general, pero nosotros, desde el gremio de prensa, vemos que es una pelea empresaria con los sectores del poder. Normalmente, lo que nos afecta cuando cortan la publicidad oficial es que nos callan la boca o nos echan. Es así en el interior. Y en Capital Federal también están las empresas, los pools empresarios, o los grupos de poder que concentran la economía, generan mucha publicidad y también callan de un lado o del otro. Con relación al tope del 30 por ciento, creemos que debería ser aún más restrictivo para que haya más producción local. Pero sabemos que es increíble la cantidad de puestos de trabajo que destruyó esta forma de ver la radiodifusión en la Argentina. En una FM está dividida la torta de la programación y se alquilan pedazos de hora a compañeros a quienes no alcanzan los salarios que discute la Federación. Son sueldos de 2.300 pesos; tenemos uno de los más bajos del mundo laboral. Y lo que vemos es que se repite la situación donde hay empresarios muy ricos y periodistas siempre pobres. Entonces, si vamos a discutir la publicidad oficial y los topes es para que los trabajadores de prensa tengan un trabajo digno. Por eso en la negociación colectiva se deben fijar salarios dignos. Y los empresarios deben darse cuenta de ello. Nosotros creemos que la producción local va a tener dos desafíos: que los empresarios empiecen a tener gente en relación de dependencia en sus empresas Cese es un desafío muy grandeC y que los trabajadores de prensa del interior se capaciten para poder competir entre ellos y con los medios de comunicación nacionales. Nosotros, en el interior, estamos perdiendo identidad. )Qué significa esto? Nos acostumbramos a que nos lean sobre los problemas de tránsito y no sabíamos qué ordenanza o qué ley se sancionaba en la Cámara de Diputados de una provincia o en un Concejo Deliberante, o quién era el diputado o senador provincial o nacional que estaba discutiendo algo en cierto momento. Esta es la realidad. El impacto cultural que tiene la concentración de los medios de comunicación es terrible. Yo estudié en Córdoba durante los años >80 y puedo decir que había compañeros que se iban quitando el acento cordobés para, de a poco, parecerse al periodista de la Capital Federal. Así sucede en todo el interior del país, y entonces vamos perdiendo identidad hasta en la forma de hablar, nuestra identidad cultural. Habíamos perdido hasta el fútbol. Esto siempre lo repito. En la República Argentina hay pibes de 18 años que no habían visto un gol en directo. O sea, hay gente que no tenía la capacidad de pagar un abono de cable y, por lo tanto, no tenía la posibilidad de ver un partido en directo. Hay pibes que nunca vieron un gol en directo. Y nosotros nos acostumbramos a ir a ver los partidos de fútbol a los bares porque no podíamos pagar el abono del cable en nuestras casas. Nos fuimos acostumbrando a estas cosas. Fuimos bichos de costumbre. Y la realidad es que los trabajadores de prensa también fuimos bichos de costumbre, porque nos acostumbramos a darnos cuenta de que era más fácil escuchar a Magdalena Ruiz Guiñazú que hacer el programa de las 6 de la mañana, ya que al empresario le era más barato conectarse a Radio Mitre, a Continental, a Cooperativa o a cualquier radio que generar un puesto de trabajo digno o fuentes de 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 16 trabajo para brindar un servicio informativo a las 6 de la mañana. Pero atrás de eso los empresarios reciben publicidad oficial y empresaria, y de esa forma concentran la riqueza. Entonces, en el interior se repiten empresarios muy ricos con periodistas muy pobres, o directamente sin periodistas, por eso la cuota de programación está bien; esperemos hacerla respetar. Sr. Presidente (Jenefes). C Antes de darle la palabra al senador Sanz le voy a hacer una pregunta yo. )Cuántos afiliados tiene FATPREN en radios abiertas, en AM, en FM, y en canales abiertos y en canales de televisión paga? Sr. Granero. C La cantidad de trabajadores de prensa que representa la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa y los sindicatos adheridos y no adheridos llega a 17 mil. Se calcula que más o menos el 40 por ciento corresponde a los medios de comunicación. Nosotros creemos que con esta ley vamos a crear aproximadamente 3 mil puestos de trabajo en forma directa. Esto significaría un impacto muy grande para las empresas periodísticas; pero, claro, la discusión de las empresas periodísticas es saber que al tener producción local van a tener que distribuir la riqueza entre los trabajadores. )Cómo van a hacer un servicio mínimo informativo con tres Alaburantes@ a los que por lo menos les tienen que pagar 1.560 pesos, que es el Mínimo, Vital y Móvil. El problema es que las empresas ni siquiera pagan eso, y entonces también tenemos un problema de intereses. Nosotros tenemos en claro que son muchos los intereses que se tocan en esta ley. Con un formato totalmente abierto, y estableciendo la posibilidad de tener varias vías Ccomo la Justicia o el Ministerio de TrabajoC, esta ley nos da atribuciones para poder mirar los libros y pedir que las empresas tengan un libre deuda del Sindicato, lo cual es un avance importantísimo para un gremio que en el año 1959 hizo la última negociación colectiva a nivel nacional con los diarios del interior, algo que se repitió en el año 2008. Imagínense el poder que tienen los empresarios de los medios de comunicación que todavía no podemos discutir salarios nacionales con radio ni con televisión por aire ni con televisión por cable. Se cree que los periodistas somos poderosos porque tenemos voz y porque tenemos la posibilidad de hacer entrevistas, pero la realidad es que somos uno de los gremios más desnutridos del mundo laboral respecto a la negociación Acá hay compañeros a los cuales les usan sus notas en un portal de internet, en la radio, en la televisión, y a los que les publican sus imágenes y lo que graban y les pagan el mismo sueldo. Quienes dicen que esta es una ley K contra Clarín se olvidaron todo el resto del abecedario, porque fueron todos los que construyeron esta ley. En ese medio de comunicación hay videoredactores; un videoredactor aparte de escribir para el portal hace el video, arma el copete para la radio y sale en el noticiero central, y gana 5.600 pesos, pero de esa manera destruyó a por lo menos ocho puestos de trabajo. Esta es la realidad de los medios de comunicación de la República Argentina. No hay otra. Sra. Osuna. C Señor presidente... Sr. Presidente (Jenefes). C Había pedido la palabra el senador Sanz. Sr. Sanz. C No hay problema, presidente. Sr. Presidente (Jenefes). C Tiene la palabra la señora senadora Osuna. Sra. Osuna. C Gracias, senador Sanz. Solamente quiero hacer una referencia. En la reunión de trabajo de estas comisiones celebrada el día jueves se planteó por parte de la senadora Estenssoro la preocupación de que en esta ley no se hacía referencia a los trabajadores de prensa. 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 17 Entonces, creo que es oportuno ratificar que en esta ley está incluida y comprendida la realidad de los trabajadores de prensa, en tanto y en cuanto se abren las posibilidades para que, efectivamente, en un tiempo no lejano se pueda abordar el Estatuto como objetivo Ccomo usted planteóC y para que además se puedan habilitar y recuperar puestos de trabajo de periodistas y de trabajadores de prensa perdidos a raíz de la concentración. Sr. Presidente (Jenefes). C Tiene la palabra el señor senador Sanz. Sr. Sanz. C La primera reflexión es que me hubiera gustado que viniesen los otros sindicatos, porque la verdad es que podríamos haber tenido un panorama completo. Por ejemplo, sobre la pregunta que recién le hizo el presidente, en cuanto a la cantidad de trabajadores que estaban involucrados en su sindicato, a mí me hubiese gustado hacérsela también a los otros para tener un panorama más abarcativo e, inclusive, hacer algunas consideraciones. Igualmente le voy a hacer algunas preguntas al representante de FATPREN, atento a que es el único representante específico del sector. Si me permite, presidente, quiero hacer las preguntas puntualmente. Sr. Presidente. C Adelante. Sr. Sanz. C )Cuántos sindicatos hay que están involucrados en la ley? )Cuántos son los que están en la actividad? Sr. Granero. C La Federación Argentina de Trabajadores de Prensa tiene 32 gremios, 32 sindicatos. Es lo que representa. Es el gobierno nacional de los sindicatos. Hay 8 sindicatos entre Capital Federal y Mar del Plata que militan en el CTA... Sr. Sanz. C Perdón. No pregunto solamente de FATPREN. Lo de FATPREN lo tengo claro. Sr. Granero. C Tiene músicos, actores, cineastas, iluminadores, locutores, televisión, técnicos y operadores de radio, administrativos de las radios; digamos, toda la estructura de la Confederación y Sindicatos de Medios está incluida en esta ley. Lo que tenemos que tener en claro es que dentro de la COSIMECO nosotros venimos discutiendo desde el año 2002 y que hubo dos diputados que presentaron un proyecto de ley de COSIMECO con una estructura central de esta ley. Sr. Sanz. C )Cuáles son los artículos en donde, como dijo la senadora Osuna, usted considera que están contemplados los derechos de los trabajadores en esta ley? Sr. Granero. C La cuota de programación es algo que va a crear muchísimos puestos de trabajo. Y también el tema de que al renovar sus licencias las empresas deban presentar los libre deuda, los aportes y toda la documentación en regla respecto a sus trabajadores. Esto nos da un panorama nuevo. A nosotros nos gustaría que se copie y se pegue todo el Estatuto del periodista. Acá hay compañeros que tienen que trabajar seis horas por día, como dice el Estatuto del Periodista Profesional, y trabajan de ocho a diez horas. La realidad es que esto nos da un poder muy grande a nosotros para poder tener control respecto de las empresas. Nosotros lo tenemos muy claro eso. Sr. Sanz. — ¿Usted se refiere concretamente al artículo 25 inciso g)? Sr. Granero. — Exactamente. Sr. Sanz. — Inciso g): “No ser deudor moroso de obligaciones fiscales, previsionales, sindicales, de seguridad social o de las entidades gestores de derechos, ni ser deudor del gravamen y/o multas instituidas en la presente ley”. ¿Qué pasa con el fenómeno de las cooperativas de trabajo? ¿Es muy usual en esta actividad? Sr. Granero. — Creemos que hay cooperativas de trabajo y hay un trabajo encubierto de las mismas, o sea, hay fraude laboral. Pero las cooperativas de trabajo que están incluidas en esta ley, si tuvieran un trabajador, tendrían que cumplir con el convenio colectivo. 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 18 La realidad es que el cooperativismo en la República Argentina había dejado de funcionar. El diario de Villa María es una cooperativa de trabajo y la pelea que dieron esos trabajadores por tenerla fue mundial para el gremio de prensa, porque nosotros defendemos la forma de cooperativismo. Pero sufrían también hasta la restricción del papel en la cooperativa de trabajo de Villa María y tenían que ir a comprarlo a otro diario porque acá se lo restringían. Sr. Sanz. — Yo me refiero a las cooperativas de trabajo como fraude laboral, no como auténticas. ¿Es algo común en esta actividad? Sr. Granero. — No; no hay muchas cooperativas de trabajo en los medios de comunicación que nosotros tengamos denunciadas. Sí hay cooperativas donde estamos mirando si tienen a los trabajadores en relación de dependencia. Sr. Presidente. — Aclaro que el inciso g) está vigente. Está en la Ley 22285, con la modificación que introdujeron el Senado de la Nación y la Cámara de Diputados. Sr. Sanz. — Estaba conduciendo el interrogatorio en ese sentido. Usted me ganó de mano. Sra. Parrilli. — Solicito una interrupción al senador Sanz. Sr. Sanz. — Adelante, senadora. Sr. Presidente. — Tiene la palabra la señora senadora Parrilli. Sra. Parrilli. – El artículo 50, extinción de licencias, amplía el artículo 40. Hay varios incisos: por vencimiento del plazo, por fallecimiento del titular, por la incapacidad del licenciatario, por la no recomposición de la sociedad, por renuncia a la licencia, por caducidad, por quiebra, por no iniciar las emisiones regulares, por pérdida y por suspensión; y habla de la continuidad del servicio. En el artículo 51 se habla del fallecimiento del titular; y en el 52 de recomposición societaria. O sea, me parece que hay algunos artículos que amplían lo que usted estaba diciendo. Sr. Sanz. — Yo preguntaba exclusivamente sobre el tema de las garantías laborales. Sra. Parrilli. — Por eso. Pero estas garantías laborales también están garantizadas en cuanto a que nosotros hablamos de cuándo se extinguen las licencias o no. Sr. Sanz. — No entiendo, realmente. Creo que los artículos mencionados son causales de extinción de licencia, entre los cuales hay muchos casos: vencimiento del plazo, fallecimiento, incapacidad, etcétera. Pero mi interrogatorio hacia el representante del sindicato era específicamente para que me diga en qué lugares de la ley, concretamente, hay una garantía laboral. Sra. Parrilli. — El artículo 52 dice: “En los casos de fallecimiento o pérdida de las condiciones y requisitos personales exigidos por la presente norma por los socios de sociedades comerciales, la licenciataria deberá presentar ante la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual una propuesta que posibilite recomponer la integración de la persona jurídica”. Creo que ahí está, de alguna forma, garantizado. Sr. Sanz. — Si lo que usted me quiere decir tiene que ver con la garantía de la continuidad dentro de la empresa, donde obviamente está el derecho de los trabajadores, está aceptado. Agradezco el aporte. Pero insisto en una cuestión vinculada con la defensa de los derechos de los trabajadores con la empresa en actividad en cualquier momento. La pregunta tiene que ver con lo que decía el presidente —y que yo también había advertido— en cuanto a que este inciso está también en la ley actualmente vigente. ¿Cuál es la garantía nueva de la ley si, en definitiva, esto pasa por una autoridad de aplicación que, como usted ha reconocido hoy, es incapaz de cumplir con la ley actual, el Ministerio de Trabajo? Sr. Granero. — Porque se van a dar licencias nuevas o se van a actualizar las mismas. Sr. Sanz. — Licencias nuevas que van a seguir violando la ley, como hoy, y donde el Ministerio de Trabajo no va a hacer nada. Sr. Granero. — No; está “freezado” en este momento. No es el Ministerio de Trabajo… Sr. Sanz. — ¿El derecho laboral de los trabajadores está “freezado”? Sr. Fernández. — Solicito una interrupción al senador Sanz. 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 19 Sr. Sanz. — No se la concedo. ¿Dijo que está “freezado”? Sr. Granero. — Porque cada vez que dan una licencia, a nosotros nos notifican. Normalmente, no tenemos ni convenio colectivo para pedir, si está moroso. Sr. Sanz. — ¿Quién es la autoridad de aplicación hoy de los convenios colectivos y qué garantía tiene usted de que esa misma autoridad de aplicación va a fiscalizar los convenios colectivos el día de mañana? ¿No es la misma autoridad: el Ministerio de Trabajo hoy? Sr. Granero. — Pero esa es la realidad. Aparte de la representación, nosotros vamos a tener una posibilidad de ingresar en el otorgamiento de las licencias, posibilidad que en la actualidad no poseemos porque no tenemos ni siquiera convenio colectivo. Voy a relatar una pequeña historia. El convenio colectivo nacional de prensa se firmó en el año 1959 y, vaya a saber por qué, lo atomizamos en 33 convenios colectivos locales, los cuales tratamos de unificar, durante décadas; porque realmente, en la época en que se atomizaron los sindicatos —a propósito, para quitarles poder— se hizo atomizar la negociación colectiva. Tratamos de fusionarlo durante una década. Lo logramos en 2008 para los diarios, en una vasta zona del país, y unificamos convenios colectivos. En radio y televisión todavía no quieren unificar ni discutir los salarios de aquellos 33 convenios colectivos locales. ¿Con qué papel va uno a decir qué es lo que tiene que cumplir del convenio? Algunas radios no cumplen ni siquiera con la cantidad de programación diaria que deben tener. Sr. Sanz. — Para concluir, ¿no le parece a usted que, con esta realidad actual, con la misma redacción que va a tener este artículo en la nueva ley, no debería este proyecto incluir una condición mucho más dura, más fuerte en su redacción, para el otorgamiento de licencias, en defensa de los trabajadores que usted representa? Sr. Granero. — ¿Qué más duro puede ser tener que cumplir con el Estatuto del Periodista que tener que cumplir con un sindicato? Aparte, los trabajadores vamos a tener la representación dentro del organismo. Nosotros mismos vamos a decir cuál está en regla o y cuál no. Esa es la realidad. Nosotros también vamos a poder tener una voz dentro del COMFER. Sr. Sanz. — ¿Dentro del COMFER? Sr. Granero. — O del instituto que va a entregar las licencias. Sr. Sanz. — Lo que he leído de la ley es que ustedes van a tener tres representantes, o sea que van a tener que discutir entre los diez o doce sindicatos que usted mencionó para ponerse de acuerdo y elegirlos. Pero en el Consejo Federal, que no es el que otorga la licencia, ¿usted ha leído bien la ley? ¿Sabe quién otorga la licencia? Sr. Granero. — Sí. Se le sigue otorgando, pero la realidad es que el Consejo Federal… Sr. Sanz. — ¿Sabe que en las ciudades de más de 500 mil habitantes no la otorgará ni siquiera esa autoridad sino el Poder Ejecutivo? ¿Cómo podrá influir desde la representación gremial? — El señor senador Fernández pide una interrupción. Sr. Sanz. — Si el señor senador Fernández quiere ser exégeta e interpretador del señor, es una cosa, pero si me quiere interrumpir para hacer una aclaración, no; porque cada vez que interrumpe es para ser exégeta de los invitados. Sr. Presidente. — Señor senador Sanz, por una cuestión de orden, le pido que le conceda la interrupción al señor senador Fernández. Sr. Sanz. — Señor presidente: sí, yo se la doy, pero quiero dejar sentada esa aclaración. Sr. Fernández. — Yo no soy exégeta, pero entiendo que el señor no está en una indagatoria en la que usted es el inquisidor. El señor está contestando y usted está repreguntando antes que él termine. Sr. Sanz. — ¿Usted quiere fijar las reglas de juego? Sr. Fernández. — No, pero hay reglas de juego que tenemos que respetar. Es decir, si el señor fija una posición —ya nos pasó—, usted podrá estar o no de acuerdo, pero él le ha contestado en 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 20 representación de los trabajadores respecto de su posición y de cuál será la defensa que tendrá con esta nueva ley, defensa que actualmente no existe. Yo no soy exégeta, pero pongamos las cosas en su lugar. Además, le manifestó que la participación de la estructura sindical en la República Argentina le permitirá a él condicionar las nuevas licencias y que eso es muchísimo más de lo que tienen en la actualidad; asimismo, dijo que efectivamente él no tiene ningún control y que en los lugares en los que ellos trabajan, la patronal no discute ni convenciones colectivas ni salarios porque no tienen necesidad, ya que no tienen la posibilidad de renovar licencia, pero ahora, en la renovación de licencias, la estructura sindical sí tendrá participación. Yo entiendo que él ha fijado una posición, que podrá o no compartirse, pero pensar que la estructura sindical defenderá peor los derechos de los trabajadores que nosotros, me parece que es a dónde usted quiere llegar. Y yo creo que no es así. Su respuesta fue concreta, puntual: con la nueva ley, la estructura sindical tendrá posibilidad de tener injerencia en la nueva renovación de licencias que, en la actualidad, no sucede. Por otro lado, que pueda haber un compromiso nuestro para ver si efectivamente los derechos laborales del sector son cumplidos y se respetan puede ser una opinión. Pero no podemos repreguntarle al invitado si no nos gusta lo que dice hasta que diga algo. Sr. Sanz. — Señor presidente: no es así. Le he preguntado con todo respeto al señor de FATPREN, tratando simplemente de encontrar al final del interrogatorio —y no con el fin de acosarlo con mis preguntas— la posibilidad de mejorar la redacción de la ley en el tema laboral. Y le digo la verdad, se ha reconocido acá que el artículo que habla de la defensa de los trabajadores es el mismo de la ley de la dictadura. Y yo pretendo que él me diga, en representación de los trabajadores que él defiende, si no sería mucho mejor tener un artículo mucho más duro en términos de requisito de otorgamiento de la licencia. Y, en este sentido, él me contesta diciendo que eso lo suplirán con la presencia de los gremios en la autoridad. Entonces, yo le estoy diciendo —y ya termino acá— que, a diferencia de lo que ustedes creen, no tendrán injerencia en el otorgamiento de esas licencias. En primer lugar, porque los gremios, según la ley, están solamente en el Consejo Federal, ni siquiera en la autoridad de aplicación. En segundo lugar, porque gran parte de las licencias, en las ciudades grandes, las otorgará directamente el Poder Ejecutivo. Sr. Presidente. — El señor senador Ríos le solicita una interrupción a la señora senadora Estenssoro. Sra. Estenssoro. ─ De acuerdo, señor presidente. Sr. Rios. — He pedido la palabra con motivo de dos o tres cuestiones que entiendo que están siendo tergiversadas. Primero: es el Consejo Federal el que elabora los pliegos. Segundo: establece las condiciones y los requisitos para la defensa de los trabajadores. Tercero: no dijo el representante de FATPREN que no quiere mayores requisitos, sino que quiere involucrar a todo el mundo del trabajo —los trabajadores de los medios— en una ley por separado que garantice otro tipo de objetivos diferentes a la confección exclusiva de las licencias. Es decir, objetivos que involucren a otro tipo de derechos de los trabajadores, que no solamente se relaciona con el problema de los aportes y con el problema de los aportes para las obras sociales. Declaró otras cosas muy distintas de las traducciones que han sido realizadas en este último momento. Yo no voy a actuar como defensor de él, pero necesito también que no se involucren términos que hablen de la modificación de la ley y de aspectos que, en realidad, se plantearon por cuerdas separadas. Por último, hay cosas que se modifican referidas a los trámites de retiro de licencias que no estaban contempladas en la ley actual, aunque sí se contempla como requisito previo, no como 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 21 requisito para mantenimiento de la licencia, lo cual sí aparece como novedad en esta ley. También figura la representación de los trabajadores en la confección de los pliegos, lo que le da una característica de obligación que no es solamente enunciativa, reitero, como sucede con la ley de la dictadura, sino que fundamentalmente pasa a ser un requisito de pliego. Seguramente será requisito de pliego para el otorgamiento de una licencia a ser incluida por los trabajadores. Y esos pliegos involucran no sólo a las emisoras de baja potencia sino también a las emisoras para ciudades de más de 500 mil habitantes, que creo que es un error que se está pretendiendo introducir y que no es así. Los pliegos para el llamado a licitación de licencias en ciudades grandes los sigue confeccionando el mismo organismo federal. Sr. Presidente. — Señora senadora Estenssoro: la señora Negre de Alonso le solicita una interrupción. Sra. Negre de Alonso. — Simplemente, para no asentir con mi silencio quiero decir algo breve. Usted habló del diario de Villa de María, del que reconozco que no tenía noticias de que se tratase de una cooperativa, pero sí conozco el caso del diario “Comercio y Justicia” de Córdoba, ya que usted habló de las cooperativas y el fraude laboral, que es una cooperativa de trabajadores que sacó adelante un medio de comunicación que, además, involucró a la comunidad jurídica nacional y que es un ejemplo exitoso y sin fraude. Sra. Estenssoro. — Señor presidente: muchas gracias a los dos representantes de FATPREN y de UTE por estar aquí esta mañana. En representación de la Coalición Cívica y del ARI quiero decirles que, desde hace muchísimos años, hemos presentado proyectos e iniciativas para la modificación de la Ley de Radiodifusión vigente. El tema de los monopolios o de los multimedios con posiciones monopólicas o dominantes nos ha preocupado desde siempre, aún más cuando se permitió la fusión de Cablevisión y Multicanal con un decreto firmado por el ex presidente Kirchner. En esa oportunidad, hicimos la denuncia correspondiente y, desde hace unos años, hemos pedido la modificación del artículo 96 de la norma vigente ya que, así como fueron modificados muchos artículos durante la democracia, queríamos que también ese fuese modificado a fin de que el COMFER fuera un organismo colegiado, democrático y transparente del Estado y no del partido gobernante. Ojalá este debate lo hubiésemos realizado hace mucho tiempo porque, asimismo, lo hubiéramos podido hacer en otras condiciones, ya que ha demostrado y está demostrando a lo largo del país que la sociedad argentina, los políticos, los sindicalistas, los periodistas, todos los actores, estamos maduros para discutir estos temas que estuvieron cancelados hasta hace un mes. Porque, en realidad, esta ley entró hace un mes, cuando este gobierno permitió que pudiéramos hablar del tema. Dicho esto, sólo para refrendar nuestro compromiso desde la Coalición Cívica con una buena ley de medios de difusión o de comunicación, quisiera saber qué le impide hoy a un sindicato, a una asociación de derechos humanos, a una organización sin fines de lucro o a alguna asociación de pueblos originarios tener hoy un medio de comunicación audiovisual. Porque me da la impresión de, que después de la modificación del artículo 45 en el 2005, esa puerta fue abierta, esa tranquera se abrió, y, entonces, ese entusiasmo de que esta ley permitirá algo que estaba cancelado no es así ya que desde hace 4 años que está habilitado. Y hay sindicatos que tienen medios de comunicación, como así también iglesias, como la Evangélica, que tiene varias frecuencias. Entonces, ¿por qué creen que será un gran cambio si, en realidad, ese cambio se dio en 2005? Creo que radio Belgrano pertenece SUTEGBA y que hay varios sindicatos que tienen radios, ¿verdad? Sr. Demichelis. — Puede ser. Quiero decir dos cosas: en primer lugar, por el debate que se viene dando, creo que la gentileza de abrir el debate en la Cámara de Senadores a distintos sectores no sólo forma parte de 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 22 un diálogo sino de mejorar lo presente. No creo que ningún representante del pueblo deba expresarse como interrogando a alguno de los compañeros que venimos a exponer aquí; hemos venido a dialogar; el interrogatorio suena muy feo. En segundo lugar, deseo señalar que todas las modificaciones y las sugerencias que hacen algunos señores senadores hubieran sido muy positivas si en la Cámara de Diputados se hubieran quedado al debate y hubieran modificado los artículos que hoy están planteando. Un trabajador no puede decir que cuando no le gusta determinado trabajo no lo hace o se va. Los trabajadores de la salud, de la educación, etcétera, trabajan todos los días y hacen el trabajo concientemente y con dignidad. Considero que hubo oportunidad de un diálogo y de realizar muchas modificaciones en la Cámara de Diputados. Tengo la sensación de que esa ausencia quieren enmendarla ahora cuando, en realidad, se hubiera podido hacer en ese momento en la Cámara de Diputados. Respecto de lo que usted señala, señora senadora, pienso que lo que está pautando esta nueva normativa es un porcentaje que quedará de la siguiente manera: para empresas privadas, creo que el 33 por ciento; para empresas del Estado, el 33 por ciento y para sectores sin fines de lucro otro 30 por ciento de espacio. Eso no existe hoy en día. Venía a colación de lo que decía la señora senadora por Neuquén; cuando uno va a una provincia y prende la televisión se encuentra con que, aproximadamente, el 80 por ciento de los contenidos o la programación provienen de la Ciudad de Buenos Aires. Entonces, creemos que además de tener una programación local —desde la ficción, los noticieros, hasta pautas, lo decía la señora senadora Osuna respecto del artículo 17—, también debería haber un tratamiento de temas educativos, de la niñez, etcétera. Asimismo, deseo señalar que el Estado deberá garantizar un 30 por ciento para las ONG’s, organizaciones sociales, de derechos humanos, etcétera; es decir, esto lo que hace es reglamentarlo. Hay un apoyo de la Iglesia también a una nueva ley de medios de comunicación. Sabemos que muchas iglesias tienen aproximadamente mil radios comunitarias y que las villas tienen radios comunitarias. No sé mucho de potencia y de frecuencias, pero creo que esta ley al poner esos porcentajes va a democratizar este tema. Además, habrá un comité consultivo o federal que le dará la palabra a muchos que, quizás, lo hacen como usted dice, pero no con la calidad o potencia que merecerían tener. Esta segmentación en tres partes de la comunicación, de la información, de los contenidos culturales, de respetar las idiosincrasias y la cultura de cada pueblo y provincia creo que es un avance para que no quede en manos solamente de grupos que tienen el poder o los recursos económicos para montar medios. Sra. Estenssoro. — En el debate nos hemos encontrado con dos visiones: una se refiere a que esta ley va a generar más trabajo y la otra visión es que, por el contrario, va a generar menos empleo porque las condiciones van a hacer que muchas empresas tengan que vender y, después, los nuevos dueños, en realidad, no van a retener la misma cantidad de personal. Si bien la ley obliga a producir contenidos locales, a veces no está la sustentabilidad económica con esos objetivos y se puede dar el caso de que haya despidos de trabajadores. En realidad, se trata de una estimación que cada uno hace según su visión. Entonces, me gustaría saber si no le parece que en el texto debería haber una cláusula que diga que se garanticen los puestos de trabajo porque, en realidad, son suposiciones, pero no figura nada en el proyecto que nos asegure que la visión que algunos tenemos de que esto va a llevar a la reducción de puestos de trabajo no sea una posibilidad cierta. Reitero, mi pregunta se refiere a si no habría que incluir una cláusula diciendo que la venta de medios o el traspaso de medios a nuevos propietarios debe tener una condición de que se mantengan las fuentes de trabajo. Sr. Demichelis. — Voy a leer algo que expresó Damián Loreti: “Puestos de trabajo se pierden cuando en el interior una emisora le pone el chupete al satélite, como se dice en la jerga, y sólo con un operador reproduce 24 horas de programación de otro lado y ahí pierden el trabajo los operadores, los productores, los periodistas. En el interior del país, gracias a las cadenas, hay cero ficción y si se abre la producción local, lo que va a pasar es que se van a abrir posibilidades para los actores del interior, por ejemplo.” 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 23 Por eso, yo señalaba al principio el por qué del apoyo de la Asociación Argentina de Actores, de las radios comunitarias, del SICA, etcétera, es decir, un montón de sectores que hacen a la vida de la comunicación. No creo que ningún sector que esté involucrado profundamente en esta ley apoye o exprese un respaldo explícito si sabe que se van perder fuentes de trabajo. Sra. Estenssoro. — Esa es la opinión de Loreti. Pero como hay dos visiones… Sr. Demichelis. — Yo opino lo mismo, por eso lo leí. Sra. Estenssoro. — Dije esto porque los periodistas me han hecho esta pregunta y realmente creo que, tal vez, este proyecto —sería una propuesta— debería tener un artículo que diga que se garantizan las fuentes de trabajo, si el objetivo es crear más trabajo. Así como está la ley, pensamos que habrá menos. Sr. Granero. — ¿Puedo responder desde el gremio de prensa? Sr. Presidente. — Sí. Tiene la palabra el señor Granero. Sr. Granero. — Vamos a hablar específicamente de dos ejemplos: Canal 13 y TN. Los periodistas de Canal 13 salen por Canal 13 y TN. Los periodistas de América 24 salen por América 24 y América. ¿Qué se destruyeron? Fuentes de trabajo. La realidad es que todo proceso de concentración de una empresa elimina puestos de trabajo y estos compañeros no tienen dos recibos de sueldo. Es más, se le violentan las relaciones de trabajo, los convenios colectivos, para que trabajen en diferentes medios por la misma o menos plata que la que tendrían que cobrar. Si logramos tener más actores, más empresas y más gente trabajando tendremos más puestos de trabajo dignos. La realidad nos muestra que no se va a poder reproducir infinitamente el material y el trabajo de los compañeros que en este momento están trabajando. Los canales como Telefe o Canal 13 de Córdoba realmente estructuran sus noticieros con el material que hacen los compañeros de la Capital Federal. Asimismo, hay canales de noticias que se hacen con las noticias de los compañeros que trabajan en el aire. Después, esa misma noticia, que videofilmaron e hicieron la entrevista, la cuelgan en una página de Internet. Creemos que la defensa de los puestos de trabajo será irrestricta. Para los procesos de fusión no tuvimos respuestas. La verdad es que no tuvimos respuesta. Ahora, en San Juan se están fusionando un canal de aire con uno de cable; hace una década, esto era algo impensado. Pero ahora sabemos que se puede hacer. Si en Capital Federal se puede hacer, ¿por qué no se va a hacer en San Juan? Y se están quedando doce compañeros sin puestos de trabajo, que irán a la calle. Todo proceso de concentración nos generó eliminar puestos de trabajo; tras que no tenemos salarios dignos, eliminamos puestos de trabajo. De modo que tenemos graves problemas en el gremio de prensa. La otra realidad es que en Capital Federal, cuando ocurra esto, nosotros vamos a garantizar que no se eliminen puestos de trabajo porque vamos a tener muchos más poder de decisión, en algunos momentos, dentro del Consejo Federal ya que tendremos la posibilidad de redactar los pliegos. Eso, por un lado. Por otro lado, hay que tener en claro que hay intereses. Hay compañeros a quienes les bajan una línea desde la empresa. Nosotros estamos haciendo todo lo posible para que no cierren, estamos haciendo todo lo posible para que no los echen. Esta es la realidad. Hay compañeros que trabajan con ese temor todas las mañanas y todas las noches cuando toman los turnos porque les están bajando esa línea desde la dirección. La realidad es que nadie les dijo “estamos viendo cómo vamos a amparar a todos los trabajadores del resto de los canales que fusionaron” o a los mismos compañeros que echaron cuando pudieron ver la posibilidad de reproducir la misma nota en el aire que en el cable. Ahora va a haber un límite. Sra. Estenssoro. — Muchas gracias. Creo que las cuestiones de reclamos laborales hay que hacerlas en el ante el Ministerio de Trabajo. 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 24 Si bien ustedes, por esta ley van a poder participar en la elaboración de los pliegos, según los distintos artículos, las licencias de las ciudades grandes, de más de 500.000 habitantes, las va a otorgar en forma directa el Poder Ejecutivo. Asimismo, las frecuencias de baja potencia también las podrá adjudicar de forma directa el Poder Ejecutivo. Ahora puede que sea un Poder Ejecutivo al que ustedes ven con agrado, pero después de dos años puede ser ocurrir lo contrario. Por eso, la ley tendrá que ser una norma que dé garantías. Creo que la garantía de los puestos de trabajo que ustedes dicen no es tan así. También su influencia en la adjudicación de licencias es limitada porque esta ley le dará una enorme libertad al Poder Ejecutivo, a la presidenta o al futuro presidente, para adjudicar licencias sin ni siquiera considerar esos pliegos. Sr. Fernández. — Perdón… Sr. Presidente. — ¿Terminó senadora? Sra. Estenssoro. — Sí. Sr. Presidente. — Tiene la palabra el señor senador Fernández. Sr. Fernández. — Primero, el artículo 32 es muy claro. Quiero hacer la primera pregunta porque se está diciendo algo que no es cierto. El artículo 32 dice: “Adjudicación de licencias para servicios que utilizan espectro radioeléctrico. Las licencias correspondientes a los servicios de comunicación audiovisual no satelitales que utilicen espectro radioeléctrico, contemplados en esta ley, serán adjudicadas, mediante el régimen de concurso público abierto y permanente.…”. Entonces, la primera pregunta tiene que ver con el sector de los trabajadores porque nosotros tenemos una sola preocupación. Este proyecto de ley podría llegar a tener alguna modificación si, efectivamente, desde el sector trabajador creen que es un retroceso. Si no hay ningún retroceso para el sector trabajador, y ustedes entienden que están contemplados los derechos de los trabajadores —en lo personal, con respecto al artículo, no tengo dudas—, les pregunto si ustedes creen, tanto los sectores periodísticos como los de la educación, que el artículo 32 vulnera los derechos de los trabajadores. A su juicio, ¿son o no vulnerados? Sr. Morales. — (El senador Morales realiza manifestaciones fuera del alcance del micrófono.) Sr. Fernández. — Perdón, senador Morales, cuando usted pregunta, que lo hace argumentando y haciendo comentarios, yo no le digo cómo tiene que preguntar. Sr. Presidente. — Les pido que no dialoguen. Sr. Fernández. — ¿El artículo 32 vulnera los derechos de los trabajadores, sí o no? Sr. Demichelis. — Desde la CTA, la CTERA y la Unión de Trabajadores de la Educación vuelvo a ratificar que apoyamos la sanción de la ley de la Cámara de Diputados tal cual ha sido aprobada. Reitero la ratificación desde la Central de Trabajadores Argentinos, la CTERA y la Unión de Trabajadores de la Educación. Sr. Fernández. — Una pregunta más. Sr. Granero. — La realidad es que nosotros, al haber intervenido tanto las organizaciones sociales, tenemos muy en claro que esta ley no es para este gobierno ni la escribió este gobierno, sino que es una ley que nosotros la queremos para los próximos veinte, treinta o cincuenta años. Lo que tenemos en claro es que la mejor legislación es la que emana desde la base. ¿Qué necesitamos nosotros en ese momento histórico del país? Una ley de la democracia porque habíamos agotado todo. Veíamos que el neoliberalismo inyectaba cambios en una ley, en una norma viciada desde el comienzo, que seguía manteniendo el poder en una sola persona de todo, el COMFER. Ahora vemos que construimos el esqueleto en base a las organizaciones sindicales, al famoso proyecto COSIMECO y todo el cuerpo que se da con las organizaciones sociales. Nosotros a través de eso tenemos estructurado el proyecto de ley. Con la sanción de la Cámara de Diputados hasta vimos con temor las modificaciones que estaban haciendo porque, en realidad, cada momento que se modifica algo, cada vez que se estiran los plazos, nosotros vemos que se 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 25 nos aleja la posibilidad de volver a tener ese sueño que tenemos todos los gremios de la comunicación, todas las organizaciones sociales que están dentro de la comunicación. Me refiero a tener una ley de la democracia que la hayamos discutido todos, desde los representantes del pueblo hasta los pequeños sindicatos. Aquí hubo representantes de los pueblos originarios que fueron reconocidos y estaban al lado de nosotros discutiendo sus cosas, y vemos que es un actor social al que nunca hemos tenido en cuenta en el gremio de prensa, por ejemplo. Nosotros qué íbamos a saber que había una radio que transmitía en mapuche, que lo usaba como idioma para decir la temperatura, la humedad y la noticia del día. Nosotros decíamos que eso no era parte de los trabajadores de prensa solamente porque hablan en mapuche. En realidad, este proyecto de ley se estructura con todas las voces que habíamos incluido en el texto, y esto fue lo que nos dio como resultado. Creo que es un momento en que se tiene que definir porque si nosotros seguimos introduciendo modificaciones vemos que cada vez se aleja más la posibilidad de tener una ley, de tener todo lo que repetí durante esta mañana y que impulsamos con mucha historia. Recuerdo a “Quique” Paz, el diputado nacional por Jujuy, que presentó un proyecto de ley de la democracia que era de nuestro gremio, del gremio de prensa, y que desapareció porque no se lo vio más. Él, que tuvo la capacidad de intentar modificar la cuota de poder de los medios de comunicación en la Argentina durante varias décadas, desapareció de la agenda pública. Ahora veo que hay varias personas, y nosotros desde las organizaciones, que estamos por primera vez en la agenda pública, y ustedes están discutiendo no en los pasillos sino frente a la gente la cuota de poder que tienen que tener los medios de comunicación en la Argentina. Creemos que democratizando los medios de comunicación vamos a tener más libertad ideológica de un lado y del otro, no habrá tanto interés económico como hay ahora. Nosotros estamos viendo en este momento que al periodismo argentino tenemos que cambiarle mucho de la cultura que fue drenando durante los años 90, porque se ha hecho cualquier cosa del periodismo en muchos medios de comunicación a favor de tener más dinero y sin importar las noticias. Nosotros también vemos que los conflictos sociales se están informando en la Argentina como si fueran problemas de tránsito y, por ejemplo, en el interior, desde el sindicalismo y el gremialismo, los secretarios generales, los delegados, tienen mucha más voz en los diarios del interior que en Capital Federal. Pareciera que aquí no hay trabajadores reclamando. Por eso, estamos de acuerdo con la sanción de la Cámara de Diputados, tal como dijeron los compañeros de todas las organizaciones sociales que han hablado. Cuando se sancionó en la otra Cámara estuvimos hasta el final y veíamos que cada artículo que se quería modificar era para extender plazos, tiempos, etcétera. Ahora vemos que con todas las modificaciones que se introdujeron en la Cámara de Diputados solucionamos el 90 por ciento de las dudas. Falta solamente la aprobación en el Senado, que trate el proyecto en el recinto y que apoye esta iniciativa porque la reclaman varios actores sociales y organizaciones que representan a los trabajadores. Sr. Fernández. — La estructura sindical tiene en el Consejo Federal tres integrantes. Además, dentro de las obligaciones, el Consejo debe brindar informes a la Comisión Bicameral Permanente. Además, el Consejo Federal tiene dos representantes en la autoridad de aplicación. Esto lo digo en aras de poner arriba de la mesa todos los elementos donde la estructura sindical argentina participa en el tema de adjudicación de licencias. Le hago dos preguntas: ¿cree que se contemplan las expectativas de la estructura sindical y de los trabajadores en este diseño normativo? ¿Alguna vez usted tuvo acceso a algún proyecto de cualquier bancada que haya sido tan abarcativo de la participación laboral y sindical en la República Argentina como éste que estamos tratando? Sr. Granero. ― La realidad es que, al ser quienes impulsamos varios de estos artículos para tener la representación sindical, realmente lo apoyamos. Porque era un impulso de una política de la 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 26 representación sindical que debíamos tener dentro de un organismo que otorgue las licencias de los medios de comunicación. El proyecto de ley COSIMECO, en el que se trabajó muchísimo durante muchísimo tiempo y con la participación de muchos letrados y sindicalistas, no alcanzó a cubrir todas las expectativas de todas las organizaciones que integramos la COSIMECO. Este proyecto de ley es más abarcativo que aquel de la Confederación de Sindicatos de los Medios de Comunicación. Sr. Fernández. ― Le agradezco por la respuesta. Fundamentalmente —al menos en la gran mayoría—, una de las motivaciones que teníamos con la participación de ustedes, no era justamente preguntarles otra cosa que si, efectivamente, esta ley contemplaba la defensa de los trabajadores y de la estructura sindical. En realidad, en la bancada oficial esa es una de las grandes preocupaciones. Estando contemplada la defensa irrestricta de los trabajadores y de la estructura sindical argentina, creo que nosotros hemos cubierto una etapa que efectivamente endereza el camino a respaldar la sanción de la Cámara de Diputados. Muchísimas gracias. Sr. Presidente. ― Tiene la palabra el señor senador Morales. Sr. Morales. ― Quiero hacer un par de observaciones. Hace un rato hice un planteo sobre el tema de los medios del interior. A partir de la aclaración de la señora senadora Osuna, quiero manifestar que comparto que esta situación se da en los centros urbanos más importantes. Nosotros creemos que esta ley trae aspectos positivos, pero hay algunos temas que no resuelve. Por lo menos, en 18 provincias del país está feudalizado el sistema de información. Cuando voy a Santiago del Estero, en mi calidad de presidente del radicalismo, aparecen dos FM que, normalmente, se financian solas. En Formosa y Salta ocurre lo mismo. Nosotros creemos que la media sanción puede producir, si no se maneja el tema de la pauta publicitaria y no se escribe bien el artículo 76 o se agrega un capítulo, una feudalización del sistema nacional de información pública. Así que la referencia tenía que ver con esto. Después, con relación al tema de la participación en los pliegos, comparto totalmente la visión que tiene el representante de FATPREN con relación a la situación precaria de los trabajadores en todo el país y que los esquemas de concentración o posición dominante actúan en contra, perjudicando más la situación de los trabajadores. Ahora bien, cuando el Consejo Federal trabaje en los pliegos, no se puede apartar de los requisitos exigidos en la ley para el otorgamiento de las licencias. No puede ir más allá de lo que establezca la ley. Por eso, a partir de lo planteado por el señor senador Sanz, nosotros creemos que el texto no agrega mayores garantías en términos de resolver la situación de precariedad laboral de los trabajadores. Es lo mismo; se repite la legislación actual. No se puede resolver por los pliegos. Por eso, será importante trabajar sobre el artículo 25 y, tal vez, agregar algún inciso más que tenga que ver con que quienes quieran acceder a licencias tendrán que comprometerse a cumplir con los estatutos o con la cláusula de conciencia, y comprometerse —o que sea una causal— a no tener trabajadores en negro. Me parece que en la ley debe estar claro. Y allí sí la ley tendrá un esquema de tutela del derecho de los trabajadores. Hoy creemos que se repetirá la misma situación porque es posible —como dice el representante de FATPREN— que haya más medios y tres mil o cuatro mil puestos de trabajo más —Dios quiera—, pero el tema es que por el texto no se resuelve la situación de precarización laboral. Yo quería hacer esta aclaración con relación a los pliegos. Los pliegos no se pueden apartar del texto de la ley, y por eso es importante que hagamos esfuerzos para modificarla. La clave para ver cómo se redactan los pliegos es la modificación del artículo 25, y por eso es que haremos un par de propuestas para que después las evalúen. Sr. Presidente. ― Tengo el pedido de la palabra de los senadores Negre de Alonso, Vera, Quintela, Osuna y Corradi. 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 27 Tiene la palabra la señora senadora Negre de Alonso. Sra. Negre de Alonso. ― Es para hacerle una aclaración al señor Demichellis porque queda como si asintiéramos. Usted recién, en contestación a alguno de los senadores —no recuerdo si era el senador Morales o la senadora Estenssoro—, dijo que hubiera sido distinto si estas modificaciones se proponían en la Cámara de Diputados. Nuestro sistema constitucional es bicameral. Nosotros somos Cámara revisora, lo que no implica ser Cámara de adhesión. Por lo tanto, tenemos el derecho y la obligación de realizar, proponer, sugerir y hacer todas las modificaciones para sacar un proyecto mejor. No tenemos que levantar la mano y aprobar directamente lo que viene de la Cámara de Diputados, así como ellos, cuando se aprueba un proyecto en el Senado, le hacen modificaciones y regresa a esta Cámara. Eso nos tiene que quedar claro porque hace al fortalecimiento de las reglas democráticas. Le pedí que me volviera a leer ese artículo porque yo soy de San Luis y nuestro canal provincial tiene más del 80 por ciento de la programación local, a partir de 2009, cuando incorporamos lo que se llama San Luis Satélite. Entonces, en definitiva, es una voluntad política hacer conocer o no los contenidos locales. Esto lo digo, inclusive, con respecto a lo que decía la señora senadora Parrilli, referido a que le preocupaba que iba a una provincia, encendía la televisión en un hotel, y sólo emitían programación nacional. Creo que eso es voluntad política del gobierno local. Nosotros tenemos programas para las capacidades diferentes, de capacitación, de eventos locales, de música local, de producción de cine, etcétera. También quiero hacer alguna referencia a lo que viene sosteniendo la señora senadora Osuna desde la semana pasada: la preocupación de los contenidos. En realidad, en la legislación actual, el COMFER tendría que velar por los contenidos que afectan a las niñas, niños y adolescentes. Y no sólo me refiero a los contenidos pornográficos —el señor Demichellis o Granero referenció a los convenios internacionales que protegen a la niñez—, sino también a todo el tema de la violencia. Sin embargo, hay una ausencia y un silencio absoluto del COMFER en este sentido. Eso también se relaciona a una voluntad política de hacer operativas o no las normas vigentes. Finalmente, me parece muy bien que usted diga que estamos discutiendo frente a la gente. Pero le quiero decir que todos los proyectos de gran relevancia se discuten así. Escuchamos, preguntamos, atendemos las sugerencias y, con mucho respeto, en nuestras diferentes posiciones escuchamos a la gente. No es una excepcionalidad. Gracias. Sr. Granero. ― Quiero hacer una aclaración. No era por excepción. Solamente en esta materia sensible no podía no ser discutido frente a la gente. Hay cosas que, habiendo más medios de comunicación, serían invisibles, como ser plenarios para tratar otros temas que no le interesan a la agenda de los grandes medios de comunicación. Teniendo más oportunidades de crear más medios de comunicación y más diversidad ideológica, quizá pueda haber más interesados en la agenda noticiosa de ese medio de comunicación. Sra. Negre de Alonso. — ¿Me permite, señor presidente? Sr. Presidente. — Sí, adelante. Sra. Negre de Alonso. — A lo mejor, no han sido temas que hayan interesado tanto a los medios pero, por ejemplo en el tema de las AFJP, hicimos audiencias y teníamos el salón lleno de medios de comunicación. En el tema de Aerolíneas Argentinas también teníamos medios de comunicación. Con la disposición 125 y los distintos proyectos que la modificaban y de política productiva para el país también los discutimos. En ese caso, con algunos de los que presiden hoy esta comisión presentes e, incluso, presidiendo esa comisión. Siempre hemos tenido la participación de los medios. 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 28 Quiere decir que tratamos los temas de cara a la gente y le abrimos las puertas a quienes quieran venir y los escuchamos con mucho respeto, más allá de que compartamos sus posiciones. Muchas gracias. Sr. Presidente. — Tiene la palabra el señor senador Vera. Sr. Vera. — Señor presidente: agradezco la presencia de los representantes gremiales. A raíz de las expresiones del representante gremial de UTE, creo que viene al caso — aunque ya lo hizo la senadora de San Luis recién— hacer referencia a que en la Cámara de Senadores tenemos el deber de revisar la ley que vino con sanción de la Cámara de Diputados. No lo aclaro para quienes somos de la casa sino para quienes escuchan desde afuera, porque esta audiencia tiene mucha difusión. Es bueno que se sepa que, aunque se haya creado una mala tradición respecto de que una ley que se sanciona en Diputados debe ser sancionada sin modificaciones en el Senado, en esta oportunidad —como en otras—, este Cuerpo ha decidido revisarla. Sería sano y razonable y haría al prestigio, envergadura y a la importancia que tiene el Senado de la Nación que se hagan todas las modificaciones que, según el sano juicio y las mayorías parlamentarias, se impongan. Debo decir también que entendemos y tomamos nota de la conformidad de los representantes gremiales y, seguramente, si mañana la aprobación del texto que salga no es buena en la cuestión vinculada a los derechos de los trabajadores, ustedes tendrán que dar las explicaciones ante sus afiliados. Desde ese punto de vista, tomamos nota de sus dichos. Lo que más me importa es que no vaya a quedar la confusión en cuanto a las potestades que tiene la Cámara de Senadores de revisar, modificar y aprobar o rechazar la ley según lo indiquen los números de la Cámara. Sr. Demichelis. — Primero, quiero repetir lo que dijimos los tres oradores hoy. Queremos agradecer la invitación de la Cámara de Senadores para poder expresarnos. Claro que los senadores tienen, como decía el señor senador, esa misión: revisar, modificar, volver a analizar y debatir el proyecto de ley. Lo que quiero decir es que, como dijo el compañero, esta ley, además de tener 25 años y ser la ley de la dictadura, hace muchos años que muchos sectores están trabajando y debatiendo en foros su respectiva modificación. Por ejemplo, los compañeros de los pueblos originarios me comentaron que hicieron más de 10 foros por todo el país. Entonces, cuando uno escucha: “hace un mes que aparece esta ley, no hay tiempo”, no es que la historia empieza cuando a uno le llega un texto. Esta historia de una nueva ley de servicios audiovisuales fue parida por muchísimas organizaciones y ya fue debatida y discutida. Por eso, cuando uno sabe que en la Cámara de Diputados se hicieron modificaciones sustanciales a la ley, y por eso fue acompañada por otros bloques, los sectores involucrados en Los 21 Puntos dijimos: “esta ley es buena”. Por eso acá, por ahí se entiende mal, pero venimos a ratificar que estamos conformes con la sanción de la Cámara de Diputados. Esto, por favor no lo entiendan mal, no es una falta de respeto ni un cercenamiento al Senado; nos invitan a hablar y decimos que estamos conformes con la sanción de la Cámara de Diputados. En el proyecto hay cosas comprensibles y otras no. La nueva Ley Nacional de Educación también fue debatida y tuvimos la suerte de que presidiera el último debate el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel. Algunos senadores no la aprobaron y, de todas maneras, derogó, por suerte, la Ley Federal de Educación. El proyecto no hablaba del estatuto del docente. Una cosa es la ley y otra cosa son los derechos de los trabajadores que se discuten en paritarias y tienen otras normativas. Pongo el ejemplo de la Ley de Educación porque cada provincia tiene sus estatutos y los trabajadores tienen su reglamentación con la patronal, que es el gobierno. Es decir que e tema laboral no estuvo enmarcado en la ley. 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 29 Por eso, creo que involucrar en la ley cuestiones que, como explicó el compañero de prensa, están en otras normativas no tiene asidero, sí lo tienen otras cuestiones. Pero, repito, estamos muy conformes con lo que se discutió en la Cámara de Diputados. Sr. Presidente. — Tiene la palabra la señora senadora Quintela. Sra. Quintela. — Buenas tardes a todos. Quiero hacer una reflexión. Fíjense cómo, a veces, lo urgente deja de lado lo importante. Me pregunto: ¿en un cuarto de Siglo quién se preocupó por el tema que estamos tratando ahora? No me gusta decirlo, pero el año pasado causé malestar en el Cuerpo cuando realicé un congreso, acá en el Senado, al que invité a todos los medios de comunicación a tratar lo que desde el Poder Ejecutivo todavía no se tenía pensado enviar. Me dio una gran alegría que asistieran los trabajadores, los dueños de las emisoras y de medios de comunicación pequeños y que llegáramos a tener una clara imagen de lo vulnerables que son los trabajadores de prensa, incluyendo a todos los medios de comunicación y demás. Esto que ratifican los compañeros, que debería ser la columna vertebral de nuestra patria, a mí me congratula. He estudiado la sanción de la Cámara de Diputados y estoy de acuerdo en que habrá que hacer algunas modificaciones. Pero no hay nada más perjudicial e irrecuperable que el tiempo. Creo que esta ley debe ser aprobada ya, de manera urgente. Recién escuché al compañero decir que los trabajadores de prensa ganan dos mil y pico de pesos. En mi provincia el promedio de sueldo, teniendo en cuenta que han sido mejorados los sueldos de los docentes, es de 450 a 500 pesos mensuales. Eso realmente me duele y me condena a decir y a hacer todo lo posible para que las grandes corporaciones y multinacionales, a aquellos que nos dejan sin palabras y a aquellos que impúdicamente hacen abuso de la libre expresión... Yo estoy de acuerdo totalmente con la libre expresión pero, por ejemplo, estoy en contra de los monopolios de los alquileres y hay algunos medios que ya me han denigrado e insultado, incluso, que me han subordinado a un colega que es el presidente de mi bloque. Yo no soy subordinada de nadie, solamente de la gente más vulnerable. Entonces, así como voy a seguir defendiendo a los inquilinos, porque hay un abuso total hacia ellos, voy a defender a los trabajadores de prensa aprobando esta ley. En cuanto a las modificaciones que haya que hacer, sean pequeñas o grandes, las haremos a su debido tiempo porque tenemos todavía varios años de mandato y varios legisladores que se incorporarán a este Parlamento. Mientras tanto, estoy absolutamente segura de que esto representa un gran paso. Soy enemiga absoluta de la dictadura; de hecho, he sufrido persecuciones. He aprendido de monseñor Angelelli que sostiene hay que tener un oído en el pueblo y otro en Dios. Entonces, como soy cristiana, amo al prójimo y amo a todos pero más al que nos necesita. Como representantes de cada una de nuestras provincias y de la Nación, estoy absolutamente segura de que esta ley es muy buena comparada con lo que teníamos, cuando nadie hablaba de esa ley que estuvo totalmente en vigencia. De la misma manera, también voy a hablar de la coparticipación que es una ley vigente de la dictadura. Entonces, queridos colegas, cada uno podrá tener sus razones y sus motivaciones, pero estoy absolutamente segura de que no podemos tolerar más a aquellos que hacen uso y abuso de su poder. Con esto, quiero decirles que en todos nosotros van a tener verdaderos aliados en lo que respecta a lo que nosotros —los peronistas— llamamos justicia social. Tengan la plena seguridad de que así será porque consideramos que venimos desde hace tanto tiempo vulnerando una sociedad y es hora de que empecemos a reconstruirla y eso es lo que vamos a hacer, aún con falencias. Sr. Presidente. –– Tiene la palabra la senadora Osuna. Están anotadas las senadoras Corradi de Beltrán, Perceval y Fellner. Les pido por favor que hagamos preguntas a los invitados. Aprovechemos la presencia de los representantes de distintos gremios aquí. 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 30 Sra. Osuna. –– Hacemos preguntas, pero, si me permite señor presidente, también quiero hacer alguna consideración sobre afirmaciones que aquí se hacen, porque para nosotros es importante dejar en claro y bien establecido un punto de vista y el fundamento que nos lleva a la defensa y al respaldo de este proyecto. En cuanto al tema del trabajo, el senador Morales ha expresado su preocupación —que creo que es la de todos— respecto de qué formato instrumental, qué herramienta, puede adoptarse a partir de esta ley para la defensa de los trabajadores y de las fuentes de trabajo. En este sentido, con respecto a la defensa de los trabajadores, si bien aquí se ha dicho que la ley vigente hace referencia a normas laborales que tienen continuidad más allá de la aprobación de esta ley, en el proyecto que estamos analizando se hace referencia a un aspecto que tiene que ver con la elaboración de los pliegos. Precisamente, el artículo 3°, que define los objetivos de esta ley , en el inciso a), dice lo siguiente: “La promoción y garantía del libre ejercicio del derecho de toda persona a investigar, buscar, recibir y difundir informaciones...”, y continúa diciendo: “...conforme las obligaciones emergentes de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y demás tratados incorporados...” Esas normas, sobre todo las supranacionales, hacen referencia explícita a las condiciones de los trabajadores de prensa. Asimismo, el inciso c) de ese mismo artículo establece “la difusión de las garantías y derechos fundamentales consagrados en la Constitución Nacional”. En ese caso hay una relación directa que se vincula con el derecho de los trabajadores que, a nuestro juicio, deberá tenerse en cuenta en la elaboración de los pliegos tanto por los aportes del Consejo Federal como por la autoridad de aplicación; pero, asimismo, también deberá considerarse en el reglamento que la autoridad de aplicación se dé. La garantía de que expresamente esté formulado lógicamente va a estar dada por el aporte que hagan los trabajadores en su representación en el Consejo Federal, pero también creo que es oportuno que quienes estamos aquí —que vamos a ser parte de la autoridad de aplicación, la integraremos en la cuota parte que corresponda a primera, segunda y tercera minoría— debemos garantizar que eso efectivamente se refleje. Me refiero a las garantías de los derechos de los trabajadores, más allá de lo que hoy está vigente. Con respecto a la defensa de las fuentes de trabajo, brevemente me permito leer una declaración de trabajadores de prensa de la provincia de Entre Ríos, que represento. La declaración dice así: “Los comunicadores de Buenos Aires, como siempre, desconocen la realidad de las otras provincias y opinan sólo a partir de sus propios intereses...” Tomaré aspectos que considero pertinentes al tema que hemos analizado. “...Más específicamente, para ser directo, no hay que olvidar el desembarco de la firma Multicanal —que pertenece al grupo Clarín— a Paraná. Muchos parecen haber perdido la memoria y olvidarse de las consecuencias que esta llegada monopólica produjo. Ya en Buenos Aires habían empezado las presiones y persecuciones a periodistas que no armonizaban con la idea editorial que el multimedio pretendía o criticaban a quienes en determinado momento habían favorecido sus negocios” “...Multicanal, ya instalada en nuestra ciudad en el año 1998, se dedicó en primer lugar a atacar las producciones locales con una artimaña conocida: exigían a los realizadores de programas pago de los espacios costosísimos, imposibles de cumplir. Así sólo se mantuvo un magro noticiero para cumplir mínimamente con las exigencias que el COMFER pretendía. Hoy hablan de dar trabajo pero su llegada a Paraná y la región también produjo gran cantidad de despidos. “...El abonado quedó esclavo de la empresa y pasó a ser un número. Esto no los conformó” y dan otro ejemplo. “La llegada a la región de la empresa Gigared fue otro de los sucesos que hay que recordar. Aquí también el grupo tuvo algo que ver: primero ejerció presión para que otra empresa de cable no se instalara en la ciudad. Después su política fue la de bajar el costo del abono en los lugares que Gigared aparecía, con la excusa de promociones, para que los consumidores no se pasaran a la otra firma. Gigared tampoco pudo transmitir fútbol.”. “Hay muchos que parecen malos actores, que salieron a defender estos grupos olvidándose del 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 31 federalismo y de lo que en las provincias significa tener canal propio. No sé bien si esta ley es la mejor, pero lo que sé es que no hay algo peor que la realidad que hemos vivido.”. En fin, el texto que estoy leyendo y que firma un ex trabajador de Multicanal de Paraná, en realidad, apunta efectivamente a describir cómo en el proceso de concentración cientos de trabajadores de nuestra zona quedaron sin trabajo. Por eso la apuesta es que la diversificación en este proceso permita habilitar más puestos de trabajo. Sr. Presidente. — Tiene la palabra la señora senadora Corradi. Sra. Corradi. — Muchas gracias. Agradezco a los invitados por estar presente. Nos hubiese encantado escuchar al resto de los invitados, que no sé por qué razón no están presentes. Creo que es muy importante lo que nos han aportado, sobre todo el hecho de haber participado en la elaboración o en acercar sugerencias respecto a este proyecto de ley. En lo referido al tema de las garantías de los empleados de prensa, de comunicación —que es lo que ha preocupado a muchos senadores—, creo que vale la pena destacar, justamente, el objetivo de este proyecto, que es el principal, y que es terminar con el monopolio y la concentración de los medios o licencias en manos de unos pocos. Si bien nos hemos referido a la precaridad en las relaciones laborales, a la no existencia o incumplimiento de convenios colectivos, a la informalidad, creo que esto ha sido facilitado por esta concentración de los medios de comunicación. Por lo tanto, y atendiendo a la posición del titular de FATPREN, respecto a la necesidad —y coincido con esto— de que sea una ley especial la que se aboque al tratamiento y seguramente les dé las garantías a los trabajadores de la prensa y de la comunicación —que tanto ha preocupado a los senadores— quisiera preguntarle concretamente si es significativa la cantidad de trabajo informal o de incumplimiento por parte de los empresarios, según usted haya podido tener conocimiento. Porque me animo a pensar que mucho no vamos a conocer respecto al incumplimiento con los trabajadores por el hecho de que estén concentrados los medios en manos de unos pocos y esto le quita libertad o posibilidad a los trabajadores, sobre todo en las provincias del interior del país donde no tienen otra alternativa que trabajar en el medio que tienen a su alcance. Sr. Gravero. — En marzo de 2006, el 41 por ciento de los trabajadores de prensa del país ganaba menos del mínimo vital y móvil. En la actualidad, el Convenio Colectivo de Trabajo, firmado por la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa y la Asociación de Diarios del Interior, declara 574 trabajadores de todo el país. Nosotros representamos a 17.000. Así que imagínense los niveles de incumplimiento que hay de parte de la patronal de los medios de comunicación. En la historia del gremialismo de prensa se hicieron muchas cosas con el movimiento obrero, pero el gremialismo de prensa fue atacado profundamente, y por eso las consecuencias de que llegamos al 2000 con un gremio atomizado y sin cuadros. En la época de la dictadura tuvimos muchas muertes, pero no solamente de comunicadores sino de cuadros gremiales de la prensa. A nosotros nos intervinieron la Federación Argentina de Prensa con una tanqueta, porque no nos podía sacar de ahí. Al gremio de Mendoza lo bombardearon con balas de mortero, porque los compañeros estaban resistiendo. A un delegado paritario en Necochea, que iba a discutir salarios, lo hicieron desaparecer. Entonces, el gremialismo de prensa fue atacado sistemáticamente. Nosotros llegamos a los años 90 sin nada. La documentación del gremio de prensa la empezamos a recuperar en 1919 en la República Argentina. Estamos tratando de rearmar toda la historia del gremialismo de prensa. La realidad es que tuvimos tantos ataques y tanta destrucción dentro del gremio de prensa, que los 90 a nosotros nos agarró sin cuadros, sin gente, tratando de sostener a las organizaciones como edificio. El único gremio que discutió salarios fue la UDA en 1993, y esa fue la última vez que discutió salarios para la Capital Federal. La realidad es esa. Nosotros vemos que los niveles de incumplimiento de la legislación son muy fuertes. Pero con esta ley, y subsanado lo que sería la negociación colectiva con las cámaras empresariales que, justamente, son las que se oponen a esta ley porque tienen que crear puestos de trabajo, y se oponen a pagar salarios dignos y a discutir un 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 32 convenio colectivo de alcance nacional porque les conviene no tener reglas de juego en este momento, porque simplemente —si se aprueba este proyecto de ley— ellos no tendrían necesidad de declarar nada, por ejemplo, porque no hay convenio colectivo. Entonces, la realidad es que sabemos que estamos en un momento donde discutimos con poderes económicos, no con el poder político; ellos tienen un poder económico muy fuerte. Las cámaras empresariales de la República Argentina, excepto ADIRA, que hay militantes, como por ejemplo el diario La Arena, que fue uno de los impulsores del convenio ADIRA-Fatpren, porque ven desde lo ideológico la necesidad de tener trabajadores reglamentados. Pero ese periódico se tuvo que ir de ADEPA porque esta lo dejó de representar en este momento. Entonces, nos tenemos que dar cuenta que es una discusión ideológica y de poder económico, y esto último normalmente no pasa por los trabajadores sino que pasa siempre por las empresas que son las que no se avienen a cumplir con la legislación. Pero con lo que está escrito acá nosotros tenemos lo suficiente para tomar o retomar todas las herramientas. El gremialismo de prensa dio muchísimo y fue la fuente ideológica del Movimiento de Trabajadores Argentinos, el MTA, y ocupó la secretaría adjunta de la CGT de Brasil Rodolfo Audi fue uno de los grandes militantes que tuvo la Capital Federal, pero la realidad es que la Federación —pese a toda la historia que les cuento, 50 años desde que tuvo la personalidad gremial— es invisible. Nosotros ni pensamos en tener —como dice el proyecto de ley— un medio de comunicación que tiene que ser sin fines de lucro, porque no sé si lo podría gestionar la Federación Argentina de los Trabajadores de Prensa; esa es la realidad. Esos son los niveles de golpes que tuvo el sistema al gremialismo de prensa. Por lo tanto, con esta ley nosotros podemos tener voz adentro del Consejo Federal que tratará los pliegos. También dar los libres de deuda respecto a los convenios colectivos, a la obra social, a las cuotas sindicales, a que cumplan con los servicios mínimos informativos. Y nosotros lo que podemos decir con ese poder es que estamos tratando de dignificar a la familia del trabajador de prensa. Y este proyecto de ley, como salió de la Cámara de Diputados, hasta ahí no lo da y satisface a la Confederación de Sindicatos de Medios, y ahí está el SAT, locutores, todo, porque lo estuvimos discutiendo desde adentro de las organización. Hago una aclaración: el Sindicato Argentino de Televisión no pudo venir, simplemente, por tratar de analizar todo el proyecto de ley completo, cómo quedaba. Pero no se trata de que no quiera venir ni que tuvo un problema, sino que va a venir pero con todo desmenuzado, porque realmente el SAT ha trabajado muchísimo acerca de este proyecto de ley. Sr. Presidente. — Antes de darle la palabra a la señora senadora Fellner, quiero decir que vamos a pasar luego a un cuarto intermedio hasta las 15 horas. Por la tarde, vendrán organizaciones de derechos humanos y del sector civil. Fueron invitadas las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, que no podrá estar porque se encuentra fuera del país; Madres de Plaza de Mayo, línea fundadora, Tati Almeida; Servicio de Paz y Justicia —Pérez Esquivel, tampoco se encuentra en el país—; en representación de la Asociación Civil para la Integración Social está confirmada la presencia de Mónica Bianchi.; CIPPEC —Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento—, que también está confirmado; el CELS —Cenrtro de Estudios Legales y Sociales— y la Asociación de Derechos Civiles, que también están confirmados. Tirne la palabra la senadora Fellner. Sra. Fellner. — Señor presidente: después de escuchar el viernes —si mal no recuerdo— que al señor Néstor Busso se le dijo que se fijara bien, porque esto no estaba en los 21 puntos de la democracia, etcétera, tengo que hacer preguntas obvias, sumamente obvias. Sr. Presidente. — Perdóneme, senadora. También me había pedido la palabra la senadora Perceval,. Por lo tanto, cuando usted finalice, hablará ella antes de pasar a cuarto intermedio. Sra. Fellner. — Ya son obvias las preguntas. Quiero preguntar dos cosas a la gente de FATPREN. 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 33 ¿Ustedes estudiaron esta ley? ¿Tienen abogados que sepan mucho de derecho laboral para que le hicieran notar algo que estaba mal? Sr. Granero. — Nosotros fuimos participantes, a través de nuestra asesoría letrada, de hacer parte del proyecto de ley. Sra. Fellner. — Ahora quiero preguntar al representante de UTE. Porque ustedes son representantes, ¿no es así? No vienen a hablar con voz propia sino que representan a todos los que están detrás de ustedes. Porque también aquí se dijo “usted opina” y creo que debiera haberse dicho “ustedes opinan”. Qué lástima que se fue la senadora Estenssoro, que estaba tan preocupada por las comunidades aborígenes. Entiendo que esta ley regula, da oportunidades, etcétera. ¿Por qué cree usted que las comunidades aborígenes están tan preocupadas porque esta ley salga y sus voces sean escuchadas? Y una segunda pregunta: la senadora Negre de Alonso, quien tampoco está presente, dijo que el que calla otorga. ¿Usted cree realmente que los contenidos, sobre todo los locales, tienen que ver con una voluntad política? ¿No va mucho más allá esto? Sr. Demichelis. — Como bien se dijo acá, la Coalición por una Radiodifusión Democrática que planteó los 21 puntos está integrada por distintas organizaciones sociales de derechos humanos, universidades, intelectuales, gente de la cultura, trabajadores, las dos centrales —CTA y CGT—, numerosas organizaciones no gubernamentales y también representantes de los pueblos originarios. En oportunidad de desarrollarse las audiencias en la Cámara de Diputados tuve entrevistas con varios de ellos y me expresaron que habían hecho, a lo largo y a lo ancho del país, más de diez encuentros y que era la oportunidad de acceder a una comunicación propia. Generalmente, salvo honradas excepciones, cuando se habla de los pueblos originarios se los toma como algo extraño o para mostrar algo —entre comillas, para no quedar maleducado— pintoresco. Y creo que los pueblos originarios de este país —como otros sectores, pero ahora estamos hablando de ellos— tienen una riqueza cultural e histórica. Ellos ven esta ley —y lo expresaron así— como una herramienta que los va a contemplar para poder hacer escuchar sus voces y relatar ellos mismos su historia y que no sean otros los que lo hagan. Sr. Presidente. — Tiene la palabra la senadora Perceval. Sra. Perceval. — Agradezco la presencia de los representantes de las organizaciones gremiales de los trabajadores —federaciones, en realidad— y, especialmente, a los de UTE, porque trabajamos muy cerca en los momentos de construcción, previa a la presentación por parte del Poder Ejecutivo, de este proyecto. Trabajamos desde los organismos de derechos humanos, de defensa de los derechos de niños, niñas y adolescentes y también de mujeres en consultas durante varios años. Quiero rescatar algunas cuestiones no para ratificarlas tontamente sino para compartirlas lúcidamente. Porque este es un tema recurrente en cada una de las consultas que vamos teniendo. Me queda claro también desde la posición de ustedes —y si no fuese así, por favor, corríjanme— que, siendo imprescindible y urgente trabajar en una ley y en un marco regulatorio de publicidad oficial, no se trata de incluir este tema dentro de este texto sino de trabajar otro proyecto. Un segundo punto que pudé escuchar por Senado TV en el momento que venía llegando hacia aquí es la necesidad de un proyecto de acceso a la información. Quiero comentar —los senadores y las senadoras presentes van a recordarlo— que el 9 de noviembre de 2004 aprobamos en el Senado un proyecto que había venido de la Cámara de Diputados. Lo enriquecimos y perdió estado parlamentario en la Cámara Baja, por lo cual hay que empezar a trabajar nuevamente en un proyecto integral de acceso a la información. Y con relación al tema de los derechos de infancia, me parece que no se trata sólo del tema de la prostitución. Sé que la senadora Negre de Alonso ha estudiado el proyecto venido de Diputados y realmente nos hemos ocupado de que transverslamente esté presente el tema de 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 34 niñas, niños y adolescentes, con un Consejo Asesor de la Comunicación Audiovisual y la Infancia que tome específicamente esa cuestión. Digo esto porque no se trata sólo del tema de pornografía. Inclusive, también está la ley 26061 como parte del texto de este proyecto que ha venido de Diputados. Consultado y ponderado el proyecto del Consejo para la Consolidación de la Democracia que impulsara el doctor Alfonsín y que recordáramos la semana anterior, en la junta asesora también tenían dos representantes sindicales. Entonces, en este Consejo Federal de Comunicación Audiovisual, indudablemente, tres representantes hacen a la diversidad y al crecimiento de estas organizaciones de trabajadores. Me queda claro que así como para nosotros es una deuda la sanción de una ley de publicidad oficial y de acceso a la información, queda en ustedes el tema, no sólo por la presencia en este Consejo sino porque esta ley facilitaría trabajar para un convenio colectivo que se adeuda para los trabajadores y trabajadoras de radio y televisión. ¿No es así? Sr. Demichelis. — Sí. Sr. Granero. — Con respecto a la publicidad oficial, no sé si es mucho más rápido, más necesario, o más urgente hablar de propiedad intelectual de los trabajadores de prensa y de los periodistas. Porque el material que están sacando en este momento puede ser reproducido ilimitadamente y hasta vendido al exterior; y las fotografías publicadas nuevamente, vendidas a agencias y publicadas en anuarios. Y siempre los periodistas cobran siempre el mismo salario. Nosotros queremos hablar de propiedad intelectual, porque estamos enfrentando una modificación de la estructura de los medios de comunicación en la República Argentina y necesitamos reactualizar la propiedad intelectual de los trabajadores de prensa respecto de los derechos que tienen sobre el trabajo que realizan. Porque realmente se construyen agencias noticiosas en la Argentina en base a los materiales que muchos compañeros hacen día a día. Por ejemplo, con los diarios hacen los programas de radio de la mañana. Y, realmente, el trabajo del periodista, que es informar también, se ve desvirtuado respecto de la paga. Yo creo que eso sería una prioridad antes que la publicidad oficial, respecto de los intereses de los trabajadores de prensa. Realmente, a nosotros nos da una herramienta muy importante este proyecto de ley. Tenemos la esperanza centrada en que esto se haga realidad para todo el gremio de prensa. Creo que esto modificará la cuota de poder que tenemos frente a la patronal. Nosotros somos un gremio tan rico y tan noble en muchas cosas para el resto y para nosotros a veces nos cuesta trabajar, pero esto nos va a dar herramientas, porque creo que el acceso al diseño de los pliegos y el hecho de tener que otorgar un libre deuda informando a las empresas respsecto de lo que tienen que pagar o no para que accedan a un pliego, a nosotros nos va a dar una cuota de poder diferente frente al empresariado de la República Argentina. Sr. Demichelis. C Desde la Unión de Trabajadores de la Educación CCTERA CapitalC queremos agradecer esta invitación para poder formular nuestras opiniones, aportar sugerencias y volver a afirmar que apoyamos este proyecto de ley de radiocomunicación. Ojalá que pueda ser sancionado prontamente para terminar de una vez por todas con la ley de la dictadura. Muchísima gracias, porque Ccomo dije cuando intervineC la comunicación, la información y la educación van de la mano para formar un ciudadano libre, crítico y responsable. Muchísimas gracias a todas las senadoras y a todos los senadores. Sr. Presidente. C Les agradecemos por su presencia. Se pasa a cuarto intermedio hasta las 15 horas. C Son las 13 y 37. — A las 15:35. Sr. Presidente (Ríos). — Continuamos con la reunión. En primer lugar, tiene la palabra la señora Eleonora Rabinovich, por la Asociación por los Derechos Civiles; luego, Andrea Pochak por el 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 35 CELS y, finalmente, Nicolás Ducoté, por el CIPPEC. Por lo tanto, tendrán unos minutos de exposición y, luego, si les parece, realizaremos la ronda de preguntas. Muchas gracias por su presencia y por aceptar la invitación. Sra. Rabinovich. — Muchas gracias por la convocatoria. Mi nombre es Eleonora Rabinovich y hablo por la Asociación por los Derechos Civiles. En primer lugar, queremos decir que desde esta asociación consideramos que la sanción de una nueva ley de radiodifusión que regule la comunicación audiovisual, de acuerdo con los estándares internacionales en la materia, es necesaria e impostergable, como lo hemos venido diciendo en los últimos tiempos. En este sentido, desde la ADC celebramos que la discusión sobre una nueva ley de servicios de comunicación audiovisual se haya colocado nuevamente en la agenda de debate público, y esperamos su adecuado tratamiento en el Congreso, para que concluya en la sanción de una norma que ─como dijimos con anterioridad─ respete los estándares internacionales. Nosotros presentamos un documento ante los legisladores de la Cámara de Diputados con algunas observaciones y sugerencias que teníamos con relación al proyecto original, muchas de las cuales fueron receptadas en la aprobación de Diputados y otras no. Fundamentalmente, nos abocamos al análisis de dos cuestiones que consideramos que son primordiales en cualquier ley de medios audiovisuales, y sobre las cuales hemos venido trabajando con anterioridad y tenemos cierta experiencia para poder hacer aportes vinculados con la conformación de la autoridad de aplicación y con la estructura propuesta para los medios públicos. También, revisamos el régimen de sanciones, que es una de las facultades cruciales de la autoridad de aplicación. Con respecto a la autoridad de aplicación, queremos enfatizar una vez más que una autoridad de aplicación autónoma que esté protegida contra las presiones tanto del gobierno como de grupos privados es la única manera de garantizar un marco plural, diverso y democrático en las comunicaciones audiovisuales. En este sentido, como hicimos en el documento, queremos mencionar el informe anual 2008 de la Relatoría para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, donde se dispone que es esencial que todo el proceso de asignación y regulación esté orientado por un órgano técnico, independiente del gobierno, que goce de autonomía frente a presiones políticas coyunturales, que se encuentre sometido a todas las garantías del debido proceso y que se someta al control judicial. En general, nosotros creemos que la propuesta incluye muchas reformas positivas y avances con relación a lo que es la situación actual de regulación del sector audiovisual. Por ejemplo, la incorporación de minorías parlamentarias; la creación del Consejo Federal, por su representatividad y carácter federal; la Defensoría del Público; el Consejo Asesor del Audiovisual y la Infancia son, sin duda, adelantos con relación a la situación actual, donde existe una absoluta discrecionalidad por parte del Poder Ejecutivo Nacional y del COMFER. Nuestros cuestionamientos fundamentales al proyecto original tenían que ver con la falta de autonomía que veíamos en la autoridad federal, que es la verdadera autoridad de aplicación. Considerábamos que esta falta de autonomía opacaba al resto de los adelantos y de los avances que incorpora el proyecto. En ese sentido, hay que remarcar que las reformas efectuadas en la Cámara de Diputados, a través de su sanción, implican un avance sobre la estructura anterior propuesta, en cuanto se quita la autoridad de aplicación del ámbito de la Secretaría de Medios, convirtiéndolo en un órgano descentralizado y autárquico; se modifica su integración, evitando un predominio automático del Poder Ejecutivo; se establece una garantía de estabilidad y se articula la duración de los mandatos de los directores, de manera que no coinciden con el período del presidente. Sin embargo, consideramos que las modificaciones no son enteramente satisfactorias y que existe todavía necesidad de hacer mejoras, que esperamos se hagan en esta instancia. Específicamente, como principales observaciones al proyecto, pensamos que hay que equilibrar la 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 36 conformación del directorio de la autoridad federal y establecer un sistema de designación transparente y con consultas públicas. En primer lugar, con respecto a la composición del directorio, si bien como dijimos antes el Ejecutivo pierde el predominio automático ─lo cual es un adelanto─, existe todavía la posibilidad de que la autoridad de aplicación esté conformada principalmente por miembros designados por el Poder Ejecutivo. Se podría haber pensado una estructura superadora que garantice un mayor pluralismo, por ejemplo con un solo miembro designado por el Poder Ejecutivo o dándole una mayor participación a las minorías parlamentarias, disminuyendo el peso del PEN, utilizando mayorías calificadas por parte del Congreso para confirmar directores, etcétera. En este punto, vale la pena remarcar que, teniendo en cuenta la historia de discrecionalidad en el manejo del sector con un organismo capturado por los gobiernos y por los acuerdos realizados entre gobiernos y sector privado, es imprescindible elevar al máximo la garantía de autonomía de este organismo. Por eso, solicitamos que se modifique la integración. Por otra parte, el nombramiento debe incluir un sistema de consultas públicas, que es más que un sistema de publicación de antecedentes como el que se estableció en la sanción aprobada por Diputados. Podría pensarse un mecanismo similar al que se estableció con el Decreto Nº 222 para la designación de los miembros de la Corte. Creemos que un sistema de consultas públicas contribuiría a otorgar mayor transparencia y darle mayor legitimidad al nombramiento de los directores. Por otra parte, como dijimos en el documento que presentamos oportunamente, las incompatibilidades de los directores deberían ser más específicas que las propuestas en la ley e incluir, por ejemplo: no ocupar ningún cargo público, no tener cargo electivo en un partido político, no tener un cargo, recibir remuneración y tener directa o indirectamente —y esto es muy importante— intereses en empresas de telecomunicaciones o en medios de comunicación en general. Es decir, tan sólo con la referencia a la Ley de Ética Pública creemos que no alcanza. Por otra parte, consideramos que es necesario establecer un régimen de mayorías calificadas para algunas de las decisiones de la autoridad federal, dada la importancia de alguna de estas decisiones, por ejemplo: la aprobación de pliegos; la adjudicación, prórroga y declaración de caducidad de las licencias; la declaración de ilegalidad de las estaciones; la aplicación de algunas sanciones; etcétera. Por último, consideramos que la facultad y el proceso de remoción de los directores, si bien está dotado de varias garantías de acuerdo con lo que establece el propio proyecto, debería estar en manos del Congreso y no del Consejo Federal. Con relación a la Comisión Bicameral, insistimos en que el proyecto no establece cómo será la composición de este organismo. Tan sólo dispone que estará conformada por ocho senadores y ocho diputados nacionales elegidos por cada Cámara. El silencio puede estar remitiendo el modo en que tradicionalmente se componen las comisiones dentro del Poder Legislativo, pero creemos no abundaría establecer una regla que asegure el pluralismo político dentro de este organismo que tiene importantes funciones de control. Por otra parte, teniendo en cuenta las importantes funciones de control que tiene este organismo, los miembros deberían estar sujetos a un régimen más específico y riguroso de incompatibilidades que lo que establece el proyecto para los legisladores, esto es que no pueden ser titulares de licencias. El régimen de incompatibilidades debería ser más específico; y lo mismo aplico para el Defensor del Pueblo. En cuanto a la estructura de medios públicos, en primer lugar, quiero que decir que desde la ADC consideramos que la construcción de medios públicos independientes es fundamental para asegurar el derecho a la información de toda la sociedad. En ese sentido, celebramos el reconocimiento de los medios estatales como actores complementarios y no subsidiarios de los medios privados, tal cual establecía la ley vigente. 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 37 Consideramos que la estructura propuesta es un avance con relación al sistema actual, donde rige una absoluta discrecionalidad por parte del PEN, ya que se incorpora un mandato del servicio público, del cual hoy carece, y se establecen organismos interesantes, como el Consejo Consultivo Honorario de los Medios Públicos. Sin embargo, sigue siendo necesario reforzar –como ya reclamamos– la autonomía del directorio para asegurar su independencia, tanto del gobierno como de cualquier grupo de interés particular. En ese sentido, reiteramos todo lo que hemos dicho con relación a la integración del directorio de la autoridad federal, a fin de equilibrar su composición y establecer un mecanismo transparente que incluya mecanismos de consultas públicas para la designación de los directores. Por último, me voy a referir al régimen de sanciones, que es una de las principales atribuciones de la autoridad de aplicación. Quiero mencionar dos puntos. Por un lado, existen algunas conductas prohibidas que no se encuentran lo suficientemente descriptas en la norma. Esta vaguedad puede contradecir el principio de legalidad, en la medida en que la acción prohibida no aparece suficientemente descripta en la norma. Por ejemplo, en el artículo 108, que se sanciona con caducidad de la licencia o registro, existe una indefinición con relación a cuáles son los actos atentatorios contra el orden constitucional de la Nación y cuáles son los delitos dolosos a los que alude el inciso i) de ese proyecto. Se trata de una conducta muy importante porque da lugar a la caducidad de la licencia. En segundo lugar, también creemos que correspondería especificar a qué se refieren varios de los términos incluidos en el artículo 7°, donde se establece una serie de conductas que violarían las disposiciones de protección a los menores. Por su vaguedad, puede dar lugar a la no aplicación de sanciones en determinadas situaciones que se quieren sancionar o a una aplicación de sanciones penalizando conductas que no se buscan sancionar. En este caso, lo que estamos pidiendo es que se especifiquen y que se precisen mejor, por ejemplo, a qué se refieren las escenas que contengan violencia verbal y física injustificada. ¿A qué se refiere este término “injustificada”? Otro de los incisos hace referencia a desnudez y lenguaje adulto fuera de contexto. También, habría que precisar a qué se refiere la norma con “fuera de contexto” o con la utilización de “lenguaje obsceno sin una finalidad narrativa que lo avale”. Es decir, correspondería precisar mejor algunas de las conductas que se están penalizando. También, respecto a las sanciones, es importante tener en cuenta lo que se establece con relación a los efectos no suspensivos de los recursos. El proyecto de ley establece que la interposición de los recursos administrativos o de acciones judiciales contra la implementación de sanciones no tendrá efecto suspensivo. Esta falta de efecto suspensivo creemos que es especialmente grave en la esfera judicial, y en materia de recursos administrativos puede ser problemática, sobre todo en los casos de caducidad de las licencias. En la sanción de Diputados se modificó parcialmente este artículo para permitir que se aplique la suspensión o no de los artículos de acuerdo a un análisis de las circunstancias del caso. Nos parece relativamente vago, porque, en todo caso, también permite una discreción muy amplia por parte de la autoridad de aplicación, en la medida en que tiene que decidir aplicar o no un efecto suspensivo a un recurso. Por último, desde la ADC consideramos que existen otras leyes que también son impostergables para garantizar el derecho a la libertad de expresión y a la información de toda la sociedad, y que tendrían que complementar una agenda de protección de la libertad de expresión. Nos referimos a una ley nacional de acceso a la información pública, a la despenalización de las calumnias e injurias cuando se refieren a cuestiones públicas y, sobre todo, a la regulación de la publicidad oficial con criterios y procedimientos transparentes y no discriminatorios. Es decir, además de sancionar una ley de servicios de comunicación audiovisual, el Congreso debería avanzar sobre el tratamiento y sanción de esas otras leyes que son fundamentales para fortalecer nuestra democracia. Muchas gracias. Sra. Pochak. – Soy directora adjunta del Centro de Estudios Legales y Sociales, CELS. En nombre de éste, agradezco al Honorable Senado por esta invitación. La Fundación del CELS, en 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 38 1979, hace treinta años, durante la última dictadura militar, respondió a la necesidad de encarar acciones rápidas y decisivas para detener las graves violaciones de los derechos humanos. A partir de 1983, el CELS inició una redefinición de su agenda para orientarla a la protección de derechos humanos en democracia. En este nuevo contexto, comenzó a delinearse el abordaje de los temas vinculados a la libertad de expresión y el derecho a la información, entendidos como derechos humanos fundamentales. El reclamo por una ley de radiodifusión de la democracia se transformó, desde entonces, en uno de los pilares centrales de ese trabajo. Por eso, hace más de diez años que bregamos por la sanción de una nueva normativa que regule la prestación de servicios de comunicación audiovisual en sintonía con los estándares internacionales de derechos humanos y que reemplace al Decreto ley N° 22285 promulgado en 1980. Esta normativa ha sido reformada en diversas ocasiones. En la inmensa mayoría de los casos, a partir de fuertes presiones empresariales con el objetivo de profundizar la estructura comercial concentrada y trasnacionalizada del sistema de medios. Sin embargo, tras más de veinticinco años de democracia, no se ha escuchado ningún reclamo de parte de los sectores que hoy más se oponen a la reforma; por ejemplo, por la sustitución de artículos como el 7°, 14 y 18 de la ley de radiodifusión, que instan a los medios a colaborar con la seguridad nacional, contribuir al fortalecimiento de la fe y la esperanza de los destinos de la Nación y a difundir las noticias relacionadas con hechos o episodios sórdidos, truculentos o repulsivos con decoro y sobriedad. Todos estos artículos, postulados bajo la Doctrina de la Seguridad Nacional que animó la sanción de esta normativa como un engranaje más del terrorismo de Estado. Tampoco se ha avanzado, hasta ahora, en la creación de un organismo de control autárquico, con una conformación democrática y plural. Por el contrario, parece que algunos se olvidan que permanece vigente el artículo 96 de la ley que establece que el directorio del COMFER deberá ser integrado por un miembro de cada uno de los comandos en jefe de las Fuerzas Armadas, un miembro de la Secretaría de Información Pública –actual, Secretaría de Medios–, un miembro de la Secretaría de Comunicaciones y dos representantes de las asociaciones de licenciatarios privados de radio y televisión. Esto fue evitado, desde la recuperación de la democracia, con un mal menor, como es la dirección del organismo por un interventor nombrado de manera directa por el Ejecutivo. En este escenario, los esfuerzos por lograr una regulación democrática de la radiodifusión ponen de manifiesto la necesidad de reconocer la comunicación y la cultura como elementos centrales en el marco de un Estado de derecho que, de ninguna manera, pueden quedar supeditados de manera exclusiva a la lógica de la explotación comercial, en desmedro del bienestar común. El desafío que enfrenta nuestro país, al igual que muchos otros, es superar la limitación al derecho a la información en su fase individual y social, derivada de la estructura concentrada del sistema de medios actual y de la falta de controles claros a las facultades estatales. Así, por un lado, se discrimina e impide que diversos sectores de la sociedad den a conocer sus ideas libremente y, por el otro, se priva al resto de la sociedad del acceso a esas informaciones y opiniones producidas por grupos diferentes de los grandes conglomerados mediáticos. Por lo demás, la legislación actual no pone límites claros a las posibles arbitrariedades de los gobiernos de turno. A partir de este diagnóstico y con el objetivo de impulsar un cambio desde la sociedad civil, nos sumamos en el año 2004 a las organizaciones sociales que dieron origen a la Coalición por una Radiodifusión Democrática. Defendimos esos mismos principios contenidos en 91 puntos frente a las políticas de la administración de Néstor Kirchner, cuando criticamos públicamente la prórroga por diez años de las licencias de radiodifusión otorgada mediante el Decreto N° 527/05, y, una vez más, cuando en diciembre de 2007 la Comisión Nacional de Defensa de la 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 39 Competencia dio su aval para la operación conjunta entre las dos mayores empresas proveedoras de televisión por cable del país, Cablevisión y Multicanal. Al mismo tiempo, avanzamos a nivel regional. En 2008, presentemos junto a AMARC, la Asociación Mundial de Radios Comunitarias, un petitorio ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, en el que solicitábamos a ese organismo que estudie la realización de acciones para promover la adecuación de las normas y las prácticas en materia de radiodifusión en América a los principios y estándares que se derivan de la Convención Americana y, particularmente, del artículo 13 de la Convención. Desde abril del año pasado, cuando se renovaron las autoridades del COMFER y la presidenta Cristina Fernández asumió el compromiso público de elaborar un proyecto de ley, hemos seguido de cerca este proceso, instando a los diferentes actores involucrados a cumplir con sus responsabilidades institucionales para saldar esta asignatura pendiente de nuestra democracia. Así, frente a la demora en la presentación del proyecto oficial, en octubre de 2008 realizamos un pronunciamiento público junto a la ADC, a CIPPEC, a la Federación Argentina de Carreras de Comunicación Social, FADECCOS, al Foro de Periodistas Argentinos, FOPEA, y a Poder Ciudadano, en el que reiterábamos la necesidad impostergable de sancionar una ley e instábamos al Ejecutivo a dar a conocer su propuesta y someterla a un proceso de discusión abierta y participativo. En el mismo documento, aclarábamos que este requisito de ampliación de la participación no puede convertirse en una excusa para la postergación indefinida de la sanción de una nueva ley. Como sabemos, la propuesta del proyecto de ley se presentó públicamente el 18 de marzo pasado. Luego, fue sometida a un proceso de consulta pública que incluyó la realización de veintitrés foros en distintos lugares del país y permitió la incorporación de diversos aportes de la sociedad civil. Este proyecto fue enviado al Congreso el 27 de agosto. Al mismo tiempo, enfatizamos la responsabilidad internacional de los legisladores, en ese momento, a la hora de debatir y sancionar una nueva ley. En este sentido, recibimos con agrado las modificaciones realizadas por la Cámara de Diputados y el amplio consenso político que permitió la aprobación en Diputados de esta ley y su actual tratamiento en el Senado. Ahora bien, en primer lugar, vamos a dedicarnos a analizar este proyecto desde nuestra perspectiva, que es la perspectiva de derechos humanos, que es la materia específica de trabajo del CELS. Si bien hemos realizado consultas con especialistas y nos hemos interiorizado acerca de las implicancias técnicas que trae consigo esta normativa, nuestra evaluación —repito— consiste en analizar el nivel de adecuación que este proyecto presenta con relación a los estándares internacionales en materia de derechos humanos y, particularmente, de libertad de expresión. Lo primero que merece ser resaltado por el CELS es que este proyecto utiliza como parámetro central de fundamentación y de definición de alcance de derechos y obligaciones el derecho a la libertad de expresión de acuerdo con el alcance dado por los instrumentos internacionales de derechos humanos y los órganos de aplicación, los órganos de interpretación de estos instrumentos. Para una organización como el CELS, dedicada a monitorear la implementación de estándares internacionales de derechos humanos por políticas, leyes y sentencias, ello de por sí ya es un punto que merece ser valorado; reconforta el esfuerzo en legislar teniendo en consideración los mandatos de derechos humanos. Pero además de mencionarlos o referirlos, el proyecto con sanción de la Cámara de Diputados, a criterio del CELS, respeta, en términos generales, los estándares fijados por los instrumentos de derechos humanos y los pronunciamientos de los órganos de protección, en particular del Sistema Interamericano de Derechos Humanos. Por supuesto, es perfectible, mejorable, pero definitivamente es una propuesta que implica un avance respecto de la situación actual y que respeta en términos generales los estándares internacionales de derechos humanos en materia de libertad de expresión. Asimismo, para el CELS esta propuesta tiene una legitimidad incuestionable. Pocas han sido las leyes que tuvieron 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 40 tanto debate, es decir, tanto involucramiento de los distintos sectores de la sociedad, como ésta. Por estas tres razones —por ser un avance, por respetar en términos generales los estándares de derechos humanos y por su legitimidad—, es que el CELS viene hoy al Honorable Senado para solicitarle a los señores senadores y a las señoras senadoras que procedan a aprobar la ley. En lo que sigue de esta presentación, puntearemos, por poco espacio de tiempo, los estándares que hemos tenido en cuenta para llegar a la conclusión de que este proyecto los respeta. Revisamos los estándares del sistema interamericano, la jurisprudencia de la Corte Interamericana, las opiniones consultivas, los informes y los principios de libertad de expresión de la Comisión Interamericana. Hemos revisado también las declaraciones conjuntas de los relatores de Libertad de Expresión de la OEA, de Europa y de la ONU. Todos estos estándares son los que hemos tenido en cuenta para llegar a esta conclusión. Lo primero que quisiera aclarar es que, de acuerdo con la Comisión Interamericana y la Corte Interamericana, los medios de comunicación son una de las vías a través de las cuales las personas pueden hacer efectivo el derecho a la libertad de expresión y la forma, por excelencia, mediante la cual las sociedades contemporáneas ven satisfecho su derecho a ser informadas. Por este motivo, para la Comisión y para la Corte Interamericana, la actividad de los medios de comunicación no sólo puede, sino que debe ser regulada por el Estado. Esta regulación, por supuesto, debe ser guiada y protegida por los estándares del derecho a la libertad de expresión. Además, la Comisión Interamericana ha reconocido que la potestad que tienen los estados para regular esta actividad abarca no sólo la posibilidad de definir la forma en que se realizan las concesiones, renovaciones o revocaciones de las licencias, sino también de planificar e implementar políticas públicas sobre dicha actividad. También, hay estándares sobre cuáles son los requisitos que debe tener la regulación para ser legítimos, cuáles son los requisitos que debe cumplir esta ley para ser adecuada a los estándares de libertad de expresión. Por un lado, han dicho los órganos del sistema interamericano que debe estar prevista en una ley formal —esto es una ley formal dictada por el Congreso— y que esa ley debe ser clara y precisa. ¿Qué tenemos que analizar cuando vemos la claridad en la redacción? Lo que hay que revisar es cómo están reguladas las facultades de las autoridades públicas, los procedimientos de asignación y revocación, los criterios, el régimen de faltas; se debe procurar evitar vaguedades o ambigüedades que favorezcan potenciales actos de arbitrariedades; también es importante que sea la ley la que establezca los aspectos sustantivos de la política y que no derive esto en la regulación de la autoridad de aplicación. Si bien, como dije, toda ley admite perfecciones y ésta también puede ser mejorada, puede tener redacciones más claras, creemos que en términos generales esta propuesta cumple el requisito del mandato de certeza derivado del principio de legalidad. Por otro lado, para ser legítima, la regulación debe tener como finalidad —lo han dicho los órganos del sistema— promover la mayor pluralidad y diversidad de voces posible, lo que implica asegurar el derecho a la igualdad en el acceso al debate público. Los estados —han dicho los órganos— no sólo deben abstenerse de realizar acciones o favorecer prácticas que de cualquier manera se encuentren dirigidas directa o indirectamente a crear situaciones que discriminen o excluyan arbitrariamente a ciertos grupos, sino que además están obligados a adoptar medidas positivas, legislativas, administrativas o de cualquier carácter, para revertir o cambiar situaciones discriminatorias existentes que comprometan el goce y ejercicio efectivo del derecho a la libertad de expresión. Esta propuesta ha tenido especialmente en consideración a grupos con dificultades para hacer efectivo dicho acceso, asegurando una justa distribución del espectro entre todos los sectores públicos, privados, comerciales y no comerciales, con reglas de juego claras y equitativas que permitirán el acceso de sectores tradicionalmente marginados. Asimismo, esta propuesta establece medidas antimonopólicas necesarias para asegurar diversidad y pluralidad de voces. Es necesario aclarar que es un mandato del derecho 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 41 internacional de los derechos humanos que los estados adopten medidas antimonopólicas; no es un capricho, sino que —reitero— es un mandato derivado del derecho internacional de los derechos humanos. Hace ya más de veinte años, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha señalado que se encuentra prohibida la existencia de todo monopolio en la propiedad o en la administración de los medios de comunicación, ya sea que se trate de monopolio público o privado. Está prohibido. La regulación también tiene que evitar que las facultades que tienen los estados se utilicen con fines de censura o de modo discriminatorio. Por el contrario, creemos que esta propuesta asegura previsibilidad y certeza jurídica en quienes poseen o adquieren una licencia. Las normas que establecen derechos y obligaciones son claras y precisas. Se contemplan procedimientos transparentes y respetuosos del debido proceso. Garantiza que mientras se usa la frecuencia no serán exigidos más requerimientos que los establecidos en la ley. Asegura que no se tomarán decisiones que afecten el ejercicio de la libertad de expresión por razón de la línea editorial o informativa. La regulación también debe establecer sólo aquellas limitaciones que sean necesarias, idóneas y proporcionadas al fin que se persigan. En este sentido, esta propuesta no promueve para nada la toma de decisiones que afectan el ejercicio de la libertad de expresión basadas en la línea editorial o informativa; por el contrario, establece como objetivo general de toda la actividad el respeto por la libertad de expresión. Y no excluye deliberadamente a un sector en el acceso a los medios; al contrario, esta propuesta apunta a superar las desigualdades existentes en la sociedad. En cuanto a los requisitos de la autoridad de aplicación y fiscalización, la protección de la libertad de expresión exige que la autoridad de aplicación y fiscalización de dicha regulación también respete ciertas condiciones básicas como garantía para el adecuado desarrollo del derecho. Por un lado, establece que debería ser un órgano colegiado que asegure pluralidad. Por supuesto, los Estados tienen un margen de discrecionalidad para resolver qué diseño institucional adoptan. Sin embargo, lo importante es que sea un órgano colegiado que asegure pluralidad en su composición. Definitivamente, el avance que implica esta propuesta con relación a la situación actual, incluso la que se advierte en muchos países de la región, es un factor a considerar. La diversidad política con representantes de minorías legislativas; geográficas, por lo del Consejo Federal; culturales también, por ejemplo, con el representante de Comunidades Indígenas del Consejo, representa un cabal cumplimiento de este requisito de pluralidad. Sobre el requisito de ser independiente, tanto de la influencia gubernamental como de los grupos privados vinculados a la radiodifusión, deseo señalar que para el derecho internacional de derechos humanos lo fundamental es que no esté sometido a injerencias políticas del gobierno, aun cuando administrativamente pueda ser un órgano o entidad estatal que por diseño institucional o constitucional dependa del Poder Ejecutivo. Tampoco puede estar sometido arbitrariamente a injerencias del sector privado vinculado a la radiodifusión. En este sentido, no sólo hay que analizar cómo se eligen a los miembros, sino también el régimen de incompatibilidades, la duración de los mandatos, si son mandatos fijos o no, si coinciden con los mandatos gubernamentales, si la autoridad tiene autarquía financiera, si cuenta con un presupuesto adecuado al mandato que tienen. Creemos que con los cambios introducidos por la Cámara de Diputados el proyecto cumple, en términos generales, este requisito. Por supuesto, todavía pueden establecerse otras reglas que contribuirán a asegurar la independencia de la autoridad de aplicación no sólo del gobierno, sino del sector privado vinculado a los medios. Procedimiento de nombramiento de los integrantes de la autoridad. Teniendo en cuenta el involucramiento del CELS en el proceso de designación de jueces de la Corte Suprema y de funcionarios judiciales en general ─hay que recordar que el CELS es uno de los autores del documento Una Corte para la democracia, que dio lugar a los decretos 222 y 588 del Poder 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 42 Ejecutivo─, por ejemplo, el Poder Ejecutivo podría dictar un decreto para que sus dos representantes en la autoridad de aplicación sean elegidos mediante un proceso participativo y transparente. Asimismo, la Comisión Bicameral que se cree también puede, mediante su reglamento, establecer un proceso participativo y transparente para la designación de sus representantes. Del mismo modo, el Consejo Federal, al momento de dictar su propio reglamento, podría establecer este procedimiento para elegir a su representante del directorio. O sea que no se necesita modificar el proyecto para incorporar un procedimiento participativo y transparente, como no se necesitó modificar la Constitución Nacional para hacerlo en el caso de los jueces. Por su parte, la autoridad de aplicación debe estar sometida a reglas de transparencia y de debido proceso. Aquí lo interesante es analizar si para la toma de decisiones importantes se contemplan mecanismos públicos y transparentes. Y los artículos 32 ó 40 nos dan bastantes garantías en ese sentido. Asimismo, se prevé que la autoridad debe rendir cuentas de sus actos y hacerlo públicamente. Por ejemplo, el artículo 12 del proyecto somete a la autoridad federal bajo el control de la SIGEN, de la Auditoría General de la Nación; también deberá responder ante los requerimientos del Consejo Federal, de la Comisión Bicameral y de la Defensoría del Público. Incluso, todos estos órganos pueden convocar a audiencias públicas para recibir los informes. En el mismo sentido, el artículo 93 prevé la participación ciudadana en los procesos de transición a la comunicación digital. En cuanto a la asignación de las licencias, los estándares establecen que debe haber una asignación justa de los tres sectores de la radiodifusión. Es claro que en este proyecto se contempla una justa asignación de frecuencia para los tres sectores. Otro de los estándares establece que se deben contemplar criterios democráticos y procedimientos transparentes para la asignación de las licencias. En este sentido, nos parece que el artículo 34 del proyecto en discusión establece procedimientos abiertos, transparentes que permiten el control social y reducen las posibilidades de arbitrariedades. También se deben establecer condiciones de uso de las licencias razonables y no discriminatorias, porque el mero reconocimiento legal para acceder a una licencia no alcanza si luego se establecen restricciones para usar esas licencias. Nos parece que este proyecto no contempla este tipo de restricciones arbitrarias. Con respecto a las sanciones, en especial la caducidad de las licencias o las revocatorias de licencias, en términos generales dice el derecho internacional de los derechos humanos que para ser legítimas las sanciones deben estar definidas en la ley, deben estar orientadas al logro de objetivos imperiosos de la Convención, deben ser necesarias, proporcionadas. No puedo detenerme en detalles, si quieren después podemos ampliar. Nosotros hemos analizado el proyecto y nos parece que cumple con los requisitos establecidos en el derecho internacional de los derechos humanos. En cuanto a la renovación de las licencias, la Comisión Interamericana ha reconocido que los Estados tienen la potestad de administrar el espectro radioeléctrico y, concretamente, de establecer en forma previa términos de duración de las concesiones y decidir sobre su renovación o no a la finalización de los plazos respectivos. En el caso del proyecto, se establece que las licencias son susceptibles de ser renovadas. La regulación sobre radiodifusión, incluso, puede contemplar o no que al término del plazo legal ésta puede renovarse por un plazo igual o diferente. En el proyecto, se prevé que el plazo en caso de renovación será de diez años. La Comisión también ha enfatizado que la facultad de renovar o no las licencias deben ser ejercidas tomando en cuentas las obligaciones internacionales en materia de libertad de expresión. En el caso de que se contemplen renovaciones, éstas no pueden ser automáticas, sobre todo en regiones como la nuestra ─la región latinoamericana─, marcada por una fuerte concentración de la propiedad de los medios de comunicación. En todo caso, la renovación tendrá que estar 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 43 regulada por la ley, ser transparente, estar guiada por criterios objetivos; todos aspectos que nos parecen que están contemplados en el proyecto. Por ejemplo, el artículo 40 establece un plazo para el aviso previo. Con respecto a la transformación digital, el desarrollo tecnológico —dicen los órganos del sistema interamericano— ofrecen una oportunidad fundamental para garantizar acceso a las frecuencias a personas o sectores generalmente marginados o excluidos. En este sentido, el desafío en estos tiempos y en el del futuro inmediato es convertir a la actual desigualdad en el ejercicio al derecho a la libertad de expresión en una oportunidad digital para todas y todos. Al respecto, creemos que los artículos 46 y 93 se inspiran en este principio. En cuanto a los medios públicos, creemos que la regulación al sistema de medios públicos establecidos por este proyecto, en los artículos 119 al 125, es un buen paso adelante, pero insuficiente, que debería ser complementado con una ley específica que asegure el fortalecimiento de medios públicos y estatales, no gubernamentales e independientes que actúen como espacios informativos pluralistas y foros abiertos a la comunidad, contemplando la maximización de la participación de los ciudadanos y de las ciudadanas en las distintas instancias de producción, circulación y recepción de contenidos; que establezca que su función es irreemplazable a la hora de asegurar principios como el pluralismo, la alta calidad y la producción de contenidos articulados con las necesidades educativas, informativas, culturales de esparcimiento y sociales de la población. El derecho internacional también tiene estándares sobre medios comunitarios, que no voy a profundizar porque bastante se ha hablado en estas audiencias. Sobre publicidad oficial y financiamiento, el artículo 76, con los cambios introducidos en la Cámara de Diputados, establece un punto de partida para definir criterios previos y transparentes de asignación de la publicad oficial, de manera que reconozca derechos para las radiodifusoras y obligaciones para el Estado. Estos principios deberían ser especificados en una regulación propia, que garantice a sí mismo que el Estado también asegurará fuentes de financiamiento alternativas para fomentar la pluralidad de voces. Para el CELS, en definitiva, este proyecto de ley respeta los estándares internacionales de derechos humanos en materia de libertad de expresión. De modo que, por un lado, si esta ley se sanciona dificultará las injerencias arbitrarias sobre la actividad de comunicación audiovisual y, por otro lado, favorecerá la mayor pluralidad y diversidad de las voces del debate público. Sin embargo, todos sabemos que una ley por sí sola no es garantía suficiente para el efectivo respeto de los derechos. De modo que, como en todos los casos, el CELS estará monitoreando su aplicación en la práctica y denunciando las irregularidades que se puedan cometer en el futuro. Frente a la creciente complejidad de los procesos políticos y económicos vinculados a la comunicación y a la cultura, y tomando en cuenta las lógicas de acumulación y concentración que protagonizan los grandes conglomerados de medios, resulta alentador el debate generado en torno a la aprobación de esta propuesta de ley. No obstante, es necesario remarcar que desde la recuperación de la democracia el tratamiento de esta cuestión ya ha atravesado instancias similares en las que diferentes iniciativas democratizadoras avanzaron hasta desvanecerse una y otra vez, tanto frente a las presiones de los actores de mayor peso económico ligados a la comunicación como ante la imposibilidad de los poderes del Estado para lograr respuestas superadoras. De cara al tratamiento de esta ley en el Senado, se plantea nuevamente la necesidad de trascender las lógicas que han impedido a lo largo de estos últimos veinticinco años alcanzar estándares básicos en materia de libertad de expresión y cumplir con los compromisos internacionales asumidos por el país. El desafío histórico que enfrenta la sanción de esta ley tiene que ver con alcanzar, después de muchos retrocesos en la materia, un marco normativo que garantice el ejercicio pleno del derecho a la libertad de expresión. Desde el CELS apostamos a que la aprobación de esta normativa no se convierta en un argumento de clausura para el debate sobre la libertad de expresión y derechos fundamentales. Por 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 44 el contrario, creemos que tiene que funcionar como un punto de partida que impulse en nuestro país otra agenda de libertad de expresión, que contemple la reforma del Código Penal y del Código Civil en materia de calumnias e injurias cuando involucren cuestiones de interés público; o avanzar en una ley que regule la distribución transparente y no discriminatoria de la pauta publicitaria oficial; la sanción de una ley nacional de acceso a la información pública ─hoy se celebra el Día Internacional de Acceso a la Información Pública─ y una ley federal de estadísticas, por ejemplo. Para ello es necesario alcanzar un amplio acuerdo social y político que reconozca la información, la comunicación, la cultura, elementos centrales de una sociedad democrática. El fortalecimiento del Estado en su rol de garante del derecho a la información de todas y todos es un aspecto fundamental para el avance de este proceso. Muchas gracias. Sr. Presidente (Jenefes). — A continuación, hará uso de la palabra el señor Nicolás Ducoté, director general del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento, CIPPEC. Sr. Ducoté. — Agradezco al Senado por esta invitación y convocatoria formal para participar de la audiencia. En el CIPPEC, como muchos de ustedes saben, tenemos un extenso acervo de conocimientos en asuntos de política educativa, de salud, de justicia, de transparencia, de temas presupuestarios y no tenemos un área específica dedicada a la radiodifusión, a las telecomunicaciones o a la libertad de expresión, como sí tienen la ADC y el CELS. Vale aclarar, entonces, que nuestra experiencia en este tema y los comentarios que voy a hacer se refieren estrictamente a los puntos que más nos preocupan del proyecto de ley. Celebramos que tenga lugar en el Congreso de la Nación un debate que ha estado muy postergado sobre la nueva ley que regulará la comunicación audiovisual en la Argentina. Queremos que tenga los estándares internacionales en la materia y que éstos permitan que se sumen más y nuevas voces al espectro radioeléctrico. Impulsamos, por eso, que tras un debate profundo y plural se apruebe esta norma que reemplace la Ley 22285 y que respete los principios del derecho a la información que garantiza nuestra Constitución. Creemos que es fundamental para la calidad de la democracia argentina que la nueva ley que se sancione establezca un marco regulatorio que favorezca la diversidad y asegure el pluralismo informativo; que no limite las voces; que garantice la autonomía de la autoridad de aplicación respecto a los gobiernos de turno; que fije límites a la concentración de la propiedad en los medios de comunicación; que asegure el acceso a las licencias para organizaciones de la sociedad civil y sin fines de lucro, sin discriminación ni favoritismos; que fomente la conformación de un sistema nacional de medios públicos estatales que sean independientes y no gubernamentales. En el CIPPEC, al igual que en el CELS y en la ADC, consideramos que la aprobación de una ley que regule la comunicación audiovisual debe complementarse con otras normas imprescindibles para ampliar el horizonte, la libertad de expresión en el país y fomentar el intercambio democrático de ideas y de información. El Poder Ejecutivo nacional debería impulsar con igual fuerza ─y el Congreso sancionar─ una ley nacional de acceso a la información pública que garantice estándares internacionales en la materia; una ley que garantice la conformación de un sistema nacional de medios públicos independientes y no gubernamentales; una normativa que regule la distribución transparente y no discriminatoria de la pauta oficial; y la despenalización de las figuras de calumnias e injurias del Código Penal cuando estén involucradas cuestiones de interés público. Puntualmente, desde el CIPPEC creemos que el Senado tiene la oportunidad y la responsabilidad de mejorar el proyecto de ley que llega desde la Cámara de Diputados, y para ello debería revisar y modificar la normativa que cuenta con aprobación. En especial, en el artículo 14, respecto de la conformación de la autoridad de aplicación, queremos garantizar la autonomía y 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 45 que esté protegida contra toda indebida interferencia política o de cualquier otra índole. Para hacer eso, creemos que el Congreso de la Nación debería tener un rol más protagónico, ya sea en la misma conformación de la autoridad o garantizando un mecanismo de transparencia en el nombramiento de los miembros para asegurar su idoneidad, sea mediante consulta pública u otros medios. Ni el proyecto elaborado por el Poder Ejecutivo ni la modificación introducida por la Cámara de Diputados satisfacen nuestras expectativas cabalmente en este criterio. Si bien la propuesta incluye aspectos positivos, en los artículos siguientes quedan todavía opacados por una cierta falta de autonomía que creemos que se puede mejorar. El artículo 161, sobre los plazos y las disposiciones para que se adapten las actuales licenciatarias, creemos que no es adecuado. Consideramos que el plazo debe ser más extenso — deberá ser discutido cuál es el razonable—, dado que el contemplado actualmente no nos satisface. Después, hay algunos artículos que deberían complementarse con otras normativas. Por ejemplo, en lo que hace a publicidad oficial, creemos que lo previsto en el proyecto de ley es un avance importante, pero no alcanza. Tenemos que lograr que el Estado asuma más responsabilidad para garantizar adecuadamente la publicidad oficial. Por último, sería deseable que se regule en otra ley el Sistema Nacional de Medios Públicos. Con los artículos que están acá es una mejora, pero todavía no alcanza. Sin mucho más, dejo esos comentarios en nombre del CIPPEC. Los instamos y les pedimos que avancen en la sanción de una ley que es fundamental para la Argentina. Necesitamos que esta ley sea la mejor posible, pero “posible” es la palabra importante. Que sea una ley que ambas cámaras puedan aprobar y que tengamos una normativa mejor para regular este tema. Sr. Presidente. — Continúan en uso de la palabra los oradores. Después, los senadores podrán hacer sus preguntas. A continuación, tiene la palabra la señora Mónica Bianchi, por la Asociación Civil para la Integración Social. Sra. Bianchi. — Buenas tardes a todos y a todas. Yo dirijo una asociación civil llamada “Asociación Civil para la Integración Social”. Además, estoy presente en nombre de once asociaciones dedicadas a la temática de la discapacidad. También, en nombre del movimiento “Juntos por la Integración”, que integramos y armamos con el Chango Farías Gómez ─a quien le agradezco su presencia─ y como coordinadora de la Comisión de Discapacidad del Consejo Consultivo de la Sociedad Civil, que funciona en el marco de la Cancillería argentina, y que está integrada por más de ochenta y un asociaciones. En ese sentido, vengo a exponer cuestiones fundamentales que hacen a esta ley, referidas al tema de la integración. En realidad, este proyecto contempla desde sus inicios hasta ahora el acceso a la información y garantiza dicho acceso para las personas con discapacidad, sobre todo para las personas con discapacidad auditiva —como la mía— o con discapacidad visual. En realidad, no hacía mucha falta garantizar esto, porque desde que la República Argentina adhirió a los términos de la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad ─y este Congreso ratificó sus términos─ creo que el acceso a la información para las personas con discapacidad auditiva o visual está claro y es obligatorio. De todas maneras, lo que abunda no perjudica. Ahora bien, todos los artículos del proyecto de ley que se refieren a las personas con discapacidad fueron agregados a instancia y a propuesta de las asociaciones civiles. Me refiero a asociaciones como la FAICA, “Los Invisibles” de Bariloche, la ATAM, la ACIS y la Confederación Argentina de Sordos, que han hecho propuestas. Así que, con toda humildad y por respeto a esa gente, pediría que se deje de denominar a esta iniciativa como “Ley K”, porque acá intervino la sociedad civil. Participaron foros, se hicieron propuestas —la mayoría fueron aceptadas y otras no—, por lo que todos contribuimos para que esto fuera factible. 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 46 En realidad, en el artículo se garantiza el subtitulado de los programas de televisión y la videodescripción. Como me manifestaron cuando se hizo la audiencia pública, ustedes pueden decirme que, en verdad, es un artículo poco conflictivo y no creen que tenga problemas. ¿Y saben qué, señores? Las asociaciones civiles que estamos trabajando en esto tenemos dudas. En realidad, seré sincera: no lo creemos. Y les diré el porqué: porque desde 2001 venimos peleando por esto. En 2001 se presentó el primer proyecto de ley para subtitulado. Se aprobó en la Cámara de Diputados, pasó al Senado, cumplió el trámite administrativo y se archivó. En 2005, dije: “Vamos a hacer al revés”. Entonces, lo presentamos en la Cámara de Senadores, se discutió y se aprobó, pasó a la Cámara de Diputados y murió. En 2008, gracias a la señora diputada Vilma Ibarra y al señor diputado Claudio Morgado, que tomaron conciencia —la tienen— con el tema de la discapacidad, tomaron el proyecto y se discutió y aprobó en la Cámara de Diputados. Desde el 16 de diciembre de 2008 duerme acá. ¿Qué pasa? Les puedo contar un poquito qué pasa. Cuando se discutió en esta Cámara el proyecto de 2005, discutimos mucho con aquellos medios poderosos que manejan la información. En aquel proyecto, nosotros proponíamos específicamente veinticuatro meses para subtitular todos los programas de televisión y así terminar con la discriminación que teníamos algunos ciudadanos que no escuchábamos bien o que éramos sordos. La ATA, Asociación Argentina de Teleradiodifusoras, después de mucha lucha, consiguió que la ley que salió del Senado les diera diez años de plazo, diez años para seguir discriminando, diez años para que cualquiera de ustedes que esté sentado en este recinto, excepto las personas con discapacidad que nos acompañan, puedan encender el televisor y tengan derecho a mirar un programa de televisión. Yo no. Salvando las distancias de los cargos, soy menos persona que cualquiera de ustedes. Aun así, la ATA sostiene ─lo dijo en un diario─ que hay que evaluar bastante porque los programas de televisión tienden a la rentabilidad y, en realidad, esto afecta a la rentabilidad. Seguimos poniendo la lógica del mercado contra las necesidades de la población. Cada hora o 48 minutos de transmisión cuestan 400 pesos, lo que para un programa de televisión no es nada. Les pregunto: ¿qué pasaría si viene un medio poderoso que maneja información televisiva, radial o escrita y les dice a cualquiera de ustedes “usted no va a poder ver tal programa porque es rubio, usted no lo va a poder ver porque es bajito y usted no lo va a poder ver porque es sordo”? Eso, en cualquier lugar, se llama discriminación. Por eso, esperamos que este artículo pueda ser puesto en consideración y pueda seguir tal como está redactado. Es más, pedimos que la reglamentación no sea tan escalonada como para darle diez años para poder subtitular un programa de televisión. Nosotros, por ejemplo, no podemos ver un debate televisivo. Cuando hay elecciones y se presentan los candidatos, nosotros no lo podemos ver. El debate televisivo está lejos de nosotros. Eso sí, votamos. Ahora, lo que debaten los candidatos va a depender de si Canal 9, Canal 11, Canal 13 o a quien se le de la gana tenga ganas de gastar 400 pesos y subtitular el programa. En definitiva, se trata del respeto por el otro. Siempre digo, y lo sigo sosteniendo, que una cosa es la libertad de expresión y otra cosa es la ética. Una cosa es la verdad y otra cosa es toda la verdad. Siempre le digo a la gente que me está escuchando cuando doy una conferencia que, en realidad, no me puedo hacer cargo de lo que digo porque no me oigo. Ahora bien, cuando uno habla con libertad de expresión, no quiere decir que hable con ética. Si hoy me hubieran puesto un cartelito que me presente como “la sorda Mónica Bianchi”, eso es libertad de expresión. No hubieran faltado a la verdad, porque la verdad es que soy sorda. No faltan a la verdad. Pero la pregunta es si eso es ético. Tampoco es discriminatorio, porque que me digan sorda no es discriminación. La pregunta es si tratar así a la gente que es diferente por credo, por raza, por color, por religión o por capacidad, es tratarla con ética. Por último, quisiera hacer hincapié en la televisión, la radio y los diarios digitales a los que las personas ciegas no tienen acceso, porque hacer la versión accesible en forma digital es 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 47 costoso. A lo mejor beneficia a un millón y medio de argentinos sordos, pero no importa, salvo cuando se trata del voto. Son medios públicos y, en definitiva, acceder a esos medios públicos es un derecho y no un privilegio. Por lo tanto, quiero cerrar esta exposición pidiéndole a los señores senadores ─y si vuelve a Diputados a los señores diputados─ que consideren que este proyecto de ley, en varios de sus artículos, hablan de las personas con discapacidad. Nosotros somos personas de pleno derecho como ustedes y queremos integrarnos en esta sociedad compartiendo todo, incluso los medios audiovisuales. Solamente con la integración en igualdad, con equidad y respetando las diferencias de todas las personas se consigue una sociedad justa. Muchas gracias. (Aplausos). Sr. Presidente.─ Ahora, corresponde el uso de la palabra a los representantes de la Asociación Argentina de Sordos, la señora Pilar García y el señor Walter Vázquez. Sra. García. — Soy Pilar García, de la Asociación Argentina de Sordos. Colaboro con el proyecto de Closed Caption desde hace diez años. Estuvimos acá y trabajamos muchas veces con los senadores para el desarrollo de lo que sería su implementación y hemos conseguido, con el tiempo, en estos diez años, algunas horas de programación en muchos canales. El año pasado, el COMFER dictó la Resolución 679/08 donde decía y estipulaba cuáles iban a ser los canales afectados a una primera etapa de implementación. Después, nos teníamos que reunir para una segunda etapa de implementación, que es lo que está pendiente. Pero, mientras tanto, se empieza a cumplir. Antes de la Resolución ya teníamos algunas horas a voluntad de algunos privados y algunas horas en Canal 7. Ahora, leeré algunas notas de la Asociación de Sordos que el señor Walter Vásquez, sentado a mi lado, quiere que cuente. Luego, voy a detenerme en algunos puntos para ampliar o aclarar algunas cosas. El sistema de Closed Caption ─en adelante Subtítulos Ocultos─ consiste en la proyección de textos escritos que reproducen sonidos, efectos sonoros, música, diálogos y mensajes hablados que acompañan a las imágenes que se proyectan. En síntesis, es la exhibición visual de la expresión oral. Se llaman Subtítulos Ocultos u Opcionales porque son optativos para el espectador. De esta forma, no se obliga a todos los televidentes a ver todos los subtítulos, sino que se puede elegir si se desea verlos o no. Este servicio opcional es el que se utiliza en países como los Estados Unidos, Canadá, Inglaterra, Alemania, España, Italia, Australia, entre otros, además de Venezuela, Cuba, Colombia, Chile, Brasil y México. En el país, los televisores a partir de 1999 cuentan con la función para ver Closed Caption. Quiero aclarar que cuando nosotros empezamos en 1998, los televisores no dejaban ver el Closed Caption. Entonces, antes de empezar a desarrollar el Closed Caption tuvimos que ir a tocarle la puerta a cada uno de los fabricantes para decirles que existía una tecnología que era muy económica y optativa. Un chip valía 50 centavos para NTSC y lo mismo para PAL, pero había que saber que era para PAL, porque el 90 por ciento de los fabricantes compraba el que venía de fábrica, que era NTSC. Entonces, por más que emitiéramos en Closed Caption, los sordos no veían el subtitulado. Así que nos tomamos la molestia de ir uno por uno, fabricante por fabricante, a comentarles que como estábamos lanzando esa tecnología necesitábamos que, por favor, el parque de televisores estuviera preparado para eso. La Asociación Argentina de Sordos ha sido mentora de este proyecto en la Argentina y en la región, trabajando incansablemente en el desarrollo, implementación, prestaciones del servicio, capacitación de sus recursos técnicos e inversiones, siendo el nuestro el primer país en implementar el sistema en América Latina en 2000, a través de Canal 7 Argentina. Asimismo, queremos reconocer el apoyo que tuvimos desde los distintos sectores y entidades, como la Confederación de Sordos, Canal 7, Canal 13, Telefé, FundTV, INADI, Asociación de Ciegos, Banco Interamericano de Desarrollo, FAICA, Asociación de Sordos de Uruguay, ASOCH de Chile y ONCE de España. 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 48 Desde 2000, cuando empezamos en Canal 7, muchas organizaciones y el resto de los países de Latinoamérica empezaron a interesarse por este proyecto. Nosotros hicimos redes con otras organizaciones de sordos y otras ONG de países limítrofes para que sea regional y para que podamos tener más fuerza en el lanzamiento de este proyecto. De 2001 a 2008, algunos canales privados, como Telefé y Canal 13, fueron incrementando las horas del servicio de Closed Caption, llegando hasta aproximadamente seis horas diarias. Actualmente, mediante la primera etapa de implementación del COMFER, Resolución 679/08, brindan este servicio todos los licenciatarios cuyas estaciones de cabecera emiten desde la ciudad de Buenos Aires y La Plata, es decir, Canal 13, Telefé, América, Canal 9 y Canal 7. Los dos primeros, con obligatoriedad de seis horas diarias, y el resto con cuatro horas de lunes a viernes y seis los fines de semana. Quiero decir que todos cumplen con esta Resolución, excepto Canal 7, que sólo hace dos horas. Hace un año que salió esta Resolución y Canal 7 sigue sin cumplir. En el interior, las provincias que brindan este servicio son Rosario, Córdoba y Mendoza. Esto era lo que citaba la primera parte de la Resolución y se está haciendo. Además de hacer un noticiero por provincia, se hace es lo siguiente: los canales que retransmiten señales de Buenos Aires, como por ejemplo Canal 3 de Rosario que tiene programas como Valientes, a la hora en que se emite Valientes en Capital con Closed Caption, ese Closed Caption debe ser guardado para que llegue también en el mismo momento a esa provincia. Entonces, la provincia además de su noticiero local estaría sumando toda la programación que se emite en la Capital. Sería oportuno y coherente que la nueva ley que estamos discutiendo respetase el espíritu de la Resolución, tendiente a llegar a brindar a la comunidad sorda el ciento por ciento de la programación con accesibilidad de Subtítulos Ocultos. Quiero decir algo, la señora Bianchi hablaba de los diez años, de lo de la ley y demás. Nosotros creemos que si hacemos un proyecto como este, que tiene un costo de infraestructura muy grande para los canales y requiere de recursos humanos para hacerlo, vale aclarar que esto no se hace de un día para el otro. Hay que enseñarle a la gente. Hoy por hoy, no hay una universidad donde alguien pueda salir de la carrera de Closed Caption. Hay que enseñar a hacer esto y se tarda dos o tres años en este proceso. Entonces, creemos que los plazos se vinculan con que el canal pueda comprar los equipos, que pueda tener la tecnología disponible y conseguir un operador que lo pueda hacer. De lo contrario, yo pido cualquier cosa y mañana me dicen que no se puede hacer, que no es posible, y terminamos en lo mismo. Partimos de cero, otra vez para atrás, sin poder avanzar nada y, de hecho, retrocediendo. Por lo tanto, los plazos tienen que ver con eso. De hecho, Canal 7, por ejemplo, no puede salir con Closed Caption. Sale solamente en la Capital Federal porque no tiene el equipamiento para poder salir y ni siquiera tiene un plan de inversión a diez años para poder cambiar todos los encoder de cabecera de cada repetidora para que llegue el Closed Caption. Entonces, hablar así porque sí y decir cualquier barbaridad es fácil, pero hay que saber por qué. Lo mismo sucede con el resto de los canales. Por ejemplo, no puedo decir que el día de mañana todos andemos en helicóptero para que no haya tráfico, porque me van a decir que eso es imposible. “¡Ah, pero yo ya di una solución! Comprate un helicóptero”. No es así. Entonces, tenemos que ver de qué manera pedimos cosas que se puedan cumplir. Nosotros solicitamos que sea por partes, que haya períodos de implementación cada dos años y que se vayan sumando horas para así llegar al ciento por ciento de cobertura. Nuestra idea es llegar a tener el ciento por ciento de la programación con accesibilidad. Voy a referirme al tiempo de trabajo y su costo. Los costos varían dependiendo del tipo de programa a subtitular, directo o diferido. En general, se calcula que para subtitular una sola hora en un programa pregrabado se necesitan de 6 a 8 horas de trabajo. Esto es estimativo. Hay dos tipos de servicios: on line y off line. El servicio on line implica tener una persona, como hay en el Senado, un estenotipista, que toma el audio para que luego eso se encodifique en un encoder y el texto salga por la televisión. Por ejemplo, Senado TV, tiene ese servicio. Los sordos ponen el canal, activan y ven el subtitulado de las sesiones de los miércoles. En eso consiste el trabajo en 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 49 vivo. No se tarda más que la hora de vivo, pero se necesita un personal altamente capacitado para que pueda tomarlo. Además, no hay tiempo para la corrección, como hacen los taquígrafos. Es lo que sale. El servicio off line, que se utiliza en una ficción, una novela o en una película, se realiza de la siguiente manera: el canal envía el material y se procede a desgrabar. Hay un desgrabador que desgraba el texto crudo, otro que edita, que recorta y que lo hace más accesible y entendible para los sordos. Por ejemplo, en algunas de las películas argentinas que alquilamos ponen: “agua corriendo”. Walter Vásquez, el otro día me decía que no sabía a lo que se referían con “agua corriendo”. “Si yo estoy viendo el agua corriendo, ¿para qué me ponen ‘agua corriendo’?” “Soy sordo, no ciego. Veo que hay agua corriendo”. En una parte de la película Iluminados por el fuego se mostraba un campo con ovejas y no ponían “balido” para que el sordo se pregunte qué significa balido, sino que ponían “ovejas”. Pero el sordo ve las ovejas. Entonces, no se trata de poner cualquier cosa. Hay una persona que estudió y que sabe cuáles son los sonidos que enriquecen y cuáles son los que entorpecen. Después de eso, se pone en tiempo cada celda con cada subtítulo. Entonces, se necesitan aproximadamente seis horas para hacer una hora. Para la subtitulación literal existe la estenotipia y otro sistema que es el reconocedor de voz que, en realidad, está en desarrollo. Hay muchas marcas, muchos modelos. De hecho, la BBC lo ha incorporado y, en verdad, funciona muy bien en muchos lugares. Nosotros estamos trabajando con ese recurso, pues nos fijamos mucho en los países que ya tienen experiencia en esto y, en general, la vanguardia siempre la tiene la BBC. En cuanto a los costos, aproximadamente para una hora de Closed Caption el costo es de 80 dólares. Digo 80 dólares porque los equipos y las licencias están valuadas en dólares. Por ejemplo, si se compra un software para hacer Closed Caption hay una licencia y se paga un canon de utilización que es del fabricante. Esos cánones se pagan en dólares. Entonces, en general, la hora internacionalmente se estipula entre 80 y 100 dólares. Conclusión: la Asociación Argentina de Sordos es conciente que para la implementación es necesaria una resolución que respalde y avale nuestra lucha. Sin embargo, creemos imprescindible, en el marco de la discusión, que sea incluida, sin restricciones, en la nueva ley de medios, la implementación del subtitulado opcional, respetando estos diez años de trabajo mancomunado en los diferentes sectores que han hecho que este proyecto sea una realidad, un ejemplo de justicia y equidad en nuestro país. El artículo que nos convoca hace una mención generalizada de la situación. Esperamos que todo lo antedicho sea tomado en cuenta cuando llegue el momento de trazar la reglamentación. En realidad, lo que más nos preocupa es que el artículo es muy amplio y si no tiene una reglamentación sólida, esto quedará en la nada. De hecho, el artículo dice también que haya lengua de señas. Ningún canal querrá poner lengua de señas. Esa fue una discusión que tuvimos acá, en el Senado, con el senador Jenefes. Nadie quiere la lengua de señas. La lengua de señas es la lengua natural de las personas sordas para el diálogo, es decir, para otro tipo de comunicación. Para los medios, especialmente la televisión, no. En primer lugar, hay un montón de gente que no sabe hablar con lengua de señas. La gente de la tercera edad que se quedó sorda, no sabe hablar con lengua de señas. Los canales piensan que invade la pantalla. O sea, tiene un montón de contras. Por ejemplo, es imposible utilizarla en una ficción, porque cuando en pantalla hay más de dos personas la lengua de señas no sirve, porque la persona que traduce se reduce a un cuadro micro, a una imagen chiquita, donde las señas del intérprete no se ven. Entonces, no lo pongamos en esta ley, porque sinceramente no tiene sentido. O sea, para la televisión existe el Closed Caption. De lo contrario, el resto del mundo haría lengua de señas. Aprendamos de los que ya saben. Le paso el micrófono a Walter Vázquez que quiere decirles algo. Sr. Vázquez. – Hoy es un momento histórico para el largo recorrido de la Asociación Argentina de Sordos, por el trabajo, por el desarrollo y la implementación del Closed Caption, Subtítulos 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 50 Ocultos. Eso fue hace diez años, empezando en forma gradual y gracias al aporte de las asociaciones, a los canales, a las entidades y a todos los que hicieron posible que los sordos estemos disfrutando frente a la televisión. Es un cambio radical muy grande para todos, y un crecimiento cultural e informativo para la igualdad de todos. Cuando era chico, siempre miraba con mi padre la televisión argentina y me sentía aislado porque él escuchaba y yo no. Entonces, siempre interrumpía a mi padre para que me dejara ver la televisión. Pero él no podía disfrutar. Por eso me aislaba y me iba a otro dormitorio a mirar solo la televisión. Ahora, tengo familia propia: tengo cuatro hijos oyentes y yo soy el único sordo, pero comparto con ellos los programas porque tienen subtítulos. Entonces, ya compartimos todos el mismo programa. Eso es algo que emociona a todos y podemos disfrutar ciento por ciento. Por último, queremos que se tome conciencia de la importancia de la unión y de todos para promover una igualdad en nuestra sociedad. (Aplausos.) Sr. Presidente. – A continuación, le damos la palabra al señor Fortunato Malimachi del Conicet. Sr. Malimachi. – Buenas tardes a todos y a todas. Agradezco la posibilidad de expresarme en este espacio junto con amigos y conocidos. Con Samuel, hemos compartido la Universidad de Buenos Aires en el Consejo Superior: él en la Facultad de Filosofía y yo en la Facultad de Ciencias Sociales. Así que es bueno encontrarse con gente amiga. Vengo como profesor de la UBA, investigador del Conicet, pero también como miembro de la Comisión Provincial de la Memoria de la Provincia de Buenos Aires, que la semana pasada acaba de cumplir diez años. Desde allí, como ustedes saben, luchar contra el terrorismo de Estado, lograr poner al servicio de los jueces nuestra Comisión y los archivos de inteligencia que allí se encuentran, forma parte también de mis actividades. Quiero compartir una reflexión con ustedes. En primera instancia, debemos valorar la audiencia pública que se hace en nuestras sociedades para poder discutir leyes. En este caso, mucho más, porque es discutir una ley que surgió del terrorismo de Estado. Esto no hay que olvidarlo. Surgió en la última dictadura y fue modificada, entre gallos y medianoche, por gobiernos anteriores, en democracia. Por eso es tan valioso esto. Espero que en otros momentos, con este y los futuros gobiernos –sea quien sea–, exijamos estos mecanismos como manera de hacer escuchar una múltiple cantidad de voces que existen en la sociedad argentina. Ojalá que esto se repita y mucho más para esta y todas las leyes que vengan. Aquí otra vez está en juego la legitimidad del Estado democrático, más allá del gobierno de turno. Yo no vengo ni para apoyar ni para rechazar a un gobierno, sino, junto con otros, para que se vote una ley que amplié nuestros derechos democráticos, en un lugar tan sensible y formador de creencias e imaginarios como son los servicios audiovisuales. Vivimos en democracia, pero ésta necesita ampliarse continuamente. Las democracias necesitan seguir mirando mucho más lejos. Por eso, necesitamos una ley democrática votada por este Parlamento elegido por el pueblo para que podamos ampliar, mirar, seguir en sociedades donde estos imaginarios sociales, culturales y religiosos tengan no una impronta única ni determinante, pero sí una impronta distinta de los medios audiovisuales a los cuales estamos acostumbrados. Debemos recordar que esos medios, desgraciadamente en nuestro país, están concentrados en pocas manos. Se trata de una ley de medios, y por provenir de la democracia y de gobiernos elegidos por el pueblo, no habla nada de contenidos, como sí habla la ley de la dictadura vigente en este momento. Por eso, continuar con la Ley 22285 atenta contra aquellos que anhelamos vivir en sociedades plurales, justas, donde se ejerza y viva la libertad y la Justicia. Les recuerdo que se modificó la ley de la dictadura en un gobierno posdictatorial, como fue el del doctor Menem, y se hizo por decreto de necesidad y urgencia, no en audiencia pública como esta. Y les recuerdo que en esos decretos de necesidad y urgencia se autorizó el surgimiento de los monopolios mediáticos más agresivos que hubo en la historia de la Argentina mediática. Por eso, vivir en democracia –lo estamos viendo en estos días con la crisis, con los problemas que 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 51 nos pasan aquí y en otros lados del mundo– significa eliminar todo tipo de monopolio. Los monopolios uniformizan y dificultan la diversidad cultural. Por eso esta ley es importante y necesaria, porque la pluralidad de voces es fundamental para implementar y hacer respetar los derechos de la ciudadanía, para todos y para todas. Los derechos humanos, comprendidos en sentido amplio, tienen en la libertad de información y de expresión un núcleo básico a respetar, a hacer respetar, a ser regulados y garantizados por un Estado que defienda el bien común. El derecho a la información es un bien público y social. Tanto hemos naturalizado estas leyes de la dictadura, que es muy difícil pensar en otro paradigma de medios audiovisuales, donde haya pluralidad de voces y no exista un solo grupo que concentre la mayoría de los medios de un país. Es cierto, es difícil. Muchos hemos nacido y vivido tanto en esta concentración, que nos cuesta pensar de otra manera. Los que vimos y conocimos otros países democráticos –en mi caso, pasé la mayoría del exilio en Francia- sabemos que esto no es imposible. Otros países democráticos tienen leyes antimonopólicas y leyes reguladas por el Estado; y esto, en países capitalistas y democráticos. Uno no se puede imaginar a los accionistas y periodistas de Le Monde, o Le Figaro, o Libération siendo dueños de un canal de televisión, de cable, de radios y de emisoras repetidoras en toda Francia. No porque no les guste o no quieran, sino porque la ley no se los permite, porque el Estado francés no se los permite. Por eso, para garantizar este derecho humano central que es la libertad de prensa, es necesario garantizar el acceso a la información, a los micrófonos, a los diarios, a las radios, a la red de redes, a la mayor cantidad de voces, a la mayor cantidad de caras. No se trata de conseguir medios a favor o en contra del gobierno, sino de generar un ámbito de pluralidad donde todas estas ideas sean posibles. No se trata de negar la subjetividad ni las concepciones ideológicas de ningún medio, que debe ser respetado y valorado, sino de multiplicar por miles esas subjetividades, para que la pluralidad y la diversidad de nuestra sociedad que nos viene enriqueciendo desde hace décadas y centurias tenga un espacio propio, libre, de derecho. Necesitamos y debemos comenzar a valorar algo que la actual ley nos prohíbe y a lo cual nos fuimos acostumbrando por tantos años de dictaduras cívico-militares y religiosas: que cada una de esas subjetividades, en cada uno de sus registros y de sus códigos propios, converjan en un espacio mediático común, porque son parte constitutiva y libertaria de nuestra vida cotidiana. Por eso, la nueva ley defiende la redistribución de la propiedad de medios audiovisuales: sector público, instituciones de la sociedad civil, empresas privadas. Insisto, nos cuesta, porque hay que cambiar de paradigma, es decir, pensar que no sólo las empresas tienen que ser dueñas de los medios. Y es cierto, toda redistribución de capitales amplía y hace más creíbles a las actuales democracias. Por eso, esta ley permitirá participar de la discusión mediática -lo estuvimos escuchando estos días- a grupos que fueron marginalizados hasta hoy de ese derecho. Al mismo tiempo amplia la posibilidad y la libertad de opción para que numerosos periodistas y comunicadores tengan nuevos espacios de trabajo y no sigan dependiendo de pocos dueños a la hora de ejercer sus profesiones. Vengo de la Facultad de Ciencias Sociales, la mayor carrera de Comunicación Social de América Latina. Este es un clamor que brota todos los días. ¿Dónde están las posibilidades de trabajo cuando hay alguien que monopiliza y se hace dueño de decidir sobre la vida y la obra de los periodistas? ¿Cuántas veces escuchamos el clamor en esos propios medios de esos trabajadores? Imposible, porque el monopolio imposibilita esa discusión. Conocemos las huelgas de casi todos los gremios; no conocemos cuando los periodistas hacen huelga. Un sistema de servicios audiovisuales más independiente sólo es posible sin monopolios que controlen a sus trabajadores. Durante años, la ley vigente no permitía que las organizaciones sin fines de lucro pudieran ser licenciatarias de medios. Luego, es cierto, el gobierno de Menem abrió esto; pero se atenuó el espacio mediático en algo que varios autores llaman “mercado 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 52 desregulado, salvaje y concentrador” y en el que ninguna organización sin fines de lucro puede pensar en competir con éxito en el largo plazo. Por eso son mentirosas esas propagandas del control remoto. Todo el mundo sabe lo que es competir con mercados salvajes. Lo conocen los radicales, lo conocieron el gobierno de Alfonsín, la Alianza, el actual gobierno. Porque cuando se deja al mercado desregulado, se da paso al darwinismo social. Se nos dice: “Solo triunfan los mejores y los que tienen más dinero”. Las experiencias de radios comunitarias y universitarias son un ejemplo de ese darwinismo social de mercado mediático. Ustedes lo deben saber. La Universidad de Buenos Aires tiene una radio. ¿Alguno la escuchó alguna vez? ¿Conocen la radio de la UBA, perdida en el fondo del dial, sin recursos, sin posibilidades? Por eso, todas las universidades nacionales firmamos el apoyo a esta ley. No podemos seguir así, no podemos dejar que alguien nos diga lo que sucede en la universidad porque tiene dinero o posibilidades de concentrar. Soy de Punta Alta, cerca de Bahía Blanca. Hubo cooperativas que intentaron dar batalla a esos monopolios. ¿Y qué pasó? El resultado lo conoce cualquier legislador que recorra su provincia. Esas cooperativas fueron destruidas en nombre de la libre competencia, del libre mercado. Y ni les cuento en el servicio de cable. Esto es lo que no puede continuar. Al igual que en otros campos, los servicios audiovisuales no pueden ser dejados al libre arbitrio del mercado. Todo no puede ser mercancía. Por eso, se hace necesaria la regulación del Estado y la sociedad. Hay ejemplos de resistencia de cooperativas de cable, de radios comunitarias, de periódicos, de centros educativos, de organismos de derechos humanos y de organismos religiosos que, pese a todo, han logrado sobrevivir en ese mercado desregulado y concentrado. Esto no es para decir: si lo pudieron hacer, dejémoslo. Esto muestra las enormes capacidades presentes en nuestro país para crear nuevas condiciones de libertad que la nueva ley potenciará ampliando lazos sociales y solidaridades. Es cierto, esta ley también merece ser cambiada porque es obsoleta. La revolución tecnológica nos seguirá acompañando. Y por eso sólo puede y debe ser democratizada por la única institución que tiene peso y poder real, que es el Estado y su Parlamento elegido por el pueblo. Déjenme decir algo que todos ustedes conocen: es imposible que las propias empresas mediáticas se regulen y democraticen. La peor mordaza para los medios es dejar que los medios decidan sobre su futuro. La lógica del mercado que concentra y sólo busca mayor poder y lucro debe ser regulada por el poder democrático ciudadano –insisto-, como sucede en la enorme mayoría de los países democráticos del mundo. A su vez, en un mundo cada vez más globalizado debemos recordar que el espectro mediático es propiedad de la humanidad y no de los que tienen dinero o poder, y debe estar al servicio de todos los ciudadanos, de todas las ciudadanas y, en especial, de aquellos a quienes históricamente, durante siglos, se les ha expropiado el capital simbólico, social, económico y cultural. Es responsabilidad, entonces, del Estado y del Parlamento promover leyes que sean acordes a ese país que queremos y que soñamos. Decidir qué tipo de sistema de medios queremos, es decidir qué tipo de país queremos. Es cierto que hoy, como ayer, se hicieron muchas leyes que ampliaron ciudadanía, creando derechos individuales, laborales, sociales y sexuales, y fueron el fruto de numerosas luchas, avances, retrocesos y resistencia. Por eso, esta ley es el fruto de tantos años. Por eso, Los 21 Puntos han ido recorriendo el país a lo largo y a lo ancho. Por eso, esta ley tiene consenso en la sociedad argentina. Fueron los organismos de derechos humanos, las universidades y los numerosos grupos organizados los que la hicieron carne, los que la hicieron circular y los que proponen otro paradigma: crear una nueva ciudadanía mediática democrática, que sólo puede hacerse regulando el poder de los medios y avanzando más y más hacia la libertad de elección de acceso a información. 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 53 Esta no es una ley del Gobierno. Se equivocan los que la discuten por ese lado. Es una ley trabajada, consensuada y discutida durante años por una multiplicidad de actores y de actrices de la sociedad civil y de la sociedad política a lo largo y a lo ancho del país. ¿Cómo no mencionar la cantidad de profesores de la Universidad de Buenos Aires que participaron? ¿Cómo no mencionar la cantidad de profesores de mi Facultad, de Ciencias Sociales, y de profesores de la Facultad de Filosofía, a los que Samuel conoce muy bien, que han participado en todo este trabajo? Todos ellos hicieron posible que este proyecto de ley, venido desde abajo, fuese aprobado con amplios consensos. La Cámara de Diputados lo demostró, numerosos partidos políticos lo hicieron. Espero que hoy, este Senado, también compuesto por diversos partidos políticos, tenga esa visión de aprobarlo. Es un tema central para que sea decidido en el corto plazo. Todos nosotros lo sabemos. La postergación de esta ley, tirarla para adelante, será visto por la ciudadanía no como un tiempo para mejorarla, sino como una nueva claudicación del Parlamento ante los poderes de turno. No seamos tontos, reconozcamos lo que hoy está sucediendo en nuestra sociedad. Si el actual Parlamento es desprestigiado, es justamente por esos poseedores de capitales y de poderes, sobre todo económicos y mediáticos, que la mayoría de los partidos políticos en la Argentina conocen. Es antipolítica su manera de crear poder y capital para colonizar parlamentos y ejecutivos. Hoy, este Parlamento tiene la posibilidad histórica de mostrar la importancia de los partidos políticos, de la representación política para construir una sociedad más justa. Y también tiene la posibilidad de convertir en ley esta semilla que viene madurando de a poco, que es el signo de una sociedad que desea romper viejas ataduras nacionales, provinciales y locales, mirando lejos y soñando nuevas esperanzas. Por eso, creo que esta ley buscará crear, generar, producir y distribuir numerosos capitales educativos, culturales y simbólicos a nuevos y mil veces postergados actores y actrices sociales a lo ancho y a lo largo de nuestro país. Mucho se habla de la pobreza. ¡Cómo no saber que esta ley de servicios audiovisuales brinda la posibilidad de que pobres, discriminados, estigmatizados, invisibilizados e innombrables y sus movimientos sociales adquieran y hagan suyas identidades, propuestas y caminos que los acerquen a una inclusión y una ciudadanía plena! Hay una mirada posible y cercana: más medios diferentes, diversos e independientes que incorporen todas las subjetividades posibles, sociales, de género, etáreas, étnicas, religiosas. No le tengamos miedo. Va a dar mucha más riqueza a nuestra sociedad. Va a significar más voces, más trabajo, más transparencias y, en fin, más libertad para cada una de las personas que viven, sueñan y desean ser felices en nuestro país. Muchísimas gracias. Sr. Presidente (Ríos). — Por último, tiene la palabra la señora Hebe de Bonafini en nombre de las Madres de Plazas de Mayo. Sra. Bonafini. — Buenas tardes. Gracias por haberme invitado. Las Madres hemos vivido y sufrido en carne propia lo que es esta ley, esta ley que tenemos que sacar, esta ley que nos prohibió hablar. Cuando escuchaba los discursos anteriores, pensaba que después de 33 ó 34 años la gente se olvidó de lo que pasaba. Cuando nos llevaban los hijos —uno, dos, tres—, estos medios que estamos cuestionando decían: “Son terroristas. Está bien. Si los torturan y los matan no pasa nada.” Vino a mi memora una tarde en la que me llamaron y me dijeron que habían matado a un grupo grande de jóvenes, que no sabían cuántos eran y que estaban en el bosque. En aquel momento, el diario de la tarde, decía “Muertos en enfrentamiento”. Nosotros corrimos al bosque y vimos que habían sido fusilados y colgados de los árboles. Repito: fusilados y colgados de los árboles. No sabíamos quiénes eran. No dejaron que nos acerquemos. Al otro día, todos los medios replicaron: “Muertos en enfrentamiento”. 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 54 Otro día, algunos de esas personas que nos ayudaban a buscar a maridos y hermanos, encontraron un camión frigorífico con treinta y dos pibes colgados de los ganchos: “Muertos en enfrentamiento”. Por otra parte, aquellos periodistas maravillosos que se animaron a decir la verdad fueron secuestrados y corrieron la misma suerte que nuestros hijos. Desde acá, desde este lugar, debemos reivindicarlos. Fueron 156 hombres que no se callaron, y por no callarse, no aparecieron. No teníamos ninguna manera de denunciar lo que nos estaba pasando. Nuestras casas eran quemadas y desaparecían nuestros hijos. Empezamos a idear nuevas formas de hacer ver la realidad. Lo primero que hicimos fueron unas tarjetas, que para que no fuesen volantes, cada una hacía lo que podía en cartulina, le ponía una cruz o un corazón sangrando, denunciando que nos faltaban nuestros hijos. Hacíamos cien, doscientas o trescientas, las que podíamos, y las repartíamos en las esquinas para que la gente supiera: “Señores, no tenemos los hijos, nos faltan”. No sé cuánto rindió eso ni cuánta gente se enteró, pero las entregábamos en las esquinas, en el barrio o en el supermercado hasta que nos corrían. Después decidimos escribir los billetes de dinero y en cada billete poníamos “tengo un hijo desaparecido”, o dos o tres, los que nos faltaran, y a la misma hora íbamos a distintas ferias y los repartíamos, pagábamos con ese dinero. Ese era el volante que corría rápido y nos poníamos contentas, porque más gente se estaba enterando que había desaparecidos, que eran hombres y mujeres que querían un país distinto y que amaban la Patria; la Patria que es nuestra, la tierra que es nuestra. Y ellos nos iban enseñando un camino diferente, querían vivir y que otros vivieran, que otros soñaran y que otros comieran. Y ese volante pasaba rápido, hasta que nos empezaron a correr y llegaron a nuestras casas, porque escribir el dinero era un delito. Y luego fuimos a las iglesias y dentro de los cantos o en los asientos colocábamos papeles, en 100 o 150 iglesias, 3 o 4 madres en cada iglesia, en distintas partes, porque no había forma de que esta prensa canalla dijera otra cosa. Por eso, apoyamos, queremos y manifestamos que tiene que salir esta nueva ley, que no es de nadie, que no es de Kirchner, ni de Cristina; es de todos los que hemos vivido en carne propia aquello y a los que todavía nos sangran las heridas. Esta ley es de todos nosotros y tiene que salir, y no hay “tu tía” que valga. Si no estás con esta ley y querés la que está, es porque estás con la dictadura sangrienta, la que no vamos a olvidar y tampoco vamos a perdonar. En la actualidad, las Madres no tenemos medios. Por suerte, tenemos una radio. ¿Alguien sabe lo que hacemos las Madres? Nadie lo sabe. Yo traje algunos cuadernillos para que algunos que no lo saben, sepan lo que estamos haciendo, y cómo estamos construyendo esta Patria que amamos y por la que nuestros hijos dieron su sangre. La radio es una cosa impresionante, necesaria, indispensable, pero con una nueva ley, no con una ley que amordace, no con una ley que te calle. Cuando las Madres conseguimos sacar alguna solicitada en La Nación, en La Prensa o en Clarín, nos cobraban más caro que dos departamentos juntos. Reitero: más caro que dos departamentos! Y teníamos que ir a la comisaría a buscar un certificado de buena conducta de toda la familia, para que saliera en el periódico. Pero la primera solicitada que salió con nuestros nombres, no sólo nos costó un montón de dinero, sino que también nos costó la vida de tres de nuestras mejores Madres. Sí, sí, por culpa de la solicitada, que era la voz de las Madres. Tenían nuestros nombres y nuestros domicilios y la prensa canalla no aceptó, no soportó, y secuestró a tres de nuestras mejores Madres: Azucena Villaflor de Vicenti, Esther Balestrino de Careaga y María Ponce. Ellas fueron secuestradas por la Escuela de Mecánica de la Armada y tiradas al río y no salió nada. Hoy mismo, decir que la Marina secuestró tres madres, estos medios —Clarín, La Nación, La Prensa y no les cuento la televisión, de esa ni hablamos— no quieren hacerlo. No quieren hablar de que hay tres Madres secuestradas. O sea, que no sólo cuesta lo que ustedes saben, sino que también nos cuestan vidas todo el tiempo. 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 55 Esta ley de la dictadura es una vergüenza, es una vergüenza para el mundo y no nos tenemos que seguir avergonzando, tenemos que estar orgullosos de que hay 156 periodistas que por decir la verdad prefirieron morir antes que estar sometidos a estos medios. Mucho nos pegaron a las Madres por decir la verdad, muchas veces nos llevaron presas por decir la verdad, pero no nos vamos a callar. Estamos convencidas, como alguien dijo antes, que “la verdad nos hará libres”. Y la libertad es esta nueva ley que hemos propuesto, que hemos trabajado desde hace mucho tiempo y que no le pertenece a nadie. En todo caso, se la podríamos dedicar a los 156 periodistas desaparecidos que dieron su vida porque no estaba esta ley, sino esta otra que muchos quieren seguir apoyando. Pero ya sabremos dónde van a quedar, porque estamos acá, o estamos aquí. Quedará claro, cuando este Parlamento y este Senado vote a favor de la nueva ley, quiénes son y dónde estamos cada uno de nosotros. Los que queremos la Patria, la Patria verdadera, la Patria para todos, esta Patria que nos debemos, que es para todos. Y cuando tengamos cada uno los medios, porque todos tenemos derecho, que vengan también Clarín y La Nación, pero por cada diario de estos tiene que haber 10, 20 o 30 de los otros, en cada pueblo, en cada pequeño lugar. Las Madres hicimos un boletín en los ‘80 y un periódico en 1984 y hoy sacamos una nueva revista, porque nuestra voz no se escucha en ningún lado y nadie sabe lo que hacemos, o no se quiere saber; pero nosotros nos ocupamos de que se sepa. Sueños compartidos son los únicos que se hacen realidad. Y con la ley de la dictadura, seguramente no se puede compartir nada, porque el capitalismo te manda a eso, a que nos ocupemos cada una de su propio hijo y nada más. Por suerte, las Madres tenemos mucha fuerza todavía, aunque tengamos entre 80 y 95 años cada una. Había traído algo para leer de la Radio Rebelde, donde le Che se comunicaba con Camilo cuando estaban llegando a Cuba, una maravilla, pero preferí hablar de las Madres, de lo que hacemos las Madres, de lo que amamos las Madres, de la pasión que ponemos en lo que hacemos. Muchas de nosotras vamos dejando este mundo, por la edad, por el tiempo, pero también estamos dejando una forma de vivir, de pensar y de decir, cueste lo que cueste. No importa cuántas veces nos pegaron ni cuántas veces fuimos presas; no importa cuántos hijos nos faltan; porque cada hijo nuestro nace en cada uno que trabaja, que lucha, que pelea, que está en la universidad, que levanta una casa, que se levanta porque no quiere más opresión. La ley es indispensable; no podemos seguir con la anterior. La ley anterior es de vergüenza. Con ella se quemaron libros, universidades, casas, personas, niños. No podemos seguir queriendo esa ley. Pienso que el Senado y el Parlamento tienen hombres probos y mujeres valientes que también quieren una Patria más grande, más linda, mejor; donde podamos vivir con libertad, donde las comunidades y las universidades tengan su periódico y sus radios. El otro día hablaba con la directora del Hospital Posadas. ¿Por qué los hospitales no pueden tener su radio? Y también una televisora en los barrios, aunque sea para pasar los casamientos, ¿por qué, no? Tenemos derecho y es el derecho a la libertad. Y la libertad empieza con eso: con poder opinar y poder saber qué piensa el otro, ¿por qué no? Pero no que haya un grupito que se adueñe de nuestros pensamientos y cuando encendemos la televisión vemos todo lo mismo: los fachos, los fachos y los fachos. Estoy harta de eso y me hace acordar muchísimo a la dictadura. No queremos más dictaduras en este país. No podemos aceptar más dictaduras en Latinoamérica, no podemos aceptar más golpes de Estado, no podemos aceptar más las Madres que nos saquen a nuestros hijos. Nuestros hijos nos enseñaron todo lo que somos y todo lo que sabemos y, sobre todo, nos enseñaron a defender la libertad y aquí estoy para eso. (Aplausos.) Sr. Presidente. — Hemos agotado la lista de expositores. Ahora invito a que se indique a cada uno que desee iniciar la ronda de preguntas. No tengo anotado a nadie todavía. — Luego de unos instantes: Sr. Presidente. — Tiene la palabra la señora senadora Escudero. 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 56 Sra. Escudero. – Señor presidente: en primer lugar hago un pedido a esa Presidencia, atento a que desde el año 2004 tengo presentado un proyecto de ley de radiodifusión que tiene estado parlamentario y que tiene un giro diferente del que estamos tratando. Solicito que se unifique el giro para ser considerado en conjunto con los dictámenes que se emitan. Mi proyecto tiene giro a su comisión y a la de Justicia y Asuntos Penales. No sé por qué razón. Sr. Presidente. – Se va a tener a la vista a todos los proyectos que están en el Senado, al momento del debate del presente, sin implicar, de ninguna manera, modificar el giro del actual... Sra. Escudero. – No estoy pidiendo que se gire el proyecto... Sr. Presidente. – Va a ser tenido a la vista. El cambio de giro no lo decido yo... Sra. Escudero. – Quiero hacer tres preguntas, fundamentalmente al CELS, a la Asociación por los Derechos Civiles y al CIPPEC. Teniendo en cuenta la Convención Americana, nuestra Constitución y los informes de los relatores especiales en materia de libertad de expresión en el proyecto, me preocupa todo aquello que tienda a ser una mordaza a los medios y a los periodistas. Entonces, uno de los temas que me preocupa mucho es, justamente, esta falta administrativa que se crea en el artículo 108, inciso a) y que da lugar a la caducidad de la concesión, que habla de la realización de actos atentatorios contra el orden constitucional o utilización de los servicios para proclamar o incentivar la realización de tales actos. Esto, como falta administrativa que va a ser analizada y decidida por la autoridad de aplicación, de esta forma tan vaga, en un contexto de la Argentina de fuerte enfrentamiento del Poder Ejecutivo con los medios y de gran agresividad con ciertos periodistas, me parece que es una mordaza. Creo que hay que eliminarlo. Sobre todo, por el supuesto de la apelación. Porque si la autoridad de aplicación decide que no le gustó que tal medio pasó tal programa o si reflejó con sus comentarios lo que la presidenta llamó destituyente, por ejemplo, en tal caso alguien podría interpretar, desde su subordinación al Poder Ejecutivo, que esa es la orden. Entonces, ¿a quién se apela? Al jefe de Gabinete. Me parece que aquí hay algo que va en contra de lo que, justamente, los relatores para la libertad de expresión están diciendo que hay que evitar. Por eso, la Relatoría para la Libertad de Expresión exige que la autoridad de aplicación sea independiente y que sus actos puedan ser revisados judicialmente. Por eso, me parece que si se le están dando competencias tan vagas y tan graves, la autoridad de aplicación debería ser más independiente y debería haber un recurso directo a la Justicia, para que haya una revisión judicial y no la necesidad de un agotamiento de la vía administrativa. En segundo lugar, me parece que esta obligatoriedad de crear registros y de registrar a los locutores, a los técnicos en radiodifusión y a las agencias de publicidad, significa otro entorpecimiento a la libre circulación de las ideas y a escuchar todas las voces. Porque entonces, va a hacer falta que los locutores vayan a la autoridad nacional para que ésta les pueda dar un carnetcito. Y, además, esto avasalla las competencias provinciales. También, respecto al tema de la publicidad oficial, la Relatoría para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana avanza mucho e identifica como modos de censura indirecta al uso arbitrario de los recursos del Estado, especialmente, de la publicidad oficial. Por lo tanto, considero que si estamos creando una Comisión Bicameral plural, la misma debiera recibir mensual o bimestralmente una rendición de cuentas del Poder Ejecutivo sobre la asignación de la publicidad oficial. Finalmente, me preocupan dos cosas más. Una de ellas es la delegación en el Poder Ejecutivo, a través del artículo 92, de las llamadas “nuevas tecnologías”. Hay nuevas tecnologías que ya están con nosotros y que, sin embargo, no están reguladas en esta norma, y su regulación está delegada ampliamente en el Poder Ejecutivo. Con lo cual, me temo que estemos discutiendo cosas que ya no van a ser operativas, porque el avance tecnológico va a superar completamente esta norma. Porque entre el avance de la radiodifusión satelital y de Internet, seguramente vamos 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 57 a estar mirando todos sin tener en cuenta todas estas limitaciones de contenido que se están poniendo en esta norma. Y lo último, por supuesto, tiene que ver con el artículo 161, con el plazo de un año, porque después de toda la historia de la Argentina y el decreto de necesidad y urgencia del año 2005 que dispuso la prórroga por diez años exigiendo una actualización tecnológica, ahora nos están llegando todos los días mails de pequeñas compañías de cable del interior del país diciendo que tienen su patrimonio hipotecado, dado que hicieron el esfuerzo de efectuar los avances tecnológicos y esta apertura de la norma a cooperativas que son prestatarias de servicios públicos con clientes cautivos, las pondría inmediatamente fuera de carrera. Sr. Presidente. – Tiene la palabra la señora Pochak. Sra. Pochak. – Tengo algunas respuestas. A nosotros también, nos preocupa que la ley no actúe como una mordaza. Creemos que no lo hará. A su vez, creemos que no viola los estándares interamericanos en materia de libertad de expresión, que son con los que venimos trabajando hace treinta años, desde que el CELS se formó. Los hemos estudiado, particularmente, para elaborar esta opinión. En cuanto a las sanciones, y fundamentalmente en cuanto a la posibilidad de la caducidad de la licencia, por supuesto que la redacción puede mejorarse, como en toda ley. Sin embargo, creemos que está garantizado el derecho a la libertad de expresión, básicamente porque está garantizado el recurso judicial. Porque a partir de la reforma que introdujo la Cámara de Diputado, se establece que el recurso ante la Justicia tiene efecto suspensivo respecto de la caducidad de la licencia. Eso cumple acabadamente con los estándares interamericanos. No hay estándares sobre recurso judicial directo. No lo hay. Lo que han dicho los relatores de libertad de expresión y la Comisión Interamericana en algunos pronunciamientos es que, al momento de regularse, debe preverse el recurso administrativo y judicial. De ninguna manera se considera al recurso administrativo jerárquico como un avasallamiento, sino como una instancia más de protección judicial. Y por supuesto, se debe garantizar la protección judicial posterior. O sea, que exista un recurso administrativo no es, per se, violatorio de la libertad de expresión, sobre todo cuando hay un recurso judicial posterior. Eso nos ha generado bastante tranquilidad. Por supuesto, la aplicación puede ser arbitraria. Lo aclaré. Vamos a estar monitoreando la aplicación y no vamos a dar cheques en blanco. Nos parece que la ley tiene algunos obstáculos importantes para evitar la utilización de la mordaza y la posibilidad de la censura. Por eso, estamos convencidos que cumple con los estándares interamericanos. Eso es lo que puedo responder desde el punto de vista de las sanciones. Con respecto a la publicidad, coincidimos en que hay que hacer complementos. Creemos que por las características de la publicidad y la pauta oficial y por los detalles con que se deben regular los criterios, procedimientos y beneficiarios, sería correcto pensar en una ley complementaria. Consideramos que eso es mucho mejor que seguir incorporando más detalles a esta ley, que no tiene ese fin. Pero estamos convencidos de que se necesita una ley que establezca criterios y procedimientos transparentes y democráticos para la asignación de la pauta oficial. Sra. Rabinovich. — No voy a agregar mucho más. Nosotros también, desde la Asociación por los Derechos Civiles, creemos que conjuntamente con esta ley tiene que discutirse y sancionarse una ley integral de regulación de publicidad oficial, que no la regule únicamente para los servicios de comunicación audiovisual, sino para todos los medios, gráficos, Intranet, vía pública, etcétera. Hay muchos proyectos en el Congreso que podrían ser un punto de partida para esta discusión. Definitivamente, una discusión sobre este tema contribuiría a ampliar la agenda de libertad de expresión, como postulamos antes. Con relación al régimen de sanciones, deseo señalar que es uno de los puntos que creemos que podrían ser perfectibles en esta ley y es uno de los artículos que mencionamos como teniendo una redacción que, a nuestro juicio, es vaga en relación con los actos atentatorios contra el orden 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 58 constitucional. No consideramos que la doble exigencia de recursos sea un impedimento para el ejercicio de la libertad de expresión. Por el contrario, es una doble instancia de protección. Ahora bien, para el caso de caducidad de las licencias creemos que el efecto debería ser suspensivo. Pero se trata de los puntos que nos parece que pueden mejorarse en la redacción de esta ley. En cuanto al registro, en principio, deseo manifestar que no es uno de los puntos que analizamos. A priori, no creemos que un registro —por ejemplo, de las agencias de publicidad que están haciendo publicidades o siendo proveedoras del Estado en este sentido o, mejor dicho, no proveedoras del Estado, sino conjuntamente con las productoras o con las señales— viole un estándar internacional de protección de la libertad de expresión. Por otra parte, coincido con lo expresado por mi colega del CELS en cuanto a que, por supuesto, la implementación de una ley puede dar lugar a arbitrariedades. Por eso es necesario no solamente tratar de ajustar al máximo la redacción de la misma, sino tener un ojo muy atento en cuanto a su aplicación. Sr. Presidente. — Para una interrupción, tiene la palabra el señor senador Sanz. Sr. Sanz. — Mi intervención se vincula con lo que acaban de señalar respecto de los recursos y la caducidad. Estaba leyendo el artículo 112, que es el que establece este principio, y me gustaría saber si ustedes estarían de acuerdo con que se eliminara el último párrafo que expresa lo siguiente: “…en el que deberán analizarse las circunstancias del caso.”, quedando solamente entonces el artículo con la parte final que dice: “…no tendrá efecto suspensivo salvo en el caso de caducidad de licencia.” Hago esta pregunta técnica. Sr. Presidente. — Léalo bien al artículo. Le falta un poquito para leerlo textual... Sr. Sanz. — ¿El segundo párrafo? Sr. Presidente. — “…en el que deberán analizarse las circunstancias del caso...” Sr. Sanz. — El artículo 112, presidente... Sr. Presidente. — Estoy de acuerdo con usted... Ese agregado no se tuvo que haber puesto... Sra. Pochak. — Yo tengo otra interpretación del artículo. Entiendo que donde se analizan las circunstancias del caso, son caso a caso, en los recursos administrativos o judiciales que se interpongan; que obviamente van a ser caso a caso, porque son recursos administrativos. Sra. Escudero. — El efecto suspensivo depende de las circunstancias del caso. Esa es la barbaridad. O sea, hago caducar la licencia porque no me gustó el programa que se emitió y de acuerdo a las circunstancias del caso, no concedo el efecto suspensivo. El Estado se hace cargo del medio hasta tanto se resuelva, con lo que queda consumada la censura... Sra. Pochak. —Yo entiendo que la propuesta de la ley —de acuerdo con la redacción que establece en el artículo 3° la protección de la libertad de expresión y que de ninguna manera permite la caducidad de la licencia porque no me gusta el programa que se está emitiendo— no va a permitir la caducidad de la licencia. Respecto de una autoridad de aplicación que establezca la caducidad de una licencia porque no me gusta el programa que se está emitiendo, deseo decir que no hay ninguna ley que pueda parar una arbitrariedad semejante. No creo que esta propuesta… Sra. Escudero. — Considero que afecta el orden constitucional... Sr. Presidente. — Tiene la palabra la señora Rabinovich. Sra. Rabinovich. — Efectivamente, no existe una sanción de caducidad de la licencia porque no me gusta el contenido de… Sra. Escudero. — No, no, no. La caducidad de la licencia existe porque a criterio de la autoridad de aplicación se habría emitido algún programa que importa actos atentatorios contra el orden constitucional. Vamos al ejemplo del conflicto con el campo. La señora presidenta ha dicho que esto es destituyente. Entonces, está diciendo que es atentatorio contra el orden constitucional. En base a esta norma y con esta arquitectura aprobada por la Cámara de Diputados, la autoridad de aplicación podría hacer caducar una licencia; podría decir que de acuerdo con las circunstancias 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 59 del caso —como dice el artículo 112—, el recurso no tiene efecto suspensivo y el Estado se hace cargo del medio. Eso es lo que estamos viendo de acuerdo a la letra aprobada por la Cámara de Diputados. Sr. Presidente. — Para una interrupción, tiene la palabra el señor senador Torres. Sr. Torres. — Muchos coincidimos con la opinión que tuvo la señora presidenta, pero se refería a la actitud que tiene el campo y no a la actitud de los medios. La protesta del campo y la forma en que la llevaron a la práctica ha sido calificada como una actitud de ese tipo y así lo hizo la señora presidenta. ¿Qué tiene que ver esa definición con los medios y con quienes transmiten lo que están haciendo los que protestan por el campo? Me parece que son cosas diferentes... Sr. Fernández. — Estoy totalmente de acuerdo. Pero además, la autoridad de aplicación tiene, entre otras cosas, una participación del Parlamento, salvo que entendamos que la autoridad de aplicación con la participación del Parlamento no tiene ningún efecto y que en esa autoridad de aplicación tampoco tiene ninguna razón de ser la gente del Consejo que participa. Estamos minimizando el funcionamiento de la autoridad de aplicación en una interpretación sesgada y caprichosa. El artículo 112 es bastante claro porque, de lo contrario, le hacemos decir al artículo lo que no dice. El artículo 112 expresa lo siguiente: “Una vez agotada la vía administrativa, las sanciones aplicadas podrán ser recurridas ante los Tribunales Federales de Primera Instancia…” Y la parte sustancial dice exactamente: “La interposición de los recursos administrativos y de las acciones judiciales previstas en este artículo no tendrán efecto suspensivo salvo en el caso de la caducidad de licencia…” Esto significa que la autoridad de aplicación deberá evaluar en cada caso en particular efectivamente esta sanción. La autoridad de aplicación está integrada por el representante del Poder Ejecutivo, los representantes del Parlamento —primera, segunda y tercera minoría—, el Consejo de Administración y los dos representantes del Consejo Federal. Es decir, el artículo no dice nada de lo que nosotros estamos queriendo decir. Y creo que la reflexión expresada por el señor senador Torres es más clarificadora todavía. Ahora bien, si hacemos una pregunta e indefectiblemente ponemos un ejemplo y le damos la respuesta a quien en definitiva tiene que contestar... Sr. Presidente. — En el artículo 108 figuran varias causales de caducidad de licencias, no sólo en el inciso a). La verdad es que no comparto la interpretación efectuada por la señora senadora Escudero en cuanto a que la autoridad de aplicación va a producir la caducidad de una licencia porque un medio esté diciendo algo que no le guste al gobierno. Creo que el sentido de esa normativa, del inciso a), es determinar la caducidad de una licencia cuando un medio de difusión esté diciendo que nos levantemos en armas en contra del gobierno constitucional de la República Argentina y tomemos este gobierno en un golpe de Estado. Más o menos, esa es mi interpretación. A mí lo que me preocupa son otras causas de caducidad de licencias que figuran en ese artículo, en donde una técnica correcta era que la sanción de caducidad —que es la más importante de todas porque determina la existencia o inexistencia de una licencia— no debería tener nunca efecto devolutivo, sino efecto suspensivo. La norma que se aprobó en la Cámara de Diputados determina que va a tener, en el caso de caducidad, un efecto suspensivo, pero agrega que se deberán analizar las circunstancias del caso. Seguramente, a quien le decreten una caducidad de licencia va a renunciar a la vía administrativa, porque en ese caso sí será quien va a analizar las circunstancias del caso la autoridad de aplicación, para dar -o no- con efecto suspensivo la caducidad. Con seguridad, va a recurrir a un juez, y éste determinará si están dadas las circunstancias para darla con efecto suspensivo o devolutivo. Sabemos que si la damos con efecto devolutivo, a quien le han decretado la caducidad, deberá cesar en sus transmisiones, y discutir diez años en tribunales o en una instancia administrativa si tenía derecho a la caducidad de la licencias. De modo que es una preocupación. Sr. Fernández. — Perdón, quiero hacer una aclaración. 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 60 Nosotros no podemos tomar el artículo 112 y analizarlo por separado de lo que es concretamente el Título VI, porque de lo contrario estaríamos haciendo interpretaciones —vuelvo a repetir— engañosas. Vamos al Título VI, Régimen de Sanciones, artículo 101. ¿De qué son responsables, concretamente, los titulares de las licencias? Los titulares de licencias o autorizaciones de servicios de comunicación audiovisual son responsables por la calidad… Sra. Escudero. — Señor presidente: solicito una interrupción... Sr. Presidente. — Senador Fernández, la senadora Escudero le pide una interrupción. ¿Se la concede o continúa en uso de la palabra..? Sr. Fernández. — Termino yo y después concedo la interrupción... Sra. Escudero. — Una pequeña interrupción, porque aquí estamos para hacer preguntas a los que vinieron. Después, el debate interno nuestro lo haremos posteriormente. Sr. Fernández. — Estoy de acuerdo, pero quiero hacer una aclaración, porque si no estamos preguntando cosas que no existen en el proyecto de ley. Los titulares de licencias o autorizaciones de los servicios de comunicación audiovisual son responsables por la calidad técnica de la señal y la continuidad de las transmisiones y serán sujetos —de esas dos obligaciones— a sanciones establecidas en el presente. En el tercer párrafo dice que en cuanto a la producción y/o emisión de contenidos y el desarrollo de la programación, los responsables de dicha emisión están sujetos a las responsabilidades civiles, penales, laborales o comerciales. ¿Qué significa esto? Nosotros no tenemos una ley que prohíba contenidos. Los responsables lo serán por la vía civil, penal, laboral o comercial pero, en realidad, el artículo 101 —en su primer párrafo— pone en cabeza justamente de los responsables el tema de la calidad técnica de la señal y la continuidad de las transmisiones. Punto. Las demás responsabilidades están abarcadas en otros aspectos que no son de la autoridad de aplicación. Señalo esto porque no estamos tratando un proyecto de ley que regule contenidos de la información. Este no es un proyecto de ley mordaza. Lo vuelvo a repetir. Nosotros no estamos legislando sobre el contenido de de la información. No lo dice el artículo 101 y no se lo podemos hacer decir al artículo 112, porque en realidad no lo dice. Sr. Cabanchik. — Señor presidente: solicito una interrupción. Sr. Presidente. — Me había pedido una interrupción la senadora Escudero. No hagamos un debate entre nosotros. Los senadores vamos a tener la oportunidad de debatir el proyecto de ley y, seguramente, expresaremos los distintos puntos de vista que tenemos con relación al articulado de esta normativa en el plenario, porque si no hoy vamos a discutir entre nosotros y no vamos a escuchar qué opinan de esta temática quienes han venido a exponer. Senador Cabanchik, usted ha pedido la palabra, ya está anotado. Cuando ejerza el derecho a realizar las preguntas, haga los comentarios que desee. Sr. Ríos. — También había pedido la palabra el senador Sanz. Sr. Presidente. — El senador Sanz había solicitado una interrupción. Y la senadora Escudero estaba formulando preguntas. Si están agotadas sus preguntas, pasamos al senador Martínez.... Sra. Escudero. — No me respondieron el tema del plazo del artículo 161, teniendo en cuenta que en el año 2005 se prorrogaron las licencias por diez años, con la exigencia de hacer inversiones en actualización tecnológicas. Este plazo estrecho de un año que establece el proyecto de ley sería un poco atentatorio contra lo que hoy funciona bastante bien. Mi referencia, justamente, a los pequeños canales de cable del interior del país, que nos están haciendo llegar sus reclamos, con el ingreso de las cooperativas que prestan servicios públicos y que tienen clientes cautivos, que los van a dejar absolutamente fuera de juego en las pequeñas localidades. Me parece que esos temas que hay que tener en cuenta en cuanto a que la norma de transición no es muy feliz en este proyecto aprobado por la Cámara de Diputados. 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 61 Sra. Rabinovich. — Quiero señalar dos cosas. El senador me había preguntado si estaba de acuerdo con una redacción en particular. Queremos decir que nosotros, en primer lugar, no consideramos que este proyecto sea una ley mordaza. Creemos, en cambio, que hay algunos aspectos vinculados con el régimen sancionatorio que deberían especificarse mejor para una mejor comprensión, incluso de su articulado. Digo esto respondiendo su pregunta en cuanto a la necesidad de eliminar esa frase en cuanto a los efectos suspensivos. Con relación al proceso de transición, nosotros nos pronunciamos sobre algunos aspectos del proyecto de ley, que es muy compleja, diciendo que no tenemos una opinión formada sobre todos los puntos. En ese caso, vinculado al plazo de transición, eventualmente, tendrán que evaluar comparando, quizá, lo que establecen las leyes de defensa de la competencia de otros países con el mercado argentino. Nosotros no tenemos una opinión formada sobre si un plazo de un año es muy corto o muy largo o si es el mejor plazo posible... Sra. Pochak. — Nosotros, sí. (Risas.) Hemos analizado el artículo a luz del estándar de plazo razonable del Sistema Interamericano, que si bien no fija estándares acerca de cuál es el plazo razonable para la adecuación o la desinversión en caso que eso corresponda. Por lo tanto, siempre tiene que ser en abstracto. Ahora bien, el proyecto de ley prevé que los titulares de licencias deberán ajustarse a las disposiciones de la presente en un plazo no mayor a un año desde que la autoridad de aplicación establezca los mecanismos de transición. Con lo cual, no es un año, sino que es un año desde que la autoridad de aplicación establezca los mecanismos de transición. O sea que se tiene que conformar la autoridad de aplicación y luego establecer los mecanismos de transición; por ejemplo, para la transmisión de las licencias. De modo que no es un año. De todas maneras, es difícil establecer en abstracto un plazo para todos los casos. Algunos son muy importantes, en los que habrá cambios muy relevantes que hacer, transiciones muy importantes para llevar adelante. En otros casos, los cambios no van a ser tan graves, tan dramáticos, tan fuertes. De modo que para nosotros el plazo suena razonable, sobre todo porque no es un año, sino que es un año a contar desde la conformación de la autoridad de aplicación. Entonces, suena razonable. Y, por otro lado, siempre está la posibilidad del control judicial para una persona que se sienta particularmente agraviada porque en su caso particular considera que el plazo no fue razonable por la inversión que hizo, por el medio pequeño de que se trata, por los pocos fondos que tiene, etcétera. En estos casos, siempre existe la posibilidad de que el juez controle la legalidad y la razonabilidad de esta norma en el caso puntual. De manera que no nos parece que, en abstracto, la norma sea cuestionable, sino que siempre está abierta la posibilidad de que, caso a caso, se determine su razonabilidad. Sr. Presidente. — Tiene la palabra el senador Martínez. Sr. Martínez (A.A). — Gracias, señor presidente. Mi pregunta es para la gente de la Asociación por los Derechos Civiles, el CELS y el CIPPEC, que estuvieron con un tono muy similar en las exposiciones. En el caso concreto de la Asociación por los Derechos Civiles, yo diría que prácticamente les pediríamos que vengan y nos hagan el dictamen, por lo menos el que nosotros pensamos. Hizo muy fuerte hincapié —y me parece muy bien— en el tema de la autonomía que tiene que tener la autoridad de aplicación. Inclusive, coincidimos con los mecanismos: la aplicación del decreto 222, que garantiza un camino para tener absoluta seguridad, transparencia y participación de la gente para las impugnaciones. O sea, sería un mecanismo idóneo —por definirlo de alguna manera— que podría garantizarnos a todos que esa autoridad de aplicación tendrá la autonomía necesaria del gobierno de turno para llevar adelante sus mecanismos. Después, será discutible cuántos años, si más años que quien ejerce el Poder Ejecutivo, etcétera. Creo que esas son cuestiones de forma, cuando la de fondo puede ser resuelta de esa manera. 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 62 El tema de la Comisión Bicameral y las incompatibilidades que ustedes manifestaban, realmente me parecen muy bien, como también que los medios públicos tienen que tener la independencia y autonomía de quien está gobernando, para garantizar no solamente el derecho de la libertad de prensa, sino uno de los más importantes —por lo menos, en el caso del interior—, el derecho a la información. Ese es un derecho del ciudadano, humano —como lo definen ustedes— que, por supuesto, lo compartimos absolutamente. Y compartimos también el tema de que hay algunos puntos que deberían estar en esta ley —podrán ser anexos—, como es la distribución de la pauta oficial, una ley de acceso a la información y garantizarle a los periodistas que no serán corridos por la Justicia cuando ellos emitan información en función de su deber de informar. Yo quería hacerle dos preguntas. Nos parece muy claro y saludable que aquellas empresas que prestan servicios públicos no puedan intervenir. Ahora bien, cuando le preguntábamos a la gente del COMFER si podían ingresar aquellas empresas contratistas de obras públicas del gobierno, tuvo que decirnos que sí, porque no estaba prohibido. Por ejemplo, quien maneja hoy los casinos puede avanzar —no tiene ningún tipo de frenos— y comenzar a trabajar en el manejo de medios de comunicación. Esto nos preocupa y mucho. De la misma manera que decimos que está muy bien que las empresas proveedoras de servicios públicos no puedan ingresar, nos parece que también ayudaría a evitar cualquier tipo de suspicacia que tampoco puedan hacerlo las empresas contratistas de obras públicas del gobierno, más cuando uno empieza a ver el entretejido que se puede dar en este proyecto de ley. El artículo 41 habla de la transferencia de las licencias. Realmente, las licencias son intransferibles. De lo que habla este artículo, en definitiva, es de que se puede incorporar la transferencia del paquete accionario y no de la licencia. Esto nos estaría dando la posibilidad de la entrada a alguien que pueda ser socio de este mecanismo, prácticamente sin darnos cuenta de quiénes son los que realmente están entrando. El título dice “Transferencia de licencias” pero, en definitiva, sabemos que las licencias no se pueden partir. Da la excepcionalidad para que, a través de la venta de parte del paquete accionario, algunas empresas puedan empezar a trabajar. Esto tampoco nos parece demasiado saludable. Quería conocer la opinión de ustedes. Como bien decían ustedes, esta ley es muy compleja y a veces no se puede tener la lectura de todo, pero si pudieran ustedes dar respuesta — quizás no ahora, pero sí después—, nos vendría muy bien. Otro artículo que nos preocupa mucho a nosotros es el 32. Allí se habla de lo que es el mecanismo de adjudicación, estableciéndose que en las localidades de más de 500 mil habitantes, con un rango de alcance de la televisión de aire o las radios AM, estas licencias serán otorgadas directamente por el Poder Ejecutivo, sin siquiera pasar por la autoridad de aplicación. Así que ese también es otro tema del que me gustaría escuchar su opinión. Tendría otras preguntas más, pero realmente les agradezco que puedan darnos su opinión sobre estas dudas que nos quedan a nosotros. Sra. Rabinovich. - La pregunta era si nosotros estábamos de acuerdo en que sea intransferible... Sr. Martínez (A.A.). — Digamos, estamos de acuerdo con eso, pero se da la excepción... Sra. Rabinovich. — Deberíamos estudiarla en concreto... Sr. Martínez (A.A.). — (Lee.) “Excepcionalmente se autoriza la transferencia de acciones o cuotas partes de las licencias luego de cinco (5) años de transcurrido el plazo de la licencia y cuando tal operación fuera necesaria para la continuidad del servicio”. Sra. Rabinovich. — Entiendo que lo que se está tratando de conservar con la imposibilidad de la transferencia de las licencias es que el plan y la propuesta comunicacional que fue aprobada en origen, conjuntamente con todos los requisitos que tuvieron cumplir los licenciatarios, sea mantenido a través del tiempo. Esto es algo que no ha ocurrido siempre en el caso de nuestro país con la transferencia de licencias. 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 63 Sr. Martínez (A.A.). — Estoy totalmente de acuerdo, pero acá se hace la excepción de poder transferir. Dice: “Excepcionalmente se autoriza la transferencia de acciones o cuotas partes de las licencias luego de cinco (5) años de transcurrido el plazo de la licencia y cuando tal operación fuera necesaria para la continuidad del servicio, respetando que se mantenga en los titulares de origen más del cincuenta por ciento (50 %) del capital suscripto...” Sra. Rabinovich. — Claro. Sr. Martínez (A.A.). — Lo que te estoy planteando es —si piensan lo mismo; tal vez esté equivocado— que a través de este mecanismo, contratistas de obras públicas del Estado —daba el caso de los casinos como ejemplo— pueda ingresar al negocio de las telecomunicaciones en una manera que está burlando el espíritu con el cual nosotros queremos hacerlo. Sra. Rabinovich. — No es un tema que hayamos analizado. Lo estoy viendo recién en este momento, pero entiendo que lo que se intenta hacer con el artículo es mantener la propuesta y, siempre y cuando sea mantenida y se cumplan los requisitos, la transferencia de una parte no obstaría a la consecución de los motivos por los cuales se cumplieron esas licencias. Pero, por supuesto, se puede estudiar más a fondo. Sr. Martínez (A.A). — En eso también están relacionados el inciso e) del artículo 24, el inciso d) del artículo 25, y el artículo 30 y 31, que hablan de este tipo de cosas. Hablamos siempre de que aquellos prestadores de servicios públicos y/o contratistas de obras públicas —es lo que a nosotros nos preocupa— tengan abierto el camino para poder acceder a tener parte de lo que son los medios de comunicación. Lo dejo como planteo. Por eso, les decía que es una ley compleja. Si pueden analizarlos y darnos su opinión, sería muy importante para nosotros. Sra. Rabinovich. — Lo mismo en relación a la adjudicación que establece el artículo 32. Nosotros entendemos que existe concurso en ambos casos. En un caso, el instrumento de adjudicación es un decreto del Poder Ejecutivo y, en otro caso, es la resolución de la autoridad de aplicación, siempre previo concurso. No entendemos tampoco muy bien la diferencia de por qué en un caso es un decreto del Poder Ejecutivo y, en otro, la resolución de la autoridad de aplicación. En todo caso, como lo decía mi colega del CELS, cuando esta ley se ponga en marcha, habría que seguir atentamente el procedimiento de adjudicación y de las futuras licencias, a través de los mecanismos que esta ley establezca, para que en todos los casos se cumplan todos los requisitos que aquí se plantean, que tienen que ver con la sustanciación de los concursos y, luego, que el procedimiento final sea un decreto o la resolución de la autoridad de aplicación. Pero desconocemos los motivos por los cuales hay una diferencia de procedimientos en los dos casos. Entiendo que quizás tiene que ver con la mayor importancia de una licencia en los casos de poblaciones de más de 500 mil habitantes o que superen los 50 kilómetros, pero también nos queda la inquietud de por qué esta diferencia. Sr. Martínez. — Nosotros entendemos que hay una intencionalidad muy clara para estar manejando aquellos lugares de mayor población. Por eso planteamos que debe ser la autoridad de aplicación, como ente garantizado, autónomo y autárquico, el cual con las normas de juego respectivas lleve esto con mucha más razón en aquellas localidades donde van a ser otorgadas licencias de canal abierto y de radio AM, para seguir el procedimiento y las garantías necesarias. Y que quienes lleven el procedimiento adelante, garanticen a través de mecanismos de elección claros, transparentes, etcétera, la aplicación de la norma, para que no tengamos ningún tipo de duda. Sra. Rabinovich. — Nosotros planteábamos que en los casos en que la autoridad de aplicación tiene algunas facultades, por su relevancia, también debería requerir la necesidad de establecer mayorías especiales. Una es la adjudicación. Sr. Martínez. — Por eso la pregunta es: ¿ustedes están de acuerdo con lo que nosotros estamos planteando de que en este tipo de otorgamientos de licencias, en este tipo de localidades con estas 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 64 características, debería actuar sí o sí la autoridad de aplicación, con más razón frente al tema de las pequeñas localidades? ¿Ustedes comparten este criterio? Sra. Rabinovich. — No estudiamos las razones por las cuales se dividieron las funciones. Para contestar seriamente y con rigurosidad su pregunta sobre si estoy de acuerdo o no, debería conocer las razones por las cuales se estableció esta división de funciones. A priori nos parece que es una función que puede formar parte de las funciones de la autoridad de aplicación, en los dos casos, todo el sistema de adjudicación de las licencias. Sr. Presidente.— El senador Morales pide una interrupción. Adelante, señor senador. Sr. Morales. — En este punto, no es un tema de razones. Lo que le pregunta el senador Martínez y nosotros preguntamos es si está de acuerdo con el hecho de que el Poder Ejecutivo tenga que adjudicar la licencia, no importan las razones. Lo que le preguntamos es si está de acuerdo en que el Poder Ejecutivo intervenga y si la intervención del Poder Ejecutivo, desplazando la autoridad de aplicación, no le quita la autonomía al órgano que tiene que administrar el sistema, el espectro que es el que tiene que adjudicar las licencias. Por eso es que hay tanto rigor y debate centrado en el artículo 14, con relación a la autonomía, que está planteado también en los 21 puntos. No importan las razones. El tema es si no le quita autonomía al procedimiento de adjudicación de las licencias la aparición del Poder Ejecutivo. Esto es lo que le preguntamos; si está de acuerdo con eso o no. Sra. Rabinovich. — Entiendo que la adjudicación, en este caso concreto, se refiere a la adjudicación formal y al decreto del Poder Ejecutivo, y no a una intervención del Poder Ejecutivo en la elección y la decisión sobre la adjudicación de la frecuencia. No sé si se entiende. Esta es mi interpretación. Si el artículo es vago y es de difícil interpretación, está mal. Debería ser muy claro. Pero mi interpretación del artículo es que la autoridad de aplicación es la que sustancia el proceso de adjudicación a través de los concursos, conjuntamente con el Consejo Federal y con todos los controles que establece la ley. Y que el Poder Ejecutivo es el que dispone, a través del decreto, el último paso formal para la adjudicación. Quiero decir que, de todos modos, no entendemos las razones por las cuales se diferencia en los procesos formales de adjudicación una resolución de la autoridad de aplicación y un decreto del Poder Ejecutivo. Es nuestra interpretación. Por eso, como usted lo está planteando, consideramos que definitivamente es uno de los puntos que podrían ser modificados. No tenemos un reparo a priori. Nosotros establecimos una serie de puntos sobre los que creemos que es necesario hacer ciertas modificaciones al proyecto de ley para mejorarlo. Sobre este punto, consideramos que es uno de los puntos que pueden evaluarse. Entendemos que esto no significa poner en cabeza del Poder Ejecutivo la decisión sobre la selección de los medios que van a ser adjudicados. Si esto fuera así, estaríamos en contra de este artículo, porque creemos que la autoridad de aplicación debe ser un organismo autónomo que tiene que sustanciar los procesos. Sr. Presidente. — Me piden interrupciones el señor senador Torres y el señor senador Cabanchik. Sr. Martínez. — Se las voy a conceder con mucho gusto, pero quiero primero leer una parte del artículo, para mostrar por qué tenemos ciertas dudas. El Artículo 32 dice: “Las licencias para servicios de comunicación audiovisual abierta cuya área primaria de servicio supere los cincuenta (50) kilómetros y que se encuentren localizadas en poblaciones de más de quinientos mil (500.000) habitantes, serán adjudicadas, previo concurso, por el Poder Ejecutivo nacional”. Y si seguimos leyendo el artículo dice: “Las correspondientes a los restantes servicios de comunicación audiovisual abierta y servicios de comunicación audiovisual por suscripción que utilicen vínculos radioeléctricos no satelitales y que se encuentren planificadas, serán adjudicadas por la autoridad de aplicación”. 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 65 Es decir que la autoridad de aplicación no va a participar en el otorgamiento de las licencias de 500.000 habitantes o más. Esa es nuestra interpretación. Por eso yo le hacía la pregunta, para que ustedes pudieran opinar. Sra. Rabinovich. — Insisto: había entendido que el término “adjudicación”, puntualmente en el artículo 32, cuando hicimos el análisis en la Asociación por los Derechos Civiles, se refería al aspecto formal de la adjudicación por medio de un decreto o por medio de una resolución de la autoridad de aplicación, siendo los concursos y el procedimiento de adjudicación a cargo de la autoridad de aplicación, porque eso es lo que estableció el articulado. Es un punto en el que puede haberse... Sr. Martínez. — La otra interpretación que tenemos nosotros es que como el Ejecutivo tiene la facultad de otorgar, también tiene la facultad de no otorgar, sin intervención de la autoridad de aplicación. Sra. Rabinovich. — Puede ser confuso y puede dar lugar a una revisión. Sr. Martínez. — No tengo la intención de seguir polemizando. Pero queríamos dejarlo planteado. Sr. Presidente. — Solicitaron interrupciones el señor senador Torres y el senador Cabanchik. Quiero aclarar que entre las facultades de la autoridad de aplicación están sustanciados los procedimientos para los concursos. Tiene la palabra el señor senador Torres. Sr. Torres. — Quiero hacer una primera aclaración: en el artículo 33 se habla de que los pliegos de licitación los va a aprobar la autoridad de aplicación. No es que los va a elaborar el Poder Ejecutivo; los va a elaborar la autoridad de aplicación. Y, por otro lado, con respecto a la participación de las empresas, que tanto preocupa a la oposición, no me preocupan solamente las empresas contratistas de obras públicas. Me preocupan los bancos y las entidades no financieras, por ejemplo. Y quiero decirles que más allá de los casinos, en Internet existen hoy en la Argentina un millón y medio de páginas de juego a las que cada argentino puede acceder en idioma extranjero, y un centenar en idioma castellano. El problema no está en los casinos legalizados y que en algunos lugares aportan gran cantidad de dinero, porque dependen exclusivamente de los gobiernos de las provincias, esto para aclararlo definitivamente. En mi provincia los casinos pagan el 10 por ciento de ingresos brutos aparte del canon. El problema en la Argentina está en el juego clandestino, que todas las provincias tienen. De eso nos tendríamos que ocupar, porque cada vez que se cierra la puerta al juego legal, se está abriendo la puerta al juego clandestino, que no aporta absolutamente nada. Por ejemplo, como dije, el millón y medio de páginas de juego que existe hoy por Internet en nuestro país. Sra. Pochak. — Quería aclarar la posición del CELS respecto de la cuestión de los concursos y de la adjudicación. Creemos que la clave está en el procedimiento. Si una licencia fuera adjudicada por la autoridad de aplicación sin concurso previo estaríamos en contra. El principio lo establece el artículo 32. El primer párrafo establece el principio: “todas las licencias serán adjudicadas mediante el régimen de concursos público, abierto y permanente”. Esto se complementa con el artículo 12 inciso 8) que dice que corresponde a la autoridad de aplicación sustanciar los concursos. Luego, lo que hace el 32 en el segundo párrafo es darle mayor jerarquía política a la adjudicación en los casos de licencias importantes. Quiero decirles que los estándares interamericanos son consecuentes con esto y establecen que la asignación de licencias son decisiones políticas de mucha importancia. Por supuesto, tienen que estar protegidas por un procedimiento transparente y público, que es lo que establece el Artículo 32 en el primer párrafo. Pero, en el caso de las licencias importantes, de más de 500 mil habitantes, deben estar protegidas por un decreto del Poder Ejecutivo, lo cual le da mayor valor político a la decisión y mayor certeza jurídica a la decisión. De manera que no nos parece que sea una injerencia por parte del Poder Ejecutivo de turno, sino una mayor protección que está garantizada, de alguna manera, por los estándares interamericanos, en cuanto a que reconoce que es una decisión política que debe 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 66 estar nutrida de todo un procedimiento transparente y público como lo está en el caso del primer párrafo del artículo 32, que es consecuente con el artículo inciso 8) del artículo 12. O sea que para nosotros eso no permitirá una decisión arbitraria, sino que esto es el paso siguiente al concurso público, no es un paso anterior. Esa es nuestra posición. Sr. Petcoff Naidenoff. –– Pido la palabra para una interrupción. Sr. Presidente. –– Primero había pedido la palabra para una interrupción el senador Cabanchik y el senador Martínez la había concedido. Sr. Petcoff. Naidenoff. –– Si el senador me permite, quiero hacer una aclaración. Una interpretación es que puede otorgar mayor jerarquización al Poder Ejecutivo, pero la otra interpretación es que puede otorgar mayor discrecionalidad, porque así como puede otorgar, el Poder Ejecutivo puede no otorgar la licencia. Eso es materia de interpretación. El artículo 32 deja las puertas abiertas a una materia de interpretación. Los representantes del CELS quizás interpreten que este artículo otorga mayor jerarquización. Nosotros interpretamos que este artículo otorga mayor discrecionalidad. Sr. Fernández. –– Como estamos interpretando un artículo, quiero decir una cosa. El sistema es de compulsa pública. Una vez que efectivamente pasó la barrera de compulsa, estamos en un acto administrativo final; lo da la autoridad de aplicación, o lo da el Poder Ejecutivo. No dice acá que lo puede no dar. Dice concretamente que el acto administrativo final de cierre en un caso lo da la autoridad de aplicación y, en otro caso, lo da el Poder Ejecutivo. Efectivamente, los sistemas para adjudicación no están condicionados y son para todos iguales. En el final lo da la autoridad de aplicación y en el otro final, en determinado tipo, lo da el Poder Ejecutivo. Es un acto administrativo de mayor jerarquía y por eso va vía decreto. Pero no dice que puede no darlo, porque en definitiva, ganada concretamente en forma previa la compulsa, usted está frente a un derecho y el Estado ni nadie le puede vulnerar un derecho. Ni la autoridad de aplicación tampoco, salvo que haya reparos que estén objetivamente reglados en la ley. ––Murmullos en el salón. Sr. Presidente. –– Senadores, por favor. Este es un tema que seguramente vamos a debatir. Los invitados ya han dado su opinión. Si le gusta, bien, y si no, cuando discutamos el proyecto de ley tendrán la oportunidad de manifestarse respecto del artículos 32, por tales y cuales razones, y se originará el correspondiente debate. Ahora tratemos de aprovechar a nuestros invitados, y cuando no estemos conformes con una respuesta tratemos de plantear cual es, en realidad, la posición correcta. Tiene la palabra el senador Cabanchik. Sr. Cabanchik. –– Gracias, señor presidente. Tengo el pedido de palabra en este momento, pero si la senadora Estenssoro quiere referirse a ese tema, preferiría que se invierta el orden de exposición para luego plantear todas mis cuestiones, incluidas las del artículo 32. Sr. Presidente. –– No la tengo anotada a la senadora Estenssoro. Si es un pedido de interrupción... ––No se alcanzan a percibir las palabras pronunciadas por los señores senadores. Sr. Presidente. –– Está bien, pero tratemos de respetar las reglas porque con los pedidos de interrupción constantemente nos metemos ... Sra. Estenssoro. –– Es para terminar este tema y aclarar algo que me parece que no ha quedado claro. En primer lugar, agradezco a los senadores Cabanchik y Martínez por esta interrupción. En el artículo 12, inciso 8), están las atribuciones de la autoridad de aplicación. Voy a leer ese inciso completamente, porque recién la representante del CELS, a quien sugerí que se convocara porque me interesaba su opinión, solamente leyó una parte de ese inciso. Y entre sus atribuciones, se dice: “Sustanciar los procedimientos para los concursos, adjudicación directa y autorización, según corresponda, para la explotación de servicios de comunicación audiovisual”. 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 67 O sea que hay tres mecanismos: uno es el concurso, otro la adjudicación directa y otro la autorización. Esta misma facultad el Consejo Federal también... –– Varios señores senadores hablan a la vez. Sra. Estenssoro. –– Me estaba refiriendo al inciso 8) del artículo 12. Ahora voy a leer el inciso b) del artículo 15. El Consejo Federal de Comunicación Audiovisual también propone pautas para la elaboración de los pliegos de bases y condiciones para los llamados a concurso o adjudicación directa de licencias. Esto quiere decir que en este proyecto hay varias licencias y frecuencias que se asignan en forma directa, entre ellas, las mencionadas en el artículo 32. Es decir, las frecuencias de poblaciones con más de 500.000 habitantes se pueden adjudicar por un concurso pero, a su vez, el Poder Ejecutivo puede no estar de acuerdo con esa asignación y no asignarla, porque si no, ¿para qué se establece en este artículo que el Poder Ejecutivo las asigna? –– No se alcanzan a percibir palabras pronunciadas por el señor senador Fernández. Sra. Estenssoro. –– Perdón, yo estoy dando mi interpretación. En el artículo 37 también hay autorizaciones directas para las universidades nacionales, los institutos universitarios nacionales, los pueblos originarios y para la Iglesia Católica. En el artículo 49, que hace referencia a un régimen especial para emisoras de baja potencia, la autoridad de aplicación establecerá mecanismos de adjudicación directa para los servicios de comunicación audiovisual abierta de muy baja potencia. Esto puede ser para las radios de AM o FM o de televisión de una ciudad como Río Cuarto. O sea que en las grandes ciudades adjudica el Poder Ejecutivo y en las pequeñas adjudica en forma directa la autoridad de aplicación. Como vemos, gran parte de las licencias se adjudican sin concurso previo. –– Murmullos en el salón. Sr. Presidente. –– El senador Vera ha pedido la palabra para una moción de orden. Sr. Vera. –– Pido disculpas al señor presidente y al resto de las senadoras y senadores, pero veo que haciendo un diálogo entre nosotros. Deberíamos procurar que se hagan las preguntas, se contesten y si a alguien no le gusta la respuestas, le pido que se abstenga de abrir el diálogo porque de lo contrario, no vamos a terminar y la verdad que la jornada se hace muy larga innecesariamente. Seguramente, el pleno se tomará los días necesarios para discutir entre nosotros donde ahí sí es correcto que podamos hacer los intercambios de opinión. Gracias, señor presidente. Sr. Presidente. –– Tiene la palabra el senador Cabanchik. Sr. Cabanchik. –– En primer lugar, agradezco a los invitados por haber asistido a esta audiencia en nombre de sus instituciones y personalmente a darnos su visión acerca de este proyecto de ley. A lo largo de estas audiencias públicas se ha visto la importancia de que el Congreso nacional ponga en debate los proyectos; y cuanto más público lo haga mejor. Es claro que tenemos una visión más completa y compleja del proyecto respecto de la que tuvimos cuando pasó por la Cámara de Diputados, con un accidentado trámite parlamentario. En segundo término, quiero aclarar que estoy haciendo uso de la palabra en el orden que se me adjudicó; no estoy haciendo ninguna interrupción. Además, cuando a esta altura de la soirée – –por decirlo así–– las presidencias han permitido tantas interrupciones, es muy difícil evitar ya ahora el debate, porque no puedo reprimirme a mí mismo de opinar sobre otras opiniones que se han vertido. Así que es todo o nada, por decirlo de alguna manera. Ya está abierto el debate. De todas maneras, aviso que seré moderado; me autocontendré. Respecto del artículo 32, para aprovechar que ya estuvimos en este tema recién, pienso que la única cuestión que está abierta a interpretación en el segundo párrafo de dicho artículo, es la fuerza que se le quiere adjudicar a la expresión “serán adjudicadas”. Si se la interpreta en el sentido de que deberá ser así, o sea, en el sentido más fuerte -serán adjudicadas, porque no dice serían adjudicadas o podrían ser adjudicadas, sino “serán adjudicadas”-, debiera entenderse 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 68 entonces que el acto administrativo del Poder Ejecutivo nacional no puede si no hacerse. Pero si este es el punto, sería mejor evitar toda ambigüedad retocando ligeramente el texto, porque esta distinción parece no obedecer a ninguna razón. Porque, en efecto, concurso público hay en los dos casos: con menos de quinientos mil, o con quinientos mil o más. Con menos de cincuenta kilómetros, o con cincuenta kilómetros o más. En ambos casos, hay concurso público. Pero, entonces, si interpretamos que la expresión será adjudicada es taxativa, está de más la distinción, porque en los dos casos hay concurso público y un acto administrativo final. Entonces, ¿para qué distinguir entre unos y otros, generando una brecha al menos remota e interpretativa que no parece cumplir ninguna razón, excepto que haya alguna que no se ha dicho todavía aquí y sería bueno escucharla? Y si no la hay, propongo directamente ahora -me parece que en consonancia con lo que ha dicho la representante de la Asociación de Derechos Civilesevitar toda ambigüedad aquí. Incluso la representante del CELS ha dicho que, si fuera posible interpretarlo en este sentido, aunque sea remotamente, no lo compartiría. Sra. Pochak. – Si lo dijera, no lo apoyaría. Sr. Cabanchik. – Justamente, no quiero entrar en un debate tan puntual. Sra. Pochak. – Entonces, no me interprete. Sr. Cabanchik. – Lo que algo dice, justamente sometido a interpretación, no sabemos qué dice o qué no dice. Siempre hay que agregar: si lo dijera según una interpretación. Creo que es lo único. Entonces, es una propuesta que ya dejo planteada: ¿para qué poner esta distinción si al mismo tiempo decimos que es nula? ¿Si al mismo tiempo decimos que es insustancial? ¿Si al mismo tiempo decimos que el Poder Ejecutivo no podría no hacerlo? Estaría de más. Eso en cuanto al artículo 32. Quiero volver a concentrarme en el artículo 108, inciso a), porque la representante del CELS ha considerado que en esta formulación se entiende claramente que está en consonancia con la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Yo escuché que esto fue afirmado por la representante del CELS. El artículo 108, inciso a), expresa lo siguiente: Caducidad de la licencia o registro. “Realización de actos atentatorios contra el orden constitucional de la Nación o utilización de los Servicios de Comunicación Audiovisual para proclamar e incentivar la realización de tales actos”. O sea, actos atentatorios contra el orden constitucional. Creo haber entendido que usted se refirió en la discusión sobre el inciso a) a que estaba, de acuerdo a la evaluación de ustedes, en consonancia con la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Si no lo dijo, le pregunto ¿si cree que está? Sra. Pochak. – Yo lo que digo es que la propuesta por supuesto admite mejoras en su redacción. Lo que estoy analizando es si es compatible o no con los estándares interamericanos en materia de libertad de expresión. Entonces, lo que digo es que esta ley no establece sanciones por contenido. En todo caso, sí por expresiones, y eso nos reconforta. Lo que hace la regulación de esta sanción es establecer una falta gravísima, como es la caducidad de la licencia ante casos gravísimos que incluso son tipo penales que no son declarados inconstitucionales, como la realización de actos atentatorios contra el orden constitucional. Quiero decir: no es una expresión que no nos gusta o una opinión que nos desagrada, sino son actos atentatorios. Esto está en consonancia con el artículo 13, que permite ciertas restricciones en caso de violencia, es decir, de casos graves. Estamos hablando de actos atentatorios. No digo que la redacción no pueda mejorarse, sino que no es incompatible con el artículo 13 de la convención americana. Sr. Cabanchik. – Quisiera, entonces destacar este acuerdo de que es mejorable el pasaje de este artículo. Ahora bien, acá dice “actos atentatorios”, pero luego dice “o utilización de los servicios para proclamar e incentivar”. Eso ya no es cometer el acto, sino proclamar e incentivar. Yo quiero recordar que el artículo 36 de la Constitución Nacional que refiere al incumplimiento de la 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 69 Constitución, al acto de atentar contra el orden institucional y el sistema democrático. Habla de actos de fuerza. Es decir, el artículo 36 de la Constitución Nacional es claro al respecto: son actos de fuerza. Pero el 108, inciso a), expresa que para hacer caducar una licencia es una causal en principio suficiente, porque en ninguna parte del articulado dice que todas deben darse. O sea que debo pensar que cada una de ellas es suficiente. Entonces, así leído el 108, inciso a), está afirmando que basta conque un servicio de comunicación –en la interpretación del órgano de aplicación, porque es quien va a interpretar esto– interprete que está incentivando un acto atentatorio –sin decir en qué consiste– contra el orden constitucional, se puede hacer caducar la licencia. Hoy tenemos un gobierno del cual yo no tengo por qué sospechar que se valdría de una cosa así para abusar del poder, pero esto es una ley que legisla para muchos años más. Y un gobierno podría valerse –gobierno aún elegido democráticamente, sabemos que el orden institucional puede pervertirse en su sustancia por muchos mecanismos complejos– de una formulación semejante para hacer caducar licencia, para perseguir voces plurales, que son tan necesarias en una situación determinada. Fíjense que la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha tenido un fallo en el caso Baena por una ley de Panamá. La sentencia es del 2 de febrero de 2001. El artículo 1° de la ley que consideró expresa algo como esto, y cito textualmente: con el fin de preservar el orden constitucional, se autoriza al órgano ejecutivo... “El fin de preservar el orden constitucional”. ¿Qué dice la Corte? En lo que concierne al principio de legalidad, la ley en cuestión sólo contenía un concepto muy amplio e impreciso sobre posibles conductas ilícitas, cuyas características específicas no se establecían puntualmente y que sólo se caracterizaban bajo el concepto de participación en actos contrarios a la democracia y el orden constitucional. Y hay otras consideraciones similares en este fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Creo que podría darse un caso similar con esta ley si se ventilara en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que tiene para nosotros un estatuto constitucional y efectivamente cierta jurisprudencia para nosotros. Esta figura es tan amplia como la incluida en esa ley de Panamá que fue objetada por la Corte. Como también, en un caso que sí tiene que ver con la Argentina en forma directa, en el caso Kimel –que ahora estamos teniendo que tomar en cuenta justamente para la cuestión de calumnias e injurias–, donde también se señalaban los tipos vagos punibles para fallar en contra de una figura legal. Imaginemos si en el Código Penal aceptáramos figuras tan vagas. Es decir, si coincidimos en que es mejorable la redacción, ¿por qué no la mejoramos y listo? Y esta es la instancia para hacerlo en cuanto al 108, inciso a). Sr. Presidente. – Hagamos la pregunta, senador. Se perdió la compañera. Sra. Pochak. – Quiero contestar. ¿La redacción es mejorable si digo que es incompatible con la Convención Americana? A criterio del CELS, no es incompatible con la convención americana. Por supuesto es un parámetro establecido por la Corte Interamericana que el principio de legalidad debe respetarse incluso para las sanciones impuestas por la administración. De manera que no es que consideramos que es válida una legislación que no respete el mandato de certeza impuesto por el principio de legalidad. Coincidimos y hemos revisado el fallo Baena de 2001. Lo que decimos es que este tipo de sanción establecido por el artículo 12 no es incompatible, porque el propio artículo 13 de la Convención Americana establece que se pueden establecer restricciones a la libertad de expresión por motivo de incitación a la violencia. Nos puede gustar o no el estándar, pero no podemos decir que una gravísima como es atentar contra el orden constitucional o incitar a hacerlo es contrario a la Convención Americana porque no es, ya que el artículo 13 establece que se pueden establecer restricciones a la libertad de expresión por la incitación a la violencia. Esta ley no establece limitaciones por contenido. No es verdad. En el artículo 13 establece el principio general. De manera que cuando hay una falta tan grave, que incluso establece la sanción de caducidad de la licencia, como es atentar contra el orden constitucional nos parece que 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 70 debemos pensar en una interpretación razonable y, si no, siempre vamos a tener el control judicial que nos va a dar la tranquilidad de que se va a estar preservando la libertad de expresión. Y, con respecto a los concursos, la lectura —no la interpretación— que hace el CELS del párrafo sobre la adjudicación del Poder Ejecutivo es que nos puede gustar o no la redacción, pero ésta no es vaga. Porque el principio del artículo 32 es el del concurso previo... Sr. Cabanchik. — Yo no discutí eso. Sra. Pochak. — Coincido con usted en cuanto a la claridad. A nosotros no es que nos parece que no tiene sentido la adjudicación del Poder Ejecutivo; como usted admitió, el párrafo es “será adjudicado”, no admite “podrá”, “no podrá” o “me gustará” sino que dice “será adjudicado por el Poder Ejecutivo”. Lo que nosotros decimos es que sí le encontramos un sentido, y es jerarquizar la decisión política. No es que no tiene sentido. Nos puede gustar o no nos puede gustar, pero tiene un sentido, y es jerarquizar la decisión política. Y, nuevamente, hay una coherencia con los estándares interamericanos que establecen que la asignación de licencias de radios y televisión implica, por la importancia de la libertad de expresión y por la importancia que tienen los medios masivos de comunicación, una decisión política de suma envergadura. De manera que si el legislador pretende jerarquizar eso con una asignación por parte de un decreto nos parece que es coherente con un estándar interamericano en la materia. Sr. Cabanchik. — Tengo dos preguntas para Fortunato Malimachi. ¿Qué tal Fortunato? ¿Cómo estás? Un gusto verte. Vos utilizaste la expresión “espectro mediático en tu exposición, y yo quisiera preguntarte cuál es el significado que le otorgás a la expresión “espectro mediático”, porque por un lado tenemos el espacio radioeléctrico, que podríamos definir como un bien público, y por otro lado tenemos todo lo atinente al cable como una de las vías de transmisión de lo audiovisual. ¿Vos estás englobando ambos aspectos? Querrías referirte sólo al radioeléctrico? Sr. Malimachi. — No. Me quiero referir al de los servicios audiovisuales, que es el que estamos discutiendo en la ley. Sr. Cabanchik. — O sea que incluís también al cable. Sr. Malimachi. — Sí. Sr. Cabanchik. — Quería entonces preguntarte si a tu juicio no hay una diferenciación importante, sustantiva, entre legislar sobre un bien público que nos pertenece a todos —lo relativo al conjunto de las frecuencias y a cómo se adjudican y dividen— y la transmisión por cable. Quisiera que me digas si no hay una diferencia cualitativa que debiera implicar un tratamiento legislativo diferenciado. Esa es una de las preguntas que te quiero hacer. Después te hago la otra. Sr. Malimachi. — Escuchando a los compañeros del CELS y a quienes hablan de otros derechos me quedó una buena idea: hay otras leyes que el Parlamento puede seguir produciendo para regular. No puede estar todo en una sola ley. Los que hacemos historia social o historia del Parlamento en la Argentina sabemos que no hay una ley que pueda tener el conjunto de las regulaciones que son necesarias. Por eso me pareció importante aquello que se ha discutido y ustedes tendrán que seguir discutiéndolo más allá de los aportes técnicos que cada uno puede hacer. Como se dijo, es una ley compleja y es una ley que hay que leerla desde el principio hasta el final. Cada uno de nosotros sabe que cada artículo hay que leerlo encuadrándolo en el artículo general de la ley. Igualmente, a mí me parece que se puede seguir avanzando sin ningún problema. Sr. Cabanchik. — La pregunta tenía que ver no con lo que pueda avanzarse más allá sino que en esta ley ya está incluida la legislación sobre el cable y sobre el aire. Mi pregunta era no sobre algo que estaría fuera de esto sino sobre algo que está incluido y no merecería separarse en una legislación diferente. 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 71 Sr. Malimachi. — Hasta ahí llego. Sr. Cabanchik. — ¿Hasta ahí llegás? Bueno. También quiero preguntarte si considerás que está ley es mejorable y, si no, quisiera que me des el argumento de por qué te parece perfecta. Sr. Malimachi. — Samuel es filósofo. Sr. Cabanchik. — Ya saben. (Risas.) Sr. Malimachi. — Yo les podría decir que ninguna ley es perfecta, y ya lo sabés. Sr. Cabanchik. — Muy bien. Gracias. Entonces, ¿te parece que sería bueno, ya que considerás que es mejorable, que el Senado la mejorara si pudiera? Sr. Malimachi. — Lo que yo creo es que si el Senado la deja más tiempo, si el Senado no es capaz de ir adelante, si el Parlamento no es capaz de decir “la votamos” la gran mayoría de la sociedad argentina va a decir “¿Cuánto les pagaron?”, “¿Cuáles fueron los grandes grupos de poder...?” Sr. Cabanchik. — No... Sr. Malimachi. — Lo pienso yo, lo digo yo; déjenme decirlo. Así como sucedió con la Banelco. Los que estaban en el gobierno de la Alianza se acuerdan. Hay una sociedad que, con respecto a los partidos y a la sociedad política es ultrasensible: es la sociedad argentina. Es una sociedad que cuando ve que el Parlamento no avanza, no aprueba, supone quién será el que tiene ese poder económico, simbólico, social, que nos lleva a que las leyes salgan adelante. Conozco muy bien otros temas, porque los vengo investigando, como las leyes de educación sexual, las leyes de salud reproductiva o las leyes que tienen que ver con despenalizar ciertos temas. Es decir, toda ley es perfectible. Espero que haya Parlamento por 100 años que las pueda ir perfeccionando, como se perfecciona la Constitución, porque se perfeccionó en 1994. De la misma manera se puede modificar esta ley. Habrá nuevas regulaciones que tendrán que venir. La idea central, o por lo menos lo que yo quería decir, es que hay una intención de regular, de que haya una intervención activa del Estado sobre nuevos desafíos mediáticos, tecnológicos, o simplemente creemos que las empresas por ellas mismas van a resolver los problemas. Esta mañana estuve con Graciela Michetti —no sé quién será del grupo de ella— discutiendo con colegas franceses sobre la crisis internacional y el papel indelegable del Estado de regular. Había franceses, holandeses y latinoamericanos. Es decir, me parece que esa es la discusión de fondo: o se piensa que el Parlamento es capaz de regular y de tener una presencia activa frente a los grandes grupos de poder —y en este caso los mediáticos son un grupo de poder— o se piensa que el mercado y las empresas mediáticas por sí solas van a crear las leyes. Si dejamos hacer esto déjenme decir que la representación y la credibilidad política se va a caer por el suelo. Sr. Cabanchik. — Yo lamento tener que opinar sobre la opinión, porque no es sólo una respuesta sino que tiene apreciaciones complejas. Porque, aunque vos le atribuyas a la sociedad esa posible creencia debido a que hagamos esto o lo otro —y en eso coincido con la hipersensibilidad— también podemos decir que la mitad de la sociedad va a decir una cosa y la otra mitad exactamente lo contrario. Si aprobamos la ley tal cual está podrían decir exactamente lo mismo, nada más que con la dirección contraria. Es decir que si apelamos a una hipersensibilidad social por un juicio de valor que sobrevendría a nuestra votación estamos eliminando la soberanía que nuestra representación debe consagrar y honrar en el ejercicio del cargo. Y eso, al decirlo aquí en tu discurso y dándole cuerpo al decirlo de esta forma, lamentablemente funciona como algo... Ahora se me ocurre una palabra que es un poco grosera y no quiero personalizar, porque sabés que no es así, pero eso podría resultar como un efecto chantaje. Tanto como lo que dijo la señora Hebe de Bonafini, 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 72 quien me merece el mayor de los respetos por muchas razones, cuando de alguna manera lo puso en los siguientes términos: quien vote a favor de esta ley estará dentro de los buenos, y el que lo haga en contra será parte de la dictadura. Ahora usted dice: “quien vote en contra, se habrá sometido a la Banelco, eso pensarán muchos. Y para que no lo piensen, mejor no lo hagan.” Eso es no respetar al Congreso nacional... Sr. Malimachi. – Samuel: no dije eso. Acá no hay taquígrafos... Sr. Presidente. – Se graba todo... Sr. Malimachi. – Estuve hablando sobre la sensibilidad que hay en la sociedad. Y no por esa sociedad, sino por lo que se viene diciendo históricamente. Cada vez que salió una ley, la oposición o el oficialismo utilizaron justamente ciertos criterios. Puse el ejemplo de la Banelco, porque la mayoría lo conoce. Algunos fueron ministros de ese gobierno y están acá presentes. Entonces, me parece importante recordarlo, porque forma parte de una cultura política en la Argentina que es necesario transformar. Y creo que estamos todos de acuerdo. Hay que aceptar que cada uno vota por su libre conciencia. Ayer, hoy y mañana. Porque si la ley que me gusta se vota por libre conciencia, pero la que no me gusta no se votó así, me parece que estamos en un problema. Mi idea era hacer una reflexión global. Las leyes son votadas por libre conciencia. Ahora, he visto históricamente que algunas veces, dependiendo de la ley que se trate, se dice que hubo presión de “a” o de “b”. Entonces, me gustaría, porque así creo que la democracia y el Parlamento se fortalecen, que no salgamos a decir: se votó la ley a favor porque pasó tal o cual cosa con las provincias o no se votó a favor porque pasó tal o cual cosa con los grupos mediáticos. Esto es lo que me parece importante: debate de ideas, de posiciones, donde cada uno vote por su libre conciencia. Esto le hace muy bien al Parlamento y a la sociedad Argentina. Pero muchas veces, insisto, se habla de oficialismo u oposición. Y me parece… Sr. Vera. – Señor presidente: pido una moción de orden. Y pido disculpas. Insisto en que procedamos a efectuar preguntas y respuestas. Las opiniones y las digresiones personales que tenga cada uno de nosotros, hay que evitarlas. Me permito decir que muchos de los senadores y senadoras que estamos acá tenemos cosas para decir, pero debemos respetar el debate normal. Porque si no, esto no termina nunca, se nos desordena y nos vamos para un lugar que no tiene nada que ver. En todo caso, si hay que hacer estos debates será en el ámbito que corresponda pero no en este. Sr. Presidente. – Tiene la palabra la señora senadora Osuna. Sra Osuna. - Insistentemente pedí interrupciones y he sido comprensiva con algunos legisladores que querían redondear. Pero pido esta vez la palabra, porque quiero hacer una consideración. Quiero marcar una diferencia con lo expresado por mi comprovinciano Vera. Si bien es verdad que el tiempo se puede estirar en las consideraciones que vamos haciendo en torno a cuestiones muy puntuales del articulado de la ley, las razones por las cuales nosotros sostenemos esta iniciativa están fundadas. Entonces, no es una derivación inútil que se hagan aclaraciones con respecto a esto. No solamente las preguntas hacen al debate. Reivindico que podamos hacer consideraciones sobre el texto o algunas afirmaciones que de algún modo sientan una posición que algunos podemos no compartir. Acuerdo con el senador Vera acerca de que seamos más cortos en nuestras intervenciones. Eso puede ser. Pero no evitemos las consideraciones Acá se ha hablado acerca de cuestionamientos y de causales de caducidad. No quiero volver in extenso sobre ese artículo, pero sí dejar en claro la actual situación. En el artículo 18 de la ley hoy vigente se establece lo siguiente: “La libertad de información tendrá como únicos límites los que surgen de la Constitución Nacional y de esta ley. La información deberá ser veraz, objetiva y oportuna. El tratamiento de la información por su parte, deberá evitar que el contenido de esta o su forma de expresión produzca conmoción pública 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 73 o alarma colectiva.” La verdad es que hasta ahora no he escuchado una critica puntual sobre esta cuestión que hoy nos rige. Continúo: “La información no podrá atentar contra la seguridad nacional ni implicar el elogio de actividades ilícitas o la preconización de la violencia en cualquiera de sus manifestaciones. Las noticias relacionadas con hechos o episodios sórdidos, truculentos o repulsivos deberán ser tratadas con decoro y sobriedad dentro de los límites impuestos por la información estricta.” Y no sólo eso dice la actual ley, sino que, además, en el artículo donde se establecen las causales de caducidad, en el inciso f) hay una remisión directa a este artículo 18, lo cual nos plantea que si hay dudas sobre posibilidades de caducidad, este gobierno no ha echado mano a ninguna de ellas. Estoy viendo si está la gente del Comfer. Sería bueno disponer de información sobre caducidad operada en razones que establecen estos artículos, el 18 y el 85, inciso f), como para tener una referencia concreta de las posibilidades que abre el actual artículo 108 en el inciso específico que estamos tratando. Sr. Presidente.- Tengo agotada la lista de las preguntas, con lo cual doy por concluida la jornada de hoy... Sr. Fernández. – El senador Martínez había pedido una interrupción. Sr. Martínez. – Simplemente había pedido una interrupción para plantear al señor Marimachi que debemos ser todos sumamente cuidadosos con el lenguaje que utilizamos. Yo también diría que pude haberme sentido molesto cuando usted, al hablar de la aprobación de la ley, manifestó que no debíamos ser tontos los legisladores. Lo interpreto en la buena voluntad de que debemos trabajar y hacerlo. Pero cada uno de nosotros que se presenta frente a un micrófono o a una cámara debemos ser cuidadosos. Y el tema de la banelco y ese tipo de cosas enturbian este debate que creo que es bueno. Hemos dicho que vemos con muy buena cara lo que el oficialismo ha llevado delante al generar un debate amplio, transparente, permitiendo que yo participara de él sin ser miembro de ninguna de estas comisiones, por ejemplo. Tanto a mí como a todos los que estamos debatiendo pido que tengamos un poco de cuidado en el lenguaje. Porque comparto con usted que hay una sociedad que está sensibilizada, que tiene niveles de violencia. Cuando uno de los periodistas me preguntó cómo iba a encarar esta ley, le respondí que debíamos hacerlo sin los ojos de Clarín y sin los de Kirchner. Tenemos que encararla como una ley, en la cual todos trabajemos con el fin de alcanzar el mejor resultado posible. Simplemente, quería realizar esa aclaración. Sr. Presidente. — Tiene la palabra la señora senadora Parrilli. Sra. Parrilli. — Quiero referirme a eso de “ser cuidadosos”. He estado muchas horas sentada acá, como muchos de los señores senadores. Y quiero pedir que seamos respetuosos con la gente que nos viene a visitar. — Varios señores senadores realizan manifestaciones fuera de micrófono. Sra. Parrilli. — Si tenemos invitados en la Casa, los primeros que debemos ejercer el respeto somos nosotros si queremos que se nos respete. Hoy, he sentido que, en algunos momentos, se le ha gritado a la gente porque no estaba de acuerdo. Esto también sucedió en las jornadas de la semana pasada, el día viernes. Pareciera que se los reta como si fueran niños, porque no están de acuerdo. Entonces, reitero, debemos respetar a nuestros invitados, estemos o no de acuerdo con ellos. Con relación a lo que decía el señor senador Martínez sobre el lenguaje, quiero decirle que si se sintió agraviado por lo que dijo aquí el señor respecto de la Banelco y de que debemos fijarnos en los términos que usamos, quiero señalarle que seguir manifestando en este recinto que 28/09/2009 Reunión plenaria de comisiones 74 esta es una Ley K también es una ofensa. Es una ofensa para todos los que han trabajado durante todo este tiempo por esta ley, estemos de acuerdo o no. Así que pido que, por lo menos, en este recinto, no llamemos a esta ley “Ley K”. Gracias. Sr. Presidente. — Muchas gracias. — Son las 18 y 57.