PRIMERA REUNION NACIONAL DE JUECES, CONSEJEROS DE LA JUDICATURA, ORGANOS ADMNISISTRATIVOS Y ESCUELAS JUDICIALES MESA 2. CONSEJOS DE LA JUDICATURA “AUTONOMIA PRESUPUESTAL DEL PODER JUDICIAL” CONSEJERO DE LA JUDICATURA DEL ESTADO DE MEXICO LIC. JAIME ALMAZÁN DELGADO Aguascalientes, Aguascalientes; 24 y 25 de junio de 2011 1 La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que la soberanía nacional reside esencial y originalmente en el pueblo; que es voluntad de este, constituirse en una República representativa, democrática y federal compuesta de Estados libres y soberanos, en todo lo concerniente a su régimen interior; y que el pueblo ejerce su soberanía por medio de los Poderes de la Unión, en los casos de la competencia de estos, y por los de los Estados, en lo que toca a sus regimenes interiores. Asimismo, las constituciones políticas de las entidades federativas refrendan que el poder público estadual se dividirá para su ejercicio en Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Estos mandatos constitucionales de alguna manera fueron inspirados por los principios clásicos de la filosofía de la Ilustración, derivados a su vez de aquellas inquietudes de grandes pensadores de la antigüedad, como Aristóteles, Polibio y Cicerón que entendieron el atributo de la autonomía política (autos-uno mismo y nomos-norma) como la capacidad que tenían las ciudades-estado griegas, para darse a si mismas sus propias leyes; por eso se fue considerando a la autonomía, dentro del devenir histórico, como la potestad para regirse mediante normas y gobierno propios. Con el advenimiento del estado moderno, el concepto de autonomía se perfecciona, al sostener sus glosadores, que el poder público absoluto, debía dividirse, para el logro de una mas acabada armonía social y para una mayor protección a los derechos subjetivos de los gobernados. En la actualidad el concepto de autonomía es univoco, es la potestad o plena libertad que tiene una entidad pública para adecuarse a las cambiantes circunstancias de su desarrollo pleno, a fin de cumplir con los objetivos estratégicos que tiene asignados. 2 En términos de este moderno concepto de autonomía, el Estado distribuye funciones y atribuciones específicas a cada uno de los poderes que le componen, impidiendo que se reúnan dos o más de estos poderes en una sola persona, y que se inmiscuya un poder en los asuntos de la competencia del otro, preservando de esta forma buenas relaciones de respeto y armonía interinstitucional. En el actual Estado de Derecho, la autonomía permite que una entidad pública expida sus propias normas, se gobierne a si misma y defina su desarrollo en apego a una economía sustentable; pero se dice que solo será eficaz en la medida en que sus titulares actúen con independencia y tengan libertad de decisión y mando. Es oportuno precisar en torno a esta reflexión, que comúnmente se emplea el concepto de autonomía como sinónimo de independencia, sin embargo para el Poder Judicial la autonomía es la potestad que ostenta para gobernarse a si mismo, para dictar sus propias leyes internas y para regular su economía; en tanto que la independencia es la libertad que le asiste al juzgador para dictar sus determinaciones. En mérito de esta consideración, resulta preciso decir que el Poder Judicial debe preservar a toda costa su autonomía, para que sus juzgadores ejerzan plenamente su independencia, libres de toda intromisión externa a fin de que sus fallos sean justos y confiables. La independencia judicial implica garantía de libre actuación de jueces y magistrados, exenta de cualquier sometimiento, presión, recomendación, consigna, sugerencia, amenaza o promesa que provenga de cualquier poder público, social o privado; pero también implica garantía de estabilidad y 3 seguridad personal, profesional, laboral, económica y jurídica para sus propios juzgadores. En nuestro país, la independencia para jueces y magistrados aparece expresamente establecida en la fracción III del artículo 116 de nuestro Pacto Fundante, y obliga a las entidades federativas a garantizarla en el texto de sus propias Constituciones y Leyes Orgánicas. En suma, autonomía e independencia, son conceptos distintos, pero a la vez preciados atributos indisolubles e inseparables para el Poder Judicial porque garantizan que jueces y magistrados, en base a la independencia de que gozan y a la autonomía que preserva la Institución, permitan que en sus fallos solamente impere la recta razón y la ley. Ha sido necesario precisar estos conceptos de autonomía e independencia, porque tal y como se afirma en el Libro Blanco de la Reforma Judicial, Una Agenda para la Justicia en México, “Uno de los reclamos más sentidos de los poderes judiciales en materia de independencia, se refiere a lograr niveles presupuestarios que aseguren un adecuado desempeño de la función jurisdiccional, sin que su operación se encuentre comprometida por eventuales restricciones de carácter financiero” Bajo esta tesitura resulta entendible sostener que uno de los principios básicos de preservación de la autonomía judicial, esta relacionado con su libertad financiera, porque su limitación influye indebidamente en el buen desempeño de la función jurisdiccional. Sobre el tenor, debe decirse que desde hace tiempo, se han venido proponiendo en foros nacionales y extranjeros, reformas diversas para establecer en las constituciones políticas de los estados y en sus leyes secundarias, porcentajes fijos en los presupuestos de justicia; candados para 4 que el gasto corriente no se disminuya; y mecanismos seguros y suficientes para el gasto de inversión. En México, desde hace tres lustros se han venido dando avances significativos en la generalidad de los poderes judiciales, sobre todo en rubros relacionados con la expedición de normatividad interna, gobierno propio y administración moderna; sin embargo todavía se presentan expectativas insatisfechas relacionadas con una autonomía cabal, sobre todo en cuanto a las justas aspiraciones económicas que hagan posible la real independencia judicial y la atención de nuevos y cada vez mas demandantes servicios jurisdiccionales. En nuestro país no existe plena libertad para que los poderes judiciales asignen, distribuyan, manejen y controlen los presupuestos asignados por los poderes legislativos, lo más que se ha podido lograr en el escenario nacional, es el establecimiento en algunas entidades federativas, de porcentajes fijos y la irreductibilidad del presupuesto en relación a los años precedentes. Lamentablemente ninguna de todas estas propuestas y medidas de efectividad relativa, han logrado carta de naturalización para que sean consideradas como obligatorias y eficaces, pero mucho menos para hacer frente a la introducción de nuevas y necesarias reformas constitucionales por demás costosas, ni tampoco para abatir el rezago significativo que en la generalidad de los estados existe en materia de infraestructura, equipamiento y plantillas de personal. No debemos desconocer que independientemente de las limitaciones que a lo largo de esos quince años han tenido los órganos de gobierno o los consejos de la judicatura, para atender prioridades de planeación tendentes a la obtención de presupuestos dignos, también debe reconocerse que han sido paradójicamente, 5 la falta de recursos económicos suficientes y la especialización y profesionalismo de sus integrantes, los grandes valladares que han impedido avanzar en la profesionalización de este rubro. En lo general, los poderes judiciales presentan rezagos significativos en materia presupuestaria respecto de los otros dos poderes, y aunque en algunas entidades federativas hay signos de reversión, el hecho es que en lo general no se han tomado medidas compensatorias, resarcitorias y mucho menos de planeación para solucionar estos serios problemas de seguridad pública y de interés general. La irracional dependencia económica que soportan los poderes judiciales del país de parte de los Poderes Ejecutivo y Legislativo, se significa primordialmente en la poca o nula participación que tienen en los procesos de autorización de su presupuesto anual de egresos, en la que se advierte que la asignación de recursos económicos depende más de una voluntad “política” que de razonados criterios técnicos que obedezcan a una correcta planeación estratégica y a un análisis pormenorizado del monto de los recursos presupuestales necesarios para el ejercicio de la debida función jurisdiccional. Baste subrayar la gran disparidad de los montos presupuestales asignados al rubro de justicia en las 32 entidades federativas del país, lo cual se puede observar en el cuadro siguiente: 6 Presupuestos Estatales destinados a los Poderes Judiciales de México NUM. DE MUNICIPIOS SUPERFICIE EN KMs POBLACIÓN PRESUPUESTO ESTATAL PODER JUDICIAL RECURSOS ESTATALES DEDICADOS AL PODER JUDICIAL (%) RECURSOS PER CAPITA PODER JUDICIAL (PESOS) Aguscalientes 11 5,625 1,065,416 12,521,109,800 204,429,000 1.63% 191.88 Baja California 4 71,546 2,844,469 33,199,259,020 724,911,216 2.18% 254.85 Baja California Sur 5 73,943 512,170 8,699,540,405 0.00% 0.00 Campeche 10 57,727 754,730 13,562,497,043 209,861,435 1.55% 278.06 Chiapas 118 73,681 4,293,459 57,838,713,248 517,508,470 0.89% 120.53 Chihuahua 67 247,487 3,241,444 41,826,096,000 782,231,799 1.87% 241.32 Coahuila 38 151,445 2,495,200 31,165,062,000 320,506,000 1.03% 128.45 Colima 10 5,627 567,996 7,456,763,000 125,852,440 1.69% 221.57 Distrito Federal 13 1,484 8,720,916 137,012,501,104 3,723,191,983 2.72% 426.93 Durango 38 123,367 18,506,074,070 254,892,371 1.38% 0.00 Estado de México 125 22,357 14,837,208 148,343,021,687 2,404,023,128 1.62% 162.03 Guanajuato 46 30,621 4,893,812 44,184,020,566 1,029,106,728 2.33% 210.29 Guerrero 81 63,618 3,115,202 36,877,691,500 513,409,700 1.39% 164.81 Hidalgo 84 20,856 2,345,514 23,473,050,496 269,812,935 1.15% 115.03 Jalisco 125 78,630 6,752,113 65,840,412,600 884,469,600 1.34% 130.99 Michoacán 113 58,667 3,966,073 44,571,062,850 870,273,219 1.95% 219.43 Morelos 33 4,892 1,612,899 16,170,000,000 403,230,000 2.49% 250.00 Nayarit 20 27,862 949,684 14,504,889,995 257,900,000 1.78% 271.56 Nuevo León 51 64,203 4,199,292 56,789,742,600 1,025,207,500 1.81% 244.14 Oaxaca 570 93,343 3,506,821 42,050,821,008 402,028,619 0.96% 114.64 Puebla 217 34,251 5,383,133 42,050,821,008 402,028,619 0.96% 74.68 Querétaro 18 11,658 1,598,139 19,119,944,331 402,303,845 2.10% 251.73 Quintana Roo 8 42,535 1,135,309 15,557,208,210 314,172,352 2.02% 276.73 San Luis Potosí 58 61,165 2,412,414 26,913,788,635 605,902,903 2.25% 251.16 Sinaloa 18 57,331 2,608,442 32,390,377,678 382,386,501 1.18% 146.60 Sonora 72 179,516 2,394,861 34,604,866,492 565,500,000 1.63% 236.13 Tabasco 17 24,747 1,989,969 31,902,204,014 408,000,000 1.28% 205.03 Tamaulipas 43 80,148 3,024,238 31,107,354,000 373,288,000 1.20% 123.43 Tlaxcala 37 3,997 1,068,207 11,026,528,102 135,160,226 1.23% 126.53 Veracruz 203 71,856 7,110,214 77,950,000,000 1,350,000,000 1.73% 189.87 Yucatán 106 39,671 1,818,948 25,423,210,108 300,000,000 1.18% 164.93 Zacatecas 56 75,416 1,367,692 19,184,527,262 260,708,789 1.36% 190.62 Promedio nacional 1.61% ENTIDAD FEDERATIVA * Está pendiente la información correspondiente al Estado de Baja California Sur y Durango. 7 193.03 Por esto, para preservar la autonomía económica del poder judicial y tener suficientes elementos de juicio y racionalidad en la demanda de recursos presupuestales, se precisa que entre otras importantes cuestiones, cada poder judicial cuente con un sólido y profesional órgano de gobierno, o en su caso con un consejo de la judicatura que trabaje apegado a su correspondiente plan estratégico de desarrollo institucional, con programas operativos anuales y con la seguridad de evaluaciones permanentes. En resumen, la autonomía financiera del Poder Judicial, supone autarquía plena, entendida como autosuficiencia económica; libertad para definir los ingresos y gastos necesarios para ejercer debidamente la función jurisdiccional; la elaboración de proyectos de presupuesto de egresos; así como la presentación y defensa de sus propuestas ante los Poderes Ejecutivo y Legislativo. Concomitante a la observancia de estos principios políticos, técnicos y racionales, los Poderes Judiciales deben obligarse a presentar en forma por demás objetiva hacia el exterior, sus necesidades inherentes y la forma de satisfacerlas, porque la fiscalización y el escrutinio público es un derecho que corresponde a la ciudadanía, a fin de demostrar que los recursos que provienen del pueblo se utilizan correctamente. Recordemos que los presupuestos de egresos forman parte de todo el ciclo administrativo moderno, y que la base de su formulación debe estar acorde con las estrategias previstas en el plan de desarrollo respectivo, mismas que tendrán que sujetarse a rigurosos sistemas de control, evaluación, transparencia e información. Ahora que están en cierne nuevos sistemas de justicia, los rezagos que existen en los poderes judiciales se magnifican, razón por la cual hoy mas que 8 nunca urge revertirlos, insisto, en función de una planeación estratégica debidamente sustentada para asegurar el gasto requerido, incluyendo medidas resarcitorias y compensatorias. Todo esto sin perjuicio de seguir insistiendo en la necesidad de establecer en las constituciones locales porcentajes fijos presupuestales, en base al producto interno bruto o al presupuesto general de egresos, candados de irreductibilidad y previsiones para gastos de inversión en infraestructura del Poder Judicial, tal y como se ha venido proponiendo desde hace tiempo en foros diversos. Resulta oportuno hacer la acotación de que la creación de fondos auxiliares debidamente reglamentados, como una forma de procurar recursos propios, han demostrado ser herramientas financieras por demás útiles para los poderes judiciales, porque permiten satisfacer con subsidio no presupuestal, necesidades imprevistas que muchas de las veces no son necesariamente jurisdiccionales. En síntesis, estimo que es necesario refrendar que los poderes judiciales utilicen la planeación estratégica, para el logro de su cabal misión y visión institucional, porque les permitirá presentar con objetividad irrefutable presupuestos razonables y atendibles ante los poderes ejecutivo y legislativo correspondientes, por eso el auxilio de especialistas en planeación y administración pública dentro de los órganos de gobierno judicial resulta inaplazable. No solo basta proponer el establecimiento de porcentajes fijos en las constituciones locales para garantizar suficiencia presupuestaria en favor de los poderes judiciales del País, -propuesta con la que estoy completamente de acuerdo-, pero también reitero, que resultaría a todas luces eficaz, convincente 9 y conveniente que la planeación estratégica contemple gasto corriente e inversión razonada en infraestructura, que justifique los requerimientos anuales de los Tribunales Judiciales y prevenga cualquier situación adicional en la creciente demanda de los servicios de justicia prestados. Afirma el Magistrado Baruch Delgado Carbajal, Presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura del Estado de México que un plan estratégico de desarrollo institucional para un poder judicial debe responder a dos necesidades esenciales: las jurisdiccionales y las administrativas, las primeras caracterizadas por retos de modernización que exigen las nuevas tendencias legislativas; las segundas representadas por una planeación administrativa con visión de corto y mediano plazos que permita la consecución de proyectos solidos, que hagan posible abatir rezagos y avanzar en procesos administrativos agiles. Estos planes deben contener – sigue diciendo el magistrado Delgado Carbajal “….lineas de acción, funciones, proyectos, objetivos y estrategias que coadyuven a generar oportunidades de mejora institucional en lo jurisdiccional, en lo académico y en lo administrativo, para constituir un sistema de impartición de justicia de excelencia, profesional, justo y ético, capaz de responder a las demandas de la sociedad”. CONCLUSIONES PRIMERA.- La autonomía en los Poderes de la Unión es la potestad que tienen estas entidades públicas para darse sus propias leyes, organizar su forma de gobierno interno y ejercer con libertad su capacidad económica y financiera. 10 SEGUNDA.- El concepto de independencia para jueces y magistrados del Poder Judicial es la libertad que tienen para dictar sus resoluciones sin presión externa alguna y con la sola sujeción en la razón y la ley. TERCERA.- En los Poderes Judiciales, los atributos de autonomía e independencia son inseparables e interdependientes, la limitación de la autonomía presupuestal, influye indebidamente en la función jurisdiccional, en tanto que la falta de calidad y calidez en la prestación del servicio de justicia merma confiabilidad a la autonomía del Poder. CUARTA.- No basta el establecimiento de porcentajes fijos, ni observancia al principio de irreductibilidad en el presupuesto judicial, lo que importa es la real suficiencia y su libre ejercicio. QUINTA.- En la elaboración y presentación de proyectos de presupuestos de egresos del Poder Judicial, solo debe intervenir su órgano de gobierno, que en la generalidad de los casos es su correspondiente consejo de la judicatura. SEXTA.- Todo Poder Judicial debe propugnar por justificar sus demandas presupuestales con base en su Plan Estratégico de Desarrollo Institucional y en sus programas operativos anuales. SEPTIMA.- Tareas de evaluación permanente con indicadores de desempeño e información transparente en el manejo de las finanzas judiciales, permiten confiabilidad en la asignación de recursos por parte de los Poderes Ejecutivo y Legislativo. 11 BIBLIOGRAFIA 1.ROCIO AGUILAR MONTOYA, “Autonomía de la fiscalización: sustento democrático para la rendición de cuentas”, Cuarto Congreso Nacional de Organismos Públicos Autónomos-Autonomía y Democracia, diciembre 2009. 2.AGUSTIN MILLÁN FLORES, “Alcances y Límites de la Autonomía presupuestal de los organismos públicos autónomos”. Cuarto Congreso Nacional de Organismos Públicos Autónomos-Autonomía y Democracia, diciembre 2009. 3.FERNANDO LORENZANA ROJAS, “Los Organismos Autónomos y su defensa jurisdiccional”, Segundo Congreso Nacional de Organismos Públicos Autónomos, Autonomía, Profesionalización, Control y Transparencia, diciembre 2007. 4.SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN, “El Libro Blanco de la Reforma Judicial, Una Agenda para la Justicia en México” 5. Biblioteca Mexiquense del Bicentenario, “El Poder Público del Estado de México”.Estudios en Torno al Poder Público, Jaime Almazán Delgado. 6.Carlos F. Matute González, “La Modernización Administrativa del Consejo de la Judicatura Federal”. 7.Poder Judicial del Estado de México, “Plan Estratégico de Desarrollo Institucional 2010-2015” julio del 2010. Conceptos de Autonomía, argumentos y criterios, disponible en: http://www.monografías.com/trabajos16/autonomia/autonomia.shtml Definición de autonomía de gestión, disponible en: http://www.definición.org/autonomía-de-gestion La autonomía financiera como quimera universitaria, disponible en: 12 http://fiscalización.es/2010/09/14/la-autonomia-financiera-como-quimerauniversitaria/ Este trabajo se conforma de una pagina de caratula; 10 paginas de texto de ponencia y conclusiones y dos hojas de bibliografía incluyendo esta. 13